La hidratación de la piel
Es fundamental cuidar la piel todo el año, no solo para que luzca visiblemente más elástica y sana, sino para preservar su salud a lo largo del tiempo.
En verano, las condiciones climáticas y los factores ambientales favorecen la deshidratación de la dermis. Es por todo ello que, en esta época estival, es más fácil apreciar los visibles efectos de la falta de cuidados e hidratación esenciales de la piel.
Efectos de no cuidarse la piel
Muchos queremos lucir una piel bronceada y, a pesar de que cada vez haya mayor concienciación en la protección de la piel frente a los rayos solares, no está de más recordar los cuidados básicos para evitar daños en nuestra piel.
Algunos de los efectos de la falta de cuidados de la piel durante el año son la aparición de manchas oscuras o sequedad, entre otros. Además, la piel “tiene memoria”, por lo que un desgaste lesivo y acumulativo en ella, es un factor de riesgo para la aparición de melanomas en un futuro.
Consejos básicos para tener una piel sana
- Es muy importante proteger y defender la piel de los rayos solares. Esto se hace a través del uso de factor de protección solar. Se recomienda usar como mínimo uno de 15 de FPS (factor de protección solar) 30 minutos antes de la exposición al sol, y reaplicar cada 2 horas o después de bañarse.
- La alimentación también juega un papel importante en el cuidado de la piel. Se recomienda priorizar el consumo de alimentos ricos en vitaminas. Las frutas y verduras, son una buena fuente de estos micronutrientes. Además, en verano existe una gran variabilidad de especies disponibles, las puedes llevar cortadas, o combinarlas para hacer zumos naturales de frutas, ¡ideales para refrescarte en la playa o la piscina! Por ejemplo, el melón, el mango, o las fresas, tienen un alto contenido en vitamina C, que contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo. Así, la manzana también tiene un alto contenido en vitamina A, que contribuye al mantenimiento de la piel en condiciones normales.
- La limpieza diaria de la piel también es un aspecto a considerar para cuidarla. Esta se debe hacer con productos suaves que no la irriten y que contribuyan a eliminar grasa y suciedad acumuladas. Otro hábito de limpieza recomendable es el de tener una toalla específica para la cara, y procurar mantenerla seca y limpia para cada uso.
- Otro factor a considerar es la ropa y el calzado. Dependiendo del clima en el que nos hallemos, si es húmedo o seco, habrá que usar un tipo de ropa u otro. Si hace mucho calor, los materiales como el hilo o algodón son los más adecuados ya que favorecen la transpiración del sudor. El calzado también tiene mucha importancia. Si el pie permanece dentro de un calzado sin transpiración, ello favorecerá la aparición de hongos y malos olores.
- Después de los baños en piscinas con agua clorada se aconseja darse una ducha para eliminar el cloro residual en la piel e hidratarla.
- La hidratación de la piel mediante cremas y aceites hidratantes tiene que ser una práctica diaria para ayudar a recuperar el agua perdida y mantener su buen estado y elasticidad
- Dormir las horas suficientes también es otro hábito que contribuye a mantener la piel en buen estado.
Siguiendo estos sencillos y cotidianos consejos, se puede contribuir a mejorar la salud de nuestra piel durante todo el año.