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Preocupación y percepción por el peso y la imagen corporal: ¿realidad o fantasía?

Hay preocupación por el peso totalmente razonable porque es un problema creciente que supone un importante riesgo sanitario a corto y, sobre todo, a largo plazo, y que incrementa el coste de atención sanitaria.

Problema sanitario

Hay que recodar las cifras tan alarmantes de obesidad. Según datos de nuestro equipo en una muestra representativa de adultos encontramos un 34,2% de sobrepeso y 13,6% de obesidad y en total es casi un 48% en adultos. En niños, con datos del estudio Aladino, hay un 26,2% de sobrepeso y un 18,3% de obesidad, en total casi de un 45%. Además hay una tendencia a aumentar el problema y aparte del riesgo sanitario que supone hay que añadir la preocupación estética.

¿Quieres perder peso?

En un estudio que hicimos sobre el tema a un colectivo de mujeres jóvenes se les preguntaba concretamente: ¿Crees que estás gorda? Un 64% respondía que no. Sin embargo un 15% decía que un poco y casi un 21% decía que sí. Al controlar el IMC del colectivo era de 21 y sólo había un 6,2% de mujeres que tenían sobrepeso (IMC de 25).

Al preguntar: ¿Te gustaría perder algún kilo de peso?, incluso las que afirmaban que no estaban gordas querían perder algún kilo, hasta un 65% (y algunas de ellas tenían de entrada un déficit ponderal). Un 35% no quería perder peso pero eran las más delgadas.

Si se presentan resultados del mismo colectivo en el cual se resta el peso que querían perder al que tienen y se representa el IMC real frente al deseado vemos que todas quieren estar en un IMC de 20.

Otro estudio más amplio realizado en 2.168 personas de 18-50 años de cinco poblaciones españolas pone de relieve, al preguntarles si deseaban perder peso, ganar o mantener, que la mayoría quería perder. Un 66% quería perder peso y esto es más frecuente entre las mujeres. También hay un colectivo que quiere mantener o ganar peso y en este caso es más frecuente esta respuesta en varones. Los hombres buscan un aspecto estético más musculoso.

Respuesta según el peso

Se puede diferenciar la respuesta entre los que desean perder, mantener o ganar, y vamos a fijarnos en la respuesta de los que desean perder peso y ver la diferencia de respuestas entre varones y mujeres, y entre individuos con normopeso, sobrepeso u obesidad.

Quieren perder peso un porcentaje variable de individuos creciente a medida que tienen más peso corporal, más mujeres que hombres. Pero hay que hacer dos consideraciones: algunas personas con normopeso quieren perder peso, sobre todo mujeres (65% de mujeres normopeso quieren perder peso) y no todas las personas que tienen sobrepeso u obesidad quieren perder peso. Hasta un 30% de hombres y un 50% de mujeres han seguido dietas de adelgazamiento.

Todos los datos anteriores son de un proyecto de investigación que no están publicados, pero si se ha publicado un libro titulado Nutrición en población femenina desde la infancia a la edad avanzada y uno de los capítulos habla sobre este tema. Son datos de casi 1.600 mujeres de 18-30 años y de entrada se puede destacar que el deseo de perder peso se da en todos los grupos de peso en mujeres (bajo peso, normopeso y sobrepeso y obesidad). De las que tienen déficit ponderal hay un 18% de ellas que quiere perder peso. Y también hay algunas con sobrepeso u obesidad que no quieren perder o que ya han desistido. Hay que destacar que un 68% de mujeres normopeso quiere perder peso. De las mujeres con normopeso hay un porcentaje alto que han seguido dietas y muchas lo hacen de manera habitual.

¿Cuántos kilos quieres perder?

Cuando preguntamos a estas mujeres si desean perder algún kilo casi un 70% dice que sí, y entorno a 5,6 kilos. Este deseo de perder peso va aumentando con la edad y también el número de kilos que se desea perder. También alguna quiere ganar peso pero el porcentaje es menor y va disminuyendo con la edad (porque con la edad va aumentando el peso).

Y si la pregunta es: ¿Cuál es peso con el que estarían más sanas o más atractivas? Aunque es similar hay una pequeña diferencia: el peso con el que la mujer declara sentirse más atractiva es un poco más bajo respecto al peso más sano. Lo mismo con el IMC corporal.

Al diferenciar según los grupos en las mujeres con normopeso hay un 68% de mujeres que quieren perder peso y de media unos 4 kilos; un 18% de mujeres con bajo peso quieren perder y de media unos 2,3 kilos; y, por supuesto, el porcentajes va creciendo para sobrepeso (8 kilos) y obesidad (17 kilos) y a medida que va aumentando el problema quieren perder mas kilos de media.

En las mujeres de bajo peso el porcentaje que quieren ganar es mayor porque son conscientes de que tienen bajo peso, pero en los otros grupos muy pocas mujeres quieren ganar peso. Y respecto al peso ideal, el peso atractivo es un poco más bajo que el peso que señalan como saludable.

¿Dieta por razones estéticas o por salud?

También se preguntaba en el estudio si cuando se ha seguido una dieta era por razones estéticas o por salud. Y se ve que en general es más frecuente hacer dieta por razones estéticas, preocupa más la estética que la salud.

A medida que aumenta la edad disminuye el número de mujeres preocupadas por la estética y aumenta la preocupación por la salud. Y al ir aumentado el peso las razones estéticas también disminuyen y se incrementan las razones sanitarias.

¿Qué alimentos disminuiría para perder peso?

Para concluir con este estudio una mención a la pregunta: ¿Qué alimentos disminuirían para perder peso? Vemos que hay muy poca diferencia entre las respuestas que dan las mujeres que ya han seguido dieta y las que nunca la han hecho.

Esto pone de relieve que no hay un buen conocimiento. Piensan lo mismo las que les interesa el tema y se han asesorado o no, y las que no se preocupan por el tema.

Percepción del peso

Es evidente que no tenemos una percepción real del peso. A veces esta distorsión es grave, como puede suceder en personas con TCA, pero toda persona tiene una cierta distorsión.

Para detectar esta distorsión o veracidad nuestro equipo investigador preguntaba a los estudiantes su peso y talla, y posteriormente en las clases de antropometría se tomaban los datos de peso y así esto nos permitía comparar los datos reales con los declarados.

Se vio que como media en los jóvenes estudiantes había una tendencia a declarar un peso algo inferior al que tenían (más o menos 1 kilos) y de talla algo más. Pero las personas que tienen más peso o están más preocupadas por el peso se alejan más de la realidad. Y en cuando a la talla los obesos sobrevaloran su talla en mayor medida.

¿Son conscientes los padres del peso real de sus hijos?

También nos podemos preguntar por la percepción del peso que tienen los padres de sus hijos: ¿Son conscientes los padres del peso real de sus hijos? Datos de un estudio de nuestro grupo realizado en 638 escolares controlando datos de dieta y antropometría de los niños y de los padres se constata una asociación entre situación ponderal, sobre todo con la madre, y concretamente la proporción de niños con sobrepeso u obesidad era significativamente superior en hijos de madres con sobrepeso y obesidad.

Respecto a la percepción de la madre del peso vemos que casi nunca la madre sobreestima el peso del niño, sino que hay una percepción en general o bien adecuada o se subestima. Hay un 20% de madres de niñas que no las ven gorditas cuando tienen sobrepeso. Pero la “ceguera” es mayor con los varones. Casi un 28% de madres de niños subestima su peso, es decir, que las madres no son totalmente objetivas, prefieren que esté un poco gordito.

Si el niño tiene sobrepeso u obesidad sólo un 38% de las madres lo ven y un 61% lo subestima y no lo ven. La preocupación es diferente según los niveles socioeconómicos: en los niveles más bajos hay más obesidad y preocupa menos, y en función del sexo preocupa menos en varones, y en hijos varones.

Percepción del peso en personas muy delgadas o muy obesas

Es importante controlar la preocupación por el peso tanto si la persona es muy delgada como si es muy obesa. En los estudios se puede medir la discrepancia entre la ingesta energética y el gasto. Y el alejamiento entre los resultados de ingesta y de gasto puede utilizarse como indicador de infravaloración/sobrevaloración de la ingesta.

La discrepancia es muy distinta según el IMC de un individuo, si es menor de 20 hay una ligera sobrevaloración pero a medida que aumenta el peso va creciendo la infravaloración, de manera que no es igual el resultado del estudio dietético de personas normopeso, sobrepeso u obesidad. Y respecto a la preocupación por su peso, la pregunta era: ¿Crees que estás gorda? Cuando la persona declara que no, hay muy buena coherencia ingesta gasto, pero si la persona declara que sí está gorda es mayor la discrepancia ingesta gasto.

Conclusiones

La preocupación por el peso es un dato interesante porque modifica la veracidad de las respuestas en el estudio dietético. También modifica la respuesta en datos antropométricos autodeclarados y puede modificar los hábitos alimentarios, ya que si una persona está preocupada por su peso es probable que haga dieta o que modifique sus hábitos en función de esa preocupación.

Como sabemos que hay un desconocimiento sobre pautas correctas para controlar el peso un porcentaje alto de la población está modificando sus hábitos en una dirección equivocada: algunas porque tienen sobrepeso u obesidad y otras sin motivo, y quizás están perjudicando su alimentación y su salud y su control de peso a largo plazo.

Por tanto es necesario mayor educación nutricional desde la infancia; luchar contra la obesidad empleando las medidas más eficaces y seguras para conseguir que haya menor porcentaje de personas con obesidad; y también hay que tener cuidado con el mensaje por la presión tan alta que hace que muchas personas que no tienen problemas con el peso se preocupen y hagan dietas equivocadas que ponen en peligro su salud.

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Preocupación y percepción por el peso y la imagen corporal: ¿realidad o fantasía?

Recogemos la ponencia de Dña. Rosa María Ortega Anta en el marco de la Jornada Verdades y mentiras sobre las dietas de adelgazamiento, organizada por la Cátedra Tomás Pascual Sanz – Universidad San Pablo CEU.

Acceda a la transcripción de la ponencia