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Selectividad

Consejos para sobrevivir a los exámenes

books-927394_960_720Unos 200.000 alumnos de toda España afrontan este mes de junio a la Selectividad, la prueba de acceso a la universidad (PAU), así como a los exámenes de junio y julio de las facultades. Durante estas semanas es normal que los estudiantes tengan miedo y pensamientos del tipo: ‘no voy a aprobar’, ‘no terminaré nunca la carrera’ o ‘mis amigos son mejores que yo’.

En estas fechas los médicos de familia han observado que muchos de los estudiantes que tienen que presentarse a la selectividad acuden a sus consultas con náuseas, dolor de estómago o de cabeza y cansancio, sin embargo, se trata de síntomas de ansiedad ante los exámenes en su manifestación fisiológica.

La ansiedad ante los exámenes se manifiesta de forma dispar e individual como no comer o hacerlo demasiado, tics como tirarse del pelo o morderse las uñas, llanto, incluso no presentarse al examen, entre una infinidad de posibilidades.

Estas situaciones pueden controlarse gracias a la planificación, el repaso y a gestionar la ansiedad, según afirma Modesta Pausada, profesora de Psicología e Investigadora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), quien nos detalla las claves para que estos superen la selectividad.

  1. Planificar:  se tiene la percepción de que es una pérdida de tiempo y de que es más efectivo ponerse a estudiar de forma inmediata. “Eso es un error porque una planificación bien pensada nos ayudará mucho a optimizar todos nuestros recursos: el tiempo que tenemos para preparar las pruebas, los esfuerzos que debemos dedicar y la motivación para poder hacerlo”, explica la profesora de la UOC.
  2.  Comprender: la comprensión ayuda al aprendizaje y al recuerdo. Según Pousada, es “fundamental” que el estudio se realice dando sentido a aquello que queremos aprender. “Una fórmula que funciona es relacionar lo que estudiamos con lo que ya sabemos o vincularlo con fenómenos cotidianos”, concreta.
  3.  Repasar: la retención de aquello que se estudia exige un repaso. Según la experta, un factor clave que se sabe de la memoria es que el olvido se produce de forma muy rápida. Es por eso, añade, que hay que planificar varios repasos.
  • El primero debe ser inmediato al aprendizaje: “justo cuando se termina la sesión de estudio y antes del momento de descanso”, explica.
  •  El segundo, al final de la jornada: “por ejemplo, antes de acostarse se puede hacer una rápida revisión de lo que se ha trabajado y dedicar unos minutos en los conceptos que más cuestan”.
  • El tercero se tendría que hacer 24 horas más tarde, aunque sólo sea una revisión visual de lo que se ha estudiado el día anterior, y el último repaso, unas horas antes del examen.

4. Marcar cada asignatura con un color: el que durante la selectividad se hagan varios exámenes en un mismo día puede ayudar a confundir contenidos entre diferentes materias. “Una manera de evitarlo es hacer nuestras anotaciones o utilizar marcadores de diferentes colores para cada asignatura”, explica.
Es un método muy sencillo pero que visualmente ayuda al estudiante sin darse cuenta a asociar los contenidos al contexto correcto y diferenciarlos de otra asignatura.
5. Aprender a gestionar la ansiedad: muchos estudiantes viven los exámenes de selectividad con la presión de sentir que se juegan mucho y que su futuro dependerá del resultado que obtengan. “Estos pensamientos generan a menudo ansiedad y eso no juega a favor del alumno, ni en el momento de prepararlos ni tampoco en el de realizar la prueba. Aprender, pues, a gestionar la ansiedad en situaciones de estrés es un recurso a tener en cuenta”, concluye.
  ¿CÓMO HACER UNA PLANIFICACIÓN?
Pousada afirma que lo primero es identificar las materias, los contenidos o las competencias que el estudiante tiene aprendidos y los que no. “Los primeros solo se deberán revisar y repasar, los segundos se deberán trabajar con más intensidad”, puntualiza.
El segundo aspecto que hay que tener en cuenta en el proceso de planificación es identificar el tiempo que el alumno tendrá para preparar las pruebas. Hay que hacer un calendario de trabajo que sea “realista, individual y con descansos”.
La experta recalca que hay que se realista, “porque una tarea terminada es una experiencia positiva que genera confianza y seguridad”. Asimismo, debe de planificarse de un modo individual, “porque cada uno sabe en qué momento del día trabaja mejor (las tareas más complicadas se deberían hacer en los momentos con más energía)”. Finalmente siempre hay que tener en cuenta los descansos, porque “los resultados son mucho mejores si las sesiones de estudio son más cortas y espaciadas en el tiempo”.

Fuente: http://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-cinco-consejos-superar-selectividad-20160603055940.html

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¿Estás de exámenes? No te olvides el agua

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Estar bien hidratado es fundamental, no solo para ayudar a nuestro cuerpo a desarrollar las funciones fisiológicas , sino que influye de forma muy importante en nuestro rendimiento mental. En épocas de exámenes, o cualquier época de esfuerzo mental intenso, es importante no olvidarse el agua y mantener una buena hidratación.

Los expertos señalan que la memoria, es altamente sensible al estrés y a la deshidratación, y no sólo se ve afectada en cuanto a su capacidad, sino también en sus procesos básicos: percepción, asociación, categorización y visualización. Con deshidrataciones leves, aumentan los errores preceptúales y semánticos, se producen fallos de rememoración, velocidad de reconocimiento y puntuaciones de vocabulario. Además, la retención de series de dígitos y los procesos de razonamiento, se ven igualmente afectados.

Por ello, es importante seguir estos consejos para estar bien hidratado durante los exámenes:

  • Es fundamental beber de 2 a 3 litros de líquidos al día, incluyendo variedad de bebidas ya que, los diferentes sabores ayudan a alcanzar esta cantidad. Además de agua, se recomienda beber infusiones, zumos, lácteos, caldos, etc.
  • Además, no se debería esperar a tener sed ya que esta sensación aparece cuando ya existe cierta deshidratación y, por tanto, el rendimiento mental ya puede verse afectado.
  • Uno de los trucos para mantenerse correctamente hidratado es tener sobre la mesa una botella de alguna bebida que recuerde la necesidad de beber regularmente.
  • Los descansos también son un buen momento para hidratarse, por lo que se recomienda aprovechar esas breves pausas cada dos horas para beber. Además, para combatir el cansancio y favorecer la atención, se puede aprovechar para aportar alimentos o bebidas con glucosa, que contribuye a mejorar el rendimiento y disminuir la fatiga.

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