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Casi la mitad de los niños españoles tienen exceso de peso

El estudio recoge datos actualizados de la prevalencia de la obesidad infantil en España y ha sido realizado en casi 8.000 niños y niñas de toda España. El objetivo de este análisis era disponer de datos precisos, mediante una metodología avalada por la OMS y comparable entre países, sobre la magnitud del problema que supone el exceso de peso (sobrepeso u obesidad) en la población infantil.

Hasta la fecha los únicos datos que se tenían eran los de estudio enKid, realizado hace más de diez años con una metodología distinta y con una participación menor (423 niños y niñas). También existía información de la Encuesta Nacional de Salud del año 2006, pero los datos obtenidos eran poco precisos al ser autoreferidos (sin medición ni pesaje comprobatorio por terceros).

Aunque los resultados de ALADINO arrojan que el exceso de peso infantil es superior al 45%, si se utiliza la metodología aplicada en enKid el resultado sería de una prevalencia de exceso de peso del 31,4%, lo que supone tan sólo un punto por encima de la obtenida hace diez años con ese estudio (30,4%). Por lo tanto, se constata que el exceso de peso en la población infantil española está estabilizado en los últimos diez años, si bien ahora se dispone de una información mucho más ajustada a la realidad.

Más en los niños que en las niñas

El 45,2% del exceso de peso detectado se reparte de la siguiente manera: el 26,1% corresponde a sobrepeso y el 19,1% a obesidad. Por género, los niños tienen más exceso de peso que las niñas (26,3% de sobrepeso frente a 25,9 y 22% de obesidad frente a 16,2).

El estudio también revela que tanto el sobrepeso como la obesidad afectan más a los niños y niñas que se desarrollan en entornos más desfavorecidos desde el punto de vista educativo y económico. De este modo, los niveles de sobrepeso y obesidad infantil en las familias con menos recursos están alrededor del 48%, lo que supone casi ocho puntos más que el exceso de peso detectado en las familias con más recursos.

Ocio audiovisual y lugar de comidas

Otro aspecto analizado por el estudio es el impacto del ocio audiovisual (presencia de ordenador, dvd, consola en la habitación de los menores) con el exceso de peso. Los datos recogidos indican que el porcentaje de niños y niñas con un peso normal es mayor cuando no disponen de este tipo de ocio en su habitación.

De esta forma, el 56,2% de los menores que no dispone de este tipo de ocio estaría en un peso saludable frente al 43,2% que tendría sobrepeso u obesidad. En cambio, el porcentaje de niños y niñas con exceso de peso es del 50,2% cuando sí disponen de ordenador, consola, etc. en su habitación y sólo el 48,9% estarían en su peso normal.

El estudio también ha analizado la relación entre el exceso de peso y el lugar donde se realiza la comida, bien en casa bien en el colegio. En este sentido, el porcentaje de niños y niñas que tienen un peso saludable es mayor entre los que habitualmente comen en los comedores escolares.

Entre los que comen en casa, el 51,7% tiene un peso normal y el 47,6% tiene exceso de peso. Entre los que comen en el colegio, el 56,3% tiene un peso normal y el 43% tiene sobrepeso u obesidad.

Conclusiones preliminares

Ante estos resultados, las conclusiones preliminares del estudio indican que aunque el exceso de peso en la población infantil española se ha estabilizado es necesario realizar intervenciones educativas dirigidas principalmente a las clases sociales con menores niveles de renta y de estudios para reducir las desigualdades en salud.

Además, deberán potenciarse las medidas encaminadas a modificar el entorno alimentario de los niños y niñas para hacerlo más saludable y, asimismo, facilitar la práctica de actividad física.

En este sentido, el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad confía en que la nueva Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición, recientemente aprobada, sea un instrumento de gran valor para favorecer hábitos de alimentación saludables, a tal efecto la Ley establece que la Estrategia NAOS (Estrategia de la nutrición, actividad física y prevención de la obesidad) será revisada con periodicidad quinquenal.

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España se sitúa a la cabeza de Europa en obesidad infantil

Las razones principales de este incremento, según el doctor Jaime Dalmau, coordinador del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría (AEP), se encuentran en el “cada vez más elevado nivel de sedentarismo, la alta ingesta de calorías procedentes de grasas y proteínas y el bajo consumo de frutas y verduras”. Pero más allá de los factores ambientales, se está investigando si la predisposición genética puede influir en el desarrollo de la obesidad, “puesto que los países del norte de Europa presentan una rutina de ejercicio y dieta semejante a la española, así como unos programas preventivos similares, pero sus porcentajes de niños obesos son ligeramente inferiores”, apunta en el marco del 60 Congreso Nacional de la Asociación Española de Pediatría que se celebra en Valladolid.

A juicio del doctor Dalmau, la obesidad constituye una enfermedad crónica, que una vez instaurada, resulta difícil de controlar sin la adopción de medidas concretas. Por ello, desde el Comité de Nutrición de la AEP se insiste en la detección precoz y en la importancia del seguimiento del niño-adolescente. No obstante, esta tarea no siempre es factible. Según el Dr. Dalmau, el principal escollo está “en el limitado tiempo de consulta por paciente. El control adecuado del niño con sobrepeso u obesidad requiere aumentar el número de visitas, algo que ni es viable actualmente ni está contemplado en los programas de salud más allá de los dos años. La mayoría de las comunidades autónomas disminuye el número de visitas a partir de los tres años para el control del niño sano, por lo que es más difícil detectar precozmente el sobrepeso”.

Por este motivo, el entorno escolar y familiar debe asumir un papel prioritario aunque, según los pediatras, son precisamente estos dos núcleos los que más han influido en las actuales conductas alimentarias de los menores. “La mayor parte de los problemas de sobrepeso en los niños procede de unos malos hábitos alimentarios que inculcan los padres”, asegura el doctor Antonio Jurado, presidente del Comité Organizador del Congreso. Y es que a veces el estrés y las prisas llevan a los padres a recurrir a la comida rápida y a la bollería industrial como parte de la dieta diaria de sus hijos, lo que poco a poco tiende a convertirse en una rutina alimenticia de la que es complicado salir. Para el doctor Jurado, “los padres deben ser los primeros en instaurar unos hábitos saludables, cambiando el tradicional bocadillo, en ocasiones hiperproteico e hipercalórico, por una pieza de fruta o un producto lácteo”.

En ocasiones, tan sólo con un pequeño cambio se pueden lograr resultados óptimos. “Eliminar el picoteo no nutricional (bollería, chucherías, frutos secos, etcétera) y aumentar el ejercicio físico son los primeros pasos para prevenir la obesidad”, subraya el doctor Dalmau.

La moda de las dietas

En el otro extremo de las conductas nutricionales actuales se encuentra la adherencia a dietas no controladas, una moda muy extendida sobre todo entre las niñas. “Los estudios indican que cada vez hay un mayor porcentaje de adolescentes que no están de acuerdo con su peso y que recurren a dietas que encuentran en las revistas o que les recomienda alguna amiga. Dietas sin rigor científico que provocan un desequilibrio dietético: se saltan comidas para después saciar el hambre abusando de alimentos calóricos como la comida rápida y la bollería industrial”, destaca el coordinador del Comité de Nutrición.

Por ello, los pediatras advierten de los riesgos de las dieta a niños que aún deben seguir creciendo. “La principal diferencia entre el tratamiento de la obesidad en un adulto y un niño es que este último se encuentra en pleno crecimiento y no debe limitar la ingesta de alimentos, sino aumentar el gasto calórico”, señala el Dr. Dalmau.

Las bondades del ejercicio

Una buena dieta debe ir acompañada por el ejercicio físico, fundamental en todas las etapas de la vida pero clave en la etapa del crecimiento del niño. El profesor Julio Ardura, presidente del Congreso, considera que existen muchos mitos relativos al ejercicio físico: “No hace falta ir al gimnasio, sino que con pequeños gestos como ir andando al colegio o subir las escaleras se está ejercitando el cuerpo”. El Congreso ha reservado un espacio para un evento deportivo que tendrá lugar el sábado por la mañana (10:00 a 12:00). Dirigido a niños, se organizarán competiciones de balonmano y baloncesto.

Los siete pecados de la nutrición

1. Abusar del picoteo no nutricional como frutos secos, chucherías, etc.

2. Déficit de ingesta diaria de verduras y hortalizas.

3. Consumo insuficiente de fruta.

4. Abuso del consumo de alimentos de alta densidad calórica por grasas.

5. Ingesta de hidratos de carbono de absorción rápida como la bollería industrial.

6. Elevado consumo de alimentos hiperproteicos.

7. Falta de ejercicio físico diario.

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El perfil del paciente obeso en Atención Primaria

Este estudio, que lleva por título Perfil del paciente obeso en atención primaria partió de la premisa de que, en la actualidad, existen “evidencias sólidas” que asocian la obesidad con una mayor prevalencia de procesos crónicos, “tales como enfermedades cardiovasculares, problemas respiratorios y osteoarticulares, constituyéndose como un factor de riesgo muy importante”.

Los autores de este trabajo, descriptivo y multicéntrico, se fijaron como objetivo el de determinar la prevalencia de factores de riesgo cardiovascular y de sintomatología respiratoria asociada en una población de pacientes afectos de obesidad mórbida.

Para tal fin, se utilizó una muestra de pacientes mayores de 18 años diagnosticados de obesidad mórbida, a los que se les recogieron datos antropométricos, analíticos, de hábitos tóxicos y de presencia de factores de riesgo cardiovascular, entre ellos, de hipertensión arterial, dislipemia, antecedentes de enfermedad cardiovascular, diabetes y su grado de control.

También se les medió la presencia de síntomas respiratorios, como ronquidos y apneas; se les hizo una escala de disnea, se les sometió a un test de somnolencia de Epworth; y se observó si había presencia de patología articular.

Entre los principales resultados se incluyeron 102 pacientes que presentaban un índice de masa corporal mayor de 40, con una media de 59 años y de los que el 73 por ciento eran mujeres. Los autores de este trabajo también han observado que fumaban un 14 por ciento de los pacientes, que el 73 por ciento tenía hipertensión arterial, un 44 por ciento presentaba dislipemia, un 29 por ciento diabetes y un 21 por ciento enfermedad cardiovascular.

Otros datos importantes extraídos de este estudio son los relativos al perímetro abdominal medio, que fue de 128,7 centímetros; un índice de masa corporal de 43,3; que la mitad de pacientes con enfermedad cardiovascular tenía un colesterol LDL (el colesterol malo) mayor a 2,5 mmol/l, y que un 60 por ciento tenía artrosis.

De igual modo, presentaban ronquidos el 82 por ciento de pacientes analizados, apneas nocturnas un 47 por ciento, cefalea matutina un 34 por ciento y disnea de grado II-III un 15 por ciento. A su vez, la escala Epworth detectó que un 45 por ciento tenía somnolencia leve y un 10 por ciento moderada.

Así, y tras cotejar todos estos datos, los autores de esta investigación han concluido que en este tipo de pacientes obesos que acuden a las consultas de atención primaria destaca una prevalencia “muy elevada” de factores de riesgo cardiovascular, un control “deficiente” en enfermos con antecedentes de enfermedad cardiovascular y una prevalencia también “elevada” de síntomas respiratorios y articulares.

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Genética, sedentarismo e irregularidad en las comidas son los principales motivos del alto índice de obesidad infantil en España

Un 23 por ciento de los menores en España tiene problemas de sobrepeso y tres factores contribuyen decisivamente a ello: la predisposición genética, el alto nivel de sedentarismo de los niños y el incumplimiento con los horarios de las comidas.

Estas son algunas de las conclusiones más importantes extraídas del Estudio OBICE (Obesidad Infantil en Redes Centinela), realizado con datos obtenidos de 106 consultas de pediatría de las Comunidades Autónomas de Valencia, Castilla-León, Asturias, Extremadura y La Rioja, y con niños situados entre los dos y los 14 años de edad.

“Los principales resultados del Estudio OBICE mostraron la importancia del entorno familiar en numerosas partes de España como un factor de riesgo para la obesidad”, explicaron los autores. Con “entorno familiar” se referían tanto a los antecedentes genéticos de los niños como a las malas costumbres adquiridas en casa.

Sedentarismo y malas costumbres

Asimismo, los autores del trabajo quisieron reflejar el “alto nivel de sedentarismo” que tienen los niños españoles. En este sentido, y según un reciente estudio de la Asociación Española de Pediatría, los adolescentes españoles están a la cabeza europea en sedentarismo, ya que uno de cada cuatro chicos no realiza ninguna actividad física, y apenas el 10 por ciento cumple las recomendaciones de practicar al menos una hora de ejercicio al día.

“A esto, hay que añadirle la costumbre que tienen muchos de ellos de ver la televisión consumiendo “snacks” y otros alimentos poco recomendables para una dieta sana. Este picoteo, según el Dr. Quiles, Jefe de la Unidad de Educación para la Salud del Servicio de Promoción de Salud de la Dirección General de Salud Pública de la Conselleria de Sanitat Valenciana, puede llegar a suponer entre un 20-25 por ciento de la energía diaria”.

“Contrariamente a lo que muchas personas creen, parece existir una asociación entre el número de horas de sueño a los 7 años y la obesidad, aquellos que duermen más de 10 horas son menos obesos en comparación a los que suelen dormir menos horas”, añadió este experto.

Hábitos alimenticios

Igualmente, el Estudio OBICE refleja los malos hábitos de los adolescentes referentes a los horarios de las comidas. Así, los autores reflejan la importancia que tiene el desayuno y la realización de cinco comidas al día, algo infrecuente entre los niños españoles. “Para luchar contra la obesidad infantil es preciso promover el desayuno como una de las principales comidas del día”, refleja.

Los hábitos alimenticios, que influyen en las preferencias de alimentos, el consumo de energía y la ingesta de nutrientes, se desarrollan normalmente durante la infancia, y en particular durante la adolescencia. Según el Dr. Quiles, “el entorno familiar y escolar tiene una gran importancia a la hora de determinar la actitud del niño hacia determinados alimentos y el consumo de los mismos”.

En este sentido, un estudio de este año, publicado en el International Journal of Obesity, expuso que el consumo de grasas saturadas “trans” (presente en bollería, principalmente) está relacionado con el aumento de peso “a corto plazo”.

“La dieta debe contener un gran variedad de alimentos para conseguir satisfacer los requerimientos nutricionales. Es importante distribuir la cantidad total de energía necesaria entre cuatro o cinco comidas. El desayuno es una comida importante que debe reforzarse en nuestra cultura hasta que sea capaz de aportar el 25 por ciento de la energía total necesaria, debiendo contener lácteos, cereales y fruta. Los adolescentes suelen saltarse comidas y desarrollar hábitos alimenticios irregulares. Una de las comidas que se saltan más frecuentemente es el desayuno. El desayuno tiene una importancia vital para proporcionar la energía y los nutrientes necesarios después del ayuno nocturno, y que contribuye a una mayor concentración y rendimiento en el colegio”, explica el Dr. Joan Quiles.

“Además -añade- si deseamos enriquecer en la merienda la dieta de los niños, las frutas nos aportarán una buena cantidad de vitaminas y agua sin incrementar excesivamente la carga energética”.

La privación de sueño podría generar un aumento de peso

Según el líder de este estudio, Christian Benedict, de la Universidad Uppsala, este trabajo sugiere que dormir el tiempo necesario podría prevenir el aumento de peso. “Nuestros descubrimientos demuestran que una noche de privación de sueño reduce el gasto de energía en hombres sanos, lo que sugiere que el sueño contribuye a la regulación del gasto de energía durante el día en los humanos”, señala.

Anteriores estudios habían vinculado la privación del sueño con la ganancia de peso y también habían demostrado cómo la interrupción del sueño también trastoca los niveles de estrés y de hambre relacionados con las hormonas durante las horas de vigilia.

Para ayudar a identificar los mecanismos exactos por los que una falta de sueño puede tener estos efectos, Benedict y su equipo sometieron a 14 estudiantes universitarios varones a una serie de “condiciones” de sueño -restricción del sueño, no permitir el sueño o un sueño normal- durante varios días. Después midieron los cambios en cómo comían, sus niveles de azúcar, sus niveles hormonales y los indicadores de sus tasas metabólicas.

Descubrieron que, incluso una sola noche de privación del sueño, ralentizaba el metabolismo la mañana siguiente, reduciendo el gasto de energía para tareas como respirar y digerir de un cinco a un 20 por ciento, en comparación con la mañana después de una noche de descanso.

Los hombres jóvenes tenían incluso mayores niveles matutinos de azúcar en sangre; de hormonas de regulación del apetito, como la grelina, y de hormonas del estrés, como el cortisol, tras una interrupción del sueño. Aún así, la pérdida de sueño no disparó la cantidad de comida que los hombres consumieron durante el día.

Diversos estudios han observado que la gente que duerme cinco horas o menos es más propensa a engordar y a sufrir enfermedades relacionadas con el peso, como la diabetes tipo 2. Sin embargo, estos estudios no prueban que la privación de sueño cause una ganancia de peso.

Los expertos dicen que “factores como el estilo de vida o la dieta podrían añadir riesgos de obesidad y que no está claro que la falta de sueño lleve a la obesidad”.

Para Sanford Auerbach, jefe del Centro de Trastornos del Sueño del Boston Medical Center, “la privación de sueño es un tema complejo, con medicación y otros asuntos que lo influencian también”, por lo que pide que “estos nuevos descubrimientos se valoren en su contexto”.

“Demuestran que nos adaptamos a la privación de sueño y que algunas de estas adaptaciones podrían, teóricamente, contribuir a la obesidad”, dice este experto, añadiendo que “no está claro cómo la falta de sueño crónica influencia los niveles hormonales”. La Fundación Nacional del Sueño recomienda que los adultos duerman entre siete y nueve horas cada noche.

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Identifican un gen regulador clave en la obesidad y la diabetes

Dado que la grasa juega un papel clave en la susceptibilidad a las enfermedades metabólicas como la obesidad, la enfermedad cardiaca y la diabetes, el estudio subraya el gen regulador como un posible gen candidato para futuros tratamientos para combatir estas enfermedades.

Se sabía ya que el gen KLF14 está vinculado a la diabetes tipo 2 y a los niveles de colesterol, pero hasta ahora se desconocía como hacía esto y el papel que tenían en el control de tres genes localizados más alejados en el genoma.

Los investigadores examinaron más de 20.000 genes en biopsias de grasa subcutánea de 800 mujeres gemelas voluntarias de Reino Unido. Descubrieron una asociación entre el gen KLF14 y los niveles de expresión de múltiples genes distantes descubiertos en el tejido graso, lo que significa que actúa como un interruptor clave para controlar estos genes. Esto se confirmó en una posterior muestra independiente de 600 biopsias de individuos islandeses.

Estos otros genes descubiertos que son controlados por KLF14 están en realidad vinculados a una variedad de características metabólicas, incluyendo el índice de masa corporal (obesidad, colesterol, insulina y niveles de glucosa), subrayando la interconexión de los rasgos metabólicos.

El gen KLF14 es especial en que su actividad se hereda de la madre. Cada persona hereda un conjunto de todos los genes de ambos padres. Pero en este caso, la copia de KLF14 del padre está desactivada, lo que significa que la copia de la madre es el gen activo, un proceso llamado impronta. Además, la capacidad de KLF14 de controlar otros genes dependía por entero de la copia de KLF14 heredada de la madre, la copia heredada del padre no tenía efecto.

Según explica Tim Spector, director del proyecto, “este es el primer gran estudio que muestra cómo pequeños cambios en un regulador clave pueden causar una cascada de otros efectos metabólicos en otros genes. Esto tiene un gran potencial terapéutico en particular y mediante el estudio de poblaciones grandes específicas como las de gemelos esperamos encontrar más de estos reguladores”.

Los autores señalan que KLF14 parece actuar como un controlador maestro de los procesos que conectan los cambios en la conducta de la grasa subcutánea ante alteraciones en los músculos y el hígado que contribuyen a la diabetes y a otros trastornos. “Estamos trabajando duro ahora que conocemos estos procesos y cómo podemos utilizar esta información para mejorar el tratamiento de estos trastornos”, concluye Mark McCarthy, coautor del trabajo.

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Barcelona acogerá el X Congreso de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO)

Coincidiendo con el vigésimo aniversario de la SEEDO (www.seedo2011.com), el presidente del Comité Organizador de este encuentro, el Dr. Xavier Formiguera, destaca que “deseamos ofrecer un congreso de alto nivel, tanto desde el punto de vista científico como social. Estamos muy ilusionados en poder ofrecer la ocasión de compartir y debatir los últimos avances científicos en el campo de la obesidad”.

Asimismo, hace especial hincapié en esos 20 años de historia: “una sociedad científica con veinte años de edad, aunque es joven, es ya una sociedad consolidada y madura. SEEDO ha demostrado con creces, a lo largo de esos veinte años, la valía de su labor, alcanzando un prestigio científico y social reconocido por todos”.

Además de cursos de formación pre congreso y de exposición de pósters, el programa científico incluye dos talleres que se impartirán el jueves 20 y el viernes 21 por la tarde, a la misma hora, para facilitar la participación del máximo número de asistentes, y que versarán sobre la metodología de la valoración de la composición corporal, la valoración del gasto energético, y las estrategias motivacionales para mantener la adherencia en el tratamiento de la obesidad.

Invitado de excepción en la conferencia inaugural

La obesidad es una de las principales dolencias a nivel mundial y sus cifras no son alentadoras, pues continúan creciendo. Según la “Encuesta Nacional de Ingesta Dietética Española (ENIDE) 2011”, cuyos resultados acaban de publicarse, un 56 por ciento de la población española adulta padece sobrepeso y obesidad (en concreto, cerca de un 17 por ciento de la población de España es obesa). Su alta comorbilidad con enfermedades como la diabetes, el síndrome metabólico y las cardiovasculares agrava esta situación.

La microbiota intestinal (o microflora intestinal) es un nuevo factor implicado en la regulación del peso y en el desarrollo de las patologías asociadas a la obesidad. Éste será precisamente el tema de la conferencia inaugural, a cargo del Dr. Patrice Cani, de la Université Catholique de Louvain (Bruselas), quien aportará novedosos datos en torno a la relación entre la obesidad y la alteración de la microbiota intestinal y, por tanto, en el desarrollo de inflamaciones.

En el marco del congreso también se darán a conocer las conclusiones del documento de consenso sobre la prevención y el tratamiento del sobrepeso y la obesidad, de la mano del Dr. Manuel Gargallo, secretario de la SEEDO, y también los resultados del Estudio ENRICA sobre la Epidemiología de la obesidad en España con la intervención del Dr. Fernando Rodríguez Artalejo, de la Universidad Autónoma de Madrid.

Cada vez más niños más obesos

En el caso de los más jóvenes, Estados Unidos sigue encabezando el ranking, con una tasa de obesidad del 13 por ciento. Pero España empieza a pisarle los talones. El nueve por ciento de los jóvenes españoles son obesos y uno de cada tres niños entre tres y 12 años tiene sobrepeso. Dada la gravedad de las cifras actuales, y porque hablar de obesidad infantil es hablar de la obesidad del adulto en el futuro, éste será otro de los temas clave en la X edición del Congreso de la SEEDO.

Diversos especialistas debatirán los principales factores que influyen en el aumento de las tasas y dónde están las claves para frenar su avance. Entre ellos destacan el Dr. Luis Moreno, director del Grupo de Investigación Nutrición, Alimentación, Crecimiento y Desarrollo de la Universidad de Zaragoza y considerado uno de los científicos líderes en la prevención de la obesidad (actualmente coordina un Programa Europeo para la Prevención de la Obesidad en el IV Programa Marco de la UE), y el Dr. Miguel Ángel Rubio, del Servicio de Endocrinología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.

Obesidad y riesgo cardiovascular

El aumento de la circunferencia de la cintura y la hipertensión arterial son factores de riesgo cardiovascular que están estrechamente ligados con la obesidad. En este apartado, aspectos como el tratamiento farmacológico del obeso diabético, el contenido lipídico de la dieta y la inflamación endotelial, el tratamiento de la hipertensión arterial, o el papel de la dieta en la prevención del síndrome metabólico, se analizarán de la mano de especialistas como el Dr. Francisco Pérez Jiménez, Jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, o el Dr. Emili Ros, Jefe de la Unidad de Lípidos del Hospital Clínic de Barcelona.

¿Nuestros genes son nuestro destino?

¿Hasta qué punto son decisivos factores como el ejercicio o la dieta? ¿Hay personas que están predestinadas genéticamente a ser obesas? ¿Cómo interactúan los genes de la obesidad con determinados factores ambientales? ¿Cómo han influido los cambios culturales en el aumento de la obesidad?

Diversos expertos intentarán dar respuesta a estas y otras cuestiones. Entre ellos, la Dra. Dolores Corella, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Valencia; el Prof. J.A. Timmons, del Royal Veterinary College de la Universidad de Londres (Reino Unido); el Dr. Carlos A. González, epidemiólogo del Instituto Catalán de Oncología de Barcelona (ICO); y el Dr. Jesús Contreras, catedrático de Antropología Social de la Universidad de Barcelona.

Obesidad: algo más que tejido adiposo

En el X Congreso de la SEEDO también habrá espacio para abordar otros temas, como el manejo del fracaso terapéutico en cirugía bariátrica, desde sus técnicas de reconversión al tratamiento de la hipoglucemia tras su aplicación, pasando por la importancia de la longitud del asa absortiva en la pérdida de peso obtenida mediante técnicas mixtas, o la hipoglucemia tras este tipo de cirugía.

El colofón del encuentro correrá a cargo de la Dra. Hannele Yki-Järvinen, catedrática de Medicina y Jefe de la Unidad de Diabetes de la Universidad de Helsinki (Finlandia), quien en la conferencia de clausura hablará sobre la esteatosis hepática, o hígado graso por el cúmulo de grasas en este órgano, una de las complicaciones del aparato digestivo más frecuentes en personas con obesidad.

La Dra. Yki-Järvinen estará acompañada por el Dr. Felipe Casanueva Freijo, Jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Complejo Universitario de Santiago (CHUS) y catedrático de Medicina de la Universidad Santiago de Compostela.

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Expertos reclaman políticas de prevención ante la epidemia de obesidad en España

En esta línea el experto aseguró que el problema es “de una gran gravedad” dado que “un niño obeso será automáticamente un adulto obeso” y la evolución de la patología “no tiene visos de frenarse si no de acelerarse”.

Por su parte, el presidente de la Sociedad Española de Endocrinología, Tomás Lucas Morante, aseguró que “más de la mitad de la población española tiene problemas de sobrepeso mientras que la obesidad como tal afecta al 28 por ciento de la población adulta, un índice superior al del conjunto de Europa”.

Actualmente, el 20 ciento de las niñas y el 30 por ciento de los niños de entre seis y 13 años tienen sobrepeso u obesidad, según el Dr. Eduardo Morejón, responsable de la Unidad de Obesidad y Nutrición de Clínica Londres.

Además Tomás Lucas alertó del “notable incremento” en los últimos años de la obesidad infantil cuyos índices en España están “a la cabeza de Europa”. “Si no ponemos remedio habrá generaciones futuras con esperanzas de vida menores que sus generaciones predecesoras”.

“Esto se debe fundamentalmente al poco consumo de frutas y verduras, a la poca actividad física, a desayunos poco saludables, mucho ocio televisivo, muchas horas frente a las consolas y el ordenador, así como a un consumo elevado de bebidas azucaras”, según el Dr. Morejón.

Tomás Lucas también hizo referencia a las enfermedades asociadas a la obesidad como una mayor incidencia de diabetes o la hipertensión e, incluso, de algunos tipos de cáncer.

A este respecto, el Dr. Eduardo Morejón, responsable de la Unidad de Obesidad y Nutrición de Clínica Londres, subrayó la relación que existe entre obesidad y cáncer aludiendo a “decenas” de trabajos de investigación que han confirmado este vínculo. “En la mujer suele desarrollarse el cáncer de mama mientras que en el hombre suele ser el de próstata” ha aclarado. “No obstante el cáncer de colon también se está investigando” afirmó.

Por ello el profesor Basilio Moreno, presidente de la Fundación de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, aseguró que tratar esta patología “es importante y rentable” de cara a evitar “enfermedades asociadas”.

Muy difícil de tratar

Sin embargo, Basilio Moreno, señaló que la obesidad es “una enfermedad muy difícil de tratar” y para la que en la actualidad se dispone de un único fármaco que evita la absorción de grasas.

Aunque el profesor Moreno evidenció la importancia de mejorar las normas de ingesta de alimentos, incrementar el ejercicio físico y mantener la conducta alimenticia, a veces el fármaco es necesario en los casos más graves.

Paralelamente, realizó una llamada de atención a la sociedad para que se conciencie del problema y apostó por la “prevención como arma más adecuada” para evitar la obesidad. “La prevención será lo único que pare esta epidemia”, sentenció Moreno al tiempo que apostó por la colaboración de otros profesionales con los endocrinos para tratar a los pacientes.

Aspecto psicológicos

El Dr. Morejón apuntó además, que “las personas que padecen sobrepeso y obesidad tienen en muchas ocasiones otros trastornos asociados tanto de índole psicológico como psiquiátrico. Así, suelen sufrir tanto trastornos afectivos como de personalidad o de conducta alimentaria”.

No obstante, matizó que “muchas veces estos problemas son secundarios” puesto que los inconvenientes psicosociales con los que se enfrenta el paciente adquieren para él más trascendencia. “Esta actitud condiciona mucho el éxito del tratamiento por lo que es recomendable que en estos casos el tratamiento médico vaya acompañado del que aporta un profesional que actúe sobre su conducta” resaltó.

Se acerca el verano y vuelven las dietas “yo-yo”

Por su parte, la doctora Susana Monereo, endocrinóloga del Hospital Universitario de Getafe, incidió en una campaña puesta en marcha este año con motivo del Día Europeo de la Obesidad contra las ´Dietas yo-yo´ que aumentan en época estival y de las que criticó sus efectos a largo plazo.

En concreto, señaló que con este tipo de dietas “se pierde masa muscular y se tiende a recuperar grasa junto con otro tipo de trastornos como la hipertensión y, con frecuencia, un trastorno de conducta alimentaria que suele ir hacia el atracón de hidratos de carbono”.

“Una dieta hipocalórica y monótona va a crear en el organismo una sensación constante de falta de energía, lo que llevará a almacenar reservas en cuanto la dieta vuelta a una cierta normalidad”, alertó Tomás Lucas Morente en referencia a que el 80 por ciento de las personas que sigue estas dietas recupera su peso inicial al concluirlas o, incluso, lo aumenta.

Por su parte, la Dra. Monereo indicó que “son dietas enormemente desequilibradas dado que una cosa es perder peso y otra es adelgazar. Adelgazar es perder grasa”. Por ello animó a las personas con sobrepeso a “buscar un buen profesional que ayude en el cambio del estilo de vida” y abandonar las dietas ´yo-yo´”.

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La leptina, presente en la leche materna, previene la obesidad y la diabetes

Así lo ha asegurado con motivo de la entrega del VII Premio Alimentación y Salud, que recibirá hoy jueves, día 26, a las 18:30 h. en el edificio Central de la Universidad de Navarra.

Para este científico, uno de los mayores especialistas de España en Nutrición y Genética, el mal funcionamiento de esta proteína se encuentra en la raíz de muchos problemas de obesidad: “Cuando la leptina funciona, ésta advierte a nuestro cuerpo que ya tiene suficientes reservas de grasa, haciendo que disminuya la sensación de hambre y aumente el gasto energético”.

Los estudios que comenzó con su equipo en el año 2000 le permitieron constatar que una de las causas más habituales de este mal funcionamiento de la leptina se encuentra en la carencia de su consumo durante la lactancia, “ya que la leptina está presente en la leche materna pero no en las leches artificiales. Nos dimos cuenta de esto cuando descubrimos que nuestro estómago contiene leptina ya desde el nacimiento, cuando casi somos incapaces de sintetizarla. Posteriormente, los estudios con niños lactantes maternos confirmaron que estos engordaban menos gracias a la leptina de la leche de sus madres”.

Respecto a otros factores de los padres que afectan a los hijos, el Dr. Palou recuerda que todavía no sabemos exactamente en qué proporción la alimentación de los padres influye en la salud de su descendencia: “Los genes son muy importantes, pero también la historia que cada uno de nosotros escriba con ellos. Con esto queremos decir que la alimentación en las etapas tempranas de la vida también produce modificaciones químicas en los genes, condicionando su expresión y su función”.

¿Comemos mejor que nunca?

Por otra parte, Andreu Palou confirma que a pesar de que en la actualidad se come mejor que nunca, hay un mayor control de los alimentos y la esperanza de vida ha aumentado, “encabezamos la lista de países europeos con mayor tasa de obesidad infantil, junto con Malta. Esta cuestión se explica, en parte, porque disponemos de mayor cantidad de alimentos, apetecibles, densos energéticamente y porque estamos perdiendo los principales rasgos de la dieta mediterránea”.

En este sentido, el nuevo Premio Alimentación y Salud de la Universidad de Navarra subrayó la gravedad de estos datos, “puesto que la obesidad infantil es, estadísticamente, garantía de obesidad en edades posteriores”.

La entrega de este premio se engloba en la I Semana de la Nutrición, organizada por el centro académico y la Cátedra Tomás Pascual Sanz. Con anterioridad, el experto participará en una mesa redonda con discípulos suyos, moderada por el catedrático de Nutrición, Alfredo Martínez Hernández.

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Causas de la obesidad y del aumento de su incidencia en los últimos años

En el marco de las 5ª Jornadas de Actualización Nutrición e Índices de Salud, organizadas por la Cátedra Tomás Pascual Sanz – Universidad de Navarra, y dentro del Acto de Entrega del Premio Alimentación y Salud, la Prof. Catalina Picó pronunció la ponencia Causas de la obesidad y del aumento de su incidencia en los últimos años, que recogemos a continuación.

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Nutrigenómica y prevención de la obesidad: de las proteínas desacoplantes a la leptina

En el marco de las 5ª Jornadas de Actualización Nutrición e Índices de Salud, organizadas por la Cátedra Tomás Pascual Sanz – Universidad de Navarra, el Prof. Andreu Palou impartió la Conferencia Magistral titulada Nutrigenómica y prevención de la obesidad: de las proteínas desacoplantes a la leptina, que recogemos a continuación.

Algunos componentes del café pueden prevenir la obesidad y proteger frente a las complicaciones derivadas de la diabetes

Algunos compuestos del café, como la cafeína y los ácidos clorogénicos, pueden prevenir la obesidad y evitar la glicación avanzada de proteínas, protegiendo frente a las complicaciones y dolencias derivadas de la diabetes. Estas conclusiones se desprenden de los resultados del estudio Efecto terapéutico del café en la glicación avanzada de proteínas y la prevención de complicaciones de la diabetes, realizado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Granada como proyecto de investigación ganador de la II Beca Café, salud y nutrición, y se vienen a sumar a otras evidencias científicas previas en torno a los efectos metabólicos del café y su carácter preventivo frente a la obesidad y la diabetes.

Los autores de la investigación, que incluyó un estudio in vitro e in vivo realizado con ratas diabéticas obesas Zucker, constataron que el consumo de café permite un control efectivo del peso corporal y puede ayudar a prevenir la obesidad. El consumo de café, tanto verde como tostado, propició una menor ganancia de peso corporal, que se asoció al efecto lipolítico de la cafeína. Además, los tratamientos con extractos de café disminuyeron el peso del hígado de las ratas diabéticas obesas, lo que sugiere una mejora en el metabolismo de los lípidos.

Según los resultados del estudio, los ácidos clorogénicos de café verde podrían evitar la formación de productos de glicación avanzada, involucrados en el desarrollo de dolencias asociadas a la diabetes como la retinopatía, la nefropatía y las enfermedades cardiovasculares. El extracto de café verde en las dosis ensayadas (equivalentes a la ingesta de ácidos clorogénicos por consumo moderado de café) presentó un efecto antiglicante tanto en el estudio in vitro como en el in vivo.

Aunque para logar la formulación de una bebida funcional que prevenga de las enfermedades asociadas a la edad y la glicación avanzada de las proteínas séricas es necesario seguir investigando, el café verde ha demostrado tener un gran potencial en este sentido.

El estudio ha sido realizado por el equipo de investigación dirigido por María Dolores del Castillo, Investigadora Científica del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación del CSIC (CIAL, CSIC-UAM) y ganadora de la II Beca Café, salud y nutrición, otorgada por la Federación Española del Café y la Fundación Española de la Nutrición en 2009. El equipo de investigación ha estado compuesto por: Mónica Ullate, Miryam Amigo-Benavent y José Manuel Silván, del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación del CSIC; Francisco José Morales, del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición del CSIC; y por Laura Campaña Martín y María Dolores Mesa, de la Universidad de Granada.