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Ethnic differences in body composition and sustrate utilisation: comparison between the South-Asian and Caucasian population

Recogemos la intervención de Guy Plasqui en el marco del Curso de Verano Personalized Nutrition in Health and Obesity / Nutrición a la carta en la Salud y en la Obesidad organizado por la Universidad del País Vasco en colaboración con el Instituto Tomás Pascual – Cátedra Universidad de Navarra y el International Union of Nutritional Sciences (IUNS).

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Physical activity: influence on each individual energy expenditure

En el marco del Curso From reference intakes and activity patterns to personalized nutrition, patrocinado por el Instituto Tomás Pascual – Cátedra Universidad de Navarra, D. Klaas Westerterp pronunció la ponencia Physical activity: influence on each individual energy expenditure que recogemos a continuación.

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Diabetes: Protejamos nuestro futuro

Una encuesta en la que han participado alrededor de 300 pacientes y 600 médicos revela que los pacientes con diabetes tipo 2 no perciben la gravedad de su enfermedad. Tanto es así que el 85% de los médicos encuestados, considera que los pacientes con diabetes tipo 2 (DM2) perciben su enfermedad como “poco” o “nada grave” mientras que sólo el 12% de los pacientes la considera así. Además, la encuesta enmarcada dentro de la campaña es DIABETES, TÓMATELA EN SERIO también revela datos de hábitos de vida, prevención de la enfermedad y complicaciones.

La encuesta cuenta con el aval de las principales sociedades implicadas en diabetes -Sociedad Española de Diabetes (SED), Grupo de Estudio de la Diabetes en Atención Primaria de la Salud (redGDPS), Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y Federación de Diabéticos Españoles (FEDE)- y se ha realizado con el apoyo de la Alianza Boehringer Ingelheim – Lilly en Diabetes. Un total de 578 médicos de distintas especialidades (atención primaria, internistas, endocrinología, enfermería, cardiología, nefrología, neurología entre otras) han participado en la encuesta junto con 286 pacientes.

Hábitos de vida de los pacientes y papel de la prevención

A pesar de padecer diabetes, el 85% de los pacientes considera tener un buen estado de salud. En este sentido, la encuesta recoge datos sobre hábitos de vida, y los resultados muestran que más de la mitad de los diabéticos (54%) fuma o ha fumado a lo largo de su vida y que el 16% de ellos no ha abandonado el tabaco tras ser diagnosticados. Además, el 25% de las personas con diabetes consume alcohol de forma habitual -a partir de 2 veces por semana-. Y en cuanto a la práctica de ejercicio, un tercio realiza menos de una hora a la semana, a pesar de que casi la totalidad de los mismos son conscientes de los beneficios sobre su salud (96%).

Estas prácticas van en consonancia con la opinión del 32% de los pacientes de DM2 consultados, que no considera que unos hábitos de vida saludables hubiesen podido prevenir su enfermedad. Los médicos tienen una opinión muy diferente respecto a este tema, y un 43% cree que más de la mitad de los casos tratados podría haberse evitado o retrasado mediante la prevención.

Estos datos apuntan a una escasa concienciación de los pacientes respecto a la diabetes, que puede deberse a la falta de información, ya que casi la mitad (48%) de los médicos considera que el nivel de información que tienen sus pacientes sobre la enfermedad es insuficiente.

La diabetes, causa de baja laboral

El absentismo laboral por causa de esta enfermedad también ha sido motivo de consulta en esta encuesta: en el último año, el 76% de los médicos ha firmado la baja temporal o permanente a alguno de sus pacientes con DM2 por causas relacionadas con su enfermedad, principalmente por enfermedades cardiovasculares (21%), seguidas de neuropatía diabética – daños en los nervios – (16%) y nefropatía diabética – daños en el riñón – (15%).

El 72% de los pacientes dice haber pedido la baja temporal o permanente en el último año, pero ellos lo achacan principalmente a subidas y bajadas de glucosa (52% de casos en total). Tras las variaciones en los niveles de glucosa, los problemas de la vista y de los pies, la enfermedad del corazón, la del riñón y la del hígado son, por este orden, las principales causas de baja relacionada con la diabetes.

Complicaciones más graves, según médicos y pacientes

En el apartado de las complicaciones derivadas de la diabetes, la retinopatía diabética -daño en la vista- es la que los médicos consideran más grave (un 78% de ellos la califican como “muy grave” o “bastante grave”), seguida de la nefropatía diabética (76%). En este sentido, el 94% de los médicos asegura tener en cuenta la función renal y el 96% el ajuste de la dosis a la hora de prescribir un tratamiento para la DM2.

Los pacientes consultados aseguran haber sufrido principalmente obesidad (33%) y problemas de la vista (30%) tras ser diagnosticados. Los problemas en los pies (17%) y la enfermedad del corazón (10%) constituyen la tercera y cuarta causa de complicaciones para las personas con diabetes, según se desprende de la encuesta.

El 87% de los pacientes sabe que la diabetes tiene relación con el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular, mientras que el 12% desconoce que también puede afectar al correcto funcionamiento de sus riñones.

El 43,6% de los diabéticos de tipo 2 no tiene un control adecuado

El 43,6% de pacientes de tipo 2 no tienen un seguimiento adecuado de sus niveles de azúcar y presión arterial, según el estudio de mayor alcance sobre el control de esta enfermedad en Europa, eControl DM_AP, realizado con más de 286.000 enfermos por la Agencia de Salud Pública de Cataluña (ASPC), el Institut Català de la Salut (ICS) y el Institut d”Investigació en Atenció Primària (Idiap) Jordi Gol, con la financiación de Sanofi Aventis.

Este mal control de la diabetes se debe, en la mayoría de casos, a que el paciente opone “fuerte resistencia a inyectarse insulina y opta por no hacerlo”, ha revelado en rueda de prensa uno de los líderes del estudio, el endocrinólogo del Hospital Arnau de Vilanova de Lleida, Dídac Mauricio, que considera muy satisfactorio que el 56,1% de catalanes sí tenga un seguimiento adecuado de la enfermedad.

El hecho de que el copago y el euro por receta hayan disparado el precio que tienen que pagar los pacientes para acceder a la insulina “puede ser un motivo para dejar el tratamiento”, ha admitido Mauricio, aunque ha recordado que aún no hay datos sobre el impacto de estas tasas en los enfermos crónicos.

“Hay que mejorar el control glucémico lo antes posible porque los casos se van a ir incrementando mucho cada año”, ha señalado Mauricio, y ha recordado que la obesidad y el sedentarismo dispararán la prevalencia de la diabetes, que afecta al 7,6% de la población.

De hecho, los malos hábitos de salud que tienen la mayoría de los catalanes “están precipitando el inicio precoz de la diabetes”, según Mauricio, una tendencia que se sumará al incremento de casos no diagnosticados, cuya afectación se estima actualmente en un 6%.

Expertos internacionales advierten de una pandemia de diabetes con un coste “inasumible” para los Estados

Los participantes del VII Congreso Mundial en la Prevención de la Diabetes y sus Complicaciones han alertado sobre una posible pandemia de diabetes tipo 2 que tendría un coste “inasumible por ningún gobierno” si no se toman medidas de prevención “de manera inmediata”.

El congreso se celebra en Madrid del día 11 al 14 de noviembre (Día Mundial de la Diabetes) y tiene como lema “Hacer de la prevención una realidad”. Está apoyado institucionalmente por la Real Academia Nacional de Medicina, el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y la Federación Internacional de Diabetes (IDF, siglas en inglés).

La IDF calcula que 371 millones de personas son diabéticas, de los que 187 millones están sin diagnosticar, pero para 2030 serán 550 millones, un 50% más, según el profesor Rafael Gabriel, del Instituto de Investigación del Hospital La Paz y codirector del congreso junto con el profesor Jaakko Tuomilehto, de la Universidad de Helsinki.

La diabetes se encuentra entre las diez principales causas de invalidez y presenta complicaciones que pueden causar la muerte, como infarto, ictus, amputaciones de extremidades inferiores y ceguera. La prevalencia en España para la población entre los 30 y los 65 años se estima en el 12%, aunque es superior en algunas comunidades, como la canaria. La diabetes tipo 2 representa el 90% de los casos.

La reducción del riesgo de sufrir diabetes es aún mayor en intervenciones específicas sobre la dieta, como demostró un estudio español publicado el pasado año en Diabetes Care. Este trabajo recoge cómo la dieta mediterránea, por sí sola, durante al menos cinco años, conseguía reducir el riesgo de diabetes tipo 2 a la mitad (52%).

Para el coordinador del trabajo, el doctor Jordi Salas, del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili, de la Universitad Rovira i Virgili, de Reus, hay alimentos que si se consumen en exceso incrementan el riesgo de diabetes tipo 2, como la carne roja, los procesados y las bebidas ricas en azúcar, incluyendo algunos jugos de fruta.

En cambio, a su entender, otros que forman parte de la dieta mediterránea reducen su riesgo, como los cereales integrales, el café, el aceite de oliva, los frutos secos, las legumbres, las frutas y verduras y el pescado.

No obstante, la doctora Carmen Gómez, jefa de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital La Paz, de Madrid ha advertido de la “amenaza a la supervivencia” de la dieta mediterránea. “La razón es que comer insano sale más barato y un postre hipercalórico y rico en grasas saturadas cuesta menos que una fruta”, ha señalado.

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Diabetes: Protejamos nuestro futuro

Una encuesta en la que han participado alrededor de 300 pacientes y 600 médicos revela que los pacientes con diabetes tipo 2 no perciben la gravedad de su enfermedad. Tanto es así que el 85% de los médicos encuestados, considera que los pacientes con diabetes tipo 2 (DM2) perciben su enfermedad como “poco” o “nada grave” mientras que sólo el 12% de los pacientes la considera así. Además, la encuesta enmarcada dentro de la campaña es DIABETES, TÓMATELA EN SERIO también revela datos de hábitos de vida, prevención de la enfermedad y complicaciones.

La encuesta cuenta con el aval de las principales sociedades implicadas en diabetes -Sociedad Española de Diabetes (SED), Grupo de Estudio de la Diabetes en Atención Primaria de la Salud (redGDPS), Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y Federación de Diabéticos Españoles (FEDE)- y se ha realizado con el apoyo de la Alianza Boehringer Ingelheim – Lilly en Diabetes. Un total de 578 médicos de distintas especialidades (atención primaria, internistas, endocrinología, enfermería, cardiología, nefrología, neurología entre otras) han participado en la encuesta junto con 286 pacientes.

Hábitos de vida de los pacientes y papel de la prevención

A pesar de padecer diabetes, el 85% de los pacientes considera tener un buen estado de salud. En este sentido, la encuesta recoge datos sobre hábitos de vida, y los resultados muestran que más de la mitad de los diabéticos (54%) fuma o ha fumado a lo largo de su vida y que el 16% de ellos no ha abandonado el tabaco tras ser diagnosticados. Además, el 25% de las personas con diabetes consume alcohol de forma habitual -a partir de 2 veces por semana-. Y en cuanto a la práctica de ejercicio, un tercio realiza menos de una hora a la semana, a pesar de que casi la totalidad de los mismos son conscientes de los beneficios sobre su salud (96%).

Estas prácticas van en consonancia con la opinión del 32% de los pacientes de DM2 consultados, que no considera que unos hábitos de vida saludables hubiesen podido prevenir su enfermedad. Los médicos tienen una opinión muy diferente respecto a este tema, y un 43% cree que más de la mitad de los casos tratados podría haberse evitado o retrasado mediante la prevención.

Estos datos apuntan a una escasa concienciación de los pacientes respecto a la diabetes, que puede deberse a la falta de información, ya que casi la mitad (48%) de los médicos considera que el nivel de información que tienen sus pacientes sobre la enfermedad es insuficiente.

La diabetes, causa de baja laboral

El absentismo laboral por causa de esta enfermedad también ha sido motivo de consulta en esta encuesta: en el último año, el 76% de los médicos ha firmado la baja temporal o permanente a alguno de sus pacientes con DM2 por causas relacionadas con su enfermedad, principalmente por enfermedades cardiovasculares (21%), seguidas de neuropatía diabética – daños en los nervios – (16%) y nefropatía diabética – daños en el riñón – (15%).

El 72% de los pacientes dice haber pedido la baja temporal o permanente en el último año, pero ellos lo achacan principalmente a subidas y bajadas de glucosa (52% de casos en total). Tras las variaciones en los niveles de glucosa, los problemas de la vista y de los pies, la enfermedad del corazón, la del riñón y la del hígado son, por este orden, las principales causas de baja relacionada con la diabetes.

Complicaciones más graves, según médicos y pacientes

En el apartado de las complicaciones derivadas de la diabetes, la retinopatía diabética -daño en la vista- es la que los médicos consideran más grave (un 78% de ellos la califican como “muy grave” o “bastante grave”), seguida de la nefropatía diabética (76%). En este sentido, el 94% de los médicos asegura tener en cuenta la función renal y el 96% el ajuste de la dosis a la hora de prescribir un tratamiento para la DM2.

Los pacientes consultados aseguran haber sufrido principalmente obesidad (33%) y problemas de la vista (30%) tras ser diagnosticados. Los problemas en los pies (17%) y la enfermedad del corazón (10%) constituyen la tercera y cuarta causa de complicaciones para las personas con diabetes, según se desprende de la encuesta.

El 87% de los pacientes sabe que la diabetes tiene relación con el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular, mientras que el 12% desconoce que también puede afectar al correcto funcionamiento de sus riñones.

El 43,6% de los diabéticos de tipo 2 no tiene un control adecuado

El 43,6% de pacientes de tipo 2 no tienen un seguimiento adecuado de sus niveles de azúcar y presión arterial, según el estudio de mayor alcance sobre el control de esta enfermedad en Europa, eControl DM_AP, realizado con más de 286.000 enfermos por la Agencia de Salud Pública de Cataluña (ASPC), el Institut Català de la Salut (ICS) y el Institut d”Investigació en Atenció Primària (Idiap) Jordi Gol, con la financiación de Sanofi Aventis.

Este mal control de la diabetes se debe, en la mayoría de casos, a que el paciente opone “fuerte resistencia a inyectarse insulina y opta por no hacerlo”, ha revelado en rueda de prensa uno de los líderes del estudio, el endocrinólogo del Hospital Arnau de Vilanova de Lleida, Dídac Mauricio, que considera muy satisfactorio que el 56,1% de catalanes sí tenga un seguimiento adecuado de la enfermedad.

El hecho de que el copago y el euro por receta hayan disparado el precio que tienen que pagar los pacientes para acceder a la insulina “puede ser un motivo para dejar el tratamiento”, ha admitido Mauricio, aunque ha recordado que aún no hay datos sobre el impacto de estas tasas en los enfermos crónicos.

“Hay que mejorar el control glucémico lo antes posible porque los casos se van a ir incrementando mucho cada año”, ha señalado Mauricio, y ha recordado que la obesidad y el sedentarismo dispararán la prevalencia de la diabetes, que afecta al 7,6% de la población.

De hecho, los malos hábitos de salud que tienen la mayoría de los catalanes “están precipitando el inicio precoz de la diabetes”, según Mauricio, una tendencia que se sumará al incremento de casos no diagnosticados, cuya afectación se estima actualmente en un 6%.

Expertos internacionales advierten de una pandemia de diabetes con un coste “inasumible” para los Estados

Los participantes del VII Congreso Mundial en la Prevención de la Diabetes y sus Complicaciones han alertado sobre una posible pandemia de diabetes tipo 2 que tendría un coste “inasumible por ningún gobierno” si no se toman medidas de prevención “de manera inmediata”.

El congreso se celebra en Madrid del día 11 al 14 de noviembre (Día Mundial de la Diabetes) y tiene como lema “Hacer de la prevención una realidad”. Está apoyado institucionalmente por la Real Academia Nacional de Medicina, el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y la Federación Internacional de Diabetes (IDF, siglas en inglés).

La IDF calcula que 371 millones de personas son diabéticas, de los que 187 millones están sin diagnosticar, pero para 2030 serán 550 millones, un 50% más, según el profesor Rafael Gabriel, del Instituto de Investigación del Hospital La Paz y codirector del congreso junto con el profesor Jaakko Tuomilehto, de la Universidad de Helsinki.

La diabetes se encuentra entre las diez principales causas de invalidez y presenta complicaciones que pueden causar la muerte, como infarto, ictus, amputaciones de extremidades inferiores y ceguera. La prevalencia en España para la población entre los 30 y los 65 años se estima en el 12%, aunque es superior en algunas comunidades, como la canaria. La diabetes tipo 2 representa el 90% de los casos.

La reducción del riesgo de sufrir diabetes es aún mayor en intervenciones específicas sobre la dieta, como demostró un estudio español publicado el pasado año en Diabetes Care. Este trabajo recoge cómo la dieta mediterránea, por sí sola, durante al menos cinco años, conseguía reducir el riesgo de diabetes tipo 2 a la mitad (52%).

Para el coordinador del trabajo, el doctor Jordi Salas, del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili, de la Universitad Rovira i Virgili, de Reus, hay alimentos que si se consumen en exceso incrementan el riesgo de diabetes tipo 2, como la carne roja, los procesados y las bebidas ricas en azúcar, incluyendo algunos jugos de fruta.

En cambio, a su entender, otros que forman parte de la dieta mediterránea reducen su riesgo, como los cereales integrales, el café, el aceite de oliva, los frutos secos, las legumbres, las frutas y verduras y el pescado.

No obstante, la doctora Carmen Gómez, jefa de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital La Paz, de Madrid ha advertido de la “amenaza a la supervivencia” de la dieta mediterránea. “La razón es que comer insano sale más barato y un postre hipercalórico y rico en grasas saturadas cuesta menos que una fruta”, ha señalado.

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La cirugía de la obesidad mórbida amortiza su coste a los tres años

La cirugía de la obesidad amortiza su coste tres años después de la misma, al reducir el impacto de las enfermedades asociadas, siempre y cuando el paciente utilice la intervención como una “herramienta” para cambiar sus hábitos de vida, señala el coordinador de la Sección de Obesidad Mórbida de la Asociación Española de Cirujanos (AEC), el doctor Juan Carlos Ruiz de Adana, con motivo del 29 Congreso Nacional de Cirugía, que tiene lugar estos días en Madrid.

“El coste de la cirugía de la obesidad compensa en tanto en cuanto a que, además de que elimina costes directos por las enfermedades asociadas a la obesidad, tales como la diabetes o la patología cardiovascular, que consumen muchos recursos sanitarios, disminuye los tiempos de baja ocasionados por la propia obesidad y aumenta la productividad laboral”, argumenta este experto.

Ruiz de Adana considera que la cirugía de la obesidad mórbida que se realiza en estos momentos en España además de ser “excelente”, es un referente mundial, “por el nivel de la cirugía y sus resultados”. Además, el riesgo de complicaciones asociadas a la intervención se encuentra cercano al 0,05 por ciento y el 95 por ciento de los postoperatorios transcurre sin complicaciones.

En sus palabras, un paciente con obesidad mórbida cuenta con entre 8 y 10 años de esperanza de vida menos que el resto de la población y, tras la operación, si sigue unos hábitos de vida adecuados, se acerca a la esperanza de vida del resto. Este experto estima además que siete de cada 10 pacientes intervenidos consigue mantener la resolución de las enfermedades asociadas a la edad.

Por otro lado, en sus palabras, “el 80 por ciento de los pacientes intervenidos mejora de la diabetes”. Se estima que hasta el 30 por ciento de las personas con obesidad puede ser prediabética, un porcentaje que aumenta hasta el 38 por ciento en personas con obesidad severa.

Cada año, se realizan en España, entre 5.000 y 6.000 intervenciones quirúrgicas a pacientes con obesidad mórbida -personas que tienen un índice de masa corporal (IMC) mayor a 40- y que han agotado la vía de la dieta, el ejercicio físico y los medicamentos.

Mejorar la selección de los intervenidos

Por su parte, el jefe del Servicios de Cirugía General del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria y presidente del Comité Organizador del 29 Congreso Nacional de Cirugía, Arturo Soriano y Benítez de Lugo, destaca que la cirugía del obeso mórbido supone un ahorro al Sistema Nacional de salud (SNS).

Sin embargo, “los recortes en Sanidad ocasionados por la crisis económica están conllevando un aumento en las listas de espera en cirugía de la obesidad, si bien esto ha repercutido en una mejor selección de los pacientes susceptibles de ser intervenidos”, advierte.

De la misma opinión es Ruiz de Adana, para quien el desequilibrio entre la oferta -hay unos 300.000 pacientes con obesidad mórbida en España- y la demanda hace que los expertos tengan que priorizar “correctamente” a los pacientes candidatos “en función de su gravedad y riesgo cardiovascular y/o metabólicos”.

Por su parte, los pacientes tienen que concienciarse de que, tras la intervención, deben de controlar su alimentación y realizar más ejercicio físico. No obstante, “dos de cada tres pacientes operados deja de acudir a las revisiones años después de la intervención y un porcentaje importante vuelve a presentar obesidad por no controlar la ingesta y abandonar el ejercicio físico”, indica.

Técnicas modernas

Por otro lado, para el coordinador de la Sección de Obesidad de la AEC, el aumento de las intervenciones quirúrgicas para el tratamiento de la obesidad responde al incremento de la enfermedad y a “las modernas técnicas quirúrgicas, cada vez menos invasivas, que permiten una disminución de las complicaciones postoperatorio y de la mortalidad asociada”.

Concretamente, este experto asegura que las nuevas modalidades de técnicas de abordaje suponen una mejora en los tiempos de recuperación de los pacientes y menores secuelas estéticas. En este sentido, nuevos métodos que suponen el acceso por los agujeros naturales del organismo o por una única vía de acceso -normalmente través del ombligo-, no dejan ninguna cicatriz al paciente.

En el marco del 29 Congreso Nacional de Cirugía, en el que participarán 1.200 expertos en este campo, se presentará la II Edición de la Guía de Cirugía de la Obesidad Mórbida, realizada por la Sección de Obesidad Mórbida de la Asociación Española de Cirujanos, que contienen materiales audiovisuales con 30 técnicas quirúrgicas en cirugía de la obesidad mórbida.

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Un libro analiza las últimas tendencias en trastornos de alimentación y la evolución de los tratamientos médicos

Esta mañana se ha presentado en Madrid el manual Controversias sobre los trastornos alimentarios: Jornada de actualización y debate, que aborda los trastornos de la alimentación y las medidas para detectarlos y prevenirlos. El libro ha sido editado por el Instituto Tomás Pascual Sanz en colaboración la Fundación Instituto de Trastornos Alimentarios (FITA), y recoge el seminario del mismo nombre celebrado el pasado año en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Su objetivo es dotar a la sociedad en general y a los educadores en particular, de los conocimientos necesarios para la detección temprana de estos trastornos para reconocerlos y derivarlos al especialista oportuno.

Los trastornos de la conducta alimentaria, conocidos por las siglas TCA, constituyen un grave problema de salud pública que en los últimos años ha crecido principalmente entre las mujeres adolescentes y los jóvenes de ambos sexos así como, y cada vez más, en niños. De este modo, uno de cada cinco jóvenes está en riesgo de padecer un trastorno alimentario, convertido ya en la tercera enfermedad crónica más frecuente en este sector de población. Se trata no sólo de las muy comentadas bulimia y anorexia, sino de un abanico más amplia de enfermedades muy complejas con riesgo de cronificación que afectan a la calidad de vida de quienes las sufren y a las personas de su entorno, como son vigorexia, ortorexia y los atracones.

La prevención de los trastornos alimentarios

En este contexto de cambio en las tendencias en trastornos de alimentación se enmarcaron las jornadas científicas que FITA y el Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud organizaron el pasado año en Madrid con el objetivo de crear un espacio de debate entre especialistas del sector y cuyas conclusiones se recogen ahora en “Controversias sobre los trastornos alimentarios”. Organizado en 18 capítulos firmados cada uno por diferentes especialistas en TCA, el libro analiza desde un punto de vista médico pero con sentido divulgativo la situación que viven actualmente estas enfermedades y sus pacientes, fuertemente influenciados por los cánones estéticos de la sociedad y por los medios de comunicación, a quienes se dedica un capítulo por su poder de prevención.

Asimismo, el libro profundiza en la influencia del entorno del paciente, familia y escuela, en su evolución así como la eficacia de los programas médicos y la función de los agentes sanitarios en la detección, el tratamiento y la curación del enfermo. Precisamente la evolución de los TCA hacia la rehabilitación y la curación ocupa uno de los capítulos en el que se plantea si es posible la recuperación total del enfermo haciendo frente al deterioro cognitivo que se produce en aquellos pacientes de larga evolución.

Los trastornos de la conducta alimentaria en el siglo XXI

Los trastornos de la conducta alimentaria empezaron a tener relieve clínico fundamentalmente a partir de los años 60. Desde entonces la investigación sobre este tipo de enfermedades ha avanzado muchísimo debido a su complejidad y a la conjunción de diversos factores como las experiencias previas del paciente, los factores culturales en la expresión clínica de los trastornos alimentarios o el propio comportamiento.

Vigorexia y otros trastornos de la imagen

Son cada vez más y más variadas las propuestas de nuevos síndromes que aparecen vinculados a los TCA. Uno de ellos es la vigorexia, de la que se empezó a escribir en 1993 como un trastorno relacionado con la imagen corporal y que se empezó a observar en culturistas que usaban anabolizantes. A pesar de poseer cuerpo de musculatura muy desarrollada, la conducta de estos individuos parecía estar fuertemente motivada por un intenso miedo a tener un cuerpo pequeño y débil. De este modo, los pacientes que sufren vigorexia poseen una percepción del propio cuerpo distorsionada que les hace verse con un tamaño muy inferior al real.

Trastornos de la conducta alimentaria. No todo es anorexia y bulimia

Hace ya tiempo que se están detectando una serie de trastornos de la alimentación que se pueden diferenciar de los “clásicos” como la obesidad y la anorexia. Suelen ser desórdenes subdiagnosticados, que para el individuo pasan inadvertidos, que no todos ellos tienen episodios diarios y que, como no son identificados socialmente, cuando se llega a la consulta del especialista la situación ha podido llegar a niveles complicados. Éstos son: ortorexia, drunkorexia-ebriorexia, diabulimia, flexitarianismo, sadorexia, síndrome del comedor nocturno, vigorexia y permarexia, entre otros.

El espectro del atracón como síntoma

El estudio de los trastornos de la conducta alimentaria que comparten la presencia de atracones en su psicopatología han puesto de manifiesto la existencia de varios factores neurobiológicos, cognitivo-emocionales y sociales que influyen en las personas provocando un incremento de la vulnerabilidad a padecer el trastorno, a su inicio y posterior mantenimiento.

Perspectiva de género y trastornos de la conducta alimentaria

La perspectiva de las diferencias de género en los trastornos de alimentación nos ayuda a comprender de forma más completa la enfermedad y los síntomas clínicos, y permite diseñar estrategias específicas de tratamiento y prevención de estos trastornos según el género.

La prevención de los trastornos del comportamiento alimentario en los medios de comunicación

Los trastornos del comportamiento alimentario se infiltraron en la opinión pública española a mediados de los años 80 con titulares sensacionalistas. Se pasó de la absoluta ausencia a su inevitable presencia al hablar de actrices, modelos y otras profesionales populares, por lo que muchas voces se alzaron señalando la relación entre el discurso de los medios de comunicación y los TCA. Por otro lado, las investigaciones al respecto demuestran que la alfabetización mediática es una potentísima herramienta de prevención de los desórdenes alimentarios, especialmente en el colectivo infanto-juvenil.

El papel del asociacionismo en la prevención en España

Las asociaciones son importantes y necesarias porque permiten llegar a instituciones, a los medios de comunicación y a la sociedad como un colectivo asociado a un individuo y así conseguir el fin por el que nace la asociación.

Prevención de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) desde la familia y la escuela

El hecho de ser consideradas enfermedades o trastornos propios de nuestra cultura plantea el interrogante de si es posible cambiar esos patrones culturales de igual manera que ha ocurrido con otros factores de riesgo, como el tabaco o el cáncer.

La intervención de los agentes sanitarios en la prevención de los trastornos alimentarios

El conocimiento, valoración, prevención, detección, evaluación de riesgos y orientación a los lugares específicos de tratamiento son tareas que pueden abordarse desde los distintos agentes sanitarios con un indudable beneficio para los pacientes y sus familias.

Evolución de los TCA. ¿Es posible la curación?

En las últimas décadas los TCA se han convertido en un importante problema social y sanitario por las altas tasas de cronicidad con graves secuelas físicas, psicológicas y sociales que provocan en los pacientes, siendo la tercera enfermedad “crónica” más frecuente en la adolescencia y entre las enfermedades psiquiátricas.

Rehabilitación psicosocial e inclusión en TCA

Los trastornos de conducta alimentaria son una patología de difícil manejo y de severas consecuencias físicas y psicológicas. Se trata de trastornos complejos donde una serie de problemas relacionados no sólo con la propia enfermedad sino también con la falta de formación de especialistas y la mala orientación de tratamientos y recursos hace que se imponga el fracaso terapéutico, que se repitan tratamientos infructuosos y que haya pacientes que no evolucionen y sigan cronificándose.

Deterioro cognitivo en trastornos de la conducta alimentaria de larga evolución

En las últimas décadas se ha producido un interés creciente por los efectos que las patologías psiquiátricas pueden tener sobre funciones cognitivas, de manera que se han multiplicado los estudios sobre este tema en enfermedades psiquiátricas, principalmente en esquizofrenia y trastorno bipolar.

Indicadores de buen y mal pronóstico

Los TCA llevan asociadas importantes tasas de morbilidad y mortalidad, por lo que cada vez son más numerosos los trabajos orientados a analizar el curso de estos trastornos y a aislar factores asociados al pronóstico, factores que estando presentes en el momento de la evaluación inicial del paciente podrían correlacionarse con la respuesta al tratamiento tras un periodo de tiempo determinado, es decir, los factores del buen (o mal) pronóstico.

Situación actual de los TCA en la infancia y en la adolescencia

Los TCA llegaron a España en la década de los 80 casi 20 años después de su origen en el norte de Europa. Sin embargo, la incidencia ha aumentado progresivamente en los últimos 20 años, pasando de un caso nuevo a la semana en los 90 a seis en 2010.

Tratamientos médicos/farmacológicos

En el tratamiento normalmente participa un grupo multidisciplinar formado por psiquiatra, psicólogo, nutricionista y, además, debería incluir un pediatra o médico internista. A pesar de ser una patología muy frecuente, no existen muchos trabajos que apoyen y sirvan de guía para tener clara evidencia de los protocolos de tratamiento actuales.

Intervención familiar en los trastornos del comportamiento alimentario

El papel de la familia en el tratamiento de los TCA lleva muchos años investigándose desde diferentes enfoques teóricos psicológicos debido a su controversia, incluso se ha entendido como un factor casual o como un factor mantenedor de la enfermedad. De este modo es necesario analizar la perspectiva histórica de la familia y los TCA así como el cambio de paradigma hacia la opinión actual, que considera a la familia como un recurso potencial en el proceso de recuperación terapéutica.

Nuevos tratamientos de intervención psicológica: coaching, empowerment, psicología positiva, resiliencia

Los TCA están considerados graves problemas de salud pública por la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a su gran impacto en la población general, ya que cada vez afectan a un sector más amplio de la población, a su vinculación con trastornos mentales y a la dificultad de tratamiento por parte de los profesionales. Por ello, los nuevos enfoques de intervención deben ir dirigidos a trabajar desde un punto de vista tridimensional e integral del paciente (bio-psico-social).

Eficacia de un programa de tratamiento ambulatorio multimodal para los trastornos de la conducta alimentaria

Se hace necesario profundizar en el estudio sobre eficacia, efectividad y eficiencia puesto que los tratamientos actuales son costosos, duran años y la remisión completa no se produce en casi la mitad de los casos. Aunque los estudios de eficacia presentan el mayor nivel de evidencia científica, actualmente no se discute la importancia de los estudios sobre efectividad, que son aquellos realizados en condiciones de práctica clínica real, sobre todo en los casos en que efectuar ensayos clínicos aleatorizados sea poco ético pero dichos estudios presentan la ventaja de que son generalizables a toda la población.

Fundación Instituto de Trastornos Alimentarios (FITA)

FITA es una entidad sin ánimo de lucro fundada en 2002 para la prevención, la formación, la investigación y la creación de nuevos recursos sociales para personas con Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). FITA está vinculada a ITA (Instituto de Trastornos Alimentarios), red asistencial creada en 1998 para dar una respuesta global a las necesidades de estos enfermos, no únicamente en el ámbito médico, sino también psicosocial, con programas pioneros en España.

www.itacat.com

Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud

Dependiente de la Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara, el Instituto Tomás Pascual Sanz es una entidad sin ánimo de lucro que tiene el mandato de generar y difundir actividades de divulgación, estudio y análisis en los campos de la alimentación, la nutrición, la salud y los hábitos correctos de vida.

El Instituto transmite a la sociedad los valores de una vida saludable, difunde los adelantos tecnológicos relacionados con las ciencias de la salud y promueve el intercambio de información, generando nuevas posibilidades entre los colectivos relevantes y comprometiéndose al máximo con la sociedad científica moderna. El Instituto Tomás Pascual Sanz edita el contenido de estudios y ponencias en una numerosa biblioteca que responde a la creciente demanda sobre temas tan importantes como la nutrición, la seguridad alimentaria o la actividad física.

www.institutotomaspascual.es

Acceda a la Biblioteca del Instituto

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Los factores metabólicos pueden aumentar el riesgo de morir por un cáncer de próstata

La presión arterial alta, el azúcar en la sangre, los lípidos sanguíneos y el índice de masa corporal, características que suelen agruparse como el síndrome metabólico, están vinculadas en forma conjunta con un mayor riesgo de morir por cáncer de próstata. Esa es la conclusión de un nuevo estudio publicado en la revista Cancer.

Los resultados del estudio sugieren que las recomendaciones de salud pública con respecto a la dieta y el estilo de vida para prevenir la enfermedad cardíaca y la diabetes también pueden disminuir la probabilidad de que un hombre muera por cáncer de próstata.

Los investigadores tienen poco conocimiento sobre los posibles vínculos entre los factores metabólicos, por separado y en combinación, y el riesgo de los hombres de ser diagnosticados con (o morir por) cáncer de próstata. Para investigarlo, Christel Häggström y Tanja Stocks, ambos de la Universidad de Umea en Suecia, y sus colegas, analizaron datos de 289.866 hombres inscritos en un estudio llamado Proyecto Síndrome Metabólico y Cáncer. El análisis se completó bajo la dirección de Pär Stattin, científico visitante en el Centro de Cáncer Memorial Sloan-Kettering de Nueva York.

Durante una media de seguimiento de 12 años, 6.673 hombres fueron diagnosticados con cáncer de próstata y 961 murieron a causa de la enfermedad. Los hombres con las categorías más altas de índice de masa corporal y presión arterial tenían un riesgo un 36 por ciento y 62 por ciento mayor de morir por cáncer de próstata, respectivamente. Además, cuando se comparaba una puntuación compuesta de todos los factores metabólicos, los hombres con una puntuación más alta fueron más propensos a morir de cáncer de próstata.

El estudio no encontró evidencia de un vínculo entre los altos niveles de los factores de riesgo metabólicos y la probabilidad de un hombre de desarrollar cáncer de próstata, pero reveló una relación entre estos factores y su riesgo de morir de la enfermedad. Esto sugiere que mientras que los hombres con el síndrome metabólico no son más propensos que otros a desarrollar cáncer de próstata, si lo desarrollan, son más propensos a morir por el cáncer.

“Estas observaciones sugieren que los factores de riesgo cardiovascular como el sobrepeso y la hipertensión están implicadas en la estimulación de la progresión del cáncer de próstata”, dijo Stattin.

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La actividad física aumenta la esperanza de vida casi 5 años

La actividad física durante el tiempo libre está asociada con una esperanza de vida más larga, de hasta 4,5 años, e incluso a niveles relativamente bajos de actividad y de peso corporal, según estudios realizados por un equipo de investigadores dirigido por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos. Además, se vio que las personas que hacen ejercicio físico regular, como caminar a paso ligero, viven más tiempo que los que no hacen ningún ejercicio, incluso cuando tienen sobrepeso.

Los análisis, publicados esta semana en PLOS Medicine, analizaron los datos de más de 650.000 adultos, en su mayoría con edades superiores a los 40 años. El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos recomienda una actividad aeróbica de 2,5 horas de intensidad moderada (la que permite hablar pero no cantar cuando se realiza el ejercicio) a 1,25 horas con un nivel vigoroso (se pueden decir sólo unas pocas palabras sin detenerse a recuperar el aliento) a la semana para los adultos de 18 a 64 años.

Tras considerar otros factores que podrían afectar a la esperanza de vida, los investigadores concluyeron que ésta fue de 3,4 años más para las personas que consiguieron el nivel recomendado de actividad física, mientras los individuos que realizaron el doble de esfuerzo a los ejercicios aconsejados ganaron 4,2 años de vida. Incluso, se detectaron beneficios en los niveles más bajos de actividad: los que hicieron la mitad de la cantidad de actividad física recomendada añadieron 1,8 años a su vida.

“Nuestros resultados ponen de relieve la importante contribución que el tiempo libre dedicado a la actividad física en la edad adulta puede otorgar a la longevidad. El ejercicio regular prolonga la vida en todos los grupos examinados, con peso normal sobrepeso u obesidad”, dijo el autor principal del estudio, el doctor Steven Moore, de la División de Epidemiología del Cáncer y Genética del Instituto Nacional del Cáncer.

Los autores examinaron también cómo la esperanza de vida cambió con la actividad en personas con obesidad: las personas que eran obesas e inactivas tenían una esperanza de vida que era entre cinco y siete años menor que las personas que tenían un peso normal y actividad moderada. Así, las personas que hacen actividad física regular, como caminar a paso ligero, viven más tiempo que los que no hacen ningún ejercicio durante su tiempo libre, incluso cuando tienen sobrepeso, con mejorías en todos los niveles de índice de masa corporal (IMC).

Los resultados determinan que la actividad física en un nivel equivalente a caminar a paso ligero durante 75 minutos a la semana se asoció con un aumento promedio de la esperanza de vida de 1,8 años, en comparación con aquellos que no hicieron ejercicio. Sin embargo, la actividad física en el tiempo libre en el nivel recomendado por la Organización Mundial de la Salud (un mínimo de 150 minutos de caminata enérgica por semana) se asoció con un promedio de esperanza de vida de 3,4 a 4,5 años más que no hacer nada.

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Presentación del libro Controversias sobre los trastornos alimentarios: actualización y debate

El Instituto Tomás Pascual Sanz presenta el próximo martes, 13 de noviembre, el libro Controversias sobre los trastornos alimentarios: actualización y debate, a las 12:30h, en la Asociación de la Prensa. Editado en colaboración con la Fundación Instituto de Trastornos Alimentarios (FITA), recoge el seminario del mismo nombre celebrado el pasado año en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Seminario que se convirtió en foro de debate entre profesionales, pacientes y familiares, con información clara, rigurosa y actualizada de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) en nuestro país.

Los trastornos de la conducta alimentaria constituyen un grave problema de salud pública, que en los últimos años ha crecido principalmente entre las mujeres adolescentes, los jóvenes de ambos sexos y, cada vez más, en niños. Hasta el punto de que, convertido ya en la tercera enfermedad crónica más frecuente en este sector de población, uno de cada cinco jóvenes está en riesgo de padecer un trastorno alimentario. Se trata no sólo de las muy conocidas bulimia y anorexia, sino de todo un abanico de enfermedades muy complejas con riesgo de cronificación que afectan a la calidad de vida de quienes las sufren y a las personas de su entorno.

El libro Controversias sobre los trastornos alimentarios: actualización y debate, editado por el Instituto Tomás Pascual Sanz en colaboración con la Fundación Instituto de Trastornos Alimentarios (FITA), pretende dotar a la sociedad en general y a los educadores en particular, de los conocimientos necesarios para la detección temprana de aquellos trastornos, a los que hoy se añaden otros como vigorexia, ortorexia o los atracones y el llamado síndrome del comedor nocturno, para reconocerlos y derivarlos al especialista oportuno.

Fundación Instituto de Trastornos Alimentarios (FITA)

FITA es una entidad sin ánimo de lucro fundada en 2002 para la prevención, la formación, la investigación y la creación de nuevos recursos sociales para personas con Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). FITA está vinculada a ITA (Instituto de Trastornos Alimentarios), red asistencial creada en 1998 para dar una respuesta global a las necesidades de estos enfermos, no únicamente en el ámbito médico, sino también psicosocial, con programas pioneros en España.

www.itacat.com

Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud

Dependiente de la Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara, el Instituto Tomás Pascual Sanz es una entidad sin ánimo de lucro que tiene el mandato de generar y difundir actividades de divulgación, estudio y análisis en los campos de la alimentación, la nutrición, la salud y los hábitos correctos de vida.

El Instituto transmite a la sociedad los valores de una vida saludable, difunde los adelantos tecnológicos relacionados con las ciencias de la salud y promueve el intercambio de información, generando nuevas posibilidades entre los colectivos relevantes y comprometiéndose al máximo con la sociedad científica moderna. El Instituto Tomás Pascual Sanz edita el contenido de estudios y ponencias en una numerosa biblioteca que responde a la creciente demanda sobre temas tan importantes como la nutrición, la seguridad alimentaria o la actividad física.

www.institutotomaspascual.es

Acceda a la Biblioteca del Instituto

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¿Deberían los Gobiernos imponer normativas para controlar alimentos poco saludables?

El texto señala que el 64 por ciento de los italianos también cree que la Administración de su país debería tomar medidas a este mismo respecto. Mientras que los ciudadanos de Alemania (43%), Bélgica (39%) o Francia (35%) no son tan partidarios de esta cuestión.

En general, la crisis ha empujado a los consumidores a buscar productos más baratos, y, en consecuencia, menos nutritivos. De este modo, el 17 por ciento de los encuestados reconoció que una de las principales barreras a la hora de llevar a cabo un estilo de vida más saludable es que les resulta caro.

En el caso de Reino Unido, las ventas de carne de cordero, vegetales frescos y fruta han bajado, a favor de productos envasados como las galletas o la pizza, que han crecido en los últimos 5 años. Además, las ventas de productos orgánicos cayeron un 15 por ciento en el último año, y el 23 por ciento de los consumidores se dio de baja en el gimnasio.

Con todo, el 65 por ciento de la población mundial vive en países donde muere más gente por enfermedades relacionadas con la obesidad que con la malnutrición. A nivel global, se consume un 30 por ciento más de los recursos de la Tierra y, en el caso hipotético de que todos los individuos consumiesen al ritmo de Europa, harían falta 3 planetas iguales para que se pudiese llevar a cabo.

Los españoles creen que es difícil vivir mejor

Según el informe de IPSOS, el principal factor para mejorar el bienestar personal de todos los individuos encuestados a nivel mundial pasa por tener una sólida economía en su país (89%), por encima de comer mejor (81%), hacer más ejercicio (77%) o perder peso (60%).

En general, el 64 por ciento de la población mundial reconoce que es necesario vivir mejor, aunque el 79 por ciento cree que, en la actualidad, es más difícil que nunca. En el caso de España, el porcentaje alcanza el 83 por ciento de la población.

Por un lado, Indonesia, China y Brasil cuentan con el porcentaje más alto de gente que lucha por mejorar sus condiciones y hábitos vitales, mientras que los europeos, sobre todo Alemania, Gran Bretaña y Suecia, tienen el menor porcentaje.

Obesidad en Estados Unidos

Por otro lado, el 34 por ciento de la población norteamericana padece obesidad y el 75 por ciento sufre de algún tipo de sobrepeso. Según el informe de IPSOS, existe una relación directa entre la obesidad y las etnias, el nivel de educación y los ingresos de sus habitantes.

Así, se ha comprobado que los afroamericanos son 1,4 veces más propensos a ser obesos que los blancos no hispanos, y que las mujeres de ingresos altos tienen menos posibilidades de serlo. También existe una correlación entre la calidad de los estudios y el estar en el peso adecuado.

Por su parte, en Gran Bretaña, el 23 por ciento de la población es obesa y el 61 tiene sobrepeso. Para el 80 por ciento de los ingleses, la culpa del aumento de casos de obesidad infantil reside fundamentalmente en los padres, seguido de la mala alimentación o la “comida rápida”.

En cuanto a la implicación o no de las autoridades a la hora de controlar la obesidad y fomentar hábitos más saludables, casi la mitad de los encuestados ha manifestado que las Administraciones Públicas no deberían meterse en cuestiones tan personales.