Una alimentación saludable te ayuda a sentirte bien
Los hábitos alimentarios pueden alterar nuestro humor y estado de ánimo ya que, como bien dice el dicho, ‘somos lo que comemos’. Por eso, una alimentación saludable nos ayuda a sentirnos bien tanto por dentro como por fuera.
Nuestra alimentación y estilo de vida están estrechamente relacionados con las emociones, por lo que llevar una alimentación saludable y equilibrada nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos. En el aparato digestivo se producen una gran cantidad de hormonas y neurotransmisores, lo que hace que esté muy ligado al sistema nervioso y con ello, a nuestro estado de ánimo. Si llevamos una alimentación ordenada y digerimos bien los alimentos, esto se refleja en una mejora del humor, del mismo modo que situaciones de fatiga, estrés o nerviosismo pueden provocar molestias intestinales, de ahí que se conozca al intestino como el ‘segundo cerebro’.
Cada nutriente tiene una función esencial en nuestro organismo, por eso es imprescindible incluir todos los grupos de alimentos en la dieta, conociendo y respetando las cantidades y recomendaciones de cada uno de ellos. Por ejemplo, los hidratos de carbono aumentan los niveles de serotonina, que es un neurotransmisor que regula el ciclo del sueño y juega un papel fundamental en nuestro estado de ánimo. A menudo, cuando estamos estresados o nerviosos, comemos alimentos ricos en este macronutriente como patatas fritas, pasteles o snacks para mejorar nuestro humor. Se ha visto que muchas personas bajo situaciones de estrés o pacientes con depresión, aumentan de peso debido a una ingesta excesiva de este tipo de carbohidratos, en detrimento de una alimentación variada y equilibrada.
Asimismo, las proteínas aumentan los niveles de algunos neurotransmisores, lo que favorece una correcta conexión cerebral, y ciertas grasas, como los ácidos grasos omega 3, regulan procesos que ocurren en el cerebro, ya que forman parte de membranas celulares.
Una alimentación equilibrada y variada incluye un aporte diario del 50-55 % de la energía total en forma de carbohidratos, 30-35 % en forma de grasa y entre 10-15 % de proteínas. A su vez, las vitaminas y minerales (micronutrientes) cumplen una función imprescindible en el buen funcionamiento del organismo. En concreto, se ha visto que una alimentación pobre en nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y ácidos grasos omega 3, puede afectar negativamente a nuestro estado de ánimo y aumenta el riesgo de padecer enfermedades mentales. (Fuente: Indian Journal of Phychiatry)
Se conocen diferentes alimentos que por su composición pueden mejorar el ánimo, como los lácteos, que son ricos en el aminoácido triptófano, precursor de la serotonina, el chocolate, que favorece la producción de endorfinas y su consumo moderado posee efectos relajantes, las fresas, muy ricas en vitamina C que protege a las células frente al daño oxidativo, y el plátano, que ayuda a producir serotonina. Sin embargo, llevar un estilo de vida sano para mantener un estado de ánimo adecuado se basa no sólo en la alimentación e hidratación adecuada, sino en la combinación de esta con la práctica de actividad física diaria, el descanso suficiente y el equilibrio emocional.
Además, mantener un orden y unos horarios regulares de comidas, sentarnos a comer de forma relajada reservando el tiempo necesario para ello y realizar las comidas en compañía nos ayudará a conseguir sentirnos bien emocionalmente.