La diabetes copa el 15 por ciento de las consultas en AP
La diabetes tipo 2 se ha convertido en uno de los problemas sanitarios más importantes de nuestro tiempo. La epidemia de obesidad y sedentarismo ha llevado a un gran incremento de su prevalencia en nuestro país y con ello a un aumento del gasto sanitario. Según los resultados del estudio Di@bet.es, recientemente publicado, la prevalencia entre las personas mayores de 18 años en España es del 13,8%, de los que un 6% desconoce que la padece. Además, se prevé que la tendencia para los próximos años también vaya en aumento.
Además de hiperglucemia, las personas con diabetes suelen presentar otros factores de riesgo como hipertensión, obesidad y dislipemia, lo que hace que presenten un elevado riesgo cardiovascular y acudan con asiduidad al sistema sanitario.
Por ello, el médico de atención primaria (AP) es clave en el diagnóstico precoz, tratamiento y seguimiento de las personas con diabetes, así como en la prevención de la enfermedad. Según el doctor José Javier Mediavilla, coordinador del Grupo de Trabajo de Diabetes Mellitus de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y de las VI Jornadas de Diabetes en Atención Primaria organizadas recientemente junto a la Sociedad Española de Diabetes, “al ser la diabetes tipo 2 una enfermedad crónica, el médico de AP es el profesional sobre el que debe pivotar la atención de estos pacientes, tanto por su accesibilidad y cercanía como por la continuidad e integración de cuidados que caracterizan al primer nivel asistencial”. De hecho, las consultas relacionadas con la enfermedad ocupan hasta un 15% de todas las que se realizan en AP.
El doctor Mediavilla señala que “la buena colaboración entre los médicos de AP y los profesionales del segundo nivel asistencial que en algún momento atienden a las personas con diabetes (endocrinólogos, cardiólogos, oftalmólogos, nefrólogos, etc.) es crucial en el manejo de esta enfermedad, que produce complicaciones tanto macro como microvasculares, y que necesita los cuidados compartidos de diversos profesionales sanitarios”. Lo ideal es que la atención se centre en el paciente y que exista continuidad en la misma.
Diabetes y mortalidad por enfermedad cardiovascular
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de muerte asociada a la diabetes, siendo responsables del 65-75% de los casos. Las personas con diabetes tipo 2 presentan hasta cuatro veces más probabilidades de sufrir un infarto de miocardio o un ictus que las personas que no tienen esta patología. De hecho, las personas con diabetes tipo 2 tienen más probabilidades de sufrir un infarto de miocardio que las personas sin diabetes que ya hayan sufrido uno antes, mientras que el 45% de los hospitalizados por un infarto de miocardio presenta diabetes confirmada o diagnosticada anteriormente.
Sin embargo, el Dr. Pérez, Director de Unidad del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, asegura que “los pacientes no suelen establecer una relación directa entre diabetes y enfermedad cardiovascular como sí lo hacen cuando se habla, por ejemplo, de afectaciones en la vista o en los riñones, que son complicaciones que asocian más fácilmente a su patología”.
La prevención primaria de la DM2 es eficaz si se actúa sobre los factores de riesgo modificables, como lo son el colesterol, la hipertensión arterial, el tabaquismo o la obesidad. Existe evidencia científica demostrada para afirmar que las medidas nutricionales y la actividad física son eficaces en la prevención y el manejo de la diabetes tipo 2, pudiendo reducir el riesgo de padecerla hasta en un 60%.
“El papel del médico de Atención Primaria es de vital importancia en la prevención y control de la diabetes tipo 2, ya que puede transmitir al paciente la gravedad de esta patología y explicarle cómo puede actuar para controlar sus factores de riesgo cardiovascular. El objetivo último es la reducción de la morbilidad y de la mortalidad causada por enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos”, subraya el Dr. Antonio Hormigo, médico de AP y miembro del Grupo de Diabetes de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).
La salud bucodental, fundamental en el tratamiento de la diabetes
Los diabéticos presentan un mayor riesgo de presentar infecciones de la boca tales como gingivitis o enfermedad periodontal, lo que puede dañar las encías y los huesos de la mandíbula. La enfermedad de las encías puede dificultar el control de la glucosa en la sangre por la presencia de focos infecciosos persistentes.
El doctor Mediavilla recuerda que “la revisión de la boca debe ser una actividad rutinaria para las personas con diabetes, que han de conocer las medidas higiénicas pertinentes y acudir al especialista ante cualquier problema bucal”.
Los niveles elevados de glucemia pueden llevar asimismo a la aparición de aftas, caries, infecciones por hongos (candidiasis bucales) y retraso en la cicatrización y curación de estas patologías.
Otro problema bucal causado por la diabetes es la afección llamada “boca seca” (xerostomía). La sequedad constante que afecta a las personas con diabetes irrita los tejidos blandos de la boca, causando a menudo inflamación y dolor.
Controversias en el tratamiento dietético del síndrome metabólico
Existe una gran controversia en la comunidad científica sobre la existencia real del síndrome metabólico, que se caracteriza por la presencia de obesidad y otros factores de riesgo como son hiperglucemia, hipertensión y dislipemia.
Según el coordinador del Grupo de Trabajo de Diabetes Mellitus de SEMERGEN, “el tratamiento higiénico-dietético de este síndrome enfrenta a los defensores de distintos tipos de dietas existentes para disminuir el peso y mejorar el metabolismo: dieta baja en hidratos de carbono, baja en grasas, alta en grasas y baja en hidratos de carbono, dieta equilibrada, simplemente hipocalórica o combinaciones de las mismas”.