Especialistas pediátricos permiten que el diagnóstico de la celiaquía sea precoz

La prolongación del periodo de lactancia puede llegar a disminuir en un 60 por ciento el riesgo de ser celiaco, siempre y cuando se introduzca el gluten a partir de los cuatro meses de edad. Esta enfermedad se caracteriza por una intolerancia al gluten y se calcula que uno de cada 80 niños españoles la sufre.

Según explica el presidente de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, Luis Peña, la leche materna contiene un “gran número” de componentes que ayudan y protegen al niño a través de una serie de mecanismos biológicos complejos, incluyendo la creación de defensas de las infecciones y el desarrollo de la tolerancia frente a antígenos alimentarios.

Asimismo, los expertos señalan que los niños celiacos presentan una predisposición genética a la enfermedad por lo que, a su juicio, contar con familiares celiacos constituye un factor de riesgo añadido importante.

En este sentido, aunque la patología puede debutar a lo largo de toda la vida de una persona, datos del estudio REPAC reflejan que la edad media del diagnóstico es de 3,7 años, registrándose el 42 por ciento de los diagnósticos en niños de entre 2 y 6 años. Además, el 70 por ciento de los casos presenta formas denominadas clásicas -con diarrea crónica, pérdida de peso y distensión abdominal-, aunque el síntoma más frecuente en menores de 6 años es la distensión abdominal y, en los mayores, la disminución del apetito y la deficiencia de hierro.

Diagnóstico y tratamiento precoces

Asimismo, los expertos coinciden también en señalar que un diagnóstico y tratamiento precoces pueden evitar problemas a largo plazo como, por ejemplo, la osteoporosis y la osteopenia. Además, pueden contribuir a disminuir el riesgo de desarrollar otras enfermedades autoinmunes asociadas a esta patología.

En este sentido, Peña insiste en que la mejor garantía de un diagnóstico a tiempo y eficaz pasa por garantizar una asistencia especializada. “Es fundamental que los menores sean atendidos por el especialista pediátrico, el único conocedor de los criterios diagnósticos necesarios para ofrecer un correcto manejo de la enfermedad”, indica tras reiterar la importancia del reconocimiento oficial de las especialidades para preservar esa atención de calidad.

Y es que el hecho de que sean especialistas pediátricos los que atienden a los pacientes celiacos ha hecho que se diagnostiquen cada vez más casos, llegando incluso a multiplicar por diez el número de casos con respecto a los años 90 y situando a España entre los países europeos con mayor incidencia en población infantil.

“Estamos en la media europea en número de casos, pero gracias a la formación de nuestros pediatras y a las nuevas técnicas de diagnóstico somos capaces de incrementar la detección, lo que prevendrá múltiples enfermedades en el futuro”, concluye Peña.

Investigan el uso de la nesfatina para controlar el peso, tras demostrar su efecto saciante

Científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) están estudiando las acciones biológicas de una molécula, la nesfatina-1, que ejerce un efecto saciante, ya que podría contribuir al control fisiológico del peso corporal en humanos.

La investigación, que dirige desde Córdoba el Dr. Manuel Tena-Sempere, busca una nueva vía con potencial terapéutico para combatir la obesidad y sus comorbilidades asociadas. Un aspecto que viene reforzado por observaciones en roedores que sugieren que la nesfatina está directamente relacionada con el control de la secreción de insulina y de los niveles de glucosa en sangre, además de tener un papel clave en la maduración y funciones del sistema reproductivo.

“Nuestro grupo ha publicado datos en modelos animales que evidencian la participación de la nesfatina-1 en el control de la pubertad y que sugieren su acción directa en las gónadas”, señala el Dr. Tena-Sempere.

Los estudios experimentales en ratas a las cuales se les suministró nesfatina-1 han demostrado que éstas comieron menos, utilizaron la grasa acumulada y se volvieron más activas.

Además, la nesfatina-1 estimuló la secreción de insulina de las células beta-pancreáticas tanto en ratas como en ratones, produciendo un efecto saciante que podría contribuir al control fisiológico del peso corporal. Esta hipótesis se refuerza con el hecho de que en condiciones de ayuno, la expresión de nesfatina-1 en el hipotálamo disminuye.

La nesfatina es secretada en el hipotálamo y tiene efecto saciante incluso cuando la leptina, la más conocida hormona anorexígena, no ejerce su función por el desarrollo de resistencia a la misma, como ocurre comúnmente en la obesidad.

Si bien la leptina es considerada como la principal señal saciante a nivel periférico, la identificación de las acciones de moléculas como la nesfatina-1 abre nuevas vías en nuestra comprensión de los mecanismos fisiológicos, y eventualmente terapéuticos, de control del peso corporal.

Hoy sabemos que hormonas como la leptina, producida en el tejido adiposo; la grelina, en el tubo digestivo; y la insulina, en el páncreas, juegan un papel crucial en el control de las sensaciones de hambre y saciedad y participan en la regulación del gasto energético del organismo.

Para el Dr. Tena-Sempere esto “tiene interés fisiológico, pero sobre todo farmacológico”, porque estudios en modelos animales han demostrado que los efectos de la nesfatina-1 se producen tanto tras su administración central (intracerebral) como sistémica (oral, parches, etc), lo que permitiría, añade, “emplear la nesfatina-1 en el control del peso en obesidad”.

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Presentación del libro Vive Sano. Hábitos de salud y nutrición desde la escuela

La presentación del libro Vive Sano. Hábitos de salud y nutrición desde la escuela, editado por el Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud en colaboración con el periódico Escuela, tendrá lugar en la Asociación de la Prensa, con la participación del subsecretario del Ministerio de Educación, Fernando Benzo.

En una sociedad cada vez más desequilibrada nutricionalmente y en imparable abandono del patrón de la dieta ideal, la dieta mediterránea, se necesita un referente al que acudir para erradicar los mitos y falsedades que rodean al mundo de la nutrición. El manual Vive Sano. Hábitos de salud y nutrición desde la escuela es una apuesta por la educación integral en hábitos de vida saludable de los escolares, ya que cada día estudios y publicaciones apuntan sobre los más preocupantes trastornos alimentarios de estas tempranas edades de la población: obesidad, diabetes, anorexia o bulimia.

Los hábitos alimenticios de los niños de España han cambiado y también los de los mayores. No se trata sólo de un cambio en los usos culinarios, sino también una modificación en el estilo de vida que tiene mucho que ver con la falta de ejercicio o actividad física. La influencia de padres y educadores, la de otros niños, compañeros y amigos, y la oferta de los comedores escolares son decisivas en la adquisición de hábitos de alimentación saludables.

El libro Vive Sano. Hábitos de salud y nutrición desde la escuela consta de doce capítulos, que tratan temas de tanta actualidad como las alergias e intolerancias alimentarias, la diabetes, la epidemia de la obesidad, los trastornos del comportamiento alimentario, las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas y, con especial atención, los hábitos de vida saludables, el deporte e incluso la cocina y la gastronomía pensadas para los niños.

Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud

Dependiente de la Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara, el Instituto Tomás Pascual Sanz es una entidad sin ánimo de lucro que tiene el mandato de generar y difundir actividades de divulgación, estudio y análisis en los campos de la alimentación, la nutrición, la salud y los hábitos correctos de vida.

El Instituto Tomás Pascual Sanz transmite a la sociedad los valores de una vida saludable, difunde los adelantos tecnológicos relacionados con las ciencias de la salud y promueve el intercambio de información, generando nuevas posibilidades entre los colectivos relevantes y comprometiéndose al máximo con la sociedad científica moderna. El Instituto Tomás Pascual Sanz edita el contenido de estudios y ponencias en una numerosa biblioteca que responde a la creciente demanda sobre temas tan importantes como la nutrición, la seguridad alimentaria o la actividad física.

www.institutotomaspascual.es

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Estado de la nutrición hospitalaria en España. Documento de consenso

En el año 2004 se editó el Libro Blanco de la Desnutrición Clínica en España. Los datos publicados desde 1980 hasta 2003 mostraban una incidencia bastante elevada de desnutrición y datos muy dispares (entre 12 y 87%).

En el estudio europeo EuroOOPS (que también participó España) se destaca que la media de malnutrición al ingreso en un hospital es de un 32,6% y esto se va a asociar con mayores complicaciones, mortalidad y estancia hospitalaria.

La última newsletter que lanzó la Comunidad Europea nos indica que hay en Europa 20 millones de personas en riesgo de malnutrición y casi un 40% de enfermos sufren malnutrición en el hospital. Y en la residencia de ancianos la incidencia puede alcanzar un 60%. Viendo estos datos se decidió hacer un estudio de prevalencia de desnutrición en los hospitales españoles y los costes asociados.

Estudio Predyces

En el estudio Predyces (Prevalencia de la Desnutrición Hospitalaria y Costes Asociados en España) la prevalencia de desnutrición en general es del 23%. Si discriminamos por edad hay grandes diferencias: en los menores de 70 años es de 12,3% pero en los mayores de esa edad es de 37%. Al investigar quienes eran se vio que se trataba de mayores que ingresaban en el hospital con patología médica (no quirúrgica) sobre todo neoplásica, respiratoria y cardiovascular.

Impacto en la estancia media

Los pacientes que ingresan y no presentan marcadores de desnutrición en el cribado inicial ni cuando se da de alta tienen una estancia media de 8 días. El paciente que tiene un marcador de desnutrición al ingreso pero que somos capaces de darle de alta tratando esa malnutrición (además de la patología) tiene una estancia de 3 días más. Pero si el paciente ingresa con algún marcador de malnutrición y lo tiene también al alta, es decir somos capaces de tratar la patología de ingreso pero no la malnutrición, la estancia se prolonga un día más. Y el peor escenario sería que el paciente no llegue malnutrido y se malnutra dentro del hospital, en este caso la estancia se duplica hasta 15 días. La causa es multifactorial, pero hay un estado nutricional que se nos ha escapado y deberíamos trabajar en este sentido.

Impacto en los costes

En Europa se estima que el coste del mal estado nutricional es de 120 billones de euros. En España supone un sobrecoste.

Para la valoración nutricional se uso el NSR al ingreso y al alta. Los enfermos que no tenían desnutrición al ingreso costaban unos 7000 euros los 8 días de estancia, los que no tenían desnutrición al alta 6572. Y los que tenían desnutrición al ingreso costaban 8000 euros (el diferencial es debido a los días de más que estuvieron de estancia). Y los que tenían desnutrición al alta si no tenían desnutrición al principio costaban 6000 euros y si la tenían 9000 euros (el diferencial es mucho más elevado).

Conclusiones del estudio Predyces

-Aproximadamente 1 de cada 4 pacientes ingresados en los hospitales españoles padece de desnutrición.

-Esta condición está especialmente presente en pacientes mayores (más 70 años), que ingresan en servicios médicos con patologías neoplásicas, respiratorias o cardiovasculares.

-La principal consecuencia de la desnutrición es una mayor incidencia de complicaciones, mayor duración de la estancia hospitalaria, y un sobrecoste asociado de hasta el 50% adicional respecto a los pacientes no desnutridos.

-El peor escenario es desnutrirse durante la estancia hospitalaria.

Impacto en la mortalidad

No tenemos datos para poder hablar de mortalidad, pero si tenemos datos del Nutrition Day (Nutrition, hospital food, and in-hospital mortality), en que también participa España. Y también datos de cuidados intensivos.

Los datos globales europeos, si vemos lo que comen en el hospital y lo comparamos con la muerte en el hospital después de 30 días (día de corte, nutrition day), la mortalidad aumenta en relación exponencial e inversa con la ingesta. Si esto lo trasladamos a nuestros hospitales la situación es prácticamente la misma: si comes bien en el hospital la mortalidad va hacia la baja, pero si comes mal en el hospital la mortalidad a los 30 días será más alta.

Consenso multidisciplinar

Ante esta situación la Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral (SENPE) pidió ayuda a una serie de asociaciones de pacientes y profesionales para hacer un consenso e intentar abordar entre todos el tema desde un punto de vista multidisciplinar y multiprofesional.

El documento de consenso es extenso y sus objetivos son establecer recomendaciones sobre la prevención, el diagnóstico precoz, el manejo y establecimiento de medidas de soporte, y evaluar el cumplimento de los tratamiento y su eficacia.

Recomendaciones previas al ingreso

Éstas se subdividen en cribado en el ámbito de atención primaria, de centros geriátricos y en atención primaria y residencias.

En el ámbito de atención primaria se recomienda ampliar las herramientas de cribaje, MUST y MNA SF para los ancianos. En los centros geriátricos se incidió que debía hacerse al ingreso y después con una secuencia menor de 6 meses. Y en el ámbito de atención primaria y residencia se indicó que se hiciese una valoración nutricional cuando el cribado fuese positivo.

Recomendaciones en el ingreso

Hay recomendaciones en el cribado y en el diagnóstico.

Se debe hacer un cribado, con las herramientas que se decidan, a las 24-48 horas del ingreso. Y en el diagnóstico hacer una valoración nutricional completa cuando el cribado sea positivo.

Recomendaciones durante el ingreso

Se recomienda que aunque sea negativo al ingreso hay que reevaluar.

A nivel de diagnóstico hay que usar los criterios de diagnóstico de la SENPE-SEDOM (CIE9) y después hay que hacer un seguimiento si hay desnutrición al alta y recomendamos siempre la codificación para que quede constancia e incluir el diagnóstico de desnutrición en el informe de alta.

El documentó salió publicado en el Boletín Oficial y también en la revista Nutrición Hospitalaria (la revista de la SENPE). Y en el año 2009, dentro de la codificación de la nutrición hospitalaria para el CIE 9 (Clasificación Internacional de Enfermedades) está aceptado.

Recomendaciones para intervención nutricional en pacientes con cribado o valoración nutricional positiva

Hay que valorar la ingesta, calcular los requerimientos, si la ingesta es insuficiente determinar las causas y si es insuficiente hay que enriquecer el menú -hay una amplia oferta de suplementos-, es decir suplementación nutricional si las modificaciones de la dieta no cubren las necesidades.

El siguiente paso es la nutrición enteral (acceso digestivo individualizado), y si ésta está contraindicada o es insuficiente se llega a nutrición parenteral.

Es necesario un plan multiprofesional de soporte nutricional. Monitorizar es muy importante para comprobar la eficacia. Y por último difundir y evaluar periódicamente los procedimientos.

Campaña Más Nutridos

Aprovechando que es el año del mayor con la Fundación Abbot hemos puesto en marcha la campaña Más Nutridos para mayores y enfermos.

Se ha elaborado un hexálogo que pasa por formación, evaluación, tratamiento, monitorizar, registrar y evaluar resultados.

Herramientas nutricionales

Existen muchas herramientas: MUST, NRS 2002, MNA, CONUT, FILNUT, etc.

CONUT (CONtrolling NUTritional status) es española y la usamos en nuestro hospital. Los resultados son buenos y se puede informatizar. Sin embargo la SENPE no ha llegado todavía a recomendar ninguna en concreto.

Otra herramienta en Holanda es SNAQ (Short Nutritional Assessment Questionnaire) con tres versiones: para hospitales, para residencias de ancianos, y para mayores que viven en sus casas. Este cuestionario no incluye el peso (que en determinados pacientes puede variar mucho de un día para otro) pero en enfermos no hospitalizados incluye, por ejemplo, si puede subir 15 escalones, lo que permite valorar la masa magra.

Nuevas evidencias cuestionan la relación directa de la cantidad de colesterol bueno y el riesgo de infarto

Un estudio colaborativo internacional que se publica en la revista The Lancet y que ha contado con la participación de investigadores del IMIM (Instituto de Investigación Hospital del Mar), ha analizado si la relación entre los niveles de colesterol HDL, el llamado comúnmente “colesterol bueno”, y el riesgo de infarto agudo de miocardio es o no causal, utilizando biomarcadores genéticos.

Se habla de relación causal cuando el biomarcador participa directamente en el proceso que desencadena la enfermedad y este estudio ha puesto de manifiesto que la relación entre el colesterol HDL y el riesgo de infarto no es causal. Esta información será de vital importancia a la hora de diseñar nuevos fármacos ya que, al contrario de lo que se creía hasta ahora, aquellos fármacos que aumenten la cantidad de “colesterol bueno” no necesariamente van a reducir el riesgo de infarto.

En el estudio se ha analizado una característica genética que aumenta los niveles del “colesterol bueno” (HDL) sin influir en los niveles de “colesterol malo” (LDL) ni de los triglicéridos. Se ha observado que esta característica aumenta la cantidad de “colesterol bueno” en 2,5 mg/dL y, de acuerdo con los estudios epidemiológicos, esperaríamos una reducción del riesgo de infarto del 13%. No obstante después de estudiar más de 115.000 personas se observa que las personas portadoras de esta característica, que aumenta el “colesterol bueno”, no tienen un menor riesgo de infarto.

Los ensayos clínicos con fármacos y el estudio de algunas enfermedades genéticas, como la hipercolesterolemia familiar, indican que los niveles elevados de “colesterol malo” o LDL forman parte del proceso que causa el infarto de miocardio. Así, los fármacos que reducen los niveles de colesterol LDL también reducen el riesgo de presentar un infarto de miocardio. “Sin embargo, no existe evidencia que apoye la relación causal entre los niveles del colesterol bueno o HDL y el infarto de miocardio. En los ensayos clínicos con fármacos que aumentan los niveles del “colesterol bueno” no se ha observado una disminución del riesgo de presentar infarto de miocardio” explica Roberto Elosua, coordinador del grupo de investigación en epidemiologia y genética cardiovascular del IMIM.

Estos resultados cuestionan la efectividad de las intervenciones con estilos de vida o con fármacos que aumenten los niveles de colesterol HDL. En este sentido se están estudiando aspectos relacionados no con la cantidad de colesterol HDL sino con la calidad de este que puedan estar causalmente asociados con el riesgo de infarto.

De todos modos, comenta Elosua “es importante matizar que los niveles de colesterol HDL sí que son un biomarcador que se asocia con un menor riesgo de infarto, y aunque esta asociación no sea causal sí que es de utilidad en la práctica clínica para estimar el riesgo que una persona tiene de presentar infarto de miocardio en el futuro”.

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Evitar la vida sedentaria y comprobar asiduamente el estado arterial para prevenir la hipertensión

Expertos sanitarios recomiendan evitar las comodidades de la vida sedentaria y comprobar frecuentemente el estado arterial para prevenir el riesgo de padecer hipertensión, una enfermedad silenciosa que generalmente carece de síntomas y puede provocar un ictus, arritmias, insuficiencia cardiaca, un infarto de miocardio o enfermedades cardiovasculares. Por su parte, el doctor José Antonio García Donaire, especialista en Riesgo Cardiovascular en el Hospital USP San Camilo de Madrid, ha advertido de que la hipertensión aparece cada vez antes a consecuencia del estilo de vida actual de las sociedades industriales.

“La prevalencia en España es muy elevada y en todos los países occidentales aparece antes, puesto que tenemos un mayor número de obesos y de personas con estrés, lo que adelanta la aparición de la hipertensión”, ha aclarado.

En concreto, esta enfermedad provoca entre el 40 y el 50 por ciento de las defunciones en los países desarrollados y está íntimamente ligada a la actual forma de vida. Por ello, además de la genética y la obesidad, el sedentarismo y los determinados hábitos alimenticios son las principales causas de padecer esta enfermedad.

Este experto ha asegurado también que regiones en vías de desarrollo, como África, China e India, están registrando un “crecimiento tremendo” de esta problemática así como de diabetes, pues están emulando el estilo de vida occidental.

Enfermedad asintomática

Por otro lado, García Donaire ha lamentado que la hipertensión no produzca síntomas y que “solamente” se pueda tener sospecha de esta problemática “en caso de que las cifras sean muy elevadas: por encima de 170, la máxima, y por encima de 100, la mínima”.

No obstante, ha explicado que, en ciertas ocasiones, puede advertirse de estar ante un fenómeno de estas características, si el individuo experimenta “dolor de cabeza, dificultades para concentrarse, palpitaciones, sudoración o sensación de inquietud”. Asimismo, en ocasiones el sangrado nasal es su primera manifestación.

En este sentido, los expertos recomiendan realizar hábitos higiénico-saludables para reducir el tratamiento farmacológico de la hipertensión como, por ejemplo, perder peso, caminar de 30 a 60 minutos al día y restringir la sal en la dieta. No obstante, en la mayoría de los casos es necesario un tratamiento crónico de por vida.

Adherencia al tratamiento

Por otra parte, García Donaire ha lamentado que menos del 40 por ciento de los hipertensos en tratamiento alcancen los objetivos marcados por su médico y, en este sentido, ha achacado este fenómeno a la falta de adherencia del paciente al tratamiento.

“Es fundamental que el paciente se tome todos los días la medicación, que cumpla con la dieta pobre en sal y con las pautas de ejercicio”, ha insistido este experto, quien ha reconocido que, en ocasiones, el tratamiento farmacológico trae consigo efectos secundarios, “como tos, hinchazón de piernas, diarrea, malestar general, dolor de cabeza o bajadas bruscas de tensión”.

El papel del profesional sanitario también es determinante a la hora de que el afectado cumpla con la medicación. Para ello, tiene que hacer una detección adecuada, una “elección correcta” del tratamiento, ya sea farmacológico o no, y una “evaluación amplia y detenida”. “No se debe conformar con cifras cercanas a la realidad y tiene que insistir en que el paciente alcance los objetivos correctos”, ha precisado.

Comidas bajas en sal

Este experto ha explicado que, entre las primeras pautas a seguir tras ser diagnosticada la enfermedad, se encuentra la de reducir la ingesta de sal en las comidas y la de hacer ejercicio para bajar peso, puesto que, de este modo, la tensión baja. En el caso de tener que seguir un tratamiento farmacológico, ha recomendado administrar los medicamentos de “forma correcta” y a las dosis adecuadas.

En pacientes que no responden al tratamiento, García Donaire ha señalado que existe la técnica de la denervación simpática renal. Se trata de “introducir un catéter por vía endovascular para llegar hasta las arterias renales y emitir radiofrecuencia con la que los “nervios simpáticos” se despeguen de las arterias, por lo que la presión arterial baja”, ha explicado.

Por lo general esta técnica es utilizada, “tras hacer una sectorización de todos los hipertensos”, que suelen ser “el 20 por ciento de los afectados por hipertensión resistente”, ha señalado.

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Los orígenes de la alimentación hospitalaria en el siglo XX

Hospital de beneficencia. Medicina para pobres

A finales del siglo XIX comienza a debatirse en distintos foros en EEUU y Canadá la necesidad de redefinir el modelo asistencial y económico del hospital de beneficencia tradicional.

Hasta la creación de los seguros obligatorios de enfermedad (los Sistemas Nacionales de Salud), después de la Segunda Guerra Mundial, la práctica de la medicina era una práctica comercial donde se atendía a los pacientes no según sus necesidades sino según su capacidad adquisitiva. Es decir había una medicina para ricos y una para pobres. Históricamente el hospital se identificaba con la medicina para pobres.

Las malas condiciones de estos hospitales y su inviabilidad económica eran continuamente denunciadas. Son los administradores de hospital los que de manera más eficaz van a promover un cambio agrupados en la American Hospital Association fundada en 1899, que fue la primera asociación donde se analizó no sólo la medicina que se practicaba en el hospital y su oferta asistencial, sino el hospital en sí como organización humana y material.

Llama la atención el interés demostrado por la asociación en debatir con detalle todas las cuestiones dedicadas al alojamiento; preocupación que podemos entender mejor si tenemos en cuenta que un motor fundamental en el desarrollo de este movimiento hospitalario, que pretendía perfilar el hospital moderno, es lo que un historiador llamó la revolución del paciente privado, es decir la auténtica revolución que supondría para el hospital de beneficencia incorporar a las clases medias.

Había una convicción entre los miembros de la asociación de que el hospital de pobres, público o mantenido por caridad privada, sólo podría sobrevivir si era capaz de crear una oferta atractiva para las clases medias que pagando por acto de servicio médico y alojamiento contribuyeran a su mantenimiento.

Primer Congreso Internacional de Hospitales

Se plantearon dos reuniones internacionales preparatorias del que sería en 1929 el Primer Congreso Internacional de Hospitales. España, que había permanecido al margen de estas reuniones preparatorias, participó en el congreso y significó la presentación del nuevo modelo hospitalario americano a Europa. Los representantes oficiales españoles fueron los que estaban organizando en ese momento la Casa de Salud Valdecillas en Santander.

Aparición de los Departamentos de Dietética

En este contexto general debemos entender la aparición de los departamentos de dietética y la alimentación científica en los hospitales de la primera mitad del siglo XX.

En Canadá y EEUU en los años 30 el departamento de dietética, bajo el control de una dietista, se convirtió en un rasgo distintivo del hospital moderno. ¿Y cómo se justificó la presencia de este nuevo departamento en el hospital? Por razones científicas relacionadas con el desarrollo de la ciencia de la nutrición, pero también por razones económicas. El interés mostrado por los médicos y por la dirección del hospital en los logros científicos de las dietistas fue generalmente de carácter retórico, sin embargo las ventajas económicas de un buen servicio de catering, la satisfacción de los clientes de clase media y un control más eficaz sobre el presupuesto, fueron tenidos en una mayor consideración.

La alimentación hospitalaria también jugó un papel importante en la política sexual de la nueva institución. La comida era un “asunto de mujeres” y la principal mercancía con la que negociar en las estrategias que las mujeres desarrollaron para redefinir espacios de poder en la estructura material y conceptual del hospital moderno.

En 1914 The Modern Hospital, la revista oficial del American Hospital Association, ofrecía una serie de artículos sobre eficacia hospitalaria y en uno de ellos un influyente médico de la asociación, y editor de la revista, abordó los problemas de la alimentación en el hospital. En su artículo se quejaba duramente de la falta de dietistas competentes en EEUU y esbozaba cuál debía de ser el papel de la dietista de hospital. La dietista ideal, desde su punto de vista, sería una mujer a cuyo cargo estarían tres tareas distintas y relacionadas. En primer lugar la de ser capaz de entender las instrucciones dadas por el médico, en segundo lugar ponerlas en práctica en la cocina, y en tercer lugar dar de comer al paciente.

Funciones de la dietista

Sin embargo, en esos mismos años podemos encontrar un relato bien distinto de cuáles eran esas funciones de la dietista ideal si seguimos el ofrecido por las propias dietistas agrupadas desde 1917 en la American Dietetic Association. Según la asociación de dietistas, la dietista era una mujer que idealmente desarrollaría una triple actividad: una labor administrativa sobre el servicio general de comidas, una labor terapéutica con dietas científicamente diseñadas según las necesidades de cada paciente, y una labor educativa dirigida a las estudiantes de Enfermería, Dietética y Medicina.

La estandarización de la formación científica de los dietitas ayudó a asegurar una mayor evaluación de sus servicios en el mundo hospitalario. De hecho, la creciente complejidad del mundo de la nutrición y sus usos terapéuticos fueron una parte importante de la retórica usada por las dietistas para justificar su presencia en el hospital. Sin embargo, el control sobre la provisión de alimentos, su preparación y su distribución fueron los elementos que jugaron una baza más importante en este reconocimiento.

De modo general en los años entre guerras, se pueden reconocer tres localizaciones hospitalarias distintas desde donde las dietistas desarrollaron distintas estrategias para definir su profesión en el mundo del hospital: la cocina dietética, la cocina general y la oficina administrativa.

En los años 30 cuando las dietistas trazan un recuento de su propia historia ven estos tres espacios como una secuencia temporal indicativa de una línea de progreso en sus aspiraciones profesionales.

En los hospitales más grandes con mayor especialización de funciones, las dietistas realizaban su actividad en la cocina dietética, pero este servicio era criticado por las propias profesionales por entender que hablar de cocina dietética en ese momento era un eufemismo de la cocina de los pacientes ricos.

Sobre la labor científica real que las dietistas realizaban es muy ilustrativo el estudio que publicó en 1923 Effie Raitt, dietista y directora del departamento de Home Economics de la Universidad de Washington. Este estudio reflejaba que los médicos trabajaban con las dietistas de cuatro maneras distintas: unos daban sus órdenes sobre dietas especiales en forma de alimentos (por ejemplo especificando si el paciente debía de tomar leche, cereales, carne, etc.); otros lo hacían especificando sus componentes (cantidad de proteínas, carbohidratos, etc.); otros recomendaban dietas ya establecidas (dieta líquida, dieta sin sal, etc.); y por último, otros indicaban a la dietista el diagnóstico del paciente y le pedían que diseñase la dieta más adecuada. Esta última era la opción menos utilizada y la recomendación de dietas ya establecidas era el procedimiento normal.

Ante las dificultades para poner en práctica su formación científica en la cocina dietética las dietistas buscaron nuevos caminos que justificasen su posición en el hospital. Y así las puertas de la cocina dietética se abrieron a las de la cocina general.

Se habla del hospital como una empresa y se perfila la dietista como la mujer que con una planificación científica de las comidas va a ser capaz de garantizar la satisfacción del cliente y conseguir un beneficio para la economía del hospital, cocinando más barato y reduciendo el despilfarro de las sobras. Para la dietista su presencia en la cocina general significaba asegurarse una posición más relevante en la organización hospitalaria. Desde la cocina general insistieron en que su tarea sólo podría ser realizada adecuadamente si una dietista como directora del departamento de nutrición tuviera poder para controlar todos los aspectos de intendencia, desde la compra de provisiones hasta la eliminación de basuras.

El modelo hospitalario americano, concebido cada vez más como un negocio con el objetivo de atraer a pacientes privados de clases medias, contrastaba con el hospital europeo basado en financiación pública o filantrópica, lo que hace que los temas de alojamiento y atención al pacientes tuvieran planteamientos completamente diferentes.

Una imagen general de estas diferencias puede obtenerse en las páginas de Nosokomeion, la revista de la Asociación Internacional de Hospitales. En su reunión de Viena de 1931 reconoció la necesidad de que el hospital general contase con un departamento de Dietética y estableció un comité permanente de estudios sobre dietética hospitalaria en el seno de la asociación. No todos los miembros de la asociación estaban de acuerdo en que existiera un departamento de dietética con una dietista a la cabeza y que además cumpliera una triple función administrativa, terapéutica y docente. El objetivo fundamental que perseguía el comité de alimentación de la Asociación Internacional de Hospitales era lograr el reconocimiento de la ciencia de la nutrición y de su valor terapéutico en la práctica hospitalaria, es decir equiparar la terapia a través de la alimentación a la farmacoterapia y otras terapias. Y lo que se buscaba es que el control estuviese en manos de los médicos lo que aseguraría una mayor presencia de los médicos en la organización administrativa del hospital que estaban siendo desplazados por los administradores hospitalarios.

Casa de Salud Valdecilla

España no fue una excepción en el panorama europeo y la dietista estaba también ausente de la escena hospitalaria. En los años de entre guerras el hospital público español era de beneficencia y se mantenía con financiación estatal o de donaciones. La idea de conseguir una financiación mixta permanecía alejada con una excepción significativa la Casa de Salud Valdecilla de Santander.

Las especiales circunstancias que llevaron a la creación de ese hospital también promovieron un acercamiento novedoso al tema de la alimentación. El análisis de los alimentos consumidos en el hospital formó parte de una nueva visión de la institución y del intento de crear una nueva cultura hospitalaria en España. El proyecto que comenzó en 1926 como la creación de un nuevo hospital de beneficencia que sustituyera al antiguo fue transformado en algo diferente por su principal benefactor Ramón Pelayo, primer marqués de Valdecilla. Bajo la dirección del neuropsiquiatra Wenceslao López Albo el nuevo hospital abrió sus puertas en 1929 prometiendo cumplir cuatro funciones ajenas al hospital de beneficencia tradicional: atención a todas las clases sociales, docencia a médicos internos y enfermeras, investigación clínica y experimental, y labor preventiva. Así nacía con vocación de centro de asistencia sanitaria radicalmente nuevo y exótico en el panorama nacional. Sólo en este contexto puede entenderse por qué y cómo la Casa de Salud Valdecilla adoptó un programa de análisis de alimentos en un país donde la queja habitual era la falta de comida en los hospitales públicos.

En la Casa de Salud la alimentación tuvo un significado doble y complementario. Por un lado un buen servicio de comidas era necesario para promover una nueva imagen de hospital que siendo mixto, público y privado, pretendía financiarse con las apariciones privadas. Por otro lado el análisis de alimentos apoyaba la imagen de una organización hospitalaria diseñada científicamente hasta en los últimos detalles. El diseño científico de la cocina del hospital destacaba como un poderoso agente publicitario. Caracterizada como higiénica y racional por el arquitecto responsable de su diseño, la cocina fue descrita en el mismo tono y las mismas páginas donde cada jefe de departamento describía su servicio médico. La comida desaparecida como un problema administrativo, objeto de escasez y racionamiento, para convertirse en objeto de estudio científico en el laboratorio.

Uno de los rasgos característicos de la Casa de Salud que mayor repercusión tuvo fue la oferta de un programa de especialización de postgrado para jóvenes licenciados, algo inédito en España.

Isabel Torres fue la encargada de llevar a cabo la investigación sobre los alimentos consumidos en la Casa de Salud. Torres solicitó su incorporación al programa de especialización como alumna interna en el servicio de Química. Su CV fue suficiente para conseguir su aceptación, sin embargo su sexo condicionó su adscripción a la Casa y la naturaleza de su proyecto de investigación.

Bajo la dirección del jefe de servicio comenzó a analizar el valor nutricional de la comida consumida como tema de investigación para su tesis doctoral. El objetivo era proveer al médico de una herramienta que pudiera ser usada para establecer una dieta apropiada para los pacientes dentro y fuera del hospital. La investigación de Torres fue de gran interés para el hospital, la nueva alimentación de los pacientes apoyada en sus datos científicos supuso un punto de ruptura con el manejo habitual de la alimentación en los hospitales de beneficencia.

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Comer en la salud y en la enfermedad

Cuando hablamos de salud pensamos sólo en la ausencia de enfermedad pero el concepto de salud es más complicado (estado de bienestar físico, mental y social).

La meta no sólo es aumentar la esperanza de vida sino mejorar sustancialmente la calidad de vida.

Entre la salud y la enfermedad hay un continuo, entre medio hay una zona difícil de delimitar. Lo que está claro es que, sea cual sea nuestra situación, tenemos que alimentarnos correctamente y que no es una tarea fácil porque hay muchos determinantes de salud.

Algunos determinantes de salud como los factores genéticos no los podemos modificar, pero sí podemos actuar sobre el medio ambiente (procurando un entorno más saludable), en el sistema sanitario y, sobre todo, en los estilos de vida.

En este momento el grueso del coste del sistema sanitario se destina a tratar las enfermedades, pero esta situación se debe cambiar e invertir más en modificar los estilos de vida.

Se ha producido un significativo incremento de las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT). La principal causa de muerte es la enfermedad cardiovascular, la segunda es el cáncer, y la obesidad y diabetes como nexo común.

Hay tres factores de riesgo que tienen mayor influencia negativa en las patologías crónicas: el tabaquismo, el sedentarismo y la alimentación inadecuada. Y sabemos que mejores estilos de vida van a asociarse con un óptimo nivel de salud física y mental.

En cuanto a la alimentación tenemos un patrón de referencia, la dieta mediterránea: que sea suficiente (en energía y nutrientes), equilibrada, variada y que se adapte a los requerimientos y condiciones de cada persona. La variedad de alimentos, texturas, colores y sabores nos permite una mejor aceptación de las comidas.

Preocupación por la alimentación

La salud es una de las principales preocupaciones de las sociedades desarrolladas. Más del 70% de los consumidores se preocupa más hoy por su alimentación que hace cinco años.

Para el consumidor, la alimentación ha evolucionado desde la supervivencia, el placer, la seguridad, hasta una demanda de salud. Paralelamente, la industria ha pasado por una necesidad de productividad, calidad, seguridad y salud.

Para el consumidor cuenta todo lo que tiene que ver con el placer, el precio, el tiempo que lleva conseguirlo y cocinarlo, pero al final lo que más cuenta es el sabor.

Sin embargo la situación puede cambiar, hay estrategias de salud pública y podemos lo conseguir, si somos capaces de informar de forma rigurosa y convincente, si el nivel de educación es alto, si usamos siempre resultados constatables, si hacemos estrategias de difusión y educación continuadas.

Malnutrición relacionada con la enfermedad

En presencia de una enfermedad la situación cambia mucho. Conseguir un equilibrio entre lo que se necesita y lo que se aporta es más complicado que en situación de salud.

Hay unos grupos de riesgo: las personas solas, que consumen drogas, población marginal e inmigrantes, niños y mujeres gestantes, pero sobre todo los enfermos hospitalizados o en instituciones, y los ancianos.

La desnutrición se define como una pérdida de peso involuntaria (superior al 10%, con albúmina sérica inferior a 3,2 g/dl). Y se producen alteraciones anatómicas y funcionales.

Una pérdida de peso rápida del 5 al 10% produce alteraciones funcionales en muchos órganos. Una pérdida de peso entre el 35-40% se asocia con una mortalidad del 50%. Cualquier pérdida de peso en un paciente anciano tiene importancia clínica (incluso un 5 %).

Cuando se hace un ayuno completo la supervivencia está en torno a los 60 días, pero cuando se junta el ayuno -o semiayuno- y la enfermedad los cambios metabólicos hacen que la situación se compense muy mal y aceleramos el proceso hacia la muerte.

Consecuencias de la desnutrición. Pérdida de masa magra y complicaciones

En los niños lo primero que se para es el crecimiento y el desarrollo. Y en general hay alteraciones del sistema de defensa, todo tipo de infecciones y finalmente la muerte.

En primer lugar hay un deterioro del estado mental (apatía y depresión). El paciente pierde el interés por su enfermedad y su vida. Esta debilidad induce una disminución del autocuidado y esto genera una dificultad para comer. Después va afectando a todos los órganos: respiratorio, cardiaco y tracto digestivo; disminuye la movilidad y aumenta el riesgo de complicaciones tromboembólicas y úlceras por presión. Hay un deterioro del sistema inmune, con mayor predisposición a las infecciones. Así como un retardo en la curación de heridas.

Esto sucede en todos los grupos de enfermos: cirugía, cardiópatas, pacientes pulmonares, gastrointestinales, con sida, cáncer, enfermos neurológicos, críticos, renales…

Y en todos ellos aumenta la incidencia de complicaciones, aumenta la mortalidad, hay un retraso en la recuperación de la enfermedad, disminuye la calidad de vida, y efecto inhibitorio sobre el crecimiento y desarrollo.Todo ello genera una serie de costes asociados que suponen mucho dinero.

Además se crea un círculo vicioso desnutrición-enfermedad que sin intervención es irreversible.

Causas de desnutrición

La causa es todo aquello que dificulta la ingesta. La anorexia es fundamentalmente la causa más importante (cuando uno deja de estar en su medio habitual, no está en su casa, en su mesa), también la dificultad para tragar, la incapacidad para una alimentación independiente, la dentadura en mal estado, las causas médicas, el metabolismo modificado y las pérdidas anormales de todo tipo (diarrea, vómitos, fistulas, quemados, úlceras, osteomías, interacciones farmacológicas).

Hay que recordar el aumento de necesidades nutricionales asociadas a esta situación metabólica, necesitamos comer mejor.

Hay causas relacionadas con la enfermedad y el paciente que no podemos evitar, pero en cambio si podemos hacer mucho respecto a los factores institucionales: mejorar los servicios de alimentación y los profesionales que intervienen en el tratamiento nutricional que no son sólo los que llevan el servicio de nutrición.

Resolución ResAP(2003) del Consejo Europeo

En el año 2003 un documento del Consejo Europeo nos recuerda que el acceso seguro y garantizado a los alimentos es un derecho humano fundamental, por lo tanto también tiene que serlo para el paciente hospitalizado; que hay que tener en cuenta los efectos beneficiosos que un servicio de alimentación y una atención nutricional hospitalarios adecuados tienen en la recuperación de los pacientes; el número inaceptable de pacientes hospitalizados desnutridos en Europa; y que la desnutrición de los pacientes hospitalizados se asocia con estancias hospitalarias más largas, una rehabilitación prolongada, una menor calidad de vida y costes sanitarios innecesarios.

Por todo ello debemos tomar medidas que van dirigidas a cinco aspectos fundamentales: valoración y tratamiento nutricional en los hospitales, personal de atención nutricional, prácticas del servicio de alimentación, comida de hospital y economía sanitaria.

Métodos de Cribado y de Valoración Nutricional

Cada centro usa su método de cribado. El tratamiento nutricional tiene que estar bien organizado en cada centro.

La alimentación por vía oral deberá ser siempre la primera opción. Los suplementos no se deberán utilizar para sustituir a una adecuada ingesta de alimentos ordinarios, y sólo se empleará cuando existan indicaciones médicas evidentes.

Respecto al soporte nutricional artificial se debe estar preparado para hacer los tratamientos en el hospital y en domicilio del paciente con protocolos bien organizados.

Personal de atención nutricional

Distribuir responsabilidades de la atención nutricional en los hospitales es importante, hacen falta equipos de nutrición donde todos los profesionales puedan trabajar en equipo. Y también es necesario acreditar estas actividades con calidad.

El hospital La Paz tiene una unidad de Nutrición Clínica y Dietética desde el año 1988 con diferentes profesionales y colaboramos con el servicio de hostelería con reuniones mensuales a través de una comisión de alimentación. También hay una comisión de nutrición, de calidad del hospital, donde están representadas todas las aéreas.

Hay un Real Decreto del año 2003 y en anexo II se definen las unidades asistenciales y se reconoce expresamente la existencia de unidades de nutrición y dietética, y dice que bajo la responsabilidad de un facultativo está la adecuada nutrición de los pacientes ingresados, y los que precisan continuar el tratamiento tras el ingreso. También hay que decidir quién debe recibir tratamiento nutricional, qué tipo, durante cuánto tiempo, y cómo se evalúa el tratamiento, etc.

Los contenidos de la cartera de servicios son: Dietética en primer lugar, valoración y diagnóstico nutricional, nutrición artificial, áreas de consultas externas, pacientes que ingresan a cargo y cribado de malnutrición.

Conclusiones

-Todos los pacientes tienen el derecho a que sus necesidades nutricionales se cubran satisfactoriamente durante su hospitalización.

-Una nutrición óptima es un requisito previo para el efecto óptimo del tratamiento que se ofrece al paciente, por lo tanto el número de pacientes con buen estado nutricional es un indicador básico de la calidad del cuidado ofertado en el hospital.

-Desde una perspectiva sanitaria y económica, el hospital que trata a los pacientes mejor nutridos es el más rentable.

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Uno de cada 50 niños sufre alergia a los alimentos vegetales

Uno de cada 50 niños sufre alergia a los alimentos vegetales, según han explicado los expertos participantes en el XXXVI Congreso de la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP), que se ha celebrado en Cádiz. Pese a ello, los comedores escolares “no están obligados a detallar la composición de los alimentos de los menús”, confirman los especialistas.

Entre otras cosas, los médicos consideran que muchos de los menores están expuestos a sufrir reacciones alérgicas “debido a una indebida falta de control de la dieta”. Por ello, los alergólogos pediátricos advierten de la “necesidad de contar con un diagnóstico preciso” y de especificar la ficha de los alimentos que son servidos en los colegios.

El principal alimento que produce esta afección en los niños de entre 5 y 15 años son los frutos secos y la fruta, siendo “las pertenecientes a las rosáceas como el melocotón, la manzana y la pera” las más perjudiciales, explica el doctor Javier Boné, alergólogo pediátrico del Hospital Miguel Servet de Zaragoza y componente del grupo de trabajo de Alergia Alimentaria de SEICAP.

Las reacciones que se producen por la ingesta de estos alimentos, aunque sean pequeñas trazas de los mismos, pueden ser “urticaria, angioedema, asma, rinitis, conjuntivitis, síntomas digestivos o reacciones de anafilaxia”, asegura. En este último caso, “si no se actúa a tiempo con medidas de rescate se puede poner en peligro la vida del niño”, añade el Presidente del Congreso, el doctor Juan Enrique Sancha.

Se produce una visita a urgencias cada 3 minutos

Además, los datos no son nada positivos en cuanto a prevención de estas complicaciones, ya que en países occidentales “se produce una visita a urgencias cada tres minutos por alergia alimentaria”, manifiestan los expertos. Esto se recrudece si, además, el niño padece alergia al polen, por lo que se produce una “reactividad cruzada”, mantienen.

La mejor forma de detectar este problema es haciendo un diagnóstico molecular del paciente “que determina el antígeno exacto del mismo”, explican. Con ello, “se evitan falsos diagnósticos”, sostienen los especialistas, que señalan que “la detección ha mejorado gracias a los servicios de alergología pediátrica”.

Por último, el doctor Sancha indica que no es positivo eliminar un alimento que produce alergia de la dieta del niño. “Las dietas de evitación cuando son muy extensas pueden deteriorar la calidad de vida del paciente y su familia”, concluye.

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El 80% de las personas sometidas a cirugía de diabetes consigue controlar la enfermedad

El 80,5 por ciento de las personas que se han sometido a cirugía de diabetes ha conseguido controlar la enfermedad y mejorar su calidad de vida, según se ha puesto de manifiesto en los resultados del informe con mayor número de casos disponible en España, un total de 82 operaciones en dos años -de febrero de 2010 a febrero de 2012-, realizadas en la Hospital Quirón de Zaragoza.

La directora gerente del Hospital Quirón Zaragoza, Cristina Guarga, y el jefe de la Unidad de Cirugía Laparoscópica Avanzada del Hospital Quirón Zaragoza, el Dr. Jorge Solano, han presentado el informe sobre un tipo de intervención que comenzó a realizarse en el mundo hace cuatro años y de la que sólo hay mayor número de casos en un hospital de Estados Unidos y otro de Brasil, aunque no con tan buenos resultados como en nuestro país.

El Dr. Solano ha aclarado que sólo los diabéticos tipo 2, es decir, a los que les aparece la enfermedad en edad adulta por mal funcionamiento de la insulina, pueden someterse a este tipo de cirugía. Además, han de reunir otra serie de características, como tener entre 18 y 65 años y un Índice de Masa Corporal (IMC) de entre 30 y 35, es decir, “cierto sobrepeso” puesto que con la operación pierden entre siete y diez kilos.

Asimismo, deben ser casos de diabetes mal controlada, con una hemoglobina glicosilada de más del 6,5 y con existencia de reserva pancreática. En concreto, de los 82 pacientes operados en Quirón Zaragoza, 31 son mujeres y 51 varones, con una media de edad de 50 años y una diabetes de 7,9 años de antigüedad media.

De ellos, 27 se trataban sólo con pastillas y 52 precisaban, además, inyectarse insulina. Tras la intervención, tan sólo uno de los pacientes precisa una pequeña dosis de insulina al día y 15 siguen tratándose con pastillas en una dosis inferior a la original y los 66 restantes han conseguido controlar la diabetes y no precisan ningún tipo de tratamiento.

El jefe de la Unidad de Cirugía Laparoscópica Avanzada del Hospital Quirón Zaragoza ha apelado a la “prudencia” y ha señalado que hasta que no hayan pasado diez años con el mantenimiento de estos datos no se podrá hablar de curación de la enfermedad.

Mejora de la calidad de vida

El Dr. Jorge Solano ha expuesto las complicaciones asociadas a la diabetes que padecían los pacientes operados. “Así, 71 de ellos presentaban exceso de triglicéridos en la sangre, 64 tenían el colesterol alto, 56 hipertensión, 18 habían tenido cardiopatías, cinco problemas con la vista (retinopatía) y dos, hemorragia cerebral”.

“Tras la intervención, al 53,5 por ciento de los pacientes se les ha eliminado la hipertensión arterial, al 71,8 por ciento la hipertrigliceridemia y al 98,4 por ciento la hipercolesterolemia, lo que contribuye a disminuir las complicaciones vasculares derivadas de la diabetes, como el infarto de miocardio y la retinopatía con ceguera (patología que se estabiliza e incluso en algunos casos “da marcha atrás”)”, ha comentado.

Otras complicaciones que pueden disminuir son los accidentes cerebro-vasculares y la nefropatía que puede acabar en diálisis o riñón artificial. Además, se resuelve la disfunción eréctil. “La mejora de la calidad de vida supone un gran cambio para los pacientes a los dos meses de la intervención”, ha apuntado el facultativo.

El Dr. Solano ha resaltado la importancia de estas cifras y mejoras teniendo en cuenta que las complicaciones asociadas a la diabetes suponen que la esperanza de vida de estos pacientes se acorta diez años en relación con una persona no diabética.

Igualmente, ha subrayado la incidencia de la diabetes, que ha pasado de afectar al cinco por ciento de la población al 15 por ciento, y que, además de empeorar la calidad de vida de quien la sufre, son pacientes que requieren una “alta demanda hospitalaria” y, por tanto, conllevan “un coste económico”.

La directora gerente del Hospital Quirón Zaragoza, Cristina Guarga, ha mostrado su satisfacción por los buenos resultados obtenidos: “Un orgullo y satisfacción” para el centro, incluyéndose este informe entre los primeros del ranking mundial y logrando mejorar la diabetes y las enfermedades colaterales.

¿Quiénes pueden beneficiarse de esta cirugía?

El Dr. Solano ha estimado que en España hay unos tres millones de personas susceptibles de ser operadas de cirugía de diabetes, es decir, que hasta el 60 ó 70 por ciento de diabéticos tipo 2 -hay unos cinco millones en España- son susceptibles de ser operados.

El Hospital Quirón de Zaragoza es el centro que más personas ha operado de esta patología en España y es el primero que hizo públicos sus resultados oficialmente en el país, aunque también hay otras clínicas privadas que ya realizan esta intervención.

Además, hay dos hospitales públicos que han obtenido la acreditación para realizarla, el Hospital de Bellvitge, en Barcelona; y el Royo Villanova de Zaragoza, aunque todavía no han realizado ninguna operación, según ha comentado el Dr. Solano, que forma parte del equipo autorizado en el hospital público aragonés.

Tipo de intervención

El jefe de la Unidad de Cirugía Laparoscópica Avanzada del Hospital Quirón Zaragoza ha expuesto que “la operación consiste en realizar un by-pass en el intestino para que la comida no pase por la parte de este órgano que estimula unas hormonas que hacen que suba el nivel de azúcar en sangre al llegar allí la comida”.

“También se reduce el tamaño del estómago, aunque en unas semanas se expansiona y recupera un tamaño prácticamente igual al que había antes de la operación. En caso de ser necesario, la intervención es reversible de forma sencilla”, ha apuntado el Dr. Solano.

La operación dura habitualmente menos de una hora, se hace por cirugía laparoscópica (mínimamente invasiva) y el paciente pasa directamente a planta y recibe el alta en 48 horas si vive a menos de una hora del hospital y a las 72 si vive a más de una hora.

El postoperativo requiere de dieta líquida cinco días, triturada otros cinco, blanda 15 días y ya puede comer normal entre el día 21 y 23 de la operación, mientras que el alta laboral se recibe entre la semana y las tres semanas. Después se hacen controles periódicos.

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El Programa MOVI

La obesidad es el exceso de grasa hasta el límite que perjudique la salud. Medir la grasa es complicado y se utiliza el IMC como medida estandarizable y con validez.

Los datos del estudio Cuenca muestran como el normopeso, tanto en chicos como en chicas, ha ido disminuyendo; el bajo peso se ha multiplicado por 4 y el sobrepeso y obesidad ha pasado del 21 al 32%, es decir, el sobrepeso se ha multiplicado por un 400% y la obesidad por un 50%.

Intervención más adecuada en los escolares españoles

Para intervenir en obesidad infantil hay que planificar programas con un seguimiento a largo plazo ya que a corto plazo es muy fácil tener resultados positivos. Hay que medir los programas en términos de sostenibilidad, ¿cuánto cuestan los programas? Y hay que buscar la implicación de las familias, pero sin agobiarlas.

Antes de comenzar el programa nos planteamos si:

– ¿Estaría justificada una intervención para todos que redujera la ingesta? Nosotros creemos que no, porque podría perjudicar a aquellos niños con bajo peso y porque hemos visto que los niños más gorditos son los que menos calorías ingieren. Los niños con bajo peso consumen unas 300kcal más que los niños obesos (estudio Cuenca 2010).

– ¿Estaría justificada una intervención basada en la reducción de horas de televisión? Nosotros en nuestro programa nos planteamos “no prohibir” pero sí dar alternativas. Nuestra opción fue dar actividades físico-recreativas-no competitivas que no excluyeran a ningún niño y que tuviera efectos colaterales sobre otros aspectos de la salud (socialización, ganar amigos, etc).

Objetivos de MOVI 2

Los objetivos fueron aumentar la actividad física y la forma física; aumentar la calidad de vida y del sueño; mejorar el rendimiento académico; que los niños fueran felices jugando y que las madres no les tuvieran que recordar que fueran a Movi (dato que servía para evaluar el programa).

Diseño del programa MOVI 2

Se eligieron niños de 4º y 5º de primaria de 20 colegios de la provincia de Cuenca y se dividieron en 2 grupos: 10 colegios control y 10 de intervención.

Se midieron variables antropométricas: peso, talla, IMC, presión arterial, perímetro de cintura, porcentaje de grasa corporal, desarrollo madurativo y pliegue cutáneo tricipital. En una muestra más reducida se midieron la masa magra y masa ósea por densitometría y con un ecógrafo el grosor de la íntima-media de la arteria carótida (mide arterosclerosis).

Se obtienen también datos de laboratorio: perfil lipídico, glucosa, insulina, proteína C reactiva. Y se pasó un cuestionario sobre “patrón de consumo de alimentos” para utilizarlo como variable de control; sobre hábitos de sueño y rendimiento académico.

Asimismo se midió la forma física por ser la variable que más directamente se asocia con la composición corporal. Las variables medidas eran: capacidad aeróbica, fuerza y flexibilidad, y diferentes cuestionarios de actividad física.

Intervención MOVI 2

Se trata de 2 sesiones de 90 minutos en días lectivos y una sesión de 150 minutos en fin de semana. Hay más trabajo de fuerza en MOVI 2 respecto a MOVI 1 para mejorar el riesgo cardiometabólico.

Es un programa sencillo y abierto que tiene una web y un libro publicado. Es estandarizable, dispone de un programa de fichas donde está estandarizado el tiempo, niños para desarrollar la actividad, etc.

El equipo es multidisciplinar. A través de entrevistas en profundidad a grupos focales se ha intentado conocer cómo perciben los niños el entorno. Es decir, qué cosas consideran que facilitan la actividad física y qué cosas se lo impiden.

Resultados preliminares MOVI 2

De un total de 1492 niños de 20 colegios terminaron el programa 929 (428 del grupo de intervención y 501 del grupo control).

El objetivo principal era disminuir la grasa y MOVI 2 ha sido más efectivo en este sentido. Los resultados, tanto en niños como niñas, han sido estadísticamente significativos en grasa corporal y perímetro de cintura, sin embargo no se ha modificado IMC. Esto quiere decir que el programa, al ser de actividad física, si funciona bien lo que debe hacer es cambiar grasa por músculo y el peso puede, incluso, aumentar. Los lípidos han mejorado pero no de forma tan contundente.

Lo fundamental era desarrollar masa muscular para disminuir insulina que es lo que se asocia al grosor de la íntima y al riesgo cardiometabólico. La insulina disminuyó significativamente. Y como resultado negativo aumentó moderadamente la presión arterial.

La condición física no mejoró mucho (viene muchas veces genéticamente determinada). Sólo mejoró la capacidad aeróbica en las niñas, probablemente porque al inicio la tenían peor.

Productos MOVI

Con el objeto de transmitir a la sociedad todo lo bueno del programa se han preparado diferentes elementos de transferencia e innovación:

– Una página web.

– Un catálogo de juegos con evaluación del tiempo e intensidad de la actividad física. Es decir, permite saber cuantas calorías o METS gasta cada juego (equivalentes de metabolismo basal que tiene cada juego para saber si es actividad física moderada o intensa).

– Calculadora de riesgo de síndrome metabólico.

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Se presenta el libro Hot Topics en nutrición y salud pública en el siglo XXI

Hot Topics en Nutrición y Salud Pública en el siglo XXI es realmente un foro de debate para atraer el interés de los responsables de alimentación y salud pública de colectivos y administraciones, así como de los medios de comunicación para abordar las diferentes políticas posibles de nutrición pública.

El libro recoge las conferencias del seminario celebrado en Madrid por especialistas como José María Ordovás, director del laboratorio del Human Nutrition Research Center on Aging (HNRCA) de la Universidad de Boston; Ibrahim Elmadfa, presidente del Institute of Nutritional Sciences de la Universidad de Viena; o Lluis Serra y Anna Bach, de la universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Fundación Dieta Mediterránea, respectivamente.

En el libro Hot Topics en Nutrición y Salud Pública en el siglo XXI, a lo largo de nueve capítulos, los autores analizan los temas más candentes de la nutrición y la salud pública, desde enfoques novedosos, como la educación, las alegaciones nutricionales, la obesidad, la alimentación fuera del hogar, la actividad física y la dieta mediterránea. Destacan, además, la cercanía de las primeras “dietas personalizadas”, creadas en base a la estructura genómica; la necesidad de ejercicio físico; y la posibilidad de un pronóstico de salud con décadas de anticipación.

Los autores de Hot Topics en Nutrición y Salud Pública en el siglo XXI vislumbran, en este nuevo libro, soluciones que permiten cierto grado de optimismo para mejorar la salud y la calidad de vida colectiva.

Universidad CEU San Pablo

La Universidad CEU San Pablo es una de las tres universidades de iniciativa social y gestión privada de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, promovida por la Asociación Católica de Propagandistas. El pasado curso académico estudiaron en ellas más de 8.600 alumnos e impartieron docencia más de 970 profesores. La tasa conjunta de inserción laboral de la Universidad CEU San Pablo es del 98,4%.

www.uspceu.com

Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud

Dependiente de la Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara, el Instituto Tomás Pascual Sanz es una entidad sin ánimo de lucro que tiene el mandato de generar y difundir actividades de divulgación, estudio y análisis en los campos de la alimentación, la nutrición, la salud y los hábitos correctos de vida.

El Instituto Tomás Pascual Sanz transmite a la sociedad los valores de una vida saludable, difunde los adelantos tecnológicos relacionados con las ciencias de la salud y promueve el intercambio de información, generando nuevas posibilidades entre los colectivos relevantes y comprometiéndose al máximo con la sociedad científica moderna. El Instituto Tomás Pascual Sanz edita el contenido de estudios y ponencias en una numerosa biblioteca que responde a la creciente demanda sobre temas tan importantes como la nutrición, la seguridad alimentaria o la actividad física.

www.institutotomaspascual.es

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