Las células de grasa contienen un gen que podría proteger de la aparición de la diabetes

Estudios anteriores ya habían demostrado que las células de grasa jugaban un papel importante a la hora de controlar el azúcar en sangre y los niveles de insulina. De esta manera, una de las autoras del estudio, Barbara Kahn, ha manifestado su sorpresa de cómo “un gen único puede cambiar el metabolismo de las células de grasa de manera tan dramática y de cómo la activación del interruptor principal de esta forma selectiva en el tejido adiposo es beneficiosa para todo el cuerpo”.

“La obesidad se asocia con la disfunción metabólica que hace que las personas tengan mayor riesgo de diabetes, derrames cerebrales y enfermedades del corazón, pero hay un gran porcentaje de personas obesas que están metabólicamente sanas”, ha precisado, por su parte, otro de los autores Mark Herman.

Así, en las células grasas, el gen ChREBP actúa como un sensor de glucosa que convierte los azúcares en ácidos grasos, lo que puede jugar un papel en el efecto sistémico. En general, el número de transportadores de glucosa (GLUT4) disminuye en las células de grasa, un hecho que sucede al principio de la diabetes.

“Cuando se despiertan y no han comido en toda la noche, los transportadores GLUT4 se encuentran dentro de la célula. A los pocos minutos de la alimentación, la glucosa llega a la sangre y estimula la secreción de insulina, por lo que los transportadores GLUT4 se desplazan a la superficie celular”, ha explicado Kahn.

“Es un hallazgo muy emocionante”, ha señalado, por su parte, el presidente de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes, Ulf Smith. “Hemos estado buscando el mecanismo para tratar de entender por qué el metabolismo de la glucosa en el tejido adiposo es tan importante para la sensibilidad de todo el cuerpo a la insulina”, ha concluido.