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Los jóvenes ante los riesgos y las oportunidades de internet, a debate en el Instituto Tomás Pascual

Adolescencia y nuevas tecnologías forman hoy un binomio indisoluble. Si interrelación es un tema candente que preocupa desde las autoridades en general, hasta a los padres de familia de manera particular. Aquella pregunta de inquietud melodramática de los años 50 y 60 de “¿Con quién andan nuestros hijos?” podría hoy sustituirse por “¿Con quién navegan nuestros hijos?”

Internet, donde todas las nuevas tecnologías convergen, es la palabra clave. Detrás de ella se esconden riesgos y oportunidades. El balance correcto entre el peligro y los aciertos, el auténtico equilibro, sólo parece derivar de un uso razonable. Definirlo es objetivo principal de esta jornada del Instituto Tomás Pascual.

Tras una conferencia inaugural titulada La adolescencia; etapa de cambios, etapa de riesgos y de oportunidades, dos mesas redondas cuentan con personalidades del mundo de la psiquiatría, para abordar los siguientes epígrafes: Menores y situaciones de riesgo en el empleo de las tecnologías de la comunicación e información (TIC); Brecha digital: hábitos y peligros de las nuevas tecnologías y las redes sociales; Drogas e internet: situación actual; La sensatez frente a las pantallas; Coaching para adolescentes, fortalecer el desarrollo; y Navegación ¿segura?.

Con los mejores especialistas nacionales de la psicología y las TIC, el objetivo de la jornada Adolescencia, conducta y nuevas tecnologías: riesgos y oportunidades es crear las bases de un debate que dote de información rigurosa, veraz y actualizada a todas las personas interesadas.

Para descargar el programa de la jornada pinche aquí

Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud

Dependiente de la Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara, el Instituto Tomás Pascual Sanz es una entidad sin ánimo de lucro que tiene el mandato de generar y difundir actividades de divulgación, estudio y análisis en los campos de la alimentación, la nutrición, la salud y los hábitos correctos de vida.

El Instituto transmite a la sociedad los valores de una vida saludable, difunde los adelantos tecnológicos relacionados con las ciencias de la salud y promueve el intercambio de información, generando nuevas posibilidades entre los colectivos relevantes y comprometiéndose al máximo con la sociedad científica moderna. El Instituto Tomás Pascual Sanz edita el contenido de estudios y ponencias en una numerosa biblioteca que responde a la creciente demanda sobre temas tan importantes como la nutrición, la seguridad alimentaria o la actividad física.

www.institutotomaspascual.es

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Artrosis, últimas evidencias y recomendaciones para su abordaje

Definición de artrosis

Es una patología articular degenerativa caracterizada por un proceso de deterioro del cartílago, con reacción proliferativa del hueso subcondral e inflamación de la membrana sinovial.

Hay que destacar de la definición que se trata de un proceso generalizado de toda la articulación, no sólo del cartílago como se pensaba antes y hay inflamación de la membrana sinovial por lo que es necesario tratar con antiinflamatorios o fármacos que reduzcan la inflamación.

También hay que hablar del carácter crónico de la enfermedad por lo que requiere un tratamiento crónico y por lo tanto hay que tener mucho cuidado con la terapia farmacológica que se va a usar durante mucho tiempo.

Artrosis e inflamación

Gracias a los últimos estudios se ha podido constatar que existe una inflamación y además es la que origina los síntomas: y cuanta más inflamación más síntomas, y cuanto antes aparezca la inflamación peor evoluciona la artrosis.

En el proceso se liberan una serie de mediadores inflamatorios primero en el condrocito, después en la sinovial y posteriormente en el hueso y esto provoca una degradación cíclica, a más mediadores catabólicos mayor va a ser la degradación, por lo tanto hay que frenarla, y no sería descabellado hablar de terapia biológica.

Últimas líneas de investigación

-Chips de ADN. Test genéticos diagnosis y pronóstico

-Farmacogenómica

-Proteómica

-Marcadores bioquímicos

-Nanomedicina

-Terapia celular

Algunos laboratorios están trabajando mucho en artrosis y en un futuro vamos a ver qué pacientes por sus componentes genéticos van a tener un deterioro muy avanzado y otros se quedan estabilizados.

Prevalencia de las enfermedades reumáticas en España

La prevalencia de la artrosis es de un 26,1 %, según datos del estudio Episer del año 2000. Y es la que tiene mayor prevalencia en comparación a otras enfermedades reumáticas.

A partir de 70-79 años un 44% de mujeres presentan artrosis sintomática, es decir, con dolor de rodilla, y es más prevalente en mujeres que hombres. Lo mismo ocurre en artrosis de manos, que suele aparece en edades muy tempranas, y suele ser la primera manifestación de artrosis en la mujer joven, concretamente la rizartrosis.

Más del 30% de las personas mayores de 60 años padecen síntomas artrósicos y más del 80% de las de edad superior a 80 años presentan evidencia radiológica de artrosis.

También estamos hablando de una sobrecarga asistencial tremenda. En un estudio realizado a más de 1000 pacientes con artrosis de rodilla o cadera habían realizado en seis meses 6500 demandas de AP, aparte de las derivaciones, lo que supone una alta carga asistencial, una alta carga física y de deterioro de la calidad de vida a nivel de salud global.

Según el estudio Episer las enfermedades reumáticas y metabólicas son las que más prevalencia tienen y a nivel físico sólo están por debajo las cardiopatías congénitas, a nivel mental sólo determinadas patologías como las enfermedades neurológicas y psiquiátricas y pulmonares tienen un trastorno emocional peor que el paciente artrósico.

Importancia económica

La artrosis es la principal causa de incapacidad temporal y es la primera causa de limitación funcional para andar en mayores. Los costes asistenciales son de más de 2500 millones de euros y los costes totales de más de 4835 millones de euros.

Factores de riesgo

Tenemos los factores locales como un antecedente traumático y los factores de riesgo más elevados como la edad, la historia genética y la obesidad.

Va aumentando la obesidad en EEUU a lo largo de los lustros. En el año 2005 la mitad de los EEUU tenía más del 30% de IMC alta y esto condiciona un aumento de la artrosis. Debemos actuar contra la obesidad.

La artrosis va a aumentar porque va a aumentar la longevidad poblacional y además cada vez hay peores hábitos de vida. El aumento de edad va a condicionar que aumente la prevalencia de todas las patologías crónicas.

Clínica

El dolor de la artrosis es insidioso, lento, con rigidez (de unos 20 minutos) y cuando el deterioro es más importante aparece la limitación funcional progresiva y pueden haber alteraciones a nivel muscular y deformidad en el hueso. El dolor se suele estabilizar de forma nocturna, se hace más grave, casi de características inflamatorias. Y no tiene manifestaciones sistémicas.

El diagnóstico es fácil incluso sin tener que realizar ninguna prueba, y el diferencial es evidente con cualquier patología ya que la clínica es diferente y las pruebas complementarias nos dan alteraciones a diferencia de la artrosis.

Exploración

Se inspecciona la articulación, si hay deformidad, está doblada, si hay atrofia o hipertrofia muscular… Posteriormente se palpa para ver si hay signos de inflamación o derrame y también qué tipo de limitación funcional tiene el paciente haciéndole un estudio de rango de movilidad, y cada articulación tiene una semiología específica a nivel exploratorio.

Diagnóstico

La clínica es muy clara y no necesitamos nada más, por supuesto que podemos profundizar en la exploración.

Las pruebas de laboratorio son normales sólo podría aumentar la velocidad de sedimentación en casos de artrosis de cadera muy avanzadas y respecto las pruebas de imagen, sería importante realizar una ecografía si disponemos de equipo y valorar si hay derrame sinovial.

En una RM podemos, para un diagnóstico diferencial, ver si hay una alteración ligamentosa o de partes blandas. El TAC no tiene recomendación y la radiología hasta cierto punto. Hay mucha polémica ya que tiene varios inconvenientes, en la mayoría de las ocasiones no vamos a detectar nada y sin embargo puede haber una degeneración articular importante sobre todo a nivel de espalda, además la radiación ósea que penetra es importante y también hay una disociación clínico-radiológica. Hay alteraciones radiográficas importantes sin síntomas y todo lo contrario, articulaciones radiológicamente normales y sin embargo tienen mucho dolor. Si es importante realizar una radiografía si hay que valorar una técnica quirúrgica en pacientes con larga historia de artrosis.

Hay que evaluar el dolor según una escala de 0-10, esto es fundamental para ver si un tratamiento ha reducido el dolor. Sin embargo es mejor hacer un WOMAC (Western Ontario and McMaster Universities Osteoarthritis Index) porque no sólo mide el dolor con cinco preguntas sino que mide la rigidez y la capacidad funcional o la limitación para las actividades del día a día (aunque por las limitaciones de tiempo en consulta no se suele pasar este cuestionario).

Se suele derivar al especialista ante dudas diagnósticas.

Manejo del paciente con artrosis

Los objetivos de tratamiento para la artrosis son aliviar el dolor, mejorar la funcionalidad, retrasar la progresión de la enfermedad y la seguridad en el tratamiento, porque se trata de pacientes mayores con muchas patologías acompañantes.

Y los objetivos ideales serían regenerar el cartílago, prevenir que el hueso se destroce y prevenir la sinovitis.

El tratamiento ha de ser multidisciplinar (atención primaria, reumatólogos, traumatólogos, rehabilitación, farmacia y unidades del dolor); individualizado dependiendo de la comorbilidad, de la edad y de otros factores; e integral, actuando desde los factores de riesgo hasta la reincorporación a su actividad laboral si está de baja.

Tan importantes son las medidas no farmacológicas como las farmacológicas. La educación es fundamental, hay que informar de las ayudas técnicas (bastones), dieta, higiene postural, cambios de hábitos de vida y ejercicio físico (por ejemplo los ejercicios en piscina).

Hay muchos tratamientos farmacológicos disponibles para artrosis: paracetamol, antiinflamatorios, opioides (si no responden a lo anterior), fármacos SYSADOAS y fármacos tópicos.

Por un lado disponemos de fármacos para los síntomas, que pueden ser de acción rápida como analgésicos orales (paracetamol) o tópicos (capsaicina), y antiinflamatorios orales o tópicos. Y fármacos de acción lenta o condroprotectores; y por otro lado, se están estudiando mucho los fármacos para modificar la estructura y evitar que la articulación degenere.

El paracetamol sería de elección en pacientes con dolor leve, pero tiene riesgo hepático y quizás digestivo. No se deben dar más de dos gramos al día. Y no es útil si hay sinovitis o inflamación.

Los AINEs son de elección en dolor moderado a grave pero su uso es limitado y hay que adecuarlo a la comorbilidad del paciente. Hay que considerar los inhibidores selectivos de la COX- 2. Y hay que usarlos durante el menor tiempo posible a la menor dosis eficaz posible.

Hay que tener mucho cuidado con los fármacos que usemos por el riesgo gastrointestinal: un 60,3% de los pacientes tienen un riesgo alto con posibilidad de hacer una perforación o úlcera; 32,2 riesgo moderado; y riesgo bajo tan sólo un 7,5%.

El riesgo relativo de hemorragia digestiva alta va desde el celecoxib, que tiene un riesgo nulo, hasta el naproxeno que es de los que tiene más riesgo digestivo de los más utilizados.

Si cruzamos el riesgo gastrointestinal con el cardiovascular se demuestra que el 26 % de pacientes con artrosis y riesgo gastrointestinal elevado, presenta además antecedentes cardiovasculares.

A modo de guía podemos decir que si el riesgo GI es alto y el riesgo CV es alto tenemos que evitar los AINEs y los COX-2. Si el riesgo GI es alto pero no hay riesgo CV podemos utilizar un inhibidor selectivo asociado a un inhibidor de la bomba de protones (IBP).

Conclusiones sobre el uso de AINEs

-Los AINEs están especialmente indicados en casos de sinovitis.

-En caso de riesgo digestivo es preferible usar AINEs clásicos junto a inhibidores de la bomba de protones o inhibidores de la COX-2.

-En caso de riesgo cardiovascular hay que evaluar al paciente y usar el de mejor perfil de riesgo.

-En caso de riesgo digestivo elevado es preferible la asociación de un inhibidor COX-2 junto a omeprazol.

Nuevos fármacos en artrosis: SYSADOAs

Los fármacos condroprotectores como el condroitin sulfato y la glucosamina se están estudiando mucho últimamente y tienen una serie de ventajas.

En el estudio GAIT se demostró que la asociación entre condroitin y glucosamina disminuía el dolor en un 20%, más incluso que el celecoxib. Y las ventajas de estos fármacos es que son útiles en pacientes con alta comorbilidad porque no tienen efectos secundarios, en pacientes polimedicados porque no interfiere con el citocromo P-450, en artrosis incipiente o del joven, permite uso indefinido (con períodos de descanso) y tiene más efecto combinando los dos.

En resumen

Se trata de una enfermedad con alta prevalencia, con alto consumo de recursos, que aumenta exponencialmente, donde existe inflamación, donde los pacientes presentan alta comorbilidad ligada a la edad y de carácter crónico.

Demasiada comida rápida se relaciona con asma y eccema en niños

Tres o más porciones semanales estaban vinculadas a un 39 por ciento más de riesgo de asma grave entre los adolescentes y un 27 por ciento más de riesgo entre los niños, así como a la gravedad de la rinitis y el eccema, en general, según las conclusiones, basadas en datos de más de 319.000 niños de entre 13 y 14 años de 107 centros de 51 países, y más de 181.000 de 6 y 7 años de 64 centros de 31 países.

Todos los participantes estuvieron involucrados en el Estudio Internacional de Asma y Alergias en la Infancia (ISAAC), un proyecto de investigación en colaboración con más de 100 países y casi dos millones de niños, lo que lo convierte en uno de los más grandes de su tipo. Los adolescentes y los padres de los niños fueron preguntados formalmente sobre si habían tenido síntomas de asma (sibilancias), rinoconjuntivitis (que produce una nariz que moquea o bloqueada acompañada de picazón en los ojos y lagrimeo) y eccema, y por su dieta semanal.

Las preguntas se centraron especialmente en la severidad de los síntomas en los últimos 12 meses, incluyendo la frecuencia y la interferencia con la vida diaria y/o patrones de sueño y ciertos tipos de alimentos que ya están vinculados a efectos protectores o perjudiciales: carne, pescado, frutas y verduras, legumbres, cereales, pan y pastas, arroz, mantequilla, margarina, nueces, patatas, leche, huevos y comida rápida/hamburguesas. El consumo se clasificó como: nunca, de vez en cuando, una o dos veces por semana y tres o más veces a la semana.

Después de tener en cuenta otros factores que pueden influir en los resultados, el análisis mostró que la comida rápida era el tipo de alimento que muestra las mismas asociaciones a través de ambos grupos de edad, lo que llevó a los autores a sugerir que “tal consistencia añade algo de peso a la posible causalidad de la relación”.

De hecho, se asoció con los síntomas actuales y graves de las tres condiciones entre los adolescentes, en todos los centros de los países participantes, independientemente del sexo o los niveles de riqueza. El patrón de los niños fue menos claro, pero una dieta de comida rápida se relacionó todavía con síntomas en todos los centros, excepto para el eccema actual y los países más pobres, a excepción del asma actual y grave, diferencia que podría tener que ver con el hecho de que los niños tienen menos opciones acerca de la elección de alimentos.

La fruta pareció ser protectora en ambos grupos de edad en todos los centros de las tres condiciones entre los niños y para sibilancias actuales y rinitis graves y entre los adolescentes. Comer tres o más porciones por semana se asoció con una reducción en la gravedad de los síntomas de entre el 11 y el 14 por ciento entre los adolescentes y los niños, respectivamente.

Los autores sugieren que hay explicaciones plausibles de los resultados: la comida rápida contiene altos niveles de ácidos grasos saturados y trans, que se sabe que afectan la inmunidad, mientras que la fruta es rica en antioxidantes y otros compuestos beneficiosos. No obstante, los investigadores destacan que sus resultados no prueban una relación causa-efecto, pero sí llaman a una investigación adicional.

“Si la asociación entre la comida rápida y la prevalencia de síntomas de asma, rinoconjuntivitis y eccema es causal, los resultados tienen gran importancia para la salud pública debido al aumento del consumo de comida rápida a nivel mundial”, concluyen.

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La obesidad infantil también causa problemas de salud a corto plazo

Un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), en Estados Unidos, ha revelado que, más allá de los efectos a largo plazo, la obesidad infantil también puede tener consecuencias inmediatas para la salud de los niños, tales como el doble de riesgo de sufrir más problemas médicos, mentales y de desarrollo.

Además, y según publicará próximamente la revista Academic Pediatrics, los niños con sobrepeso tienen un riesgo 1,3 veces mayor de padecer estos problemas, tras haber comparado un grupo de niños con sobrepeso y obesidad con otro que no tenían ningún problema de peso.

“Los resultados deberían servir como una llamada de atención para los médicos, los padres y los profesores, que deben estar mejor informados sobre el riesgo de otros problemas de salud asociados con la obesidad infantil”, ha defendido Neal Halfon, director del Center for Healthier Children, Families and Communities de UCLA y autor del estudio.

El progresivo incremento de la obesidad infantil en las dos últimas décadas ya ha propiciado un aumento paralelo de otras patologías, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el asma y los problemas de aprendizaje.

La nueva investigación de UCLA, basada en la población infantil de Estados Unidos, ofrece el primer perfil nacional completo de las asociaciones entre el peso y una amplia gama de afecciones de salud asociadas o comorbilidades que los niños sufren durante la infancia.

En general, el equipo halló que los niños obesos eran más propensos que los que padecen sobrepeso a tener peor salud, más discapacidad, una mayor tendencia a sufrir problemas emocionales y de conducta, mayores tasas de fracaso escolar, TDAH, trastorno de conducta, depresión, problemas de aprendizaje, retraso en el desarrollo, problemas óseos, articulares y musculares, asma, alergias, dolores de cabeza, e infecciones del oído.

Para constatarlo utilizaron la Encuesta Nacional de Salud Infantil de 2007, analizando los datos de casi 43.300 niños de entre 10 y 17 años. Se evaluó la asociación entre el peso y 21 indicadores de la salud general, el funcionamiento psicosocial y los trastornos específicos de salud. De los niños que participaron en el estudio, el 15 por ciento tenía sobrepeso (índice de masa corporal, IMC, entre los percentiles 85 y 95), y el 16 por ciento eran obesos (con un IMC en el percentil 95 o superior).

Los investigadores de UCLA apuntan que el continuo cambio de las condiciones de la infancia puede acabar modificando algunas condiciones crónicas de la infancia, probablemente relacionado con décadas de cambios apreciados en el entorno social y físico en el que los niños viven, aprenden y juegan. Por ello, proponen que los esfuerzos de prevención de la obesidad vayan dirigidos a estas influencias sociales y ambientales, y que los niños sean evaluados y gestionados por las condiciones comórbidas.

“La obesidad podría ser la causa de la comorbilidad, o tal vez la co-morbilidad está causando la obesidad, o ambos podrían ser causados por algún otro tercer factor no medido”, afirmó Halfon.

Los adolescentes más sedentarios consumen más refrescos y menos fruta

Frente a estos datos, aquellos que invierten más tiempo al estudio, tanto entre semana como durante el fin de semana, disminuyen el consumo de refrescos entre el 50 y el 60 por ciento.

Estos son algunos de los datos obtenidos en el estudio realizado por el grupo de investigación GENUD de la Universidad de Zaragoza, coordinado por el profesor Luis Moreno, sobre 2.200 adolescentes europeos.

La revista Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine publica los resultados de este trabajo, en el que se muestra la asociación entre diversas conductas sedentarias y el consumo de diversos grupos de alimentos en adolescentes europeos.

Para la realización del estudio, la investigadora Alba Santaliestra-Pasías, así como el resto de colaboradores del grupo GENUD, han utilizado datos del estudio transversal HELENA (Healthy Lifestyle in Europe by Nutrition in Adolescence).

Los resultados publicados se basan en más de 2.200 adolescentes con edades comprendidas entre 12,5 y 17,5 años procedentes de ocho ciudades europeas (Atenas, Dortmund, Gante, Lille, Roma, Estocolmo, Viena y Zaragoza).

La investigación ha tenido en cuenta el tiempo que los adolescentes europeos dedican a actividades sedentarias, como la utilización de medios electrónicos.

Así, el estudio ha detectado que los adolescentes europeos superan con creces la recomendación a nivel mundial de no dedicar más de 2 horas al día a actividades sedentarias, como es el caso de la televisión, ordenadores y videoconsolas.

De hecho, esta investigación ha observado que el tiempo que estos adolescentes europeos pasan ante las “pantallas” supera las cuatro horas diarias; dos horas a ver la televisión, una hora a jugar a los ordenadores y otra a utilizar internet en su tiempo libre.

Estos datos se unen a los obtenidos en otro estudio internacional, que sugiere que determinadas conductas sedentarias como el consumo de televisión u ordenadores influyen en el consumo de diversos tipos de alimentos.

En este sentido, el consumo de bebidas refrescantes se ha relacionado en algunos estudios con una mayor prevalencia de obesidad, debido al aporte suplementario de calorías que se consumen en elevada cantidad. Además, el consumo de frutas y verduras está relacionado con la prevención de algunos tipos de cáncer y de enfermedades cardiovasculares.

Los investigadores de la Universidad de Zaragoza han valorado también la relación entre el tiempo de estudio que dedican los adolescentes y el consumo de diversos alimentos, debido a que existe poca evidencia en relación a este comportamiento.

Para la investigadora Alba Santaliestra-Pasías el desarrollo de conductas saludables relacionadas con la alimentación y los comportamientos sedentarios está íntimamente ligado al ambiente familiar. En su opinión, es esencial hacer hincapié en los factores culturales y en las actitudes de los padres, limitando el consumo de medios electrónicos, y fomentando una alimentación saludable.

Los resultados de este estudio, según la joven investigadora aragonesa, deben animar a disminuir las actividades sedentarias en los adolescentes, así como a potenciar el consumo de una alimentación saludable rica en frutas y vegetales, y a disminuir el consumo de bebidas refrescantes y otros alimentos con elevado aporte energético, para así disminuir la incidencia de enfermedades crónicas como la obesidad.

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Sanidad prepara una encuesta nacional para conocer qué comen los niños y adolescentes en España

Así se desprende del Plan de Actividades para 2013 de dicha agencia, al que ha tenido acceso Europa Press, ante la necesidad de recopilar “datos actuales” sobre el consumo de alimentos en este grupo de población, cuyos índices de sobrepeso y obesidad se están incrementando notablemente en los últimos años.

Según datos de la AESAN, el sobrepeso afecta ya al 26,1 por ciento de los niños españoles de entre 6 y 9 años de edad, mientras que el 19,1 por ciento presenta obesidad, por lo que más de un 45 por ciento de los menores en esa franja de edad tiene algún problema de exceso de peso.

La encuesta, que comenzó a gestarse a finales de 2012, no finalizará hasta octubre de 2014, y su realización ha sido posible gracias a una ayuda de la Agencia Europea para la Seguridad de los Alimentos (EFSA, en sus siglas en inglés) de 60.000 euros.

No obstante, ésta no es la única iniciativa enfocada a la población infanto-juvenil, ya que a lo largo de este año también está prevista la elaboración del Plan quinquenal 2013-2017 de la Estrategia de la Nutrición, Actividad física y prevención de la Obesidad (NAOS).

La Estrategia abarcará todas las etapas de la vida pero priorizará las medidas dirigidas a la infancia, adolescencia y a las mujeres gestantes, y prestará especial atención a las necesidades de los grupos socio-económicos más vulnerables, “con el fin de reducir y evitar las desigualdades en alimentación, actividad física, obesidad y salud”.

Asimismo, se firmará y publicará un nuevo código PAOS de autorregulación sobre publicidad de alimentos y bebidas que amplíe el código existente, de forma que también contemple la autorregulación en los mensajes publicitarios de alimentos y bebidas dirigidos a usuarios de Internet en menores de 15 años.

La AESAN también tiene previsto en 2013 el diseño y desarrollo como parte de una campaña de prevención de la obesidad distintas estrategias que incluyen la utilización de las nuevas tecnologías y redes sociales, transmitiendo hábitos de vida saludables en el ámbito de la alimentación y promoción de la actividad física.

En este ámbito también destaca la reciente aprobación del Observatorio para la nutrición y estudio de la obesidad, y a lo largo del año se conformará el Comité Ejecutivo y el Comité Técnico Asesor, se pondrá en marcha la página web, y se diseñarán algunos estudios y trabajos técnicos.

Análisis de la composición de los alimentos

Por otro lado, entre las actividades de este organismo de Sanidad para 2013 también está prevista la actualización de la Base de Datos de Composición de Alimentos (Bedca), con más de 500 entradas de alimentos después de que se detectaran “carencias de datos” respecto a la composición de alimentos relevantes en la dieta española.

Este hecho, según explica este organismo, hacía que hubiera que acudir a bases de datos de otros países o a datos de composición, “cuya calidad no ha sido contrastada con los estándares europeos”.

Asimismo, también se pondrá en marcha una base de datos de expertos en seguridad alimentaria y nutrición, que permitirá conocer mejor su disponibilidad a colaborar en sus áreas de experiencia.

La AESAN tiene previsto potenciar igualmente la lucha contra el desperdicio de alimentos, apoyando las actividades que ya se han comenzado por parte de las asociaciones de operadores económicos del sector alimentario y de otras Administraciones competentes asesorando en materia de higiene, como interlocutores de las actuaciones en esta materia en el espacio europeo e internacional y en campañas de información y educación que tienen al consumidor como protagonista.

Para perder peso, mejor comer pronto al mediodía

A partir de ahora las dietas para perder peso también deberán tener en cuenta, además de los alimentos que la componen, en qué momento del día se realiza cada comida, después de que un estudio haya demostrado que quienes comen antes de las tres tienen más probabilidades de adelgazar que quienes lo hacen más tarde.

Así se desprende de los resultados de un estudio de la Universidad de Murcia, en colaboración con las de Harvard y Tufts (Estados Unidos), publicado en el último número de la revista International Journal of Obesity.

“Aquellos individuos que comen tarde -después de las 3 de la tarde- muestran una pérdida de peso significativamente menor que los que comen temprano”, ha explicado al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) Marta Garaulet, catedrática de Fisiología de la Universidad de Murcia y autora principal de este estudio.

Frank Scheer, neurocientífico la Harvard Medical School y autor senior del estudio, destaca que futuras estrategias terapéuticas de adelgazamiento deberán tener en cuenta el momento de la comida y no sólo el consumo de calorías y de macronutrientes, como se ha venido haciendo hasta ahora.

Para llevar a cabo la investigación, los investigadores contaron con 420 participantes con sobrepeso que siguieron durante 20 semanas un tratamiento de pérdida de peso basado en la dieta mediterránea.

Al inicio del estudio se les dividió en dos grupos, los que comían temprano al mediodía y los comedores tardíos, teniendo en cuenta que en esta comida es en la que se ingieren el 40 por ciento de todas las calorías diarias.

Posteriormente analizaron el horario del desayuno y de la cena –comidas más pequeñas y menos energéticas– y comprobaron que en ambos casos no influye en la pérdida de peso.

Sin embargo, sí que observaron que los comedores tardíos, quienes perdieron menos peso, también consumieron menos calorías durante el desayuno y era más probable que incluso se lo saltasen.

Además se han examinado también otros factores que desempeñan un papel en la pérdida de peso, tales como la ingesta de energía y el gasto, o las hormonas del apetito y la duración del sueño. Sorprendentemente, se ha encontrado que todos estos factores fueron similares entre ambos grupos.

Sin embargo, los comedores tardíos resultaron ser más nocturnos y presentaron con más frecuencia una variante génica en el gen Clock, que codifica una proteína implicada en el reloj circadiano que marca los horarios de nuestro organismo.

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Síntomas del tracto urinario inferior no neurogénicos en el varón

En los varones a partir de los 50 años que acuden a la consulta nos podemos encontrar que tienen una serie de síntomas como disminución de la fuerza miccional, urgencia miccional, se tienen que levantar varias veces por la noche, etc., que es lo que conocemos como síntomas del tracto urinario inferior (STUI).

Clasificación de los síntomas

-Síntomas de llenado o irritativos: la urgencia miccional (fuerte deseo de orinar), aumento de la frecuencia miccional (orinar más de 8 veces al día), a veces asociado a incontinencia por urgencia y nocturia (tener que levantarse una o más veces por la noche).

-Síntomas de vaciado u obstructivos: chorro débil a la hora de comenzar a orinar, micción en regadera, chorro intermitente (el paciente hace como una prensa abdominal para poder orinar), retardo (le cuesta empezar a orinar), esfuerzo miccional y goteo terminal.

-Síntomas postmiccionales: sensación de vaciado incompleta y goteo postmiccional.

Etiología de los STU

Estos síntomas pueden aparecer en diferentes patologías, las más frecuentes serían las de la vejiga y de la próstata, pero también la patología renal, la patología neurológica tanto central como periférica o la patología metabólica como una insuficiencia cardiaca secundaria a una patología o bien a una medicación pautada. Incluso la diabetes se podría manifestar con estos síntomas.

La guía de la European Association of Urology de 2012 nos dice sobre los STU que la causa más frecuente es la hiperplasia benigna de próstata (HBP), la obstrucción a la salida de la orina originada por un crecimiento de la próstata, pero también otra frecuente es la vejiga hiperactiva, sobre todo de síntomas de llenado, presenta urgencia miccional, aumento de la frecuencia y aumento de la nocturia y no debemos descartar lo que se conoce como síndrome de nocturia poliuria asociado a insuficiencia cardiaca y enfermedades metabólicas como la diabetes. También hay otras muchas causas.

HBP

Podemos decir que los STUI, de entrada, son una condición multifactorial, más de la mitad de las veces en varones mayores de 40-50 años la causa sería una HBP.

La HBP es un crecimiento histológico de la zona de transición de la próstata, que es la que está junto a la uretra. Se produce un crecimiento que provoca una disminución de la salida de la orina, que es muy rica en receptores alfa-adrenérgicos y esto aumenta el tono del músculo de la próstata a nivel uretral y nos va generar lo que conocemos como STU, en este caso los síntomas serían consecuentes a la presencia de esta obstrucción.

Si no hacemos nada el 40% de los pacientes evoluciona hacia una HBP progresiva, que va a necesitar un tratamiento quirúrgico y que va a presentar una retención aguda de orina, y el 60% no van a tener complicaciones. Se ha visto en diferentes estudios que los pacientes que presentan una elevación de PSA por encima de 1,5 nanogramos/mL tienen 3-4 veces más riesgo de presentar estas complicaciones y que el tamaño de la próstata nos va a predecir si el paciente presentará a no complicaciones.

Los estudios nos muestran que a partir de 40 gramos de la próstata el paciente tendrá mucho más riesgo, de manera que sabiendo los valores de PSA y el tamaño de la próstata deberíamos tener una atención especial porque dejado a su libre evolución es un paciente que va a tener complicaciones.

¿Para diagnosticar HBP?

A partir de la historia clínica tenemos que comprobar que los síntomas no se deban a otras patologías o a la toma de fármacos, preguntar por los antecedentes familiares de HBP y de cáncer de próstata y ver que el paciente no tenga antecedentes de estenosis de uretra o ETS.

Es importante valorar la magnitud de los síntomas mediante un índice internacional de la sintomatología protática que se conoce como el IPSS.

También hay que hacer un tacto rectal, un examen físico para descartar otras patologías y un análisis de orina para descartar infección de orina o ver si hay hematuria por si pudiera tener un cáncer de vejiga u otra patología.

El PSA va indicar el grado de progresión de la HBP y se debe estudiar la función renal por si hubiera una obstrucción que nos estuviera generando una insuficiencia renal.

Desde la atención primaria (AP) no debemos hacer más pruebas. En un estudio del 2011 se ha visto que si hacemos las exploraciones básicas de AP tenemos un valor predictivo positivo de diagnóstico de cuál es la causa de estos síntomas cercano al 80%.

En el IPSS se hacen 7 preguntas sobre diferentes síntomas y obtenemos una puntuación de 0 (que no presenta nada de síntomas) a 5 (que significa que los tiene casi siempre), y también preguntamos sobre la calidad de vida. Dependiendo de la puntuación sabremos si estos síntomas son leves, moderados o severos. Esto es importante porque en un paciente con síntomas leves generalmente el tratamiento es poco activo. En cambio cuando la sintomatología es severa requerirá una derivación al especialista. El paciente con síntomas moderados farmacológicamente lo vamos a tratar.

Criterios de derivación

Vamos a derivar a un paciente al especialista si presenta:

-Tacto rectal patológico, si encontramos una induración o algo que nos haga sospechar de cáncer de próstata.

-IPSS severo (> 20) y/o mala calidad de vida.

-PSA > 10 ng/ml: en más del 50% de los casos tiene un cáncer de próstata. Si está entre 4-10 debemos solicitar el PSA libre. Si es superior a 20 generalmente se asocia a HBP y si es inferior la probabilidad de que sea un cáncer aumenta exponencialmente según va disminuyendo este índice de PSA libre.

-Edad < 50 años y STUI con sospecha HBP.

-Creatinina > 1,5 ng/ml, que nos indica que hay una obstrucción que va requerir un tratamiento quirúrgico.

-También en pacientes que al hacer la exploración o ecografía presentan litiasis, divertículos, obstrucción en el uréter o un residuo postmiccional >150 ml.

Recomendaciones de las Guidelines

Las guías de buena práctica clínica nos hablan de tres tipos de tratamiento: conservador, farmacológico y quirúrgico. Y se realiza la elección en base a las complicaciones, el riesgo de progresión y el IPSS.

En un paciente que presenta un IPSS leve (<8) se ha visto que lo que tiene una evidencia superior es la vigilancia expectante: enseñar al paciente hábitos que aumenten las ganas de orinar, no tomar mucho café ni alcohol, evitar el estreñimiento y medidas higiénico-dietéticas que faciliten el vaciado vesical. El nivel de evidencia es 1 b con un grado de recomendación A es el tratamiento que menos coste va a generar.

Cuando el paciente presenta síntomas moderados podemos plantearnos la utilización de derivados de plantas (fitoterapia). El fármaco que en España más se utiliza es Serenoa repens, pero nos encontramos que en todas las revisiones que se han realizado no se observa que ofrezca una ventaja sobre el placebo. Por lo tanto estos fármacos debemos reservarlos para los pacientes a los que no se pueden pautar los tratamientos farmacológicos.

Por lo tanto el tratamiento farmacológico en base a las evidencias científicas sería la utilización de alfa-bloqueantes (alfuzosina, terazosina, doxazosina y tamsulosina y silodosina), inhibidores 5-alfa reductasa (finasterida y dutasterida), la terapia de combinación de ambos se ha visto que aporta un beneficio y en según qué tipo de pacientes se debería asociar un alfa-bloqueante con un antimuscarínico.

alfa-Bloqueantes

Los alfa-bloqueantes tienen un nivel alto de evidencia 1 a y un grado de recomendación A. Hay que tener en cuenta antes de pautar lo selectivo que sea. Terazosina y doxazosina son fármacos alfa-bloqueantes no uroselectivos, que actúan sobre todo sobre los receptores alfa-1 a que se encuentran en la próstata, alfa-1 d que se encuentran en la vejiga, pero también sobre los alfa-1 b que se encuentran a nivel del endotelio vascular, lo que significa que los fármacos que actúan mucho sobre los receptores alfa-1 b nos van a producir hipotensión, por ello hay que empezar en dosis muy pequeñas y ascendentes. También hay que tener en cuenta si es hipertenso y está tomando otro fármaco para la hipertensión.

Otros fármacos como alfuzosina, que aunque actúa sobre los tres tipos de receptores, no se sabe por qué pero sería un alfa-bloqueante más selectivo alfa-1 a y alfa-1 b. Tamsulosina actúa indistintamente sobre receptores alfa-1 a de la próstata y alfa-1 d de la vejiga y casi no actúa sobre alfa-1b, es decir nos va a producir muy poca hipotensión y es bastante uroselectivo. Y recientemente tenemos el fármacos más uroselectivo, silodosina, que es más selectivo sobre receptores alfa-1 a que sobre alfa-1 d, y casi no lo es sobre alfa-1 b.

Anatómicamente los receptores alfa-1 a están en uretra, en vejiga alfa-1 d, por lo que no nos interesa utilizar un fármaco que actúe sobre receptores alfa-1 b porque no tenemos en vejiga y próstata este tipo de receptor y nos va a producir complicaciones. Debemos utilizar tratamientos lo más uroselectivo posible.

Los alfa-bloqueantes tienen una acción muy rápida, el paciente nota beneficio a los 3-4 días. A partir de la 2ª-4ª semana se obtiene el máximo beneficio, si partir de la cuarta semana no hay beneficio hay que cambiar el tratamiento. Mejoran el flujo, disminuyen el tono de la uretra (sobre todo la uretra prostática) en la zona de transición de la próstata que es muy rica en receptores alfa. No disminuye el tamaño de la próstata.

En el iris también hay receptores alfa por lo tanto cuando un paciente se va a operar de cataratas debemos suprimir los alfa-bloqueantes durante las 2-3-semanas previas a la intervención y las 3-4 semanas tras la intervención porque si no la lente no podría adaptarse correctamente en el iris.

Los alfa-bloqueantes tienen igual efectividad clínica pero distintos efectos adversos. Doxazosina y terazosina producen más hipotensión, síncope y problemas de rinitis, en cambio tamsulosina y silodosina producen eyaculación retrógrada. También hay que tener en cuenta que doxazosina y terazosina en pacientes con insuficiencia cardiaca hay que darlos con mucho cuidado.

Asimismo pueden interaccionar con otros fármacos como los inhibidores de la fosfodiesterasa 5, que es el tratamiento para la disfunción eréctil. Silodosina es el que menos interacciona, después tamsulosina. Doxazosina y terazosina hay que evitarlos en este tipo de pacientes porque pueden hacer un efecto potenciador de los inhibidores de la fosfodiesterasa 5.

Inhibidores de la 5 alfa-reductasa

Otro aspecto a tener en cuenta en pacientes HBP es la dependencia que la próstata mantiene con la testosterona, que se produce fundamentalmente a nivel testicular en el 95 % y a nivel suprarrenal en un 5 %. Y para que sea activa en la próstata necesitamos la enzima 5 alfa-reductasa que la transforma en dehidrotestostenona. Hay fármacos que inhiben la acción de esta enzima, son los inhibidores de la 5 alfa-reductasa.

Las Guías recomiendan estos fármacos con un alto nivel de evidencia 1b y con un grado de recomendación A. Son fármacos de beneficio terapéutico lento, aparecen a los 3-6 meses porque disminuyen el tamaño de la próstata al disminuir la acción de la testosterona sobre la próstata.

Estarían muy indicados si hay riesgo de progresión, con un PSA por encima de 1,5 y próstatas superiores a 40 gramos y nos reducen el riesgo de retención aguda de orina y cirugía relacionada con la HBP. Se ha visto que reducen el tamaño en un 30 % y el valor del PSA lo disminuyen más o menos hacia la mitad del valor inicial. Como efectos secundarios disminuyen la libido y pueden generar una disfunción eréctil.

Tras varios estudios (MNTOPS y CombAT) se ha visto en pacientes con mucho riesgo de progresión que la asociación de un alfa-bloqueante y un inhibidor de la alfa 5 reductasa produce beneficio sinérgico: mejora los síntomas antes de la 3-4 semanas, se reduce el tamaño de la próstata y hay una reducción en un 70-80 % de la necesidad de tratamiento quirúrgico y complicaciones.

Criterios de Derivación. Algoritmo AEU, SEMG, SEMERGEN y semFYC

-Si el paciente tiene una sintomatología leve y un IPSS menor de 8 realizamos medidas higiénico- dietéticas, vigilancia expectante y control anual.

-Si presenta una IPSS entre 8 y 20, y una próstata no muy grande el tratamiento son los alfa-bloqueantes.

-Si presenta una próstata grande podemos iniciar con alfa-bloqueantes pero sobre todo si el PSA está por encima de 1,5 iniciar terapia de combinación.

-Si presenta síntomas de predominio de llenado, su próstata no es muy grande, en el que se puede asociar la HBP con una vejiga hiperactiva se ha visto que la asociación de un alfa-bloqueante y un antimuscarínico ofrece un beneficio siempre que descartemos la presencia de una retención de orina, ya que en este caso estaría contraindicado.

-Si el paciente presenta síntomas de predominio de vaciado vamos a usar un alfa-bloqueante.

-Y si presenta síntomas de llenado y vaciado vamos a utilizar un alfa-bloqueante pero si no hay mejoría añadimos un antimuscarínico.

Recientemente, en noviembre del 2011, la FDA ha autorizado la utilización de tadalafilo para el tratamiento del tracto urinario inferior y en octubre de 2012 la Agencia Europa también lo ha autorizado, es decir, vamos añadiendo más fármacos al arsenal de la HBP.

Es un error pensar que el tracto urinario inferior es individual sino que existe una interconexión, en la vejiga hay receptores muscarínicos y alfa, en la próstata hay receptores alfa y de la fosfodiesterasa 5, y es lógico pensar que el tratamiento en este tipo de patologías va a ser combinado.

Por lo tanto, el tratamiento central en un paciente con STUI secundarios a HBP son los alfa bloqueantes y dependiendo de si este paciente presenta síntomas de llenado con vejiga hiperactiva se añaden antimuscarínicos y si presenta disfunción eréctil se añaden inhibidores de la fosfodiesterasa 5. Y por último, si tiene próstata agrandada añadir a los alfa-bloqueantes inhibidores de la 5-alfa reductasa para disminuir el tamaño y así evitar el riesgo de tratamiento quirúrgico.

La leche materna contiene más de 700 bacterias

La leche que bebe de su madre es uno de los factores que determina cómo será la flora bacteriana que se desarrolle en el recién nacido. Sin embargo, su composición, así como el papel biológico de estas bacterias en el niño, siguen sin conocerse.

Ahora, un grupo de investigadores españoles ha utilizado una técnica basada en la secuenciación masiva de ADN para identificar el conjunto de bacterias -llamado microbioma- que contiene la leche materna. Gracias a este estudio, se pueden determinar las variables perinatales y postnatales que influyen en la riqueza microbiana de la leche.

En unas muestras de calostro, el líquido que secretan las mamas los días que suceden al parto, han encontrado más de 700 especies de estos microorganismos, más de los que inicialmente esperaban los expertos. Los resultados se publican en el American Journal of Clinical Nutrition.

Se trata de “uno de los primeros trabajos en describir esta diversidad mediante la técnica de pirosecuenciación -una tecnología de determinación de secuencia de ADN a gran escala- en muestras de calostro, por un lado; y de leche madura, por otro, que fue recogida después de uno y seis meses de lactancia materna”, explican los coautores, María Carmen Collado, investigadora del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA-CSIC) y Álex Mira, investigador del Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP-GVA).

Los géneros bacterianos más presentes en las muestras de calostro se corresponden con las bacterias Weissella, Leuconostoc, Staphylococcus, Streptococcus y Lactococcus, mientras que en las correspondientes al fluido que se desarrolla entre el primer y el sexto mes de lactancia se observó la aparición de bacterias típicas de la cavidad bucal como Veillonella, Leptotrichia y Prevotella.

“Todavía no se ha podido determinar si estas bacterias colonizan la boca del bebé o si las bacterias de la boca del lactante entran en la leche materna cambiando su composición”, apuntan los autores.

Más peso de la madre, menos bacterias

El estudio revela, además, que la leche de las mujeres con sobrepeso y de las que ganan más kilos de los recomendados durante el embarazo contiene menor diversidad de especies.

El tipo de parto también afecta al microbioma de la leche materna: la producida por las madres sometidas a cesáreas programadas es diferente, y más pobre en microorganismos, que la de las mujeres con parto vaginal. Sin embargo, cuando la cesárea es no programada (intraparto), la composición de la leche resulta ser muy similar a la de las madres con partos vaginales.

Estos resultados sugieren que el estado hormonal de la madre ante el parto también desempeña un papel: “la falta de señales de estrés fisiológico, así como de las señales hormonales propias del trabajo de parto, podrían influir en la composición y diversidad microbiana de la leche materna”, afirman los autores.

Una ayuda para la industria alimentaria

Dado que las bacterias presentes en la leche materna representan uno de los primeros contactos con los microorganismos que colonizan el sistema digestivo del bebé, los investigadores están trabajando ahora en determinar si su papel es metabólico -ayuda al lactante a digerir la leche- o inmunitario -ayuda a distinguir los organismos beneficiosos de los extraños-.

Para los autores, los resultados abrirán nuevas vías para diseñar estrategias de alimentación infantil que mejoren la salud del bebé. “Si las bacterias de la leche materna descubiertas en este trabajo fueran importantes para el desarrollo del sistema inmune, su adición a la leche de fórmula podría disminuir el riesgo de alergias, asma o enfermedades autoinmunes”, concluyen.

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Osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad cada vez más prevalente y que con el envejecimiento poblacional va en aumento.

Desde el siglo pasado la probabilidad de padecer fracturas de cadera ha ido aumentado según los grupos de edad. En menores de 65 años no es muy prevalente pero a medida que aumenta la expectativa de vida aumenta la probabilidad de sufrir una fractura de cadera y esto es preocupante porque más de un 20% de los pacientes van a morir en el primer año, un 33% no van a volver a ser independientes y casi el 50% van a ser incapaces de andar sin ayuda.

Aunque se habla mucho de osteoporosis postmenopáusica, es una enfermedad que también afecta a los varones.

Estructura ósea

El hueso es un tejido vivo y constantemente se está renovando, cada 10 años renovamos todo nuestro esqueleto. Si no fuera así nuestros huesos serían frágiles y no soportarían las tensiones de la actividad diaria.

Esta renovación se lleva a cabo a través de tres células: los osteoclastos, que son las células que van a destruir el hueso viejo, los osteoblastos que forman hueso nuevo, y los osteocitos que detectan donde hay problemas para renovarlo.

En un determinado lugar del esqueleto constantemente, en las llamadas unidades de remodelado, llegan los osteoclastos que reabsorben el hueso y después los osteoblastos forman huevo nuevo. El periodo de resorción, de destrucción del hueso viejo, dura de 4-6 semanas y la sustitución por hueso nuevo tarda 5 meses. Por lo que en determinadas situaciones hay mucha más resorción y no hay tiempo a que todo el esqueleto se sustituya a la vez, de manera que vamos a tener menos hueso del que partíamos.

Evolución de la masa ósea con la edad

En la infancia y juventud adquirimos un pico de masa ósea y entre 20-40, sobre los 30 años, el pico máximo. Y de esta masa ósea vamos a vivir el resto de nuestra vida. De manera que es muy importante que los jóvenes adquieran unos buenos hábitos de salud ósea para llegar al máximo pico de masa ósea.

Los varones tienen los huesos con mayor densidad mineral ósea y parten de un pico más alto de masa ósea. Las mujeres en los primeros años tras la menopausia tenemos una pérdida más acelerada que los varones, que pierden al mismo ritmo.

Osteoporosis: definición

Es una alteración del esqueleto que supone que los huesos se vuelven frágiles, lo que predispone a un mayor riesgo de fracturas. En un hueso normal además de la densidad, del grosor de las trabéculas, éstas están conectadas. Sin embargo en un hueso osteoporótico hay menos cantidad de hueso y menos calidad. La desunión de las trabéculas hace que sea más frágil y más fácil de romper, que es lo que da relevancia clínica a la osteoporosis.

Una fractura osteoporóticas es cualquier fractura que sucede desde nuestra propia altura. Una caída desde la propia altura ocasiona una fractura por fragilidad, los huesos deberían resistir este impacto.

Las fracturas más típicas son las de muñeca y las más frecuentes son las vertebrales, aunque muchas veces pasan desapercibidas. Y la más grave es la fractura de cadera, pero es más retrasada en la edad, es decir, la edad media en estos casos es de 75-80 años.

Identificación de pacientes

Una de cada tres mujeres va a tener osteoporosis a partir de los 50 años y se identifican los que tienen más riesgo a través de los factores de riesgo, que son:

-Edad: a más edad mayor riesgo.

-Sexo: las mujeres tienen más riesgo.

-Bajo índice de masa corporal: las mujeres que pesan poco, con un IMC < 20.

-Fractura previa por fragilidad.

-Historia familiar de fractura.

-Fármacos: tratamiento glucocorticoideo (oral durante 3 meses ó más) , inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, pantoprazol), inhibidores de la aromatasa (para el cáncer de mama) o en los varones con castración química por cáncer de próstata, y antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina.

-Tabaquismo activo.

-Toma de 3 ó más unidades de alcohol al día.

-Causas de osteoporosis secundaria por determinadas enfermedades.

Es importante averiguar el riesgo de caídas e intentar evitarlas. Las fracturas vertebrales pueden pasar desapercibidas, hay que preguntar por el dolor de espalda.

En la exploración física nos puede hacer sospechar osteoporosis la disminución de la talla, la pérdida de más de dos centímetros en un año o más de seis en talla histórica y la cifosis torácica (la joroba de las viudas). También podemos colocar a la paciente pegada a la pared y ver la distancia entre la zona occipital y la pared. O la disminución de la altura entre las últimas costillas y la cresta iliaca (habitualmente es de 4 dedos).

Una manera fácil de saber si hay osteoporosis si ha tenido una fractura vertebral es hacer una radiografía. También se pide una densitometría (medición de la densidad mineral ósea) y una analítica para descartar otras enfermedades que nos puede confundir.

Las fracturas vertebrales fundamentalmente afectan a la calidad de vida y son pacientes con dolor crónico de espalda que ven mermadas sus actividades de la vida diaria.

En la densitometría se mide en gramos por centímetro cuadrado cuál es la densidad mineral ósea, asimismo se compara con la densidad mineral ósea de un adulto joven (varón óptimo de masa ósea) así como con las mujeres de su misma edad.

Analítica. Marcadores de remodelado

No hay parámetros de la analítica que nos permitan saber si hay o no osteoporosis pero si nos ayuda a descartar las principales causas de osteoporosis secundaria.

Se solicita una analítica básica que incluya el fósforo y el calcio, VSG, hemograma, función hepática y renal y en orina la calciuria y/o índice calcio/creatinina. En casos especiales valorar hormonas u otras determinaciones analíticas más concretas.

También a podemos determinar los marcadores de remodelado óseo que son productos de degradación del colágeno, enzimas que se liberan en sangre y orina cuando se produce el remodelado óseo. Una densitometría es una foto fija en un momento dado, sin embargo estos marcadores nos dan idea de la actividad del hueso.

Se utilizan para la predicción de la pérdida de masa ósea, del riesgo de desarrollar fracturas y de la respuesta al tratamiento antirresortivo (para ver si el fármaco realiza su efecto).

Diagnóstico. Densitometría

Se puede diagnosticar o bien porque tenemos una fractura osteoporótica o por la densitometría.

En 1994 la OMS estableció unos criterios densitométricos, y se acordó que tienen osteoporosis las pacientes con un valor de la DMO que se aparta 2,5 desviaciones estándar (DS) del valor del adulto joven. Es normal hasta 1 DS, y entre -1 y -2,5 tienen una DMO baja (el término osteopenia está en desuso). Y se habla d osteoporosis establecida en los pacientes que tienen osteoporosis densitométrica y una fractura.

Cuando se diagnostica una fractura vertebral muchas veces, si no hay un traumatismo previo, será por osteoporosis pero siempre hay que hacer una diagnóstico diferencial. En la mayoría de los casos es “esencial”, es decir no sabemos por qué se produce pero en otras ocasiones es secundaria a fármacos o enfermedades. Se valorará el riesgo de fractura y se tratará. Y es importante el seguimiento, velar por el cumplimiento terapéutico. Todas las pacientes con fracturas tienen que tener tratamiento y en las que no tienen fracturas se valorarán los factores de riesgo clínico y la densitometría.

FRAX es una herramienta que promueve la OMS para evaluación del riesgo de fractura. Es poco utilizada porque hay que validarla en España y estima un poco por debajo de las fracturas que observamos, sin embargo los factores de riesgo que se han incluido para calcular el riesgo son los mismos que se han enumerado anteriormente.

De manera que al paciente le preguntamos si tiene factores de riesgo, si los tiene vemos si tiene riesgo de fractura, si el alto la tratamos directamente y si es bajo le damos recomendaciones de estilos de vida osteosaludables. Y si el riesgo es intermedio se recomienda hacer densitometría y reevaluar el riesgo de fractura, si es alto tratar y si es bajo medidas de estilo de vida osteosaludable.

Por tanto tratamos a las pacientes con alto riesgo de fractura:

– Pacientes con fractura por fragilidad previa

– Pacientes con factores de riesgo y densitometría de osteoporosis

Y en algunos casos nos planteamos la prevención: en pacientes que toman glucocorticoides, inhibidores de la aromatasa y en menopausia precoz. En estos casos hay que tratarlos antes de que tengan la osteoporosis densitométrica.

Objetivo del tratamiento

El objetivo del tratamiento es evitar las fracturas y esto se consigue al asegurar el remodelado adecuado; mantener la microarquitectura, preservar la masa ósea en calidad y cantidad; aumentar la resistencia ósea; y, además, tener un efecto sostenido en el tiempo. Efecto a largo plazo y que sea un tratamiento seguro.

Intervenciones para reducir el riesgo de fracturas

Tratamiento no farmacológico:

-Nutrición adecuada en proteínas y calcio

-Asegurar niveles suficientes de vitamina D por ingesta, por fármacos y tomando el sol

-Ejercicio físico

-Estrategias para prevenir caídas

-Evitar tabaco y el consumo excesivo de alcohol

-Tratar la co-morbilidad

Tratamiento farmacológico:

Disponemos de fármacos que reducen entre un 30-65% la probabilidad de sufrir una fractura. Sin embargo, a pesar de que están en tratamiento hay mujeres que van a sufrir fracturas, esto es preciso explicarlo a las pacientes. Por ello es necesario el cumplimento del tratamiento farmacológico y no farmacológico.

Hay dos grandes grupos de fármacos: el tratamiento antirresortivo, que frena la destrucción de hueso, y los fármacos osteoformadores, que forman hueso nuevo, que se usan mucho menos.

Dentro de los antirresortivos están los bifosfonatos vía oral o endovenosa. Es importante que se tomen en ayunas con un vaso de agua y que permanezcan 60 minutos erguidas porque si usan otra bebida la absorción es muy pequeña. Tienen pocas interacciones con fármacos pero hay que evitarlos en pacientes con insuficiencia renal.

Otro grupo son los moduladores selectivos del receptor estrogénico (raloxifeno y bazedoxifeno) que no tienen interacciones farmacológicas y pueden administrarse a cualquier hora del día independientemente de la comida, pero se han de tomar a diario, mientras que los otros se toman semanalmente, mensualmente o anualmente.

La calcitonina actualmente está muy restringida porque se le atribuye un posible efecto secundario como promotor de neoplasias.

El denosumab es un anticuerpo monoclonal que se administra por vía subcutánea dos veces al año. Es un antirresortivo muy potente y se puede utilizar en pacientes con insuficiencia renal y no tiene interacciones importantes.

En el grupo de los osteoformadores disponemos de la teriparatida (PTH 1-34) y Forsteo ®, pero que sólo puede administrarse durante 18 meses, en cambio los otros durante 5 años -10 años.

Y hay otro fármaco que se comporta en parte como los dos grupos, que es el ranelato de estroncio. Se administra a diario dos horas después de la cena disuelto en agua.

Según la guía de SEIOMM del 2006 si una paciente tiene muy alto riesgo de fracturas vertebrales porque tiene más de dos podemos empezar con Forsteo®, si es una paciente joven con menos riesgo de fractura de cadera y sólo tiene osteoporosis en la columna es candidata a raloxifeno o bazedoxifeno. Si no es menor de 65 años ni de alto riesgo se hace tratamiento estándar: alendronato o risedronato vía oral y si tiene mala tolerancia o están contraindicados por que tiene hernia de hiato o reflejo gastroesofágico por las molestias que le puede ocasionar, hay alternativas: estroncio, ibandronato, raloxifeno, el ácido zoledrónico (vía endovenosa una vez al año en el hospital) y denosumab (vía subcutánea).

Conclusiones

-Osteoporosis significa fragilidad ósea, que es disminución de resistencia.

-Existen múltiples causas de osteoporosis.

-Ante un paciente con sospecha es fundamental investigar factores de riesgo y descartar la presencia de fracturas vertebrales.

-Se recomienda una analítica básica para descartar otras causas de alteraciones del metabolismo fosfo-cálcico y una radiografía de la columna.

-Para indicar tratamiento es necesaria la integración de todos los factores de riesgo, valorar el riesgo de fractura global de la paciente.

-El tratamiento se basará en medidas no farmacológicas y farmacológicas con distintas opciones para los perfiles de pacientes.

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Detección de la enfermedad renal crónica

¿Por qué es importante la ERC?

En primer lugar por una elevada prevalencia en la población general. El número de pacientes que inician diálisis en todo el mundo se incrementa cada vez más, con un aumento anual entre el 5 -8 % por diversos motivos: envejecimiento de la población, aumento de la población diabética, porque los profesionales sanitarios tratan mejor y aumenta la expectativa de vida de la población.

Desde la Sociedad Española de Nefrología ser realizó el estudio EPIRCE (Epidemiología de la IRC en España) en el que se detectó que la prevalencia de la ERC medida por un filtrado glomerular (FG) por debajo de 60 mL min 1/73 m2 era de aproximadamente el 7% y si a ello sumamos la presencia de proteinuria estamos en un 9,2%, es decir prácticamente el 10% de la población en España tiene ERC.

Según los datos del registro de la Sociedad Española de Nefrología y de la ONT, prácticamente la mitad de los pacientes inician diálisis por causas vasculares o diabetes, es decir causas con posibilidad de prevención.

En segundo lugar es importante la ERC porque tiene una implicación en el pronóstico cardiovascular. En un estudio americano en el que se incluyeron más de un millón de usuarios de un seguro (NEJM 2004; 351: 1296-305), se observó que los pacientes que presentaban peor función renal o una disminución del FG tenían mayores hospitalizaciones, mayores complicaciones cardiovasculares y mayor mortalidad, es decir, a medida que disminuye el FG o la función renal el paciente presenta más complicaciones y más mortalidad.

Si analizamos una de las complicaciones, por ejemplo el infarto agudo de miocardio en el estudio Valiant (en el que se incluyeron casi 15.000 pacientes), el 33 % de los pacientes de alto riesgo cardiovascular tenían una disminución del FG y a medida que el FG era más bajo los pacientes presentaban más posibilidades de tener acontecimientos cardiovasculares, incluida la muerte. Por tanto en pacientes con riesgo cardiovascular la ERC es muy prevalente y está claramente relacionada con el riesgo cardiovascular.

Pero, ¿qué sucede en población general que acude a un centro de atención primaria? En un estudio de la SEN, en el que se incluyeron más de 7.000 pacientes de atención primaria, vimos que más de un 20 % de los pacientes presentaban FG por debajo de 60 mL/min y esto era diferente según grupos de edad: en la gente joven había muy baja prevalencia pero a medida que aumentaba la edad, en los pacientes con más de 70 años uno de cada tres, el 33%, presentaba una diminución del FG. Esto debe hacernos tener en cuenta una serie de aptitudes en el tratamiento, mayor prevención o información desde la oficina de farmacia para ajustar el tratamiento.

Además la ERC si el paciente llega a diálisis está asociada a unos elevados costes. El coste de un paciente en un solo año es entre 20-30.000 euros y si se incluyen hospitalizaciones y relación de un acceso vascular en el caso de fístula para hemodiálisis el coste es de 40.000 euros. En definitiva, menos del 0,1 % de la población consume el 2,5 % de los recursos sanitarios del país.

Concepto de enfermedad renal crónica de las guías K/DOQI

En el 2002 la National Kidney Fundation decidió establecer una definición muy sencilla: la evidencia de anomalías estructurales o funcionales que persisten durante al menos 3 meses. Y eso se puede enfocar desde dos vertientes: que el paciente presente anomalías estructurales, proteinuria, hematuria o análisis en la biopsia renal o en la imagen (por ejemplo quistes renales o poliquistosis renal); o que presente disminución del FG (<60) con o sin evidencia de daño renal manifestado por proteinuria.

Además la National Kidney Foundation estableció unos estadios: cuando tiene menos de 60 de FG es un estadio 3, menos de 30 estadio 4, y menos de 15 estadio 5. Si el paciente tiene FG por encima de 60 se dice que tiene ERC sólo cuando hay proteinuria, hematuria o alguna alteración en la imagen.

Según un artículo publicado recientemente (Levey AS, Coresh J. Lancet 2012; 379:165-801) se ha mostrado que la proteinuria tiene tanto o más valor que la disminución del FG, el paciente que tiene proteinuria tiene mucho más riesgo de progresar y de tener acontecimientos cardiovasculares que el paciente que tiene FG disminuido. Y si se unen los dos aspectos el pronóstico, tanto renal como cardiovascular, es mucho peor.

¿Por qué debemos medir la función renal?

No está definido el screening en población joven, si en pacientes de más de 65 años, diabéticos, HT y con antecedente de ERC. Y se hace para valorar su riesgo cardiovascular y para la identificación de individuos con un riesgo elevado de acontecimientos cardiovasculares. Además nos va a permitir ajustar algunos fármacos o evitar fármacos nefrotóxicos.

¿Cómo medir la función renal?

Se puede medir de dos formas:

-Medir la capacidad depurativa (número de nefronas funcionantes) mediante el FG.

-Valorar el grado del daño estructural (progresión renal) mediante la proteinuria.

El FG se establecerá a través de ecuaciones derivadas de la creatinina (MDRD, CKD-EPI o Cockroft-Gault) y mediante la detección del cociente albúmina/creatinina en orina en una muestra aislada se mide la albuminuria.

Diversos estudios que engloban más de 100.000 pacientes (Lancet 2010; 375: 2073-81) en los que se analizó el cociente albumina/creatinina y el FG muestran que a partir de cifras de 10 mg/gr de albuminuria el paciente tiene un riesgo cardiovascular incrementado. Y en el caso del FG tanto la mortalidad general como la cardiovascular y la progresión renal están incrementadas en pacientes que tiene a partir de 60mL/min. Una diminución por debajo de 60 implica mayor riesgo cardiovascular.

Filtrado glomerular y aclaramiento de creatinina

El FG es la cantidad de plasma que pasa a través del glomérulo y suele ser 125 mL por minuto. Es la suma de la filtración de cada una de las nefronas. Se puede medir por técnicas complejas (como isótopos radiactivos, aclaramiento de inulina) pero también de forma sencilla derivada de la creatinina.

El cálculo directo es a través de isótopos radiactivos, el FG, y los resultados son en mL/min/1,73 m2. El cálculo indirecto es a través de fórmulas (MDRD o CKD-EPI) que miden la función renal, pero también nos dan mL/min/1,73 m2, esto es el FG estimado.

En cambio el aclaramiento de creatinina es la cantidad de sustancia extraída del plasma en un tiempo determinado. Se calcula la creatinina en orina y en plasma y para ello es necesario recoger orina de 24 horas. Para el cálculo directo en el aclaramiento de creatina se usa orina de 24 horas (que está sujeta a muchos errores de recogida). Y la forma indirecta es a través de la fórmula de Cockroft-Gault. El resultado del aclaramiento de creatinina se expresa en mL por minuto (y el cálculo indirecto también). En resumen, no hay que mezclar FG que es corregido por superficie corporal (1/73) y aclaramiento de creatinina en mL por minuto.

La tendencia de las sociedades científicas es a medir FG. La creatinina, que es como siempre se ha medido la función renal, no es un buen método para estimar la función renal porque vemos que a medida que baja el filtrado no sube la creatinina y permanece en rangos normales. Al hacer una biopsia en un paciente con 40-50 de FG la mitad de los glomérulos están esclerosados y ese paciente tiene 1,2-1,3 de creatina, por eso llegamos tarde cuando sólo usamos la creatinina, porque la ésta depende de la edad, sexo, de la ingesta proteica, etc.

La orina de 24 horas no añade mucho en la detección del FG porque está sujeta a muchos errores de recogida, sólo habría que hacerla en determinados casos. De la misma forma que el cociente albumina/creatinina en una sola muestra de la mañana es suficiente para determinar albuminuria.

Fórmulas derivadas de la creatinina para estimación de la función renal

El único problema de la formula de Cockcroft-Gault es que debe incluir el peso del paciente, y no siempre está disponible.

La fórmula MDRD-4 (abreviada) y más recientemente CKD-EPI (que es una fórmula de MDRD mejorada) se formulan automáticamente en el laboratorio, en el ordenador, en una página web (www.mdrd.com o www.senefro.org) o en dispositivos smartphones. Y la ventaja es que no necesita el peso del paciente. Se incluye la creatinina, la edad y el sexo, y automáticamente lo tenemos.

MDRD cuando compara el aclaramiento estimado versus el medido infraestima en pacientes con función renal normal o casi normal. Cuando el FG es menor de 30, una insuficiencia renal avanzada, la fórmula de MDRD es buena; en cambio cuando la función renal es prácticamente normal MDRD infraestima y puede darnos una cifra de 40-45 de FG y ser mucho mayor en realidad. En cambio CKD-EPI es más regular y sólo produce un sesgo de aproximadamente un 5% y es la fórmula aconsejada por las sociedades científicas.

Enfermedad renal crónica oculta

Se trata de pacientes con FG disminuido, medido con fórmulas derivadas de la creatinina, pero con creatinina “normal” según los resultados de laboratorio (1,2 mg/dl en mujeres y 1,3 mg/dl en varones). Esto se asocia a más riesgo cardiovascular y, a veces, hay que ajustar fármacos, especialmente en ancianos.

Hay un Documento de Consenso de SEN y SEMFYC que se ha validado por 10 sociedades que reconoce que la creatinina no es el mejor método para medir la función renal, sino que hay que hacerlo con fórmulas derivadas de la creatinina, y que la orina de 24 horas no mejora los resultados de las fórmulas derivadas de la creatinina salvo determinadas circunstancias como cuando hay un IMC muy bajo o muy alto (IMC < 19 kg/m2 o > 35 kg/m2) porque son ecuaciones predictivas y en los extremos de la campana de Gauss no predicen bien. O cuanto el paciente tiene una alteraciones importantes en la masa muscular (amputaciones, pérdida de masa muscular, parálisis, enfermedades musculares).

Albuminuria

La albuminuria es frecuente en la población general. El estudio Prevent mostró que el 7% de la población tiene albuminuria, pero al analizar patologías como HTA sube hasta el 25%, en ictus el 29% y en diabetes el 40% de los pacientes. Lo importante es que es un marcador de riesgo renal y cardiovascular.

En un ambiente de HT, diabetes, hiperglucemia o inflamación se producen unas alteraciones de las barreras de forma que la albumina pasa a través de la membrana basal glomerular y se detecta en orina. Y esto es importante porque es una situación muy precoz, ningún órgano produce una lesión tan precoz e inmediata.

La albuminuria es un mensaje desde el riñón acerca del estado del árbol vascular. En ese paciente vamos a tener capacidad de prevenir acontecimientos cardiovasculares y renales. Por eso la detección va a hacer que consigamos una prevención de la progresión renal y del riesgo CV. Existe un riesgo mayor a medida que aumenta la excreción urinaria de albúmina.

Analítica para valorar las proteínas en orina

Se desaconsejan las tiras reactivas para valorar la proteinuria porque tiene poca sensibilidad y especificidad. En cambio se recomienda en una muestra de orina aislada un cociente proteína/creatinina (que detecta todas las proteínas de orina) o un cociente albúmina/creatinina (que detecta albumina, que es más específica de riesgo cardiovascular). No se recomienda la orina de 24 horas porque está sujeta a muchos errores de recogida.

En una muestra aislada, de la mañana o de la tarde, como tiene cierta variabilidad son necesarias dos o tres determinaciones en tres meses para considerar albuminuria positiva o confirmar un resultado. El coste es muy bajo.

Algunas situaciones incrementan la albuminuria como el ejercicio físico, fiebre, descompensación glucémica o hematuria. Esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de la interpretación. Consideramos valores normales los valores por debajo de 30mg/g y que tiene proteinuria a partir de 300 (en este caso tiene una nefropatía establecida con posibilidad de progresar).

Progresión de la ERC

Existen multitud de factores a lo largo de la evolución del FG: edad, HT, etc. El filtrado disminuye 1 mL/año a partir de los 40 años pero cuando se suman otros factores (presencia de proteinuria, nefrotóxicos) el paciente puede deteriorar más rápidamente su función renal.

Hay factores no modificables como sexo varón, edad, raza, factores genéticos o el número de nefronas al nacer; pero también hay factores modificables como la hipertensión arterial, proteinuria-albuminuria, obesidad (porque induce hiperfiltración renal), tabaquismo, control glucémico en diabéticos u otros.

¿Qué podemos hacer para la prevención de la ERC desde la oficina de Farmacia?

-Detección a través de FG estimado o cociente albúmina/creatinina en una muestra de orina aislada.

-Prevención de los factores de riesgo para desarrollo de ERC.

-Prevenir/evitar nefrotoxicidad de fármacos.

En diabéticos tener un control adecuado de la glucemia (HbA1c < 7%, en ancianos < 8-8,5 %). En HTA el objetivo es < 140/90 mmHg y restricción de sal. En albuminuria reducción al mínimo (< 500 mg/g) y usar fármacos que bloqueen el sistema renina angiotensina.

También es importante evitar la obesidad porque se asocia a hiperfiltración y a mayor progresión de la enfermedad renal. En el tabaquismo se produce lesiones de vasoconstricción renal. Evitar un ingesta excesiva de alcohol. Y, en general, realizar ejercicio físico.

Importancia del ajuste de fármacos en la enfermedad renal crónica y en el anciano

El anciano toma un alto porcentaje de fármacos eliminados por riñón, por ello es importante conocer si el fármaco se elimina o no por el riñón. Si hay FG disminuido se puede acumular el fármaco si no damos la dosis adecuada, de manera que se detectan más efectos adversos, hay cambios en eficacia y nefrotoxicidad por sobredosis.

Las fichas técnicas suelen estar “incompletas” porque no se incluyen pacientes renales en los estudios. Y en general las fichas siempre han usado las fórmulas de Cockroft-Gault y no MDRD.

En un estudio comparativo (Stevens LA et al. Am J Kidney Dis 2009; 54:33-42) se ve que MDRD es más preciso que la ecuación de Cockcroft-Gault para el ajuste de fármacos. Por ello deben realizarse esfuerzos para su implantación y sustitución por Cockcroft-Gault en las tablas de referencia.

Efecto de los fármacos sobre la función renal

Muchos fármacos, como AINES, producen alteraciones hemodinámicas glomerulares e inducen nefrotoxicidad o disfunción renal favorecida por otros fármacos muy comunes como los IECA, ARA II o un exceso de diuréticos.

Otros fármacos producen toxicidad directa como tenofovir o aciclovir o depósitos de cristales y otros, de menos uso, como los aminoglucósidos producen toxicidad renal o el contraste radiológico.

Hay fármacos de uso común: digoxina, atenolol, aciclovir, fluconazol, etambutol, metformina, que deben tenerse en cuenta su dosis en pacientes con IR o la metformina suspenderla con FG por debajo de 30.

Peculiaridades de la administración de fármacos en el paciente en diálisis

Cuando un paciente tiene menos de 10 de FG se hace diálisis. Muchos de ellos no tienen diuresis residual y hay que saber que algunos fármacos si se eliminan por vía renal hay que ajustar la dosis o darlos con intervalos muy largos. Y además si se eliminan por diálisis hay que dar una dosis supletoria después de la hemodiálisis o en las bolsas de diálisis peritoneal.

Peculiaridades de la administración de fármacos en el paciente trasplantado renal

El paciente trasplantado renal puede tener una función renal normal y no tener que hacer ningún ajuste, o tener una función disminuida con ERC y es importante para ajustar los fármacos y también para las interacciones. Hay fármacos que hacen que los inmunosupresores aumenten sus niveles y producen toxicidad y otros fármacos bajan los niveles de inmunosupresores y pueden favorecer el rechazo.

Conclusiones

-La ERC es una patología muy prevalente en la población general. La HTA, diabetes mellitus y envejecimiento son las principales causas de ERC.

-La disfunción renal es un marcador que permite identificar aquellos individuos con riesgo elevado de acontecimientos cardiovasculares. La ERC es un factor de riesgo cardiovascular independiente y que se asocia claramente a peor pronóstico a medida que disminuye el filtrado glomerular.

-La enfermedad cardiovascular asociada a la ERC se puede detectar precozmente, es tratable y potencialmente prevenible.

-Su detección se realizará mediante la estimación del cociente de albumina/creatinina en una muestra de orina y por la estimación del FG con fórmulas derivadas de la creatinina sérica.

-Además, la estimación de la función renal sirve para un adecuado ajuste de algunos fármacos y prevención y detección de nefrotoxicidad farmacológica.

-Son necesarias nuevas estrategias para abordar la ERC, especialmente la detección y prevención de la ERC. Y si se detecta, actuar sobre los factores que inciden en el desarrollo y progresión de la misma.

-Desde la Oficina de Farmacia se puede hacer además una importante labor, tanto en la prevención como en el desarrollo de la ERC: actuando e informando sobre los factores que influyen en la ERC (HTA, diabetes mellitus, proteinuria, obesidad, tabaquismo, dislipemia); detectando la ERC (FG estimado, albuminuria); así como informando acerca de evitar ciertos fármacos que pueden ser nefrotóxicos o que requieren ajuste en el paciente con ERC, especialmente en estadios iniciales.

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Confirman que una dieta inadecuada durante el embarazo predispone a la diabetes en el bebé

La calidad de la dieta materna durante gestación es fundamental en el crecimiento fetal y en los niveles de insulina y glucosa al nacer. Estos índices alertan de una predisposición a padecer enfermedades como la diabetes o el síndrome metabólico.

Así lo indica un estudio, liderado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y publicado en el European Journal of Clinical Nutrition, que estudia la alimentación en esta etapa vital, en la que tiene lugar el incremento del número y tamaño de las células.

Estudios anteriores ya apuntaban que, cuando la madre ingiere insuficientes alimentos durante el embarazo, se reduce en el feto la oferta de glucosa a otros tejidos para asegurar un aporte correcto al cerebro, lo que provoca un menor crecimiento fetal. Este mecanismo adaptativo se conoce como hipótesis del fenotipo ahorrador de Barker.

“Sin embargo, son menos conocidos los efectos de un desequilibrio entre grasas, proteínas e hidratos de carbono, es decir, el efecto durante la gestación del consumo de dietas occidentales que se alejan del tipo mediterráneo”, explica a SINC Francisco J. Sánchez-Muniz, investigador de la Universidad Complutense de Madrid y uno de los autores de este estudio.

De esta forma, el nuevo trabajo, que forma parte del Estudio Mérida -una macroinvestigación que analiza diferentes parámetros de los recién nacidos y sus madres-, revela que, cuando las gestantes asimilan cantidades adecuadas de energía, sus hijos tienen un peso normal al nacer, del orden de 3,3 kilogramos a 3,5 kilogramos.

“No obstante, más de la mitad de las mujeres consumen dietas de baja calidad que aportan muchos productos de origen animal ricos en grasas saturadas y pocos hidratos de carbono procedentes de verduras o legumbres. Además, más de la tercera parte sigue un patrón lejano al de la dieta mediterránea”, señala Sánchez-Muniz. “Es destacable que las mujeres durante el embarazo no cambian la forma de comer ni la calidad de su dieta”.

Los efectos de una dieta incorrecta

Los expertos afirman que cuando una mujer come de forma inadecuada durante el embarazo, el niño nace con un perfil diabetogénico, es decir, que tiene elevados en suero la glucosa, la insulina y un marcador de resistencia a ésta. Esto confirma la influencia de la dieta sobre el desarrollo del páncreas fetal y sobre la concentración de glucosa e insulina al nacer.

“Es importante concienciar a las madres de la importancia de comer bien durante la gestación, con dietas equilibradas de tipo mediterráneo”, comenta el investigador. “También urge continuar los estudios en esta misma población para conocer cómo evolucionarán en el tiempo los niños y así evitar o, al menos paliar, el desarrollo de estas enfermedades de alta prevalencia en nuestra sociedad”.