Con objeto de paliar este déficit y prevenir las enfermedades que se derivan, desde el Hospital Sant Rafael de Hermanas Hospitalarias se recomienda una exposición al sol de 15 minutos al día durante todo el año. “La gente acostumbra a tomar el sol sólo durante los meses de verano, lo que, además de un aumento del riesgo de melanoma, provoca que, el resto del año, el cuerpo tenga carencia de vitamina D”, explica la doctora Isabel Rotés, responsable del Servicio de Reumatología del Hospital Sant Rafael de Barcelona.
Exposición solar sin protección y en las horas de menos radiación
Según la Dra. Rotés, los “empachos de sol” durante el verano, contrariamente a lo que se acostumbra a pensar, no permiten disponer de una “reserva natural” de vitamina D. “A medida que nos ponemos morenos sintetizamos menos cantidad de esta vitamina, dado que la piel crea una capa de protección natural que impide la entrada de los rayos ultravioletas, responsables de la formación de vitamina D”, asegura.
Por esta razón, desde la Unidad de Reumatología del Hospital Sant Rafael se recomienda exponer diariamente el cuerpo al sol, sobre todo la cara, los brazos y el escote, y hacerlo sin el uso de cremas solares, ya que éstas no permiten la entrada de la radiación UV. Aun así, se alerta que esta exposición debe realizarse antes de las 12h del mediodía y después de las 17h de la tarde, evitando las horas de máxima radiación y reduciendo, así, el riesgo de sufrir un melanoma.
Las consecuencias de un déficit de vitamina D
La falta de vitamina D conlleva un déficit de absorción de calcio y, por lo tanto, una disminución de la mineralización de los huesos. “Esto puede dar lugar al desarrollo de enfermedades como el raquitismo, en el caso de los niños, o la osteoporosis, en los adultos”, señala la Dra. Rotés. Asimismo, desde el Hospital Sant Rafael advierten de que la carencia de esta vitamina también puede provocar debilitamiento muscular (miopatía proximal).
A pesar de que la falta de vitamina D se extiende al conjunto de la población española, las personas de más de 50 años tienen más dificultades para sintetizarla. En el caso de las mujeres, esto se añade al déficit de estrógenos durante la menopausia, que produce una pérdida de calcio que deriva en diferentes enfermedades óseas. Por eso, según indican desde el Servicio de Reumatología, la mitad de las mujeres mayores de 50 años sufren osteoporosis.
Alimentos enriquecidos con vitamina D
La evidencia que la falta de exposición solar provoca unos niveles deficitarios de vitamina D se encuentra en la gente mayor institucionalizada, por ejemplo, en residencias. Estas personas, que prácticamente no están expuestas al sol, son las que presentan un mayor déficit. En estos casos, los especialistas señalan que la aportación alimentaria de vitamina D es clave, aunque la ingesta dietética sólo proporcione entre el 10-20% del nutriente necesario.
Los alimentos naturales ricos en vitamina D son pocos: pescado azul, aceites de pescado y algunos vegetales o cereales. Por este motivo, se aconseja a la población con escasa exposición solar el consumo de alimentos enriquecidos con esta vitamina. “Hasta hace pocos años, en España no existía este tipo de productos”, explica la Dra. Rotés.
“Por el contrario, en los países nórdicos, gracias a la ingesta de estos alimentos, la población presenta un mayor mantenimiento de los niveles adecuados de vitamina D, a pesar de contar con menos horas de sol”, concluye.