El menú escolar saludable

El menú escolar saludable

Laura Rojas. El menú escolar saludable

Según las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Educación, en el curso 2014-2015 el 40,3% de los niños de entre 3 y 16 años comen en el comedor del colegio. Pero ¿realmente estos niños reciben una alimentación sana y equilibrada?

En el post de hoy enseñaremos a los padres a valorar el menú escolar de sus hijos. Conocerán las características de una correcta alimentación y aprenderán las pautas necesarias para que los niños lleven un estilo de vida más saludable. 

¿Qué deben ofrecer los comedores escolares?

Es muchísimo el gasto económico que destinan las familias al comedor escolar de sus hijos. Por ese motivo, todos los padres deben solicitar al colegio o al servicio de comedor (en el caso de que sea externo) que se cumplan los siguientes criterios:

  • Los menús escolares deben estar basados en la dieta mediterránea y estar supervisados por dietistas-nutricionistas que aseguren que se mantiene el correcto equilibrio nutricional.
  • Deben tener en cuenta las alergias e intolerancias alimentarias y ofrecer dietas alternativas para aquellos niños que, por ejemplo, realicen una alimentación vegana o no consuman ciertos alimentos por motivos culturales o religiosos.
  • Tienen que favorecer el consumo de alimentos frescos, de temporada y de proximidad. Si ya lo hacen, ¡qué es mucho!, demandar la introducción de alimentos eco que contribuyan a la sostenibilidad socioambiental (existen colegios que lo han hecho y el incrementado de la cuota mensual ha sido muy bajo)
  • Se deben cumplir las normas higiénico-sanitarias que garanticen una cocina segura, tanto en la elaboración como el servicio.

Por último, es importantísimo que el colegio facilite el menú mensual de los niños para que los padres puedan organizar en casa el resto de las comidas del día y completar así, una alimentación equilibrada.

 

Un menú escolar saludable

El menú escolar debe aportar alrededor del 35% de la energía total diaria y asegurar no solo que contiene todos los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo y funcionamiento corporal de los niños, sino que también permita la adquisición de buenos hábitos alimentarios.

Se ha de tener en cuenta también, la edad y el sexo de los niños, y adaptar las raciones a sus necesidades.

El menú escolar, siempre debe estar compuesto por 3 platos: primer plato, segundo plato, y postre, acompañado de pan y agua. Además, tiene que mantener la siguiente estructura:

  1. El primer plato debe incluir como base o como guarnición del segundo: verduras y ensaladas o hidratos de carbono (patatas, pasta, arroz, legumbres y cereales)
  1. En el segundo plato se debe alternar la carne y pescado de manera igualitaria y los huevos una o dos veces, que siempre irá acompañado de una guarnición (mencionadas anteriormente)
  1. El postre debe potenciar el consumo de fruta fresca, cruda y de temporada (piezas enteras, macedonias, brochetas…) como mínimo 4 por semana y ocasionalmente ofrecer lácteos naturales (yogur natural, cuajada, queso batido natural, requesón…)

Estructura de un menú escolar saludable

Pautas para una correcta alimentación

Para que un menú escolar sea saludable no es suficiente con seguir la estructura anterior. También se tienen que realizar unas adecuadas y sanas pautas alimentarias:

  • ¡En la variedad está el gusto! Y de eso se trata, ofrecer a los niños un menú variado no solo en alimentos, sino en técnicas culinarias y recetas.
  • Más pescado ¡y de verdad! Los niños deben tomar como mínimo 2 veces a la semana pescado en el cole ¡ideal si fueran 3! Y nunca incluir en ellas preparaciones como: buñuelos, pececitos o barritas, anillas de calamar…
  • Menos carne procesada. Disminuir el consumo hamburguesas, salchichas, albóndigas, embutidos y procesados ya que la proporción de carne realmente es muy baja en este tipo de preparaciones (mínimo deben contener un 95% de carne). Dar preferencia a las carnes blancas (pollo, pavo, conejo) y las partes magras de la ternera y el cerdo. Es conveniente que el menú no contenga más de 2 veces carne a la semana.
  • Legumbres siempre, Las legumbres deben aparecer en los menús escolares entre una y dos veces por semana. Variar la gama (lentejas, garbanzos, alubias, guisantes) y la forma de elaboración (potaje, cremas, ensalada, hamburguesa) será la clave del éxito.
  • Sí a lo NUEVO. Es el momento de empezar a incluir otras variedades menos frecuentes de cereales, como la quinoa, el cuscús, el mijo… y no limitarnos a los macarrones o las estrellitas de la sopa. También podemos potenciar el consumo de alimentos integrales, arroz o la pasta integral, o incluso que el pan sea integral.
  • Adiós a los fritos. Limitar muy mucho (máximo 2 veces al mes) los alimentos precocinados: croquetas, empanadillas, nuggets…, así como las frituras y los rebozados y siempre emplear aceite de oliva.

 

En conclusión…

Tanto los padres como el entorno escolar desempeñan un papel fundamental para promover unos buenos hábitos alimentarios y fomentar una correcta educación alimentaria.

Así que, es responsabilidad del colegio y/o de los servicios de comedor ofrecer menús escolares más saludable; pero también de los padres, la de exigir la calidad de los mismos y convertirlos en su alimentación habitual, acompañada de la práctica de ejercicio físico diario.

 

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