La cerveza sin alcohol durante la lactancia ¿es aconsejable?

La Dra. Hernández Aguilar ha explicado que la cerveza sin alcohol tiene una “gran cantidad de antioxidantes” y ha confirmado que “un estudio preliminar demuestra que su consumo moderado -dos latas de cerveza sin alcohol al día- contribuye a reducir menos las propiedades antioxidantes en la propia leche materna y, con ello, a la disminución de riesgo frente a determinadas enfermedades no solamente durante la lactancia sino muchos años después” como la arterioesclerosis, la obesidad y el cáncer”.

“Los resultados nos han sorprendido incluso a nosotros mismos porque se observó cómo las propiedades antioxidantes de la leche materna decaían menos en el grupo que tomaba cerveza sin alcohol. Estos efectos se veían en la leche materna, en el plasma de la madre y se veían también en la orina del niño, con lo cual se veía cómo estas propiedades antioxidantes eran capaces de pasar de la cerveza que tomaba la madre al niño”, ha precisado la investigadora.

Efectos antioxidantes y antiinflamatorios

Otro de los investigadores españoles que han participado en el seminario, el doctor Ramón Estruch, del Hospital Clínic de Barcelona, ha expuesto por su parte los beneficios de incluir el consumo “moderado” de cerveza o vino en la Dieta Mediterránea para reducir el riesgo de “tener un infarto o un accidente vascular cerebral por sus efectos antioxidante y antiinflamatorio para las arterias”.

Debido a su contenido en polifenoles la cerveza “aparte de tener efectos sobre los factores de riesgo cardiovascular como es la protección frente a la diabetes, la mejora de la presión arterial o un mejor perfil lipídico; también tiene un efecto sobre los parámetros de inflamación, que pensamos que es la causa última de tener la arterioesclerosis”, que a su vez es la principal enfermedad detrás de los infartos y accidentes vasculares cerebrales, ha explicado.

El Dr. Estruch ha advertido, sin embargo, que la clave está en el consumo moderado de este tipo de bebidas alcohólicas y que se combinen con “una dieta saludable”. “El varón no tendría que pasar de tres bebidas al día o tres cañas o, en el caso del vino, tres copas, y la mujer no pasar de una y media”.

Dos cervezas hidratan igual que el agua

El catedrático de la Universidad de Medicina de Granada, Manuel Castillo Garzón, presentó los resultados de un estudio que pone de manifiesto que tomarse “dos tercios o dos botellines” de cerveza con alcohol después de hacer ejercicio físico tiene las mismas propiedades rehidratantes que el agua.

“No es ni mejor ni peor que el agua. Es una bebida que rehidrata con la misma calidad que pueda rehidratar el agua”, ha precisado.

Castillo Garzón también ha explicado que “no hay relación entre la ingesta de cerveza y la barriga cervecera como se suele decir”, según los resultados de otro estudio “con mucho rigor” presentado por el director del departamento de Nutrición de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Copenhague, el doctor Arne Vernon Astrup.

Según su estudio, los factores de riesgo responsables de la barriga cervecera son el sexo masculino, la edad, el tabaquismo, la falta de actividad física, el estrés mental, la alteración del sueño, la elevada ingesta de grasas trans y el consumo de determinados medicamentos.