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Cuando practiques deporte, mantén los hábitos saludables de alimentación

En un contexto deportivo, saber elegir los alimentos adecuados al tipo y nivel de actividad física realizado cobra especial importancia para optimizar el rendimiento deportivo y mantener un buen estado de salud

Para el deportista, elegir la cantidad y calidad de nutrientes adecuada para su actividad física resulta esencial de cara a optimizar su rendimiento y marca deportiva. En este contexto, se hace indispensable controlar la alimentación antes, durante y después del entrenamiento para mantener un correcto estado nutricional, ya que se ha demostrado que una dieta inadecuada puede repercutir de manera desfavorable sobre la práctica deportiva.

El ejercicio físico aumenta las necesidades de energía y determinados nutrientes. Por ello, la alimentación debe incluir todos los grupos de alimentos en las proporciones adecuadas para asegurar el mantenimiento del peso corporal y ayudar a optimizar el ejercicio.

Por ello, aunque las bases generales de la alimentación deportiva son comunes para todos los deportistas, las necesidades específicas varían en función de distintos factores como:

  • La intensidad y el tipo de actividad
  • La duración del ejercicio
  • La edad, el sexo y la composición corporal
  • La temperatura ambiental
  • El nivel de esfuerzo

En este sentido, la mayor parte de la dieta de un deportista la constituyen los hidratos de carbono, ya que son la principal fuente de energía del organismo y deben representar en torno al 60-65 % del total de la ingesta calórica diaria. Constituyen las reservas energéticas en forma de glucógeno, por ello, alimentos como el arroz, la pasta, las patatas o las legumbres son indispensables en el menú diario de los deportistas.

Las grasas tienen igualmente una función energética y deben representar un 20-30 % de las calorías diarias, optando por alimentos con un buen perfil lipídico como los pescados azules, los frutos secos o el aceite de oliva virgen extra.

La función estructural la ejercen las proteínas, ya que contribuyen al mantenimiento y desarrollo de la masa muscular. Se debe consumir alrededor de un 15 % de las calorías diarias en forma de proteínas mediante alimentos que aporten una buena cantidad de aminoácidos esenciales. En este caso, conviene alternar entre las de origen animal, como las proporcionadas por lácteos, cortes magros de carne, pescados y huevos, y las de origen vegetal, combinando distintos grupos de alimentos, por ejemplo, legumbres con cereales.

Los micronutrientes, es decir, las vitaminas y los minerales, cumplen un papel indispensable en el metabolismo y las funciones orgánicas del deportista. Estos deben ser aportados a través de la alimentación, evitando posibles carencias o excesos que puedan afectar al rendimiento deportivo. Una buena combinación de todos los grupos de alimentos ayuda a conseguir la cantidad necesaria de estos nutrientes.

Además, se debe prestar atención a los horarios de las comidas, procurando organizar las diferentes tomas en función de la planificación de entrenamientos, tomar algún alimento unas dos horas antes del ejercicio, así como al finalizar. De esta forma, se favorece la disponibilidad y recuperación de las reservas energéticas y la masa muscular.

Cabe destacar que mantener un buen estado de hidratación es igualmente fundamental para la práctica deportiva. Por ello, se debe beber agua y bebidas deportivas, no sólo durante, sino también antes y después del ejercicio.

Por último, recordar que un estado de nutrición óptimo se consigue con un ritmo de alimentación adecuado durante un periodo prolongado y como parte de los hábitos de vida y el entrenamiento deportivo.

beneficios del running

Consejos para aficionados al running

beneficios del runningEl running o “salir a correr” es un deporte al alcance de todo el mundo que cada vez cuenta con más seguidores. Para disfrutar de él evitando lesiones, los aficionados deben prestar especial atención a su alimentación e hidratación y a la planificación de las sesiones de entrenamiento.

El running, cada vez practicado por más personas de todas las edades, aporta múltiples beneficios para la salud. En primer lugar, ayuda a controlar el peso y a mejorar la forma física. Como todo deporte, te mantiene activo y ayuda a conservar un buen estado de salud, tanto a nivel físico como mental: además de contribuir a la prevención de enfermedades cardiovasculares, es una buena forma de combatir el estrés y de favorecer el descanso.

Al tratarse de un deporte de intensidad, exigente con las articulaciones y los músculos, los aficionados deben ajustar el tipo e intensidad a sus condiciones individuales, sin olvidarse de seguir unas pautas adecuadas de hidratación y alimentación y consultar con un experto para resolver cualquier duda.

Si te estás iniciando en el “mundo runner”, hay una serie de recomendaciones a tener en cuenta para obtener el máximo beneficio del entrenamiento, prevenir posibles lesiones y optimizar tu rendimiento:

Elige unas buenas zapatillas

Da igual el nivel, el running es un deporte de repetición en el que cualquier defecto de pisada se acentúa, pudiendo dañar las articulaciones. Por ello, la elección de un calzado acorde con tus necesidades y tipo de pisada es imprescindible. Si quieres saber cómo apoyas el pie al correr, consulta a un experto o pide asesoramiento en tiendas especializadas.

Empieza de forma gradual según tu nivel

Valora tu forma física antes de empezar y adapta los primeros entrenamientos en función de tus posibilidades. Uno de los errores más comunes es forzar al cuerpo, lo cual tiene consecuencias negativas en la progresión de los entrenamientos y aumenta el riesgo de lesiones.

Proponte miniobjetivos

Plantear y cumplir un objetivo cada semana te ayuda a comprobar tu evolución a corto plazo y, además, te motiva mentalmente para seguir progresando.

Alterna con otros deportes

El running aumenta la capacidad cardiovascular o el llamado “fondo físico”. Alterna los días de “salir a correr” con días de trabajo de fuerza muscular, en el gimnasio o en casa, para que los músculos evolucionen a la vez que la resistencia.

Respeta los descansos

El descanso es parte del entrenamiento. Programa y respeta tus días de descanso para evitar lesiones a largo plazo y permitir que el cuerpo se recupere.

Cuida la hidratación

El cuerpo pierde una gran cantidad de agua con la sudoración, por lo que es necesario recuperar las pérdidas mediante la hidratación antes, durante y después de ejercicio. La cantidad de líquidos se debe adaptar a la intensidad y duración del ejercicio, así como a las condiciones ambientales, cuidando especialmente el aporte en ambientes calurosos.

Adapta la alimentación

El running es un ejercicio de intensidad con gran gasto calórico y desgaste muscular. Los hidratos de carbono (pasta, arroz, cereales, pan, etc.) son la principal fuente de energía y las proteínas (carnes magras, pescados o huevos principalmente) contribuyen al mantenimiento y desarrollo de la masa muscular. En la alimentación de los deportistas debe cuidarse además el aporte de minerales como el hierro o el calcio, sobre todo en las etapas de crecimiento y desarrollo, así como en la mujer deportista. Por ello, un adecuado aporte de nutrientes es clave en los deportistas en el conjunto de una alimentación variada y equilibrada.