Alimentación complementaria

Las claves de la lactancia materna y alimentación complementaria

La administración de alimentación complementara a los bebés genera muchas dudas a los padres. Desde el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría, recuerdan que “la situación ideal es que el niño permanezca los 6 primeros meses con lactancia materna exclusiva”. Una vez pasado este periodo, las necesidades nutricionales se modifican, está agotando sus reservas de hierro y es necesario que tome alimentos que contienen más hierro.

En este sentido, hay que tener cuenta que hacia los 6 meses, la mayoría de los bebés se mantiene sentado con ayuda y puede tomar con cuchara “barriéndola” con el labio superior, hacia los 8 meses, pueden masticar y tragar alimentos más sólidos (troceados o chafados) y sobre los 9-12 meses, empiezan a poder alimentarse por sí mismos.

Los nuevos alimentos se deben dar triturados y con cuchara, no aconsejándose el uso de biberones ni para las papillas, ni para darles líquidos como zumos o agua, ya que pueden tomarlos perfectamente empleando un vasito. Antes de los 6 meses si están con lactancia materna exclusiva, no necesitan ningún líquido más, aparte de la leche materna.

La alimentación complementaria se basa en:

– Alimentos de transición o intermedios (en forma de purés, alimentos triturados, semisólidos), que pertenezcan a los grupos principales de alimentos y adaptados para satisfacer las particulares necesidades del niño.

– Alimentos familiares: La alimentación complementaria debe estar basada en la dieta familiar, si ésta es variada y equilibrada, debiendo adaptarse a la capacidad de comer del niño. El paso de lactancia materna exclusiva a alimentación complementaria y de ésta a la dieta familiar normal debe ser gradual.

Los pediatras recomiendan ofrecer el pecho antes de los otros alimentos para que se pueda mantener la lactancia el mayor tiempo posible. La leche materna sigue siendo el alimento fundamental del niño hasta el año de edad y la alimentación complementaria, es eso: complementaria al pecho. Además, explican que los cereales se pueden mezclar con leche materna, con las verduras o con las frutas, por lo que no es adecuado emplear una “leche artificial” para preparar las papillas de cereales.

Entre las recomendaciones generales a la hora de introducir la alimentación complementaria, los pediatras recuerdan:

– Se debe introducir un alimento nuevo cuando el niño tome bien el anterior (5 ó 10 días), para que se acostumbre al nuevo sabor y poder valorar la aparición de intolerancias o alergias.

– Ofrecer alimentos propios de la zona y según la cultura y los gustos familiares, introduciendo gradualmente una dieta variada y agradable.

– Aunque no es importante el alimento que se ofrece primero, es aconsejable ofrecer cuanto antes alimentos que contengan hierro, como las carnes.

– En cuanto al gluten (contenido en el trigo, cebada, centeno), lo más adecuado es introducirlo en pequeñas cantidades al mismo tiempo que se continúa dando el pecho, por su efecto protector frente a la enfermedad celiaca.

– Evitar al principio alimentos que pueden contener muchos nitratos (como la remolacha, espinacas y zanahoria).

– Se puede añadir al puré de verduras un poco de aceite de oliva.

– No se debería añadir azúcar ni sal a los alimentos del bebé durante el primer año. Después es conveniente utilizar pequeñas cantidades de sal yodada.

– Si el bebé hace unas 4 tomas de pecho, no necesita otros alimentos lácteos (como yogur, queso, “leches artificiales” en papillas).

– Se debe evitar la introducción de leche de vaca y derivados lácteos antes de los 12 meses de edad en niños con alto riesgo de desarrollar alergia a las proteínas de la leche de vaca (antecedentes de alergia en familiares de primer grado). En niños de bajo riesgo alérgico, es aceptable introducir pequeñas cantidades de derivados lácteos con el resto de alimentos, antes de los 12 meses, siempre que no constituya la bebida principal.