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¿Cómo detectar diabetes tipo I en niños?

Tener mucha sed, orinar mucho, cansarse y adelgazar son los principales signos de alarma de presencia de diabetes tipo I en niños. Así lo explica el presidente de la Sociedad Española de Diabetes (SED), Edelmerio Menéndez, con motivo de la celebración del Día Mundial de la enfermedad.

En España hay alrededor de dos millones y medio de diabéticos, de los que 29.000 son niños menores de 15 años con diabetes tipo I. Además, según informa la vicepresidenta de la SED y de la Fundación de la SED, Raquel Barrios, está aumentando la presencia de esta enfermedad en niños menores de cinco años.

Los principales factores que lo desencadenan son la obesidad, el sedentarismo e, incluso, el estilo de vida de la madre durante el embarazo. Por este motivo, los expertos han destacado la necesidad de que desde la gestación se lleven a cabo estilos de vida saludables y de que, además, se inculque a los menores la importancia de practicar ejercicio físico a diario y comer de forma sana.

En este punto, cobra especial relevancia el papel de los colegios donde es necesario que se fomente la actividad física a diario y “no sólo dos veces por semana”. “Actualmente, uno de cada tres niños que nacen van a llegar a los 100 años, el mismo porcentaje de los que van a padecer diabetes. La única forma de controlar los casos es a través de la educación y, por ello, sería importante que en los colegios hubiera nutricionistas y se incrementaran las actividades físicas”, insiste el secretario de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, Miguel Ángel Rubio.

Avances tecnológicos

Por otra parte, los expertos han recordado que los avances tecnológicos están mejorando la calidad de vida de los diabéticos y, especialmente, de los niños ya que permiten aumentar sus años de vida. Uno de ellos, son las bombas de insulina que pueden usarlas enfermos de todas las edades.

Concretamente, a través de estas terapias se consigue mejorar el control metabólico ya que, según ha mostrado el estudio ‘Diabetes Control and Complications Trial’, un descenso del 0,3 por ciento de la hemoglobina glicosilada consigue un año adicional de vida.

Además, los sistemas de medición continua de glucosa intersticial permiten saber cuál es el impacto de la comida en el paciente, del ejercicio, el estrés y, al mismo tiempo, conocer cómo funciona su insulina a lo largo del día, reduciendo los riesgos de hipoglucemia e hiperglucemia, sobre todo entre los más pequeños.

“Los padres con niños diabéticos se levantan varias veces durante la noche para comprobar los niveles de glucemia de los más pequeños. La glucemia oscila a lo largo de la noche y, por ende, aumenta el riesgo de hipoglucemias nocturnas. Estos sistemas de medición continua de glucosa intersticial permiten tener información constante de estos niveles y, si están conectados a una bomba de insulina, se pueden reducir los riesgos de hipoglucemias e hiperglucemias”, han recalcado los expertos.

Ahora bien, a pesar de los beneficios de las bombas de insulina, financiadas por el Sistema Nacional de Salud (SNS), en España menos de un 5 por ciento de los diabéticos lo utilizan. De hecho, según ha aseverado Barrio, España es uno de los países europeos que menos bombas de insulina pone, al igual que el uso de sensores, los cuales no están financiados por el SNS.

“La implantación de las bombas de insulina en España es baja, entre otros motivos porque no hay equipos especializados”, ha incidido el presidente de la SED, para abundar en la importancia de mejorar la atención de los pacientes diabéticos.