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Todo sobre la caída capilar
El cabello
El cabello está formado principalmente por una proteína llamada queratina, junto a grasas, pigmento que le otorgan color (melanina), oligoelementos y agua. En promedio, cada persona tiene unos 100.000-150.000 cabellos. Nuestro tipo de cabello viene determinado genéticamente, la forma del pelo varía según la zona corporal y la raza[i].
Cada cabello tiene un ciclo independiente a los otros cabellos que lo rodean: fase de crecimiento, fase de transición y fase de reposo/descanso. El 85% del cabello se encuentra en fase de crecimiento, mientras que el 1-2% se encuentran en fase de transición y el 13-14% en fase de reposo[ii].
La fase de crecimiento dura unos 2-6 años por cabello en función de la edad, raza, alimentación o estado de la salud del individuo2. Durante esta etapa el cabello crece aproximadamente 1cm cada 28 días[iii].
La fase de transición es muy corta, apenas dura unos 10 días. El crecimiento se detiene y el folículo se retrae de la superficie del cuero cabelludo.
La fase de reposo dura aproximadamente 3 meses. Cuando esta fase pasa, el cabello se cae y el folículo piloso es capaz de regenerar un nuevo cabello incoándose de nuevo la fase de crecimiento2.
Caídas fisiológicas del cabello
Cada día, nuevos cabellos crecen mientras otros caen, gracias al ciclo de cabello que se renueva ininterrumpidamente. A diario, es normal que se nos caigan aproximadamente 50-100 cabellos1.
Además, a lo largo de su vida cada individuo sufre 3 “mudas” fisiológicas del cabello.
La primera ocurre unos 3 meses después del nacimiento: el bebé nace cubierto de una fina capa de vello denominado lanugo: es un cabello prenatal con función protectora que se cae para dar lugar al pelo terminal2.
La segunda muda fisiológica ocurre alrededor de la edad puberal, influenciada por el cambio hormonal que sufren los adolescentes durante esa edad. En este tiempo puede incluso cambiar el color y la textura del cabello2.
Alrededor de los 40 años de edad se percibe la tercera muda fisiológica: el cabello se encanece y puede cambiar de aspecto y textura. Habitualmente pierde grosor y existe una pérdida de cabellos mayor de lo habitual por cm2. Puede durar desde meses a casi dos años2.
En las mujeres, la muda de cabello posparto es también muy llamativa, ya que es intensa, generalizada y de larga evolución, puede perdurar semanas o incluso meses. Suele aparecer a los 2-3 meses del parto2.
Caída de cabello frente a alopecia
La caída del cabello forma parte de su ciclo vital y todas estas mudas de cabello se consideran normales y fisiológicas por lo que no requieren tratamiento. La alopecia sucede cuando el ciclo de cabello se altera o bien no se recupera el cabello perdido y se caracteriza por una disminución del número de folículos pilosos por área[iv].
Alopecia. Tipos de Alopecia
La alopecia es la perdida de cabello temporal o definitivo, y puede ser localizada o generalizada.
Las alopecias se pueden clasificar en:
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Alopecia androgénica o calvicie común
Es la más frecuente presentándose en un 50% de los hombres de 50 años y un 5-10% de las mujeres. Los factores responsables son la genética y la acción androgénica (hormonas masculinas) sobre los folículos pilosos3. Se caracteriza por el retroceso de la línea de nacimiento del pelo o la pérdida de cabello en la parte superior de la cabeza1.
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Alopecia difusa
Se desconoce la etiología precisa, sin embargo, el dermatólogo debe descartar la insuficiencia pituitaria, patología tiroidea y paratiroidea y diabetes mellitus en el momento de la consulta2.
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Alopecia areata
Consiste en una pérdida de cabello en parches redondos en distintas partes del cuerpo, con mayor frecuencia en el cuero cabelludo, pero también en brazos, piernas o la barba. Tanto la genética como factores ambientales estresantes juegan un papel en su desarrollo, como también enfermedades como la atopia3, [v].
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Alopecia cicatricial
Se induce por una destrucción del folículo piloso, por lo que es irreversible3. Puede estar producida por enfermedades de la piel, traumatismos, quemaduras, etc1.
Nutrientes y Salud Capilar
En un organismo sometido a un déficit de nutrientes, tanto de vitaminas como de minerales, la salud capilar se va a ver afectada. Trastornos alimenticios, o dietas de adelgazamiento sin control profesional, restringiendo muchos tipos de alimentos y nutrientes, pueden provocar un descontrol en el ciclo de vida del cabello, o que el cabello pase a ser quebradizo, fino, opaco1,[vi].
Ciertos nutrientes como la biotina, el zinc, el cobre y el selenio tienen una gran influencia en la salud capilar, ya que la biotina, el selenio y el zinc contribuyen al mantenimiento del cabello en condiciones normales y el cobre contribuye a la pigmentación normal del cabello[vii], por lo que el déficit de estas puede provocar efectos negativos en el cabello (hipopigmentación, quebranto del cabello)4.
Alimentos y salud Capilar
Estos nutrientes los podemos encontrar en diferentes alimentos, así por ejemplo la biotina la podemos encontrar en los huevos[viii], el zinc en el lomo de cerdo o en las pipas de calabaza[ix], el cobre en mariscos y legumbres[x] y el selenio en pescados como la merluza o en las nueces9.
En situaciones en donde la persona se encuentra en déficit de determinados elementos nutrientes esenciales para la formación del cabello, se puede optar por complementos a base de los nutrientes mencionados anteriormente siempre con supervisión de un médico1. Una ingesta excesiva de vitaminas y minerales puede provocar efectos nocivos en el cabello[xi].
Siempre se debe optar por comer una dieta saludable, equilibrada y variada para obtener todos los nutrientes necesarios y esenciales para el crecimiento y salud del cabello.
[i] Web MD. Understanding Hair Loss — the Basics. Disponible en https://www.webmd.com/skin-problems-and-treatments/hair-loss/understanding-hair-loss-basics#1. Consultado el 21 de agosto de 2020.
[ii] Pedragosa Jové R. Alteraciones del Cabello. Acceso el 27/07/2020. Disponible en: https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/cabello.pdf
[iii] WebMD. Hair Loss: The Science of Hair. Disponible en https://www.webmd.com/skin-problems-and-treatments/hair-loss/science-hair#2. Consultado el 21 agosto 2020.
[iv] Academia Española De Dermatología y Venereología. Alopecia, novedades contra la pérdida del cabello. Junio 2009. Acceso el 27/07/2020. Disponible en: https://aedv.es/comunicacion/notas-de-prensa/alopecia-novedades-contra-la-perdida-del-cabello/
[v] Medline Plus. Enciclopedia médica. Alopecia areata. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001450.htm. Consultado el 21 agosto 2020
[vi] Garcia Navarro, X, Corella F, Roe E, Dalmau J, Puig Ll. Vitaminas, minerales y salud capilar. Febrero 2006. Acceso el 27/07/2020. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-vitaminas-minerales-salud-capilar-13084623
[vii] REGLAMENTO (UE) No 432/2012 DE LA COMISIÓN, de 16 de mayo de 2012, por el que se establece una lista de declaraciones autorizadas de propiedades saludables de los alimentos distintas de las relativas a la reducción del riesgo de enfermedad y al desarrollo y la salud de los niños.
[viii] Grupo Colaborativo de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC): Aranceta Bartrina J, Arija Val V, Maíz Aldalur E, Martínez de Victoria Muñoz E, Ortega Anta RM, Pérez-Rodrigo C, Quiles Izquierdo J, Rodríguez Martín A, Román Viñas B, Salvador i Castell G, Tur Marí JA, Varela Moreiras G, Serra Majem L. Guías alimentarias para la población española (SENC, diciembre 2016); la nueva pirámide de la alimentación saludable. Nutr Hosp 2016;33(Supl. 8):1-48.
[ix] Base de Datos Española de Composición de Alimentos (BEDCA). Disponible en: https://www.bedca.net/bdpub/index.php
[x] MedlinePlus. Cobre en la dieta. Ultima revisión 2/2/2019. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002419.htm
[xi] Palafox-Vigil, Garcia Esquivel M, Galván Martinez S. Antioxidantes y pelo. Acceso el 27/07/2020. Disponible en: https://www.medigraphic.com/pdfs/derrevmex/rmd-2015/rmd155j.pdf
Consejos para una alimentación saludable en verano
El verano es para desconectar, descansar y decirle adiós a la rutina, pero no debemos romper nuestros hábitos de alimentación saludable. En verano hay que adquirir una rutina que favorezca una dieta sana, ordenada y completa.
El verano es una época de desconexión y descanso en nuestras vidas, si bien no podemos romper con la rutina de alimentación saludable. En verano es más frecuente saltarse comidas, llevar un horario desordenado o comer en exceso como parte de las reuniones propias del ocio veraniego, por eso debemos prestar especial atención a esos momentos.
La dieta de verano debe nutrir y refrescar. En esta época del año es aconsejable que nuestra alimentación sea completa en nutrientes y aporte un extra de sustancias antioxidantes para ayudar a proteger la piel de los efectos de la radiación solar. Además, debe tener un aporte suficiente de líquidos para hidratarnos.
Dieta saludable
Durante el verano nuestro cuerpo agradecerá que tomemos comidas ligeras y refrescantes, dejando las comidas copiosas para el invierno.
Elige alimentos con alto contenido en agua, vitaminas, minerales y fibra que nos ayuden a combatir las altas temperaturas y a sentirnos bien.
Debemos tomar todos los grupos de la pirámide de los alimentos, primando las frutas, verduras, y las recetas frías. Elegimos aceite de oliva virgen extra para cocinar y aliñar y reduciremos las comidas grasientas y fritos que pueden hacer más pesada la digestión y aportan un mayor contenido en calorías. El aporte proteico lo conseguiremos a través de lácteos, carnes, pescados, huevos, legumbres, cereales y frutos secos.
Se recomienda recurrir a los productos de temporada y garantizar una adecuada hidratación, sobre todo en las horas de más calor bebiendo regularmente.
Hidrátate
Los días de calor intenso obligan a nuestro organismo a realizar un esfuerzo de adaptación para mantener la temperatura corporal. Bebe al menos dos litros de agua diarios en verano y toma ocasionalmente otras bebidas y alcoholes de baja graduación. Si haces ejercicio toma líquidos cada 2 horas como mínimo: agua, bebidas con sales, y vegetales ricos en agua.
Cuida la higiene en la cocina
Durante el verano se consumen más productos crudos, además el calor favorece la contaminación en los alimentos. Por ello, es preciso mantener unas adecuadas medidas preventivas. Lávate frecuentemente las manos con agua y jabón y no olvides lavar bien las frutas y verduras antes de consumirlas. Cocina los alimentos a una temperatura suficiente y consúmelos inmediatamente después de ser cocinados o bien consérvalos en frio bien envueltos.
Aparte de disfrutar nuestras vacaciones, no debemos olvidar los básicos saludables del verano: el ejercicio, la alimentación y la hidratación.
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No existe relación entre el consumo de huevo y el riesgo de enfermedad cardiovascular
Por su alto contenido en colesterol, históricamente se ha relacionado a la ingesta de huevo con un aumento del riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, pero la Fundación Española del Corazón (FEC) pretende modificar esta creencia, en base a los resultados obtenidos por diversos estudios que no sólo no han encontrado una relación directa entre su consumo y el aumento de cardiopatías, sino que también señalan que existen numerosos beneficios de este alimento en nuestra salud.
Así, la investigación Egg consumption and risk of coronary heart disease and stroke: dose-response meta-analysis of prospective cohort studies, un meta-análisis basado en ocho estudios y cuyos resultados han sido publicados en el British Medical Journal, demuestra que no existe una relación entre el consumo de un huevo al día y el aumento del riesgo cardiovascular en comparación con la ingesta de un máximo de tres huevos a la semana.
Otro estudio, el HELENA, elaborado por el Departamento de Educación Física y Deportiva de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada, ha concluido tras analizar a 380 adolescentes, que no existe una asociación entre la ingesta de huevo y el perfil lipídico, la adiposidad, la resistencia a la insulina, la tensión arterial, la capacidad aeróbica o el índice de riesgo cardiovascular en los sujetos estudiados.
Por su parte, la directora de la Asociación Española de Productores de Huevos (Aseprhu), María del Mar Fernández, ha señalado que la asociación lleva tiempo trabajando junto con el Instituto de Estudios del Huevo para dar a conocer las “numerosas investigaciones” que “desde hace años confirman la importancia nutricional del huevo y los beneficios de muchos de sus componentes para la salud”. Esta investigación, según Aseprhu, ayudará a cambiar los hábitos de “quienes todavía hoy se limitan el consumo de huevos sin motivo alguno”.
Beneficios nutricionales del huevo
“Es cierto que el huevo contiene colesterol (200 mg la unidad), pero es bajo en grasas saturadas”, explica el Dr. Leandro Plaza, presidente de la FEC. “La hipercolesterolemia en un producto se valora según el balance entre las grasas saturadas y las insaturadas y el huevo contiene un 3,6% de ácidos grasos insaturados, un 1,6% de poliinsaturados y únicamente un 2,8% de grasa saturada, por lo que ésta prácticamente no afecta a los niveles de colesterol en sangre”.
El huevo es fuente de muchos componentes necesarios en nuestra dieta y beneficiosos para nuestro organismo. Es el caso de la vitamina A (100 g de parte comestible aportan un 28,4% de la cantidad diaria recomendada) vitamina D (36%), vitamina E (15,8%), riboflavina (26,4%), niacina (20,6%), ácido fólico (25,6%), vitamina B12 (84%), biotina (40%), ácido pantoténico (30%), fósforo (30,9%), hierro (15,7%), zinc (20%) y selenio (18,2%), según datos del Instituto de Estudios del Huevo.
Dos huevos aportan unas 141 kcal, que representan el 7% de la energía diaria recomendada en el adulto, que son 2000 kcal. Al no contener hidratos de carbono, esta energía proviene fundamentalmente de su materia grasa.
“Todos estos beneficios nutricionales hacen del huevo un alimento necesario, que permite ingerir una buena cantidad de energía sin consumir las dañinas grasas saturadas. Así, La Fundación Española del Corazón no considera necesario restringir el consumo de huevos en la dieta de las personas sanas”, informa el Dr. Plaza. “Una buena salud cardiovascular se consigue a través de unos buenos hábitos de vida, siguiendo una dieta equilibrada y practicando ejercicio físico de forma regular”, concluye el presidente de la Fundación Española del Corazón.