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Beber un refresco azucarado al día aumenta hasta un 22% el riesgo de diabetes

El consumo diario de 336 mililitros de refresco azucarado, lo que equivale a aproximadamente una lata, aumenta hasta un 22 por ciento el riesgo de padecer diabetes tipo 2, según los resultados de un estudio europeo en el que ha participado el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn).

El trabajo, publicado en la revista Diabetology, ha permitido constatar la relación directamente proporcional entre el consumo de refrescos azucarados y el riesgo de desarrollar esta enfermedad.

Para ello, se analizó el consumo de zumos, refrescos azucarados y refrescos edulcorados artificialmente en 350.000 personas de ocho países europeos, atendiendo a diferentes variables como consumo de alcohol, nivel educativo, nivel de actividad física y consumo de tabaco.

“Si alguien consideraba que un vaso o una lata al día era poco, estaba equivocado, el consumo ha de ser prácticamente excepcional”, ha indicado la doctora Dora Romaguera, participante en el estudio.

No obstante, aunque se observó un incremento del riesgo de diabetes en quienes consumían al menos una lata de refrescos al día, el estudio muestra como el porcentaje de riesgo podría descender ligeramente, hasta un 18 por ciento, en función del resto de calorías ingeridas y del índice de masa corporal (IMC).

En cuanto al zumo o néctar de frutas, no se registraron casos de una mayor incidencia de diabetes entre sus consumidores. No obstante, advierten los expertos, no se ha hecho distinción entre naturales y procesados, por lo que “sería necesario un estudio más específico en el que se diferenciara el consumo de ambos tipos y obtener resultados más exhaustivos”.

Aunque éste es el primer gran estudio europeo que analiza este riesgo, en Estados Unidos ya se habían realizado otros similares en los que se detectó un aumento del 25 por ciento en el riesgo de padecer diabetes tipo 2 por cada bebida azucarada ingerida diariamente.

“El aumento del riesgo es similar al encontrado ahora”, ha reconocido Romaguera, que precisa que “dado que las personas consumen cada vez más bebidas azucaradas en Europa, es necesario lanzar mensajes claros sobre sus efectos perjudiciales”.

Las beben más los hombres, fumadores y amantes de carnes rojas

El estudio muestra, además, que el consumo de bebidas azucaradas es mayor en los países del norte de Europa que en el sur; mientras que el perfil mayoritario es el de hombres físicamente activos, de bajo nivel educativo, fumadores y con una mayor circunferencia de cintura, con una alimentación relativamente pobre en fruta y verduras y rica en carnes rojas y procesadas.

En cambio, el perfil de consumidor de zumo o néctar tiende a ser una mujer joven, físicamente activa, exfumadora y con un mayor nivel educativo. En general -apuntan los autores del estudio- las personas asiduas a estas bebidas tienen un IMC y una circunferencia de cintura menor.

Por último, los usuarios que optaron por bebidas edulcoradas cuentan con probabilidades más altas de padecer enfermedades crónicas o poseen antecedentes familiares de diabetes, y tanto su IMC como su circunferencia de cintura son mayores que en otros casos.

El estrés laboral se relaciona con un aumento de grasas en la sangre

Desde hace años, los expertos sostienen que el estrés emocional se asocia con el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares debido, entre otros factores, a hábitos poco saludables, como fumar, comer de forma inadecuada o llevar una vida sedentaria.

Ahora, un estudio realizado por la Sociedad de Prevención de Ibermutuamur, en colaboración con expertos del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga y la Universidad de Santiago de Compostela, analiza la asociación entre el estrés laboral y diferentes parámetros relacionados con el metabolismo de los ácidos grasos en el organismo.

El trabajo, recientemente publicado en el Scandinavian Journal of Public Health, se llevó a cabo en una muestra de más de 90.000 empleados que acudieron a realizarse un reconocimiento médico.

“Los trabajadores que declararon haber experimentado dificultades para hacer frente a su trabajo durante los últimos doce meses (un 8,7 % de la muestra) contaron con un mayor riesgo de padecer dislipidemia”, señala a SINC Carlos Catalina, psicólogo clínico experto en estrés laboral.

Las dislipemias son trastornos del metabolismo de las lipoproteínas, que pueden manifestarse por una elevación del colesterol total, de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y de las concentraciones de triglicéridos, así como por una disminución de las lipoproteínas de alta densidad (HDL).

Cambios en el perfil lipídico

Concretamente, en el estudio realizado los trabajadores con estrés laboral presentaron mayor probabilidad de sufrir niveles anormalmente altos de colesterol LDL (el llamado colesterol “malo”), niveles excesivamente bajos de colesterol HDL (colesterol “bueno”) e índices de aterogenicidad positivos, es decir, un potencial de obstrucción de las arterias.

“Uno de los mecanismos que podrían explicar la relación entre el estrés y el riesgo cardiovascular podrían ser los cambios en nuestro perfil lipídico, lo que supondría una mayor acumulación de placa ateroma (depósito de lípidos) en nuestras arterias”, concluye Catalina.

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Las mujeres españolas pasan una media de 8 años a dieta

No obstante, a juicio del experto, la preocupación por el estado físico es “natural” en las mujeres dado que su peso está destinado a fluctuar debido a los momentos de cambio físico y/u hormonal importantes que experimentan, como tener un hijo, factores emocionales derivados de las relaciones personales, la menopausia o el entorno laboral.

Sin embargo, los datos estadísticos a nivel nacional indican que el 44,6 por ciento de las españolas tiene sobrepeso. Esto demuestra que gran parte de estas mujeres no consigue deshacerse de los kilos de más y el hecho de que se embarquen al menos en dos dietas cada año -en la época posterior a las navidades y en la “Operación Bikini” de verano- sugiere que recuperan cualquier peso que logran perder, debido a una “consecución inevitable” de efectos rebote.

“Si nos proponemos un objetivo real en la dieta, como perder 2 ó 3 kilos en un mes en vez de 10, al cabo del año habremos conseguido un avance importante hacia nuestra meta que no nos costaría tanto mantener. Es lógico que, si después de pasar por una dieta baja en calorías, volvemos a los hábitos anteriores, el cuerpo aumente de peso, pudiendo alcanzar hasta un peso mayor al que teníamos antes de empezar la dieta, ya que quiere asegurarse de sobrevivir gracias a las reservas suficientes, cuando vuelva aquella dieta que se le impone”, ha explicado Bravo.

Además, algunos estudios alertan que cada vez son menos los españoles que siguen la dieta mediterránea, declarada en 2010 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Más que de un régimen, se trata de un estilo de vida saludable con una alimentación equilibrada y variada, baja en grasas saturadas y rica en fibra y antioxidantes.

Pero en una sociedad azotada por los altos índices de obesidad y sobrepeso, las prioridades han cambiado y lo que busca la gran mayoría, sin duda, es una dieta que permite perder peso rápidamente. De hecho, actualmente hay registradas más de 130 dietas para adelgazar y su número va en aumento.

En este sentido, el experto en Nutrición ha recordado a las mujeres que escoger una diera al azar es “tan malo” como estar constantemente a dieta, al igual que fijarse unos objetivos muy altos a corto plazo, saltarse las comidas, retirar algún grupo de alimento o los que “dan placer”, ingerir el mismo menú todos los días, no beber agua durante las comidas, consumir sólo productos “light”, cenar sólo fruta, no realizar ejercicio y consultar la báscula de forma compulsiva.

Por ello, ha recomendado acudir a un especialista en el momento en el que se tenga cualquier duda con la dieta y, especialmente, para seguir un programa profesional basado en las características propias de la persona, tanto emocionales, metabólicas como de hábitos y vida social. Además, ha recordado que lo saludable es perder un kilo por semana, realizar cinco comidas al día, reducir la ingesta de algunos alimentos y realizar ejercicio físico.

El magnesio puede ser tan importante para los niños como el calcio

Se recomienda a los padres que se aseguren que sus hijos beben leche y comen otros alimentos ricos en calcio para fortalecer los huesos y, pronto, también se les puede recomendar que se preocupen por que coman salmón, almendras y otros alimentos ricos en magnesio, un nutriente que puede desempeñar un papel importante en la salud ósea, según un estudio que será presentado en la reunión anual de la Academia de Sociedades de Pediatría que se celebra en Washington (Estados Unidos).

“Un montón de nutrientes son fundamentales para que los niños tengan huesos saludables. Uno de ellos parece ser el magnesio”, afirmó el autor principal, Steven A. Abrams, profesor de Pediatría en el Baylor College of Medicine en Houston (Estados Unidos). “El calcio es importante, pero, a excepción de aquellos niños y adolescentes con consumos muy bajos, no puede ser más importante que el magnesio”, agrega.

Aunque se sabe que el magnesio es importante para la salud ósea en los adultos, pocos estudios habían examinado si la ingesta de magnesio y la absorción están relacionadas con el contenido mineral de los huesos en los niños pequeños. En esta investigación se reclutó a 63 niños sanos de 4 a 8 años que no tomaban ningún suplemento multivitamínico o mineral para participar en el estudio, en el que fueron hospitalizados durante la noche dos veces para medir su nivel de calcio y magnesio.

Los resultados mostraron que las cantidades de magnesio consumidos y absorbidos fueron predictoras importantes en el desarrollo de hueso, pero la ingesta de calcio de la dieta, sin embargo, no se asoció significativamente con el contenido mineral óseo total o la densidad. “Creemos que es importante que los niños tengan una dieta equilibrada y saludable con una buena fuente de minerales, como el calcio y el magnesio”, concluyó Abrams.

Las claves para vivir 100 años

La FESNAD (Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética), y la AESAN (Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición) bajo el lema Comer bien para envejecer mejor han inaugurado hoy la XII edición del Día Nacional de la Nutrición y en la que se han presentado los resultados de la 1ª Encuesta Nacional sobre Estilos de Vida y Longevidad.

Actualmente en España existen 2.375.987 personas entre los 80 y 100 años y 10.449 de más de cien años. Según la OMS para el 2050 casi un 40% de la población mundial será “mayor”, lo que situará a España como el segundo país más envejecido del mundo por detrás de Japón. Para la FESNAD y AESAN no sólo es prioritario “poner años a la vida” sino también “vida a los años” y por esta razón han querido investigar cuáles han sido y son las pautas alimenticias de nuestros abuelos, las personas que fueron niños en la Guerra y hoy en día conservan su salud.

De este modo las principales conclusiones que se desprenden de la Encuesta sobre Estilos de Vida y Longevidad realizada a 242 personas entre 80 y 104 años es que la combinación de mantener una dieta frugal y actividad diaria alarga la vida.

Resultados de la encuesta

El 31,5% de los encuestados han vivido un periodo de restricción alimenticia durante al menos 2 años derivado de épocas de guerra y postguerra. Si bien este hecho es perjudicial para la salud ya que el cuerpo no ingiere todas las sustancias necesarias, lo que sí es saludable y recomendado para alargar la vida es comer pocas cantidades.

Tan sólo el 9,6% de los encuestados consideran que su salud actual es mala, ya que el resto de personas preguntadas aseguran mantener una buena alimentación que influye en su buena salud. Las personas que en la Encuesta sobre Estilos de Vida y Longevidad manifestaron un estado de salud bueno habían vivido la mayor parte de su vida en una población rural, además de consumir habitualmente 3 o más piezas de fruta.

Un 63,4% consideran que a lo largo de su vida su alimentación ha sido normal y siempre han mantenido un peso adecuado. Este hecho viene determinado también por la fidelidad de los abuelos a la dieta mediterránea, según demostraba el 1er Estudio sobre la Influencia de los Abuelos en la Alimentación de los Niños, el 64% de los encuestados mantenían una dieta de temporada rica en frutas, verduras y pescado.

Claves para envejecer con salud

Los tres elementos clave para disfrutar de la vida con salud son: unos buenos hábitos alimenticios, una actividad física diaria y una vida social activa.

Hábitos alimenticios

Estos buenos hábitos deben de adquirirse de pequeños para mantenerse a lo largo de la vida e ir adaptándose a las necesidades de cada edad. Así al llegar a edades adultas, se deben mantener hábitos más saludables: comer más frutas, vegetales, pescado y menos carnes rojas, bollería y refrescos.

Actividad física

En los últimos años la comodidad y las facilidades adquiridas que mejoran nuestra calidad de vida, traen de la mano cuestiones negativas para la salud. Nos movemos menos y comemos más, como refleja el aumento de la ingesta diaria en más de 700 kcal que se ha producido en los últimos 40 años. Así la actividad diaria es un factor determinante para asegurar una buena calidad de vida.

Vida social

Del mismo modo que hay que cuidar el cuerpo mediante la alimentación y la actividad física, la mente tiene que nutrirse a través de una vida social activa.

En resumen, debemos mantener una dieta frugal basada en fruta y verdura, pescado, frutos secos, legumbres, cereales integrales y aceite de oliva, es decir, la esencia de nuestra dieta mediterránea, productos de temporada y locales, que junto a actividad diaria nos permitirá envejecer mejor.

enfermedad crónica

Más de la mitad de las personas con diabetes tipo 2 tiene obesidad y más del 80% padece hipertensión arterial

Más de la mitad de las personas con diabetes tipo 2 tiene obesidad y más del 80 por ciento padece hipertensión arterial, según han puesto de manifiesto un grupo de expertos reunidos en el 54 Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), que se está celebrando estos días en Granada y en el que se ha presentado el estudio di@betes.

En España, según el doctor Martín López de la Torre, coordinador del Grupo de Diabetes de la SEEN, el estudio di@betes ha demostrado recientemente que la diabetes es más frecuente de lo que se pensaba, “con una prevalencia general del 13,8 por ciento de la población mayor de 18 años, siendo desconocida para un 6 por ciento de la población, que asumen un riesgo sin ser conscientes de ello”.

Este mismo estudio ha detectado también que la asociación con obesidad “acontece en más de la mitad de los pacientes y con hipertensión arterial en más del 80 por ciento”. Por ello, ha apostado no sólo por un adecuado control de la diabetes, sino también el control de la obesidad y de otros factores de riesgo cardiovascular.

“Se considera que casi la mitad de los pacientes no tienen controladas sus glucemias, la mayoría de los diabéticos tipo 2 siguen siendo obesos, muchos mantienen su hábito tabáquico, no cambian sus hábitos de vida hacia una dieta adecuada y aumento del ejercicio físico, y que apenas la mitad de ellos mantienen niveles de presión arterial y de lípidos en sangre adecuados”, ha argumentado.

Este experto ha indicado que los datos revelan que el 60 por ciento de estos pacientes no alcanza un control óptimo de la enfermedad. “Es decir, en el caso de la diabetes tipo 2, de los 246 millones de personas que la padecen en todo el mundo, en torno a 150 millones tienen un nivel de glucosa en sangre superior al objetivo”, ha agregado el Dr. Javier Salvador, presidente de SEEN, quien ha advertido también que “hasta el 40 por ciento de los años de vida perdidos en personas con diabetes son a consecuencia de los hábitos de vida no saludables causantes de trastornos que merman la salud”.

Respecto al control que aportan los últimos avances terapéuticos en la diabetes tipo 2, el Dr. Pedro Mezquita, coordinador del grupo de trabajo de diabetes mellitus de la SEEN, ha detallado dos nuevas vías de tratamiento en la diabetes tipo 2 “principalmente los tratamientos derivados del sistema incretina y los fármacos glucosúricos”.

“Ambos permiten intensificar el control metabólico, ayudando al paciente a conseguir el objetivo marcado”. Respecto a las diferencias con tratamientos anteriores, el Dr. Mezquita afirma sobre los agonistas del receptor GLP-1 que “su riesgo de hipoglucemia, o bajada brusca de glucosa en sangre es muy bajo y que inducen pérdida ponderal de peso y mejoran otros aspectos, como la tensión arterial o los lípidos sanguíneos”.

Diabetes y cáncer

Tanto la diabetes como el cáncer son enfermedades muy frecuentes y ambas están influenciadas por múltiples factores, unos genéticos y otros ambientales, estos últimos actuando durante años, por lo que es difícil estudiar de forma aislada sus relaciones y concretar en qué situaciones esta relación es significativa. “Las hipótesis que se centran en la diabetes como causa del aumento de ciertos tipos de cáncer consideran varios aspectos”, ha añadido el Dr. López de la Torre.

“Por un lado, el aumento de los niveles plasmáticos de insulina (hiperinsulinemia) que acontece desde años antes de ser diabéticos y en los primeros estadios de la diabetes tipo 2. Por otro, la insulina y péptidos similares estimularían procesos metabólicos y proliferativos celulares que finalmente colaborarían al desarrollo del cáncer”.

Otras hipótesis atribuyen la predisposición a los niveles elevados de glucosa durante años y otras al mayor grado de inflamación del paciente diabético. Según el Dr. López de la Torre, “muchos de estos aspectos son compartidos con la obesidad, lo que hace difícil separar ambas condiciones como origen del problema. De hecho, aunque muchos de los estudios del cáncer no catalogan a los pacientes como tipo 1 o tipo 2, la mayoría afectarán a este último tipo, donde comparte más edad con mayor grado de obesidad”.

En cualquier caso, el largo periodo necesario para el desarrollo y manifestación de un proceso cancerígeno, durante el cual actúan otros factores, hace especialmente difícil encontrar una relación directa de la mayoría de ellos.

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Recomendaciones clínicas para mejorar el manejo de la dislipemia aterogénica

Los máximos especialistas en Dislipemia Aterogénica (DA) en España se reúnen en Madrid, en la Jornada para el Consenso de Dislipemia Aterogénica, para presentar y debatir los resultados del Consenso experto sobre propuestas para la mejora del manejo de la dislipemia aterogénica, que recoge una serie de recomendaciones teóricas para la mejora del manejo clínico de los pacientes que padecen esta patología.

Dicho consenso, el primero desarrollado en España sobre esta frecuente situación clínica, ha sido elaborado utilizando el método Delphi y recogiendo las opiniones de 65 expertos, incluyendo cardiólogos (23% de los encuestados), endocrinólogos (24,6%), médicos de atención primaria (27,7%) e internistas (24,6%). Tanto el Consenso como la Jornada cuentan con el aval de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA) y se organiza con la colaboración de Abbott, compañía global biomédica y diversificada al cuidado de la salud.

La Jornada será presentada por el Dr. Fernando Civeira Murillo, Presidente actual de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA); y será coordinada por el Dr. Jesús Millán Núñez-Cortés, Jefe de Servicio de Medicina Interna de Hospital Gregorio Marañon, y el Dr. Juan Pedro-Botet Montoya, Jefe de sección del Servicio de Medicina Interna, Hospital del Mar, Barcelona.

Fruto del documento de consenso basado en el método Delphi, se ha elaborado un decálogo de conclusiones en torno a la DA. “El objetivo principal de esta Jornada es, partiendo del decálogo de conclusiones, consensuar una serie de recomendaciones de práctica clínica para el manejo y el control de esta enfermedad”, ha señalado el Dr. Juan Pedro-Botet Montoya. “Esperamos alcanzar el grado de consenso suficiente que nos permita dictar recomendaciones clínicas destinadas a optimizar la prevención de la DA, su detección precoz, valoración diagnóstica, abordaje terapéutico y seguimiento clínico en los distintos ámbitos asistenciales del sistema sanitario”, ha añadido.

Consenso experto sobre propuestas para la mejora del manejo de la DA

El objetivo era desarrollar un consenso multidisciplinar para establecer recomendaciones clínicas en torno a la DA. Sus conclusiones revelan que la valoración externa por expertos en DA constata un elevado nivel de acuerdo profesional con las recomendaciones clínicas propuestas. Estas recomendaciones constituyen un instrumento útil para la mejora del manejo clínico de los pacientes con esta enfermedad.

Los resultados del Consenso han sido formulados con el siguiente decálogo de recomendaciones:

1. Para la correcta valoración de una dislipemia es preciso disponer de un perfil lipídico completo: colesterol total, cLDL, cHDL, c-no-HDL y triglicéridos.

2. En situaciones de alto o muy alto riesgo (diabetes mellitus, síndrome metabólico, obesidad, prevención secundaria) hay que descartar siempre la existencia de una dislipemia aterogénica.

3. Dado que el cHDL bajo, sobre todo si se acompaña de hipertrigliceridemia, comporta un incremento del riesgo cardiovascular, su control es un elemento clave para reducir el riesgo residual de origen lipídico.

4. La medición del perímetro de cintura abdominal en presencia de hipertrigliceridemia facilita el cribado clínico de la Dislipemia Aterogénica.

5. La existencia de una dislipemia aterogénica implica que el cLDL, pero también el cHDL y los triglicéridos deban ser considerados como objetivos terapéuticos.

6. El paciente con dislipemia aterogénica requiere un seguimiento clínico y analítico similar al del paciente con hipercolesterolemia, así como su derivación a una unidad especializada si fuera preciso.

7. Sobre la base de los reconocidos beneficios cardiovasculares, se debe intentar siempre la corrección de la dislipemia aterogénica mediante cambios en el estilo de vida y, cuando sea preciso, tratamiento farmacológico adicional.

8. Si bien la estatina es el fármaco hipocolesterolemiante de elección para la prevención cardiovascular, ante la existencia de una DA deberá considerarse la coadministración de un fibrato.

9. En el tratamiento farmacológico combinado por dislipemia aterogénica, el fenofibrato es el fibrato de elección, estando contraindicado el gemfibrozilo.

10. En el paciente con DA y cLDL controlado, el hipolipemiante de elección es el fibrato. En caso de hipertrigliceridemia aislada, o intolerancia a fibratos, se pueden emplear ácidos grasos omega-3 a dosis no inferior a 3 g/día.

La dislipemia aterogénica, un riesgo cardiovascular

La DA es una alteración del metabolismo lipídico caracterizada por aumento de los triglicéridos y/o descenso del colesterol unido a las lipoproteínas de alta densidad (HDL). Junto a ello existen otras alteraciones derivadas de ello, como unas partículas LDL pequeñas y densas, o un aumento general de lipoproteínas que contienen apoB, que configuran un perfil dislipémico asociado a un alto riesgo de padecer arterioesclerosis. De ahí su denominación.

Según ha explicado el Dr. Millán Núñez-Cortés, “cualquiera de las alteraciones de esta enfermedad se acompaña de un elevado riesgo cardiovascular. Este tipo de dislipemia es muy frecuente en situaciones clínicas en las que conocemos que su riesgo cardiovascular es elevado. El prototipo de ellas es la obesidad, la diabetes mellitus tipo 2 y el síndrome metabólico”.

No se conoce con exactitud la prevalencia de la DA en España aunque se están llevando a cabo estudios para conocerlo, pero se sabe que es una dislipemia especialmente prevalente en personas con alto riesgo. “El descenso de HDL llega a ser del 60% en los pacientes con infarto de miocardio. La DA en sujetos con trastornos metabólicos antes señalados puede llegar a las 2/3 partes. Y en pacientes que ya están siendo tratados con estatinas, aún con el colesterol-LDL controlado, su prevalencia puede llegar a ser de cerca del 40%” indica el Dr. Millán Núñez-Cortés.

Según los resultados de un estudio llevado a cabo recientemente para valorar la prevalencia de DA en población laboral española, en el que han participado 70.609 trabajadores, cerca del 6% de la población laboral presenta criterios de DA y tienen por tanto incremento del riesgo de enfermedad cardiovascular (46% de ellos menores de 40 años de edad).

Las dislipemias en España son un proceso infradiagnosticado, infratratado e infracontrolado, y esto es particularmente llamativo en la población con un riesgo cardiovascular elevado o con antecedentes de enfermedad cardiovascular. Un trabajo muy reciente señala como la percepción del médico tiende a infravalorar la dislipemia, a menos que las alteraciones lipídicas sean muy llamativas, tanto en atención primaria como en especializada. Y eso impide intensificar o combinar los fármacos en el tratamiento hipolipemiante a pesar de la existencia clara y creíble de guías clínicas accesibles.

Es preciso descartar o confirmar una DA en todos los pacientes con alto riesgo vascular, en aquellos que ya han sufrido enfermedad cardiovascular, en los que pertenecen a los grupos de riesgo con enfermedades metabólicas, y en aquellos que ya están siendo tratados con estatinas como fármacos hipocolesterolemiantes, porque la DA es la responsable de una parte del riesgo residual de origen lipídico.

Los pacientes con dislipemia aterogénica requieren del mismo seguimiento clínico que los diagnosticados con hipercolesterolemia. Aunque el objetivo primario desde el punto de vista terapéutico es el colesterol y el cLDL, los triglicéridos y el cHDL han de ser considerados objetivos secundarios en aquellas situaciones en las que se encuentre presente la dislipemia aterogénica. Y llegado el caso, será preciso derivar a Unidades de atención especializada a los pacientes que requieran un esfuerzo terapéutico adicional para controlar su enfermedad.

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Lo que los genes no dicen

La conferencia del doctor José María Mato expone, como un dato más de la compleja realidad biológica, el hecho de que no todas las personas con la misma mutación genética desarrollan la misma enfermedad.

En la conferencia Lo que los genes no dicen acerca de usted, José María Mato propone un análisis para observar que a partir de un mismo genoma se pueden formar múltiples fenotipos. Luego, medio ambiente y el azar seleccionan, en cada momento y en cada caso, de entre todos esos fenotipos posibles, uno y solo uno de ellos. Lo que hace evidente que la enfermedad es individual y que la medicina debe adaptarse a cada persona, trabajando más con los casos concretos que con las estadísticas.

José María Mato, es el director investigador general del centro de investigación Cooperativa en Biomateriales, CIC biomaGUNE, con líneas de investigación centradas en el estudio de las enfermedades del hígado. Es autor de más de 230 publicaciones científicas y fundador de la empresa biotecnológica OWL.

Para descargar el programa del ciclo de conferencias pinche aquí.

Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud

Dependiente de la Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara, el Instituto Tomás Pascual Sanz es una entidad sin ánimo de lucro que tiene el mandato de generar y difundir actividades de divulgación, estudio y análisis en los campos de la alimentación, la nutrición, la salud y los hábitos correctos de vida.

El Instituto transmite a la sociedad los valores de una vida saludable, difunde los adelantos tecnológicos relacionados con las ciencias de la salud y promueve el intercambio de información, generando nuevas posibilidades entre los colectivos relevantes y comprometiéndose al máximo con la sociedad científica moderna. El Instituto Tomás Pascual Sanz edita el contenido de estudios y ponencias en una numerosa biblioteca que responde a la creciente demanda sobre temas tan importantes como la nutrición, la seguridad alimentaria o la actividad física.

www.institutotomaspascual.es

Acceda a la Biblioteca del Instituto

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Científicos españoles frenan el desarrollo de la diabetes tipo 1 en ratones

Investigadores del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona) han conseguido frenar el desarrollo de la diabetes tipo 1 en ratones de laboratorio, a los que mediante técnicas “in vitro” han logrado “reeducar el sistema inmunitario”.

Marta Vives, investigadora del Grupo de Inmunología de la Diabetes, ha explicado que el trabajo ha permitido “identificar los mecanismos moleculares” que dan pie a la diabetes tipo 1 y también a su eventual vacunación, por lo que ha aventurado que estos resultados podrían trasladarse a humanos.

El trabajo, que publica la revista Plos One, ha contado con la colaboración del Vall d”Hebron Institut de Recerca (VHIR) y el Institut de Recerca Biomèdica de la Universitat de Lleida (UdLl), con la financiación del Instituto de Salud Carlos III.

Los investigadores catalanes han logrado extraer células dendríticas de los ratones y modificarlas para que, una vez reintroducidas, frenen la destrucción de las células productoras de insulina, donde está el origen de la diabetes tipo 1.

El experimento se ha hecho con un tipo de ratón de laboratorio utilizado a nivel mundial porque en un 70% de los casos desarrolla este tipo de diabetes de forma natural. Los científicos han conseguido que, una vez aplicado el tratamiento, esta cifra se reduzca hasta el 20 por ciento, ha precisado Vives.

La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune que se desencadena porque el organismo empieza a destruir las células que producen insulina, y el equipo del Hospital Germans Trias i Pujol ha comprobado que la “reprogramación” sirve para revertir esta tendencia en la cincuentena de ratones en los que se ha probado.

Los investigadores han comprobado que es suficiente una sola dosis de “vacuna” para que la protección adquirida sea de por vida, y Vives ha considerado que, “en el 20% de los casos que no tienen curación aparente, la solución podría estar en ajustar la dosis, la pauta o el momento en el que se aplica la terapia”.

Aplicación en humanos

Vives ha recordado que los humanos también presentan marcadores en el suero sanguíneo que indican la posibilidad de padecer diabetes tipo 1, y aunque “no son fiables al 100%” porque aparecen cuando ya se ha desencadenado el ataque autoinmune, sí podrían servir como marcador para diseñar una curación similar en personas.

De hecho, la investigadora ha considerado que el mecanismo molecular que desencadena la diabetes en ratones y humanos “sería muy similar”, por lo que la reeducación del sistema inmunitario también podría ser una vía terapéutica eficaz.

El problema actual se centra en que, si en el caso de un ratón de 30 gramos es necesario reprogramar 1 millón de células, en el caso de un humano sería necesario reformular millones de células, lo que hace el proceso inviable.

“Estamos trabajando en una estrategia para mejorar estos aspectos”, ha resumido Vives, ya que está previsto que durante los próximos tres años se investigue una estrategia aplicable a humanos que, en gran medida, pasa por diseñar un proceso más eficiente y estandarizable.

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Lo que los genes no dicen acerca de usted

Recogemos la conferencia del Dr. José M. Mato en el marco del Ciclo de Conferencias científico divulgativas Ciencia para el desarrollo cultural, organizado por Instituto Tomás Pascual Sanz y la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

Acceda a la transcripción de la ponencia

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Un tercio de los familiares adultos de pacientes celíacos pueden padecer la enfermedad, aunque muchos no están diagnosticados

Aunque se ha progresado en los últimos años, el motivo principal del infradiagnóstico es la baja sospecha clínica, especialmente en las formas que se presentan en adultos, que suelen ser menos sintomáticas. En el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), que se celebrará del 1 al 4 de junio en Murcia, en el marco de la Semana de las Enfermedades Digestivas (SED 2013), se presentarán los resultados iniciales de un estudio con un enfoque distinto del cribado en grupos de riesgo.

El estudio que ha sido realizado durante tres años sobre los familiares adultos de primer grado de pacientes celiacos por un grupo de investigadores del Complejo Asistencial Universitario de León coordinados por el Dr. Santiago Vivas tiene por objetivo conocer mejor cómo se manifiesta la enfermedad celiaca en este grupo de riesgo para poder diagnosticarla mejor y más rápido. Sus principales conclusiones son recogidas en las comunicaciones científicas más novedosas que sobre este tema se presentarán durante la Semana de las Enfermedades Digestivas 2013.

¿Qué es la celiaquía?

La enfermedad celiaca es una intolerancia permanente a una proteína presente en el gluten que contienen el trigo, la cebada, el centeno y probablemente la avena. Se caracteriza por una inflamación crónica del intestino delgado y el único tratamiento efectivo hasta el momento es una dieta sin gluten. La enfermedad puede presentarse en cualquier edad de la vida y sus síntomas son muy diversos. Una persona puede tener diarrea y dolor abdominal, otra anemia y pérdida de peso, y una tercera no tener síntomas y detectarse por tener un familiar afecto y realizar un análisis de sangre. La falta de diagnóstico puede desembocar en problemas digestivos graves.

Diagnóstico en familiares adultos de celíacos

La enfermedad celiaca aparece en personas que tienen predisposición genética a padecerla y, frecuentemente, entre miembros de una misma familia. Los familiares de primer grado son un grupo de riesgo elevado en el que la prevalencia de enfermedad se sitúa alrededor del 10%. La detección de la intolerancia al gluten se inicia con un análisis serológico para comprobar la presencia de anticuerpos característicos de esta enfermedad en sangre. Sin embargo, una serología negativa no excluye padecer la enfermedad, pues los marcadores séricos pueden no manifestarse en los sujetos adultos donde las formas de afectación suelen ser más leves que en la infancia. Por eso es importante identificar aquellos con más riesgo (susceptibilidad genética) para una evaluación más exhaustiva.

La biopsia intestinal sigue siendo el patrón oro para verificar la presencia de una lesión de la mucosa compatible con la enfermedad. Ésta debe de indicarse cuando los anticuerpos en sangre son positivos frente a esta enfermedad o cuando el paciente adulto presenta alta probabilidad clínica y un estudio genético positivo (aunque la serología sea negativa).

“Los familiares de primer grado son un grupo de riesgo que tenemos bien localizado, de fácil acceso y que, a menudo, ya siguen una dieta con restricción de gluten” explica el Dr. Santiago Vivas, coordinador del proyecto, “por lo que su estudio es especialmente interesante para conocer cómo se comporta la enfermedad y mejorar el diagnóstico”, matiza el experto.

Infradiagnóstico de la enfermedad

Uno de los motivos del bajo diagnóstico de la enfermedad es que, tal y como muestra este estudio, muchos familiares de celiacos siguen por comodidad una dieta con bajo contenido de gluten que puede tener trascendencia en el diagnóstico, ya que las restricciones en la ingesta de gluten hacen que el paciente muestre una serología negativa, pero con afectación del intestino y sintomatología. Así, en los datos de este estudio se ha observado que el 29% de los familiares de primer grado siguen una dieta sin gluten por comodidad a la hora de elaborar las comidas.

Del mismo modo, el estudio constató que en el caso de familiares de primer grado un análisis serológico no fue suficiente como método de cribado. Mientras que la realización de una biopsia duodenal a familiares de primer grado con riesgo genético pero serología negativa, detectó alteraciones de la mucosa duodenal en un 36% de los casos, incluyendo un 5% de atrofia de la mucosa. Al interrogar por síntomas se detectó que muchos de ellos tenían: diarrea (18,6%), estreñimiento (14,4%) y distensión abdominal (14,4%) y un 23% enfermedades autoinmunes. Tras la prueba, un 36% presentaron alteraciones histológicas. “Estos resultados, parecen indicarnos que a pesar de la serología negativa, la presencia clínica de síntomas digestivos o enfermedades autoinmunes permiten identificar familiares con riesgo de alteración histológica en los que la biopsia duodenal podría incrementar el rendimiento diagnóstico”, explica el Dr. Vivas.

Sensibilidad al gluten no celiaca

Otra fase del estudio observó como reaccionaban los familiares, con genética tanto positiva como negativa, a una dieta sin gluten y a una dieta con un exceso de esta proteína. Todos los pacientes mostraron una mejoría clínica respecto a la situación previa, incluido el 36% de pacientes con alteraciones histológicas, cuando el gluten en la dieta es nulo y una exacerbación de síntomas al aumentar la ingesta. “Este fenómeno parece indicar que los familiares de pacientes con enfermedad celiaca pueden mostrar una sensibilidad al gluten aunque no cumplan los criterios de enfermedad celiaca propiamente dicha”, explica el Dr. Vivas. “Esta “sensibilidad al gluten no celiaca” es una forma de reacción al gluten que actualmente está en fase de estudio y que afecta a grupos de población con síntomas funcionales digestivos (dispepsia funcional e intestino irritable, principalmente)”, añade el experto.

Celiaquía y osteoporosis

La enfermedad celiaca también está relacionada con la osteoporosis. Al evaluar la densidad ósea de los familiares de primer grado de pacientes celiacos con serología negativa, un 16% presentaba osteoporosis lumbar y un 12% osteopenia. Los individuos con riesgo genético presentaban mayor porcentaje de alteraciones óseas que aquellos con ausencia de componente genético (50% frente al 20%). La presencia de Helicobacter pylori también fue asociada a mayor alteración en la mineralización ósea: 93,3% de los sujetos con osteoporosis, 63,6% de los sujetos con osteopenia y el 49,2% de los familiares con densitometría normal tenían Helicobacter pylori en la mucosa gástrica. “Por lo que será importante tener en cuenta la presencia de riesgo genético de enfermedad celíaca y de Helicobacter pylori para hacer un seguimiento mediante densitometría ósea a estos pacientes y especialmente a las mujeres”, puntualiza el Dr. Santiago Vivas.

En este sentido, el grupo de trabajo del Complejo Asistencial Universitario de León concluye que “en el caso de familiares adultos de primer grado de pacientes celiacos es importante realizar el cribado de la enfermedad y en casos seleccionados, con genética positiva y sintomatología digestiva, valorar la toma de biopsia duodenal, aunque la serología sea negativa. Además, en aquellos con alto riesgo genético y Helicobacter pylori asociado podría ser recomendable analizar la densidad mineral ósea, especialmente en las mujeres”.

Semana de las Enfermedades Digestivas (SED 2013)

Del 1 al 4 de junio de este año, la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) celebra en Murcia su LXXII Congreso Nacional en el marco de la VIII Semana de las Enfermedades Digestivas (SED 2013).

La SED es el encuentro por excelencia de la especialidad y un foro de referencia para los especialistas por su relevante papel en la formación continuada acreditada y en la presentación de resultados de investigaciones de Aparato Digestivo. Este Congreso reúne a más de 1.000 expertos nacionales e internacionales en el campo de las enfermedades digestivas en sus aspectos básicos, epidemiológicos, diagnóstico-terapéuticos, preventivos y de promoción de la salud, así como el fomento de su aplicación práctica.

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Día Mundial de la Hipertensión

Aunque no solemos reparar en ello, convivimos en nuestro día a día con una de las enfermedades más extendidas entre la población mundial, y lo hacemos de forma tan natural, que expresiones como “me ha salido alta la baja” han pasado ya a ser habituales. Hablamos de la hipertensión arterial, una enfermedad con la que conviven más del 20% de los adultos mayores de 40 años.

Unas 7,5 millones de personas en el mundo mueren cada año como consecuencia de la hipertensión, según ha informado la Fundación Española del Corazón (FEC) con motivo de la celebración, este viernes, del Día Mundial de la Hipertensión.

En España, son 11 millones de personas (el 36,7 por ciento según la OMS) las que padecen esta enfermedad. Y es que, aunque la prevalencia de hipertensión en España está en la media en comparación con el resto de países, casi un 40 por ciento sigue siendo un porcentaje muy elevado, siendo la edad uno de los principales factores de riesgo de la hipertensión, dado que el 65 por ciento de los mayores de 60 años lo padece.

“El progresivo envejecimiento de la población que están sufriendo países occidentales como España, hará que en los próximos años el número de hipertensos siga aumentando. Otro aspecto muy relevante de la enfermedad en España, es que un tercio de hipertensos no saben que lo son y otro tercio, aunque están tratados, están mal controlados. Por esta razón, la prevención de la enfermedad y el control periódico de las cifras de presión arterial son medidas de gran importancia”, ha comentado el Dr. Enrique Galve, presidente de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

Factores de riesgo

Ciertamente, no nos resulta extraño hablar de “la tensión alta”, pero ¿sabemos realmente a lo que nos estamos refiriendo? La hipertensión arterial es la elevación continuada de la presión arterial por encima de unos valores establecidos como estándar por la comunidad médica. Estos valores normales se han fijado en 120- 129 mm Hg para la sistólica o máxima y 80-84 mm Hg para la diastólica o mínima, lo que nos sirve de referencia para calificarla como “alta” o “baja” de forma cotidiana. Cuando este exceso de presión sanguínea se da de forma persistente, afectando al corazón y a las arterias del cuerpo, éstas empiezan a sufrir daños debido al estrés producido por ese exceso crónico de presión con el resultado de la aparición de enfermedades cardiacas, renales o problemas serios en las arterias del cerebro

En la mayoría de los casos, la hipertensión no responde a causas específicas, aunque se han detectado una serie de factores que aumentan considerablemente el riesgo de padecerla, como son la vida sedentaria, la obesidad, los antecedentes familiares, el consumo elevado de sal y alcohol, el tabaquismo y el estrés prolongado.

La mayoría de las personas hipertensas lo son por alguno o por la confluencia de varios de estos factores, aunque existen pacientes que desarrollan esta enfermedad a consecuencia de otros motivos como los trastornos renales o relacionados con la ingesta de ciertos medicamentos.

Un mal silencioso e infradiagnosticado

A la falta de causas específicas se ha de sumar otro elemento que en muchos casos hace que la presión arterial elevada pase desapercibida: la ausencia de sintomatología. Por este motivo, pese a las graves consecuencias que esta patología puede tener para la salud, la hipertensión arterial queda en muchas ocasiones relegada a un segundo plano cuando se trata de tomar precauciones, ya que el principal problema a la hora de enfrentarse a esta afección es la falta de síntomas concretos en la mayoría de los casos.

De esta manera, esta enfermedad se convierte en un autentico “mal silencioso”, cuyas consecuencias se manifiestan en muchos casos sólo tras haber convivido durante un largo tiempo con la hipertensión arterial sin diagnosticar, momento en el que puede suponer un grave riesgo para su salud. La prevención y la vigilancia periódica tienen aquí una importancia clave, por ello los expertos recomiendan llevar un estilo de vida activo, una alimentación sana y equilibrada, evitar el consumo excesivo de sal y alcohol, no fumar, revisar periódicamente los niveles de tensión arterial y, en caso de realizar un tratamiento médico, seguirlo rigurosamente.

A pesar de que su medición periódica ayuda a diagnosticar y controlar los casos de hipertensión, el 8,1% de la población nunca se ha tomado la tensión arterial según una encuesta realizada por PiC Solution. El 77% de la población encuestada reconoce medirse la tensión con poca frecuencia, frente a un 1,3% que se toma la medición a diario, un porcentaje que aumenta hasta el 4,3% en el caso de los adultos con edades superiores a los 55 años. Unos porcentajes muy bajos si consideramos el hecho de que una de cada tres personas hipertensas no lo saben.

Hablar del diagnóstico precoz de la hipertensión es, por tanto, hablar de una medida de prevención muy eficaz para evitar la aparición de enfermedades cardiovasculares (infarto, angina de pecho), renales (insuficiencia renal crónica) o accidentes cerebrovasculares (infarto, hemorragia cerebral).