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La microbiota intestinal de la mujer durante el embarazo y la lactancia protege al bebé contra las infecciones

La leche materna tiene múltiples beneficios para los neonatos, muchos de ellos vinculados al amplio espectro de bacterias que contiene. Tradicionalmente descrita como estéril, estudios recientes demuestran que la leche materna es un “alimento vivo” rico en bacterias comensales, mutualistas y potencialmente probióticas que tienen un gran impacto en el intestino infantil.

Juan Miguel Rodríguez, doctor en Veterinaria, profesor del Área de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid y experto en lactancia materna que ha participado estos días en el XVI Congreso Nacional de Matronas celebrado en Zaragoza, afirma que estas bacterias ejercen un papel relevante en la protección del bebé y de su madre: “pueden contribuir a reducir la incidencia y severidad de una amplia gama de infecciones, participar en la correcta maduración del sistema inmunitario infantil e incluso prevenir la caries dental y las enfermedades periodontales”.

Protección frente al VIH

La riqueza de la leche humana es tal que los investigadores estudian el aislamiento de algunas de sus bacterias para emplearlas como probióticos en un futuro, por ejemplo, para tratar la mastitis, una de las causas principales del destete precoz, o para inhibir la transferencia del virus VIH.

Estudios in vitro realizados demuestran que algunas de las cepas presentes en la leche humana son capaces de inhibir el VIH-1. “Evaluamos la capacidad de 38 cepas bacterianas aisladas de la leche materna de mujeres sanas para inhibir la infectividad del VHI-1 in vitro -explica el profesor Rodríguez-. Los resultados indicaron que la leche humana posee ciertas bacterias con capacidad para inhibir el virus in vitro y hay que evaluar su posible papel en los mecanismos de protección frente al VIH”.

La microbiota: de madre a hijo

Hasta hace poco tiempo se sostenía que la colonización intestinal del recién nacido se iniciaba en el canal de parto, debido al contacto bucal del pequeño con la microbiota vaginal e intestinal de su madre. Posteriormente, él mismo era quien colonizaba el pecho materno a través de la lactancia y las bacterias presentes en la piel de su madre.

Pero en los últimos años la evidencia científica ha dirigido su mirada hacia las glándulas mamarias de la madre como fuente de bacterias beneficiosas para el neonato: “ninguna de las vías clásicas -boca del niño, piel de la madre- puede explicar la diversidad bacteriana que existe en la leche humana”, comenta el profesor Juan Miguel Rodríguez.

Investigaciones recientes sostienen que algunas bacterias del intestino materno podrían colonizar las glándulas mamarias durante la última etapa del embarazo y la lactancia a través de la ruta entero-mamaria, de ahí la riqueza bacteriana de la leche. “La exposición del lactante a ese amplio espectro de bacterias puede ejercer efectos beneficiosos frente a enfermedades gastrointestinales y respiratorias, así como reducir el riesgo de desarrollar otras enfermedades como la diabetes o la obesidad”, expone el profesor Rodríguez.

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Las isoflavonas de la soja restauran la producción de células deterioradas en el cerebro por la obesidad

Miembros del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatológica de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), pertenecientes al Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA) y miembros de la Universidad de Málaga, han descubierto que las isoflavonas de la soja consiguen restaurar los niveles de producción de células deteriorados en el cerebro por la obesidad.

De confirmarse este estudio, que ha sido realizado en ratones y publicado en la revista Plos One, las isoflavonas -sustancias naturales de origen vegetal que se encuentran sobre todo en la soja y que actúan como análogos de determinadas hormonas que segrega el organismo humano, como los estrógenos- podrían suponer una alternativa “real” al tratamiento farmacológico en la lucha contra el daño cerebral relacionado con un exceso de peso.

Para llevar a cabo esta investigación, los expertos administraron a los ratones dos tipos diferentes de dieta: una estándar y otra muy rica en grasas. Tras la inducción de obesidad se trató a los animales con daidzeína durante 13 días.

Así, los investigadores observaron que los roedores alimentados con la dieta alta en grasas sufrieron alteraciones del hipocampo y el tratamiento con daidzeína logró la reducción de la apoptosis -muerte celular- y gliosis -proliferación de astrocitos y microglia en regiones lesionadas del sistema nervioso central- en esa área del cerebro, a la vez que aumentó la proliferación de células.

“Estos efectos se asociaron a una reducción del aumento de peso; una mejora de la tolerancia a la glucosa; una disminución del colesterol, la insulina y la testosterona; y un aumento de los niveles plasmáticos de leptina”, han explicado los doctores Juan Suárez y Fernando Rodríguez de Fonseca.

Y es que, tanto la obesidad como las grasas saturadas se consideran factores determinantes de una lesión directa en el cerebro. Por ejemplo, está demostrado que la modulación de la dieta o el ejercicio físico pueden influir en los niveles de neurogénesis adulta. Así, en la obesidad, la regeneración neuronal, dependiente de la neurogénesis adulta, se deteriora notablemente.

Además, se sabe que hormonas como los estrógenos son capaces de restaurar este deterioro, aunque su uso estaría restringido. En este sentido, la administración de isoflavonas puede imitar los efectos regeneradores observados tras la administración de estrógenos, a la vez que genera efectos metabólicos beneficiosos y ayuda a reducir la obesidad.

De hecho, recientemente, el mismo grupo de investigación publicó un estudio que demuestra que la administración de isoflavonas restaura los niveles de neurogénesis en el hipocampo que la obesidad había deteriorado. Por ello, los expertos creen que es “factible” pensar que este efecto beneficioso sobre la neurogénesis podría asociarse a la mejora de los deterioros emocionales y cognitivos descritos en pacientes obesos.

“Los beneficios observados sobre la salud relacionados con el consumo de soja se han asociado a su contenido en isoflavonas, cuyas propiedades farmacológicas como agentes antiobesidad están surgiendo. Además, al presentar potentes poderes antioxidantes, comparables incluso a los de la vitamina E, investigaciones en varias áreas del cuidado de la salud muestran que el consumo de isoflavonas puede jugar un papel importante en la disminución del riesgo de contraer diversas enfermedades”.

“Está probado que alivian los síntomas de la menopausia, reducen el riesgo de enfermedades del corazón, mejoran la salud ósea y realizan una acción antitumoral y anticancerígena”, han zanjado los expertos.

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Tres de cada cuatro españoles tienen molestias digestivas

El ritmo de vida actual, a menudo acompañado de estrés, una dieta inadecuada, el sedentarismo y otros hábitos poco saludables, suelen tener consecuencias sobre el ritmo intestinal. Molestias como la pesadez, el estreñimiento, la sensación de hinchazón o los gases, que afectan a más de un 75% de españoles, podrían resolverse con unos sencillos cambios en los hábitos higiénico-dietéticos, que ayudarán a mejorar no sólo la salud de nuestro aparato digestivo, sino nuestro bienestar general.

Entre los desórdenes digestivos, el estreñimiento es uno de los más prevalentes en nuestro país, tanto en adultos como en niños: afecta al 12-20% de la población, principalmente mujeres -que son el doble de prevalentes que los hombres- y a mayores de 65 años -el triple de frecuencia frente a personas jóvenes-, según datos de la Guía Práctica de Actuación Diagnóstico-Terapéutica en Estreñimiento Crónico de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD).

“Aunque no es una dolencia grave, el estreñimiento puede tener repercusiones sobre la calidad de vida ya que, con frecuencia, las manifestaciones intestinales se asocian a molestias”, explica el Dr. Miguel Mínguez, del Servicio de Medicina Digestiva del Hospital Clínico Universitario – Universitat de València.

Identificar el estreñimiento a tiempo

Muchas de las personas con este síntoma a menudo esperan que se solucione con el tiempo. De hecho, el 60% de la población que se considera estreñida nunca ha consultado a un médico por este motivo, tal y como subraya la nueva guía publicada por la FEAD. Este documento aporta a los profesionales de la salud y a la población general pautas para el cuidado del estreñimiento, el buen funcionamiento del aparato digestivo y el bienestar.

Identificar a tiempo el estreñimiento es clave, más aún si se tiene en cuenta que, en la mayoría de ocasiones, este síntoma puede solucionarse adoptando un estilo de vida saludable, centrado en una alimentación equilibrada. Dado que un elevado porcentaje de personas no expresan la existencia de estreñimiento, la nueva guía señala la importancia de la concienciación de la población sobre estas molestias dentro de la rutina habitual de la visita, para poder pautar una serie de recomendaciones. Esto permitirá descartar, además, que el estreñimiento se deba a otras complicaciones de la salud o a efectos secundarios de algunos fármacos.

Alimentación equilibrada, medida fundamental

En palabras del Dr. Mínguez, “las medidas iniciales y más importantes en el abordaje del estreñimiento deben empezar por una información minuciosa por parte del médico de las características benignas del mismo”. A partir de aquí, unos sencillos cambios en los hábitos de vida pueden resultar muy efectivos para ayudar a mantener la salud digestiva ya que “la causa más frecuente de estreñimiento es una alimentación inadecuada”, subraya el experto.

Se debe hacer especial énfasis, además de en la ingesta de frutas y verduras, en la toma complementaria de fibra dietética específica, como el salvado de trigo o el pan de centeno, ya que disminuye la dificultad de las defecaciones e incrementan su frecuencia, en especial si se asocia a un consumo mínimo diario de dos litros de agua.

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El consumo de grasa saturada engorda menos si se hace ordenadamente

El grupo de investigación, coordinado por el profesor de la Universidad CEU San Pablo, Mariano Ruiz Gayo, ha demostrado en ratones que el consumo de grasa saturada engorda menos si se hace de una manera ordenada.

Concretamente, el objetivo de esta investigación, financiada por el Ministerio de Economía y Competitividad a través del Plan Nacional I+D+I y que durará hasta el 2016, ha sido caracterizar la influencia del ritmo circadiano de la ingesta en el desarrollo de la obesidad.

Para ello, Ruiz Gayo y su equipo han estudiado el paralelismo que hay entre la distribución de las comidas en ciclos de 24 horas y el desarrollo de obesidad. De esta forma, han descubierto que este tipo de dietas desajusta el patrón de las comidas de forma que los animales abandonan su conducta “normal” -una ración al principio de la noche y otra al final- para pasar a comer pequeñas cantidades repartidas a lo largo de todo el día.

Además, la alteración de la conducta alimentaria ocurre de forma paralela a un aumento del peso corporal que conduce al desarrollo de obesidad. Y es que, cuando a los ratones se les obliga a seguir un patrón de comida “ordenado”, los animales pierden peso, aunque la composición de su dieta siga siendo la misma.

Asimismo, en este estudio los investigadores han analizado también las variaciones circadianas de expresión de genes y actividad de enzimas implicados en el mantenimiento de los ritmos circadianos y del metabolismo energético.

Por tanto, esta investigación, llevada a cabo íntegramente en ratones, pretende dar soporte bioquímico a la influencia, ya conocida, de los desórdenes del ritmo circadiano de la ingesta como una de las causas de la obesidad humana. El desarrollo de terapias conductuales y, eventualmente, farmacológicas pasa necesariamente por el conocimiento de estos aspectos.

El proyecto cuenta también con la colaboración de centros especializados como el servicio de Endocrinología del Hospital del Niño Jesús de Madrid, el Instituto Pluridisciplinar de la Universidad Complutense y la Universidad de Toulouse.

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Caminar 15 minutos después de las comidas puede proteger de la diabetes tipo 2

Un paseo de 15 minutos después de cada comida parece ayudar a las personas mayores a regular los niveles de azúcar en la sangre y podría reducir su riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública y Servicios de Salud (SPHHS, en sus siglas en inglés) de la Universidad George Washington, en Estados Unidos.

El estudio, publicado en Diabetes Care, detectó que tres caminatas cortas después de las comidas fueron igual de efectivas para reducir el azúcar en sangre durante 24 horas que 45 minutos a pie a un ritmo entre suave y moderado. Por otra parte, caminar tras la comida resulta significativamente más eficaz que un paseo duradero en la reducción de azúcar en la sangre de hasta tres horas después de la cena.

“Estos resultados son una buena noticia para las personas de 70 y 80 años que pueden sentirse más capaces de participar en la actividad física intermitente a diario, sobre todo si las caminatas cortas se pueden combinar con recados o pasear al perro”, subrayó la autora principal del estudio, Loretta DiPietro, directora del Departamento de Ciencias del Ejercicio de SPHHS.

“Las contracciones musculares relacionadas con caminatas cortas resultan inmediatamente eficaces contra las elevaciones de azúcar en sangre, potencialmente dañinas, que se producen tras las comidas y que se observan comúnmente en las personas mayores”, explicó. Así, entiende que estos resultados, si se confirman en otros estudios, podrían dar lugar a una estrategia preventiva de bajo coste para una condición prediabética que podría, con el tiempo, convertirse en diabetes tipo 2.

Se estima que 79 millones de estadounidenses registran prediabetes, pero la mayoría no tienen idea de que están en riesgo. Otras investigaciones han sugerido que la pérdida de peso y el ejercicio pueden prevenir la diabetes tipo 2, pero éste es el primer estudio que examina sesiones cortas de actividad física programadas en todo el periodo de riesgo después de las comidas, un momento en el que el azúcar en la sangre puede aumentar rápidamente y causar daños.

DiPietro y sus colegas reclutaron a diez personas de 60 años o más que estaban sanos, pero en riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 debido a los niveles más altos de lo normal de la glucemia en ayunas y los niveles insuficientes de actividad física. Las personas mayores pueden ser particularmente susceptibles a las deficiencias en el control de azúcar en la sangre después de las comidas debido a la resistencia a la insulina en los músculos y a una secreción de insulina lenta o baja del páncreas.

“Después de la comida, el alto contenido de azúcar en sangre es un factor de riesgo clave en la progresión de la intolerancia a la glucosa (prediabetes), a la diabetes tipo 2 y la enfermedad cardiovascular”, alertó DiPietro.

Los participantes completaron tres protocolos de ejercicios ordenados aleatoriamente espaciados en cuatro semanas, tomaron comidas estandarizadas y sus niveles de azúcar en sangre se midieron continuamente durante cada estadío de 48 horas.

El equipo observó que el momento más efectivo para ir a dar un paseo después de la comida fue después de la cena. El aumento exagerado de azúcar en la sangre después de esta comida a menudo dura hasta bien entrada la noche y primera hora de la mañana y esto se frenó significativamente en cuanto los participantes comenzaron a caminar en la cinta, destacó DiPietro.

La mayoría de la gente ingiere una gran cantidad de comida durante la tarde o la cena y luego se echan una siesta o ven la televisión. “Eso es lo peor que puede hacer -dijo DiPietro-. Se debe digerir menos cantidad y luego salir y moverse”. Una caminata cronometrada tras una gran cena es especialmente importante, ya que esta investigación sugiere que el aumento del azúcar en sangre después de la cena es un factor determinante de los niveles de glucosa excesivos en 24 horas, asegura DiPietro.

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Etiquetar la biodiversidad como un código de barras ADN, ¿es el futuro?

¿Es necesario etiquetar los seres vivos?

Parece que hay 14 millones de especies en el planeta y algunas están desapareciendo, por ello es importante que se conozcan antes de que desaparezcan y se pueda poner remedio.

Número de especies

Desde finales del siglo pasado se discutió mucho si el número de especies del planeta se puede estimar usando parámetros relacionados. Hay un texto llamado Global Biodiversity Assessment y también la revista Nature decidió hacer un insight para englobar todos los números relativos a las cantidades. Uno de los que trabajo es de David Hawksworth y su cálculo era relativo a los hongos.

Nature en el año 1995 publicó -que es aceptable todavía – datos que dicen que entre insectos y arácnidos hay 10 millones de especies. Las algas y plantas representan unas 300.000 especies cada grupo y los mamíferos son casi inexistentes.

Los grandes números están en insectos, arácnidos y hongos, y es en esos grupos donde probablemente vamos a obtener los máximos rendimientos para la humanidad.

¿Para qué identificar a las especies?

Porque hay determinadas conexiones entre grupos que lo hace inevitable, pero también porque están ahí. En particular en el mundo de los físicos nunca se plantean si hay que estudiar las estrellas, y hay muchísimas. Tampoco nadie se plantea si hay que nombrarlas. Pero nos cuestionamos estudiar o no las especies del planeta.

Pero además es necesario el conocimiento preciso de las especies tradicionalmente útiles en farmacia, medicina y agricultura.

Utilidad en diversos campos

Entre ellos:

-En Medicina se usa la identificación del germen o del vector para poder hacer tratamientos eficaces. En Medicina Forense en países con una jurisprudencia muy avanzada como el Reino Unido, que está basada en la identificación de materiales biológicos, resulta una prueba directa en casos criminalistas.

-En agricultura no hay control biológico que se pueda hacer si no se conocen las especies gérmenes y los vectores.

-En protección de los consumidores para identificación y detección de fraude.

-Para el conocimiento de los indicadores de calidad ambiental: tenemos que actuar por datos inferidos por las especies que habitan en determinados ecosistemas que pueden resultar dañados o alterados por determinadas condiciones ambientales.

-Por supuesto en la investigación básica.

-Y también para preservar las especies hay que conocerlas.

Medicina

Cuando apareció el sida como pandemia se hablaba de neumonía atípica causada por Pneumocystis. En un principio se dijo que se trataba de un protozoo que provocaba esta neumonía en los pacientes inmunodeprimidos, pero resultó que Pneumocystis es un hongo. Y en cuanto se le reconoció como un hongo se le pudo atacar como un hongo y, así, el tratamiento resultó eficiente.

Hay que reconocer los linajes de lo que se identifica porque si no seremos torpes. Más con las identificaciones relacionadas con el mundo de la Medicina.

Las enfermedades nosocomiales -que vienen en gran número de los hospitales americanos, del mundo rico al pobre- se deben a los gérmenes que proliferan en los hospitales. Y una buena parte de las enfermedades nosocomiales son por hongos.

Patricia Wiltshire, micóloga palinóloga que se dedica a la identificación por pólenes y esporas de diversos ambientes, ha hecho un enorme avance en relación con la Criminología, la Medicina Forense y la Palinología.

Los hongos son el gran mundo del futuro. Si hay un millón y medio de especies, sólo se conocen el 10% y de los 20 fármacos más vendidos en el mundo, seis son procedentes de hongos. Todos los antibióticos y las estatinas proceden de hongos. Los organismos muy sencillos son muy difíciles de identificar, tienen pocos caracteres morfológicos.

Bunker de las semillas

En agricultura cada vez se pone más de moda hablar del bunker de las semillas que está en el Polo Norte, donde se están fabricando bancos de germoplasma en prevención al cambio climático y al agotamiento de determinados linajes por las razones que fueren.

En España sólo hay un banco importante de semillas, el de la Universidad Politécnica de Madrid.

Control del fraude

Hace 5-10 años en América se puso de moda en algunos universitarios ir tomando muestras de pescado en pescaderías y haciendo la identificación por ADN, y se encontró un nivel de fraude enorme. Después hubo una protesta judicial y se llegó a un pacto con las asociaciones de consumidores y comerciantes.

Calidad ambiental

Hay organismos que detectan márgenes de calidad química del aire, sobre todo cuando se habla de contaminantes ácidos, por ejemplo los líquenes y algunos biofitos.

En base a esto se pueden hacer recomendaciones para, por ejemplo, cambiar las rutas donde se hace deporte por una determinada zona que esté menos contaminada.

Conservación de las especies

Para la conservación de las especies lo primero que hay que hacer es recolectarlas, para eso es importante que atendamos bien a lo que se llama “los puntos calientes de la biodiversidad”, que es necesario conocer mediante expediciones a China, Sudáfrica, Kenia, Marruecos…

La única colección de hongos que existe está en el Reino Unido. Hay hongos que han sido cultivados y se puede acudir a ella para contrastar los ADN que estamos obteniendo.

Los botánicos guardamos las cosas en herbarios en la Universidad y en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Especies crípticas

La catalogación que se venía haciendo hasta ahora de las especies (incluso de primates y fósiles) es insuficiente por muchas razones.

Linneo y otros botánicos se ha basado siempre en los caracteres vegetativos para acudir a la identificación. Determinados organismos tienen muchos caracteres (frutos, hojas, tronco) y es fácil ver las diferencias entre las especies. Sin embargo, los hongos tienen pocos caracteres (las esporas). Además hay hongos que pasan por distintas fases a lo largo de su ciclo biológico. Hay que recurrir a un especialista cada vez que se ha de nombrar algo: micólogo, liquenólogo, etc.

En los últimos 10-15 años se está viendo que en todos los linajes vivos hay lo que llama especies crípticas con un camino evolutivo completamente peculiar definido y claro, y que sin embargo son muy distintas de otras cuyo aspecto es exactamente el mismo que tienen otro camino evolutivo distinto y que no tienen nada que ver con el anterior.

Si el objetivo es detectar productos naturales de importancia para Cosmética o Medicina (nuestro grupo está estudiando antioxidantes) hay que saber dónde hay que buscar los productos naturales y si tienen esas propiedades que se intuyen. Hay que tener claro que a veces la experimentación fracasa porque se está considerando que dos especies son idénticas y resulta que no lo son.

A veces los especialistas nos volvemos locos para encontrar los caracteres crípticos que nos digan si una especie es críptica o subcríptica, si son muy parecidas o sólo un poco. Por ejemplo los Aspergillus son 250 especies distintas, algunas muy peligrosas porque producen aflatoxinas, otras responsables de las infecciones nosocomiales y otras inofensivas. Lo mismo sucede con los Penicillium, de las 150 especies se saca un antibiótico o se fermenta un queso. Además cuando se cultivan los hongos según el medio de cultivo sale un hongo distinto.

También tenemos el ejemplo de una mariposa (publicado en PNAS) que son cuatro especies distintas pero morfológicamente no podemos identificarlas. Y lo mismo con el pez raya que tiene como mínimo 5 especies pero no todas saben igual, una es una especie criptica (además muy amenazada) y cuando se va al mercado lo venden todo al mismo precio. Eso es un fraude.

Identificación molecular

Las semillas son el futuro de la biodiversidad del mundo vegetal, pero ¿quién garantiza que una semilla de un trigo es exacta a la de otro trigo? Nadie por mucho que estén perfectamente preservadas sino somos capaces de incorporar las nuevas tecnologías al estudio de la biodiversidad. Lo más difícil en estos casos resulta ser el manejo de los programas informáticos para explotar la información.

Identificación molecular y código de barras no son cosas exactamente iguales. La identificación molecular de las especies da caracteres para distinguir las especies, caracteres genómicos, y la capacidad de engaño del genoma es relativa. Si se combinan varios genes la capacidad de engaño es mínima.

Cladograma

La forma de trabajar es sencilla: se ponen los caracteres en una matriz y los organismos en la combinante de la matriz y se obtiene una matriz binaria -o no-, y un resultado que es cladograma. Lo que está más próximo es lo que más se parece entre sí, pero como se usan caracteres genómicos lo que más se parece entre sí es, además, lo que está mas emparentado y por tanto es lo que pertenece a linajes mas próximos. No hay posible confusión.

Nombrar y contar especies, y situarla en el árbol de la vida es lo que tratan de hacer los taxónomos desde hace mucho tiempo pero sin la tecnología adecuada. Por ejemplo, volviendo a las mariposas el ADN nos destaca con toda claridad que son cuatro especies. Es decir, el progreso metodológico y el progreso cladístico nos ha llevado, junto con el uso correcto de caracteres moleculares, a poder decir cosas.

Código de barras

La clave para identificar bien (los que no son especialistas) la va a tener el código de barras. Mientras los europeos y americanos discutimos sobre qué hacer con el código de barras de ADN, los chinos desde hace un tiempo lo usan y empezaron en distintos grupos a hacer etiquetas moleculares para catalogar casi mil especies de plantas de interés farmacéutico, todas las de la farmacopea.

Mientras tanto los europeos estamos discutiendo sobre si este código de barras tiene que tener unos segmentos de ADN determinados y cuáles. En animales ya está claro que tienen que ser los coxs (cytochrome oxidase); en plants tienen que ser its (internal transcribed spacer) y coxs; y en hongos, its y otros varios.

Hay algunos problemas obvios con la delimitación de linajes, pero se avanza. Y el otro problema es con el cuánto hay que etiquetar.

Por último decir que efectivamente sí hay que hacer códigos de barras y no hay que dejar de identificar, prospectar, atender a las colecciones.

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Gastronomía en las dietas de adelgazamiento

Objetivos de una dieta

Los objetivos de una dieta para adelgazar no son sólo la pérdida de peso sino también hay que proporcionar una mejora en la calidad de vida, física y psíquica. Para ello no vale cualquier dieta sino que hay que dar todos los nutrientes que necesite según sus características y con un equilibrio en su composición.

La dieta debe adecuarse a las circunstancias del individuo: personales, laborales (si trabaja y come fuera de casa) y sociales. Y una vez se llega al peso adecuado hay que pasar a una fase de estabilización. No hay que pasar de golpe de la dieta a comer de manera normal, sino que debe ser gradual. Para ello hay que conseguir que el paciente se adhiera a la propuesta nutricional que le hacemos. Y una vez haya finalizado que siga pensando que esa es la manera adecuada de comer. Además durante el periodo que ha durado el tratamiento consiguen conocimientos de Dietética.

Todo esto implica una motivación psicológica. El paciente debe querer realizar el tratamiento completo con perseverancia, constancia y feedback médico-paciente para continuar hasta el final a pesar de todas las tentaciones.

Para conseguir estos objetivos la gastronomía puede suponer un refuerzo importante.

Dieta Gastronómica

La Dieta Gastronómica es una dieta en la que se proponen platos atractivos y apetitosos, indicando el modo de elaborarlos y habiendo modificado, en muchos casos, el modo tradicional de confeccionarlos. Un ejemplo es el cocido que si se cuece el día anterior, el caldo se pone a enfriar y se desgrasa fácilmente porque se solidifica -de esa manera se aligera el cocido-.

Con la Gastronomía incorporada a la dieta se le enseña al paciente a alimentarse de forma correcta y placentera, lo cual es un gran aliciente -porque la comida implica, además de nutrirse, disfrutar-. Por otro lado, el paciente no se ve obligado a renunciar de forma radical a sus preferencias y hábitos (por ejemplo puede tomar palomitas, vino, chocolate, cerveza, etc. de forma moderada).

También se facilita la adhesión al tratamiento al incluir un planning detallado y se aprende a elaborar recetas sabrosas y equilibradas que incorporará a su rutina tras finalizar el tratamiento.

La Dieta Gastronómica hace que el paciente comience una nueva semana de régimen con ilusión, gracias a la novedad y al disfrute de los platos.

Resultados de una Dieta Gastronómica frente a otras

Respecto a la pérdida de peso se puede conseguir del mismo modo con ambas, pero las posibilidades de que termine el tratamiento son mayores con la Gastronómica. Se va perdiendo peso, se van conociendo más platos apetecibles y se van acostumbrando.

Tanto para el equilibrio en su composición como para el aporte suficiente de nutrientes ambas pueden estar equilibradas y aportar todos los nutrientes necesarios, pero el paciente está más motivado y es más fácil que realice un aprendizaje con la Gastronómica.

Adecuación a las circunstancias laborales

Hay que saber si come o no fuera de su domicilio, cuántos días de la semana, si es en un restaurante, catering de empresa o tupper.

Si come fuera habrá que asesorarle. En los restaurantes la oferta vegetal suele ser limitada o muy grasa, y la única opción al final es la ensalada o la parrillada de verduras. Habría que concienciar a los restauradores y asesorarles para hacer una oferta gastronómica correcta.

Si se llevan un tupper los pacientes pueden elaborar menús que no les lleven mucho tiempo de preparación y que sean atractivos y sabrosos.

Adecuación a las circunstancias sociales

Si se organiza un evento en casa habrá que proporcionarle un menú que pueda presentar al resto de los comensales y que resulte altamente apetecible.

Estabilizar el peso alcanzado

Con la Dieta Gastronómica, al haber más posibilidades de que continúe hasta el final, será más factible llegar a esta fase del tratamiento. En este punto, hay pacientes que han alcanzado su peso y muchos abandonan antes de la fase de estabilización para volver a comer como lo hacía previamente. Es evidente que con la dieta gastronómica habrá aprendido a elaborar multitud de platos que le habrán gustado tanto a él como a su entorno y los seguirá preparando. Esto facilita mucho nuestro objetivo.

También es necesario saber si el paciente vive solo o no, para elaborar una lista de la compra razonable. Si son varias personas lo mejor es conseguir un menú para toda la familia, y así se influye en todo el entorno.

Educar al paciente en la forma adecuada de alimentarse

Al haber sido capaz de disfrutar al tiempo que ha estado tratándose, ha ido realizando un aprendizaje sobre las pautas correctas de alimentación. Si la dieta no le ha gustado a la hora de comer, retornará a sus antiguos menús.

Motivación psicológica

El paciente debe querer realizar el tratamiento completo. Aparte de las habilidades del médico tanto en un caso como en otro, la gastronomía será un refuerzo en este sentido porque se hace más llevadero.

Ejemplos de RECETAS

Ensalada de tomate con achicoria, manzana y gambas

Ingredientes:

-Tomate (200 g)

-Manzanas (100 g)

-Gambas (100 g)

-Achicoria (100 g)

-1 Cucharada Sopera de Aceite de oliva (12 g)

Elaboración:

La achicoria (lechuga roja) se puede sustituir por hoja de roble o mezcla de lechugas.

Tomate y manzana en dados.

Las gambas (peso peladas).

Aliñar con una cucharada de aceite, vinagre, mostaza y sal.

Crema de aguacate

Ingredientes:

-Puerros (150 g)

-Aguacate (75 g)

-Zanahorias (75 g)

-Cebollas (50 g)

-Salmón ahumado (40 g)

-Una cucharadita de aceite de oliva (5 g)

Elaboración:

En una cucharadita de aceite se rehoga el puerro en rodajas y chalota picada (en su defecto, cebolleta); después se añade la zanahoria en rodajas y caldo desgrasado.

Cocer hasta que esté blando y triturar con el aguacate.

Se sirve con unas hojas de albahaca y salmón ahumado picado.

Hamburguesa con salsa de tomate

Ingredientes:

-Ternera magra (120 g)

-Tomate (100 g)

-Cebollas (40 g)

-½ Huevo (30 g)

-Una cucharadita de aceite de oliva (5 g)

Elaboración:

Se mezcla la carne picada con medio huevo, perejil y sal y se hace la hamburguesa con una cucharadita de aceite.

El tomate se cuece con la cebolla picada, sal, laurel y orégano.

Se tritura y se echa sobre la hamburguesa.

Lubina con tomate berros y almejas

Ingredientes:

-Tomate (250 g)

-Lubina (200 g)

-Berro (100 g)

-Almejas Frescas (100 g)

-Cebollas (50 g)

-1 cucharada sopera de tomate frito (12 g)

-1 cucharada sopera de Aceite de oliva (12 g)

-½ vaso pequeño de vino blanco (12 g)

Elaboración:

En una cucharada de aceite se rehoga la cebolla picada, añadiendo una cucharada de tomate frito y un poco de vino blanco.

Se echan las almejas (también se pueden usar de lata o berberechos) y cuando abran se vierte sobre la lubina, sazonando.

Se hornea (o bien al microondas) y se sirve acompañada de tomate y berro.

Helado de chocolate

Ingredientes:

-Cuajada de vaca (60 g)

-Chocolate amargo (30 g)

-Una cucharadita de azúcar (5 g)

Elaboración:

El chocolate se calienta con un poco de agua y una cucharadita de azúcar hasta que funda.

Se bate con media cuajada y se congela.

Si es necesario, se completa con edulcorante artificial.

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Agua, ¿embotellada o del grifo?

Con motivo del 33º Congreso Nacional de SEMFYC (Sociedad Española de Médicos de Familia y Comunitaria), el Dr. Francisco Maraver, Presidente del Comité Científico del IIAS y Profesor Titular de la Cátedra de Hidrología Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, impartió la ponencia “Diferencias entre el agua del grifo y el agua envasada”.

Durante esta ponencia, el Dr. Maraver ha expuesto los distintos aspectos que diferencian al agua envasada del agua del grifo, dos productos completamente distintos pero complementarios.

En primer lugar, el Dr. Maraver, ha recordado que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), en sus opiniones científicas de 2010, recalca la importancia del agua de bebida como elemento nutritivo. Sin embargo, la normativa que rige las aguas potables ordinarias o del grifo, (RD 140/2.003, de 7 de febrero), se basa más “en términos de seguridad y salubridad para el consumidor que en sus valores nutricionales”, ya que independientemente de su origen, en la mayoría superficial (ríos, embalses, desaladoras), su contenido mineral y sus características físico-químicas no son constantes, pues les afectan condicionantes externos como el régimen de lluvias, los vientos o la temperatura, entre otros.

Además, en las plantas potabilizadoras y desaladoras, éstas son sometidas a diferentes tratamientos: correctores de pH, fluoración, coagulantes/floculantes, filtración, desinfectantes/oxidantes, inhibidores de la corrosión, adsorbentes, agentes reductores, algicidas (Orden SCO/3.719/2.005, de 21 de noviembre). Por tanto, nunca tendremos la certeza de que el agua del grifo que se ingiere hoy sea idéntica a la de hace 60, 90 ó 180 días.

Para el Dr. Maraver, atendiendo a estas premisas, “no es razonable equiparar las aguas de grifo con las aguas minerales naturales envasadas. Estas últimas se rigen por el Real Decreto 1.798/2.010, de 30 de diciembre y se caracterizan porque, además de ser bacteriológicamente sanas, tienen su origen en un estrato subterráneo; esto las distingue de las restantes aguas potables, ya que su naturaleza se mantiene invariable en el tiempo, al no afectarles condicionamientos externos y debiéndose por ley, proteger la pureza original del acuífero contra todo riesgo de contaminación. Además, el envasado de las aguas minerales se hace a pie de manantial sin sufrir ningún tratamiento químico ni microbiológico, ya que son sanas y puras en origen. Por todo ello, a la pregunta de si el agua mineral natural y el agua del grifo son lo mismo, la respuesta es no, sin duda no”.

Por tanto, el agua del grifo es un servicio público al que todo ciudadano tiene derecho y en cuya calidad debe trabajar y asegurar la Administración mientras que, por su parte, las aguas minerales son un producto alimentario y se rigen por una legislación específica y distinta de las aguas de consumo público.

Igualmente, el Presidente del Comité Científico del IIAS, ha destacado la trascendencia del agua mineral natural como alimento nutritivo básico, que nos aporta una composición constante en minerales con posibles efectos beneficiosos para nuestra salud y muy útil para segmentos concretos de la población.

Conoce los valores de las aguas minerales naturales

El IIAS, en su labor de informar sobre las características y propiedades de las aguas minerales, quiere recordar que las aguas minerales naturales:

· proceden de acuíferos subterráneos y están protegidas de cualquier tipo de contaminación;

· llegan a nosotros envasadas con la misma pureza que presentan en el manantial;

· son sanas desde su origen, por eso no requieren de ningún tratamiento químico ni microbiológico para su consumo;

· tienen una composición constante en minerales que podemos leer en sus etiquetas, por eso siempre sabemos lo que bebemos;

· su composición mineral depende de las rocas por donde se filtran de forma natural, así como el tiempo, profundidad y temperatura de su recorrido en el subsuelo;

· se comienzan a envasar debido al auge de los balnearios de los siglos XIX y XX y a la demanda de los consumidores de seguir beneficiándose de los efectos beneficiosos de estas aguas en sus casas;

· gracias a su envasado a pie de manantial se consigue que el producto llegue a nosotros tal cual se encuentra en la naturaleza;

· no hay dos aguas minerales iguales. En España existen más de 100 variedades distintas;

· son una manera saludable de hidratarnos, ya que nuestro cuerpo es en un 60% agua;

· no necesitan nunca ser hervidas para preparar alimentos infantiles, ya que son puras en origen y su pureza se mantiene intacta una vez envasadas;

· son una bebida ideal desde la infancia y, al tratarse de un producto tan sano, natural y que no aporta calorías, su consumo supone un hábito saludable para prevenir el sobrepeso.

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Verdades y mentiras sobre las dietas de adelgazamiento

La dieta que siguen los españoles en la actualidad sólo se adhiere a la mediterránea en menos de un 50 por ciento, según ha señalado Carmen Cuadrado, profesora de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en el marco de la Jornada Verdades y mentiras sobre las dietas de adelgazamiento que han organizado conjuntamente el Instituto Tomás Pascual para la Nutrición y la Salud y la Universidad CEU San Pablo de Madrid.

A su juicio, según señala el Ministerio de Agricultura en su página web, el hábito alimenticio que siguen los españoles tiene una valoración de 4 sobre 9 en cuanto a su adhesión a esta dieta. Por ello, sostiene que “es un error pensar que la dieta española es una dieta mediterránea tradicional”.

Además, afirma que los profesionales sanitarios han “fallado” a la hora de dar el mensaje a la población, ya que se ha obviado en algunas ocasiones que este régimen “es una dieta de combinación de alimentos”. En este sentido, Cuadrado explica que el aceite, que es uno de sus elementos principales, “no es nada por sí solo”, por lo que destaca la importancia “del pan, las legumbres o el tomate”.

No obstante, para ella, la mejor dieta es “la que se puede mantener toda la vida”, debiendo ser ésta “moderada, equilibrada y variada”. Por ello, destierra las denominadas dieta milagro, como por ejemplo “la de las seis semanas”.

Los productos milagro

Otro elemento de debate es el de los productos milagro, los cuales se encuentran en las farmacias y que clasifica en “diuréticos, laxantes y quemagrasas”. En su opinión, éstos “pueden ser interesantes si son prescritos por un médico para determinadas patologías”, pero utilizarlos con fines de adelgazamiento no es recomendable para la salud.

De cualquier forma, sí reconoce que “algunos pueden ayudar como placebo, pero nunca por sí solos, ya que deben estar acompañados de un plan de adelgazamiento y ejercicio”. Aunque indica que como farmacéutica debe denunciar este hecho, también admite que estos profesionales “hacen mucha caja con ellos y ese es el problema”.

En la misma línea se posiciona el dietista y nutricionista Juan Revenga, que afirma que el mal uso de los productos milagro es “un peligro”. Y es que, “la mayor parte de ellos incumple la legislación publicitaria y no tienen que demostrar su eficacia”, algo que sí deben hacer los fármacos.

Ciñéndose a las dietas milagro, el experto manifiesta que éstas son “mitos inabarcables”, entre los que encuentran los regímenes por grupos de alimentos, como “el pan, la fruta o el alcohol”.

En cuanto a las hiperproteicas, Revenga sostiene que están “en la cresta de la ola, aunque bajando un poco”. Sobre éstas subraya que, además de que provocan “efecto yoyó y estrés metabólico”, no hay evidencia científica de que sirvan para adelgazar “a largo plazo”, afirmación por la que recomienda no hacer una dieta de adelgazamiento de este tipo “nunca”.

Hay que planificar lo que se va a comer durante el día

A su juicio, las restricciones de estas dietas desembocan en una vuelta al patrón alimentario inicial, que es el que ha provocado “la ganancia de peso”. Por ello, apuesta por averiguar qué es lo que ha hecho que se haya llegado al sobrepeso o la obesidad “y plantear estrategias de por vida para que no vuelva a suceder”.

De este modo, y aunque asegura que no se ha llegado a un consenso todavía en relación al número de comidas que deben hacerse al día, aconseja -a nivel personal- que las personas organicen su alimentación diaria”. Este hábito “evitará un hambre especial”.

Epidemia de obesidad

Por su parte, el catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo de Madrid, Gregorio Varela, indica que las tasas de sobrepeso y obesidad que hay en España hacen que haya “un semáforo en naranja o rojo”, y es que, según la Encuesta Nacional de Salud, estos problemas afectan “a un 65 por ciento de los hombres adultos, a un 45 por ciento de las mujeres y a uno de cada tres niños”.

Por ello, y porque hace años “no se llegaba al 10 por ciento en los menores”, advierte de cuánto puede crecer esta problemática si no se frena. De ahí la importancia del evento, que ha reunido a más de 300 personas para tratar temas como “qué es lo que hace engordar o adelgazar, cómo ven los padres a sus hijos o las barreras actuales para perder peso”, explica.

Además, se debatió acerca del problema de la no socialización actual que se hace con los alimentos. Para Varela, ya no se come en torno a una mesa y “más del 10 por ciento de las cenas se hacen en el sofá o delante de una pantalla”, lo que hace que las personas se alimenten “sin racionalizar”.

Por último, el director de Proyectos del Instituto Tomás Pascual para la Nutrición y la Salud, Alfonso Perote, expuso la importancia que tiene “la forma de cocinar”. “Ahora el estofado tiene un mínimo de verduras y mucha carne, cuando antes era el revés”, señaló a modo de ejemplo.

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Dietas mágicas y productos de adelgazamiento ayer y hoy: ¿mito o fraude?

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