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El 25% de los españoles ha sufrido alguna vez una deshidratación

Con la llegada del invierno y de las bajas temperaturas, pasamos más tiempo en lugares cerrados, nos movemos menos y, en consecuencia, la percepción de sed es menor en esta época. Sin embargo, y a pesar de las bajas temperaturas, en invierno también existe riesgo de deshidratación. No en vano, el 25 por ciento de los españoles reconoce que alguna vez ha sufrido una deshidratación, según los resultados de la encuesta ¿Bebes lo que necesitas? realizada por el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) durante la campaña ¡No te deshidrates!, que contó con el respaldo del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad (MSPSI), y que, además, ha estado apoyada por la Organización Médica Colegial (OMC) y la Fundación Quirón.

Por eso, el OHS hace hincapié en la importancia de mantener un adecuado estado de hidratación, también cuando las temperaturas comienzan a descender. Y es que el invierno es uno de los periodos en que puede aumentar el riesgo de sufrir una deshidratación, ya que con el frío se tiende a no beber lo suficiente. Los españoles, en general, asociamos erróneamente la hidratación con el verano a pesar de que el cuerpo pierde líquidos constantemente.

La calefacción, las prisas, las aglomeraciones y el uso de prendas de abrigo pueden favorecer este proceso. Además, las copiosas comidas que se realizan durante la Navidad, así como el mayor consumo de alcohol, son circunstancias que favorecen la deshidratación.

Con el objetivo de evitar las consecuencias de la deshidratación durante el invierno, los expertos recomiendan mantener un consumo regular de líquidos (de 2 a 2,5 litros diarios), aunque no se tenga la sensación de sed debido a las bajas temperaturas, evitar el alcohol e incluir variedad de bebidas como infusiones, caldos, refrescos, zumos o lácteos para que la ingesta total sea la adecuada y estimular, de este modo, un mayor consumo de líquidos gracias al sabor de las bebidas.

La mitad de los españoles no se hidrata correctamente

Según los resultados de la encuesta realizada por el OHS, un alarmante 48 por ciento de los españoles bebe menos de cinco vasos de líquido al día, una cantidad que está muy por debajo de los 2-2,5 litros que aconsejan los especialistas.

Esta ingesta insuficiente de líquidos entre la población española explica que una cuarta parte de los encuestados reconozca haber sufrido en alguna ocasión un episodio de deshidratación, una situación especialmente grave para la salud que puede provocar cansancio, dolor de cabeza, dificultad de concentración, malestar general, calambres musculares, sensación de nausea, aumento del ritmo cardíaco, etc. Además, puede afectar negativamente a las funciones físicas y mentales.

Aunque por edades, los más mayores son los que menos atención prestan a la hidratación, ya que el 61 por ciento de las personas que sobrepasan los 55 años de edad bebe menos de 5 vasos al día, es -curiosamente- la gente joven la que más casos de deshidratación ha sufrido. De hecho, el 33 por ciento de los menores de 18 años reconoce que se ha deshidratado alguna vez.

La encuesta del OHS ha revelado de nuevo como todavía están presentes entre la población algunos falsos mitos relacionados con la hidratación. Por ejemplo, un 13 por ciento de los españoles cree que sólo existe riesgo de deshidratación en verano y un siete por ciento de los encuestados considera que sólo hay que beber cuando se tiene sed.

Variedad y sabor, una ayuda a la hora de hidratarse

Para estar correctamente hidratados los especialistas aconsejan ingerir entre 2 y 2,5 litros cada día. La capacidad que tiene una bebida de hidratar se debe a su contenido en agua. Por eso, hay muchas opciones para hidratarse. Las infusiones, los caldos, los refrescos o los zumos, están compuestos fundamentalmente por agua por lo que son una excelente opción, a pesar de que casi un 16 por ciento de los españoles están erróneamente convencidos de que el agua es la única bebida que hidrata.

De hecho, tomar diferentes bebidas a lo largo del día es un hábito saludable que hace más sencillo y apetecible beber. Según los resultados de esta encuesta, siete de cada 10 españoles asegura que si toma diferentes bebidas alcanza con mayor facilidad las cantidades diarias de líquidos recomendadas por los especialistas. Además, según un estudio de la Universidad Católica de Murcia las personas que optan por bebidas con buen sabor son capaces de ingerir hasta un 32 por ciento más y las que varían las bebidas que toman pueden llegar a alcanzar hasta un 50 por ciento más.

Cinco consejos para estar bien hidratados en invierno

1. Desprenderse de prendas de abrigo cuando se va a pasar tiempo en recintos cerrados y con calefacción, ya que la sudoración hace que se pierda el equilibrio hídrico.

2. Mantener un consumo regular de líquidos, ya que las bajas temperaturas pueden hacer que no se sienta sed, lo que no implica que el organismo esté correctamente hidratado. Llevar una botella de bebida ayuda a recordar que se deben beber pequeñas cantidades cada poco tiempo.

3. Ingerir frutas y verduras en la dieta diaria (al menos cinco raciones) ya que son alimentos con gran contenido hídrico que contribuyen a mantener una correcta hidratación.

4. Incluir distintas bebidas ayuda a que la ingesta total sea la adecuada. Además de agua, las infusiones, refrescos, zumos, lácteos, caldos, etc. facilitan beber lo necesario. El sabor de las bebidas también estimula un mayor consumo de líquidos.

5. Evitar el alcohol, pues su efecto diurético hace que se necesite beber más líquido para contrarrestar esa deshidratación.