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El camino hacia la felicidad

TRUCOS PARA ALCANZAR EL CAMINO HACIA LA FELICIDAD

Cada uno tiene sus trucos para ser feliz y sentirse bien, pero aquí os dejamos unos
cuantos que nos parecen que van con todos (o casi). Ponlos en práctica y…
¡Ya verás como cada día te vas sintiendo mejor!

 

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Momentos de felicidad

La felicidad hace que vivamos más

 

Momentos de felicidad

Pequeños momentos muy felices

Las pequeñas dosis de felicidad son las que nos ayudan a nuestro bienestar emocional. Hay estudios que prueban que hay una correlación entre longevidad y dosis de felicidad diaria. Las personas que son capaces de tener una actitud más positiva ante la vida, que aprovechan cada instante para sonreír y que, en definitiva, muestran una mayor satisfacción personal, tienen mayor probabilidad de vivir más. Así lo demuestran unos investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Las pequeñas dosis de felicidad las encontramos en cada instante de la vida y por ello es necesario sacar provecho de cada momento.

Los autores de esta investigación basaron su estudio en la cantidad de tiempo que las personas pasan sintiéndose bien o mal a lo largo del día, aparte de su grado del grado de satisfacción consigo mismos y el nivel de felicidad que tienen. La relación entre sentir emociones positivas y reducir la probabilidad de morir es más fuerte cuando no se tiene depresión. En este sentido, es importante tener en cuenta que hay que seguir un estilo de vida saludable, con unos hábitos alimenticios adecuados, hacer ejercicio, socializar y saber desconectar en vacaciones, dormir las horas recomendadas por las noches y tener una actitud positiva en la vida.

Investigadores de la Univeridad Autónoma de Madrid (UAM) analizaron la relación entre la satisfacción personal y la longevidad y observaron cómo las pequeñas dosis de felicidad diaria también son determinantes para vivir más.   En su trabajo, publicado en la revista ‘Frontiers in Psychology’, los autores se propusieron medir la felicidad cuantificando la cantidad de tiempo que las personas pasan sintiéndose bien o mal a lo largo del día, además de lo satisfechas que están con …

Leer mas: http://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-pequenas-alegrias-cotidianas-nos-hacen-vivir-mas-20161003125145.html

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vencer al estrés, desconectar en vacaciones

¿Cómo decir adiós al estrés? Consejos para desconectar en vacaciones

vencer al estrés, desconectar en vacaciones

vencer al estrés.

La llegada del verano es sinónimo de vacaciones y descanso para muchos ciudadanos pero no todos llevan bien este momento ya que, como ha reconocido el vicepresidente de la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP), José Antonio López Rodríguez, a las personas de naturaleza activa o con trabajos estresantes les suele costar mucho “desconectar” de su actividad laboral.

Este experto defiende que las vacaciones han de adaptarse a la personalidad del individuo y, en estos casos, deben “mantener” su nivel de actividad pero “con algo que nada tenga que ver con su actividad laboral”.

“Bajo ningún concepto han de seguir aquellos consejos bienintencionados de sus familiares y amigos que les instan a no hacer absolutamente nada durante para desconectar en vacaciones, pues lo más seguro es que dicha inactividad acabe generándoles un cuadro de ansiedad”, ha explicado.

De hecho, reconoce que si tras probar con diversas actividades la persona no es capaz de relajarse, es probable que estemos hablando ya de algún tipo de problema relacionado con el estrés y “sería conveniente que aprendiera a vivir de otra manera con ayuda psiquiátrica”.

Frente a estos casos, existe otro perfil de individuos “mucho más relajados y tranquilos a los que las vacaciones de hamaca y la vida contemplativa durante el periodo vacacional les vienen perfectas para desconectar y cargar pilas de cara a la vuelta al trabajo”.

“El objetivo de las vacaciones es darle un descanso a nuestro cuerpo y a nuestra mente, sobre todo a nuestra mente, de modo que lo recomendable es cambiar de ritmo y de actividad y permitirnos tiempo y espacio para hacer aquellas cosas que siempre queremos hacer y que no hacemos”, asegura el doctor.

Además, el vicepresidente de ASEPP distingue dos partes importantes en las que han de dividirse las vacaciones. “La primera de ellas hace referencia a los primeros días, en los que es necesario un descanso físico, un sueño reparador que nos predisponga a estar descansados y disfrutar de la segunda parte de nuestras vacaciones”, explica el doctor.

Esta segunda parte tiene un componente más lúdico. “Olvidemos el reloj, los horarios impuestos por la sociedad y los teléfonos, dejemos de lado las prisas y dediquémonos a hacer lo que nos gusta, lo que siempre queremos hacer y en el día a día no nos da tiempo y lo más importante, dediquémonos tiempo a nosotros”.

Sin necesidad de hacer largos viajes para disfrutar

En este sentido, López Rodríguez reconoce no es necesario realizar un largo viaje o utilizar los lugares “ideados por el imaginario popular”, a veces impuestos por ese imperativo social de “copar todas nuestras horas libres con multitud de actividades” en lugar de “servir al cuerpo y la mente de un espacio donde abunde todo lo contrario: calma, serenidad y tranquilidad”.

“La sociedad en que vivimos parece tener cierto miedo a practicar el sano ejercicio de no hacer nada”, ha reconocido este experto. Además, el vicepresidente de ASEPP cree que en ocasiones es necesario crear hábitos individuales para la estabilidad mental del individuo.

Es ahí donde entra el concepto de tener “nuestra propia habitación, nuestro tiempo, nuestro espacio, exclusivamente para nosotros, no es para nuestros hijos, ni para nuestra mujer, marido, ni para el jefe”, ha explicado.

“Es vital en nuestra vida tener nuestra propia habitación, el lugar en el que uno entra solo y tiene todas sus cosas íntimas. Las vacaciones son el momento ideal para desarrollar este espacio personal. Todo individuo, necesita un momento, un espacio, un lugar, que sea solo para él”, insiste.

Un espacio propio y una calma que genera un ambiente distendido, sin presiones de ningún tipo que, para este experto, “es el momento perfecto para reflexionar sobre nuestra vida, en lo que hacemos a diario, ¿Es lo que nos gusta? ¿Nos hace felices? ¿Queremos cambiar algo? ¿Podemos cambiar algo? Traer de las vacaciones un propósito y llevarlo a cabo nos hará sentir que realmente han sido unas vacaciones descansadas, aprovechadas y meditadas”, ha concluido.

Una parte fundamental de las vacaciones, según el doctor López Rodríguez, ha de estar dedicada a la reflexión. “En un ambiente distendido, sin presiones de ningún tipo, es el momento perfecto para reflexionar sobre nuestra vida, en lo que hacemos a diario, ¿Es lo que nos gusta? ¿Nos hace felices? ¿Queremos cambiar algo? ¿Podemos cambiar algo? Traer de las vacaciones un propósito y llevarlo a cabo nos hará sentir que realmente han sido unas vacaciones descansadas, aprovechadas y meditadas”.

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El enamoramiento protege la salud cardiovascular

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El enamoramiento reduce el estrés crónico y el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, así lo asegura el especialista en psicología Joaquín Conesa, quien afirma que “el amor aumenta la producción de dopamina, oxitocina y norepinefrina, sustancias que son buenas para nuestro corazón”.

Además, se reduce la producción de hormonas como el cortisol, que eleva la tensión arterial y nos produce estrés. Al estar enamorado los niveles de esta hormona bajan de manera natural y se palían los efectos negativos del estrés crónico, añade.

Las hormonas tienen un efecto visible en nuestro estado de salud y nuestro aspecto cuando sentimos amor. Los estrógenos fortalecen el cabello, las uñas y la piel, por lo que, como destaca Joaquín Conesa, “el amor mejora nuestro aspecto físico y hace que nos vean y veamos más sanos”. Por otro lado, las endorfinas que se liberan facilitan el funcionamiento del sistema inmunológico; además, estas hormonas están consideradas los mejores antidepresivos naturales.

El amor también favorece positivamente nuestra sensación de felicidad gracias a la liberación de algunas hormonas como la melatonina, explica. Esta sustancia, que aumenta al estar enamorados, “además de mejorar nuestra autoestima nos aporta una sensación de vitalidad hasta niveles muy difíciles de llegar si no hay amor en nuestras vidas”. La melatonina previene también el envejecimiento, por lo que se puede decir que el amor nos hace parecer más jóvenes.

Joaquín Conesa añade que “desde un punto de vista estrictamente científico podemos decir que estar enamorado es beneficioso para la salud“.

“El amor tiene efectos beneficiosos en nuestro organismo gracias a que este estado tiene una respuesta fisiológica que nos hace sentir bien tanto mental como físicamente”. Como afirma Conesa, al estar enamorado “nuestro cuerpo libera hormonas que mejoran nuestra autoestima, así que se vuelve un escaparate en el que se muestran los cambios químicos que se producen a nivel interno”.

 

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alimentación y felicidad

Cómo influye la alimentación en la felicidad

 

alimentación y felicidad

Tenemos una capacidad no explotada completamente de regular nuestras emociones. Podemos elegir -hasta cierto punto- qué emociones tener, gestionarlas para que se parezcan a lo que queremos estar experimentando, y así lograr la felicidad.

Los componentes de la felicidad

La felicidad entendida como un todo es difícil de conseguir, pero si la separamos en distintos componentes más pequeños nos va a costar menos conseguirla. Y los competentes podrían ser: energía, las ganas de hacer cosas, que tiene que ve con el optimismo y es una experiencia muy física, nos sentimos con fuerzas; en segundo lugar el estado de ánimo (quizás esto es lo que más tenemos identificado con la felicidad), es la vivencia emocional de encontrarnos bien; y en tercer lugar la satisfacción, que sería la valoración que hacemos en un periodo largo de nuestra vida en la que nos paramos a pensar si nos gusta lo que hemos vivido hasta ahora.

La relación entre estos tres aspectos va a amplificar mucho o va a permitir entender cómo actuar sobre nuestra felicidad. Sobre la satisfacción el efecto de la alimentación lo ejercemos a través de nuestra capacidad para conseguir cosas. Sentirnos satisfechos es valorar que hemos sido capaces de hacer lo que nos propusimos, de que hemos alcanzado metas o retos con nuestro esfuerzo, y para eso tenemos que tener nuestra cabeza ágil y con la capacidad de resolver problemas de una manera rápida y eficaz.

¿Cuáles serían las claves de esta forma de alimentarnos para potenciar cada uno de estos componentes?

Energía

¿Qué es lo que nos suele subir la energía? El azúcar, las cosas dulces. Su efecto es inmediato pero probablemente al cabo de 30-45 minutos desciende. Por lo tanto para sentirnos bien en un momento puntual es una buena idea ingerir hidratos de carbono. Pero si queremos estabilidad y que la emoción no varíe necesitamos otro tipo de alimentos: los cereales, como pasta y arroces integrales. La relación que hay entre el estado de ánimo y el consumo de hidratos de carbono está mediada por la serotonina.

Asimismo, la mejor fuente para aportar energía de manera duradera son las proteínas, de hecho cuando nos pasamos de proteínas pasamos de estar enérgicos a estar tensos, e incluso hostiles. En los estudios realizados se ha visto que con una proporción elevada de proteínas en el desayuno la sensación de energía es mayor, más duradera y más controlada.

Satisfacción

La satisfacción también tiene que ver con la ingesta de proteínas. A nivel intelectual uno de los resultados más llamativos es que la ratio de proteínas cuando está un poco más alta permite que los efectos de aprendizaje duren más. Estar cargados de azúcar nos hace estar más alerta y podemos procesar la información más rápido pero el aprendizaje es más eficaz cuando balanceamos bien el consumo de proteínas.

Estado de ánimo

Y por último la gran clave de la alimentación y las emociones, y el rendimiento son los ácidos grasos. Por un lado mejoran el estado de ánimo, hacen que haya más serotonina disponible y que hagamos mejor uso de ella. Y por otra parte también afecta al rendimiento sobre dos procesos críticos, que tienen que ver con la capacidad de nuestro sistema nervioso para ser plástico, para adaptarse y aprender más; y para oxidarse menos, para envejecer intelectualmente un poco más despacio.

Eso es sin duda la clave de la alimentación. Y no siempre lo respetamos. Muchas veces nos saltamos el desayuno. No es sano hacer pocas comidas de grandes ingestas, no es sano a nivel emocional ni a nivel de rendimiento intelectual. Después de un periodo largo sin comer darnos una dosis alta de comida nos induce rápidamente en un periodo de bajón, de hecho en la literatura científica se llama “bajón post-almuerzo” y va de media hora hasta 3 horas donde podemos estar en una especie de aletargamiento intelectual que puede tener un coste alto en el mundo laboral, por ejemplo.

Por lo tanto hay que distribuir más y mejor la cantidad de comida que ingerimos en diferentes tomas, dejando que no pasen más de tres horas o tres y media entre una comida y otra.

El desayuno es clave

El desayuno es clave y debería de contener el 20% o más de las calorías que necesitamos para el resto del día. Y esto deberíamos hacerlo con todas las comidas, trocearlas en unidades entorno al 20%, de forma que estaremos mucho más activos y mejor a nivel emocional durante todo el día.

También es importante enseñarle esto a los niños. La capacidad de contagiar las emociones es muy alta y la capacidad de servir de modelos a gente que nos observa también.

 

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