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La contaminación mata a 12,6 millones de personas según la OMS

La OMS estima que la contaminación mata cada año a 12,6 millones de personas

Alrededor de 12,6 millones de personas pierden la vida cada año por vivir o trabajar en ambientes poco saludables, lo que supone una cuarta parte del total de fallecimientos en el mundo. Los más afectados por los riesgos ambientales son los niños menores de cinco años, principalmente por infecciones de las vías respiratorias inferiores y enfermedades diarreicas, y los adultos de 50 a 75 años, por enfermedades no transmisibles

La contaminación mata a 12,6 millones de personas según la OMS

Así lo indica la OMS (Organización Mundial de la Salud) en la segunda edición de su informe ‘Prevención de enfermedades a través de entornos saludables: una evaluación global de la carga de la enfermedad a partir de los riesgos ambientales’, publicado ayer martes. El estudio incluye datos de 2012 y actualiza la edición inicial, que vio la luz hace una década.

La OMS indica que los factores de riesgo ambientales, como la contaminación del aire, el agua y el suelo, la exposición a los productos químicos, el cambio climático y la radiación ultravioleta, contribuyen a más de 100 enfermedades o traumatismos, y que cada año podría evitarse la muerte de 1,7 millones de niños menores de cinco años y de 4,9 millones de adultos de entre 50 y 75 años con una mejor gestión del medio ambiente.

El informe indica que las muertes por enfermedades no transmibles que pueden atribuirse a la contaminación del aire (incluida la exposición al humo ajeno) han aumentado hasta los 8,2 millones al año. Estas patologías (como accidentes cerebrovasculares, cánceres y neumopatías crónicas) constituyen actualmente casi dos terceras partes del total de fallecimientos por la insalubridad del medio ambiente.

En la última década se han reducido las muertes debidas a enfermedades infecciosas como la diarrea y el paludismo, con frecuencia vinculadas a deficiencias en el suministro de agua, el saneamiento y la gestión de los desechos. Según la OMS, a esa reducción ha contribuido en gran medida la mejora del acceso al agua potable y el saneamiento, así como a la inmunización, a mosquiteros tratados con insecticidas y a medicamentos esenciales.

Regiones

El informe indica que en Asia sudoriental (3,8 millones de muertes) y el Pacífico occidental (3,5 millones) se dio la mayor carga de morbilidad vinculada al medio ambiente en 2012, con la mayoría de fallecimientos atribuibles a la contaminación del aire en espacios interiores o en el exterior. A estas regiones les siguen África (2,2 millones), Europa (1,4 millones), el Mediterráneo oriental (854.000) y América (847.000).

La mayor carga de morbilidad por razones ambientales recae sobre los países de ingresos bajos y medianos si se tienen en cuenta todos los tipos de enfermedades y lesiones, pero la carga de morbilidad ‘per cápita’ puede ser también relativamente alta en algunas naciones de ingresos altos en el caso de determinadas enfermedades no transmisibles (como las enfermedades cardiovasculares y los cánceres).

El informe analiza más de 100 categorías de enfermedades y traumatismos, y señala que la gran mayoría de decesos vinculados al medio ambiente se debe a enfermedades cardiovasculares, como los accidentes cerebrales (2,5 millones) y la cardiopatía isquémica (2,3 millones), seguidos de los traumatismos involuntarios, por ejemplo por accidentes de tráfico (1,7 millones); los cánceres (1,7 millones); las neumopatías crónicas (1,4 millones), las enfermedades diarreicas (846.000), las infecciones respiratorias (567.000), las afecciones neonatales (270.000), el paludismo (259.000) y los traumatismos intencionados, como los suicidios (246.000).

“Un ambiente sano es la base de la salud en la población”, señaló Margaret Chan, directora general de la OMS, quien añadió: “Si los países no adoptan medidas para que los ambientes en los que se vive y se trabaja sean sanos, millones de personas seguirán enfermando y muriendo prematuramente”.

En el informe se hace hincapié en las medidas eficaces que pueden tomar los países para invertir la tendencia al alza de las enfermedades y las muertes por influencia del medio ambiente, como el uso de combustibles sólidos para cocinar y el mayor acceso a tecnologías energéticas que emiten poco carbono.

“Es sumamente urgente invertir en estrategias que reduzcan los riesgos ambientales en las ciudades, hogares y lugares de trabajo”, indicó María Neira, directora del Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Salud de la OMS, antes de indicar que “esas inversiones pueden reducir considerablemente la creciente carga mundial de enfermedades cardiovasculares y neumopatías, lesiones y cánceres, y comportar una reducción inmediata en los costos sanitarios”.

Estrategias

En el informe de la OMS se citan estrategias de eficacia demostrada para mejorar el medio ambiente y prevenir enfermedades. Por ejemplo, si se utilizaran tecnologías y combustibles limpios para preparar alimentos, y para la calefacción y la iluminación, se reducirían las infecciones respiratorias agudas, las neumopatías crónicas, las enfermedades cardiovasculares y las quemaduras. Y con la mejora del acceso al agua potable y a un saneamiento adecuado y el fomento de la higiene de las manos se potenciaría la reducción de las enfermedades diarreicas.

Además, gracias a la legislación por la que se prohíbe fumar en determinados lugares se ha reducido la exposición al humo ajeno y, por lo tanto, las enfermedades cardiovasculares y las infecciones respiratorias. La mejora del tránsito en las ciudades y el urbanismo, y la construcción de viviendas más eficientes desde el punto de vista energético reducirían las enfermedades provocadas por la contaminación atmosférica y fomentarían la práctica de actividades físicas.

diabetes y ejercicio fisico

Ejercicio físico para personas con Diabetes

diabetes

La alimentación y la actividad física deben estar integradas para mantener unos niveles adecuados de glucosa en sangre en las personas con diabetes, así como para evitar complicaciones asociadas.

Las características del ejercicio a practicar, como son el tipo, la frecuencia, la duración y la intensidad, deben ajustarse de forma individual siguiendo los consejos del médico según cada caso.

El ejercicio físico ayuda a metabolizar los hidratos de carbono y produce una disminución de la glucosa en sangre, lo que es de interés en diabetes tipo 1. También mejora la sensibilidad a la insulina, por lo que también resulta beneficioso en diabetes tipo 2. Por todo ello, ayuda a controlar la glucemia. Además aporta beneficios en el control del peso y otros factores como la hipertensión.

Lo ideal es mantener unas pautas de actividad constantes y evitar que el ejercicio coincida con los picos de acción del tratamiento con insulina, ya que podría producirse una disminución excesiva de la glucosa en sangre, lo que se conoce como hipoglucemia. Por ello conviene estar alerta ante los síntomas que la producen y llevar consigo alimentos con azúcar para tomarlos en caso necesario.

ACTIVIDAD FÍSICA RECOMENDADA EN DIABETES

 

En la diabetes tipo 1 la Fundación Española del Corazón recomienda a realizar actividad física a diario y combinar el ejercicio con las pautas de inyección de insulina, el horario de comidas y la cantidad de hidratos de carbono de la dieta. Además, recomienda practicarlo a primera hora del día y evitar ambientes muy calurosos o muy fríos para practicarlo.

Según la Guía de práctica clínica de diabetes mellitus tipo 2, en este tipo de diabetes se indican las siguientes pautas:

– Diabetes sin complicaciones: ejercicio de intensidad moderada (50-70 % de la frecuencia cardíaca máxima) durante 4 días a la semana y con una duración de 30 a 60 minutos al día.

– Diabetes con riesgo cardiovascular: disminuir la intensidad y adaptar la actividad al riesgo. Abandonar el ejercicio en caso de sentir dolor.

Por todo ello, el ejercicio físico, adaptado al tipo de diabetes y al estado de salud de forma individual, es beneficioso para ayudar a controlar la diabetes.