Nuevos dispositivos asistenciales para hacer frente a la elevada prevalencia de la diabetes
La diabetes es una enfermedad sin cura que afecta aproximadamente al 14% de la población española. El aumento del envejecimiento, el sedentarismo y la obesidad están haciendo que la prevalencia de enfermos diabéticos aumente año tras año. Entre un 20% y un 30% del total de pacientes que ingresan en el Hospital Universitario de Bellvitge padecen diabetes. Por ello, es primordial encontrar nuevas formas más eficaces de tratar a este tipo de enfermos, dispositivos que agilicen y optimicen su tratamiento.
Un nuevo dispositivo implantado hace dos semanas en el área de referencia del hospital es la Consulta Virtual. Mediante una agenda electrónica especial, los facultativos de los centros de atención primaria están conectados en cualquier momento con los especialistas del hospital. “Las consultas virtuales son una herramienta clave para que los médicos de familia puedan resolver cualquier duda que tengan con los endocrinos sin necesidad de derivar al paciente a una cita convencional. La respuesta se produce en menos de una semana”, asegura el Dr. Pérez Maraver, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de Bellvitge. Así, se consigue una conexión directa con los CAP, que son los que mantienen más contacto con los enfermos, y se ahorran derivaciones innecesarias a los hospitales, lo que permite alcanzar una respuesta más rápida y eficaz.
La llamada Aula de Pacientes es otro nuevo proyecto destinado a favorecer la comunicación tanto entre médicos y pacientes, como entre los propios pacientes y sus familiares. En estas sesiones monográficas abiertas a todos se intercambian de manera distendida informaciones y experiencias que tienen que ver con la enfermedad, con el objetivo de mejorar las condiciones de salud del colectivo en cuestión. “En las reuniones los pacientes y los familiares se relajan y nos hacen preguntas que en la consulta no se atreven. Además, las experiencias compartidas ayudan a mejorar el estado de ánimo de los pacientes y de sus familiares”, indica el Dr. Pérez Maraver.
La Unidad Funcional de Pie Diabético del Hospital Universitario de Bellvitge, puesta en marcha hace un mes, es uno de los centros pioneros en Cataluña que permite que los diferentes especialistas que intervienen en la enfermedad aborden conjuntamente y en una sola visita al paciente. Así, facultativos de los servicios de Endocrinología, Medicina Interna, Enfermedades Infecciosas, Cirugía Vascular, Cirugía Plástica, Traumatología y Rehabilitación trabajan conjuntamente y en conexión directa en el tratamiento de aquellos pacientes con diabetes que desarrollan una úlcera en el pie. La diabetes es la principal causa de amputación no traumática en nuestro país, aproximadamente un 15% de los diabéticos tienen una úlcera en el pie que puede evolucionar en lesión grave y posible amputación.
“El enfermo con complicaciones asociadas con el pie diabético necesita una atención especial ya que ésta es una enfermedad de gran complejidad. El abordaje debe ser rápido para evitar lesiones graves, algo que conseguimos con la Unidad Funcional de Pie Diabético, la cual permite a los médicos de primaria y a los propios especialistas derivar a los pacientes con un tiempo de espera de muy corta duración”, explica el Dr. Manuel Pérez Maraver. El manejo multidisciplinario bajo un protocolo conjunto que se consigue con esta unidad es el tipo de tratamiento que más garantiza las probabilidades de éxito.
La bomba de insulina en pacientes con diabetes tipo 1
Por otra parte, la bomba de insulina se ha constatado como el mejor tratamiento en pacientes con diabetes tipo 1, enfermos que habitualmente comienzan la enfermedad en una edad joven y necesitan de insulina desde el comienzo, cuando su control es especialmente difícil. Este perfusor subcutáneo tiene la ventaja de poder programar la cantidad de insulina exacta que el enfermo recibirá en cada momento, por tanto, es más preciso que las inyecciones convencionales. “La bomba de insulina es muy útil en determinados casos cuando con el tratamiento convencional, 3 ó 4 dosis de insulina diaria, no se alcanza un buen control”. De esta manera, se establece un tratamiento óptimo y se evitan los molestos pinchazos.