La búsqueda de predictores es algo que en los últimos años ha ido cogiendo peso porque los TCA son una patología grave con tasas altas de morbilidad y de mortalidad.
Problemas metodológicos
Cuando intentamos analizar los predictores lo primero que tenemos que hacer es recoger distintos estudios, ya que cuanto mayor sea el volumen de casos más consistencia tienen los resultados. Pero el problema es que los criterios diagnósticos varían, por ejemplo el concepto de bulimia ha cambiado entre el DSM-III, DSM-IIIR y DSM IV.
Además a la hora de valorar la respuesta al tratamiento en la mayoría de los casos no hay una intervención que se aplique en todos ellos, por ejemplo siguiendo con la bulimia hay tres formas de tratamiento psicoterapéutico que han demostrado su efectividad (la terapia conductivo-conductual, la terapia dialéctica y la terapia interpersonal) y los fármacos para la bulimia en muchos casos no se usan. Si el abordaje de los pacientes graves -sí medicados-se compara con aquellos atendidos a nivel primario, es difícil hacer que los datos procedentes de diferentes estudios se puedan comparar.
Respecto a los métodos de captación de los pacientes hay estudios sobre predictores en que los pacientes se captan con un anuncio en la prensa o solicitando que se deriven pacientes para un estudio, con lo cual el estudio no se hace en un contexto natural.
¿Qué es el concepto de respuesta al tratamiento? ¿Quién responde bien y quién mal? ¿Y que es respuesta parcial o total? Hay estudios para definir lo que es recuperación completa, remisión completa, buena evolución y recuperación parcial. Por ejemplo:
-Recuperación completa significa (en bulimia nerviosa) que el paciente no ha tenido atracones ni vómitos en los seis meses previos o una puntuación en la PSR (Psychiatric Status Rating) inferior a 3 durante 8 semanas consecutivas, o sin síntomas durante los 12 meses anteriores a la evaluación, o bien que no tenga trastorno alimentario o no cumplir criterios de DSM-IV.
-Una buena evolución es que el paciente no presenta atracones o vómitos, o los presenta menos de una vez por mes.
-Remisión parcial es si los atracones o vómitos se producen una vez al mes o más, pero menos de una vez por semana.
Incluso se ha dado el caso de un grupo de autores que con la misma población hacen distintos trabajos y los agrupan de diferente forma en un artículo u otro.
En nuestros trabajos usamos la escala PSR para bulimia (Psychiatric Status Rating scale) que tiene que ver con que se cumplan o no unos criterios y con el deterioro que se pueda producir en la vida del sujeto. De manera que los dos primeros estadios serían los que tendrían que ver con un paciente que prácticamente no tiene síntomas o los síntomas no le producen ninguna alteración; el tres y cuatro serían pacientes que tienen síntomas que están por debajo del umbral (serían los subclínicos); y el cinco y seis serían pacientes que cumplen criterios diagnósticos y les produce una perturbación grave en sus vidas.
Con escalas de este tipo podemos establecer de dónde parte el paciente y en qué situación está al final del tratamiento.
Respecto a la longitud en el proceso de seguimiento hay estudios sobre respuesta al tratamiento a los tres meses, a seis meses, al año, etc. Los resultados son muy diferentes. Muchas veces los métodos para la valoración de la efectividad son indirectos y otro problema es que la metodología estadística está basada en muchos casos en técnicas univariantes y no tienen en cuenta la influencia de unas variables sobre las otras.
La “inestabilidad” clínica de los TCA
Un paciente puede sufrir migración entre categorías diagnósticas, así que tendremos que normalizar esta situación. También es importante el momento de la evaluación. Se hizo un estudio que plantea la evolución de los pacientes a 12 años. Puede ser muy distinta la evaluación que se hace de una paciente si se hace en el momento que es dada de alta y la predicción de la respuesta tiene que ver con el tiempo de hospitalización. En ese momento está más disminuida la puntuación del EDI que si la hago dos años después en la que ya ha subido de forma significativa. Es decir, el tiempo debería ser uniforme en todos los estudios, la forma de tratamiento también debería ser uniforme y los pacientes deberían ser lo más uniformes posible, porque si no tenemos eso los resultados van a ser “resbaladizos”.
Factores asociados al abandono del tratamiento
El abandono del tratamiento es el principal factor asociado a un mal pronóstico. Las tasas de abandono están directamente relacionadas con la técnica terapéutica. Por ejemplo en la BN si uso terapia ecléctica hasta el 60 % de las pacientes se van a escapar. Si uso una terapia con poca contención de las pacientes (que la atrapa poco), p ej. la terapia de grupo, hay hasta un 50 % de deserciones en el tratamiento. En cambio si uso la terapia individual cognitivo-conductual las tasas de abandonos se reduce al 15 %.
Las variables asociadas al abandono del tratamiento son:
-Baja motivación
-Gravedad de la patología alimentaria
-Impulsividad
-Antecedentes de AN (en BN)
-Determinados rasgos de personalidad: paranoides, psicoticismo y sensitividad interpersonal (ser muy sensible frente a la opinión de los demás) .
-Depresión: no se puede hacer psicoterapia en una paciente que tiene un estado depresivo intenso, primero hay que tratar la depresión.
Factores asociados al pronóstico a nivel del paciente
Se han estudiado características del paciente, de su entorno y del proceso de tratamiento.
En relación con el paciente se han valorado determinadas variables biológicas, la patología alimentaria específica, la psicopatología y determinadas características psicológicas.
Se han aislado predictores para AN y BN, y tienen que ver con las variables biológicas. En la AN hay muchas más porque existe un elemento importante que es la malnutrición. El pronóstico es malo en las pacientes que tienen peor estado físico, con experiencias perinatales negativas, con disminución de la albumina sérica, si hay elevación de la GOT -una de las transaminasas-, una disminución del potasio por los vómitos, si no conservan la menstruación. Y hay un estudio que valora los cambios en los niveles de cortisol en las primeras fases del tratamiento. La recuperación completa del peso es un factor de buen pronóstico.
En relación con la patología alimentaria, tanto para AN como para BN, los predictores aislados son muy similares: la edad de comienzo, la duración del trastorno alimentario, la existencia de síntomas bulímicos en la AN o la intensidad de los síntomas bulímicos en la BN, que la paciente con AN desee un peso ideal más bajo y mayor tendencia a la dieta y a la actividad física.
En BN los antecedentes de anorexia (AN purgativa) nos dan mejor pronóstico según un estudio de nuestro grupo.
A nivel de psicopatología, que haya otros problemas psiquiátricos asociados: la comorbilidad. Una paciente que tiene BN y depresión, o trastorno de personalidad, o trastorno fóbico, o en la AN un TOC… son pacientes que van a funcionar peor si no hago un tratamiento asociado a esa patología. En la AN el principal escollo a nivel de personalidad parecen ser los rasgos evitativos porque dificultan la interacción. Y en el caso de BN los rasgos borderline (más asociado a la impulsividad a la hora de actuar).
La depresión, que existan tendencias autodestructivas, intentos de suicidio, abuso de sustancias… son todos factores de mal pronóstico. Y en el caso de las pacientes con AN la obsesividad y la tendencia a la somatización y en la BN la historia familiar de depresión o de alcoholismo.
Una baja autoestima, un sentimiento de inefectividad y la impulsividad son factores comunes de mal pronóstico tanto en AN como en BN. La sensitividad social, la desconfianza interpersonal y la hostilidad parecen influir negativamente en el caso de la AN. Y el funcionamiento del yo, la alexitimia o el sentimiento de autodirectividad en el caso de las pacientes con BN.
Factores asociados al pronóstico a nivel del entorno
El entorno es importante. Se han hecho estudios sobre la familia del paciente y si las relaciones son positivas, cálidas, si los vínculos familiares están conservados, si no existen malos tratos, ni antecedentes de abusos sexuales, o no existen conflictos con la pareja actual, el pronóstico es mucho mejor.
Un paciente con mejor apoyo ambiental va a mejorar más que el que no lo tiene. Y el nivel socioeconómico también juega un papel en la evolución. Si el nivel es más alto el pronóstico es mejor. La adaptación social también es un predictor de buen pronóstico y es negativa la ausencia de actividad laboral, estar aislado o no compartir los valores culturales, como sucede en el caso de la emigración.
Factores asociados al pronóstico a nivel del tratamiento
El tratamiento también va a determinar el pronóstico. Una mayor duración del tratamiento se asocia a mejor evolución. Los fracasos en tratamientos previos suelen ser un factor de mal pronóstico y la disposición para el cambio -la motivación del paciente-es un elemento fundamental.
Si ha necesitado hospitalización y el tiempo hospitalizado en el caso de la AN, también es un factor pronóstico. Y la rapidez de la respuesta, que responda desde el principio y reciba un tratamiento multimodal son factores de buen pronóstico en la BN.
Factores asociados a la recurrencia del trastorno
Hay factores presentes antes del tratamiento como el bajo nivel de motivación, un peso ideal más bajo, edad más baja, o mayor intensidad de síntomas bulímicos. Estos pacientes tienen más posibilidad de recaer en un futuro.
Y hay factores presentes tras el tratamiento: que el paciente haya tenido tratamiento en una clínica especializada o general (si es especializada hay menos posibilidades de recaída), que haya necesitado o no hospitalización, la persistencia de los vómitos, o que hayamos resuelto su desconfianza interpersonal.
Conclusiones
-Los resultados disponibles son en muchos casos variables, e incluso contradictorios.
-Pero ¿es posible la predicción? Hay quien piensa que no, que estamos buscando algo imposible. Y hay quien piensa que sí (yo mismo) pero bajo determinadas condiciones y circunstancias (homogeneizando tratamientos y haciendo estudios en los que usemos siempre la misma metodología), o bien que sí pero todavía no hemos aislado las variables adecuadas. Por ejemplo no se han estudiado variables neurobiológicas.
-Por lo tanto, tendremos que seguir intentándolo, haciendo estudios, compartiendo resultados para ser más eficaces en el tratamiento.