Entradas

video_generica_listado

El trabajo de la matrona en la promoción de la lactancia materna. Hidratación de la madre lactante

El trabajo de la matrona en la promoción de la lactancia materna. Hidratación de la madre lactante

La siguiente conferencia se enmarca dentro de las jornadas “Alimentación e hidratación del lactante, niño y adolescente” celebradas el pasado día 16 de diciembre de 2014 en Madrid. La presidenta de la Asociación de Matronas de Madrid, María Jesús Domínguez, ofreció la charla titulada “El trabajo de la matrona en la promoción de la lactancia materna. Hidratación de la madre lactante”.

28.05.2015

María Jesús Domínguez

alimentación de la madre lactante

¿Cómo ha de ser la alimentación de la madre lactante?

alimentación de la madre lactante

Alimentación de la mujer durante la lactancia

Comer bien es el mejor te quiero. Este es el lema del Día Nacional de la Nutrición, dedicado este año a la alimentación saludable en el embarazo y la lactancia. Desde la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética, promotores del Día Nacional de la Nutrición, recuerdan la importancia de seguir una alimentación saludable para la mujer embarazada y en período de lactancia. El Instituto Tomás Pascual Sanz quiere colaborar con este decálogo de consejos para una alimentación sana de la mujer lactante, realizada con ayuda de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).

  1. Debe establecerse una dieta de seis comidas bien repartidas a lo largo del día.
  2. La leche o los derivados de ella deben estar presentes en cada una de las seis comidas.
  3. Los azúcares debe tomarse en, al menos, cuatro de las seis comidas establecidas. Deben ser azúcares complejos y evitar los azucares refinados.
  4. Las grasas deben ser de origen vegetal. Deben aportarse en la misma proporción (saturadas, monoinsturadas, poliinsaturadas), que en la dieta de un adulto sano. Se debe evitar la grasa de origen animal.
  5. Las frutas y verduras deben debe estar presentes en, al menos, cinco de las seis comidas propuestas, para asegurar un aporte adecuado de vitaminas, minerales y fibra.
  6. Se recomienda evitar dietas restrictivas y mucho más si son para perder peso. Esta idea se debe dejar para otro momento menos comprometido.
  7. Hay que tener mucho cuidado con las dietas restrictivas, disociadas o modificadas, tanto en nutrientes como en energía.
  8. Se debe asegurar un aporte de líquidos de unos 2,5-3 litros diarios.
  9. Se debe cuidar la higiene de las mamas para evitar complicaciones de tipo infeccioso que dificulten o impidan la lactancia.
  10. Se debe tener especial cuidado con la toma de antibióticos, anticonceptivos orales, drogas, alcohol, tabaco, etc. que puedan pasar a la leche, causando efectos nocivos sobre el recién nacido.
lactancia materna

Las ventajas de la lactancia materna

lactancia maternaEl presidente de la Asociación de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria de la Región de Murcia (Apermap), Antonio Iofrío De Arce, ha defendido que la lactancia materna natural es, “sin duda alguna”, el mejor alimento para el recién nacido, y que la práctica totalidad de los problemas que puedan surgir a la hora de dar el pecho son “fácilmente solucionables”.

Iofrío ha recordado que la Organización Mundial de la Salud recomienda lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida y, después, aconseja continuar junto con otros alimentos hasta los dos años y “seguir mientras madre e hijo así lo deseen”.

Respecto a las ventajas, Iofrío explica que la leche materna contiene defensas que protegen al bebé de infecciones como catarros, otitis, neumonías o diarreas, por ejemplo, e incluso frente a futuras enfermedades como la obesidad, el asma o alergias. Asimismo, disminuye el riesgo de padecer el síndrome de muerte súbita del lactante y favorece el desarrollo intelectual.

Para Iofrío, dar el pecho “es la mejor manera de proporcionar los nutrientes y la protección inmunitaria durante los primeros meses de vida. Además es gratuita, se presenta caliente, higiénica y a punto de consumir, es el alimento ecológico por excelencia”, insiste este pediatra, quien añade que dar de mamar “transmite al bebé consuelo, cariño, compañía y seguridad”.

Igualmente, la madre que amamanta “tiene menor riesgo de padecer trastornos o alteraciones asociadas al posparto (como depresión y anemia, entre otras cosas) y, además, ayuda a que la recuperación sea más rápida”, puntualiza.

Al ser preguntado por la posibilidad de que surjan inconvenientes durante la lactancia natural que obliguen a escoger una alimentación artificial, Iofrío ha señalado que prácticamente la totalidad de los problemas que puedan surgir durante la lactancia al pecho “son fácilmente solucionables”.

En estos casos, recomienda buscar ayuda exponiendo el problema a la matrona, pediatra, unidades y asociaciones de apoyo a la lactancia materna.

En este sentido, matiza que las únicas contraindicaciones verdaderas a la lactancia materna son por enfermedad materna como el VIH, tuberculosis activa, proceso oncológico en tratamiento, así como el abuso de sustancias.

Sin embargo, explica que hay muchas “falsas contraindicaciones” como dificultades en amamantamiento en otro hijo, pezones con grietas o sangre, congestión mamaria severa, dolor mamario persistente, enfermedad aguda o crónica (con las excepciones antes mencionadas), así como anomalías de la mama o del pezón, cirugía o trauma mamario.

Respecto a la posibilidad de que las madres que optan por una lactancia artificial puedan sentirse acomplejadas por su elección, Iofrío añade que el tipo de lactancia es una elección personal de la madre y “no hay que hacerle sentir mal en caso de elegir lactancia artificial”. “Lo más importante es haber ofrecido a la madre toda la información sobre las ventajas de la lactancia materna antes de haberse decantado por una opción”, concluye.

alimentación infantil

Todo lo que tienes que saber sobre la alimentación infantil

alimentación infantil

“La leche materna aporta todos los nutrientes y energía que el niño necesita hasta los 6 meses. A partir de esa edad es necesario complementar, aunque no sustituir, la leche materna con otros alimentos”. Son palabras de Mª Jesús Domínguez, presidenta de la Asociación de Matronas de Madrid, y Miriam Hernández, enfermera de Atención Primaria, que participaron en el seminario Alimentación e hidratación del lactante, el niño y el adolescente, organizado por el Instituto Tomás Pascual Sanz. Ambas expertas coinciden en señalar, en una entrevista realizada para www.webconsultas.com, que “la leche materna continuará siendo el alimento principal durante el primer año de vida”, mientras que la introducción de la alimentación complementaria se realiza principalmente por el aumento de las necesidades proteicas.

Entre los muchos beneficios de la lactancia materna, Domínguez y Hernández explican que  uno de los últimos avances es que se ha evidenciado que los lactantes que han tomado lactancia materna tienen menos riesgo de padecer celiaquía, y este riesgo disminuye aún más si el niño sigue siendo amamantado después de la introducción del gluten.

La clave en la alimentación infantil está en los tiempos en los que se va complementando la lactancia. En este sentido, las expertas señalan que la alimentación semisólida o grumosa no debe retrasarse más allá de los 10 meses. “Lo ideal es empezar a dar este tipo de texturas a partir de los 8 meses, ya que si se retrasa más allá de los 10 puede acarrear problemas futuros en la masticación del niño”, explican. Con respecto a las leches de continuación, la presidenta de la Asociación de Matronas de Madrid y la enfermera de Atención Primaria señalan que “los lactantes no deben tomar leche de vaca antes del año” y que indiscutiblemente, la mejor alimentación para un lactante menor de 6 meses es la leche materna. En los casos en los que no se quiera o se pueda dar leche materna, las expertas recomiendan las fórmulas adaptadas para poder alimentar a los niños menores de 6 meses; en este caso sería la leche tipo 1, y para los niños mayores de 6 meses la leche tipo 2.

En cuanto a las alergias alimentarias, comentan que “retrasar ciertos alimentos que son considerados más alergénicos, como el pescado o el huevo, no es un factor de protección frente a la aparición de enfermedades alérgicas incluidos, niños atópicos”, según las últimas referencias bibliográficas.

Sobre intolerancias y alergias alimentarias en los bebés, tanto Domínguez como Hernández explican que la diferencia entre ambas: “La intolerancia alimentaria afecta al metabolismo, pero no al sistema inmunológico del cuerpo, como es el caso de la alergia alimentaria. Un ejemplo es la intolerancia a la lactosa y que aquellas personas que la padecen no pueden descomponer la lactosa de la leche por falta de la enzima digestiva correspondiente”. La intolerancia alimentaria puede tener síntomas similares a los de una alergia, náuseas, diarrea y dolor abdominal. Las personas que sufren una intolerancia pueden consumir pequeñas cantidades del alimento o del componente alimenticio, sin que se den síntomas, y sin necesidad de excluirlo de su dieta.

Otro de los temas que suelen preocupar a las madres es la hidratación de los bebés. Sobre el tipo de agua que han de tomar, comentan que “hay que fijarse sobre todo en la mineralización y la cantidad de residuo seco de dicha agua, porque un agua con una mineralización muy alta puede repercutir en la función renal del lactante debido a esa inmadurez fisiológica y propia de los niños en los primeros meses de vida”. Además, explican que los bebés alimentados con leche materna no necesitan tomar agua, ya que el 87% de la leche materna es agua. En cuanto a los niños que estén siendo alimentados con leche de fórmula y alimentación complementaria lo más común es que no tengan sed, ya que con la leche de fórmula preparada correctamente no debe haber sed, además de que la alimentación complementaria debe preparase sin sal, otro factor que evita la aparición de sed. En este sentido, señalan que según algunas publicaciones, entre los 6-8 meses se puede ofrecer agua a la vez que la alimentación complementaria, pero probablemente el bebé la rechazará y no será hasta el año cuando empiece a pedir agua.

Además, recomiendan que se les de zumos de frutas naturales, sobre todo por la hidratación debido a que cada pieza de fruta tiene un altísimo contenido en agua, y segundo porque no están azucarados tal y como ocurre en la mayoría de los zumos envasados, por tanto, el consumo de zumos naturales es una opción muy válida para hidratar tanto a niños como a adultos.

Lee la entrevista completa aquí.

embarazo, embarazada, lactancia, agua

¿Cuánta agua he de beber durante el embarazo y la lactancia?

embarazo, embarazada, lactancia, agua¿Cuánta agua ha de beber una mujer embarazada? ¿Es necesario aumentar la ingesta habitual de líquidos? ¿Y qué ocurre durante el periodo de lactancia? Son algunas de las dudas que surgen durante la gestación, relacionadas con la nutrición. Una primera aproximación a la respuesta está clara: la hidratación durante el embarazo es clave y sí es necesario beber más agua de la habitual. Pero, ¿cuánta? Lo averiguamos con la ayuda del European Hydration Institute.

El embarazo suele acompañarse por un aumento de peso de entre 10 y 15 kilos. El feto sólo representa aproximadamente un 25%, correspondiendo un 5% a la placenta y un 6% al líquido amniótico. El agua suele representar unas dos terceras partes del aumento de peso materno.

Las  mujeres embarazadas o en periodo de lactancia pueden presentar un riesgo más alto de deshidratación, especialmente en etapas tempranas del embarazo si se producen vómitos o diarrea.

Dos litros y un vaso más

Durante el embarazo, las necesidades de hidratación cambian y la salud del bebé depende de la madre. A lo largo de estos meses, la hidratación juega un papel crítico ya que el suministro adecuado de agua es esencial para mantener el líquido amniótico, que constituye el entorno del feto. El agua representa un 94% del peso del bebé al final de primer trimestre.

Es importante beber suficiente líquido para satisfacer las nuevas necesidades del cuerpo y del bebé durante el embarazo. La European Food Safety Authority concluye que, debido al aumento de peso corporal y de ingesta energética, sería recomendable añadir 300 mililitros (algo más de un vaso) a la ingesta total recomendada en mujeres de 2 litros.

Aún más líquido durante la lactancia

Los bebés lactantes ingieren una media de 750 mililitros de leche al día entre el primer y sexto mes de vida. La cantidad de leche ingerida puede variar entre los diferentes bebés, siendo el rango normal de ingesta de leche de entre 600 y 900 mililitros al día. Por tanto, las madres lactantes pierden cantidades significativas de líquido mientras dan el pecho y deben aumentar su consumo de líquidos.

La deshidratación leve no afecta la producción de leche materna, pero cuando ésta es moderada o grave sí puede tener efectos negativos que pueden suponer cambios en la composición de la leche y reducciones en la cantidad de leche producida. La deshidratación también producirá cansancio en un momento que de por sí ya puede ser muy estresante. La European Food Safety Authority recomienda, en este periodo, que la ingesta de agua debe compensar la pérdida de agua que se produce debido a la producción de leche, lo que quiere decir que se debería añadir una cantidad adicional de entre 600 y 700 mililitros (casi tres vasos de agua) a la ingesta diaria de referencia para mujeres de 2 litros.

lactancia materna, dar el pecho.

¿Qué beneficios tiene la lactancia materna?

lactancia

Es bueno para el bebé 

La lactancia materna tiene grandes beneficios en relación con la salud del recién nacido. Se ha demostrado que la alimentación con leche materna disminuye la incidencia o la gravedad de múltiples infecciones como son la gastroenteritis, las infecciones de vías respiratorias, la otitis, las bacteriemias, la meningitis o las infecciones urinarias, entre otras. Además, también se ha observado un posible efecto protector frente al síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), diabetes mellitus insulinodependiente, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, linfoma y otras enfermedades inmunológicas y alérgicas. Diversos estudios señalan que resulta beneficiosa también para el desarrollo cerebral del bebé.

Es bueno para la madre 

En cuanto a las mujeres que dan el pecho, las ventajas de esta opción también son muchas, sobre todo en el ámbito de la salud. Existen estudios que reflejan que la lactancia materna reduce las hemorragias posparto, favorece la contracción uterina y hay también un efecto protector respecto a cánceres de mama y ovario premenopáusicos. Los expertos explican que hay que hacer hincapié en el término “protector”: No elimina el riesgo pero protege. Además, diversas investigaciones han demostrado que en las mujeres que lactan se recupera con más rapidez el peso que tenían antes del embarazo. Para muestra, un botón: un estudio realizado en el Reino Unido revela que el Índice de Masa Corporal de las madres que han dado el pecho a sus hijos es menor que el de las que dieron biberón.

Con la lactancia materna, además, se retrasa la reanudación de la ovulación, con mayor distanciamiento entre los partos, hay una mejora de la remineralización ósea posparto, con disminución de las fracturas de cadera en el período posmenopáusico, y se reduce el riesgo de cáncer ovárico y de cáncer de mama premenopáusico.

El vínculo afectivo 

Se ha hablado mucho del vínculo afectivo que surge de la lactancia materna. Aunque este punto sigue generando controversia entre los expertos, ya que muchos señalan que este vínculo puede generarse perfectamente entre madres que escogen no dar el pecho a sus bebés. De todos modos, sí hay estudios que señalan que la lactancia provoca que las madres e hijos tengan un desarrollo psicoafectivo muy positivo.

¿Hasta qué edad y cómo dar el pecho a mi bebé? 

El estudio Hábitos de Lactancia Materna, que se llevó a cabo por el grupo de trabajo español de la Global Breastfeeding Initiative (Iniciativa Global para la Lactancia Materna), incluye entre sus conclusiones que la vuelta al trabajo de las madres y la falta de condiciones adecuadas para la extracción de la leche materna representa uno de los principales obstáculos para la continuación de la lactancia durante el tiempo recomendado. Pero ¿cuál es este tiempo recomendado? Los expertos señalan que, aunque depende de cada caso, los dos años del niño sería un buen baremo para retirar la lactancia materna. Además, la recomendación sitúa a la lactancia materna como única alimentación durante los seis primeros meses, a partir de los cuales hay que introducir una alimentación suplementaria.

De todas formas, la mayoría de los pediatras hacen hincapié en una cuestión: No se debe presionar a las madres que decidan no dar el pecho a sus hijos. El Dr. Jaime Pérez Pulgar, pediatra, explicó que “las actuales leches artificiales cumplen con todos los requisitos exigidos por la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición”. “Si una madre no puede dar el pecho no tiene por qué pensar que su hijo no va a estar bien alimentado con la leche artificial porque éstas ya están adaptadas y son de total confianza”, ha indicado el especialista.

 

¡Pincha AQUÍ para inscribirte a nuestra Newsletter!

lactancia materna e inteligencia

La duración de la lactancia, asociada con la inteligencia del niño

lactancia materna e inteligenciaLa evidencia apoya la relación entre la lactancia materna y los beneficios para la salud en la infancia, pero el grado en que la lactancia materna conduce a un mejor desarrollo cognitivo es menos seguro, de acuerdo con el estudio, publicado por JAMA Pediatrics.

Mandy B. Belfort, del Hospital de Niños de Boston, en Estados Unidos, y sus colegas examinaron las relaciones de duración de la lactancia y la exclusividad con la cognición infantil en las edades de 3 y 7 años, así como la medida en que el consumo de pescado durante la lactancia materna se asocia con la alimentación infantil y la cognición más tarde. Los científicos usaron pruebas de evaluación para medir la cognición.

“Una mayor duración de la lactancia materna se asoció con una mayor puntuación a la edad de 3 años en el Peabody Picture Vocabulary Test y con mayor inteligencia en la Prueba de Inteligencia Breve Kaufman a la edad de 7 años, “de acuerdo con los resultados del estudio. Sin embargo, la investigación también detectó que la duración de la lactancia materna no se relacionó con la evaluación de amplio rango de la memoria y las puntuaciones de aprendizaje.

En cuanto a la ingesta de pescado (menos de dos porciones por semana frente a dos porciones o más), la relación entre la duración de la lactancia materna y la evaluación de amplio rango de las habilidades motoras visuales a los 3 años de edad parece ser más fuerte en los hijos de mujeres con mayor consumo de pescado frente a las que lo ingieren menos habitualmente, aunque este resultado no fue estadísticamente significativo, indican los resultados del análisis.

“En resumen, nuestros resultados apoyan una relación causal de la lactancia materna en la infancia con el lenguaje receptivo a los 3 años y con el cociente de inteligencia verbal y no verbal en la edad escolar.Estos hallazgos respaldan las recomendaciones nacionales e internacionales para promover la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y la continuación de la lactancia materna por lo menos hasta 1 año de edad”, concluyen los autores.

En un editorial, Dimitri A. Christakis, del Instituto de Investigación del Hospital de Niños de Seattle (Estados Unidos), escribe: “Los autores informaron un beneficio de cociente intelectual a la edad de 7 años a partir de la lactancia de 0,35 puntos por mes en la escala verbal y 0,29 puntos por cada mes en el no verbal. Así, se espera que la lactancia materna de un bebé durante el primer año de vida aumente su cociente intelectual cerca de cuatro puntos o un tercio de una desviación estándar”. Según este experto, el problema actual no es tanto que la mayoría de las mujeres no inicien la lactancia materna, sino que no la mantienen.