La leche materna contiene más de 700 bacterias

La leche que bebe de su madre es uno de los factores que determina cómo será la flora bacteriana que se desarrolle en el recién nacido. Sin embargo, su composición, así como el papel biológico de estas bacterias en el niño, siguen sin conocerse.

Ahora, un grupo de investigadores españoles ha utilizado una técnica basada en la secuenciación masiva de ADN para identificar el conjunto de bacterias -llamado microbioma- que contiene la leche materna. Gracias a este estudio, se pueden determinar las variables perinatales y postnatales que influyen en la riqueza microbiana de la leche.

En unas muestras de calostro, el líquido que secretan las mamas los días que suceden al parto, han encontrado más de 700 especies de estos microorganismos, más de los que inicialmente esperaban los expertos. Los resultados se publican en el American Journal of Clinical Nutrition.

Se trata de “uno de los primeros trabajos en describir esta diversidad mediante la técnica de pirosecuenciación -una tecnología de determinación de secuencia de ADN a gran escala- en muestras de calostro, por un lado; y de leche madura, por otro, que fue recogida después de uno y seis meses de lactancia materna”, explican los coautores, María Carmen Collado, investigadora del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA-CSIC) y Álex Mira, investigador del Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP-GVA).

Los géneros bacterianos más presentes en las muestras de calostro se corresponden con las bacterias Weissella, Leuconostoc, Staphylococcus, Streptococcus y Lactococcus, mientras que en las correspondientes al fluido que se desarrolla entre el primer y el sexto mes de lactancia se observó la aparición de bacterias típicas de la cavidad bucal como Veillonella, Leptotrichia y Prevotella.

“Todavía no se ha podido determinar si estas bacterias colonizan la boca del bebé o si las bacterias de la boca del lactante entran en la leche materna cambiando su composición”, apuntan los autores.

Más peso de la madre, menos bacterias

El estudio revela, además, que la leche de las mujeres con sobrepeso y de las que ganan más kilos de los recomendados durante el embarazo contiene menor diversidad de especies.

El tipo de parto también afecta al microbioma de la leche materna: la producida por las madres sometidas a cesáreas programadas es diferente, y más pobre en microorganismos, que la de las mujeres con parto vaginal. Sin embargo, cuando la cesárea es no programada (intraparto), la composición de la leche resulta ser muy similar a la de las madres con partos vaginales.

Estos resultados sugieren que el estado hormonal de la madre ante el parto también desempeña un papel: “la falta de señales de estrés fisiológico, así como de las señales hormonales propias del trabajo de parto, podrían influir en la composición y diversidad microbiana de la leche materna”, afirman los autores.

Una ayuda para la industria alimentaria

Dado que las bacterias presentes en la leche materna representan uno de los primeros contactos con los microorganismos que colonizan el sistema digestivo del bebé, los investigadores están trabajando ahora en determinar si su papel es metabólico -ayuda al lactante a digerir la leche- o inmunitario -ayuda a distinguir los organismos beneficiosos de los extraños-.

Para los autores, los resultados abrirán nuevas vías para diseñar estrategias de alimentación infantil que mejoren la salud del bebé. “Si las bacterias de la leche materna descubiertas en este trabajo fueran importantes para el desarrollo del sistema inmune, su adición a la leche de fórmula podría disminuir el riesgo de alergias, asma o enfermedades autoinmunes”, concluyen.

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Detección de la enfermedad renal crónica

¿Por qué es importante la ERC?

En primer lugar por una elevada prevalencia en la población general. El número de pacientes que inician diálisis en todo el mundo se incrementa cada vez más, con un aumento anual entre el 5 -8 % por diversos motivos: envejecimiento de la población, aumento de la población diabética, porque los profesionales sanitarios tratan mejor y aumenta la expectativa de vida de la población.

Desde la Sociedad Española de Nefrología ser realizó el estudio EPIRCE (Epidemiología de la IRC en España) en el que se detectó que la prevalencia de la ERC medida por un filtrado glomerular (FG) por debajo de 60 mL min 1/73 m2 era de aproximadamente el 7% y si a ello sumamos la presencia de proteinuria estamos en un 9,2%, es decir prácticamente el 10% de la población en España tiene ERC.

Según los datos del registro de la Sociedad Española de Nefrología y de la ONT, prácticamente la mitad de los pacientes inician diálisis por causas vasculares o diabetes, es decir causas con posibilidad de prevención.

En segundo lugar es importante la ERC porque tiene una implicación en el pronóstico cardiovascular. En un estudio americano en el que se incluyeron más de un millón de usuarios de un seguro (NEJM 2004; 351: 1296-305), se observó que los pacientes que presentaban peor función renal o una disminución del FG tenían mayores hospitalizaciones, mayores complicaciones cardiovasculares y mayor mortalidad, es decir, a medida que disminuye el FG o la función renal el paciente presenta más complicaciones y más mortalidad.

Si analizamos una de las complicaciones, por ejemplo el infarto agudo de miocardio en el estudio Valiant (en el que se incluyeron casi 15.000 pacientes), el 33 % de los pacientes de alto riesgo cardiovascular tenían una disminución del FG y a medida que el FG era más bajo los pacientes presentaban más posibilidades de tener acontecimientos cardiovasculares, incluida la muerte. Por tanto en pacientes con riesgo cardiovascular la ERC es muy prevalente y está claramente relacionada con el riesgo cardiovascular.

Pero, ¿qué sucede en población general que acude a un centro de atención primaria? En un estudio de la SEN, en el que se incluyeron más de 7.000 pacientes de atención primaria, vimos que más de un 20 % de los pacientes presentaban FG por debajo de 60 mL/min y esto era diferente según grupos de edad: en la gente joven había muy baja prevalencia pero a medida que aumentaba la edad, en los pacientes con más de 70 años uno de cada tres, el 33%, presentaba una diminución del FG. Esto debe hacernos tener en cuenta una serie de aptitudes en el tratamiento, mayor prevención o información desde la oficina de farmacia para ajustar el tratamiento.

Además la ERC si el paciente llega a diálisis está asociada a unos elevados costes. El coste de un paciente en un solo año es entre 20-30.000 euros y si se incluyen hospitalizaciones y relación de un acceso vascular en el caso de fístula para hemodiálisis el coste es de 40.000 euros. En definitiva, menos del 0,1 % de la población consume el 2,5 % de los recursos sanitarios del país.

Concepto de enfermedad renal crónica de las guías K/DOQI

En el 2002 la National Kidney Fundation decidió establecer una definición muy sencilla: la evidencia de anomalías estructurales o funcionales que persisten durante al menos 3 meses. Y eso se puede enfocar desde dos vertientes: que el paciente presente anomalías estructurales, proteinuria, hematuria o análisis en la biopsia renal o en la imagen (por ejemplo quistes renales o poliquistosis renal); o que presente disminución del FG (<60) con o sin evidencia de daño renal manifestado por proteinuria.

Además la National Kidney Foundation estableció unos estadios: cuando tiene menos de 60 de FG es un estadio 3, menos de 30 estadio 4, y menos de 15 estadio 5. Si el paciente tiene FG por encima de 60 se dice que tiene ERC sólo cuando hay proteinuria, hematuria o alguna alteración en la imagen.

Según un artículo publicado recientemente (Levey AS, Coresh J. Lancet 2012; 379:165-801) se ha mostrado que la proteinuria tiene tanto o más valor que la disminución del FG, el paciente que tiene proteinuria tiene mucho más riesgo de progresar y de tener acontecimientos cardiovasculares que el paciente que tiene FG disminuido. Y si se unen los dos aspectos el pronóstico, tanto renal como cardiovascular, es mucho peor.

¿Por qué debemos medir la función renal?

No está definido el screening en población joven, si en pacientes de más de 65 años, diabéticos, HT y con antecedente de ERC. Y se hace para valorar su riesgo cardiovascular y para la identificación de individuos con un riesgo elevado de acontecimientos cardiovasculares. Además nos va a permitir ajustar algunos fármacos o evitar fármacos nefrotóxicos.

¿Cómo medir la función renal?

Se puede medir de dos formas:

-Medir la capacidad depurativa (número de nefronas funcionantes) mediante el FG.

-Valorar el grado del daño estructural (progresión renal) mediante la proteinuria.

El FG se establecerá a través de ecuaciones derivadas de la creatinina (MDRD, CKD-EPI o Cockroft-Gault) y mediante la detección del cociente albúmina/creatinina en orina en una muestra aislada se mide la albuminuria.

Diversos estudios que engloban más de 100.000 pacientes (Lancet 2010; 375: 2073-81) en los que se analizó el cociente albumina/creatinina y el FG muestran que a partir de cifras de 10 mg/gr de albuminuria el paciente tiene un riesgo cardiovascular incrementado. Y en el caso del FG tanto la mortalidad general como la cardiovascular y la progresión renal están incrementadas en pacientes que tiene a partir de 60mL/min. Una diminución por debajo de 60 implica mayor riesgo cardiovascular.

Filtrado glomerular y aclaramiento de creatinina

El FG es la cantidad de plasma que pasa a través del glomérulo y suele ser 125 mL por minuto. Es la suma de la filtración de cada una de las nefronas. Se puede medir por técnicas complejas (como isótopos radiactivos, aclaramiento de inulina) pero también de forma sencilla derivada de la creatinina.

El cálculo directo es a través de isótopos radiactivos, el FG, y los resultados son en mL/min/1,73 m2. El cálculo indirecto es a través de fórmulas (MDRD o CKD-EPI) que miden la función renal, pero también nos dan mL/min/1,73 m2, esto es el FG estimado.

En cambio el aclaramiento de creatinina es la cantidad de sustancia extraída del plasma en un tiempo determinado. Se calcula la creatinina en orina y en plasma y para ello es necesario recoger orina de 24 horas. Para el cálculo directo en el aclaramiento de creatina se usa orina de 24 horas (que está sujeta a muchos errores de recogida). Y la forma indirecta es a través de la fórmula de Cockroft-Gault. El resultado del aclaramiento de creatinina se expresa en mL por minuto (y el cálculo indirecto también). En resumen, no hay que mezclar FG que es corregido por superficie corporal (1/73) y aclaramiento de creatinina en mL por minuto.

La tendencia de las sociedades científicas es a medir FG. La creatinina, que es como siempre se ha medido la función renal, no es un buen método para estimar la función renal porque vemos que a medida que baja el filtrado no sube la creatinina y permanece en rangos normales. Al hacer una biopsia en un paciente con 40-50 de FG la mitad de los glomérulos están esclerosados y ese paciente tiene 1,2-1,3 de creatina, por eso llegamos tarde cuando sólo usamos la creatinina, porque la ésta depende de la edad, sexo, de la ingesta proteica, etc.

La orina de 24 horas no añade mucho en la detección del FG porque está sujeta a muchos errores de recogida, sólo habría que hacerla en determinados casos. De la misma forma que el cociente albumina/creatinina en una sola muestra de la mañana es suficiente para determinar albuminuria.

Fórmulas derivadas de la creatinina para estimación de la función renal

El único problema de la formula de Cockcroft-Gault es que debe incluir el peso del paciente, y no siempre está disponible.

La fórmula MDRD-4 (abreviada) y más recientemente CKD-EPI (que es una fórmula de MDRD mejorada) se formulan automáticamente en el laboratorio, en el ordenador, en una página web (www.mdrd.com o www.senefro.org) o en dispositivos smartphones. Y la ventaja es que no necesita el peso del paciente. Se incluye la creatinina, la edad y el sexo, y automáticamente lo tenemos.

MDRD cuando compara el aclaramiento estimado versus el medido infraestima en pacientes con función renal normal o casi normal. Cuando el FG es menor de 30, una insuficiencia renal avanzada, la fórmula de MDRD es buena; en cambio cuando la función renal es prácticamente normal MDRD infraestima y puede darnos una cifra de 40-45 de FG y ser mucho mayor en realidad. En cambio CKD-EPI es más regular y sólo produce un sesgo de aproximadamente un 5% y es la fórmula aconsejada por las sociedades científicas.

Enfermedad renal crónica oculta

Se trata de pacientes con FG disminuido, medido con fórmulas derivadas de la creatinina, pero con creatinina “normal” según los resultados de laboratorio (1,2 mg/dl en mujeres y 1,3 mg/dl en varones). Esto se asocia a más riesgo cardiovascular y, a veces, hay que ajustar fármacos, especialmente en ancianos.

Hay un Documento de Consenso de SEN y SEMFYC que se ha validado por 10 sociedades que reconoce que la creatinina no es el mejor método para medir la función renal, sino que hay que hacerlo con fórmulas derivadas de la creatinina, y que la orina de 24 horas no mejora los resultados de las fórmulas derivadas de la creatinina salvo determinadas circunstancias como cuando hay un IMC muy bajo o muy alto (IMC < 19 kg/m2 o > 35 kg/m2) porque son ecuaciones predictivas y en los extremos de la campana de Gauss no predicen bien. O cuanto el paciente tiene una alteraciones importantes en la masa muscular (amputaciones, pérdida de masa muscular, parálisis, enfermedades musculares).

Albuminuria

La albuminuria es frecuente en la población general. El estudio Prevent mostró que el 7% de la población tiene albuminuria, pero al analizar patologías como HTA sube hasta el 25%, en ictus el 29% y en diabetes el 40% de los pacientes. Lo importante es que es un marcador de riesgo renal y cardiovascular.

En un ambiente de HT, diabetes, hiperglucemia o inflamación se producen unas alteraciones de las barreras de forma que la albumina pasa a través de la membrana basal glomerular y se detecta en orina. Y esto es importante porque es una situación muy precoz, ningún órgano produce una lesión tan precoz e inmediata.

La albuminuria es un mensaje desde el riñón acerca del estado del árbol vascular. En ese paciente vamos a tener capacidad de prevenir acontecimientos cardiovasculares y renales. Por eso la detección va a hacer que consigamos una prevención de la progresión renal y del riesgo CV. Existe un riesgo mayor a medida que aumenta la excreción urinaria de albúmina.

Analítica para valorar las proteínas en orina

Se desaconsejan las tiras reactivas para valorar la proteinuria porque tiene poca sensibilidad y especificidad. En cambio se recomienda en una muestra de orina aislada un cociente proteína/creatinina (que detecta todas las proteínas de orina) o un cociente albúmina/creatinina (que detecta albumina, que es más específica de riesgo cardiovascular). No se recomienda la orina de 24 horas porque está sujeta a muchos errores de recogida.

En una muestra aislada, de la mañana o de la tarde, como tiene cierta variabilidad son necesarias dos o tres determinaciones en tres meses para considerar albuminuria positiva o confirmar un resultado. El coste es muy bajo.

Algunas situaciones incrementan la albuminuria como el ejercicio físico, fiebre, descompensación glucémica o hematuria. Esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de la interpretación. Consideramos valores normales los valores por debajo de 30mg/g y que tiene proteinuria a partir de 300 (en este caso tiene una nefropatía establecida con posibilidad de progresar).

Progresión de la ERC

Existen multitud de factores a lo largo de la evolución del FG: edad, HT, etc. El filtrado disminuye 1 mL/año a partir de los 40 años pero cuando se suman otros factores (presencia de proteinuria, nefrotóxicos) el paciente puede deteriorar más rápidamente su función renal.

Hay factores no modificables como sexo varón, edad, raza, factores genéticos o el número de nefronas al nacer; pero también hay factores modificables como la hipertensión arterial, proteinuria-albuminuria, obesidad (porque induce hiperfiltración renal), tabaquismo, control glucémico en diabéticos u otros.

¿Qué podemos hacer para la prevención de la ERC desde la oficina de Farmacia?

-Detección a través de FG estimado o cociente albúmina/creatinina en una muestra de orina aislada.

-Prevención de los factores de riesgo para desarrollo de ERC.

-Prevenir/evitar nefrotoxicidad de fármacos.

En diabéticos tener un control adecuado de la glucemia (HbA1c < 7%, en ancianos < 8-8,5 %). En HTA el objetivo es < 140/90 mmHg y restricción de sal. En albuminuria reducción al mínimo (< 500 mg/g) y usar fármacos que bloqueen el sistema renina angiotensina.

También es importante evitar la obesidad porque se asocia a hiperfiltración y a mayor progresión de la enfermedad renal. En el tabaquismo se produce lesiones de vasoconstricción renal. Evitar un ingesta excesiva de alcohol. Y, en general, realizar ejercicio físico.

Importancia del ajuste de fármacos en la enfermedad renal crónica y en el anciano

El anciano toma un alto porcentaje de fármacos eliminados por riñón, por ello es importante conocer si el fármaco se elimina o no por el riñón. Si hay FG disminuido se puede acumular el fármaco si no damos la dosis adecuada, de manera que se detectan más efectos adversos, hay cambios en eficacia y nefrotoxicidad por sobredosis.

Las fichas técnicas suelen estar “incompletas” porque no se incluyen pacientes renales en los estudios. Y en general las fichas siempre han usado las fórmulas de Cockroft-Gault y no MDRD.

En un estudio comparativo (Stevens LA et al. Am J Kidney Dis 2009; 54:33-42) se ve que MDRD es más preciso que la ecuación de Cockcroft-Gault para el ajuste de fármacos. Por ello deben realizarse esfuerzos para su implantación y sustitución por Cockcroft-Gault en las tablas de referencia.

Efecto de los fármacos sobre la función renal

Muchos fármacos, como AINES, producen alteraciones hemodinámicas glomerulares e inducen nefrotoxicidad o disfunción renal favorecida por otros fármacos muy comunes como los IECA, ARA II o un exceso de diuréticos.

Otros fármacos producen toxicidad directa como tenofovir o aciclovir o depósitos de cristales y otros, de menos uso, como los aminoglucósidos producen toxicidad renal o el contraste radiológico.

Hay fármacos de uso común: digoxina, atenolol, aciclovir, fluconazol, etambutol, metformina, que deben tenerse en cuenta su dosis en pacientes con IR o la metformina suspenderla con FG por debajo de 30.

Peculiaridades de la administración de fármacos en el paciente en diálisis

Cuando un paciente tiene menos de 10 de FG se hace diálisis. Muchos de ellos no tienen diuresis residual y hay que saber que algunos fármacos si se eliminan por vía renal hay que ajustar la dosis o darlos con intervalos muy largos. Y además si se eliminan por diálisis hay que dar una dosis supletoria después de la hemodiálisis o en las bolsas de diálisis peritoneal.

Peculiaridades de la administración de fármacos en el paciente trasplantado renal

El paciente trasplantado renal puede tener una función renal normal y no tener que hacer ningún ajuste, o tener una función disminuida con ERC y es importante para ajustar los fármacos y también para las interacciones. Hay fármacos que hacen que los inmunosupresores aumenten sus niveles y producen toxicidad y otros fármacos bajan los niveles de inmunosupresores y pueden favorecer el rechazo.

Conclusiones

-La ERC es una patología muy prevalente en la población general. La HTA, diabetes mellitus y envejecimiento son las principales causas de ERC.

-La disfunción renal es un marcador que permite identificar aquellos individuos con riesgo elevado de acontecimientos cardiovasculares. La ERC es un factor de riesgo cardiovascular independiente y que se asocia claramente a peor pronóstico a medida que disminuye el filtrado glomerular.

-La enfermedad cardiovascular asociada a la ERC se puede detectar precozmente, es tratable y potencialmente prevenible.

-Su detección se realizará mediante la estimación del cociente de albumina/creatinina en una muestra de orina y por la estimación del FG con fórmulas derivadas de la creatinina sérica.

-Además, la estimación de la función renal sirve para un adecuado ajuste de algunos fármacos y prevención y detección de nefrotoxicidad farmacológica.

-Son necesarias nuevas estrategias para abordar la ERC, especialmente la detección y prevención de la ERC. Y si se detecta, actuar sobre los factores que inciden en el desarrollo y progresión de la misma.

-Desde la Oficina de Farmacia se puede hacer además una importante labor, tanto en la prevención como en el desarrollo de la ERC: actuando e informando sobre los factores que influyen en la ERC (HTA, diabetes mellitus, proteinuria, obesidad, tabaquismo, dislipemia); detectando la ERC (FG estimado, albuminuria); así como informando acerca de evitar ciertos fármacos que pueden ser nefrotóxicos o que requieren ajuste en el paciente con ERC, especialmente en estadios iniciales.

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AESAN y la Fundación Alimentum crean una campaña de comunicación en televisión para promover hábitos de vida saludables

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) y la Fundación Alimentum han firmado un convenio, promovido por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, para crear una campaña de comunicación en televisión con el objetivo de promover hábitos de vida saludables.

Durante la firma del convenio, que ha estado presidida por la ministra Ana Mato, la directora de la Fundación Alimentum, María del Hoyo, ha explicado que la campaña está sustentada en tres ejes básicos: qué come la sociedad, cómo come y cuánto ejercicio practica.

Por ello, este plan de comunicación, orientado al fomento de una alimentación equilibrada, variada, moderada y en la práctica de ejercicio físico, se realizará dando visibilidad a una serie de mensajes que se incluirán cada mes en las campañas publicitarias de televisión.

Los mensajes serán:

– en enero la mejor receta: alimentación equilibrada y ejercicio físico;

– en febrero, realiza actividad física a diario;

– en marzo, come de forma variada, equilibrada y moderada;

– en abril, combina actividad física con alimentación variada y equilibrada;

– en mayo, camina 30 minutos al día;

– en junio, come más fruta y verdura;

– en julio, come variado, equilibrado, moderado y muévete;

– en agosto vive activo, muévete para estar sano;

– en septiembre, desayuna todos los días;

– en octubre, utiliza escaleras en lugar del ascensor;

– en noviembre, infórmate: lee la etiqueta de los alimentos y bebidas;

– en diciembre, la mejor receta: alimentación equilibrada y ejercicio físico.

En este sentido, la aplicación de la leyenda a los “spots” se realizará en sobreimpresión fija, con unas características comunes acordadas y, además, se establecerá un tiempo mínimo que será de la mitad de la duración del anuncio.

Las empresas que van a participar en esta iniciativa son: Bimbo, Calvo, Campofrío, Grupo Leche Pascual, Coca-cola, Corporación Alimentaria Peñasanta, Danone, Deoleo, Ebro Foods, Grupo Fuertes, Gallina Blanca, Lactalis, Hero, Kellogg, Mondelèz, Nestle, Nutrexpa, Schweppes, Panrico, Pepsico, Pescanova, Unilever y Wrigley.

“Nunca se habían juntado tantas empresas para realizar una campaña de comunicación. Por tanto, esta iniciativa va a tener un alcance absoluto. De hecho, se garantiza un mínimo de seis impactos de media por persona al día, lo que equivale a 2.300 minutos de programación al mes”, ha asegurado la directora general de la Fundación Alimentum, para recordar que para evitar la aparición de sobrepeso u obesidad es necesario “comer de todo pero de una forma moderada y equilibrada”.

Animan a otros sectores a adherirse

Dicho esto, ha animado a otras empresas o sectores a adherirse a esta iniciativa de forma que, con el “compromiso y esfuerzo” común de todos los agentes implicados, se consiga concienciar a la sociedad española de la importancia de mantener unos estilos de vida saludables basados en una alimentación equilibrada y variada y en la práctica regular de actividad física.

Estas declaraciones han sido corroboradas por Ana Mato, quien ha asegurado que la firma de este acuerdo “fortalece” el compromiso de la cooperación de la mejora de estos hábitos alimenticios y físicos. Así, ha recordado que la obesidad y el sobrepeso se han convertido en un problema sanitario “de primera magnitud” en el mundo y, concretamente, en España donde hay unas cifras “preocupantes” de obesidad infantil.

A su juicio, este plan de comunicación potenciará la lucha contra el sedentarismo, por lo que se ha mostrado convencida en que va a poner en valor el compromiso social de las grandes empresas alimentarias españolas con la salud y la calidad de vida de los ciudadanos.

“Esta es una prueba más del compromiso del Gobierno en la defensa de la salud y en la lucha contra la obesidad infantil. Por tanto, confío en que este gran acuerdo, promovido por el Ministerio, muestre el compromiso social de todas las empresas para ayudar en la salud y en la calidad de vida de todos los españoles”, ha zanjado la ministra.

Observatorio de la Nutrición y de Estudio de la Obesidad

Dicho esto, la ministra ha informado de que está previsto que, en los próximos días, el Consejo de Ministros apruebe la creación definitiva del Observatorio de la Nutrición y de Estudio de la Obesidad, que estará presidido por el cardiólogo Valentín Fuster, y que tendrá como objetivo promover hábitos de vida saludables.

Identifican un factor importante para el almacenamiento de grasa

Este descubrimiento tiene el potencial de conducir a nuevos tratamientos para la obesidad, según la investigación, que publica la revista Nature Medicine.

Los correguladores transcripcionales manejan la expresión del ADN, mediante la activación o supresión de la expresión de genes. En concreto, TRIP-Br2 regula los genes metabólicos implicados en el almacenamiento de grasa y el metabolismo energético. Los científicos observaron que los ratones con la dieta alta en grasas y los ratones obesos tenían niveles más altos de TRIP-Br2 en su tejido graso.

También encontraron que los TRIP-Br2 son significativamente elevados en la grasa visceral de las personas obesas, especialmente aquellos que almacenan la grasa en su mayoría en la zona abdominal.

Para probar el papel fisiológico de TRIP-Br2 en el almacenamiento de grasa y el metabolismo, los investigadores llevaron a cabo experimentos con ratones modificados genéticamente para no producir TRIP-Br2, conocidos como KO (Knock Out). Los ratones KO con la dieta alta en grasas mostraron poco cambio en el peso de su cuerpo, que era similar al de los ratones KO con la dieta baja en grasa.

Los ratones KO con la dieta baja en grasa presentaron mayor gasto de energía debido a la producción de calor y aumento de consumo de oxígeno; mientras que los ratones KO con la dieta alta en grasas mejoraron su tolerancia a la glucosa y sensibilidad a la insulina, además de disminuir los triglicéridos.

Cuando TRIP-Br2 se suprime, la expresión de la lipasa sensible a hormonas (HSL) y beta3-adrenérgicos (ADRB3), que están implicados en la descomposición de las grasas (lipólisis), es significativamente mayor en el tejido graso. Cuando TRIP-Br2 es elevada por la obesidad y una dieta alta en grasas, que suprime los receptores de HSL y ADRB3, se produce una disminución en el gasto de energía y un aumento en la acumulación de grasa.

“TRIP-Br2 es importante para la acumulación de grasa y cuando un animal carece de TRIP-Br2, no se puede acumular grasa, afirma el autor principal, Rohit N. Kulkarni, investigador principal de la Sección de células del islote y Biología Regenerativa y profesor asociado de Medicina en la Escuela de Medicina de Harvard.

TRIP-Br2 modula el almacenamiento de grasa y, simultáneamente, regula la lipólisis, la producción de energía y el metabolismo oxidativo, que trabajan juntos como procesos complementarios. “Este es el primer estudio en identificar un ciclo celular transcripcional corregulador que controla estos procesos. TRIP-Br2 parece tener un mecanismo de acción diferente en los correguladores transcripcionales según estudios anteriores”, destaca el doctor Kulkarni.

Así, TRIP-Br2 es una posible diana terapéutica para el tratamiento de la obesidad y sus complicaciones relacionadas, incluyendo la resistencia a la insulina, aparte de si su supresión y la resistencia resultante de la obesidad tienen un impacto en el desarrollo de la enfermedad cardiovascular y complicaciones metabólicas. Los científicos de Joslin están investigando maneras de reducir TRIP-Br2 en la grasa visceral, lo que permitiría una mayor expresión de receptores y HSL ADRB3. “La capacidad de modificar estas dos moléculas ofrece una nueva vía para luchar contra la obesidad”, afirma el doctor Kulkarni.

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El yodo en la dieta para prevenir el hipotiroidismo

Los expertos aconsejan una ingesta adecuada de yodo en la alimentación para prevenir el hipotiroidismo, tal y como han puesto de manifiesto durante la XII Jornada del Grupo de Trabajo de Trastornos por déficit de Yodo y Disfunción Tiroidea de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

En concreto, indican que el yodo es un elemento “imprescindible” para una producción normal de hormonas tiroideas, por lo que recomiendan consumir “sal yodada, leche y pescado marino”. Sin embargo, el consumo de yodo debe ser distinto “según la edad, género y estado fisiológico” de la persona, señala la responsable de la organización local del evento, la doctora Orosia Bandrés.

A su juicio, la población en general, incluyendo a los niños en edad escolar, debe consumir “un mínimo de 150 microgramos de yodo al día”, una cantidad que puede obtenerse “fácilmente”. Con ello, puede prevenirse el hipotiroidismo, un trastorno que afecta a más de 70.000 españoles.

Éste consiste en una producción deficiente de hormonas tiroideas que tiene como síntomas en su modalidad severa “cansancio crónico, debilidad, piel seca, intolerancia al frío, caída de pelo, dificultad de concentración, mala memoria, estreñimiento y aumento discreto del peso corporal”, sostiene. Sin embargo, si es poco intenso “puede pasar desapercibido”, descubriéndose al hacer análisis de sangre, subraya.

En la actualidad, la mitad de las personas que padecen hipotiroidismo no están diagnósticas y, por tanto, no tratadas, lo que “puede aumentar el riesgo de abortos y de prematuridad en embarazadas”, indica. De hecho, los momentos “claves” para desarrollar esta enfermedad en las mujeres es en la gestación, “momento en el que la glándula tiroides sufre un fuerte impacto al necesitar trabajar hasta un 50 por ciento más”; y durante el postparto, “de origen autoinmune, y que puede diagnosticarse pasados dos o tres meses y hasta un año después”, sostiene.

Cuidados durante el embarazo

Para el coordinador de este área de la SENN, el doctor Sergio Donnay, el hipotiroidismo durante el embarazo “se produce en el 2,4 por ciento de los casos”, y es una afección que “se puede asociar a anemia materna, abortos, desprendimiento de placenta o bajo peso al nacer, además de a una disminución del coeficiente intelectual de los hijos de madres con hipotiroidismo no tratado”.

Por ello, la doctora Bandrés manifiesta que “lo ideal” es que las mujeres embarazadas revisen su tiroides, al menos, una vez al principio del embarazo e, incluso, antes. En el caso de una mujer embarazada que ya está recibiendo tratamiento por un trastorno tiroideo “es aconsejable que se revise su tiroides cada seis u ocho semanas”, apunta.

Por otra parte, los expertos aseguran que existen otros dos grandes grupos de riesgo en los que tiene mayores consecuencias el hipotiroidismo no tratado, siendo éstos “los escolares y la mujer en edad fértil”.

Por último, estos miembros del Grupo de Trabajo de Trastornos por déficit de Yodo y Disfunción Tiroidea de la SEEN, aseguran que la probabilidad de desarrollar un hipotiroidismo “aumenta en personas con antecedentes familiares de esta enfermedad y en mujeres diagnosticadas de otras enfermedades autoinmunes como algunos tipos de diabetes, esclerosis múltiple o anemia y en personas con Síndrome de Down, Síndrome de Turner o trastorno bipolar”.

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Confirman que una dieta inadecuada durante el embarazo predispone a la diabetes en el bebé

La calidad de la dieta materna durante gestación es fundamental en el crecimiento fetal y en los niveles de insulina y glucosa al nacer. Estos índices alertan de una predisposición a padecer enfermedades como la diabetes o el síndrome metabólico.

Así lo indica un estudio, liderado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y publicado en el European Journal of Clinical Nutrition, que estudia la alimentación en esta etapa vital, en la que tiene lugar el incremento del número y tamaño de las células.

Estudios anteriores ya apuntaban que, cuando la madre ingiere insuficientes alimentos durante el embarazo, se reduce en el feto la oferta de glucosa a otros tejidos para asegurar un aporte correcto al cerebro, lo que provoca un menor crecimiento fetal. Este mecanismo adaptativo se conoce como hipótesis del fenotipo ahorrador de Barker.

“Sin embargo, son menos conocidos los efectos de un desequilibrio entre grasas, proteínas e hidratos de carbono, es decir, el efecto durante la gestación del consumo de dietas occidentales que se alejan del tipo mediterráneo”, explica a SINC Francisco J. Sánchez-Muniz, investigador de la Universidad Complutense de Madrid y uno de los autores de este estudio.

De esta forma, el nuevo trabajo, que forma parte del Estudio Mérida -una macroinvestigación que analiza diferentes parámetros de los recién nacidos y sus madres-, revela que, cuando las gestantes asimilan cantidades adecuadas de energía, sus hijos tienen un peso normal al nacer, del orden de 3,3 kilogramos a 3,5 kilogramos.

“No obstante, más de la mitad de las mujeres consumen dietas de baja calidad que aportan muchos productos de origen animal ricos en grasas saturadas y pocos hidratos de carbono procedentes de verduras o legumbres. Además, más de la tercera parte sigue un patrón lejano al de la dieta mediterránea”, señala Sánchez-Muniz. “Es destacable que las mujeres durante el embarazo no cambian la forma de comer ni la calidad de su dieta”.

Los efectos de una dieta incorrecta

Los expertos afirman que cuando una mujer come de forma inadecuada durante el embarazo, el niño nace con un perfil diabetogénico, es decir, que tiene elevados en suero la glucosa, la insulina y un marcador de resistencia a ésta. Esto confirma la influencia de la dieta sobre el desarrollo del páncreas fetal y sobre la concentración de glucosa e insulina al nacer.

“Es importante concienciar a las madres de la importancia de comer bien durante la gestación, con dietas equilibradas de tipo mediterráneo”, comenta el investigador. “También urge continuar los estudios en esta misma población para conocer cómo evolucionarán en el tiempo los niños y así evitar o, al menos paliar, el desarrollo de estas enfermedades de alta prevalencia en nuestra sociedad”.

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La dieta mediterránea y los hábitos saludables mejoran la fertilidad

Expertos del Centro Médico de Reproducción Asistida (CREA) han indicado que seguir la dieta mediterránea y asumir hábitos saludables, como hacer ejercicio moderado de forma regular, dejar el tabaco y el alcohol y evitar el estrés, influyen de forma positiva en la mejora de la capacidad reproductiva.

La codirectora de CREA, la doctora Carmen Calatayud, ha explicado que diversos estudios confirman que la dieta mediterránea, rica en verduras, legumbres, aceite y pescado está relacionada con una disminución de los problemas disovulatorios, una mejora en el desarrollo embrionario y fetal, y un aumento, por tanto, de la tasa de gestación en los ciclos de reproducción asistida.

Además, ha advertido de que el estrés, las dietas desequilibradas, los hábitos tóxicos y la vida sedentaria son factores negativos para la fertilidad; mientras que el consumo moderado de café “no parece que altere la capacidad reproductiva, si bien la mayoría de las sociedades aconsejan limitar el consumo de cafeína en las mujeres embarazadas o que estén intentando conseguir gestación”.

El estrés también tiene sus efectos nocivos sobre la fertilidad, ya está relacionado con la situación personal o profesional del individuo o con el diagnóstico y tratamiento de la esterilidad. Se ha observado que el pronóstico de los tratamientos de reproducción asistida es peor en mujeres sometidas a altos niveles de estrés.

En el caso del varón, el estrés puede alterar la calidad seminal y se erige como la principal causa de abandono de los tratamientos de reproducción asistida. “Por estas razones, es importante que las parejas puedan tener un adecuado asesoramiento psicológico en relación a las alteraciones emocionales ligadas a la esterilidad”, ha recomendado la doctora.

Tabaco y alcohol

Por otro lado, desde CREA destacan los indicios “suficientemente alarmantes” de los efectos nocivos del tabaco sobre la fertilidad e invitan a los pacientes a “a abandonar su consumo, desmontando la extendida y falsa creencia de que en caso de embarazo, es peor la ansiedad provocada por no poder fumar, que el hábito tabáquico moderado”.

En concreto, alertan de que en la mujer el tabaco afecta negativamente a nivel de ovario, trompa, útero, embrión, feto y recién nacido. También hay evidencias de un efecto deletéreo del tabaco sobre la espermatogénesis en el hombre.

En cuanto al alcohol, su consumo se ha relacionado en el caso de la mujer con retraso del crecimiento folicular, alteración de la maduración del ovocito, disminución de la fertilidad, menor tasa de fecundación e implantación y aumento de abortos. Respecto al hombre, la ingesta alcohólica se traduce en una reducción de la cantidad y movilidad de los espermatozoides, así como en un aumento de espermatozoides anormales.

Con todos estos datos, “podríamos decir que existen pruebas suficientes para recomendar a las parejas que tratan de quedar embarazadas que deben limitar e incluso abstenerse de consumir alcohol antes de la concepción y durante el embarazo”, señala Calatayud.

Actividad física y peso

Asimismo, la actividad física moderada practicada de forma regular puede ser beneficiosa para la salud reproductiva por el efecto que tiene en el control del peso, en la disminución del estrés y en el aumento de la autoestima. Por el contrario, alerta la doctora Calatayud, “el exceso de actividad física puede aumentar el riesgo de infertilidad, debido a alteraciones en el eje hipotálamo-hipofisario, responsable del equilibrio y funcionalidad hormonal”.

También la obesidad puede afectar negativamente a las funciones del ovario, a la calidad ovocitaria y endometrial, y a la ovulación, mientras que la mujer con bajo peso pude presentar retraso en la menarquia, anovulación y alteración de los ciclos menstruales.

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Expertos destacan la importancia de formar a los consumidores para mejorar la salud y los estilos alimenticios

Así lo han asegurado la secretaria general de Agricultura y Alimentación del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MARM), Isabel García Tejerina, el director general de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), Horacio González Alemán, la directora de Comunicación de FIAB, Clara Pi, y la jefe de la Unidad de Nutrición del Hospital Universitario La Paz, Carmen Gómez Candela, durante el transcurso del I Workshop ¿La alimentación española cuenta con la reputación que merece?, realizado por FIAB con la colaboración del MARM.

Todos ellos, han subrayado la “buena reputación” internacional que tiene el sector agroalimentario español, aunque han avisado de que los consumidores necesitan tener una “mayor y mejor” información sobre los productos que hay. Por ello, han pedido a los medios de comunicación que tengan un especial cuidado con las alarmas alimentarias que en ocasiones se publican ya que, según han apostillado, algunas de ellas no se ajustan a la realidad.

En este sentido, la secretaria general ha recordado que el sector agroalimentario es el primer sector industrial y uno de los “más dinámicos” que hay en España. De hecho, aporta el 7,8 por ciento del PIB, por delante del sector del automóvil, es el principal sector de exportación y es de los que más puestos de trabajo mantiene a pesar de la crisis económica.

“Estamos en los mercados internacionales con la máxima garantía de salud, y es que el sector de la alimentación y bebidas es un abanderado de la marca española y un motor económico”, ha afirmado la secretaria general para insistir en que, pese a ello, es necesario cuidar mejor la alimentación a nivel nacional debido a que en los últimos años se está viendo “desvirtuada”.

Óptimos niveles de seguridad de los alimentos españoles

En esta misma línea se ha pronunciado el director general de FIAB, quien ha aseverado que los productos españoles están en unos niveles de seguridad que “ya quisieran otros países como Alemania”. Además, ha recordado que, a diferencia de otros estados, la producción alimenticia española está ligada a una “cultura alimentaria”.

Por este motivo, González Alemán ha mostrado su deseo de que las industrias de alimentación y bebidas españolas sigan siendo “la palanca” de la recuperación económica gracias a su buena reputación a nivel internacional y a que sigue manteniendo el empleo a pesar de la crisis.

Ahora bien, este experto ha recordado que uno de los principales problemas alimentarios que hay actualmente en España es la elevada tasa de obesidad de la población infantil, al tiempo que ha informado de que para combatir este hecho no hay que subir los impuestos de los alimentos y bebidas sino que, a su juicio, basta con “formar e informar” a los consumidores desde pequeños.

En este sentido, la jefa de la Unidad de Nutrición del Hospital La Paz de Madrid ha comentado que el 40 por ciento de la salud de una persona depende de su estilo de vida y ha lamentado que actualmente se esté gastando “mucho dinero” en tratar las enfermedades relacionadas con estos hábitos y muy poco en las medidas de prevención.

“Vivimos más que nunca pero nos estamos enfrentando a nuevas enfermedades asociadas a los estilos de vida que estamos realizando. Lo importante no es penalizar a los alimentos, sino ver las cantidades y las frecuencias de su consumo”, ha señalado la Dra. Gómez Candela, para advertir de que, aunque la dieta española es una de las mejores, los ciudadanos españoles están comiendo de una forma “desequilibrada” favorecida por el sedentarismo.

Dicho esto, la experta en nutrición ha negado algunos mitos que están extendidos en la sociedad como, por ejemplo, que el pan y el azúcar engordan o que este último, incluso, provoca diabetes. “Los alimentos no engordan si no que lo que engorda es el tipo de alimentación que se tiene conforme a la actividad física que se realiza”, ha subrayado para zanjar asegurando que tanto el pan como el azúcar son necesarios para llevar una dieta saludable.

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Comer huevos enteros puede mejorar el perfil de lípidos en la sangre

Incluir la ingesta de huevos enteros, es decir, comer la yema también, como parte de una dieta de pérdida de peso puede tener efectos positivos sobre los perfiles de lipoproteínas para los individuos con síndrome metabólico, enfermos con una variedad de factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar diabetes y enfermedad cardiovascular, según un nuevo estudio, publicado en Metabolism.

En esta investigación, hombres y mujeres de mediana edad con síndrome metabólico, esto es, de cintura grande, triglicéridos altos, colesterol HDL bajo, presión arterial alta y azúcar elevado en sangre, consumieron tres huevos enteros o una cantidad equivalente de sustituto de huevo sin colesterol al día como parte de una dieta para bajar peso restringida en carbohidratos.

Los investigadores no observaron efectos sobre el colesterol total en la sangre o los niveles de colesterol LDL después de 12 semanas en la dieta y todos los participantes, incluyendo los consumidores de huevos enteros, mejoraron los perfiles de lípidos gracias a la disminución de los triglicéridos en el plasma y el aumento del colesterol HDL.

“Comer yemas de huevo se asoció con mejores beneficios para la salud en estos individuos de alto riesgo”, explica la doctora María Luz Fernández, autora principal del estudio y profesora de la Universidad de Connecticut (Estados Unidos).

Así, esta experta destaca que los sujetos que consumieron huevos enteros tuvieron mayor aumento del colesterol HDL y una reducción más significativas en la proporción de colesterol LDL /HDL que los que comieron el sustituto de huevo sin colesterol.

Asocian bajos niveles de vitamina D con excesiva somnolencia durante el día

Sorprendentemente, esta correlación fue observada en una relación directa entre los pacientes de raza negra, es decir, menores niveles de vitamina D asociados con un mayor nivel de somnolencia en estos individuos.

“Si bien hemos encontrado una correlación significativa entre la vitamina D y la somnolencia, la relación parece ser más compleja de lo que habíamos pensado en un principio”, explica David McCarty, investigador principal del estudio, quien aboga por realizar ahora un estudio de seguimiento y profundizar en esta relación.

El estudio incluyó una serie consecutiva de 81 pacientes en clínicas del sueño que se quejaban de problemas de sueño y dolor inespecífico, todos ellos diagnosticados eventualmente con un trastorno del sueño, que en la mayoría fue de apnea obstructiva del sueño. Su nivel de vitamina D se midió por muestreo de sangre y la somnolencia se determinó con la Escala de Somnolencia de Epworth.

Según los autores, este es el primer estudio que demuestra una relación significativa entre la somnolencia y la vitamina D. A su juicio, se observó que es lógica esta relación por raza porque una mayor pigmentación de la piel es un factor de riesgo para un bajo nivel de vitamina D.

La investigación no fue diseñada para examinar la causalidad. Sin embargo, la investigación de los autores anterior y actual sugiere que los niveles por debajo de los considerados como óptimos de vitamina D pueden causar o contribuir a una somnolencia excesiva durante el día, ya sea directamente o por medio de dolor crónico.

Abusar de carbohidratos y azúcares puede aumentar el riesgo de deterioro cognitivo

De este modo, el estudio, financiado por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de EE.UU., destaca la importancia de seguir una dieta equilibrada, afirma el autor principal Rosebud Roberts, epidemiólogo de la Clínica Mayo, quien subraya la importancia de que la dieta sea equilibrada en cuanto a la proporción de proteínas, carbohidratos y grasas, “porque cada uno de estos nutrientes cumple una función importante para el organismo”.

Los investigadores hicieron un seguimiento de 1.230 personas de edades comprendidas entre los 70 y los 89 años, que proporcionaron información sobre su alimentación durante el año anterior. Un equipo especializado compuesto por médicos, enfermeras y neuropsicólogos evaluó la función cognitiva de los participantes en el estudio.

A los 940 que no mostraron signos de deterioro cognitivo se les pidió que volvieran a someterse a evaluaciones de seguimiento. Después de casi cuatro años de investigación, 200 de los citados 940 empezaron a mostrar un deterioro cognitivo leve así como problemas de memoria, lenguaje, pensamiento y juicio superiores a los habituales para la edad.

Así, quienes indicaron consumir las tasas más altas de carbohidratos al comienzo del estudio tenían 1,9 veces más posibilidades de desarrollar un deterioro cognitivo leve que aquellos con una ingesta inferior de carbohidratos. Por otro lado, los participantes con mayor consumo de azúcar tenían 1,5 veces más probabilidades de sufrir deterioro cognitivo leve que quienes indicaban los niveles más bajos.

Igualmente, las personas cuya alimentación era más rica en grasas presentaban un 42 por ciento menos de probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo con respecto a las personas con el nivel de consumo de grasas inferior, y quienes consumían alimentos con mayor contenido proteínico redujeron el riesgo a un 21 por ciento.

Teniendo en cuenta la ingesta total de grasas y proteínas, las personas con mayor consumo de carbohidratos tenían 3,6 veces más posibilidades de desarrollar un deterioro cognitivo leve. “Una ingesta alta de carbohidratos podría resultar nociva para el ser humano, porque los carbohidratos repercuten en el metabolismo de la glucosa y la insulina”, ha explicado Roberts.

Dicho esto, ha precisado que el azúcar estimula el cerebro, por lo que es “bueno” si se consume con moderación. “En cambio, un nivel de azúcar demasiado elevado puede impedir que el cerebro realmente utilice el azúcar, similar a lo que ocurre con la diabetes de tipo 2”, ha señalado.

Abusar de carbohidratos y azúcares puede aumentar el riesgo de deterioro cognitivo

De este modo, el estudio, financiado por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de EE.UU., destaca la importancia de seguir una dieta equilibrada, afirma el autor principal Rosebud Roberts, epidemiólogo de la Clínica Mayo, quien subraya la importancia de que la dieta sea equilibrada en cuanto a la proporción de proteínas, carbohidratos y grasas, “porque cada uno de estos nutrientes cumple una función importante para el organismo”.

Los investigadores hicieron un seguimiento de 1.230 personas de edades comprendidas entre los 70 y los 89 años, que proporcionaron información sobre su alimentación durante el año anterior. Un equipo especializado compuesto por médicos, enfermeras y neuropsicólogos evaluó la función cognitiva de los participantes en el estudio.

A los 940 que no mostraron signos de deterioro cognitivo se les pidió que volvieran a someterse a evaluaciones de seguimiento. Después de casi cuatro años de investigación, 200 de los citados 940 empezaron a mostrar un deterioro cognitivo leve así como problemas de memoria, lenguaje, pensamiento y juicio superiores a los habituales para la edad.

Así, quienes indicaron consumir las tasas más altas de carbohidratos al comienzo del estudio tenían 1,9 veces más posibilidades de desarrollar un deterioro cognitivo leve que aquellos con una ingesta inferior de carbohidratos. Por otro lado, los participantes con mayor consumo de azúcar tenían 1,5 veces más probabilidades de sufrir deterioro cognitivo leve que quienes indicaban los niveles más bajos.

Igualmente, las personas cuya alimentación era más rica en grasas presentaban un 42 por ciento menos de probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo con respecto a las personas con el nivel de consumo de grasas inferior, y quienes consumían alimentos con mayor contenido proteínico redujeron el riesgo a un 21 por ciento.

Teniendo en cuenta la ingesta total de grasas y proteínas, las personas con mayor consumo de carbohidratos tenían 3,6 veces más posibilidades de desarrollar un deterioro cognitivo leve. “Una ingesta alta de carbohidratos podría resultar nociva para el ser humano, porque los carbohidratos repercuten en el metabolismo de la glucosa y la insulina”, ha explicado Roberts.

Dicho esto, ha precisado que el azúcar estimula el cerebro, por lo que es “bueno” si se consume con moderación. “En cambio, un nivel de azúcar demasiado elevado puede impedir que el cerebro realmente utilice el azúcar, similar a lo que ocurre con la diabetes de tipo 2”, ha señalado.