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vuelta saludable

Recupera un ritmo saludable en tu día a día

 

vuelta saludable

Siempre nos vamos a encontrar con un lunes después de un maravilloso fin de semana y un septiembre tras unas vacaciones reconfortantes.

Encuentra el equilibrio para tu bienestar

La falta de un horario de sueño, los cambios en los hábitos alimentarios y la falta de actividad física puede tener repercusiones en los ritmos de nuestro organismo. Por ello, con la vuelta a la rutina, es fundamental tener una actitud optimista y seguir unos hábitos saludables.

  • Vuelve a los horarios de las comidas. Se aconseja hacer 5 comidas al día y no esperar a tener mucho hamalimentaciónbre ya que eso va a incrementar la ingesta de alimentos en la siguiente comida.
  • Alimentación variada y equilibrada. Tras las vacaciones, muchos suelen caer en el error de acudir a dietas depurativas para paliar los excesos de las vacaciones. No hay secreto ni fórmula milagrosa, la clave está en seguir una alimentación variada y equilibrada que incluya todos los grupos de alimentos en las cantidades recomendadas para cada uno de ellos.

 

  • Incluye frutas y verduras en tu alimentación. Se recomienda consumir alimentos frescos, de temporada y cocinados de forma sencilla, incluir los vegetales en todas las comidas como guarnición o plato principal, incorporar la fruta fresca en los tentempiés entre horas, el desayuno y el postre e incrementar la cantidad de fibra de la alimentación eligiendo alimentos integrales. Asimismo, se recomienda moderar el consumo de alimentos con mucha grasa, sal o azúcar.
  • Hidrata tu organismo. Se debe procurar beber entre 2 y 2,5 l de agua diarios, cantidad que se verá modificada en función de la actividad de la persona a lo largo del día y los requerimientos de hidratación.
  • ¡Muévete y levántate del sofá! Se recomienda seguir y mantener una vida activa: pasear, bailar, nadar, salir a correr, ir al gimnasio o lo que más te guste. Sustituye situaciones tan cotidianas como, por ejemplo, usar el ascensor por las escaleras o cambiar el coche por la bicicleta como medio de transporte.

pasear

 

  • Haz cosas que te agradan. La vuelta a la rutina no tiene por qué ir ligada a dejar de dedicar tiempo a aquellas cosas que nos agradan. Es más, conviene buscar formas de incorporarlas a nuestro día a día, como, por ejemplo, leer el periódico tranquilamente durante el desayuno. Llevar en la cartera o de fondo de pantalla en nuestros dispositivos electrónicos imágenes de amigos y familiares o lugares que hayamos visitado, son elementos de motivación que evocan pensamientos positivos.

 

  • Organiza los días para aumentar la sensación de ocupación. La organización de tareas del día ayuda a gestionar mejor el tiempo y no caer en el desánimo o frustración.

En definitiva, es importante adoptar una actitud proactiva, enérgica y saludable ante la búsqueda de nuevas formas de enriquecer nuestro día a día. Desde Instituto Tomás Pascual Sanz, animamos a valorar más lo presente que lo que se echa de menos y siempre seguir una alimentación variada y equilibrada, hacer actividad física de forma continuada y trabajar en nuestro bienestar emocional.

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vuelta a la rutina

Vuelta a la rutina con actitud positiva

vuelta a la rutina

Llega septiembre y con él, la vuelta a la rutina. El ser humano organiza su vida en torno a unos hábitos, en mayor o menor medida establecidos. Las vacaciones rompen esta repetición de hábitos, dotándonos de la libertad para tomar decisiones fuera de nuestro habitual marco de actuación.  De ahí que nos encontremos con un reto en septiembre: pasar de la libertad vacacional a la rutina.

Para hacer menos dura la vuelta de las vacaciones, 2 o 3 días antes del comienzo del curso, conviene incorporar unos hábitos que, con actitud positiva, permitan progresivamente adaptarnos nuevamente a la rutina. Para los más pequeños de la casa, esta situación puede ser más difícil y requiere de un mayor apoyo y empatía por parte de su entorno. Es necesario que los adultos, modelos a seguir de los más pequeños, transmitan tranquilidad y normalidad ante esta realidad tan común a todos.

Comunicación entre padres e hijos

Con el fin de evitar la frustración, es aconsejable expresar los sentimientos y compartir con la familia la negativa ante el inminente fin de las vacaciones.

  • Los padres deben escuchar a sus hijos para así poder entenderles y empatizar, construyendo una relación de confianza.
  • Comunicación bidireccional. Los niños pueden sentirse incómodos ante la llegada del curso, pero el resto de la familia también ante el trabajo. Tanto para unos como para otros, hablar va a permitir relativizar el “problema” y ver el lado positivo.

Mantener un equilibrio emocional

Con una actitud positiva, la vuelta se hará más suave.

  • Hacer partícipes a los niños de la preparación del nuevo curso. Comprar los libros, forrar cuadernos, actualizar y etiquetar el material escolar… estas actividades pueden ser divertidas cuando padres e hijos las hacen conjuntamente. Hacer partícipes a los pequeños de la preparación del curso escolar les permitirá adquirir el entusiasmo por comenzar el curso, reencontrarse con sus compañeros y seguir aprendiendo.
  • Nuevos retos. Es preferible aprovechar este momento para establecer metas, rutinas saludables, propósitos personales y profesionales en vez de lamentar el final de las vacaciones. Esta “ambición” positiva dota de la fuerza interior necesaria para iniciar una etapa llena de oportunidades que están por llegar.

No olvidar una alimentación saludable

  • Un desayuno equilibrado proporciona un reparto armónico de las calorías y nutrientes a lo largo del día. Para afrontar positiva y energéticamente los días, niños y adultos deben tomarse su tiempo para realizar un desayuno completo y saludable.
  • Después de los excesos en verano conviene acostumbrar de nuevo al cuerpo a una alimentación saludable, sin saltarse las comidas y combinándola con ejercicio físico.

Volver a los horarios

  • Al igual que los adultos, los niños necesitan un periodo prudencial de adaptación, sin aceleraciones, para poder tranquilamente asimilar de nuevo la rutina, tanto a la hora de irse a dormir como de levantarse. Para ello, 2 o 3 días antes de comenzar las clases, es conveniente empezar a adaptar los horarios.

Estilo de vida activo

  • Es necesario preparar el cuerpo para el ejercicio físico, una práctica que debería extenderse a lo largo del año para mantener un estilo de vida activo.
  • Las actividades extraescolares, una o dos veces por semana, permitirán a los niños familiarizarse y disfrutar de la rutina, si además las centramos en deporte, les ayudarán a mantenerse activos.

La vuelta de las vacaciones será más sencilla si se establecen unas pautas de estilo de vida saludable, consiguiendo un equilibrio corporal y mental para comenzar con optimismo una etapa colmada de nuevas oportunidades.

 

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