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Selectividad

Selectividad, prueba superada

Selectividad

El examen de selectividad provoca un estrés en los estudiantes que tiene consecuencias directas en sus resultados. Te enseñamos a prepararte psicológicamente para el examen de acceso a tu futuro.

Ante la que es la última selectividad como tal – desde el próximo año volverá la “reválida” -, los estudiantes reciben multitud de consejos de familiares, amigos y profesores: “descansa”, “come”, “sal a que te dé el aire”…

Te damos unas recomendaciones que, junto con tu sentido común e instinto, te ayudarán a superar con éxito el examen y acceder a la carrera de tus sueños.

7 consejos para memorizar y aprender

  1. Estructura las materias: la planificación previa del tiempo de estudio y los temas a trabajar, te ayudará a estudiar y te evitará agobios de última hora.
  2. Sigue una dieta sana y no te saltes ninguna comida: tu cuerpo y tu mente necesitan nutrientes para rendir. Un buen desayuno que contenga lácteos, cereales y fibra te ayudará a pensar y retener conceptos. Aléjate de snacks y productos industriales, ya que contienen muchas sales y grasas hidrogenadas.
  3. Duerme (y descansa): está comprobado que la falta de sueño afecta a la memoria y a la concentración. Duerme de 7 a 8 horas y evita el ‘horario vampiro’ (estudiar por la noche y dormir por la mañana).
  4. Haz ejercicio con regularidad: es una pausa saludable que, además, te ayudará a desestresarte.
  5. Intenta consumir el mínimo de estimulantes: la cafeína mejora la atención y la concentración, pero también aumenta la ansiedad y altera el sueño.
  6. Busca un ambiente silencioso y tranquilo: el lugar de estudio debe ser fijo y no tener ruidos ni estímulos externos que te pueden distraer. Importante la iluminación y sobre todo, que el ambiente familiar sea propicio.
  7. ¡Ojo al móvil!: úsalo únicamente en las pausas y no hagas caso a los bulos que recibas por Whatsapp (cambio de fechas, exámenes filtrados, etc.).

La ansiedad, el gran enemigo

El comportamiento ansioso ante los exámenes suele deberse a  la preocupación acerca de posibles consecuencias negativas o de fracaso en una situación evaluativa: la necesidad de obtener un adecuado rendimiento académico es un factor estresante para los estudiantes.Cuando la preocupación por obtener un resultado escolar es alta, la ejecución del estudiante puede ser deficiente, teniendo como consecuencia extrema que el alumno suspenda o abandone. ¿La clave? Relajarse antes del examen.

La relajación y la respiración profunda son dos estrategias de autocontrol muy útiles a la hora de enfrentarse a un examen para mantenerse tranquilo ante el estrés que provoca. Practica dos o tres veces al día la técnica con el fin de dominarla de cara al momento decisivo de la evaluación.

El día del examen

  • Duerme bien la noche anterior y ve descansado.
  • Llega temprano al examen.
  • Siéntate en un lugar cómodo.
  • No repases a fondo el mismo día.
  • Evita hablar del examen con los compañeros antes de empezar.
  • Controla tu tensión emocional.
  • Si se te queda la mente en blanco por los nervios, supera el bloqueo emocional disminuyendo el nivel de ansiedad a través de la relajación y la respiración profunda.
  • No tengas prisa aunque los demás acaben antes: los buenos estudiantes casi siempre consumen todo el tiempo que se les da para el examen.

Esta información ha sido elaborada a partir de las reflexiones de Nuria Javaloyes, especialista en Psicología de Hospital Quirónsalud Torrevieja.

Fuente: http://www.efesalud.com/blog-salud-prevencion/consejos-superar-la-selectividad-exito/

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¿Estás de exámenes? No te olvides el agua

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Estar bien hidratado es fundamental, no solo para ayudar a nuestro cuerpo a desarrollar las funciones fisiológicas , sino que influye de forma muy importante en nuestro rendimiento mental. En épocas de exámenes, o cualquier época de esfuerzo mental intenso, es importante no olvidarse el agua y mantener una buena hidratación.

Los expertos señalan que la memoria, es altamente sensible al estrés y a la deshidratación, y no sólo se ve afectada en cuanto a su capacidad, sino también en sus procesos básicos: percepción, asociación, categorización y visualización. Con deshidrataciones leves, aumentan los errores preceptúales y semánticos, se producen fallos de rememoración, velocidad de reconocimiento y puntuaciones de vocabulario. Además, la retención de series de dígitos y los procesos de razonamiento, se ven igualmente afectados.

Por ello, es importante seguir estos consejos para estar bien hidratado durante los exámenes:

  • Es fundamental beber de 2 a 3 litros de líquidos al día, incluyendo variedad de bebidas ya que, los diferentes sabores ayudan a alcanzar esta cantidad. Además de agua, se recomienda beber infusiones, zumos, lácteos, caldos, etc.
  • Además, no se debería esperar a tener sed ya que esta sensación aparece cuando ya existe cierta deshidratación y, por tanto, el rendimiento mental ya puede verse afectado.
  • Uno de los trucos para mantenerse correctamente hidratado es tener sobre la mesa una botella de alguna bebida que recuerde la necesidad de beber regularmente.
  • Los descansos también son un buen momento para hidratarse, por lo que se recomienda aprovechar esas breves pausas cada dos horas para beber. Además, para combatir el cansancio y favorecer la atención, se puede aprovechar para aportar alimentos o bebidas con glucosa, que contribuye a mejorar el rendimiento y disminuir la fatiga.

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