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El entrenamiento excéntrico permite disminuir la inflamación

El Instituto de Biomedicina de la Universidad de León (Ibiomed) ha identificado los mecanismos celulares que hacen que el entrenamiento excéntrico, en el que el músculo produce tensión y se alarga a la vez, pueda convertirse en una herramienta útil para disminuir la inflamación provocada por un ejercicio, según el estudio que publica el Journal of Applied Physiology.

El objetivo de la línea de investigación, dirigida por José Antonio de Paz y Javier González Gallego, era contribuir a un mejor conocimiento de los efectos beneficiosos del ejercicio, explicando por qué determinados tipos de actividad física actúan como mecanismos antiinflamatorios.

De este modo, en este trabajo han descrito cómo la vía de señalización celular del receptor tipo toll 4 (TLR4) desempeña un papel fundamental en la inflamación producida tras un ejercicio agudo.

“Lo más importante de nuestro trabajo es que hemos demostrado que un entrenamiento excéntrico de seis semanas reduce la inflamación asociada a un ejercicio agudo mediante la disminución de la expresión de la vía de señalización celular del TLR4”, ha señalado Rodrigo Fernández-Gonzalo, co-autor de este trabajo.

La primera parte del estudio incluyó una fase piloto con cinco estudiantes de la licenciatura de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad de León, y posteriormente se llevo a cabo la parte experimental principal con 20 estudiantes, que duró 11 semanas.

A continuación, se desarrolló el trabajo en el laboratorio con las muestras de sangre que se les extrajo en determinados momentos a los participantes, una fase que duró varios meses hasta que todos los análisis se completaron.

“Se han medido variables funcionales, como fuerza máxima y potencia muscular, así como marcadores moleculares, tales como niveles de ARN mensajero y cuantificación de proteínas de diversos genes y factores de transcripción relacionados con el proceso inflamatorio”, ha indicado Rodrigo Fernández-Gonzalo.

Los resultados de esta investigación son tan relevantes que los científicos confían en que puedan trasladarse a futuros tratamientos. “A partir de este trabajo se pueden llevar a cabo determinadas intervenciones que ayuden a personas con enfermedades autoinflamatorias”, ha avanzado.

Además, ha añadido, la identificación de la vía del TLR4 como uno de los responsables de la respuesta inflamatoria hace que se puedan desarrollar futuros medicamentos para “disminuir la inflamación”.

Posibles beneficios en enfermedad de Crohn o aterosclerosis

De hecho, el trabajo puede tener muchas más implicaciones en el ámbito biomédico ya que, por ejemplo, se ha demostrado que la vía de señalización del TLR4 está sobreexpresada en enfermedades autoinflamatorias como la enfermedad de Crohn, patología inflamatoria del intestino, o la aterosclerosis.

De esta forma, “es posible que determinados tipos de ejercicios, como el excéntrico, ayuden a disminuir la expresión del TLR4 y, de esta manera, el nivel de inflamación en estas enfermedades”, comenta Rodrigo Fernández-Gonzalo.

La investigación ha descrito uno de los mecanismos por los que determinados tipos de ejercicio físico, en concreto, el ejercicio excéntrico, disminuyen la respuesta inflamatoria del organismo, pero esto no sólo tiene relevancia para el ejercicio y el deporte, sino que puede ser útil de cara al estudio de otras situaciones, particularmente, las patológicas.