La importancia de seguir bien la medicación
Los olvidos y el abandono son los motivos más frecuentes de la falta de cumplimiento de los tratamientos, una práctica que conlleva importantes riesgos para la salud de los pacientes. Así lo explica la coordinadora del Grupo de Adherencia Terapéutica-ADHEFAR de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), Olatz Ibarra.
En este sentido, la experta incide en la importancia de seguir bien la medicación y señala que la falta de adherencia “se traduce en un mal control de la enfermedad, y por consiguiente, en peores resultados en salud”. Además, “se aumenta el número de visitas a urgencias” y, en consecuencia, se produce un “incremento del gasto sanitario”. Por el contrario, asegura, “llevar bien la medicación supone incrementar la efectividad de los tratamientos”.
El presidente de la SEFH, José Luis Poveda, insiste en que la educación “es clave para abordar el problema”. Si los pacientes no cuentan con una información adecuada sobre los medicamentos “se corre el riesgo de que no lo cumplan”. Por tanto, las consecuencias, tanto de salud como económicas, derivadas de un fracaso terapéutico “pueden evitarse ayudando a los pacientes a entender qué están tomando y con qué finalidad”.
En general, advierte, “el paciente no comunica sus intenciones y el médico asume que sus pacientes son cumplidores”. Aunque como sucede con los enfermos crónicos, la mitad no cumple el tratamiento prescrito. “Sin duda, la polimedicación y los regímenes complejos no facilitan la adherencia”, reconoce añadiendo que para que un paciente tome la medicación “debemos hacérselo fácil”.
Facilitar la toma del tratamiento
Para mejorar la toma del tratamiento, desde la SEFH han elaborado algunos de los consejos: preparar los medicamentos que se van a tomar (por ejemplo metiéndolos en un pastillero); utilizar alarmas o aplicaciones móviles que ayuden a recordar la toma; hacer que las tomas coincidan con alguna actividad rutinaria diaria, como al acostarse o al realizar alguna comida; conservar siempre la medicación en el mismo sitio -mejor en lugares accesibles-; o elaborar una tabla o ‘planning’ con el orden, los horarios y las cantidades que deben tomarse.