La importancia de la hidratación en los mayores
Las personas mayores suelen perder la sensación de sed, lo que les convierte en más vulnerables ante situaciones de calor, de actividad física intensa o de enfermedad. La recomendación es de ingerir entre 2 y 2,5 litros de líquido al día, siendo el agua la principal fuente de hidratación. Conviene tenerla siempre a mano y evitar que esté demasiado fría.