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Desconectar en vacaciones para mejorar tu bienestar emocional

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Es el momento de parar y hacer una pausa: desconectar, descansar. Dejar todo cerrado para poder disfrutar con la familia, pero ante todo disfrutar uno mismo y así poder rendir mejor a la vuelta.

Durante el verano uno tiene más tiempo de hacer lo que realmente le apetece, incluido no hacer nada; hay más horas de luz, se está más relajado, baja el nivel de estrés, y esto propicia que estemos de mejor humor, que seamos más positivos.

Tal y como demuestran las investigaciones más actuales, cuando nos encontramos en una situación de atención plena (mindfulness) pensamos con más claridad, lo cual hace que tomemos mejores decisiones con facilidad. Ya sabemos que nuestro cerebro, cuando no esta concentrado en ninguna tarea concreta, divaga. Si se aprovecha bien ese momento, puede ser muy bueno para la creatividad, y desde ese estado relajado podemos ver con mayor lucidez posibilidades de cambiar ciertos hábitos cotidianos, que no sería posible en el estresante día a día.

También en este período de asueto se nos ofrece la posibilidad de mejorar la relación con quienes nos rodean, pues hay tiempo para ser más fluidos, abandonarse a una comunicación más pausada, y además el buen clima nos regala más ánimo para superar las dificultades que surjan por el camino. Las vacaciones son quizás el mejor momento de abordar aquellas cuestiones de pareja, familia, hijos… que durante el año vamos acumulando por falta de energía y tiempo. Además, cambiar de lugar, de ambiente, permite ver las situaciones desde otra perspectiva. Cuando estamos en otro entorno aparecen ideas que antes no considerábamos, y es más fácil llegar a buenas soluciones. Por todo ello, las vacaciones resultan perfectas para introducir mejoras en nuestra vida. Probablemente, el inicio del verano sea, junto con el 1 de enero, uno de los pistoletazos de salida para plantearse nuevos retos que llevar a cabo durante el año.

Mucha gente se siente incómoda o culpable por estar unas semanas sin trabajar, sin “producir”; les parece que no hacen nada. Pero es absolutamente necesario un paréntesis de descanso para el bienestar emocional, pues, al igual que sucede con una breve siesta reparadora, aumenta la creatividad y la flexibilidad mental. Por el contrario, la falta de ese alivio provoca irritabilidad y altibajos emocionales que pueden desencadenar en un desbordamiento de ansiedad, e incluso a veces se llega a una actitud depresiva que si no se controla, fácilmente puede derivar en un cuadro de depresión clínica.

Alejarse de la rutina, aunque sea por pocos días, produce unos efectos insospechados. Es como una renovación de nuestro disco duro interno: todo adquiere un cariz diferente, los asuntos toman otro cariz y de repente encontramos salida a aquello que nos tenía colapsados.

Y para que esto se dé tenemos que practicar la aceptación. Te preguntarás cómo. Simplemente accediendo al momento presente, pero con todo: sus cosas positivas y las negativas, aunque dejando de lado, en la medida de lo posible, los pensamientos que rumian los errores del pasado o los que anticipan las preocupaciones del futuro. El único lugar donde se puede actuar es en el “aquí y ahora”. Así que, con esta máxima, aprovecha las vacaciones al máximo posible. Disfruta cada minuto de este regalo tan merecido. Es importante que te lo propongas y mantengas esta actitud todo lo que puedas. Pero tampoco te preocupes si no lo consigues completamente, ya que esa obsesión también te podría estresar. Recuerda: valora más lo que tienes que lo que echas de menos.

Para potenciar nuestro bienestar emocional deberíamos:

  • Invertir en experiencias, pues aportan más felicidad que las adquisiciones materiales. La mayoría de las personas tiende a arrepentirse de las oportunidades que dejaron pasar, lo que no se atrevieron a hacer, por ser espectadores en vez de actores de su propia vida.
  • Imaginarnos haciendo algo, o visualizarnos ejecutando aquello que tememos o rechazamos, por prejuicios o temores infundados. Al plantearse algo nuevo, hay que tratar de ser objetivo y no anticipar el “no” como respuesta recibida de los demás.
  • No juzgar, pues los pensamientos son solo eso: pensamientos, buenos o malos, según el valor que les demos. Algunas circunstancias que nos acompañan no dependen de nosotros, es decir, son inevitables, pero lo que siempre podremos manejar es la actitud que tengamos frente a ellas.
  • Ser paciente con nosotros mismos es el primer paso y la base de todo cambio personal. Los juicios de valor negativos reincidentes y machacones no llevan a ninguna parte; bueno, sí: a impedir que avancemos.

No olvides que para conseguir un descanso realmente efectivo y mejorar tu bienestar emocional, es necesario practicar la desconexión. Por eso supone un verdadero problema cuando uno no sabe o no puede, ni siquiera en vacaciones. Un primer intento, por ejemplo, sería no mirar tanto el teléfono móvil, ni las redes sociales. Hay que dejar de estar continuamente alerta, pendientes del exterior. Lo que nos rodea es absolutamente cambiante, pero la armonía interna siempre es un reducto al que acudir.

Miguel Ángel Rizaldos

Psicólogo Clínico

www.rizaldos.com

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desconectar en vacaciones

Las vacaciones: desconectar del trabajo

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Con el paso del tiempo, la sociedad ha ido adquiriendo hábitos de vida saludables, en los que comer de forma equilibrada y hacer deporte rutinariamente, se convierten en una base fundamental para alcanzar un nivel óptimo de salud. Sin embargo, en esta ecuación falta un factor aún ignorado o desconocido por la mayoría: la desconexión durante el tiempo libre.

¿Por qué es importante desconectar en verano?

Para poder rendir correctamente en el trabajo, necesitamos una recarga de energía positiva tras el desgaste físico y mental que acumulamos. Saber cuándo es momento de trabajar y cuándo lo es para disfrutar y relajarse, es vital para lograr un equilibro entre cuerpo y mente que, en definitiva, nos permitirá sentirnos mucho mejor con nosotros mismos. Tenemos que mimarnos, cuidarnos y no castigarnos al privarnos de disfrutar en los ratos libres que nos corresponden.

Estudios recientes afirman que aún tenemos que aprender lo importante que es relajarnos e interrumpir la rutina del trabajo. Casi 1 de cada 3 trabajadores españoles no desconectan del trabajo durante las vacaciones, lo cual reafirma que los españoles no nos cuidamos lo suficiente en este sentido.

Consejos útiles para desconectar en las vacaciones de verano

En cuestión de salud, salir de la rutina laboral tiene unos beneficios que notaremos si realmente llegamos a desconectar al 100%:

  • Estimula el cerebro
  • Baja nuestra presión arterial
  • Reduce el estrés
  • Dedicamos más tiempo a nosotros y a nuestras comidas
  • Dormimos mejor y más horas
  • Pasamos más tiempo con familiares y amigos

Cada persona tiene su propia forma de evadirse de la monotonía de cada día y todas son válidas. No obstante, hay unas bases clave para ayudar a llegar a esa desconexión deseada por todos:

  • Dejar todo atado en el trabajo antes de las vacaciones. La mente tiene que estar liberada de carga para poder disfrutar de los ratos libres. El hecho de dejarnos cosas a medias antes de las vacaciones puede ser motivo de ansiedad y estrés.
  • Adiós a las prisas. No existen planes cerrados en vacaciones. Suficiente tenemos a lo largo del año como para preocuparnos ahora del reloj.
  • Dar una oportunidad a lo analógico. Acostumbrados a tanto móvil, ordenador y redes sociales, lo ideal en vacaciones es brindar una oportunidad a nuestras mentes de desconectar de lo digital.
  • Caminar es una actividad física que permite hacer volar nuestra imaginación y desconectar. Además de aislar del trabajo, caminar es una forma de evitar el sedentarismo.
  • Comer de forma equilibrada. Los compromisos laborales, saltarse comidas o picar cualquier cosa, son hábitos poco recomendables en la alimentación. Ahora, en vacaciones, es aconsejable tomarse el tiempo necesario para comer tranquilamente, de forma equilibrada, y disfrutar de ello.
  • Arrastramos muchas horas de sueño que a veces nos resultan imposibles de recuperar, salvo en vacaciones, que disponemos de todo el tiempo del mundo. Duerme entre 7 y 9 horas al día y mantén unos horarios regulares también en vacaciones.
  • Disfrutar de la familia y amigos. Es en este momento de ocio cuando podemos compartir momentos con los que más queremos.

Las vacaciones son una pieza fundamental del puzle de vida saludable. Al igual que otros factores que mejoran nuestro nivel de vida, el tiempo libre que disponemos debe ser utilizado única y exclusivamente para evadirnos de la rutina y volver con las pilas cargadas al trabajo.

deporte de forma habitual

Solo cuatro de cada diez españoles realizan deporte de forma habitual

Solo el 38% de los españoles realiza deporte de forma habitual, siendo el porcentaje mayor entre los hombres (44%) que entre las mujeres (33%), según el Estudio sobre la percepción del estado de Bienestar de la población española, un trabajo en el que han participado más de 970 personas de entre 25 y 60 años de toda España, y que también revela que el motivo mayoritario por el que se hace ejercicio: El 77% lo hace para mejorar el estado físico, siendo algo superior en el tramo de edad comprendido entre los 35 y 49 años (81%) e inferior en el tramo de 25 a 34 años.

El 45% de los individuos que practican deporte declara hacerlo tres veces a la semana. El 18% todos los días, siendo los hombres los que más llevan a cabo esta rutina, según los resultados de la encuesta llevada a cabo por Micebrina y la consultora Nielsen.

Por comunidades autónomas, los habitantes del País Vasco, Navarra, Aragón y la Rioja son los más deportistas. Un 74% de ellos declara practicar deporte más de tres veces a la semana. Los menos deportistas son los valencianos y murcianos (51%) y los catalanes (58%).

El resto de comunidades se mueven entre el 64% y el 68% de práctica de tres a siete días por semana, y en Cataluña y Extremadura es donde menos deporte se hace a diario.

El 35% de los deportistas va al gimnasio

De todos los deportistas, un 35% va al gimnasio, el 48% lo hace por desconectar del trabajo, el 30% para ocupar su tiempo libre, y el 12% para ver a los amigos o divertirse. En Cataluña, como excepción, se considera como motivo principal ocupar el tiempo libre. En contra de los tópicos, únicamente un 1% de los españoles lo practican para ligar.

Por otro lado, los resultados del estudio revelan que el 62% de los deportistas realizan deporte al aire libre, de los cuales un 55% lo hacen por estar en contacto con la naturaleza, un 31% para que les de el aire y un 10% por no pagar gimnasio.

Dentro de los deportes al aire libre, el ‘running’ es el que más se practica (54%), habiendo escasa diferencia entre hombres y mujeres. Está seguido del senderismo, ‘treking’ y escalada (48%), y de la bici, patines, y ‘skate’ en un 39%.

Dolor articular, unos de los frenos a hacer deporte

El principal inconveniente de hacer deporte es que quita tiempo para hacer otras cosas (39%), seguido del dolor articular (30%) o que abre el apetito (24%). Por su parte, el 22% declara que no realiza ejercicio porque requiere una inversión.  Para combatir el dolor articular, el 61% de los encuestados declara que evita forzar las articulaciones, el 18% opta por tomar todo lo que le dan en farmacia (esta aceptación de la recomendación farmacéutica va en aumento a medida que lo hace la edad) y el 10% se pone hielo.

Por último, el estudio concluye que el 17% no hace deporte u ejercicio. Los motivos fundamentales son la pereza con un 46% y no disponer de tiempo con un 25%. Además un 22% de los no deportistas afirma no haber tenido nunca el propósito de hacer ejercicio mientras que un 49% confiesa habérselo fijado como meta, a comienzos de año, o durante la ‘operación bikini’, pero mantenerlo solo unos días (30%).

vencer al estrés, desconectar en vacaciones

¿Cómo decir adiós al estrés? Consejos para desconectar en vacaciones

vencer al estrés, desconectar en vacaciones

vencer al estrés.

La llegada del verano es sinónimo de vacaciones y descanso para muchos ciudadanos pero no todos llevan bien este momento ya que, como ha reconocido el vicepresidente de la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP), José Antonio López Rodríguez, a las personas de naturaleza activa o con trabajos estresantes les suele costar mucho “desconectar” de su actividad laboral.

Este experto defiende que las vacaciones han de adaptarse a la personalidad del individuo y, en estos casos, deben “mantener” su nivel de actividad pero “con algo que nada tenga que ver con su actividad laboral”.

“Bajo ningún concepto han de seguir aquellos consejos bienintencionados de sus familiares y amigos que les instan a no hacer absolutamente nada durante para desconectar en vacaciones, pues lo más seguro es que dicha inactividad acabe generándoles un cuadro de ansiedad”, ha explicado.

De hecho, reconoce que si tras probar con diversas actividades la persona no es capaz de relajarse, es probable que estemos hablando ya de algún tipo de problema relacionado con el estrés y “sería conveniente que aprendiera a vivir de otra manera con ayuda psiquiátrica”.

Frente a estos casos, existe otro perfil de individuos “mucho más relajados y tranquilos a los que las vacaciones de hamaca y la vida contemplativa durante el periodo vacacional les vienen perfectas para desconectar y cargar pilas de cara a la vuelta al trabajo”.

“El objetivo de las vacaciones es darle un descanso a nuestro cuerpo y a nuestra mente, sobre todo a nuestra mente, de modo que lo recomendable es cambiar de ritmo y de actividad y permitirnos tiempo y espacio para hacer aquellas cosas que siempre queremos hacer y que no hacemos”, asegura el doctor.

Además, el vicepresidente de ASEPP distingue dos partes importantes en las que han de dividirse las vacaciones. “La primera de ellas hace referencia a los primeros días, en los que es necesario un descanso físico, un sueño reparador que nos predisponga a estar descansados y disfrutar de la segunda parte de nuestras vacaciones”, explica el doctor.

Esta segunda parte tiene un componente más lúdico. “Olvidemos el reloj, los horarios impuestos por la sociedad y los teléfonos, dejemos de lado las prisas y dediquémonos a hacer lo que nos gusta, lo que siempre queremos hacer y en el día a día no nos da tiempo y lo más importante, dediquémonos tiempo a nosotros”.

Sin necesidad de hacer largos viajes para disfrutar

En este sentido, López Rodríguez reconoce no es necesario realizar un largo viaje o utilizar los lugares “ideados por el imaginario popular”, a veces impuestos por ese imperativo social de “copar todas nuestras horas libres con multitud de actividades” en lugar de “servir al cuerpo y la mente de un espacio donde abunde todo lo contrario: calma, serenidad y tranquilidad”.

“La sociedad en que vivimos parece tener cierto miedo a practicar el sano ejercicio de no hacer nada”, ha reconocido este experto. Además, el vicepresidente de ASEPP cree que en ocasiones es necesario crear hábitos individuales para la estabilidad mental del individuo.

Es ahí donde entra el concepto de tener “nuestra propia habitación, nuestro tiempo, nuestro espacio, exclusivamente para nosotros, no es para nuestros hijos, ni para nuestra mujer, marido, ni para el jefe”, ha explicado.

“Es vital en nuestra vida tener nuestra propia habitación, el lugar en el que uno entra solo y tiene todas sus cosas íntimas. Las vacaciones son el momento ideal para desarrollar este espacio personal. Todo individuo, necesita un momento, un espacio, un lugar, que sea solo para él”, insiste.

Un espacio propio y una calma que genera un ambiente distendido, sin presiones de ningún tipo que, para este experto, “es el momento perfecto para reflexionar sobre nuestra vida, en lo que hacemos a diario, ¿Es lo que nos gusta? ¿Nos hace felices? ¿Queremos cambiar algo? ¿Podemos cambiar algo? Traer de las vacaciones un propósito y llevarlo a cabo nos hará sentir que realmente han sido unas vacaciones descansadas, aprovechadas y meditadas”, ha concluido.

Una parte fundamental de las vacaciones, según el doctor López Rodríguez, ha de estar dedicada a la reflexión. “En un ambiente distendido, sin presiones de ningún tipo, es el momento perfecto para reflexionar sobre nuestra vida, en lo que hacemos a diario, ¿Es lo que nos gusta? ¿Nos hace felices? ¿Queremos cambiar algo? ¿Podemos cambiar algo? Traer de las vacaciones un propósito y llevarlo a cabo nos hará sentir que realmente han sido unas vacaciones descansadas, aprovechadas y meditadas”.