merienda infantil saludable

LA MERIENDA INFANTIL, SU IMPORTANCIA Y OPCIONES SALUDABLES

La merienda in fantil saludable

La importancia del almuerzo y la merienda en los niños

Una alimentación variada y equilibrada durante la infancia y la adolescencia no solo implica la inclusión de todos los grupos de alimentos y en las raciones recomendadas, sino que también está ligada a unos hábitos de vida saludable. Entre estos últimos, cabe destacar un correcto reparto energético dividido en 5 comidas a lo largo del día.

En este sentido, la distribución de la ingesta diaria de alimentos a lo largo de cinco momentos del día (desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena) permite que los niños tengan un reparto uniforme de energía y nutrientes, acortando los periodos de tiempo que pasan sin ingerir alimentos, llegando a la próxima comida con menos apetito, garantizando el mantenimiento de los niveles de glucosa en sangre y evitando así el consumo de las reservas propias del organismo, y mejorando su rendimiento académico. Sin embargo, no solo es importante que los niños merienden, también lo es elegir correctamente los alimentos a incluir en estas comidas.

Tanto el almuerzo de media mañana como la merienda de media tarde, deben representar, cada una de ellas, el 15 % del aporte energético diario total, pero lo ideal es que esas calorías provengan de alimentos con un elevado contenido en vitaminas, minerales y proteínas, las cuales contribuyen al crecimiento y mantenimiento de la masa muscular. La fruta, los lácteos y los cereales no deben faltar en la merienda, además es una buena opción para completar las raciones diarias recomendadas de estos alimentos.

“Tanto el almuerzo de media mañana como la merienda de media tarde, deben representar, cada una de ellas, el 15 % del aporte energético diario total”

Opciones saludables para la merienda

Así, los lácteos como la leche, el queso fresco o el yogur, especialmente si es natural y sin azúcar, aportan una gran variedad de nutrientes, imprescindibles en etapas de crecimiento, como el calcio, que contribuye al correcto desarrollo de los huesos en niños. Para hacer más apetecible la merienda el queso se puede acompañar de un poco de miel o añadir al yogur cereales integrales o un poco de fruta. Esta última, también puede consumirse como pieza única y además se puede elegir entre una gran variedad de frutas de temporada como el plátano, la mandarina o la manzana, cortada será más fácil de llevar y comer.

Durante la etapa infantil tiene lugar un importante gasto energético, con unos requerimientos nutricionales aumentados. Los niños están en pleno desarrollo y son muchas las horas que pasan en el colegio o realizando actividades extraescolares y, en definitiva, en movimiento. Por todo ello, también es importante asegurar un aporte adecuado de hidratos de carbono, ya que constituyen la principal fuente de energía para nuestro organismo y contribuyen al mantenimiento de la función cerebral normal. Así, alimentos como el pan o los cereales, preferiblemente integrales, resultan idóneos para incluir en la merienda o media mañana de los más pequeños.

De esta manera, otra opción muy adecuada para la merienda de los niños son los bocadillos, de jamón cocido, curado, lomo, queso, las opciones son ilimitadas. Además, los bocadillos permiten incluir otro tipo de alimentos como los frutos secos, ya sea a través del propio pan o en su interior, por ejemplo, combinando queso crema con unas nueces trituradas.

Los niños están en pleno desarrollo y son muchas las horas que pasan en el colegio o realizando actividades extraescolares y, en definitiva, en movimiento.

Como hemos comentado, tanto el almuerzo como la merienda son comidas para reponer energía y controlar el hambre hasta la comida o cena, por ello no deben ser muy abundantes, con una ración reducida es suficiente para saciar el apetito y aportar los macro y micronutrientes requeridos. Además, debemos variar los alimentos que incluimos en la merienda de los niños, para evitar que se aburran y los rechacen. Hacer que participen en la preparación de sus comidas y meriendas también hará que coman con más ganas.

Foto de fondo creado por pressfoto – www.freepik.es

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Receta gominolas saludables

RECETA DE GOMINOLAS DE FRUTA EN VERSIÓN SALUDABLE

gominolas de frutas saludables

Si quieres pasar un rato divertido con tus hijos en la cocina y te quieres dar un pequeño caprichito dulce sin dejar a un lado tu buena alimentación, te proponemos que hagas esta receta de gominolas de fruta en versión saludable.

Tú te quitarás el gusanillo de  dulce y los peques se darán cuenta de que eres muy guay y de que se pueden hacer chuches con ingredientes saludables y sin abusar del azúcar. Además estas gominolas contienen vitamina C, que contribuye a reforzar el sistema inmunológico: gominolas de naranja, kiwi, limón, mandarina, pomelo o multifruta… ¿Te apuntas?

 

Ingredientes:

Para preparar los distintos tipos de golosinas (colores y sabores) necesitaremos:

  • 250 ml de zumo de frutas para cada tipo distinto que queramos preparar. Para cada color y sabor habrá que exprimir o licuar la fruta correspondiente (naranja- mandarinas, verde-kiwi, amarillo-limóm…etc.).
  • 2 y ½ cucharaditas (de las de té) de gelatina en polvo o 4 hojas de gelatina en láminas.
  • 2 cucharadas de miel

Utensilios: Moldes de silicona con distintas formas (opcional). También servirían los que se utilizan para hacer cubitos de hielos y quedarán con forma cuadrada.

Modo de preparación:

  1. Exprime o licua la fruta hasta obtener 250g de zumo.
  2. Pon el zumo en una cacerola pequeña y espolvorea la gelatina en polvo sobre el líquido. Dejaremos que repose durante unos minutos. La mezcla se volverá más espesa a medida que la gelatina empiece a solubilizarse.
  3. Tras un par de minutos revolveremos el zumo junto con la gelatina hasta mezclarlos bien. En este punto la mezcla tendría que tener una textura similar a la de una compota (como arenosa o granulada).
  4. Es el momento entonces de calentar la mezcla a fuego medio hasta que la gelatina se disuelva completamente. Es importante recalcar que no debemos dejar que la mezcla hierva.
  5. Cuando se haya disuelto completamente la textura dejará de ser arenosa y será cuando apaguemos el fuego y añadamos la miel mezclándola bien.
  6. Finalmente vertemos la mezcla en moldes de silicona o moldes para hielos y los guardamos en la nevera durante 2-3 horas hasta que se enfríe y cuaje.
  7. Cuando la mezcla esté cuajada la sacamos de la nevera, desmoldamos la gominolas y a disfrutar en familia de las golosinas caseras en versión saludable.

 Notas:

Las golosinas de fruta caseras se pueden almacenar durante unos días en un recipiente (mejor de cristal y hermético) en la nevera.

 

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consejos hábitos saludables

CONSEJOS PARA RETOMAR LOS HÁBITOS SALUDABLES TRAS LAS NAVIDADES

alimentos saludables

Después de unas Navidades en la que los excesos en la mesa suelen estar presentes, es el momento de ponerse las pilas de nuevo y de retomar hábitos.

Tras estas fechas tan especiales – en las que uno normalmente come y bebe más de lo normal, y en las que el ejercicio físico se deja un poco de lado – uno puede sentirse algo hinchado, cansado y pesado, pero esto es solo temporal.

Volver a la rutina es sólo cuestión de tiempo y disciplina. La idea es establecer una serie de pautas y objetivos alcanzables, y de intentar hacer algo que sea sostenible en el tiempo, así que lo primero, es olvidarse de las dietas “Detox” o dietas “exprés”.

Lamentablemente, los beneficios de estas dietas détox y exprés no tienen el respaldo de los profesionales de la salud y los resultados que prometen sobre la “detoxificación” y el peso corporal son equivalentes única y exclusivamente a una pérdida de agua corporal, y no de grasa, ni toxinas (que para eso ya tenemos un hígado y unos riñones que se encargan de esa tarea).

En su lugar, lo mejor es plantearse un enfoque razonable y con objetivos realistas que se puedan ir cumpliendo a corto, medio y largo plazo.

Aquí os damos algunas pautas para comenzar a recuperarse y ganar en salud.

¿Cómo comenzar?

Un cambio de hábitos y una buena alimentación sólo pueden dar comienzo con una actitud positiva. A partir de ahí todo es más fácil porque los cambios los afrontaremos con más ganas y costarán menos.

Para las primeras semanas lo ideal es empezar por unos cambios muy simples que nos ayuden a ir cogiendo ritmo, y con los que veamos que esas sensaciones de hinchazón y pesadez van desapareciendo poco a poco. Eso nos animará a continuar con el plan que nos hayamos fijado.

 

Objetivos sencillos como beber más agua (de 8 a 10 vasos/diarios) – también en forma de infusiones y caldos vegetales; comer al menos 2 porciones de verduras al día (una en crudo como en una ensalada), y al menos otras dos de fruta; y evitar beber alcohol durante estas primeras semanas de recuperación, son pautas básicas que pueden funcionar bien a la hora de dar el pistoletazo de salida.

Otras sugerencias prácticas incluyen el coger el hábito de hacer una lista de la compra semanal, o la planificación de los menús con cierta antelación. Regalar los turrones y dulces navideños que hayan sobrado, o guardarlos de tal manera que no sean fáciles ni de ver, ni de coger, es otra buena opción para evitar tentaciones.

Una vez cogido ritmo

Restablecer hábitos es cuestión de constancia, y de ir haciéndolo poco a poco; así que una vez hayas empezado con los pequeños cambios que proponemos, todo irá rodado.

Aun así, algunos principios básicos que se pueden utilizar para ayudarnos a retomar las buenas costumbres son los siguientes:

  • Comenzar el día con un buen desayuno en el que se incluya algún alimento rico en proteínas. Huevo, yogur, queso fresco, jamón, o incluso salmón ahumado, son algunas alternativas para acompañar la primera comida del día. No tienes que desayunar ser nada más levantarse, puedes dejar que pase un tiempo y mientras ir haciendo otras tareas matutinas (la cama, ducha, etc.).
  • No saltarse comidas. Hacerlo solo provoca que se llegue con más ansiedad y hambre a la siguiente.
  • Hacer las tres comidas principales de forma balanceada (con una buena porción de vegetales y una ración de algún alimento rico en proteínas como la carne, el pescado, los huevos o las legumbres) e intercalar alguna pequeña merienda a media mañana y/o media tarde si se tiene sensación de hambre. Combinaciones para estos pequeños snacks pueden ser: yogur natural + puñadito de frutos secos, 1 pieza de fruta + un pedacito de queso magro, una infusión o café con leche, etc.
  • Combinaciones para estas pequeñas colaciones pueden ser: yogur natural + puñadito de frutos secos, 1 pieza de fruta + un pedacito de queso magro, una infusión o café con leche, etc.
  • Disminuir (nunca eliminar) el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono, principalmente aquellos con mayor contenido en azúcares (tartas, pasteles y dulces variados, bebidas refrescantes, etc.) o refinados (cereales y derivados “blancos”).
  • Preferir las versiones integrales de los cereales y los tubérculos (patata, boniato o yuca) y consumirlos estratégicamente, como antes o después de realizar ejercicio físico, por las mañanas en el desayuno, o los días en los que tengamos mayor actividad.
  • Aligerar los platos moderando el consumo de grasas. Optar por medir con cuchara la cantidad de aceite que se utiliza (3 – 4 cucharadas/día) ayuda a controlar lo que se añade en cada plato y a ser más conscientes de lo que se va a tomar. Además, escoger como fuentes principales el aceite de oliva virgen, el aguacate, los pescados azueles y los frutos secos o semillas “sin sal y sin freír”, mejora también la calidad de la dieta, otro aspecto importante.
  • Elegir entre utilizar como fuente de energía los hidratos de carbono o las grasas en cada una de las comidas. Es decir, que en una misma comida no se incluyan simultáneamente alimentos ricos en carbohidratos y alimentos ricos en grasas. La idea es que si en un plato añadimos aguacate o frutos secos (que contienen principalmente grasas), no se añadan también arroz o pasta (ricos en hidratos de carbono), sino que es preferible que se dejen para la siguiente comida. Así será más fácil controlar el contenido energético de los platos.
  • Incorporar más hierbas aromáticas y especias para disminuir así la cantidad de sal añadida a las comidas.

Vuelta al movimiento

Al mismo tiempo que retomamos una dieta balanceada, también deberíamos comenzar de nuevo a realizar ejercicio.

Caminar e incrementar el tiempo en el que estamos activos es la mejor opción al principio. Varios paseos al día de media hora o 15 minutos, caminatas más largas los fines de semana, subir las escaleras, levantarse más a menudo de la si

La idea es que al cabo de unas semanas ya fijemos como mínimo la realización de 2-3 días a la semana de ejercicio físico (mínimo 60 minutos realizando alguna actividad), y que al cabo de un par de meses ya se adquiera una rutina de unos 4 o 5 días.

Con todo esto y adaptando las pautas a cada estilo de vida, volver a la rutina será más fácil y llevadero. ¿Quieres comprobarlo?

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El camino hacia la felicidad

TRUCOS PARA ALCANZAR EL CAMINO HACIA LA FELICIDAD

Cada uno tiene sus trucos para ser feliz y sentirse bien, pero aquí os dejamos unos
cuantos que nos parecen que van con todos (o casi). Ponlos en práctica y…
¡Ya verás como cada día te vas sintiendo mejor!

 

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