Las claves en la prevención de la longevidad
Durante su conferencia Factores antioxidantes y anti-infecciosos en la prevención de enfermedades crónicas, ha destacado que una buena nutrición y un estilo de vida adecuado ayudan a reforzar el sistema inmune y prevenir enfermedades crónicas.
Montagnier ha recordado que los dos principales problemas de salud del siglo XXI son las nuevas enfermedades infecciosas epidémicas y las enfermedades crónicas asociadas con la edad y el medioambiente. Del mismo modo añadió que todas tienen en común el estrés oxidativo y los agentes infecciosos.
En este sentido, ha destacado que se acumulan varios factores medioambientales para el desarrollo de estas enfermedades, como la radiación, la polución del aire, la comida, el ejercicio físico intenso, el humo del tabaco, el alcohol, la isquemia que, sumados, llevan a la enfermedad.
Los efectos patológicos del estrés oxidativo son la hiperoxidación de los lípidos en las membranas celulares y el plasma, la oxidación de las proteínas o la oxidación del ADN que provoca mutaciones y la rotura de cromosomas. El estrés oxidativo debilita el sistema inmune y activa los genes que se ocupan de la división celular, lo que provoca la apoptosis, la muerte celular que provoca una disfunción inmune.
Todo esto se podría evitar con una buena nutrición, ya que nuestra predisposición genética sólo cuenta en un 25 por ciento y nuestros hábitos de vida juegan un porcentaje del 75 por ciento.
Por este motivo, para Montagnier es la población la que tiene la llave de la prevención, “por tanto, se debe hacer todo lo que esté en nuestra mano para evitar ese estrés oxidativo”. La prevención con una nutrición adecuada es lo que hace que nuestro cuerpo, que funciona como una máquina perfecta sufra lo menos posible.