reportaje_generica

Actividad física: ¿Qué se puede y se debe hacer?

En los años 90 nuestros colegas canadienses organizaron dos reuniones en Canadá en las que se establecieron los beneficios de la actividad física. Posteriormente se lanzaron unos documentos con la participación de nuestros colegas americanos y se establecieron unas recomendaciones. Después hemos visto muchas iniciativas por parte de la OMS y de la Unión Europea.

Hace dos años recibimos la actualización de las recomendaciones de la actividad física por parte de nuestros colegas americanos: las Recomendaciones CDC/ACSM (Centers for Disease Control and Prevention / American College of Sports Medicine).

Durante los últimos 10 años la actividad física ha sido parte del orden del día de la agenda de muchos organismos multigubernamentales. Hay planes de acción como la Estrategia Global para la Prevención y el Control de las Enfermedades no Transmisibles de la OMS desde 2008 hasta 2013 y tenemos un apartado de actividad física.

En el año 2009 hubo un documento fundamental sobre los riesgos globales de la salud, esto se relaciona con los datos que nos hablan de la importancia de la inactividad física, que es el cuarto factor de riesgo de mortalidad. Por lo que debemos promover la actividad física.

En el año 2010 se han publicado varios documentos, por ejemplo la Carta de Toronto para la Actividad Física, Una llamada global para la acción y también las recomendaciones de la actividad física de la OMS (www.who.int/dietphysicalactivity).

Hay un documento de la OMS del 2006 que se llama Actividad física y salud en Europa: evidencias para la acción. Un año después se desarrolló otro documento de la OMS que se tituló Marco Europeo para Promover la Actividad Física para la Salud. La Comisión Europea ha desarrollado el Libro Blanco del Deporte en el 2007 que tiene más que ver con temas educativos y culturales; y en el 2008 los Principios generales de la actividad física.

HEPA Europa (Red Europea para la Promoción de la Actividad Física)

HEPA es una organización que se dedica a la promoción de la actividad física, es todavía joven y ha realizado progresos, como por ejemplo el análisis de la actividad física con documentos que tienen que ver con políticas nacionales. Esta red ha identificado 49 documentos que tienen que ver con políticas nacionales de 24 países europeos (29 vienen del sector de la promoción de la salud, 7 del deporte, 12 del transporte y uno de entorno), de manera que vemos un desarrollo multisectorial.

HEPA Europa continúa informando sobre lo que se hace en Europa, hay un proyecto continuo para la promoción de la actividad física (http://data.euro.who.int/PhysicalActivity/).

Principios generales de la actividad física

En 1995 se desarrolló un documento muy importante con los principios generales de la actividad física en los EEUU por parte del ACSM (American College of Sports Medicine). La recomendación es que cada adulto debe acumular 30 minutos o más de actividad física moderada o intensa, preferiblemente todos los días de la semana o la mayor parte. Esta recomendación se ha hecho en base a una revisión exhaustiva de datos. La actividad física moderada a intensa puede ser incluso caminar pero lo importante es la acumulación de 30 minutos y esto se puede incluir en la vida diaria yendo al trabajo, cuando se compra, etc, sin la necesidad de ir a centros deportivos.

En 2007 se actualizaron las recomendaciones con nuevos datos por parte de dos organizaciones americanas: AHA (American Heart Association) y ACSM (American College of Sports Medicine), que querían promover este concepto de actividad física de moderada a intensa de 30 minutos pero también querían hablar de las actividades aeróbicas vigorosas. En este caso se tiene que hace en periodos más cortos de tiempo o una mezcla de actividad vigorosa y moderada.

En 2008 se desarrollaron nuevas recomendaciones en un documento del gobierno de EEUU, se trata de un documento amplio que habla de principios básicos y recomendaciones basadas en evidencias. Es parecido al documento de 2006 pero incluye recomendaciones para niños y adolescentes. Y se habla de manera más relevante de la presencia de la actividad vigorosa para adolescentes y niños: dos horas y media si la intensidad es moderada todos los días o una hora o más de actividad física diaria si la actividad es vigorosa, al menos tres días a la semana. En contraste con algunas recomendaciones en las que se habla de actividades semanales, como las recomendaciones de la OMS. Personalmente prefiero 30 minutos 5 veces a la semana pero tenemos que llegar a un consenso. También hay recomendaciones para adultos (más de 65 años) según las limitaciones funcionales de cada uno. Algunos de los beneficios para la salud se pueden ver más si la actividad es vigorosa. Y es importante involucrar a la comunidad deportiva.

Los principios generales se establecen en unos documentos que prescriben cantidades, intensidades y tipos de actividad física basados en la evidencia científica. El objetivo es cambiar la conducta de los individuos en la población objeto del estudio. Sin embargo, cuando nos fijamos en los datos de EEUU vemos que no ha habido un cambio significativo desde 1995, de hecho la gráfica se mantiene en el mismo nivel. Quizás las recomendaciones hayan evitado que la curva vaya para abajo, pero esto es una especulación.

Estos principios generales quizás son necesarios pero no suficientes para hacer que la población cambie su comportamiento respecto a la actividad física. Tal vez necesitamos más intervenciones para que este cambio ocurra. Además de las recomendaciones por sí mismas nuestra experiencia es que un país requiere un Plan Nacional que ofrezca unos principios generales para aumentar los niveles de actividad física. En estos planes debemos centrarnos en el aumento de las oportunidades para practicar actividades físicas, también involucrar a la sociedad y la participación gubernamental y de organizaciones, profesionales, ONGs y diferentes sectores públicos.

Y la lección que podemos extraer de la experiencia de EEUU es que estos principios fundamentales pueden establecer la legitimidad de la actividad física, entre otras intervenciones que tienen que ver con la salud pública, y también definen los beneficios claros que se deben esperar en los diferentes grupos de población. Se ofrece un sistema para hacer un seguimiento de lo que está pasando en términos de la actividad física. Y una vez tenemos las recomendaciones se puede medir la actividad de la población que las cumple como un porcentaje. Estos principios generales también se apoyan en argumentos económicos y también la justificación moral de la promoción de la actividad física.

¿Qué sucede en Europa?

Hay informes y encuestas en la Unión Europea que han preguntado a la población la frecuencia con la que practican actividad física y deporte. Más de la mitad de la población en algunos países no hace ninguna actividad y en otros la impresión es bastante descorazonadora. No hay una tendencia positiva en Europa en casi ningún país en lo que se refiere a la actividad física.

En algunos países como Finlandia los niveles de actividad física han aumentado desde los años 70 hasta ahora. Y podemos hablar de un 65 por ciento (un poco más de mujeres que de hombres) que participan en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa. Pero al mismo tiempo la actividad física que tiene que ver con los desplazamientos para ir al trabajo ha disminuido. Pocos países tienen datos de encuestas sistemáticos sobre los cambios de la actividad física en el tiempo.

Hay pocos países que están adquiriendo las recomendaciones. En Finlandia tenemos las Physical Activity Pie que se representa como un pastel y el mensaje que transmite es que puedes coger un trozo de ese pastel y tendrás los correspondientes beneficios para la salud.

Austria también ha publicado unos principios generales. También Inglaterra los va a publicar y Suecia. Pero, en general, pocos países están considerando este tema como una medida para promover la actividad física.

Como hemos visto por parte de EEUU estos principios son necesarios pero no suficientes para cambiar la perspectiva de la sociedad. Necesitamos planes de acción, el de los EEUU está muy bien preparado, disponible en internet, y enfatiza el enfoque multisectorial para involucrar a la mayor parte de los sectores: negocios, educadores, sanidad, medios de comunicación, deportes, transporte y también los sectores no gubernamentales como las ONGs.

En una publicación en Lancet se relacionaba la falta de actividad física y la obesidad con los costes en varios países; también hablaba de los tipos de intervenciones en términos de cómo aumentaba los años de vida ajustados por discapacidad; y de ciertos factores como por ejemplo intervenciones en colegios, etiquetados de productos, medidas fiscales y la regulación de la publicidad de los alimentos. Esto nos indica la importancia de las diferentes medidas y muchas veces se dice que una medida en sí misma no es suficiente sino que necesitamos un enfoque multisectorial.

Necesitamos también herramientas prácticas para la evaluación económica de actividades como andar y ciclismo; es importante saber lo que cuesta y lo que obtenemos a cambio de practicar estas actividades. Este tipo de herramientas analizan el impacto económico de estas actividades debido a la reducción de la mortalidad en la población y se puede dar un valor monetario.

Conclusiones

-La inactividad física es el cuarto factor de riesgo para la mortalidad. Es un factor de riesgo para la salud pública.

-Hay muchas recomendaciones políticas en Europa.

-Aunque los principios generales son necesarios no son suficientes para lograr cambios de conducta en las poblaciones.

-Necesitamos Planes de Acción Nacionales para obtener resultados a largo plazo. El objetivo es crear un entorno socioeconómico para promover la actividad física.