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Los expertos reclaman un Registro Nacional de Diabetes tipo 2 ante la gravedad creciente de esta enfermedad

Los expertos reclaman la creación de un Registro Nacional de Diabetes tipo 2 que, en el marco de la Estrategia en Diabetes del Sistema Nacional de Salud, recoja sistemáticamente datos epidemiológicos, de diagnóstico, de atención y de complicaciones de esta enfermedad crónica, cuya gravedad se incrementa cada año en nuestro país tanto en número de casos como de riesgos asociados a ella.

Esta petición es la principal conclusión del informe La diabetes tipo 2 en España: estudio crítico de situación, presentado recientemente en Madrid y elaborado por la Fundación Gaspar Casal con el apoyo de Novo Nordisk. Dicho informe propone, un sistema centralizado que, partiendo desde la atención primaria hacia la especializada, esté coordinado también con el servicio farmacéutico, la atención a mayores y el resto de agentes que puedan reportar información sobre la prevalencia y el desarrollo de la enfermedad. El Registro se convertiría, así, en una herramienta extraordinariamente eficaz para gestionar todas las fases del abordaje de la diabetes tipo 2: prevención, diagnóstico, atención organizada, valoración de posibles complicaciones y rehabilitación.

Según Juan del Llano, director de la Fundación Gaspar Casal y uno de los autores del informe, “éste surge por la contradicción existente entre la consideración de la diabetes tipo 2 como la gran epidemia del siglo XXI en los países desarrollados y la dispersión, fragmentación y falta de coordinación de las fuentes de información que deberían permitirnos conocer su situación”. Por ello, La diabetes tipo 2 en España: estudio crítico de situación recopila todas estas fuentes (principalmente las diferentes ediciones de la Encuesta Nacional de Salud, la Encuesta Europea de Salud y el estudio di@betes) y las analiza desde los puntos de vista metodológico y de resultados, poniendo de manifiesto sus bondades y sus carencias.

Entre estas últimas, el informe llama la atención sobre el hecho de que ni siquiera existan “datos homogéneos en cuanto a la propia medición de la prevalencia de la enfermedad en España, lo que ha llevado tradicionalmente a subestimar la realidad del problema”. No obstante, considera que esta cuestión ha comenzado a solventarse con el mencionado estudio di@betes, según el cual son más de 4,6 millones las personas con diabetes tipo 2 en España, en torno al 12% de la población, si bien esta cifra podría estar sobreestimada por el tipo de metodología empleada. Dicho porcentaje se divide, a su vez, entre el 8,1% de pacientes a los que se les ha diagnosticado la enfermedad y el 3,9% que ignora que la padece.

Repercusión de la crisis en el abordaje de la diabetes tipo 2

El informe no olvida el actual contexto económico de nuestro país, destacando que, “aunque la prevención puede evitar en gran medida la progresión de la diabetes tipo 2, la crisis está suponiendo un freno a las expectativas de inversión en este importante apartado, lo que puede tener consecuencias a medio plazo. Así, la falta de concienciación de la población en cuanto a la observancia de buenas prácticas de hábitos de vida y alimentación puede estar condicionando las cifras futuras de desarrollo de esta enfermedad”.

“Sin embargo -continúa el estudio-, la crisis no debe ser un obstáculo para el desarrollo de un sistema de información coordinado institucional y territorialmente, ya que su despliegue puede contribuir a la mejora de la gestión de la enfermedad desde un punto de vista de racionalización de costes” (se estima que la diabetes tipo 2 es responsable, directamente o por sus complicaciones asociadas, de la ocupación del 20-30% de las camas hospitalarias y del 6,3-7,4% del gasto sanitario nacional; y el hecho de que actualmente sea una enfermedad sin cura no permite prever una reducción de dicho gasto a corto plazo).

Durante la presentación del informe, Manuel Aguilar, director del II Plan Integral de Diabetes de Andalucía y Jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Puerta del Mar de Cádiz, ha puesto como ejemplo de sistema de información coordinado el actual registro andaluz de historiales electrónicos de pacientes con diabetes. Asimismo, tras defender la creación de un registro nacional, ha apostado por la integración de este en un registro europeo que haga posible el seguimiento de la enfermedad a nivel continental, en un momento en el que, según la Hoja de Ruta de Copenhague, son ya 35 millones los ciudadanos de la UE con diabetes, y se espera que alcancen los 43 millones en 2030.

En cualquier caso, pese a la falta de homogeneidad de la información sobre diabetes tipo 2 a nivel regional, el informe de la Fundación Gaspar Casal resalta la labor que se está realizando en el seguimiento de la enfermedad en las diferentes comunidades autónomas. Así, el 73,7% de ellas cuentan con sistemas de información o registros específicos sobre diabetes tipo 2; el 89,5%, con programas de atención al diabético en Atención Primaria, y el 84,2%, con protocolos para su seguimiento en el resto de niveles de atención. En el ámbito formativo, el 94,7% de las comunidades autónomas disponen de programas de educación diabetológica y el 63,2%, de equipos específicos para impartirla.

Prevalencia de la enfermedad por tipologías

En lo que a estadísticas de prevalencia por tipologías se refiere, La diabetes tipo 2 en España: estudio crítico de situación hace un repaso exhaustivo de todas las existentes en nuestro país, contrastándolas para extraer conclusiones globales. Establece, así, que no existen grandes diferencias por sexos (el 49,6% de los pacientes con diabetes tipo 2 son hombres y el 50,4% mujeres) ni por hábitat rural o urbano, si bien, a medida que aumenta la edad de la población, se incrementa también la prevalencia. Por estado civil, la mayoría de las personas con diabetes tipo 2 están casadas (57,7%), aunque destaca el elevado porcentaje de viudez (27,4%), quizá por esa mayor prevalencia en la tercera edad.

El informe llama la atención de forma expresa sobre el carácter inversamente proporcional de la prevalencia respecto al nivel de estudios y sobre la baja adherencia de los pacientes a los programas de educación sobre salud, advirtiendo que la mayoría de ellos no modifica sus hábitos de vida al serle diagnosticada la enfermedad, como hacer ejercicio o perder peso. El número de obesos entre las personas con diabetes tipo 2 es más del doble que el de quienes no la padecen (35,5% frente al 15,9%). Igualmente, solo el 7,9% de los pacientes realiza semanalmente alguna actividad física intensa, frente al 22,4% del resto.

Ante datos como estos, Fernando Rodríguez Artalejo, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, se ha referido a “un triple reto en el abordaje de la diabetes tipo 2 en España: un reto de salud pública, por las diferencias sociales en la prevalencia, lo cual es claramente injusto para las personas con menos recursos; un reto a mitad de camino entre la salud pública y lo clínico, por las deficiencias en la dieta de los pacientes, que comen como el resto de la población, es decir, con una ingesta excesiva de ácidos grasos saturados y azúcares; y un reto clínico, por ser muy mejorable el control de las complicaciones asociadas a la enfermedad”.

En este sentido, Jesús Millán, presidente del patronato de la Fundación Gaspar Casal, ha apuntado que “la diabetes tipo 2 no solo conlleva un importante riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, que son, a su vez, la principal causa de muerte en nuestro país, sino que, directamente, es la primera causa de ceguera, enfermedad renal terminal y amputaciones no traumáticas de miembros inferiores entre la población adulta española”.

De todas estas complicaciones, los expertos han puesto especial énfasis en las amputaciones de miembros inferiores, dado que la tasa de 3,19 por cada 1.000 habitantes con diabetes tipo 2 que presenta España solo es superada a nivel mundial por Estados Unidos. “Datos tan graves como este -ha señalado Alfonso Rodríguez, Director General de Relaciones Institucionales de Novo Nordisk- hablan por sí solos de la importancia de que los pacientes se tomen muy en serio la adherencia a los tratamientos.

El informe de la Fundación Gaspar Casal concluye con una referencia al registro de Defunciones por Causa de Mortalidad de 2010 del Instituto Nacional de Estadística, según el cual la tasa de mortalidad total por causa de diabetes en España es de 21,26 personas por cada 100.000 habitantes, siendo ligeramente superior la femenina que la masculina.

En marcha un estudio sobre la identificación de propiedades saludables en las etiquetas de los alimentos

El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) participa en un proyecto de investigación financiado por la Unión Europea sobre las declaraciones de propiedades saludables que aparecen en las etiquetas de los alimentos.

El proyecto, con las siglas en inglés CLYMBOL (el papel de las declaraciones de propiedades saludables y de los símbolos asociados, en el comportamiento del consumidor), investiga cómo interpretan los consumidores la información sobre propiedades saludables en las etiquetas de los alimentos y cómo afectan a su comportamiento de compra y consumo.

Las declaraciones de propiedades saludables y los símbolos que las describen, son mensajes en las etiquetas de los alimentos que afirman, sugieren o dan a entender una relación directa entre un alimento determinado o uno de sus componentes, con la salud. Por ejemplo: “La vitamina A ayuda al buen funcionamiento del sistema inmunológico”. Sirve para ayudar a los consumidores a identificar aquellos alimentos que suponen una opción saludable, pero se sabe muy poco sobre como influyen esas informaciones en el comportamiento de compra del consumidor.

La doctora Azucena Gracia de la Unidad de Economía Agroalimentaria del CITA, organismo perteneciente al Departamento de Industria e Innovación, lidera el grupo de trabajo español que está coordinado con el del resto de centros europeos. Este equipo europeo está trabajando para crear un conjunto de metodologías que permitan estudiar el impacto de las declaraciones de salud en el comportamiento del consumidor, basándose en los últimos avances de la ciencia cognitiva y conductual. Para ello, se están realizando diferentes estudios entre los que se incluyen encuestas, experimentos en supermercados y experimentos de elección.

Con una duración prevista de cuatro años, CLYMBOL también elaborará unas directrices encaminadas a unificar las informaciones de las propiedades saludables y sus símbolos, teniendo en cuenta las diferencias entre los diversos tipos de consumidores y entre los países de la Unión Europea.

El consorcio CLYMBOL obtuvo una financiación de 2,9 millones de euros dentro del tema Alimentos, agricultura y pesca, y biotecnología del Séptimo Programa Marco (7PM) de Investigación de la Unión Europea. El equipo reúne a 14 socios de 9 países europeos: Dinamarca, España, Hungría, Bélgica, Alemania, Países Bajos, Suecia, Reino Unido y Eslovenia, líderes en campos como la psicología cognitiva del consumidor, economía, marketing, nutrición y salud pública. El CITA de Aragón es el único organismo que interviene por parte de España.

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El Hospital de Guadalajara publica el primer caso de una mutación de diabetes no descrita a nivel mundial

La Dra. María Alija, pediatra del centro hospitalario, explica que se da el caso de que el padre y cuatro de sus hijos de 12, 13, 18 y 21 años comparten una nueva mutación de diabetes monogénica (denominada Mody 3). Además, el padre y el hijo de 21 años presentan, al mismo tiempo, una mutación ya descrita previamente de otra diabetes monogénica, (Mody 2). “Es muy raro que se manifiesten los dos tipos de diabetes de forma simultánea. Hasta el momento no existían referencias de esta nueva mutación ni ninguna familia que compartiese las dos mutaciones”, destaca la Dra. Alija.

La diabetes tipo Mody es autosómica dominante, por eso es frecuente encontrar tres generaciones de una misma familia afectadas, y suelen debutar en la segunda década de la vida y generalmente la variante Mody 2 tiene un buen pronóstico, según detalla la pediatra. Sin embargo, la Mody 3 se comporta como una diabetes tipo 1, precisando a la larga la administración de insulina para su control, y compartiendo con ésta las complicaciones asociadas (generalmente microvasculares).

Al estudiar a todos los miembros de la familia y comprobar los insólitos resultados “constatamos que se trataba de una nueva variante no catalogada a lo que se añadía la presencia, en la misma familia y en un mismo individuo de dos mutaciones para dos tipos distintos de diabetes monogénica, de lo que tampoco existen referencias previas” señala la pediatra.

Ahora los especialistas están expectantes acerca de la evolución que presentará la diabetes en los miembros de esta familia para saber si se parece más a una diabetes Mody 2 o a una Mody 3. Hasta el momento, se están manifestando como la primera variante y no precisan de la administración de insulina para su control.

La tendencia natural de combinar alimentos por su sabor favorece una alimentación equilibrada

La boca es un órgano “somatosensorial, muy sensible, posiblemente el más sensible en el cuerpo”, afirma Paul Breslin, de la Universidad de Rutgers y el Centro Monell Chemical Senses.

La forma en que sentimos los alimentos en la boca tiene mucho que ver con la comida que elegimos. Ello podría explicar el atractivo de los aderezos para ensaladas, con sus característicos ácidos y aceites, por ejemplo, o el jengibre que acompaña al “sushi” y el refresco con hamburguesas y patatas fritas.

Para averiguar por qué ciertos alimentos opuestos combinan tan bien, Breslin, Catherine Peyrot des Gachons, y sus colaboradores, mostraron que las bebidas poco astringentes -en este caso bebidas con extracto de semilla de uva, un ingrediente del té verde y sulfatos de aluminio- se perciben como astringentes tras repetidos sorbos. Cuando se combinan con carne, por ejemplo, estas bebidas contrarrestan la sensación resbalosa que acompaña a la grasa.

Esta tendencia natural de buscar el equilibrio en la boca podría tener beneficios para el mantenimiento de la diversidad de los alimentos de nuestra dieta, señala Breslin, quien afirma que “la oposición entre la sensación grasa y astringente nos permite comer alimentos ricos en grasas más fácilmente si se ingieren alimentos astringentes con ellos”.

El consumo de un extracto de fruta tras la ingesta de pan blanco podría ayudar a reducir el riesgo de sufrir diabetes

El consumo de un extracto de fruta rica en polifenoles y fibra, tras la ingesta de pan blanco, podría contribuir a reducir el riesgo de sufrir diabetes, afirma Mar Armengol Bellapart, graduada de la VII edición del Máster Europeo en Alimentación, Nutrición y Metabolismo (E-Menu) de la Universidad de Navarra, que ha llegado a esta conclusión tras su estudio sobre los efectos de un extracto de fruta en la glucosa postprandial, el gasto energético y la saciedad.

El trabajo fue desarrollado como parte de su proyecto fin de máster, en el Functional Food Centre de la Universidad de Oxford Brookes, con la que el centro pamplonés mantiene un acuerdo.

Según explica la investigadora, el proceso que se siguió fue el siguiente: diez voluntarias, todas ellas mujeres sanas, acudieron al Functional Food Centre en ayunas en tres ocasiones, donde se les realizaron tres test. Cada una debía consumir una determinada cantidad de pan blanco y un vaso de agua mezclado o no con una dosis baja o alta de extracto de frutas. Tras la ingesta, se medían las variaciones de la glucosa, el gasto energético y la saciedad a lo largo de tres horas, y se comparaban los datos obtenidos de cada voluntaria en los distintos cuestionarios.

Los resultados del análisis fueron “inesperados”, tal y como explica Armengol. Así como en la saciedad no se observaron cambios importantes, no sucedió lo mismo con la glucosa y el gasto energético. “Hemos comprobado que, cuando tomaban el extracto de frutas, la glucosa se mantenía más estable e incluso el pico máximo se reducía aproximadamente a la mitad, que cuando sólo consumían pan”, explica.

Con los resultados del gasto energético sucedió algo parecido: “Al consumir la dosis baja de extracto de fruta, este en reposo disminuía, frente a nuestra hipótesis previa que suponía que aumentaría debido a una digestión más larga. Por lo que deducimos (y así lo confirman algunos estudios) que el sabor desagradable del extracto de fruta tiene mucho que ver en la reducción del gasto energético”. Sin embargo, la investigadora muestra prudencia ante los resultados obtenidos, “ya que se trata de conclusiones previas de un estudio más amplio”.

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Alergólogos españoles desarrollan un chip para el diagnóstico de alergias alimentarias

Se trata de un dispositivo pionero en España, ya que, además de su mayor capacidad, este chip diagnóstico se ha adaptado a la población que reside en España, a diferencia de otras plataformas existentes ya comercializadas y diseñadas para la población de países centroeuropeos. Esta es una gran ventaja ya que los alimentos o componentes alimentarios que inducen a alergias en la población en España son diferentes a los que las producen en centroeuropa.

Este sistema diagnóstico y de investigación va a permitir disponer de una gran fuente de proteínas alimentarias purificadas y naturales, extraídas directamente de los alimentos u obtenidas en laboratorio mediante técnicas de ingeniería genética.

Ello va a permitir, además, desarrollar una línea de trabajo que determine, de forma precisa, el tipo de alergia que tiene el individuo, y seleccionar aquellos pacientes que puedan ser candidatos a posibles vacunas, como el caso de la alergia al melocotón, uno de los frutos que con mayor frecuencia están implicados en alergias alimentarias.

Mediante una muestra de sangre

El análisis se realiza mediante una pequeña muestra de sangre y permite testar un centenar de proteínas diferentes y usar las más relevantes o con mayor capacidad de inducir alergias en la población española.

Mientras que en la edad infantil las alergias más frecuentes son las derivadas de las proteínas de la leche, el huevo y el pescado, en los jóvenes y en adultos son las de origen vegetal, tales como verduras, frutas (melocotón, manzana, pera o albaricoque) y frutos secos (cacahuetes y avellanas).

Este dispositivo también permite estudiar otro tipo de reacciones inmunológicas como las que ocurren en pacientes con manifestaciones gastrointestinales producidas por alimentos en donde participan mecanismos inmunológicos, y va a suponer grandes ventajas, pues hay muchos individuos con dietas muy restrictivas, o personas que continúan con manifestaciones alérgicas, porque hay muchas proteínas comunes similares que se confunden.

Precisión del chip y desarrollo de vacunas

Además, la precisión del chip va a impulsar la investigación dirigida al desarrollo de vacunas, ya que se podrá conocer con exactitud el grupo de alimentos a que se es alérgico, la proteína concreta y qué tipo de vacuna puede ser válida, o si no hay vacuna posible.

La tecnología para el desarrollo del chip está siendo puesta a punto en el laboratorio de investigación del hospital malagueño, que utiliza equipos propios y con tecnología abierta que permitan tener una gran versatilidad en su manejo.

Este proyecto está auspiciado por la Red Nacional para el Estudio de Alergias, coordinada por el director de la Unidad de Gestión Clínica de Alergia, Miguel Blanca.

Por otro lado, el Departamento de Arquitectura de Computadores de la Universidad de Málaga, la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid y el departamento de Química Orgánica de la Universidad Complutense han colaborado en el desarrollo de la tecnología, que está financiada por el Instituto de Salud Carlos III.

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Crean unos productos para iPhone e iPad que permiten medir el peso, la presión arterial o la diabetes

.”El objetivo es que las personas puedan cuidar su salud desde casa a través de unos dispositivos dinámicos que, además, pueden enviar los datos mediante correo electrónico al médico con el objetivo de que conozca cuál es el estado actual del paciente”, ha comentado la Key Account Manager de Medisana, María Angeles Calleja Sánchez. Además, han creado una cámara que posibilita a los padres observar a sus hijos desde diferentes partes de la casa.

Para poder utilizar estos dispositivos, cuyos precios oscilan entre los 79 y los 149 euros, basta con descargarse de manera gratuita la aplicación en la que con sólo introducir una serie de parámetros requeridos se da al paciente información sobre su presión arterial, la masa ósea muscular o sus niveles actuales de glucosa.

En concreto, estos dispositivos son: GlocoDock, ThermoDock, CardioDock, TargetScale y Smart Baby Monitor. El primero de ellos mide el nivel de azúcar en sangre a través de unas tiras de glucosa que pueden obtenerse en las farmacias.

El segundo, ThermoDock, es un termómetro móvil que, sin necesidad de contacto, mide la temperatura corporal y, gracias a su tecnología de infrarrojos, mide también la temperatura de superficies y de líquidos en un rango de cero a 100 grados.

Por su parte, el CardioDock realiza mediciones de la presión arterial que se pueden guardar para generar estadísticas mensuales y compartirlas con el profesional sanitario a través del correo electrónico.

La báscula TargetScale posibilita al usuario conocer su peso actual, además de la masa ósea, el porcentaje de agua y grasa y el Índice de Masa Corporal.

Por último, el Smart Baby Monitor permite vigilar a los más pequeños desde cualquier sitio, ya que envía imágenes capturadas vía LAN o WLAN directamente a un dispositivo iPhone, iPad, iPod touch o cualquier otro dispositivo de ordenador de Apple o PC.

Asimismo, estas aplicaciones permiten también crear perfiles de hasta cuatro usuarios diferentes, facilitando medir, analizar y guardar las métricas de salud de toda la familia.

“Estamos ya haciendo una prueba en un centro público con unos doscientos pacientes y estamos teniendo muy buenos resultados”, ha comentado Calleja Sánchez, para recordar la “revolución” en el mercado que está causando la telemedicina.

Por último, los responsables de Medisana han informado de que se espera que para mediados del año 2013 se cree una versión para los dispositivos móviles de Android.

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De la tristeza a la depresión

La tristeza es una emoción normal, que experimentamos ante una pérdida, un duelo, y en muchas ocasiones tiene un papel importante en el crecimiento de la persona. Sin embargo, la depresión es un cuadro clínico bien definido, en el que además de una tristeza severa cuantitativa y cualitativamente intensa se acompaña de otros síntomas como pérdida de energía y de la capacidad de disfrutar con las cosas.

La depresión responde al modelo biopsicosocial que tiene que ver con las interacciones de lo biológico, lo psicológico y lo social.

La tristeza es una emoción normal, es la manera normal de reaccionar ante una amenaza o pérdida. Pero cuando esa tristeza deja de ser normal y nos inhibe en exceso, nos incapacita, nos inhabilita para nuestro funcionamiento normal y aparecen síntomas cualitativamente diferentes empezaríamos a hablar de depresión.

La depresión es un trastorno frecuente, incapacitante y, en algunos pacientes, se trasforma en una enfermedad crónica y recurrente.

Además, la carga de la depresión no sólo afecta al paciente, también se extiende a su entrono.

Epidemiología

Los datos de prevalencia de los estudios varían mucho, entre 5 y 85 % (si los criterios son muy laxos), lo cual refleja una gran disparidad en los estudios de depresión.

Un estudio epidemiológico en EEUU nos habla de un índice de prevalencia durante la vida de un 17 %. Los británicos ofrecen cifras entre 5- 10%. En cualquier caso se trata de cifras muy altas.

¿A quién afecta?

Nos puede afectar a todos: niños, adultos y ancianos. De hecho en las edades extremas de la vida por diferencias en la expresión de los síntomas (irritabilidad en el niño o cansancio en el anciano) los casos se hacen más invisibles.

¿Por qué aparecen?

Lo que mejor lo explica es el modelo biopsicosocial, es decir, es una conjunción de síntomas biológicos (fundamentalmente genéticos), psicológicos (rasgos de personalidad), y sociales (de ciertas interacciones con el ambiente).

Pero además, debemos encontrar en la secuencia temporal otros factores que nos van a ayudar mucho a entender qué es la depresión:

-Factores predisponentes, aquellos que sitúan al sujeto en un mayor riesgo de padecer una depresión.

-Factores desencadenantes, aquellos que hacen que se active el riesgo inicial.

-Factores mantenedores, que actúan en la cronificación del cuadro.

Y en cada uno de ellos vamos a encontrar los factores biológicos (genéticos), factores psicológicos (rasgos disfuncionales de personalidad) y factores sociales (acontecimientos vitales precoces o estresantes).

Factores de riesgo predisponentes

Entre ellos:

-La educación: los escenarios de menor nivel educativo y de mayor nivel educativo aumentan el riesgo.

-Estrés crónico.

-Enfermedad crónica.

-Pérdida sensorial, declive cognitivo (en las personas mayores).

Factores desencadenantes

Entre los acontecimientos vitales que pueden actuar como desencadenantes están:

-El duelo (la pérdida de un ser querido).

-La separación.

-Una dolencia física aguda.

-Una enfermedad física o amenaza vital en un ser querido.

-Pérdida súbita de vivienda.

-Crisis financiera.

-Pérdida de un objeto valioso o significativo.

Factores protectores

También hay factores protectores:

-La clave está en el apoyo adecuado a través de una detección y tratamiento precoces.

-Evitar polifarmacia: muchos tratamientos tienen como efecto adverso generar síntomas depresivos.

-Hábitos de vida saludable: buen ritmo sueño-vigilia, comer equilibradamente. Todo ello nos va ayudar a tener mejor capacidad para afrontar las situaciones.

-Tenemos que trabajar los estilos de afrontamiento. Hay estilos más facilitadores de la depresión, el evitativo por ejemplo (entender las cosas de una manera pesimista). Por otro lado los escenarios positivos, ser capaz de afrontar los problemas con técnicas de solución de conflictos más adecuados va a reducir el riesgo.

-También es importante la red social de apoyo. La soledad es un elemento de riesgo, es necesario tener una buena red social, un apoyo tangible (un amigo al que llamar cuando surge un problema).

Manifestaciones de los trastornos depresivos

En primer término debemos hablar del estado de ánimo. Lo más característico de la depresión es este estado de ánimo triste persistente en el tiempo. Por otro lado hay alteraciones en el funcionamiento cognitivo (dificultades para concentrarnos y para memorizar), en la actividad psicomotora (agitación a veces confundida con ansiedad) y los síntomas somáticos, que para muchos pacientes representan el síntoma principal (un dolor físico inexplicable sin causa orgánica que justifique el cuadro).

Clínica

Según la Asociación Americana de Psiquiatría el síntoma fundamental es el estado de ánimo depresivo la mayor parte del día por más de tres semanas consecutivas. También hay una disminución del interés o de la capacidad para disfrutar de las cosas.

Otros síntomas son los cambios de peso, tanto para perder como para ganar; puede haber insomnio o hipersomnia casi cada día; agitación o enlentecimiento psicomotores (el paciente está o muy inquieto o por el contrario con una sensación de aletargamiento y cansancio); y apatía o pérdida de energía.

También suele haber sentimientos de culpa y disminución de la capacidad para concentrarse. Y el dato más preocupante son las ideas recurrentes de muerte (como una manera de escapar de ese sentimiento), con el riesgo de que el paciente cometa alguna acción de autoagresividad.

Depresión e incapacidad

Estos síntomas además pueden interferir en la calidad de vida del paciente. Sabemos que la depresión es una de las principales causas de incapacidad en el mundo occidental. Además, las previsiones sugieren que los trastornos psiquiátricos y neurológicos en el año 2020 representarán el 15 % de las bajas.

Los pacientes deprimidos tienen una peor percepción de su estado de salud actual y también tienden a hacer un mayor uso de servicios sanitarios.

No debemos de olvidarnos de los familiares, porque el tener un familiar enfermo es un riesgo para que el cuidador padezca una enfermedad. Cuando la depresión se cronifica condiciona un riesgo adicional para el cuidador.

Pero sólo la mitad de los pacientes con depresión están diagnosticados, podríamos verlo como un iceberg donde sólo una pequeña parte de los pacientes están en tratamiento. La mayoría de estos pacientes están en Primaria con sintomatología digestiva, cefaleas, etc.

Tratamiento: opciones

Los pilares claves del tratamiento son los antidepresivos y la psicoterapia formal. En cuadros graves se puede realizar terapia electroconvulsiva e, incluso, estimulación magnética transcraneal.

Antidepresivos

Para muchos cuadros depresivos la serotonina, la dopamina y la noradrenalina son los tres neurotransmisores principales que explican los síntomas de la depresión. En estos tres es donde los fármacos antidepresivos van a actuar de manera prioritaria.

Es muy importante el periodo de latencia, de transición desde que utilizar el antidepresivo y el paciente comienza a sentir mejoría, que va de una a dos semanas hasta un mes. Y en ese tiempo no sabemos la eficacia del fármaco y esto hay que explicárselo al paciente.

Clasificación de antidepresivos

-Los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAOs) se han quedado para un uso muy marginal.

-Los antidepresivos tricíclicos, como imipramina, clorimipramina o amitriptilina, son fármacos muy eficaces en depresión pero con un perfil receptorial complejo y una parte importante de sus efectos adversos se deben a un perfil anticolinérgico. Generan en muchas ocasiones sensación de sedación, retención urinaria, estreñimiento o dificultades de acomodación. Son muy eficaces pero no son tan bien tolerados cono los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).

-Los ISRS, como su nombre indica, son selectivos y sólo actúan sobre la recaptación de la serotonina.

-Otro gran grupo es el de fármacos duales, como duloxetina, venlafaxina y mirtazapina, que actúan sobre los receptores noradrenérgico y serotoninérgico, lo que plantea ventajas cualitativas y los convierte en buenos fármacos antidepresivos aunque también tienen efectos colaterales.

-El bupropion tiene un efecto específico sobre la recaptación de dopamina, que genera una activación inicial del paciente que para depresiones notablemente inhibidas puede ser una opción interesante.

-La reboxetina actúa específicamente sobre la recaptación de la noradrenalina y se ha quedado para uso sinérgico con un ISRS.

-Y la agomelatina tiene un mecanismo de acción novedoso, actúa sobre los circuitos de la melatonina, lo cual plantea una hipótesis atractiva y muy buen perfil en cuanto a la regulación del sueño.

A la hora de pautar un fármaco para la depresión tenemos que tener muy claros los efectos secundarios esperados. Los efectos adversos más frecuentes son los digestivos, la sedación, la hipotensión ortoestática y, muy importante, la toxicidad en sobredosificación. Los antidepresivos tricíclicos y los IMAOs una de las razones por las cuales han quedado relegados es porque son fármacos que por su perfil tienen cierta interferencia con la conducción cardiaca y en dosis altas o sobredosificación podrían dar algún “susto” desde el punto de vista cardiovascular.

El resto de fármacos, los más modernos, son razonablemente seguros en sobredosificación, son fármacos muy potentes, buenos antidepresivos y seguros. Y esto enlaza con el riesgo de que un paciente deprimido tenga ideas autolíticas y las lleve a cabo, de manera que con fármacos más seguros estamos más tranquilos.

Los ISRS son buenos antidepresivos pero tienen un impacto negativo sobre la libido reduciendo el deseo sexual y esto también hay que tenerlo en cuenta según la edad del paciente.

También hay que explicar al paciente que el tratamiento tiene que mantenerlo el tiempo suficiente para consolidar la mejoría y esto depende mucho de los factores de riesgo que vayan asociados al cuadro depresivo pero, en todo caso, un mínimo de seis meses.

El antidepresivo ideal

Se trataría de buscar un fármaco:

– Sencillo en su manejo, de dosis única (incluso algunos en dosis semanal).

– Bien tolerado y seguro.

– De inicio de acción rápido. Acortar el tiempo de latencia es uno de los retos.

– Amplio espectro terapéutico. Cuanto más amplio más eficaz, porque hay una alta comorbilidad entre la depresión y otros cuadros como la ansiedad.

– Económico.

Conclusiones

Y para terminar repasamos los puntos claves:

– La tristeza es una emoción normal, que experimenta el hombre y en muchas ocasiones tiene un papel importante en el crecimiento de la persona.

– La depresión es un cuadro clínico, bien definido y conocido.

– La depresión responde a un modelo biopsicosocial.

– Existen tratamientos eficaces y seguros para el tratamiento de la depresión.

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Diabetes mellitus

La diabetes mellitus comprende un grupo de enfermedades metabólicas caracterizadas por la hiperglucemia resultante de defectos en la secreción de insulina, de la acción de la insulina o de ambas.

Actualmente ya existe una epidemia de diabetes en todo el mundo y en el futuro va a crecer mucho el número de afectados. En el 2011 aproximadamente había 366 millones de diabéticos y para el 2030 se espera que haya 551 millones, con un incremento del 51%. La diabetes va unida a la obesidad, y es la epidemia de sedentarismo y obesidad lo que va a disparar la epidemia de diabetes. En los países en vías de desarrollo los incrementos se acercan hasta un 100%.

En nuestro país según el estudio di@bet.es la prevalencia en las personas adultas es de 13,8%, en un 8% es conocida pero un 6% no saben que son diabéticas.

Existe una gran prevalencia, por lo tanto la prevención es la clave para evitar esa explosión de la diabetes. Para ello debemos evitar el sedentarismo, evitar la obesidad, tener una alimentación saludable y desarrollar ejercicio físico.

Criterios de cribado

Disponemos de criterios para ver si una persona tiene diabetes o no. Se debe de hacer un cribado en personas mayores de 45 años cada 3 años y en personas con sobrepeso u obesidad y que tenga uno o más de los siguientes factores de riesgo:

-Sedentarismo

– Familiares de primer grado con diabetes

– Hipertensión

– Dislipemia

– Personas con glucemia basal alterada o intolerancia a la glucosa

– Mujer con síndrome de ovario poliquístico

– Mujer con recién nacido de alto peso (> 4 Kg) o con diagnóstico de diabetes gestacional

– Razas de alto riesgo

– Historia de enfermedad cardiovascular

En estos casos también debiéramos hacer una analítica para ver si tienen diabetes. Esto se puede hacer a cualquier edad y dependiendo del resultado inicial se puede repetir la analítica entre 1-3 años.

Clasificación

Hay varios tipos predominantes: la diabetes mellitus tipo I, la II y la gestacional; y también otros tipos que son más raros.

La diabetes tipo I aproximadamente supone entre un 3-10 % de los casos de diabetes. Generalmente ocurre antes de los 20 años, pero puede presentarse a cualquier edad. Hay una destrucción de la célula beta pancreática que lleva a la deficiencia absoluta de insulina. Presentan síntomas: poliuria, polidipsia, polifagia y pérdida de peso. El tratamiento es insulina además de la educación, dieta y ejercicio.

La diabetes tipo II supone más de 90 % de los casos de diabetes. Se presenta generalmente en adultos, pero cada vez es más frecuente en jóvenes y adolescentes (en niños a partir de 14 años debido a la epidemia de obesidad). El 80-90 % presentan una obesidad abdominal, además de dislipemia e HTA. Hay dos defectos presentes: insulinorresistencia y déficit de insulina. Suele cursar de manera asintomática durante muchos años por ello hay que hacer cribado. El tratamiento se realiza con educación, alimentación saludable, ejercicio, fármacos antihiperglucemiantes orales e insulina.

Diagnóstico

¿Cómo sabemos si es diabético?

-Glucemia en ayunas: si la glucemia en ayunas es mayor de 126 mg/dL en dos ocasiones. Si está entre 100-126 mg/dL es un estadio intermedio con más riesgo de presentar diabetes con posterioridad y es lo que se llama glucemia basal alterada. Y por debajo de 100 el valor sería normal.

-Glucemia postprandial. Le damos al sujeto 75 gr de glucosa y a las dos horas medimos la glucemia. Si está entre 140-200 mg/dL hablaríamos de una categoría con riesgo de presentar diabetes y mayor riesgo cardiovascular que se llama intolerancia y por encima de 200 mg/dL estaríamos hablando de diabetes.

-Hemoglobina glicosilada: nos mide el promedio de la glucemia de los últimos tres meses. Si es mayor de 6,5 % hablamos de diabetes y si está entre 5,7-6,5 hablamos de personas con alto riesgo de presentar diabetes.

Estas determinaciones hay que repetirlas en dos ocasiones.

-Glucemia a cualquier hora del día: si la glucosa supera los 200mg/dL y además tiene síntomas (con una sola determinación).

Complicaciones de la diabetes

La diabetes se asocia con un gran número de complicaciones. Es la primera causa de ceguera en adultos en los países desarrollados y la primera causa de insuficiencia renal terminal. Multiplica el riesgo de presentar un accidente cerebrovascular o una enfermedad cardiovascular. Y también es la primera causa de amputación no traumática de extremidades inferiores en los países desarrollados.

Objetivos de control a alcanzar en personas con diabetes

¿Qué podemos hacer para no aparezcan estas complicaciones? Debemos de controlar la glucemia pero también otros factores de riesgo que, sobre todo en la diabetes tipo II, se asocian como son los lípidos y la presión arterial. Por supuesto no deben de fumar y se debe de lograr y mantener un peso adecuado. Hay unas recomendaciones de la Asociación Americana de Diabetes en cuando al control glucémico, la presión arterial y los lípidos.

Tratamiento de la hiperglucemia

Se realiza con:

-Educación diabetológica

-Dieta o alimentación saludable

-Ejercicio

-Fármacos antihiperglucemiantes no insulínicos

-Insulina

La educación diabetológica trata de transmitir conocimientos. Son personas obesas que están acostumbradas a su alimentación y la educación va a tratar de cambiar esas costumbres. Es muy difícil pero es fundamental.

Es necesario seguir una alimentación sana y equilibrada que permita perder peso en los que tienen sobrepeso y obesidad. Y la realización de ejercicio físico, entre 30-60 minutos de 3 a 5 días/semana, también es fundamental para prevenir las complicaciones.

¿Dónde actúan los fármacos antihiperglucemiantes?

-Páncreas: en los pacientes con diabetes tipos II hay una secreción insuficiente de insulina. Hay fármacos que van a actuar sobre esta secreción aumentándola: las sulfonilureas, las glinidas, los inhibidores de la DPP-4 y los agonistas de GLP-1 . Y en los diabéticos tipo I se usa la insulina.

-Hígado: es un productor de glucosa y para evitar la producción excesiva de glucosa se usa la metformina.

-Músculo y tejido adiposo: estos tejidos no captan glucosa y los fármacos que actúan a este nivel son las glitazonas y la metformina.

-Intestino: hay fármacos que retrasan la absorción de glucosa de los alimentos, son los inhibidores de las alfa-glucosidasa.

Hay un algoritmo de la Sociedad Española de Diabetes y de otras sociedades, como Semergen, que nos dice que debemos emplear siempre como primer tratamiento una vez hayamos pautado la terapia nutricional y el ejercicio, la metformina.

En un segundo escalón, si no alcanzamos el objetivo marcado (<6,5% de Hb glicosilada para los que tengan menos de 70 años, sin comorbilidades y con poco tiempo de evolución; y <7,5% para aquellos mayores, con poca esperanza de vida y con muchos años de evolución de la enfermedad o que tienen complicaciones) se usa metformina más uno de los otros antidiabéticos. Y si no hay resultados deberíamos añadir insulina. Esto para diabetes tipo II, recordamos que en la diabetes tipo I el tratamiento es insulina.

El algoritmo de tratamiento de la diabetes tipo II de la Asociación Americana de Diabetes y de la Asociación Europea de Diabetes, que conjuntamente han realizado, sigue empleando el estilo de vida y control de peso e incremento de actividad física y empieza con metformina. Si no se alcanzan los objetivos, con una media de 7 para aquellas personas más mayores con complicaciones, con mucha evolución de la diabetes y más bajo de 7 para aquellas personas más jóvenes con poca evolución y pocas complicaciones después de la metformina ponen cualquiera de los fármacos. Y si con dos fármacos no se controla pasan a tres fármacos o a insulina en múltiples dosis.

La diabetes es una enfermedad crónica, no se cura, pero además es progresiva, empeora con el tiempo porque la célula beta pancreática va perdiendo su función debido a la toxicidad que causa la glucosa y los lípidos. Por lo tanto hay que ir añadiendo medicamentos para tratar de lograr los objetivos marcados.

METFORMINA

Es el fármaco de primera elección en diabetes tipo II. Reduce la producción hepática de glucosa, no aumenta el peso ni da hipoglucemias, mejora el riesgo cardiovascular. Los efectos adversos principales son los gastrointestinales (diarrea y molesticas gastrointestinales). Está contraindicada en insuficiencia renal, cardiaca, respiratoria o hepática.

SULFONILUREAS

Actúan sobre el páncreas estimulando la liberación de insulina. Reducen las complicaciones microvasculares. Entre sus efectos secundarios aumenta el peso y tiene riesgo de hipoglucemias graves. Por lo tanto en las personas de más riesgo, ancianos e insuficiencia renal deberíamos tener cuidado.

La guía ADA/EASD desaconseja glibenclamida por el mayor riesgo de hipoglucemias. Y que se use gliclazida y glimepirida por el menor riesgo de hipoglucemias.

SECRETAGOGOS RÁPIDOS (GLINIDAS)

Actúan igual que las sulfonilureas, aumentan la secreción de insulina, sobre todo la que se produce después de las comidas. Hay dos: la repaglinida y la nateglinida (nateglinida es menos potente). Hay que darlas al inicio de la comida y no se debe tomar si no se va a comer.

Dan menos hipoglucemias graves que sulfonilureas y están autorizadas en insuficiencia renal. Y también producen un ligero incremento de peso inicial.

INHIBIDORES DE LAS α-GLUCOSIDASAS

Retardan la absorción de azúcares. Reducen la hiperglucemia postprandial. No aumentan el peso. Reducen, como todos, la HbA1c. Y su principal efecto secundario es la flatulencia.

GLITAZONAS

Hay dos: rosiglitazona y pioglitazona (la rosiglitazona fue retirada de comercialización en Europa).

Aumentan la captación de glucosa en músculo y disminuyen la resistencia a la insulina. Pueden ser útiles en insuficiencia renal. No producen hipoglucemia, pero sí aumento de peso, edemas, insuficiencia cardiaca y fracturas de extremidades inferiores en mujeres. Están contraindicadas si hay insuficiencia cardíaca o elevación de pruebas hepáticas y la pioglitazona si hay sospecha de neo vesical.

INHIBIDORES DE LA DPP-4 (GLIPTINAS)

Han salido hace poco al mercado. Aumentan el GLP-1. Cuando comemos hay una hormona que se segrega en el intestino, el GLP-1, que aumenta la liberación de insulina y frena la producción de glucagón, con lo cual baja la glucemia. Los inhibidores de la DPP-4 inhiben una enzima DPP-4 que es la que elimina el GLP-1.

Hay 4: sitagliptina, vildagliptina, saxagliptina, linagliptina. La vildagliptina está contraindicada en insuficiencia hepática por lo que hay que monitorizar la función hepática. Se han descrito casos de pancreatitis aguda con sitagliptina. Producen menos hipoglucemias que las sulfoniluresas. Y el efecto sobre el peso es neutro.

AGONISTAS DEL GLP-1

Hay otros fármacos no insulínicos que son los agonistas del GLP-1, se trata de un GLP-1 sintético que aumenta la liberación de insulina y suprime la secreción de glucagón. Hay dos: exenatida (2 dosis diarias) y liraglutida (dosis única diaria) en inyecciones subcutáneas. Tienen efectos adversos gastrointestinales frecuentes aunque transitorios y tienen una ventaja, que hay pérdida peso.

INSULINA

Son dos cadenas de aminoácidos unidas por puentes disulfuro. Está indicada en diabetes tipo I, diabetes gestacional y en diabetes tipo II cuando no se alcanzan los objetivos con antidiabéticos orales a dosis plenas, o cuando haya pérdida de peso no explicable por dieta o cetonuria.

Hay una insulina basal que segregamos durante todo el día y al comer hay unos picos como respuesta a la comida de hidratos de carbono.

La insulina se clasifica según su estructura molecular en insulinas humanas y análogos de insulina (que se trata de una cadena similar pero con ciertos cambios en los aminoácidos que hacen que la insulina dure más o menos tiempo).

Y según su perfil farmacocinético se dividen en acción ultrarrápida, acción rápida, acción basal y acción bifásica (una parte basal y otra rápida).

La ultrarápida y la rápida sirven para los picos en las comidas. En las de acción intermedia el pico dura 6-10 horas, tienen 18 horas de duración y nos puede cubrir la secreción basal y las de acción prolongada duran entre 20-24 horas. Las mezclas cubren por una parte la secreción de las comidas y por otra la basal.

Los sistemas de administración clásicos, las jeringuillas, se han ido sustituyendo por los bolis o plumas. Respecto a las agujas las más usadas son las de 6 mm y las de 8 mm y son de un solo uso.

Técnicas de inyección de insulina

Hay que preparar el material sobre un paño limpio, elegir el lugar adecuado, comprobar la insulina que se ha de poner (si contiene insulinas mezclas hay que agitarlas antes de aplicarlas), hay que realizar un pliegue sin tocar músculo e inyectar. Si la zona está limpia no hay que usar antiséptico pero si se usa alcohol hay que esperar a que se seque (mejor no usarlo). Esperar 10 segundos, sacarla, retirarla y soltar el pliegue presionando con un algodón limpio.

Los lugares de inyección son la zona abdominal, brazos (en el deltoides), o bien en nalgas y muslos. Hay que ir rotando cada vez. Las plumas, que tienen el mismo uso que las jeringas deben de ser usadas de forma individual. Las agujas se acoplan a cualquier tipo de plumas comercializadas. Para los análogos del GLP1, que también son inyectables, se usan las mismas recomendaciones que las insulinas.

Autoanálisis

En el año 2006 empezó la monitorización continua de glucosa que va instalada en el abdomen y mide continuamente (y se puede juntar con una bomba). Pero los sistemas más utilizados son los que a través de una tira y un pinchazo en el dedo nos permiten conocer la glucemia.

El autoanálisis es esencial en los diabéticos tipo I y en los diabéticos tipo II que llevan tratamiento intensificado con insulina, es decir, que llevan una insulina basal y tres o más bolos de insulina con las comidas. En los que llevan un tratamiento convencional con insulina, es decir, los que llevan sólo una insulina basal y durante el día tienen antidiabéticos orales, en estos casos sirve para facilitar los ajustes. También deberían hacer autoanálisis aquellos que tengan tratamiento oral con fármacos secretagogos (sulfonilureas y glinidas fundamentalmente) porque tienen riesgo de hipoglucemias. Y en los que llevan fármacos no secretagogos generalmente no es necesario hacer autoanálisis con frecuencia. La Sociedad Española de Diabetes elaboró un algoritmo para la automonitorización de las personas con diabetes.

Objetivos de protección cardiovascular

Para terminar hay que recordar que los diabéticos deben de tener un objetivo de:

-Presión arterial por debajo de 140/90 mmHg (la Sociedad Americana de Diabetes señala 130/80).

-Control glucémico de HbA1c menor de 7%.

-Deben de iniciar tratamiento con estatinas en caso de riesgo cardiovascular alto con un colesterol total menor de 175 mg/dl y LDL colesterol menor de 70 mg/dl.

-Deben de llevar control de antiagregación plaquetaria (tratamiento con aspirina) en caso de riesgo cardiovascular alto, siempre que la presión esté bien controlada.

-Y controlar otros factores de riesgo: evitar sobrepeso y obesidad, realizar ejercicio físico y no fumar.

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Síndrome metabólico

El síndrome metabólico (SM) es un conjunto de factores de riesgo para el desarrollo de diabetes mellitus tipo II y de enfermedad cardiovascular, caracterizado por la presencia de resistencia a la insulina e hiperinsulinismo compensador asociados a trastornos del metabolismo de los carbohidratos y que agrega una serie de factores de riesgo como la dislipemia, la hipertensión arterial y la obesidad abdominal, que juega un papel fundamental en este tipo de patologías.

Esta agrupación de factores de riesgo es mucho mayor de la que cabría esperar por el azar y eso se debe, en parte, a que factores genéticos en combinación con factores ambientales -fundamentalmente malos hábitos de vida como sedentarismo y alimentación inadecuada- van a producir un hiperinsulinismo que provoca una resistencia a la insulina, en el que la obesidad central juega un papel muy importante que condiciona la aparición de factores de riesgo: la hipertensión, la dislipemia, la obesidad, la diabetes, el estado protrombótico y el estado proinflamatorio, que llevan a la aparición de enfermedad cardiovascular.

Se cree que la suma de estos factores de riesgo crea sinergismo en un individuo, de manera que en la agrupación de todos ellos el riesgo es mayor para padecer enfermedad cardiovascular que el riesgo que cabría esperar por cada uno de los componentes por separado. De manera que el síndrome metabólico multiplica por dos el riesgo de enfermedad cardiovascular, multiplica por cinco el riesgo de diabetes y la diabetes per se multiplica por tres la presencia de enfermedad cardiovascular (que es la causa más frecuente de muerte en toda la población).

Evolución histórica. Definiciones

En 1923 Kylin hablaba de gota, hipertensión e hiperglucemia. En 1966 Welborn hablaba de hipertensión e hiperinsulinemia. Posteriormente, en 1985 Reaven hablaba de un síndrome X que agrupaba intolerancia a la glucosa, resistencia a la insulina, hipertensión arterial y dislipemia. Después se llamó síndrome plurimetabólico, síndrome aterotrombótico, síndrome de resistencia a la insulina, cuarteto de la muerte y, finalmente, se acuñó el nombre de síndrome metabólico.

La primera definición de SM en 1999 es de la OMS, pero hay hasta 6 definiciones. La que más se emplea es la de ATP III del 2001, se hizo una redefinición en el 2005 y se constató la misma definición en el 2009. En el 2002 el Grupo Europeo para el Estudio de la Resistencia a la Insulina (EGIR) hizo una definición muy parecida. La American Association of Clinical Endocrinologists (AACE) en el 2003 dio una definición algo diferente que fue completada por la International Diabetes Federation (IDF) en el 2005 para los adultos y en el 2007 para los niños.

La primera definición de la OMS exigía como factor fundamental la intolerancia a la glucosa o la presencia de diabetes o de resistencia a la Insulina junto a 2 ó más de las siguientes alteraciones:

-Obesidad abdominal (cociente cintura/cadera > 0,90 o IMC > 30 kg/m2 )

-Triglicéridos ≥ 150 mg/dl

-Colesterol HDL en hombre < 35 mg/dl y en mujer < 39 mg/dl -Presión arterial ≥ 140/≥ 90 mm Hg -Microalbuminuria ≥ 30 mg/g En el año 2001 la ATP III simplifica estos criterios y dice que son necesarios tres o más de los siguientes factores de riesgo para definir el síndrome metabólico: -Obesidad abdominal (perímetro abdominal en hombre> 102 cm y en mujer > 88 cm)

-Triglicéridos ≥ 150 mg/dL

-Colesterol HDL en hombre < 40 mg/dL y en mujer < 50 mg/dL -Presión arterial ≥ 130/³85 mm Hg -Glucemia en ayunas ≥ 110 mg/dL (en la actualidad se emplea el criterio de 100) En el año 2005 la Federación Internacional de Diabetes establece como criterio obligatorio la obesidad abdominal (cintura ≥ 80 cm en mujeres ó ≥ 94 cm en hombres) y además la presencia de dos de los siguientes: -Hipertrigliceridemia ≥ 150 mg/ dl -Colesterol HDL < 40mg/ dl en hombres o <50mg/ dl en mujeres -Presión arterial ≥ 130/ 85 mm Hg -Glucemia basal ≥ 100 mg/ dl La Federación Internacional de Diabetes junto con la Asociación Americana de Endocrinología y la Asociación Americana del Corazón establecieron un consenso para definir por grupos étnicos el perímetro de cintura, de manera que los pacientes europeos mantienen los criterios de ≥ 80 cm en mujeres ó ≥ 94 cm en hombres; EEUU mantiene los criterios de ATP III para hombres > 102 cm y mujer > 88 cm; y para el resto del planeta (Asia, Latinoamérica…) es de ≥ 90 cm en hombres y ≥ 80 cm en mujeres.

Dudas razonables del SM

-La definición no es idónea (6 definiciones).

-Muchos SM: si combinamos los elementos de tres en tres podemos tener hasta 15 síndromes metabólicos.

-La etiología del SM es imprecisa.

-¿El riesgo global del SM es mayor que el riesgo de la suma de los componentes?

-¿Podemos diagnosticar qué pacientes presentan resistencia a la insulina desde Asistencia Primaria?

-No existe tratamiento del SM como tal, salvo el de cada uno de los componentes.

Por tanto, podemos concluir que se necesita mayor investigación para encontrar la definición que correlacione mejor con el riesgo cardiovascular para ser aplicada en la clínica con fines de prevención.

Prevalencia del SM

Aproximadamente un cuarto de la población mundial (24-25 %) va a tener SM. En EEUU el 24% y según estudios españoles estamos en la misma situación.

La prevalencia aumenta con la edad y es mayor en hombres. Y es más prevalente entre los 35 y los 65 años pero, además, el riesgo cardiovascular aumenta, en esa franja de edad el riesgo aumenta de forma exponencial.

Componentes del SM

Los componentes fundamentales son obesidad abdominal, hipertensión arterial, dislipemia aterogénica, resistencia a la insulina, estado proinflamatorio y estado protrombótico.

Fisiopatología del SM

Una alteración de base genética en combinación con factores ambientales va a hacer que se produzca en estadios muy precoces resistencia a la insulina e hiperinsulinemia con disfunción endotelial, inflamación y estrés oxidativo que lleva a que se inicie la aterogénesis. En la práctica clínica lo que vamos a ver en la primera etapa es obesidad abdominal, que a su vez va a jugar un papel fundamental. Esto es el estadio I, es decir en este estadio hay obesidad o sobrepeso, la presión arterial puede ser normal o normal alta, posible dislipidemia y tolerancia normal a la glucosa.

Si avanza la enfermedad pasamos al estadio II, en el que se produce un aumento del sodio, aumento del tono simpático y del gasto cardiaco, de la resistencia vascular periférica, y se produce una remodelación vascular que va a provocar que aparezca hipertensión arterial. También hay lipólisis, un aporte grande de ácidos grasos libres al hígado, con una sobreproducción de partículas aterogénicas (VLDL, triglicéridos, apoB), disminuye el HDL y aumentan las LDL pequeñas y densas (que es lo que llamamos una dislipidemia aterogénica). En la práctica clínica se observa un fenotipo de dislipemia mixta y al mismo tiempo se produce una disfunción de la célula beta que produce hiperglucemia postprandial, que se ve en la clínica como una diabetes tipo II.

Cuando en la práctica clínica vemos la obesidad visceral, la hipertensión, la diabetes y la dislipemia mixta se trata de la punta del iceberg y debajo ha habido toda una serie de acontecimientos fisiopatológicos. Estaríamos ante la segunda fase del SM, donde el sobrepeso y la obesidad estarían presentes, la hipertensión arterial en algún grado, habría dislipemia aterogénica e intolerancia a la glucosa.

Si esta fase persiste en el tiempo pasamos al estadio III donde ya vemos claramente al paciente muy obeso, hipertenso, con dislipidemia y diabetes tipo II. Entonces ya comienzan a parecer las complicaciones macroangiopáticas y microangiopáticas. Y posteriormente si no lo corregimos vamos a tener eventos cardiovasculares: infarto agudo de miocardio, enfermedad cerebrovascular y la enfermedad arterial periférica, con un final común que va a ser la insuficiencia cardiaca y las complicaciones microangiopáticas (retinopatía, insuficiencia renal crónica y la neuropatía).

Obesidad

La obesidad es el aumento de la grasa corporal (> 20 % en hombres y > 30 % en mujeres). En la práctica clínica el instrumento más útil para medirlo es el perímetro de cintura, que según ATP III en los varones es >102 cm y en las mujeres >88 cm, y más restrictivos los valores de IDF: en varones >94 cm y en mujeres >80 cm.

Hay normopeso cuando el IMC (peso en kilogramos / talla en metros al cuadrado) es menor del 25%. Entre 25-29,9% hablamos del sobrepeso y por encima del 30% habrá obesidad (30-34,9 grado I; 35-39,9 grado II; y más del 40 grado III u obesidad mórbida).

Perímetro de cintura

Se mide en la línea media entre la cresta iliaca y los últimos arcos costales. La mortalidad se correlaciona con el perímetro abdominal y el IMC. La distribución de la grasa en hombres y mujeres es diferente. La obesidad androide (tipo manzana), de abdomen superior, es la de los hombres y se asocia a un alto riesgo cardiovascular y es un predictor independiente de la enfermedad cardiovascular. En cambio, en la obesidad de las mujeres la grasa se acumula en torno a la cintura, obesidad ginecoide (en forma de pera) y ésta no se asocia a riesgo cardiovascular.

Hay dos tipos de grasa, la subcutánea está fuera del abdomen, pero la que nos va a interesar es el tejido adiposo visceral, que es un factor de riesgo independiente y con una trascendencia definitiva en este síndrome. Esta obesidad intraabdominal se correlaciona con la obesidad abdominal y es un factor independiente para el desarrollo de riesgo cardiovascular. Y este riesgo es independiente del IMC, es decir para el síndrome metabólico nos bastaría con medir la cintura y si está por encima de los parámetros establecidos el paciente tiene un riesgo cardiovascular muy considerable.

El adipocito como órgano endocrino

El adipocito no es un almacén sólo, sino que es un órgano endocrino que segrega muchas sustancias, entre ellas la leptina y la adiponectina. El aumento de leptina va a producir en el sistema nervioso central un aumento del hambre, baja la sensación de saciedad y contribuye al aumento del tejido adiposo, pero también activa el sistema simpático que va a activar el sistema renina angiotensina con retención de volumen y aumento de pulso, aumento de presión arterial y gasto cardiaco, que va a ser decisivo para el desarrollo de la HTA.

Pero además cuando disminuye la adiponectina va a aumentar el FNT y todos los factores proinflamatorios, disminuye la adipogénesis y los receptores PPAR -gamma. Y, fundamentalmente, va a hacer que aumente la resistencia a la insulina por tres vías: disminuye la oxidación de los ácidos grasos del músculo, aumenta la entrada de ácidos grasos al hígado y aumenta la producción hepática de glucosa.

Al final la obesidad central lo que va a hacer es producir hipertensión, resistencia a la insulina, hiperfiltración renal, aumenta la respuesta inflamatoria y fenómenos trombóticos y disfunción endotelial, junto con la dislipemia aterogénica.

Y esto ya lo decía Gregorio Marañón en 1926: “casi todos los gordos son presuntos diabéticos y muchos acaban siéndolo. El tratar la obesidad, es pues, hacer una verdadera profilaxis antidiabética”.

La mayoría de los obesos van a desarrollar diabetes mellitus tipo II. Hay dos parámetros para controlar la glucemia: uno es controlar el peso y otro es controlar los triglicéridos.

Componentes de SM y enfermedad cardiovascular

La enfermedad cardiovascular aumenta en hombres y mujeres a medida que aumenta la presión arterial, disminuye el HDL, aumentan los triglicéridos, aumenta la glucemia y aumenta el perímetro de cintura, entre 1-3 % de riesgo en el hombre y un 0,93-1,5 en la mujer.

En condiciones normales durante el sueño baja la presión arterial sistólica y diastólica. Cuando hacemos un registro de 24 horas observamos que estos pacientes tienen una presión arterial que por la noche no disminuye (es lo que se llama el patrón non dipper), patrón que aumenta el riesgo cardiovascular per se, de forma independiente, y de forma sinérgica cuando se asocia a HTA.

El control de la presión arterial y de los lípidos en los pacientes que tienen SM es mucho más pobre, por lo tanto es mucho más difícil controlar un paciente que tienen SM, la presión alta y los lípidos. Además van a tener más lesión de órgano diana, más lesión orgánica subclínica, multiplica la hipertrofia ventricular por 2,5, las placas de ateroma en las carótidas por 2,2 y van a tener un 1,5 más de microalbuminuria. Y la hipertrofia ventricular izquierda va a ser mucho mayor en las personas con SM.

La mortalidad asociada a SM va a ser 2,13 veces superior y 3,55 si hablamos de mortalidad cardiovascular (Kuopio Heart Study).

Síndrome metabólico. Tratamiento

Hay dos objetivos en el tratamiento, uno es prevenir el desarrollo de diabetes mellitus y otro la aparición de eventos cardiovasculares. Actualmente lo que se hace es, en base al riesgo cardiovascular total que presente el individuo, tratar integralmente todos los factores de riesgo que presente.

Para estratificar el riesgo cardiovascular se usan las tablas Score o las de la Sociedad Europea de Hipertensión. A partir de cualquier grado de hipertensión arterial el riesgo es siempre alto. Nuestro objetivo es controlar la presión y todos los factores para llevar este riesgo a uno bajo o de referencia.

Los objetivos de control son (igual que los de la diabetes haciendo incidencia en el peso) disminuir entre 5 – 10 % el peso en el primer año, la presión arterial ha de ser menor de 130/85 mmHg, la glucemia < 100 mg/dl, los triglicéridos < 150 mg/dl, HDL colesterol > de 40 en hombre y de 50 en la mujer, el LDL colesterol < 70 mg/dl. Por tanto, el esquema de tratamiento integral es de forma preventiva hacer ejercicio y dieta, cambios en el estilo de vida que van a estar presididos siempre por la pérdida de peso, actividad física regular, restricción de sodio, cambios conductuales y, fundamentalmente, no fumar. El tratamiento farmacológico inexorablemente conlleva fármacos antihipertensivos, antidiabéticos, antilipémicos y en algunos casos -con riesgo cardiovascular alto- aspirina. Por último, los que tienen una obesidad mórbida cirugía bariátrica. En la base del tratamiento tiene que estar la dieta y la actividad física para disminuir peso, pero si con las modificaciones del estilo de vida no somos capaces de controlar al paciente debemos introducir tratamiento con fármacos y para la obesidad mórbida -como hemos dicho- la cirugía. Un 10% de pérdida de peso va a llevar a una disminución de un 30% del tejido adiposo visceral y con dieta, actividad física y algunos fármacos vamos a reducir el perímetro de cintura , de manera que va a mejorar el perfil lipídico, la resistencia a la insulina, los fenómenos protrombóticos, la inflamación y el daño endotelial. Además el ejercicio físico va a dar sensación de bienestar, físico y psíquico, y va a animar al sujeto a medida que pierde peso a seguir con la rutina que le proponemos. Prevención de desarrollo de diabetes mellitus

Unos 10 años antes del diagnóstico de la diabetes comienza a haber resistencia a la insulina con un hiperinsulinismo compensador y cuando empieza la diabetes la célula beta pierde función pero la resistencia a la insulina se va a mantener toda la vida del individuo.

En los principales estudios de prevención de diabetes (Da Qing Study, Finnish Diabetes Prevention y Diabetes Prevention Program) se ha visto que con sólo dieta y ejercicio el riesgo disminuye en aproximadamente un 50%. Por lo tanto, como dice el refrán: “menos plato y más zapato” sería lo más efectivo para prevenir. Y además podríamos aplicar todos los componentes de la dieta mediterránea.

¿Cómo tratamos la hipertensión?

Las guías europeas nos dicen que hay que:

-Evaluar el daño orgánico.

-Aconseja medir la PA ambulatoria (MAPA) o domiciliaria (AMPA) para ver si hay patrón dipper o no.

-Se deben recomendar las medidas no farmacológicas (dieta y ejercicio).

-Evitar fármacos con capacidad de inducir diabetes.

-Se recomienda bloqueo del sistema RA.

-No hay evidencias para tratar con fármacos a todos los pacientes con SM y presión normal-alta.

-El papel de los sensibilizadores de insulina (metformina, glitazonas), aunque retrasan el desarrollo de diabetes, está por demostrar. Aunque en las últimas recomendaciones de la ADA en los pacientes con prediabetes aconsejan introducirlos.

Si tenemos que hacer una recomendación en el SM con fármacos antihipertensivos debemos de tratarlos con IECAs, ARA II o calcio antagonistas.

¿Cómo tratamos la hiperglucemia?

El tratamiento ha de ser progresivo. En la fase de prediabetes se deben de establecer medidas de modificación del estilo de vida y con sensibilizadores de la insulina como metformina y glitazonas. En fases más avanzadas los inhibidores de DPP-4 van a tener algún protagonismo. Y a medida que progresa la diabetes, en algunos pacientes, aparte de los anteriores, vamos a necesitar añadir un inhibidor o un secretagogo (sulfonilureas).

En estadios más avanzados -a partir de los 10 años – en algunos pacientes debemos añadir una dosis nocturna de insulina y cuando está muy evolucionada la diabetes nos quedamos con modificaciones del estilo de vida, sensibilizadores a la glucosa e insulina.

¿Cómo tratamos la dislipemia?

La dislipemia aterogénica se caracteriza por aumento de LDL pequeñas y densas, disminución del HDL y aumento de los TG. El tratamiento es en base al riesgo cardiovascular global y a los niveles de LDL colesterol.

Se realiza un manejo global de la dislipemia y la estrategia inicial es reducir las LDL, con estatinas, y el objetivo secundario es controlar el colesterol no HDL, aumentar el HDL y reducir TG y para esto hay que añadir fenofibrato, niacina o ácidos omega 3.

Hay que tener cuidado porque las estatinas aumentan los niveles de glucosa en sangre, por lo que hay que ver si es coste efectivo el tratamiento. Cuando hacemos tratamiento intensivo con estatinas para los niveles de LDL se producen 3 casos nuevos de diabetes por 1.000 pacientes tratados, y en cambio evitamos 6,5 eventos cardiovasculares por cada 1.000 tratados. Por lo tanto por cada 150 pacientes que tratemos evitamos un evento cardiovascular, por lo que el beneficio es de 3-1 y son coste beneficiosas y coste efectivas para el tratamiento y la prevención de riesgo cardiovasculares.

El algoritmo que proponemos para el manejo integral de la dislipemia aterogénica es el objetivo primario, bajar LDL de 70 mg/dl y los objetivos secundarios son tratar el colesterol no-HDL por debajo de 100 mg/dl y TG por debajo de 150 y HDL por encima de 40. Esto se puede hacer con estatinas como rosuvastatina o pitavastina, pero si no controlamos con estatinas a dosis máxima asociamos ezetimibe, resinas o niacina si cLDL > 70 mg/dl o fenofibrato, niacina o ácidos omega 3 si el colesterol no-HDL es > 100 mg/dl. Si alcanzamos los objetivos seguimos y sino volvemos a hacer el bucle para controlarlo.

Conclusiones

-Los componentes principales del SM son hiperglucemia, hiperinsulinemia, alteraciones en el metabolismo hidrocarbonado, hipertensión, dislipemia aterogénica y microalbuminuria.

-Hay que identificarlo precozmente y tratarlo fundamentalmente con modificaciones en el estilo de vida de forma intensa, precoz y mantenida en el tiempo, y siempre con fármacos multidisciplinarios, de forma global, para disminuir el riesgo cardiovascular total y evitar el impacto de la enfermedad cardiovascular en la población.

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Premios Alimentación y Salud para investigaciones sobre la grasa alimentaria y la genética de la obesidad

Las ganadoras de los premios Alimentación y Salud, junto con sus colaboradores, explicaron sus más recientes trabajos de investigación conjunta, centrados en el impacto de la grasa alimentaria en la salud, principalmente en cuanto a enfermedades cardiovasculares y resistencia a la insulina; y la genética de la obesidad, respectivamente. Posteriormente, las premiadas, Christine M. Williams y Karine Clèment, explicaron a los asistentes en qué consisten sus trabajos galardonadas.

Profesora Christine Williams, vicerrectora de Investigación e Innovación de la Universidad de Reading (Reino Unido). Anteriormente, vicerrectora de negocios y directora de la Escuela de Ciencias de los Alimentos en la Universidad de Reading.

Profesora Karine Clèment, directora del equipo de Nutrición y Obesidad, en el Centro de Investigación y Medicina de la Obesidad, en Paris. Profesora de Nutrición en la Universidad Pierre y Marie Curie de Paris, ha publicado más de 120 trabajos y artículos de investigación.

La Universidad de Navarra, un referente en investigación

La Universidad de Navarra cuenta con más de 1.000 profesionales dedicados de manera prioritaria a la investigación. En el área de nutrición y salud, esa labor se desarrolla principalmente en la Facultad de Farmacia, pionera en los estudios de Nutrición Humana y Dietética. Uno de los proyectos más ambiciosos de la Universidad de Navarra para los próximos años es la creación del Centro de Nutrición, que pretende convertirse en un referente investigador en esta materia.

www.unav.es

Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud

Dependiente de la Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara, el Instituto Tomás Pascual Sanz es una entidad sin ánimo de lucro que tiene el mandato de generar y difundir actividades de divulgación, estudio y análisis en los campos de la alimentación, la nutrición, la salud y los hábitos correctos de vida.

El Instituto transmite a la sociedad los valores de una vida saludable, difunde los adelantos tecnológicos relacionados con las ciencias de la salud y promueve el intercambio de información, generando nuevas posibilidades entre los colectivos relevantes y comprometiéndose al máximo con la sociedad científica moderna. El Instituto Tomás Pascual Sanz edita el contenido de estudios y ponencias en una numerosa biblioteca que responde a la creciente demanda sobre temas tan importantes como la nutrición, la seguridad alimentaria o la actividad física.

www.institutotomaspascual.es

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Papel del entrenamiento de pesas en el tratamiento de la obesidad y patologías asociadas

Recogemos la intervención del Dr. Javier Ibáñez en el marco del Coloquio-Encuentro Nutrición, Salud y Deporte, organizada por la Cátedra Tomás Pascual – Universidad de Navarra.

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