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hábitos alimenticios

La importancia de los hábitos alimenticios

hábitos alimenticiosCuando uno decide mejorar su alimentación para hacerla más saludable hace una búsqueda rápida por Internet para ver cuáles son los alimentos con más propiedades nutricionales y elaborar el menú que más se ajuste a nuestros gustos. Sin embargo, “más que el alimento en sí lo importante son los hábitos que se adquieren”, según ha destacado Xavier Medina, director de la cátedra UNESCO de Alimentación, Cultura y Desarrollo de la Universidad Oberta de Catalunya(UOC).

“Un alimento absolutamente sano pero preparado de manera no tan sana va perdiendo propiedades, la cosa no es qué alimento comemos sino cómo lo preparamos, a qué velocidad lo comemos y cuál es nuestro estilo de vida, todo eso da el resultado final de cómo nos sienta la alimentación”, ha reconocido ese experto que esta semana recogerá el premio ‘Golden Orange Award’ en la feria Internacional Expofooding por su contribución a la divulgación de la cultura alimentaria y gastronómica.

Medina reconoce en declaraciones a Europa Press que tan importante como las propiedades  de cada alimento son cómo se combinan unos y otros, cómo se cocinan y la velocidad  a la que se consumen, que en ocasiones están condicionado por los horarios que la jornada laboral deja para comer.

En los últimos años la alimentación en España ha cambiado radicalmente gracias a a la “globalización” que ha permitido acceder a una mayor variedad de alimentos “a precios más asequibles”. Y aunque esto también ha conllevado también al auge de la comida basura, este experto no cree que tenga la culpa del incremento del sobrepeso que también se ha observado en estos últimos años.

“Se debe más al cambio de vida que también se ha producido, pasando de una vida más rural y unos trabajos más físicos a una vida más urbana, que favorece el sedentarismo”, según ha explicado Medina.

EL TAPEO Y EL PICOTEO, ‘FAST FOOD A LA ESPAÑOLA

De hecho, reconoce que España está a la cola de lo que también se conoce como comida rápida o ‘fast-food’ gracias al tapeo o al picoteo, que a su juicio es “nuestra propia comida rápida al margen de cadenas industriales”.

Además, celebra que en los últimos haya aumentado el interés por la alimentación sana y los productos más naturales o ecológicos, como consecuencia de “la pérdida del control y de información de lo que uno come”.

“Creo que no será algo pasajero y es una corriente que ha venido para quedarse”, ha reconocido este experto, que admite que a ello también ha contribuido el auge de la alta cocina, que “ha creado un mayor interés por la gastronomía y valora más el producto y diferentes formas de cocinado”.

Fuente: http://www.infosalus.com/nutricion/noticia-habitos-alimenticios-mas-importantes-alimento-si-20160503181611.html

cuidados de los niños en verano

Recomendaciones para cuidar a nuestros hijos en verano

cuidados de los niños en verano

El verano puede ser el mejor momento para reconducir los hábitos alimentarios en los niños, sobre todo los de aquellos que son mal comedores, según ha explicado la pediatra del Hospital Nisa Pardo de Aravaca en Madrid, la doctora Chus Pascual, quien recuerda que es importante mantener una alimentación “variada y equilibrada “también en la época estival.

En esta época, recuerda, se tiende a “desorganizar la alimentación”, además no siempre se conocen los cuidados que hay que seguir para evitar sol y quemarse, además en ésta los accidentes tienden a multiplicarse, siendo los ahogamientos lo que más siguen ocurriendo.

En general, señala, “si se actúa con prudencia y precaución hay cosas que, aunque pueden seguir ocurriendo, se pueden minimizar y, así, evitar un problema mayor”.

En verano la alimentación debe ser “equilibrada y variada”, y, “por tanto hay que huir de los picoteos”, muchas veces inevitables entre los niños. Lo mejor en estos casos es cambiar las chocolatinas, chucherías y patatas por zumos y frutas; además recomienda “hacer comidas menos copiosas y más ligeras” donde se pueden incorporar verduras y frutas ricas en antioxidantes, que ayudan proteger a los niños del envejecimiento celular provocado por el sol.

Además, observa que en niños mal comedores se puede aprovechar la época del verano para cambiar su alimentación. “En esta época en los niños que rechazan las frutas y las verduras se pueden sustituir por cremas, batidos y zumos que son más apetecibles”, sobre todo si se hacen en casa y con la familia. “Hay más tiempo para estar con el niño y que se sienta implicado, tanto a la hora de hacer la compra, haciendo la comida, etc. Cuando un niño se siente participe creo que mejora la aceptación de muchos alimentos”, advierte.

Precaución con el sol y el agua

En los niños hay que estar más pendiente de los golpes de calor y la deshidratación, por eso los padres o tutores deben acordarse de que el niño debe beber líquidos a menudo, teniendo especial cuidado con los más pequeños a los que hay que ofrecer agua durante todo el día.

El cuidado del sol ha sido otro de los temas tratados. Partiendo de la base de que el sol es muy agradable hay que conocer los peligros para el niño de su exposición. “Se puede tomar el sol pero hay que hacerlo con cuidado”, por tanto recuerda que siempre hay que usar crema con protección solar, excepto en el caso de los bebés menores de seis meses donde las medidas de protección deben ser físicas (sombrillas, camisetas, gorras, etc).

En el resto, la recomendación es usar crema con un factor de protección solar de, al menos, 30 FPS; a no ser que el niño sea muy blanco de piel, tenga muchas pecas o antecedentes familiares con cáncer de piel, en estos casos la protección debe ser mayor.

Además, hay que evitar las horas de mayor exposición solar (entre las 12 y las 16 horas), y aplicarse la crema varias veces al día, siendo más constantes si el niño se baña en la piscina, mar o río.

Aunque, lo deseable sería aplicarse la crema siempre que se sale a la calle, independientemente de que uno se encuentre de vacaciones, porque “salir a la calle ya es tomar el sol, ya que se toma el sol desde el momento en el que sales a la calle”.

Otro punto que tratado durante la jornada de este jueves han sido los accidente que “son la mayor causa de mortalidad en la infancia y, por desgracia, en verano los ahogamientos siguen estando ahí”. Con el verano llega muchas veces la relajación y despreocupación, por eso es una época donde aumenta su frecuencia.

“Ahora tenemos casas a modo de ‘bunker’ y sales a entornos que no están tan protegidos. La diferencia es que antes nos enseñaban el peligro y ahora les protegemos pero no les enseñamos el peligro”, advierte.

En cuanto a los ahogamientos hay que tener mucho cuidado sobre todo entre los 6 primeros meses y el año de haber aprendido a nadar; “es el periodo más peligroso precisamente por esa despreocupación que existe entre los padres porque se cree que el niño sabe nadar”, afirma.

“Todas las medidas de precaución son pocas, el agua es un peligro muy importante”, ha advertido recordando que es importante extremar las medidas de precaución sobre todo en sitios como ríos y playas donde puede no hay medidos humanos y técnicos ante una urgencia de socorro en el agua. Asimismo, ha advertido del peligro de lesión medular, que puede producir paraplejia por zambullidas inadecuadas.

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