La importancia de un buen desayuno para los más pequeños
¿Desayunan nuestros hijos de forma adecuada? ¿Qué consecuencias tiene para ellos acudir al colegio sin haber tomado un buen desayuno? Estas, y otras preguntas, las resuelve el Estudio Kellogg’s sobre desayuno y aprendizaje en niños de 6 a 12 años. Las conclusiones son claras: aunque el 90% de los profesores encuestados constatan la importancia de un buen desayuno para comenzar bien el día, el 96% asegura ver cada semana al menos un niño que no ha desayunado nada, y casi la mitad (40%) se encuentran a diario con niños que no desayunan lo suficiente para rendir a un nivel óptimo en clase.
El estudio Kellogg’s, realizado en julio de 2014, recoge las opiniones de 2.500 profesores europeos de primaria y secundaria de Irlanda, Bélgica, Alemania, Italia y España (500 profesores en todo el territorio español). Para más de un tercio (38%) de los profesores encuestados, el número de niños que acude a las aulas con hambre en nuestro país se ha incrementado con respecto al año anterior, siendo para el 80% de los encuestados, la situación financiera de las familias, la principal causa. La otra razón fundamental por la que los niños no desayunan es la falta de hábito.
Según Ana Fraile, profesora y directora del colegio Pío XII de Madrid, “en los últimos años hemos notado un aumento de los niños que vienen sin desayunar al colegio. Esto no sólo les provoca problemas físicos, sino también falta de concentración, apatía y, como consecuencia, disminuye considerablemente su rendimiento escolar”.
¿Cuáles son las consecuencias de un desayuno incompleto?
Un desayuno incompleto tiene consecuencias directas en las aulas y, según los datos recogidos, los profesores reconocen que los niños que acuden al colegio sin desayunar pierden una media de 1h y 8 minutos al día de su tiempo de aprendizaje, lo que equivaldría a 8 semanas lectivas.
Y es que para el 68% de los profesores encuestados estos alumnos tienen, sobre todo, dificultad para concentrarse, el 48% acusa una menor participación en clase, el 47% una menor predisposición a aprender y el 38% atribuye peores resultados en los exámenes y alumnos más apáticos. Además, un 52% de los profesores españoles afirma que un niño con hambre molesta a otros niños de la clase.
A nivel psicológico, los efectos de un desayuno inadecuado o nulo se manifiestan en dos ámbitos, según Francisco Rodríguez Santos, profesor universitario de Psicología: la cognición y el comportamiento. “En cuanto a la cognición, los niños que no desayunan tienen más dificultades de memoria, cometen más errores y en general resuelven los problemas de forma más lenta. En lo que se refiere al comportamiento, se muestran más inquietos y tienen más problemas para afrontar situaciones de estrés, lo que puede dar lugar a conflictos en el contexto escolar”.
Los bancos de alimentos
El 57% de los profesores encuestados reconoce haber dado referencias de bancos de alimentos y comedores sociales a familias necesitadas, dato que se eleva al 73% en los maestros andaluces. Además, un 28% afirma que lleva comida al colegio para dársela a niños que no desayunan habitualmente.
Un 38% de los maestros afirma que cada vez son más las familias que acuden a estos centros, de hecho, la mitad declara que varias familias de sus alumnos pasarían hambre si estas ayudas no existieran.
Un desayuno completo
Según el Dr. José Manuel Moreno Villares, Pediatra-Nutricionista, “un desayuno completo para un niño debe incluir lácteos, cereales y fruta. Se trata de una de las comidas de mayor valor nutricional, ya que con una cantidad relativamente pequeña de alimentos proporciona un aporte importante de nutrientes, como por ejemplo calcio, fósforo, proteínas y algunas vitaminas y minerales”. “Un buen desayuno ayuda a empezar bien el día, para ello, es bueno contar con la colaboración de los padres y crear el hábito de sentarse a la mesa con tiempo suficiente, al menos 15 minutos”.
Puedes descargar el estudio completo aquí.