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Prescripción de ejercicio físico como elemento del estado de salud en discapacitados

La evidencia de que el ejercicio fisco es bueno para la salud se ha conocido desde siempre. Galeno, Hipócrates y los orientales 2.000 años antes de Jesucristo ya recomendaban ejercicio físico, pero realmente las evidencias científicas no aparecen hasta 1966 con el trabajo de Morris con cobradores y chóferes ingleses donde se observó que los que están sentados todo el día tienen más riesgo cardiovascular que los cobradores que están subiendo y bajando.

Menor riesgo de mortalidad

Tanto en la prevención de las patologías como en el entrenamiento las evidencias científicas en la mayor parte de las enfermedades actuales son apabullantes. La fuerza de la evidencia es altísima y en el campo de la discapacidad todavía es más importante. Es tan importante la condición física que aquellos que tienen una condición física óptima tienen un riesgo de mortalidad por todas las causas de 4,5 veces menos, con la condición física aeróbica, en este caso, pero lo mismo según los datos que se están empezando a tener con la fuerza.

Hay una revisión de Jonatan Ruíz del grupo de Granada que está trabajando con dinamometría manual y siguiendo a 1.000 sujetos durante mucho tiempo y se observa que la dinamometría manual guarda relación con las causas de mortalidad y la supervivencia.

Tanto es así que revistas como Lancet o Science hacen monografías sobre la relación entre actividad física y salud para que los profesionales no pierdan la oportunidad de promocionar el ejercicio físico como herramienta de salud.

Hay un report titulado “Physical Activity and Health” de 600 páginas que se puede bajar de la página del CDC (Centers for Disease Control and Prevention) donde se ve que todas las patología empeoran por la falta de ejercicio físico.

Los médicos habitualmente recomiendan caminar, nadar o realizar actividad física muy ligera, y ni siquiera en la mayor parte de las facultades de Medicina de España se enseña a prescribir ejercicio físico. Sólo se forman aquellos que tienen interés personal o convencimiento y a título personal.

El ejercicio físico también tiene incidencia sobre el estado cognitivo de los mayores y de los jóvenes. Muchas de estas cuestiones son relaciones y no sabemos la causalidad porque nuestro nivel de conocimiento científico es reducido. Pero cuanto se observan en grandes grupos de población la cuestión es encontrar el porqué.
Cuando se habla de exposición al ejercicio físico no se habla de una forma muy general sino de cierta intensidad, frecuencia, duración, tipo de ejercicio, patrón y por supuesto que ir a caminar es mejor que estar sentado, pero si vamos a hacer ejercicio físico hagámoslo de forma adecuada.

Cuando hay una discapacidad por la circunstancia que sea, por ejemplo los médicos han prohibido durante mucho tiempo el trabajo de fuerza en hipertensos porque se tiene miedo a determinadas circunstancias como los enfermos cardiovasculares. Pero esto lo que va a provocar es un incremento de la hipoactividad, una mayor hipocinesia, los sujetos se mueven menos sin justificación y eso trae consigo que no hay estímulo y órgano que no se usa se atrofia y eso pasa con todas las funciones.

Envejecimiento activo

Por ello, el envejecimiento activo facilita mantenerse de forma vital muy bien funcionalmente conforme van pasando los años. Porque la falta de estímulos provoca un deterioro funcional, se incrementa la hipoactividad que incide directamente sobre el proceso que sea.

Y sujetos que podían tener una calidad de vida bastante buena, una buena relación social, una buena comunicación con el resto, resulta que se aíslan de una forma totalmente incomprensible y esto es más relevante cuando nos encontramos con grupos de discapacidad, donde ellos por si mismos van a ser incapaces de dar un paso adelante para evitar todos estos elementos que los condicionan.

Prescripción de ejercicio

Cuando hablamos de prescripción de ejercicio físico nos referimos a las recomendaciones de ejercicio físico que realiza un médico indicando las normas para su correcta realización. ¿Qué elementos tiene que tener presente un médico para realizar la prescripción? Hay que saber evaluar la aproximación o la orientación diagnóstica que tenemos. ¿Qué le pasa al sujeto? ¿Qué queremos que mejore? Primero hay que hacer un diagnóstico y evaluar y conocer los componentes que tenemos del ejercicio físico para subsanar lo que hemos visto y qué capacidad de mejora porque si ya estamos al 90% vamos a obtener poco.

También hay que conocer los elementos adversos: si se realiza ejercicio a intensidad baja no va mal pero si se busca la dosis óptima y cerca de una dosis con efectos secundarios hay que estar al tanto de estas circunstancias. Por ejemplo hay gente que a los dos días de hacer ejercicio no se puede levantar de la cama, o se ha lesionado por una rotura de fibras y esto al final lo que hace es apartarlo del ejercicio físico.

No hace falta ir al gimnasio se puede hacer trabajo de fuerza en el comedor de casa, sobre todo los mayores. Hay que enseñarles, darles un material mínimo y saber qué es lo que les gusta para hacer lo que resulte más interesante.

Los componentes de la condición física son, aparte de la salud cardiovascular, la fuerza y resistencia muscular y la flexibilidad, también el rendimiento neurocognitivo, donde se implementa la coordinación y el equilibrio como elementos para trabajar en los programas de salud, ya no es solamente resistencia cardiorrespiratoria.

Cuando hacemos un entrenamiento nuestro organismo reacciona inicialmente bajando de su nivel basal, provocamos un estrés, después se recupera y supera el nivel inicial y en un intervalo de tiempo que pueden ser 24- 48 horas, depende de la intensidad del entrenamiento y del tipo de entrenamiento, si volvemos a hacer otro estímulo apropiado nuestra línea de rendimiento de nuestra capacidad funcional va a mejorar y esto tiene que estar dentro de un espacio determinado. No se puede hacer un día ejercicio y no volver hasta los seis días a realizarlo, porque volveríamos a empezar de cero. Tiene que haber una progresión.

Cuando hacemos una prescripción de un ejercicio tan sencillo como caminar hay que tener en cuenta a qué intensidad se camina, durante cuánto tiempo, cuántos días a la semana, a qué hora del día… Todos ellos son elementos a tener en cuenta a la hora de indicar qué tipo de ejercicio tiene que hacer un determinado sujeto. Incluso se pueden añadir una serie de explicaciones iniciales en el reverso de la receta: los minutos que queremos hacer por sesión, el niveles de ejercicio al inicio y durante cuánto tiempo vamos a estar para seguir una progresión hasta el objetivo final que serían cinco días a semana 40 minutos y esto nos puede llegar a alcanzarlo uno o dos meses en función de las características del sujeto.

Red de Investigación en Ejercicio Físico y Salud para Poblaciones Especiales (EXERNET)

En el 2004 se formó una red sobre poblaciones especiales como consecuencia de un proyecto de investigación que tiene como objetivo aunar aquellos conocimientos de los diferentes grupos españoles que están trabajando en ejercicio físico y salud para tener mayor visibilidad y para dar a conocer a la población los resultados que se obtienen. En estos momentos hay 11 grupos. Se trabaja con diferentes grupos de población: mayores, niños y adolescentes y discapacidad. La página web es http://www.spanishexernet.com/.

Aquellos que quieran empezar a trabajar con estos grupos de población pueden disponer en la página de una serie de elementos revisados como en el caso de prescripción en síndrome de Down qué características tiene este grupo de población.

El objetivo es la aplicación para que haya una trasferencia inmediata. Por ejemplo en el caso de síndrome de Down a los tres años de trabajar con ellos ya formaron una escuela deportiva donde se pusieron en práctica todos los elementos que pensamos que podían ser relevantes en función de lo que habíamos visto.

Ejercicio en síndrome de Down

En el síndrome de Down con los años hay un problema con el equilibrio, hay hipotonía muscular y falta de fuerza que llevan consigo desequilibrios y caídas. Hay que observar cómo es la marcha y la estabilidad en diferentes situaciones para después realizar una intervención. En este caso hicimos un trabajo de fuerza con pliometría y se observa que mejoran.

Se trata de trabajos multidisciplinares, actualmente no tiene sentido el trabajo individualizado. Y para este tipo de evaluaciones se necesita un buen aparataje. Los trabajos que se publican se cuelgan en la página web de la red para acceder libremente.

En todas las intervenciones realizadas, tanto con trabajo inicialmente aeróbico, después con trabajo de fuerza y posteriormente con plataformas vibratorias los resultados han sido buenos. Han mejorado la condición aeróbica, ha disminuido la grasa, ha mejorado la fuerza y la resistencia muscular y ha mejorado la masa ósea.

El parámetro V2pic con dos días a la semana durante 6 meses de entrenamiento ligero mejora de una forma significativa, y si dejan de hacer ejercicio físico programado vuelve a disminuir. El ejercicio físico tiene un efecto que no es duradero, si dejas de hacer la acción se revierten los parámetros iniciales. Lo mismo sucede con el porcentaje de grasa.

La frecuencia cardiaca es uno de los parámetros que siempre se ha sospechado que este grupo de población tiene una incompetencia cronotrópica, no son capaces de alcanzar frecuencias cardiacas altas. Puede ser que haya una base fisiológica pero se ha observado que cuando somos capaces de mejorar su condición física en los test sucesivos la frecuencia cardiaca es mayor. La frecuencia cardiaca máxima no está relacionada con la condición física sino con la carga de trabajo y con la edad. Posiblemente interpretemos datos de forma errónea porque no somos capaces de alcanzar otros resultados.

Una de las cuestiones más interesantes es la salud ósea. Los adolescentes con síndrome de Down tienen una expectativa de vida por encima de 55 años, y ¿qué ocurre en los mayores? Hay unas patologías que son muy frecuentes y que causan mucha pérdida de calidad de vida, de dolor y de gasto sanitario y de forma secundaria muerte, como las fracturas óseas por osteoporosis.

En este grupo de población hemos identificado que los adolescentes con síndrome de Down tienen menos masa ósea que los adolescentes sin el síndrome. Y hay que recodar que la adolescencia es la etapa crítica para conseguir un buen depósito de masa ósea. Por lo que la propuesta para todos los centros es que hagan ejercicio físico para mejorar la masa ósea en estos niños. También puede servir el baile. En definitiva, éste es un campo de trabajo tremendamente interesante.

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Prescripción de ejercicio físico como elemento del estado de salud en discapacitados

Recogemos la intervención del Prof. José A. Casajús en el marco del Coloquio-Encuentro Nutrición, Salud y Deporte, organizada por la Cátedra Tomás Pascual – Universidad de Navarra.