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diabetes niños

La situación escolar de los niños con diabetes

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La mitad de los padres de niños con diabetes en edad escolar ha tenido que modificar de alguna manera su actividad laboral para poder atender a su hijo de forma apropiada. Aun así, padres y madres están de acuerdo en que el hecho de tener diabetes no dificulta en absoluto la integración del niño en su entorno escolar y de amigos.

Éstas son algunas de las conclusiones que se destacan en el estudio que ha puesto en marcha la Fundación para la Diabetes con el fin de conocer las necesidades de los niños con diabetes en edad escolar de toda España. El objetivo de esta investigación es conocer de manera exhaustiva las dificultadas a las que se enfrentan las familias con hijos con diabetes, para así trazar planes que faciliten una plena integración en todos los ámbitos de la vida de estos niños, como es el mayor conocimiento de la enfermedad por parte de los profesores y la presencia de profesionales sanitarios en los centros escolares.

La diabetes supone un cambio en el estilo de vida y la puesta en marcha de cuidados especiales que exigen que el entorno más cercano del niño –padres, otros familiares y profesores- conozca esta enfermedad para evitar que puedan aparecer situaciones de aislamiento social o discriminación que provoquen en él o ella reacciones de rebeldía o rechazo a la enfermedad ya que ello podría influir de forma negativa en su adhesión al tratamiento.

Más información y formación a profesores

Según los datos de este estudio en el que han participado 880 madres y padres de niños con diabetes de entre 3 y 16 años, sólo la mitad de los profesores saben lo que es la diabetes tipo I. Además, el 5% de los padres afirma que ha tenido que cambiar a su hijo de colegio, y el 4% indica que no lo han admitido debido a que el niño tenía diabetes.

En el grupo de edad de niños menores de 6 años es donde los padres han encontrado más problemas en el centro escolar debido a la diabetes, llegando la cifra hasta el 27%. Por otro lado, aproximadamente el 16% afirma haber variado la pauta de controles de glucemia o de insulina por falta de colaboración en el centro escolar.

“Es necesario subrayar que, aunque los profesores, así como sus compañeros conocen que estos niños tienen diabetes, todavía es necesario incrementar la información y formación a los docentes para facilitar al niño un estilo de vida saludable y un entorno seguro y especialmente para saber cómo manejarla en los centros escolares en caso de emergencia”, según comenta Marina Beléndez, la doctora en Psicología Marina Beléndez, Profesora de la Universidad de Alicante, además de coautora de este trabajo.

Otra de las demandas que reclaman el 70% de los padres es que los centros escolares cuenten con un profesional sanitario para poder atender y controlar los niveles de glucemia de estos niños.

Por otro lado, de aquellos escolares que necesitan inyectarse insulina en el colegio, aproximadamente la mitad de ellos, no han tenido que cambiar sus pautas, tanto de inyección como de autocontrol en horario escolar. No obstante, en los niños más pequeños sí que ha sido necesario variar estas pautas de análisis de glucemia.

Mejora de la situación

Este estudio es una continuación de otro realizado entre los años 2004 y 2006 centrado en conocer las demandas de los padres de niños con esta enfermedad en edad escolar (entre 3 y 16 años). En esta ocasión también se amplía el ámbito geográfico, puesto que los estudios de la primera etapa se realizaron en Madrid (2004) y Castilla-La Mancha (2006), y este nuevo trabajo engloba a toda la geografía española.

La comparativa de los resultados de ambos estudios indica que durante esta última década la situación ha mejorado de forma paulatina en algunos aspectos como es la práctica deportiva en los colegios. “De todas formas, los padres consideran necesario capacitar al profesorado y al resto del personal de los centros educativos para resolver situaciones cotidianas, así como la existencia de personal de enfermería en cada colegio”, apunta el otro autor de este estudio, Iñaki Lorente, Psicólogo experto en diabetes y patrono de la Fundación para la Diabetes.

Total integración

Las conclusiones de este estudio indican también que estos niños están totalmente integrados en los centros escolares. De hecho, en el 84% de los casos han sido los propios niños quienes han dado a conocer a sus compañeros de clase que padecen diabetes.

La práctica totalidad de los niños con diabetes hace deporte con sus compañeros de una forma totalmente normalizada, pero sólo algo más del 30% de los padres piensa que el profesor de educación física sabría reconocer una hipoglucemia.

tomar helados con moderación

Helados, en su justa medida; una forma divertida de completar una alimentación equilibrada

tomar helados con moderación
Los helados son uno de los postres preferidos para combatir las altas temperaturas durante los meses de verano y, según la nutricionista de Unilever España Diana Roig, también tienen cabida dentro de una dieta equilibrada y pueden servir para completar una buena alimentación “de una forma divertida”.

Aunque de entrada pueden llegar a parecer alimentos calóricos, esta experta reconoce que los helados se pueden incorporar ocasionalmente a la alimentación como postre o merienda.

Entre los que se elaboran a partir de una base láctea, la mayoría están formados por leche desnatada, azúcares y grasas, mientras que los que se hacen a base de agua –conocidos popularmente como polos o sorbetes– están formados principalmente por agua, azúcares y zumos de frutas.

Entre estos últimos, ha destacado que en los helados especialmente diseñados para niños como los ‘Calippo’ y ‘Twister’ se han reducido los azúcares y más del 10% de su contenido es zumo de frutas.

Además, ha apuntado Roig, los hay que contienen leche fresca y son ricos en calcio, tanto que aportan el 30% de la cantidad diaria recomendada de este mineral y es “una buena opción para completar la ingesta de calcio de aquellas personas que, por gustos o hábitos, no consumen lácteos, o bien para aquellas personas que requieran un aporte adicional del mismo”.

Junto a estas propiedades, los helados también tienen otras ventajas ya que su textura los convierte en alimentos de fácil masticación, mientras que su sabor dulce y refrescante influye en el estado de ánimo generando una sensación de placer única y propia de estos alimentos, ha defendido.

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niños, ejercicio lúdico, actividad física.

Cuida la salud de los niños con ejercicio: una hora diaria, cinco días a la semana.

niños, ejercicio lúdico, actividad física.

Los niños y adolescentes, de forma general, deben practicar ejercicio de moderado a vigoroso al menos una hora diaria durante cinco días a la semana y las actividades sedentarias no educativas no deben exceder las dos horas diarias, según han recordado los especialistas en el Simposio ‘Implementación de la actividad física, objetivo esencial en salud pública’, en el marco del Congreso Extraordinario de la Asociación Española de Pediatría (AEP) que se celebró en Madrid este fin de semana.
Los pediatras advierten de que la actividad y el ejercicio físico son esenciales para el mantenimiento de la salud, pero además, en la infancia resultan esenciales para potenciar diversos procesos físicos, prevenir diferentes patologías que puedan desarrollarse en la edad adulta –como el sobrepeso y la obesidad– y fomentar el bienestar psicológico. En este sentido, coincidieron en señalar al pediatra y al profesional de la actividad física y el deporte como figuras clave en la prescripción de hábitos saludables desde la infancia, especialmente en los relativos al fomento de la actividad física desde edades tempranas.

La moderadora del Simposio, la doctora Rosaura Leis, coordinadora de la Unidad de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y Profesora Titular de Pediatría de la USC, destacó que “el importante aumento de la obesidad en nuestro país en los últimos años guarda estrecha relación con los profundos e importantes cambios acontecidos en nuestros hábitos, como el descenso de la actividad física y el aumento de la inactividad y el ocio pasivo”.

Para el doctor Gerardo Rodriguez, del Grupo de Actividad Física de la Asociación Española de Pediatría, y otro de los expertos participantes en el Simposio, “el sedentarismo es un grave problema para la salud, equiparable a otros factores como la hipertensión, la hipercolesterolemia y el tabaquismo”. Según este experto, “la última Encuesta de Salud de España muestra que el 12% de los niños entre 5 y 14 años y el 45% entre los 15 y los 24 años realizan nula o escasa actividad física”.
A este respecto, Javier Rico, gerente de la Fundación Deporte Galego, abogó por la intervención en centros escolares como fórmula para el fomento de la actividad física, ya que “intervenir en los centros educativos permite actuar sobre el 100% de la población en edad escolar”.

Igualmente, la profesora Marcela González-Gross, del Departamento de Salud y Rendimiento Humano de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte-INEF de la Universidad Politécnica de Madrid y miembro de CIBERobn, ponentes en el Simposio, explicó “la actividad física proporciona un equilibrio psicofísico y un aumento de la capacidad funcional de los diversos sistemas orgánicos”.

“Pero además -añadió-, en la infancia resulta determinante para potenciar el crecimiento y desarrollo, tanto neurológico como músculo-esquelético, facilitando una mayor mineralización de los huesos y mejorando la salud ósea en la edad adulta. Junto a ello, la actividad física desde edades tempranas favorece la maduración del sistema nervioso motor y aumenta las destrezas motrices, además de ayudar al control del sobrepeso y obesidad, previniendo la obesidad en la edad adulta. También mejora el estado de ánimo y aumenta la autoestima, fomenta la sociabilidad y aumenta la autonomía y la integración social”.

Según esta experta, “en la actualidad, las condiciones de vida urbana, seguridad, horarios de actividades curriculares y ocio condicionan la actividad física en cuanto al tiempo, el lugar y las modalidades, pero es importante que el niño y adolescente incorpore la actividad deportiva como un estilo de vida, en el que el pediatra tiene un rol fundamental”. Aunque el consenso científico recomienda ejercicio una hora al día cinco días a la semana, los expertos consideran importante adaptar la actividad física a las diferentes etapas de crecimiento. Así la profesora González-Gross diferencia entre la edad preescolar, la edad escolar y la pre-adolescencia y adolescencia.

“Entre los 2 y los 5 años el objetivo es estimular la percepción sensorial, la coordinación motriz y el sentido del ritmo, mientras que entre los 6 y los 12 años se trata de buscar el dominio y control del equilibrio junto a la adquisición o perfeccionamiento de movimientos automáticos –ha explicado–. Entre los 10 y los 11 años es importante no insistir en el carácter competitivo del deporte y que se practiquen varios diferentes y ya en la adolescencia, es relevante evitar el abandono del ejercicio físico”.