# Consejo 6 – La importancia de reciclar
En el X Aaniversario de Instituto Tomás Pascual Sanz, pudimos comprobar y aprender la tendencia de nuestro Planeta en cuanto a cambio climático, recursos naturales, contaminación y medioambiente.
El ritmo de vida al que sometemos a nuestro Planeta es insostenible y para ayudarle, existen unos hábitos, pautas y comportamientos al alcance de todos que contribuyen a mejorar la calidad de nuestro entorno y del medio natural en el que habitamos.
La familia Fernández también se suma al reciclaje: unos hábitos sencillos que todos los miembros de la familia pueden hacer. Desde separar por contenedores los residuos o basura, reutilizar bolsas, fabricar juguetes a partir de cajas de cartón, reducir las dimensiones de los briks y botellas para optimizar el espacio en las bolsas de basura… hay una infinidad de maneras para contribuir a mejorar la calidad del medioambiente y prevenir su deterioro.
En este vídeo consejo, Juan, el padre enseña a Ana, su hija en qué consiste el reciclaje, y por qué es importante.
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Hábitos cotidianos para prevenir el deterioro medioambiental y cuidar nuestra salud
El ser humano es y forma parte de la naturaleza. Así lo explica el Dr. Rizaldos en su artículo sobre “Los beneficios emocionales de cuidar el medioambiente”, contenido que resalta la importancia del ser humano como parte integrante e inseparable del medioambiente.
Por consiguiente, el contacto con la naturaleza puede ayudar a llenarnos de energía saludable y equilibrada; y si además el contacto es con un medioambiente limpio y cuidado, tanto nuestra salud emocional como física se verán beneficiados.
Cuidar el medioambiente a partir de sencillos hábitos y pautas está al alcance de todos. Con el paso del tiempo, la sociedad es más consciente del impacto que genera la actividad humana e industrial sobre el medioambiente, ocasionando un deterioro sobre la salud de nuestro Planeta, y por tanto, su capacidad de abastecernos, repercutiendo sobre nuestra salud.
Sencillos pasos cotidianos para ayudar a prevenir el deterioro medioambiental:
- El cargador de móvil u ordenador debería estar desconectado cuando no esté utilizándose para que no siga consumiendo electricidad.
- Los aparatos de aire acondicionado consumen mucha energía y emiten mucha cantidad de CO2 a la atmósfera. Por este motivo, se recomienda reducir su uso.
- Usar el lavavajillas y lavadora cuando estén llenos.
- Descongelar periódicamente los frigoríficos y congeladores, ya que así se puede conseguir que sean 2 veces más eficientes.
- La utilización de la ducha en vez de la bañera puede ahorrar más del 50 % del agua consumida.
- Asegurarse que los grifos no goteen ni dejarlos correr por mucho tiempo.
- Reciclar la basura que se produce en casa contribuye a disminuir la cantidad de CO2 emitida al aire.
- Las bolsas reutilizables son la mejor opción para llevar a la compra.
- Una disminucion de la presión de neumáticos puede producir un aumento de combustible, y por tanto, un incremento de la emisión de CO2. Por ello, es aconsejable revisar los neumáticos periódicamente.
El incremento de la población, la extrema dependencia al combustible, las emisiones de gas liberadas a la atmósfera etc., entre otros, aceleran un proceso de agotamiento del recurso natural del que se nutre nuestro bienestar. Es aquí cuando el ser humano tiene que buscar alternativas eficientes y sostenibles para que las instalaciones industriales, servicios y actividades que se lleven a cabo, respeten el entorno natural y la sociedad en general.
Con motivo del X Aniversario de Instituto Tomás Pascual Sanz, Miguel Arias Cañete hizo una ponencia sobre la Economía Circular y Cambio Climático en la que detalló la situación actual en la que nos encontramos en relación al medioambiente, hacia donde nos dirigimos y las consecuencias del ritmo al que estamos sometiendo a nuestro Planeta. En este sentido, cabe resaltar la importancia y necesidad de que cada uno aporte su granito de arena hacia un ecosistema más sostenible.
Colaborar con unos sencillos pasos cotidianos para lograr un planeta mejor, de más calidad, más sostenible y eficaz está al alcance de todos. ¡El cambio empieza en uno mismo!
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X Aniversario de Instituto Tomás Pascual Sanz – Economía Circular
El pasado 23 de febrero Instituto Tomás Pascual Sanz cumplió 10 años; 10 años apoyando hábitos de vida saludable para toda la familia. Este año, quisimos incluir el tema de la Economía Circular y del Cambio Climático porque es un aspecto que nos importa o que al menos, debería de hacerlo.
En la Conferencia contamos con la presencia de Miguel Arias Cañete, la presidenta de la Fundación Cotec, Cristina Garmendia y la clausura protagonizada por Isabel García Tejerina.
Vivimos en un mundo rápido, dinámico, de consumo, superpoblado etc, que requiere una concienciación por parte de toda la sociedad acerca del ritmo de vida que estamos llevando, sobre todo en lo que se refiere al consumo, desgaste y explotación de materias primas y deterioro del medio ambiente.
En la celebración de los 10 años de Instituto Tomás Pascual Sanz, quisimos invitar a personalidades que entendieran sobre este tema y pudieran ofrecernos una perspectiva cercana de la situación en la que nos encontramos en este aspecto, la sostenibilidad de los recursos naturales y las posibles amenazas que podríamos llegar a encontrarnos de no respetar una serie de pautas básicas.
Otro de los aspectos que Miguel Arias Cañete quiso resaltar durante la conferencia fue que, al contrario de lo que muchos piensan, la disminución de las emisiones contaminantes si que trae consigo un crecimiento económico.
En resumen y tras esta maravillosa tarde, estamos encantados de seguir ofreciendo información, noticias, contenidos y estudios útiles sobre hábitos de vida saludable para toda la familia y teniendo presente que el cambio climático va a ser una de las constantes de los próximos años.
Luchar contra la contaminación para mejorar nuestra salud: un deber de todos
En la Semana Europea de la Movilidad Sostenible
Ricardo Martí Fluxá
Presidente del Instituto Tomás Pascual Sanz
El cambio climático influye en nuestra salud. Afecta al aire que respiramos y nos envuelve, al agua y a los alimentos que bebemos y comemos; pero también puede afectar a otros determinantes de la salud como la vivienda, el suelo, la atmósfera, la seguridad alimentaria o la atención sanitaria.
En la segunda edición del informe “Prevención de enfermedades a través de entornos saludables: una evaluación global de la carga de la enfermedad a partir de los riesgos ambientales” publicado por la OMS, se indica que los factores de riesgo ambientales, como la contaminación del aire, el agua y el suelo, la exposición a los productos químicos, el cambio climático y la radiación ultravioleta, contribuyen a más de cien enfermedades o traumatismos.
“Un ambiente sano es la base de la salud en la población”, señaló Margaret Chan, directora general de la OMS, quien añadió: “Si los países no adoptan medidas para que los ambientes en los que se vive y se trabaja sean sanos, millones de personas seguirán enfermando y muriendo prematuramente”.
El factor de riesgo más claro y evidente para nuestra salud es la contaminación del aire que respiramos ya que aumenta la morbilidad derivada de accidentes cerebrovasculares, cánceres de pulmón y enfermedades respiratorias crónicas y agudas, entre ellas por ejemplo el asma y las alergias. Según las últimas estimaciones de la OMS sobre morbilidad a nivel mundial, la contaminación del aire exterior e interior provoca unos siete millones de defunciones prematuras, siendo uno de los mayores riesgos sanitarios mundiales, comparable a los riesgos relacionados con el tabaco, superado únicamente por los riesgos sanitarios relacionados con la hipertensión y la nutrición.
En el año 2013 la OMS realizó un estudio a través de su Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer. En él se determinó que la contaminación del aire exterior es carcinógena para el ser humano y está estrechamente relacionado con el aumento de la incidencia de varios tipos de cáncer, entre ellos, los de pulmón, vejiga y vías urinarias.
Los gases con efecto invernadero provocan el aumento de temperatura y este aumento afecta a nuestra salud. Las temperaturas extremas tienen una incidencia directa en las defunciones por enfermedades cardiovasculares y respiratorias a cualquier edad, pero son más críticas entre los más vulnerables como los ancianos y los niños. Está claramente demostrado como aumentan las defunciones por estas enfermedades en población vulnerable durante las olas de calor. Por otra parte, las temperaturas altas aumentan el resto de contaminantes y sus efectos.
El cambio climático también afecta directamente al suministro de agua potable. La variabilidad en las lluvias incide directamente no solo en la cantidad disponible de agua sino también en su calidad. En el mundo hay más de seiscientos millones de personas que no tienen acceso al agua potable, casi el 10% de la población mundial. Abrir el grifo y disponer de agua potable y de buen sabor es un lujo al que no damos muchas veces suficiente valor en nuestras sociedades desarrolladas.
Por otra parte, estos cambios afectan directamente a la producción de alimentos básicos en muchas regiones provocando hambrunas. Ello aumentará la prevalencia de malnutrición y desnutrición que influyen directamente en la salud.
Existen estudios de organizaciones y universidades de prestigio que relacionan el efecto directo del aumento de CO2 con el valor nutricional de los cultivos. En dichos estudios se reconoce que la relación entre los niveles de CO2, la reducción de nutrientes como proteínas y algunos micronutrientes esenciales y el aumento de los carbohidratos de los alimentos de origen vegetal es una realidad y una amenaza para todo el planeta a nivel de salud nutricional. En uno de esos estudios se llega a la conclusión de que a mayor volumen de emisiones de gases de efecto invernadero hay un mayor grado de inseguridad alimentaria. Y no podemos olvidar que algunos contaminantes se incorporan a la cadena trófica a través de la alimentación. Por ejemplo, el mercurio en el pescado o el arsénico en el arroz.
Debemos tomar conciencia de la importancia y de la magnitud del problema. A nuestro nivel, podemos colaborar en esta lucha con pequeños gestos diarios. Podemos utilizar los transportes colectivos, la bicicleta o caminar, mantener nuestros vehículos a punto y usar transportes que consuman energías limpias. Podemos reducir la calefacción y el aire acondicionado a la temperatura adecuada, revisar periódicamente las instalaciones de calefacción, ahorrar energía no olvidando luces encendidas, electrodomésticos conectados o en stand by. También es importante reducir y separar los residuos que generamos, utilizar el punto verde para reciclar los residuos como aceites, pilas, fluorescentes y otros contaminantes, controlar el agua que gastamos en casa, usar la ducha en vez de llenar el baño y reducir las pérdidas de agua por averías. Y no nos olvidemos de llenar la lavadora, reducir el tamaño de la cisterna y cerrar el grifo mientras nos afeitamos o lavamos los dientes.
Consejos que pueden y deben extrapolarse a las empresas y grandes corporaciones. Como agentes sociales de primer orden, las compañías tienen la responsabilidad de contribuir a la mejora de nuestro entorno, luchando contra el cambio climático: el uso de energía renovable, la utilización de flotas de vehículos sostenibles, la implementación de planes de eficiencia energética, el diseño de envases eco-sostenibles o la compensación de la huella de carbono con acciones medioambientales son pilares fundamentales en la batalla contra la contaminación y la polución.
Si todos nosotros, ciudadanos y empresas, aplicamos estas medidas estaremos contribuyendo eficazmente a reducir la contaminación ambiental y así mejoraremos nuestra salud.
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Alianza entre Fundación Alimentum y la Federación Española de Bancos de Alimentos
La Fundación Alimentum, organización privada sin ánimo de lucro, que integra en su Patronato a empresas líderes de alimentación y bebidas en España y la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), asociación sin ánimo de lucro que en la actualidad reúne y coordina a 55 Bancos de Alimentos repartidos por la geografía española, han decidido promover e instituir el día 8 de junio como el día de la Alimentación Solidaria. El objetivo fundamental es contribuir a sensibilizar sobre la situación de necesidad de personas sin recursos también, y especialmente, en verano.
Se trata de una iniciativa que completa, refuerza y potencia las acciones solidarias que, de manera individual, llevan a cabo las compañías con la Federación a lo largo del año, para ayudar a cubrir necesidades básicas a familias en nuestro país de modo que puedan dedicar sus esfuerzos a impulsar su desarrollo futuro y autonomía.
El mismo día 8 de junio, los representantes de las compañías que integran el Patronato de la Fundación Alimentum (Adam Foods, Bimbo, Calidad Pascual, Grupo Calvo, Campofrío Food Group, Corporación Alimentaria Peñasanta, Coca-Cola, Danone, Deoleo, ElPozo Alimentación, Ferrero Ibérica, Gallina Blanca, Grefusa, Hero, Idilia Foods, Kellogg, Grupo Lactalis Iberia, Mars, Mondelez, Nestlé, Panrico, PepsiCo, Pescanova, Schweppes Suntory, Unilever, así como a la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas) y la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) han suscrito en un acto público un Convenio Marco con FESBAL para futuras donaciones periódicas a lo largo del año, encaminadas a seguir colaborando en el proyecto y los fines de FESBAL.
En dicho acto, las empresas Patrono de la Fundación Alimentum han realizado una donación extraordinaria de 200.000 kilos de alimentos y bebidas a los 55 bancos de alimentos de España. Asimismo, se ha brindado un reconocimiento público a todos los participantes de la cadena que hace posible que los alimentos lleguen a sus destinatarios finales: voluntarios, industria, logística, almacenes, entidades de acción caritativa y social, comedores sociales…, con el fin último de concienciar a todos los agentes sociales de la necesidad de su ayuda hacia las personas desfavorecidas.
Celebra el Día Mundial del Medio Ambiente
El Día Mundial del Medio Ambiente (DMMA) es el principal vehículo de las Naciones Unidas para impulsar a la acción y sensibilización por el medio ambiente. A lo largo de los años ha crecido hasta convertirse en una plataforma mundial que se celebra en más de 100 países. También sirve como “día de las personas” para hacer algo positivo por el medio ambiente, uniendo las acciones individuales en una gran fuerza colectiva que genere un impacto exponencial positivo para el planeta.
El eslogan del DMMA de este año es “Siete mil millones de sueños. Un solo planeta. Consume con moderación”. El bienestar de la humanidad, el medio ambiente y el funcionamiento de la economía depende en última instancia de la gestión responsable de los recursos naturales del planeta. Sin embargo, las personas siguen consumiendo muchos más recursos naturales de los que el planeta puede proporcionar de forma sostenible.
Muchos de los ecosistemas de la Tierra están llegando a su punto límite de agotamiento y cambio irreversible, empujado por el crecimiento de la población y desarrollo económico. Para 2050, si continúan las actuales pautas de consumo, y con una población mundial que crece y que se espera que alcance los 9,6 mil millones, necesitaríamos tres planetas para mantener nuestros actuales modos de vida y consumo.
Consumir con moderación supone vivir teniendo en cuenta el límite del planeta para asegurar un futuro saludable donde todos nuestros sueños se pueden hacer realidad. La prosperidad no tiene que suponer un coste para la Tierra. Vivir de forma sostenible significa hacer más con menos. Se trata de saber que las tasas actuales de uso de recursos naturales y los impactos medio ambientales de estos no han de ser parte indispensable del desarrollo económico.
Cada acción cuenta
El DMMA es la oportunidad de que todos nos demos cuenta de la responsabilidad para cuidar de la Tierra y convertirnos en agentes de cambio.
“A pesar de que las decisiones individuales pueden parecer insignificantes a la luz de las amenazas y tendencias mundiales, cuando miles de millones de personas se unen con un propósito común, pueden marcar una gran diferencia”.
Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-Moon
A lo largo de décadas de celebraciones del DMMA, centenares de miles de personas de todo el mundo y de todos los sectores de la sociedad han protagonizado acciones por el medio ambiente. El DMMA 2014 registró un total de 6.437 “compromisos” y se registraron más de 3.000 actividades en línea, sumando un total de 9.700, una cifra que triplicó lo de los últimos dos años.
Fuente: http://www.unep.org/spanish/wed/about.asp#sthash.Bueh26tL.dpuf
La OMS estima que la contaminación mata cada año a 12,6 millones de personas
Alrededor de 12,6 millones de personas pierden la vida cada año por vivir o trabajar en ambientes poco saludables, lo que supone una cuarta parte del total de fallecimientos en el mundo. Los más afectados por los riesgos ambientales son los niños menores de cinco años, principalmente por infecciones de las vías respiratorias inferiores y enfermedades diarreicas, y los adultos de 50 a 75 años, por enfermedades no transmisibles
Así lo indica la OMS (Organización Mundial de la Salud) en la segunda edición de su informe ‘Prevención de enfermedades a través de entornos saludables: una evaluación global de la carga de la enfermedad a partir de los riesgos ambientales’, publicado ayer martes. El estudio incluye datos de 2012 y actualiza la edición inicial, que vio la luz hace una década.
La OMS indica que los factores de riesgo ambientales, como la contaminación del aire, el agua y el suelo, la exposición a los productos químicos, el cambio climático y la radiación ultravioleta, contribuyen a más de 100 enfermedades o traumatismos, y que cada año podría evitarse la muerte de 1,7 millones de niños menores de cinco años y de 4,9 millones de adultos de entre 50 y 75 años con una mejor gestión del medio ambiente.
El informe indica que las muertes por enfermedades no transmibles que pueden atribuirse a la contaminación del aire (incluida la exposición al humo ajeno) han aumentado hasta los 8,2 millones al año. Estas patologías (como accidentes cerebrovasculares, cánceres y neumopatías crónicas) constituyen actualmente casi dos terceras partes del total de fallecimientos por la insalubridad del medio ambiente.
En la última década se han reducido las muertes debidas a enfermedades infecciosas como la diarrea y el paludismo, con frecuencia vinculadas a deficiencias en el suministro de agua, el saneamiento y la gestión de los desechos. Según la OMS, a esa reducción ha contribuido en gran medida la mejora del acceso al agua potable y el saneamiento, así como a la inmunización, a mosquiteros tratados con insecticidas y a medicamentos esenciales.
Regiones
El informe indica que en Asia sudoriental (3,8 millones de muertes) y el Pacífico occidental (3,5 millones) se dio la mayor carga de morbilidad vinculada al medio ambiente en 2012, con la mayoría de fallecimientos atribuibles a la contaminación del aire en espacios interiores o en el exterior. A estas regiones les siguen África (2,2 millones), Europa (1,4 millones), el Mediterráneo oriental (854.000) y América (847.000).
La mayor carga de morbilidad por razones ambientales recae sobre los países de ingresos bajos y medianos si se tienen en cuenta todos los tipos de enfermedades y lesiones, pero la carga de morbilidad ‘per cápita’ puede ser también relativamente alta en algunas naciones de ingresos altos en el caso de determinadas enfermedades no transmisibles (como las enfermedades cardiovasculares y los cánceres).
El informe analiza más de 100 categorías de enfermedades y traumatismos, y señala que la gran mayoría de decesos vinculados al medio ambiente se debe a enfermedades cardiovasculares, como los accidentes cerebrales (2,5 millones) y la cardiopatía isquémica (2,3 millones), seguidos de los traumatismos involuntarios, por ejemplo por accidentes de tráfico (1,7 millones); los cánceres (1,7 millones); las neumopatías crónicas (1,4 millones), las enfermedades diarreicas (846.000), las infecciones respiratorias (567.000), las afecciones neonatales (270.000), el paludismo (259.000) y los traumatismos intencionados, como los suicidios (246.000).
“Un ambiente sano es la base de la salud en la población”, señaló Margaret Chan, directora general de la OMS, quien añadió: “Si los países no adoptan medidas para que los ambientes en los que se vive y se trabaja sean sanos, millones de personas seguirán enfermando y muriendo prematuramente”.
En el informe se hace hincapié en las medidas eficaces que pueden tomar los países para invertir la tendencia al alza de las enfermedades y las muertes por influencia del medio ambiente, como el uso de combustibles sólidos para cocinar y el mayor acceso a tecnologías energéticas que emiten poco carbono.
“Es sumamente urgente invertir en estrategias que reduzcan los riesgos ambientales en las ciudades, hogares y lugares de trabajo”, indicó María Neira, directora del Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Salud de la OMS, antes de indicar que “esas inversiones pueden reducir considerablemente la creciente carga mundial de enfermedades cardiovasculares y neumopatías, lesiones y cánceres, y comportar una reducción inmediata en los costos sanitarios”.
Estrategias
En el informe de la OMS se citan estrategias de eficacia demostrada para mejorar el medio ambiente y prevenir enfermedades. Por ejemplo, si se utilizaran tecnologías y combustibles limpios para preparar alimentos, y para la calefacción y la iluminación, se reducirían las infecciones respiratorias agudas, las neumopatías crónicas, las enfermedades cardiovasculares y las quemaduras. Y con la mejora del acceso al agua potable y a un saneamiento adecuado y el fomento de la higiene de las manos se potenciaría la reducción de las enfermedades diarreicas.
Además, gracias a la legislación por la que se prohíbe fumar en determinados lugares se ha reducido la exposición al humo ajeno y, por lo tanto, las enfermedades cardiovasculares y las infecciones respiratorias. La mejora del tránsito en las ciudades y el urbanismo, y la construcción de viviendas más eficientes desde el punto de vista energético reducirían las enfermedades provocadas por la contaminación atmosférica y fomentarían la práctica de actividades físicas.
La OMS alerta del aumento de la contaminación ambiental en las ciudades
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de un aumento de la contaminación ambiental en la mayoría de las ciudades del mundo ya que casi el 90 por ciento de las urbes que miden su polución superan los niveles de calidad que establece este organismo de Naciones Unidas, con el consiguiente riesgo de que sus habitantes sufran más problemas respiratorios y otras patologías.
Este organismo ha actualizado su base de datos sobre calidad del aire urbano, en la que participan un total de 1.600 ciudades de 91 países –500 más que en el anterior recuento, realizado en 2011–, y ha demostrado que actualmente sólo el 12 por ciento de las personas que viven en estas ciudades respiran aire limpio y alrededor de la mitad está expuesta a niveles de contaminación 2,5 veces mayores a los que establece la OMS.
Además, en la mayoría de las ciudades donde hay datos suficientes para comparar la situación actual con la de años anteriores se ha visto como la contaminación del aire es cada vez peor, a lo que han contribuido diversos factores como el uso de combustibles, el aumento de medios de transporte motorizados y deficiencias en el consumo energético de oficinas y hogares.
Sin embargo, algunas ciudades están llevando a cabo mejoras notables que han demostrado que la calidad del aire se puede mejorar mediante la puesta en marcha de iniciativas como la prohibición de las calefacciones de carbon en los edificios, la apuesta por energías renovables y un mayor control del transporte.
“Hay demasiados centros urbanos que actualmente están tan envueltos en aire sucio que invisibilizan sus horizontes”, según ha defendido Flavia Bustreo, directora general de Familia, Infancia y Mujer de este organismo.
Trece de las 20 ciudades más sucias son de La India, que copa las cuatro primeras posiciones del ranking mundial con Nueva Delhi, Patna, Gwalior y Raipur. La capital india presentaba una media anual de 153 microgramos de partículas pequeñas (pm2.5) por metro cúbico. En el lado opuesto se sitúan 32 ciudades que presentaban niveles inferiores a 5 PM2.5 por metro cúbico, de las que tres cuartas partes están en Canadá.
Un reciente informe publicado por la OMS reveló como la contaminación atmosférica fue responsable en 2012 de la muerte de unos 3,7 millones de personas menores de 60 años, siendo uno de los mayores riesgos para la salud a nivel mundial. Pese a esta incidencia de la contaminación atmosférica, la directora de Salud Pública de la OMS, la española María Neira, reconoce que “se puede ganar” la lucha contra este problema y reducir la incidencia del cáncer de pulmón y las enfermedades cardiorrespiratorias, como demuestra la mejora que han experimentado algunas ciudades como Copenhague (Dinamarca) o Bogotá (Colombia), gracias a la promoción de medios de transporte más saludables como el uso de la bicicleta.