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Consejos del American College para un corazón sano

Para tener un estilo de vida saludable, no solo es importante realizar ejercicio físico diario, sino modificar los comportamientos sedentarios

claves para un corazón sano

Si Nelson Mandela ya decía algo así como que el ejercicio es la clave para mantener una buena salud tanto corporal como mental, el prestigioso College of Sports Medicine, un instituto americano que pasa por ser la mayor organización mundial especializada en medicina deportiva y del ejercicio, se encarga de realizar estudios científicos sobre la práctica de ejercicio saludable para la mejora de la salud. Todos sus estudios y publicaciones reafirman la necesidad de mantener una buena salud física y mental, que pasa porque las constantes cardiovasculares sean saludables. Para ello recomiendan mejorar la resistencia, la flexibilidad y las capacidades neuromotoras.

Hablando del estilo de vida saludable, no solo es importante realizar ejercicio físico diariamente, sino que uno debe modificar los comportamientos sedentarios y abandonar estilos de vida que supongan un riesgo para la salud en general y para el corazón en particular. Por ello, si se pasa horas sentado en la oficina, emplea parte del tiempo libre delante de la televisión o leyendo en un sillón, debemos tratar de contrarrestar los efectos negativos de esta vida sedentaria incrementando de forma significativa el ejercicio a diario.

Recomiendan realizar un mínimo de 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada, es decir, unos treinta minutos de deporte diario a la semana

En este sentido, el Colegio de Medicina Deportiva (ACSM) ha publicado recientemente la guía para la prescripción del ejercicio con sus recomendaciones sobre la cantidad y calidad que se debe realizar en la edad adulta. Resuelven así de forma definitiva la eterna cuestión sobre cuál es el tipo de ejercicio que debemos realizar y con qué frecuencia y duración, y todo ello respaldado por evidencias científicas. Estos estudios concluyen en la recomendación general para cualquier adulto sano de realizar un mínimo de 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada, es decir, unos treinta minutos de deporte diario cinco días a la semana.

Carol Garber afirma que las evidencias científicas sobre los beneficios que reporta el ejercicio moderado para la salud superan con creces a los posibles riesgos (lesiones o daños de otro tipo) que la práctica deportiva conlleva. Las recomendaciones básicas sugieren la realización de una rutina de ejercicios variados que potencien las siguientes capacidades: flexibilidad, resistencia y fuerza.

Las recomendaciones del Colegio Americano de Medicina Deportiva no se circunscriben solo a la práctica de ejercicio moderado, sino que establece varias posibilidades para su práctica:

  • 150 de ejercicio moderado a la semana, que se puede dividir en rutinas de treinta a sesenta minutos diarios, cinco días a la semana.
  • 120 minutos de ejercicio intenso a la semana, en sesiones de veinte minutos a una hora, tres días a la semana. Tras la realización de una actividad intensa es necesario intercalar un día de descanso para que el organismo y la musculatura se recuperen.
  • En caso de que el tiempo sea una limitación, como de hecho argumentan casi todas aquellas personas que no hacen ejercicio, se acepta como útil la realización de microsesiones de diez minutos varias veces al día, que ayudan a mejorar sensiblemente la salud.

Como criterio general, se recomienda la progresión gradual del ejercicio tanto en el tiempo como en la intensidad de la actividad física que practiquemos. Por un lado, se evitan lesiones indeseadas y, por otro, se consigue que el cuerpo no se acostumbre al esfuerzo y se atasque en la progresión y la mejora de las constantes físicas.

Las tres grandes áreas fisiológicas que hay que mejorar son:

La resistencia

Cualquier persona en edad adulta debe entrenar cada grupo muscular al menos dos o tres veces a la semana, mediante la realización de ejercicios variados y compensados de baja intensidad. Lo ideal es realizar al menos dos series de cada ejercicio y un máximo de cuatro, con una cantidad de repeticiones de entre quince y veinte si es una persona en edad adulta (de 45 años en adelante). En caso de realizar ejercicios de intensidad moderada alta, después debe guardarse un día de descanso.

Cada ejercicio de estiramiento debe mantenerse idealmente unos 20 segundos hasta notar que el músculo está trabajando

La flexibilidad

Si cuando nacemos, la flexibilidad es una de las características más destacables en los bebes y los niños, según nos vamos haciendo mayores perdemos flexibilidad de forma muy rápida, lo cual degrada de alguna manera nuestra salud. Es muy importante realizar ejercicios de flexibilidad por lo menos dos o tres días a la semana para mantener un rango de movimiento lo más amplio posible, y más según vamos siendo más mayores, lo que nos evita pérdidas de movimiento y caídas.

Cada ejercicio de estiramiento debe mantenerse idealmente unos 20 segundos. Mantenerlo en un punto de tensión suficiente en que notemos el músculo trabajando. Cada estiramiento de cada grupo muscular debe realizarse dos o tres veces, hasta que completemos un minuto de cada uno. El estiramiento debe ser estático, es decir, que no se realicen rebotes mientras se trabaja cada músculo. El momento idóneo para realizar estiramientos es siempre tras haber realizado ejercicio, ya que así el músculo estará suficientemente caliente y se puede forzar su elongación sin riesgos de lesión.

La actividad neuromotora o funcional

El College of Sport Medicine recomienda realizar ejercicios funcionales dos o tres días en semana. Estos deben incluir ejercicios que trabajen habilidades motoras como el equilibrio, la agilidad, la coordinación y el movimiento; para ello lo mejor son ejercicios como el entrenamiento propioceptivo y las actividades tipo taichí o el yoga, que mejoran estas funciones físicas. Veinte o treinta minutos al día es suficiente para mejorar y reactivar las funcionalidades neuromotoras.

Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-02-23/como-tener-un-corazon-sano-y-prevenir-un-infarto-segun-el-american-college_1156722/

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sedentarismo

Alerta de la gran tendencia al sedentarismo en España

Un estudio realizado por la Universidad Internacional de Valencia (VIU) revela que sólo el 36,22 por ciento de la población española con edad comprendida entre los 15 y los 75 años realiza una actividad físico-deportiva de forma regular una o dos veces por semana, lo que refleja la “progresiva y preocupante tendencia al sedentarismo en España”.

Así se desprende del estudio realizado por Francesc Llorens, profesor del Grado de Educación Infantil y Primaria y del Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato, FP y Enseñanza de Idiomas de la VIU para analizar, por un lado, cómo los diferentes esfuerzos físicos repercuten en el normal funcionamiento atencional y en el procesamiento de la información visual y, por el otro, para conocer si la práctica regular de actividad física afecta positivamente al rendimiento académico y a la salud mental.

Según ha informado la institución académica en un comunicado, el informe sostiene que el deporte, en “intensidades aeróbicas moderadas”, repercute “notablemente” en la salud mental, ya que reduce el estrés, la ansiedad, las circunstancias que rodean a la depresión, aumenta el estado de ánimo y el bienestar y afecta a las funciones cognitivas como la memoria a corto plazo o la motivación.

Tanto es así que, según sostiene, la realización de esfuerzos aeróbicos con una duración de entre 20 y 60 minutos tiene “un efecto positivo sobre un gran número de procesos cognitivos inmediatamente después de su realización” de manera que, al término del mismo, los participantes “están mejor preparados para realizar cualquier tipo de acción, concentrarse o resolver problemas complejos”.

Creación de planes estratégicos

El estudio ahonda en los “peligros” derivados del sedentarismo y señala que la inactividad física de la población es el cuarto factor de riesgos en lo que respecta a la mortalidad mundial (supone el 6% de la mortalidad según la Organización Mundial de la Salud).

Asimismo, el trabajo hace hincapié en la práctica del deporte en todos los estadios generacionales especialmente en la adolescencia donde se observa una caída “preocupante” ya que se ha comprobado que los porcentajes de práctica de deporte pasan de un 64% en niños con edades entre 6-7 años a un 50% en adolescente de 16-18.

El punto de mayor intensidad se produce a los 10 años donde el 71% de los menores practica algún tipo de deporte, una cifra que cae hasta un 50% cuando llegan a los 18 años. En cuestión de géneros, estas cifras son “más alarmantes” entre las adolescentes ya que pasan de un 63% a los 10 años a un 35% a los 18 (en el género masculino la caída es más suave, pasando de un 78% de niños que practican deporte con 10 años a un 64% de adolescentes).

En este punto defiende la necesaria creación de planes estratégicos para aumentar la actividad física en la escuela y entre la población en general porque proliferarían los estilos de vida saludables y se reducirían los gastos sanitarios derivados de patologías causadas por el sedentarismo.

Fuente:

http://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-alerta-gran-tendencia-sedentarismo-espana-20151209105833.html#disqus_thread

diabetes y ejercicio fisico

Ejercicio físico para personas con Diabetes

diabetes

La alimentación y la actividad física deben estar integradas para mantener unos niveles adecuados de glucosa en sangre en las personas con diabetes, así como para evitar complicaciones asociadas.

Las características del ejercicio a practicar, como son el tipo, la frecuencia, la duración y la intensidad, deben ajustarse de forma individual siguiendo los consejos del médico según cada caso.

El ejercicio físico ayuda a metabolizar los hidratos de carbono y produce una disminución de la glucosa en sangre, lo que es de interés en diabetes tipo 1. También mejora la sensibilidad a la insulina, por lo que también resulta beneficioso en diabetes tipo 2. Por todo ello, ayuda a controlar la glucemia. Además aporta beneficios en el control del peso y otros factores como la hipertensión.

Lo ideal es mantener unas pautas de actividad constantes y evitar que el ejercicio coincida con los picos de acción del tratamiento con insulina, ya que podría producirse una disminución excesiva de la glucosa en sangre, lo que se conoce como hipoglucemia. Por ello conviene estar alerta ante los síntomas que la producen y llevar consigo alimentos con azúcar para tomarlos en caso necesario.

ACTIVIDAD FÍSICA RECOMENDADA EN DIABETES

 

En la diabetes tipo 1 la Fundación Española del Corazón recomienda a realizar actividad física a diario y combinar el ejercicio con las pautas de inyección de insulina, el horario de comidas y la cantidad de hidratos de carbono de la dieta. Además, recomienda practicarlo a primera hora del día y evitar ambientes muy calurosos o muy fríos para practicarlo.

Según la Guía de práctica clínica de diabetes mellitus tipo 2, en este tipo de diabetes se indican las siguientes pautas:

– Diabetes sin complicaciones: ejercicio de intensidad moderada (50-70 % de la frecuencia cardíaca máxima) durante 4 días a la semana y con una duración de 30 a 60 minutos al día.

– Diabetes con riesgo cardiovascular: disminuir la intensidad y adaptar la actividad al riesgo. Abandonar el ejercicio en caso de sentir dolor.

Por todo ello, el ejercicio físico, adaptado al tipo de diabetes y al estado de salud de forma individual, es beneficioso para ayudar a controlar la diabetes.

Hábitos saludables en la vuelta al cole

Hábitos saludables en la ‘vuelta al cole’

Hábitos saludables en la vuelta al cole

Tras dos meses de vacaciones, hay que volver al colegio. Probablemente durante el verano hemos sido permisivos con nuestros hijos en cuanto a horarios, comidas rápidas, refrescos y otros caprichos. El regreso a las aulas en un momento ideal para recuperar los hábitos saludables de vida y alimentación.

Para afrontar bien la vuelta al colegio, hay 3 hábitos especialmente importantes que se deben recuperar: horarios de las comidas, horario y horas de sueño y la práctica de ejercicio físico. A priori puede parecer que es un reto inalcanzable y puede suponer un problema para las familias que, sin duda, tendrá éxito si lo planteamos como una responsabilidad compartida entre los padres, el colegio y los hijos.

Horarios de las comidas

Se debe recuperar el hábito de realizar 5 comidas al día y establecer unos horarios para las mismas. La más importante es el desayuno. La palabra lo dice, “romper el ayuno” de la noche. El desayuno debe suponer entre el 25 y el 30 % de la energía diaria. Ha de ser completo, es decir, contener estos tres grupos de alimentos: una ración de lácteos (tazón o vaso grande de leche), una de cereales (en forma de pan o cereales para el desayuno) y otra de fruta. Se ha demostrado que los niños que no desayunan son menos eficientes en la selección de información crítica en el aula. En el recreo tomaremos la segunda comida que puede ser un pequeño bocadillo, pieza de fruta o un lácteo. Esto ayudará a nuestros hijos a llegar a la hora de la comida en perfectas condiciones. La comida será aproximadamente el 40 % de la energía diaria. Si se hace en el colegio, es importante conocer los menús diarios para completarlos en casa con la cena y la merienda. La merienda no debe ser más del 15 % de la energía diaria ni estar demasiado cerca de la comida o la cena y es un momento ideal para introducir las raciones de frutas y lácteos recomendadas al día.

Comida y cena deben ser equilibradas y complementarse entre sí. Ambas deben incluir verduras, hortalizas y cereales (pasta o arroz); combinados con alimentos proteicos, priorizando las carnes blancas y los pescados azules, 2 ó 3 veces por semana. Las legumbres, las grandes olvidadas de nuestra alimentación, deben ocupar nuestros platos 3 ó 4 veces a la semana, principalmente en las comidas. La cena debe ser siempre más ligera que la comida. Tanto en la comida como en la cena no debemos olvidar la fruta. Recuerda, entre frutas y verduras, 5 al día.

Práctica de ejercicio físico

La práctica de algún deporte, mejor colectivo, y varias veces por semana, es un hábito saludable para evitar el sobrepeso y la obesidad, además de influir en la adquisición de un estilo de vida que debería permanecer durante toda nuestra vida. Junto con un buen desayuno, se ha demostrado que son los dos factores que más influyen en la lucha contra la obesidad. Hoy está plenamente demostrado que el sedentarismo es la causa más importante en muchas de las enfermedades no infeccionas de nuestra sociedad. Los mayores debemos dar ejemplo a nuestros hijos, desayunando con ellos, dedicándoles tiempo y haciendo que los niños valoren la comida hecha en casa y el colegio. La alimentación es algo que debemos hacer en familia el mayor número de veces posible. Los padres debemos ser los protagonistas en la transición hacia la normalidad, tras la permisividad del verano y no dejar esta responsabilidad tan solo en los centros escolares.

Y por último el descanso. Habitualmente se ignora la necesidad de dormir las horas necesarias para mantener la estabilidad emocional, disminuir la agresividad y prevenir alteraciones como hipertensión, obesidad e incluso diabetes y la insuficiencia cardíaca. El sueño es un momento de reparación y de ajuste de nuestro cuerpo. Los horarios desordenados, las malas dietas, la falta de ejercicio y de sueño son factores todos ellos de muchas enfermedades cardiovasculares y metabólicas. Dormir 8-9 horas, con una buena calidad de sueño, es un hábito saludable que ayudará a nuestro cuerpo a afrontar los retos diarios con mayor optimismo.

¡Te animamos a incorporar estos sencillos hábitos de vida saludables en este nuevo curso escolar!

 

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HIGIENE DENTAL DE LOS NIÑOS

El verano y las vacaciones deterioran la higiene dental de los niños

HIGIENE DENTAL DE LOS NIÑOS

ya que disfrutan de más tiempo libre, que generalmente invierten en actividades fuera de casa, como los campamentos o las excursiones, según han informado expertos de Sanitas Dental.

Esto hace que, tal y como han detallado, el cepillado diario pase a ser menos frecuente y se tienda además a consumir más alimentos azucarados, como los helados o las bebidas que favorecen la aparición de caries. Del mismo modo, la actividad física de los niños favorece la deshidratación, que reduce el flujo salivar e influye en el ataque de bacterias y ácidos, que atacarán a los dientes.

Otro factor que influye en la salud bucodental es el incremento de traumatismos dentales, un problema común en los niños. En el caso de que un niño se dé un golpe y se le caiga un diente, los especialistas de Sanitas Dental han recomendado ponerlo en un vaso de leche y, antes de que pasen dos horas, acudir a un experto.

“El verano es un periodo complicado para la salud dental de los niños ya que hay muchos desplazamientos y los helados, y las bebidas azucaradas son habituales, por lo que es fundamental que cuiden su higiene bucodental”, ha recalcado la directora médica de Sanitas Dental, Alma Fernández Arias.

Finalmente, ha abundado en la importancia de no interrumpir las revisiones al dentista durante el verano, mantener el cepillado diario después de cada comida y no abusar de los alimentos azucarados.

cuidados de los niños en verano

Recomendaciones para cuidar a nuestros hijos en verano

cuidados de los niños en verano

El verano puede ser el mejor momento para reconducir los hábitos alimentarios en los niños, sobre todo los de aquellos que son mal comedores, según ha explicado la pediatra del Hospital Nisa Pardo de Aravaca en Madrid, la doctora Chus Pascual, quien recuerda que es importante mantener una alimentación “variada y equilibrada “también en la época estival.

En esta época, recuerda, se tiende a “desorganizar la alimentación”, además no siempre se conocen los cuidados que hay que seguir para evitar sol y quemarse, además en ésta los accidentes tienden a multiplicarse, siendo los ahogamientos lo que más siguen ocurriendo.

En general, señala, “si se actúa con prudencia y precaución hay cosas que, aunque pueden seguir ocurriendo, se pueden minimizar y, así, evitar un problema mayor”.

En verano la alimentación debe ser “equilibrada y variada”, y, “por tanto hay que huir de los picoteos”, muchas veces inevitables entre los niños. Lo mejor en estos casos es cambiar las chocolatinas, chucherías y patatas por zumos y frutas; además recomienda “hacer comidas menos copiosas y más ligeras” donde se pueden incorporar verduras y frutas ricas en antioxidantes, que ayudan proteger a los niños del envejecimiento celular provocado por el sol.

Además, observa que en niños mal comedores se puede aprovechar la época del verano para cambiar su alimentación. “En esta época en los niños que rechazan las frutas y las verduras se pueden sustituir por cremas, batidos y zumos que son más apetecibles”, sobre todo si se hacen en casa y con la familia. “Hay más tiempo para estar con el niño y que se sienta implicado, tanto a la hora de hacer la compra, haciendo la comida, etc. Cuando un niño se siente participe creo que mejora la aceptación de muchos alimentos”, advierte.

Precaución con el sol y el agua

En los niños hay que estar más pendiente de los golpes de calor y la deshidratación, por eso los padres o tutores deben acordarse de que el niño debe beber líquidos a menudo, teniendo especial cuidado con los más pequeños a los que hay que ofrecer agua durante todo el día.

El cuidado del sol ha sido otro de los temas tratados. Partiendo de la base de que el sol es muy agradable hay que conocer los peligros para el niño de su exposición. “Se puede tomar el sol pero hay que hacerlo con cuidado”, por tanto recuerda que siempre hay que usar crema con protección solar, excepto en el caso de los bebés menores de seis meses donde las medidas de protección deben ser físicas (sombrillas, camisetas, gorras, etc).

En el resto, la recomendación es usar crema con un factor de protección solar de, al menos, 30 FPS; a no ser que el niño sea muy blanco de piel, tenga muchas pecas o antecedentes familiares con cáncer de piel, en estos casos la protección debe ser mayor.

Además, hay que evitar las horas de mayor exposición solar (entre las 12 y las 16 horas), y aplicarse la crema varias veces al día, siendo más constantes si el niño se baña en la piscina, mar o río.

Aunque, lo deseable sería aplicarse la crema siempre que se sale a la calle, independientemente de que uno se encuentre de vacaciones, porque “salir a la calle ya es tomar el sol, ya que se toma el sol desde el momento en el que sales a la calle”.

Otro punto que tratado durante la jornada de este jueves han sido los accidente que “son la mayor causa de mortalidad en la infancia y, por desgracia, en verano los ahogamientos siguen estando ahí”. Con el verano llega muchas veces la relajación y despreocupación, por eso es una época donde aumenta su frecuencia.

“Ahora tenemos casas a modo de ‘bunker’ y sales a entornos que no están tan protegidos. La diferencia es que antes nos enseñaban el peligro y ahora les protegemos pero no les enseñamos el peligro”, advierte.

En cuanto a los ahogamientos hay que tener mucho cuidado sobre todo entre los 6 primeros meses y el año de haber aprendido a nadar; “es el periodo más peligroso precisamente por esa despreocupación que existe entre los padres porque se cree que el niño sabe nadar”, afirma.

“Todas las medidas de precaución son pocas, el agua es un peligro muy importante”, ha advertido recordando que es importante extremar las medidas de precaución sobre todo en sitios como ríos y playas donde puede no hay medidos humanos y técnicos ante una urgencia de socorro en el agua. Asimismo, ha advertido del peligro de lesión medular, que puede producir paraplejia por zambullidas inadecuadas.

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El colesterol bueno, clave para controlar el riesgo cardiovascular y la diabetes

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Los niveles de colesterol HDL o colesterol bueno, como marcador objetivo adicional de estilo de vida y de salud cardiovascular, es clave para reducir procesos cardiovasculares, según un artículo publicado en el último número de ‘Revista Española de Cardiología’ (REC), tras analizar los datos del estudio ‘Di@abet.es’.

“Los cambios en los hábitos de vida de la población, en particular, una alimentación poco saludable y falta de actividad física han hecho que el cálculo de riesgo cardiovascular basado solamente en los factores de riesgo tradicionales (edad, género, colesterol elevado, hipertensión, tabaquismo, o diabetes) haya perdido progresivamente eficacia y fiabilidad”, afirma el doctor Emilio Ortega, especialista del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínic i Universitari de Barcelona, e investigador del IDIBAPS y el CIBERobn.

Por ello, añade, “hay que tener más en cuenta nuevas variables como la cantidad de colesterol HDL, los triglicéridos, la obesidad total y visceral, la práctica regular de actividad física, la cantidad y calidad de nuestra dieta, e incluso las desigualdades sociales y económicas, que van estrechamente relacionadas con estos factores de riesgo llamados ‘emergentes’, y en consecuencia con cualquier patología cardiovascular”.

El estudio Di@abet.es, el primero transversal y de base poblacional que ha tomado como ámbito de análisis todo el territorio español, pretende determinar la prevalencia de diabetes y otros factores de riesgo cardiovascular en España, y, por tanto, se trata de un estudio muy útil para estimar el riesgo cardiovascular en España.

La investigación analizó un total de 2.310 pacientes con edades comprendidas entre los 40 y los 65 años y concluyó que, en España, un 56 por ciento de los hombres presenta un riesgo moderado y un 12 por ciento un riesgo bajo; mientras que entre las mujeres esta proporción es del 31 por ciento y del 55 por ciento respectivamente.

Además, el estudio refleja que solo un 26 por ciento de los pacientes con alto riesgo y un 15 por ciento de los de riesgo muy alto alcanza los objetivos terapéuticos marcados (tomando como referencia niveles de colesterol LDL <100 mg/dl y <70 mg/dl, respectivamente), por lo que es necesario mejorar los programas de prevención, tanto primaria como secundaria.

Ante estos resultados, Ortega encuentra curioso el hecho de que, “el hombre tiene durante toda su vida un riesgo de enfermedad cardiovascular más elevado que la mujer, pero sin embargo esta acaba muriendo con mayor frecuencia que el hombre por esta causa y es el grupo que acaba padeciendo un mayor número de eventos cardiovasculares”.

Mientras, la mujer tiene peor pronóstico que el hombre tras haber sufrido varios eventos cardiovasculares porque se le aplican las mismas estrategias que las de su homólogo masculino, cuando en realidad es probable que se necesite abordar la enfermedad de una manera distinta al hombre, tal y como proponen algunas sociedades científicas.

Además, añade, “con frecuencia, los objetivos de control no se consiguen tan eficazmente en mujeres con riesgo moderado o alto, quizá, en parte, por la creencia de su estado de protección “hormonal”, y por tanto, esto puede empeorar su pronóstico”.

Desde la Sociedad Española de Cardiología recuerdan que la prevención es el primer paso a la hora de tratar cualquier posible patología y ,por ello, destacan la importancia de realizarse chequeos de manera periódica para que la población controle y conozca su estado de salud cardiovascular, y en consecuencia, poder detectar a tiempo cualquier anomalía que pueda aparecer en los resultados de los análisis.

Más allá de realizar controles periódicos y vigilar los niveles de colesterol, triglicéridos o hipertensión, también es necesario seguir una dieta mediterránea y realizar un mínimo de 30 minutos de actividad física diaria para evitar el sedentarismo, la aparición de diabetes u obesidad.

café despertador

El café, la receta contra la obstrucción arterial

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Un grupo de investigadores del Hospital Samsung Kangbuk de Seul, Corea del Sur, han liderado un estudio que revela que entre tres y cinco tazas de café al día, algo que los autores consideran un consumo moderado, permite reducir el riesgo de obstrucción arterial y, con ello, las probabilidades de sufrir un infarto.

El trabajo, que publica en su último número la revista ‘British Medical Journal’ (BMC), se suma al debate que se ha generado en los últimos años sobre los efectos del consumo de café para la salud cardiovascular, tras haberse probado su beneficio frente a otras patologías como la diabetes o el colesterol.

De hecho, a pesar de que anteriormente podría asociarse a un mayor riesgo de enfermedad coronaria, un reciente metaanálisis de 36 trabajos también ha apuntado a que el consumo moderado puede reducir el riesgo de estas patologías.

En esta ocasión, el trabajo se centró en la presencia de calcio en las arterias coronarias (CAC), un indicador que puede alertar del riesgo de aterosclerosis, causada por la acumulación de placas que favorecen el endurecimiento y estrechamiento de estos vasos sanguíneos que, en última instancia, puede favorecer la formación de coágulos que derivan en un infarto o un ictus.

El trabajo incluyó datos de un total de 25.138 hombres y mujeres de 41 años de edad media, de los que ninguno tenía signos de enfermedad cardiaca en el momento del estudio.

Para comprobar su estado de salud se sometieron a un análisis que incluyó un cuestionario nutricional y una tomografía computarizada (TC) cardiaca para ver los niveles de calcio en sus arterias.

Los investigadores estratificaron los niveles de calcificación de sus arterias en función de los niveles de consumo de café, y tuvieron también en cuenta otros factores como su actividad física, índice de masa corporal (IMC), consumo de tabaco y alcohol, antecedentes familiares de enfermedad cardíaca y el consumo de otros alimentos como frutas, verduras y carne.

Consumo medio: 1,8 tazas al día

En cifras generales, el 13,4 por ciento de los sujetos analizados presentaba calcio en las arterias coronarias, mientras que el consumo medio de café era de 1,8 tazas al día.

Sin embargo, el riesgo de tener calcio en las arterias era mayor en personas que tomaban menos de una taza al día (0,77), en comparación con quienes bebían de una a tres tazas diarias (0,66) y aquellos que bebían entre tres y cinco (0,59). En cambio, volvía a crecer cuando el consumo superaba las cinco tazas diarias (0,81).

La asociación fue similar en los subgrupos definidos por edad, sexo, tabaquismo, consumo de alcohol, presencia de obesidad, diabetes, hipertensión o hipercolesterolemia, lo que muestra que el subgrupo que consumen entre tres y cinco tazas es el que tiene la prevalencia más baja de obstrucción arterial.

Los investigadores creen que este menor riesgo está asociado al efecto protector frente a la diabetes, un factor de riesgo para la aterosclerosis, ya que se piensa que el café mejora la sensibilidad a la insulina.

“Nuestro estudio se suma a una creciente evidencia que sugiere que el consumo de café podría ser inversamente asociado con el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Pero se necesita más investigación para confirmar nuestros hallazgos y establecer las bases.

hábitos saludables

Los hábitos saludables, de la mano de tu pareja

Un estudio del University College de Londres, en Reino Unido, muestra como muchos hábitos saludables como hacer ejercicio, perder peso o dejar de fumar son más fáciles de conseguir cuando se vive en pareja y hay una voluntad conjunta, según los resultados publicados en el ‘Journal of American Medical Association’ (JAMA).

Estudios previos sugerían que las parejas suelen compartir hábitos poco saludables, pero éste es el primer trabajo que analiza lo contrario y muestra como la consecución de nuevos hábitos de vida es más fácil de conseguir si la pareja busca el mismo objetivo.

En su estudio incluyeron a más de 3.500 parejas de más de 50 años que estaban casadas o vivían juntas, que completaron una serie de cuestionarios generales sobre sus hábitos de vida para luego someterse a un seguimiento posterior que incluía también visitas a personal de Enfermería.

A la hora de dejar de fumar, sólo el 8 por ciento de los hombres cuyas parejas seguían fumando fueron capaces de dejarlo. En cambio, si lo intentaban ambos lo consiguieron ambos en el 48 por ciento de los casos. Y casi el 70 por ciento de los hombres aumentaba sus niveles de actividad física cuando sus parejas se unían a ellos, frente al 26 por ciento de quienes lo intentaban solos.

Del mismo modo, el estudio revela que hasta el 15 por ciento de las mujeres conseguían perder al menos el 5 por ciento de su peso corporal cuando lo intentaban por separado pero, si también lo intentaba su pareja, hasta una de cada tres (36%) conseguía perder unos kilos.

El estudio muestra como las probabilidades de éxito a la hora de perder peso eran aún más altas si las parejas lo intentaban a la vez que cuando uno de los dos ya estaba en su peso antes de comenzar el estudio. “La pareja que ya es delgada no parece promover ningún cambio”, según ha reconocido Jane Wardle, autora del estudio.

En cambio, las probabilidades de conseguir el nuevo propósito sí que son mayores en quienes tienen una pareja que no es fumadora y físicamente activa. “Si su pareja no es fumador, es probable que exprese su preferencia por que usted no fume, y si se va a hacer ejercicio puede animarte a ir con él”, apuntó la experta.

Wardle cree que estos resultados también pueden aplicarse a parejas del mismo sexo, si bien el número de las incluidas en el estudio es demasiado pequeño como para considerarlo concluyente.

Ejercicio físico, propósito para vivir mejor

Más actividad física, dejar de fumar y comer mejor: propósitos para el 2015

Ejercicio físico, propósito para vivir mejor

Ejercicio físico para vivir mejor

¿Hacer más ejercicio, dejar los malos hábitos, perder peso? ¿O seguir como siempre, sin cambios? Con el inicio del nuevo año muchos suelen plantearse cambios en sus estilos de vida, pensando en mejorar o incorporar hábitos saludables. Pero ¿cuáles exactamente? Para conocer la respuesta a esta cuestión, IMOP y Berbés Asociados han centrado la primera pregunta IMOP-Berbés en conocer los propósitos de hábitos saludables que se plantea la población española a partir de los 14 años (inclusive) ante el nuevo año 2015.

Los resultados muestran que hacer ejercicio es el propósito que en mayor medida se han planteado los españoles para el año 2015, siendo citado por un 28% de la muestra, proponiéndose un 5% de modo más específico ir al gimnasio. Este propósito es compartido en similar medida por hombres y mujeres, aunque hay algunas diferencias según la edad u otras variables sociodemográficas. Así, se han planteado en mayor medida hacer ejercicio este nuevo año las personas menores de 25 años, las de 35 a 44 años y  las de mayor status social, los estudiantes, las que han adquirido mayor nivel de estudios y los que trabajan actualmente.

Cuidar la alimentación y comer de un modo más saludable es el segundo propósito más citado por los entrevistados (11%). Asimismo, el 7% afirma que se propone hacer dieta o continuar con la dieta previamente emprendida y un 2% menciona simplemente su deseo de adelgazar. Las mujeres, las personas más jóvenes y los estudiantes son quienes tienen la intención en mayor medida que la media de acometer estos propósitos para el año que empieza.

Y como tercer propósito saludable destaca el dejar de fumar (11%), deseo especialmente destacado entre las personas de 25 a 34 años y entre los mayores de 55, así como entre las personas que están en paro en estos momentos.

Otros propósitos, citados por menos de un 4% de la muestra, son: andar, aprender idiomas, beber menos o no beber alcohol, estar más relajado y con menos estrés, descansar y dormir más, viajar, etc.