El tupper en los colegios puede contribuir al aumento de la obesidad infantil
Y es que “cuando se trata de menores, el concepto “del pan de cada día” va mucho más allá; ya no se trata sólo de satisfacer el hambre, sino una serie de necesidades nutricionales que contribuyen en el crecimiento y el desarrollo físico e intelectual”, ha remarcado.
En su opinión, en el menú diario de un niño no tiene que faltar lo imprescindible: un “puñado” de hidratos de carbono, tres “puñados” de verdura y una proteína del tamaño de la palma de la mano. “La clave es hacer que no se aburran con el mismo plato e ir variando con las recetas, por ejemplo, ofrecer el pollo a la plancha, en trocitos en la ensalada, en la sopa o en croquetas”, ha recomendado.
Dicho esto, ha subrayado la obligación de los padres de transmitir valores y conocimiento a la hora de comer o preparar el “tupper”. “Los niños comen más por la vista y podemos explicarles que el hecho de que la verdura, por ejemplo, tenga más color, les indica que también tiene más propiedades”, ha señalado.
En España, el 19 por ciento de los niños son obesos, según datos de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Politécnica de Madrid. En este sentido, el experto ha lamentado que, durante la última década, se esté atendiendo más casos de obesidad infantil en consulta. “Hemos trabajado mucho para corregir malos hábitos y conductas alimenticias en menores e incluso hemos acudido a colegios públicos y campamentos urbanos de verano para supervisar el menú escolar y asegurarnos que éste es equilibrado y saludable”, ha asegurado.
Así, algunos hábitos como comer habitualmente delante del televisor, consumir en exceso bebidas y refrescos azucarados, ingerir muchas golosinas y dulces o llevar una vida sedentaria, fomentan la obesidad. Además, si los escolares duermen menos de las 9 horas recomendadas o comen productos de mala calidad también puede darse este hecho.