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En marcha de un programa para cambiar los hábitos en los adultos y combatir la obesidad y el sedentarismo

En España, según datos aportados por la última Encuesta Nacional de Salud, de 2012, aproximadamente el 54% de la población adulta española de 18 y más años, tiene exceso de peso y el 42% son sedentarios. Junto con el tabaquismo, estos son los principales factores de riesgo para sufrir enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de mortalidad.

Para invertir esta tendencia, la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, ha presentado, junto con el presidente del Observatorio para la Nutrición y de Estudio de la Obesidad, el Dr. Valentín Fuster, el programa Fifty-Fifty.

Se trata de un programa de intervención en salud comunitaria cuyo objetivo fundamental es capacitar a la población adulta entre 25 y 50 años con algún factor de riesgo cardiovascular en la adquisición y seguimiento de hábitos de vida saludables y en el control de los principales factores de riesgo cardiovascular auto controlables: obesidad, tabaquismo, sedentarismo e hipertensión arterial, a través de una formación específica y una dinámica de grupos de “ayuda entre iguales”. Todo ello con la finalidad de mejorar la salud de manera integral y promover una visión positiva del concepto de salud, más centrada en los aspectos positivos que generan salud que en las limitaciones y aspectos que producen enfermedad.

En el acto se ha firmado un Convenio Marco entre la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), la Fundación SHE, que dirige el Dr. Valentín Fuster, y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para poner en marcha este programa, que se iniciará el próximo mes de septiembre y tendrá una duración de 15 meses.

Para ello, también se ha firmado un convenio de colaboración específico como adenda al citado Convenio marco con cada uno de los siete municipios participantes en el desarrollo de esta experiencia piloto: Barcelona, Cambrils (Tarragona), Guadix (Granada), Manresa (Barcelona), Molina de Segura (Murcia), San Fernando de Henares (Madrid) y Villanueva de la Cañada (Madrid), todos ellos integrados en la Red Española de Ciudades Saludables.

La ministra ha destacado en su intervención que prevenir la obesidad e invertir su tendencia “es uno de los más importantes desafíos de salud pública que tenemos que afrontar”. Aunque ha reconocido que “es muy difícil cambiar los hábitos en los adultos”, ha resaltado que con pocos cambios en el estilo de vida, como por ejemplo haciendo una alimentación adecuada, variada, y con menos calorías y más ejercicio físico, se puede “conseguir tener vidas más sanas”.

El Programa Fifty-Fifty se inició por primera vez en el 2012, en la población de Cardona (Barcelona) dirigido por el Dr. Fuster y la Fundación SHE, con la hipótesis de que “si se capacita a los adultos en conocimientos, habilidades y actitudes sobre un estilo de vida saludable, entre iguales, mejoraran sus hábitos de salud integral y el autocontrol de los factores de riesgo”. Tras evaluar los resultados de aquella experiencia se pudo constatar que los participantes modificaron sus rutinas diarias y mejoraron sus hábitos de salud y algunos de sus factores de riesgo.

En base a ello, y como fruto de la iniciativa de la Fundación SHE y de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), y en el marco de la Estrategia NAOS y del Observatorio de la Nutrición y de Estudio de la Obesidad, se firmó un convenio el 8 de abril de 2013, entre ambas instituciones, para la realización de un Programa de intervención en adultos de salud comunitaria, a realizar en un número limitado de municipios, como proyecto de investigación piloto, con la finalidad de mejorar la salud de manera integral en personas adultas mediante la modificación de sus hábitos de salud, y de poder definir un modelo de “buenas prácticas” , que da el punto de partida para el comienzo de la nueva etapa del Programa Fifty-Fifty. Este proyecto cuenta, además, con el apoyo científico del Centro Nacional de Investigación Cardiovascular (CNIC).

El Convenio Marco firmado ahora es un paso más y tiene por objeto ampliar esa colaboración. El resultado perseguido es la definición de un modelo de buenas prácticas de intervención en población adulta para promover la mejora de hábitos de salud integral que pueda ser trasladable a las administraciones e instituciones públicas y privadas para su ejecución.