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Entregados los premios de la Cátedra Tomás Pascual Sanz – Universidad CEU San Pablo

El Premio Cátedra Tomás Pascual de Reconocimiento a la Investigación en Alimentación y Salud, recayó en el trabajo publicado en Diabetes Care, cuyo título en español es La diabetes gestacional modifica la concentración de AFABP y otras adipocitoquinas en sangre del cordón, firmado por los doctores Henar Ortega Senovilla, Emilio Herrera Castillón, del departamento de Biología de la Universidad San Pablo CEU, y cinco autores más.

A su vez, el Premio Cátedra Tomás Pascual al trabajo de Investigación para la obtención del Diploma de Estudios Avanzados (DEA), se concedió a Francisco Hernández Nuño de la Rosa, por el trabajo Caracterización del modelo de obesidad inducida por la dieta en ratas Sprague-Dawley, dirigido por el doctor Mariano Ruiz Gayo.

En la celebración se entregaron también los premios de la Cátedra Janssen-Cilag a los trabajos de iniciación a la investigación; los premios extraordinarios de fin de carrera y los premios “Inmaculada Concepción” de iniciación a la investigación.

Igualmente, fue reconocido el papel de la University of Chicago Graham School of Continuing Liberal and Professional Studies con la placa de honor “Inmaculada Concepción”.

Cerraron el acto las intervenciones de Beatriz Pascual-Teresa, decana de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo, y de Elena Alba Álvaro, premio extraordinario de Fin de Carrera de Farmacia.

Universidad CEU San Pablo

La Universidad CEU San Pablo, es una de las tres universidades de iniciativa social y gestión privada de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, promovida por la Asociación Católica de Propagandistas. El pasado curso académico estudiaron en ellas más de 8.600 alumnos e impartieron docencia más de 970 profesores. La tasa conjunta de inserción laboral de la Universidad CEU San Pablo es del 98,4 por ciento.

www.ceu.es

Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud

Dependiente de la Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara, el Instituto Tomás Pascual Sanz es una entidad sin ánimo de lucro que tiene el mandato de generar y difundir actividades de divulgación, estudio y análisis en los campos de la alimentación, la nutrición, la salud y los hábitos correctos de vida.

El Instituto transmite a la sociedad los valores de una vida saludable, difunde los adelantos tecnológicos relacionados con las ciencias de la salud y promueve el intercambio de información, generando nuevas posibilidades entre los colectivos relevantes y comprometiéndose al máximo con la sociedad científica moderna. El Instituto Tomás Pascual Sanz edita el contenido de estudios y ponencias en una numerosa biblioteca que responde a la creciente demanda sobre temas tan importantes como la nutrición, la seguridad alimentaria o la actividad física.

www.institutotomaspascual.es

Acceda a la Biblioteca del Instituto

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Art, Aesthetics and the Brain

En el marco de la Escuela de Verano Creatividad y Neurociencia Cognitiva, organizada por Instituto Tomás Pascual Sanz y Sección de Neurociencia Cognitiva del Centro Mixto UCM-ISCIII para la Evolución y el Comportamiento Humano, D. Ivar Hagendoorm pronunció la ponencia Art, Aesthetics and the Brain, que recogemos a continuación.(Parte 1 en Inglés y Parte 2 en Castellano)

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El espectro del atracón como síntoma: Trastorno por atracón, Síndrome del comedor nocturno…

Recogemos la ponencia de Dña. Rosa Calvo, en el marco del Seminario Controversias sobre los trastornos alimentarios. Jornadas de actualización y debate, organizadas por la Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara/Instituto Tomás Pascual y la Fundación Instituto de Trastornos Alimentarios.

Acceda a la transcripción de la ponencia

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Incidencia de los factores de consumo en la percepción sensorial

Recogemos la intervención de D. Joan Abante, en el marco de la Jornada Factores que modulan la percepción sensorial organizada por la Cátedra Tomás Pascual Sanz – Universidad de Burgos.

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Modulación de la percepción sensorial por los factores fisiológicos y biomédicos

Recogemos la intervención del Dr. Josep de Haro, en el marco de la Jornada Factores que modulan la percepción sensorial organizada por la Cátedra Tomás Pascual Sanz – Universidad de Burgos.

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Incidencia de los factores moleculares en la percepción sensorial

Recogemos la intervención de D. Francesc Montejo, en el marco de la Jornada Factores que modulan la percepción sensorial organizada por la Cátedra Tomás Pascual Sanz – Universidad de Burgos.

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Visión general de la percepción sensorial y factores perceptivos e informacionales que modulan la percepción sensorial

Recogemos la intervención de D. Jaume Estruch, en el marco de la Jornada Factores que modulan la percepción sensorial organizada por la Cátedra Tomás Pascual Sanz – Universidad de Burgos.

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Factores antropológicos que inciden en la percepción sensorial

Recogemos la intervención del Prof. Joël Candau, en el marco de la Jornada Factores que modulan la percepción sensorial organizada por la Cátedra Tomás Pascual Sanz – Universidad de Burgos.

La dieta mediterránea y el ejercicio pueden reducir los síntomas de la apnea del sueño

En este trabajo, dirigido por el profesor Christopher Papandreou, se trataba de analizar el impacto que la dieta mediterránea puede tener en las personas obesas con apnea del sueño, dado que la obesidad está presente en entre el 20 y 40 por ciento de este síndrome, que afecta al cuatro por ciento de la población adulta.

Para ello, incluyeron a 40 pacientes obesos de los que la mitad pasó a seguir una dieta prudente y, los otros 20, fueron alimentados según la tradicional dieta mediterránea. Además, en ambos casos se les recomendó la práctica de ejercicio físico, al menos 30 minutos diarios de paseo.

En ambos grupos, los pacientes también recibieron presión positiva continua de las vías respiratorias (CPAP, en sus siglas en inglés), que consiste en usar una máscara que genera una corriente de aire, manteniendo abierta la vía aérea superior durante el sueño.

Al inicio del estudio y seis meses más tarde, los investigadores monitorizaron a los pacientes mediante un estudio del sueño, conocido como polisomnografía, midiendo varios marcadores propios de la apnea del sueño, como la actividad eléctrica en el cerebro, los movimientos oculares y los ronquidos.

Los resultados mostraron que las personas que siguieron la dieta mediterránea tenían un menor número de apneas, durante la etapa del sueño REM, que normalmente representa en torno al 25 por ciento del total de sueño durante la noche.

Los resultados también revelaron que las personas que siguieron la dieta mediterránea también mostraron una mayor adherencia a la dieta restringida en calorías, el aumento de la actividad física y una mayor disminución de la grasa abdominal.

Los resultados de esta pequeña muestra han evidenciado una mejora durante una etapa de sueño para las personas con apnea del sueño aunque, sin embargo, no mostraron una mejora global de la severidad de la enfermedad.

Por ello, los autores sugieren que son necesarios otros estudios con una muestra más grande para comprender plenamente los beneficios de esta dieta.

“Éste es el primer estudio que examina el impacto de la dieta mediterránea en combinación con la actividad física en la apnea del sueño”, explica Papandreou, recordando como otros estudios han relacionado recientemente un aumento de las perturbaciones durante el sueño REM con el riesgo de desarrollar importantes consecuencias sistémicas, como la diabetes tipo 2.

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Presentan nuevo análisis genético de la obesidad

Las causas del sobrepeso y la obesidad están determinadas por las interacciones entre factores genéticos y ambientales (dieta, sedentarismo, etc.) que hacen que cada persona sea única. En este sentido, los factores genéticos contribuyen, aproximadamente, en un 30 por ciento al desarrollo de la obesidad, condicionando la respuesta a las dietas en idéntica proporción.

Genotest, líder en genética aplicada, ha desarrollado NutriCheck, un análisis que determina la predisposición genética hacia el sobrepeso en base a cómo asimila el organismo los diversos alimentos. Mediante este test se podrán conocer las variantes genéticas que ayudan a controlar el sobrepeso de una forma científica y a encontrar la dieta definitiva.

Los genes pueden influir en el equilibrio energético del organismo, los patrones del apetito y el modo en que el organismo aprovecha las sustancias nutritivas incluidas en la dieta.

Este análisis analiza los principales genes responsables de cada uno de estos tres aspectos. Para ello ha elegido 42 variantes genéticas respaldadas por estudios de prestigiosos centros de investigación nacionales e internacionales, que determinan la predisposición genética hacia el sobrepeso de dos formas diferentes: modificando los patrones del apetito y modificando el modo en que el organismo aprovecha las sustancias nutritivas incluidas en la dieta.

“La identificación de los factores genéticos que concurren en cada individuo puede ayudar a tratar la obesidad. El análisis genético de la obesidad nos ayuda a conocer mejor la enfermedad. Mediante este análisis se puede realizar una dieta efectiva a medida de las necesidades individuales de cada paciente”, señala el Prof. Basilio Moreno Esteban, Jefe del Servicio de Endocrinología, Metabolismo y Nutrición del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid.

“En nuestro país, el 22,9 por ciento de la población tiene obesidad y el 38 por ciento sobrepeso. El sobrepeso y la obesidad presentan graves consecuencias sobre la salud, incremento de la diabetes tipo 2, aumento de la presión arterial, dislipemias (hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia), apnea del sueño, hígado graso, etc.” subraya el Prof. Basilio Moreno.

NutriCheck: genética aplicada a la nutrición

El objetivo de NutriCheck es identificar la carga hereditaria responsable de nuestra morfología corporal y sus cambios, constituyendo una herramienta clave para la promoción de una alimentación personalizada y saludable.

Según el Dr. Pablo Castán, Director Científico de Genotest, “NutriCheck presenta la posibilidad de adaptar nuestra alimentación a los factores heredados que condicionan nuestra actitud y respuesta hacia ella. Este análisis permite conocer entre otros aspectos, qué principios inmediatos van a ser asimilados con más eficiencia en base a las capacidades de metabolización que nos han sido transmitidas a través de nuestros padres, abuelos, etc. y establecer normas para llevar una pauta dietética ajustada para evitar posibles alteraciones que puedan estar influidas genéticamente”.

Este análisis está especialmente indicado para cualquier persona que quiera tener unos hábitos alimenticios adecuados y mantenerse saludable a través de una dieta personalizada, 100% ajustada a su genética. “La toma de muestra, se trata de un procedimiento no invasivo, es mediante un frotis bucal, no siendo necesario extracción de sangre”, añade el Dr. Castán.

Según explica este experto, NutriCheck se diferencia de otros análisis en dos aspectos, “utiliza una tecnología propia y patentada que permite analizar en tiempo real los factores heredados en relación al objetivo que queramos determinar (capacidad de metabolización de los principios inmediatos y posibilidad de sufrir un trastorno metabólico). Por otra parte, se centra en aquellos marcadores que sabemos a ciencia cierta son los responsables de las diferentes respuestas y comportamiento de nuestro organismo, fr

Hacer ejercicio ayuda a comer sano

Muchas son las preguntas que surgen cuando alguien se propone perder peso. ¿Sería recomendable empezar con dieta y luego ejercicio, o al contrario? Y por otro lado, ¿cuánto se podrían ambas actividades compensar entre ellas?

“Conocer la interacción entre la práctica de ejercicio y una dieta sana mejoraría las estrategias preventivas y terapéuticas para la obesidad, al potenciar los esquemas actuales de abordaje y tratamiento”, explica Miguel Alonso Alonso, investigador de la Universidad de Harvard (EE.UU) que ha publicado un trabajo de recopilación bibliográfica sobre esta cuestión en la revista Obesity Reviews.

Los datos de estudios epidemiológicos sugieren que la tendencia a seguir una dieta sana y a realizar cantidades de ejercicio físico adecuado suelen coexistir en el mismo individuo. Además, el aumento en los niveles de actividad física suele asociarse a una mejoría en paralelo de la calidad de la dieta.

El ejercicio aporta beneficios como el aumento de la sensibilidad a las señales fisiológicas de saciedad, lo que influye en un mejor control del apetito, pero también modifica las respuestas hedónicas a los estímulos de comida. Por tanto, los beneficios se podrían dividir en aquellos que ocurren a corto plazo -de predominio metabólico-, y los que aparecen a largo plazo -de predominio conductual-.

“La actividad física parece tener una función facilitadora de conductas alimentarias encaminadas al seguimiento de una dieta sana”, afirma Alonso Alonso. “De hecho, en el tratamiento de la obesidad, cuando se añade ejercicio a una dieta adelgazante tiende a aumentar el éxito de la intervención y facilita el cumplimiento de la dieta a largo plazo”.

Los autores concluyen que es importante que las políticas sociales fomenten y faciliten el deporte y la actividad física en la población general, tanto en el ámbito educativo, como en el entorno urbano o en la vida diaria -mediante el uso de trasporte público o el acceso a zonas peatonales e instalaciones deportivas-.

El ejercicio modifica el cerebro

Tanto la alimentación como la actividad física son conductas y, por tanto, están determinadas por procesos cognitivos que se originan como resultado de la actividad conjunta de zonas cerebrales. Estudios anteriores ya evaluaron los cambios en el cerebro y las funciones cognitivas en relación con la práctica de ejercicio: la actividad física regular produce cambios en la función y estructura del cerebro.

Los expertos apuntan que estos cambios parecen tener cierta especificidad. “La práctica de ejercicio de manera regular mejora el rendimiento en las pruebas que miden el estado de las funciones ejecutivas y aumenta la cantidad de sustancia gris y las conexiones en zonas prefrontales”, sostiene el investigador de Harvard.

Entre las funciones ejecutivas está el control inhibitorio, básicamente la capacidad de suprimir respuestas inadecuadas o no acordes con un objetivo -lo opuesto sería la impulsividad-, lo que hace posible modificar una conducta o autorregularla.

En relación con la pérdida de peso y su mantenimiento a largo plazo, varios estudios recientes sugieren que las funciones ejecutivas como el control inhibitorio y el óptimo funcionamiento de zonas prefrontales del cerebro podrían ser claves para tener éxito en este proceso, que consiste, en gran medida, en un cambio conductual. El control inhibitorio también podría ayudar a prevenir la ganancia de peso en personas sanas.

“La práctica de ejercicio produce con el tiempo un efecto potenciador de las funciones ejecutivas, entre ellas la capacidad de control inhibitorio, lo que ayudaría a resistir las múltiples tentaciones alimenticias que aparecen cada día en esta sociedad donde la comida, sobre todo la hipercalórica, está cada vez más omnipresente”, subraya.

España, líder en obesidad

La obesidad ha crecido en España de forma alarmante en los últimos años, hasta el punto que la prevalencia de obesidad en varias regiones españolas está por encima de muchas áreas de EE.UU, considerado tradicionalmente como el país paradigma de la obesidad en el mundo occidental.

Además, España lidera junto con otros países mediterráneos la obesidad infantil en Europa. Los expertos reivindican la urgencia de que la sociedad tome conciencia del problema y que se aúnen esfuerzos para prevenir y tratar la obesidad a todos los niveles.

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Hasta un 10 por ciento de los obesos son saludables

La obesidad es una de la patologías más prevalentes actualmente, hasta el punto de haber sido clasificada por los organismo internacionales de epidemia, por tanto su estudio se encuentra en este momento en auge y son varias las estrategias de investigación. “Entre ellas -comenta el doctor Antonio Vidal-Puig- está tomando cada vez más fama la que observa por qué existe gente obesa con complicaciones metabólicas y otros que no”.

Este experto, que participa en el XX Simposio Científico de la Fundación Lilly, señala que “el problema de la gente obesa no es que tenga mucha grasa, sino que su tejido adiposo es incapaz de almacenar más grasa y, cuando eso ocurre, la grasa se acumula en otros órganos como son el corazón, el páncreas, los vasos, etc, produciendo lo que se conoce como lipotoxicidad”.

Como investigador, explica que se está planteando lo que se conoce como la Teoría de la Expandabilidad del tejido adiposo, que consiste en que “los obesos llegan a un máximo de capacidad de tejido adiposo y cuando llegan a ese nivel adiposo comienzan a tener riesgos y complicaciones metabólicas”.

Este límite, advierte, es diferente en cada persona ya que, en principio, se estima que depende de factores genéticos. Y, precisamente, “por ello es posible encontrar gente muy delgada que no tiene gran capacidad para acumular casi grasa, y, por tanto, tiene una enfermedad metabólica muy severa; y se pueden encontrar individuos obesos que pueden almacenar bastante grasa y paradójicamente son bastante saludables”.

No obstante, indica que estos parámetros han ido cambiando con el paso de los años y hay que considerar que, “en una situación de epidemia de obesidad, el tejido adiposo está bajo la máxima presión que ha estado en la historia”. Esto significa que “hace 50 años eran capaces de regular el tejido adiposo y ser funcionalmente capaces de ello; y hoy en día como se necesita almacenar más, la misma dotación genética no es suficiente como para poder acumularlo todo”.

No obstante, ha explicado que obeso “saludable” no se puede ser toda la vida, ya que “si se sigue engordando llegará un momento a su máxima capacidad y se volverá obeso no saludable”.

Activar la grasa parda

Para su estudio hay que tener en cuenta la “capacidad” que se tiene de almacenar y la “necesidad” que se tiene de almacenar, que viene dada por lo que se come y lo que se gasta. Así, comenta que los investigadores pueden trabajar en tres parámetros: por un lado sobre el tejido adiposo, para hacer que sea más saludable y se pueda almacenar mejor; sobre la falta de almacenaje, ya que “si no se tiene suficiente sitio, en estos casos lo mejor es quemarlo”; y, finalmente, sobre el tejido adiposo marrón capaz de eliminar el exceso de grasa.

“La gente perdería grasa y al mismo tiempo mejoraría sus problemas metabólicos, incluida la diabetes. Buscar estrategias que lleven a gastar o quemar energía en estos individuos sería beneficioso; en esta situación tener grasa parda y activarla haría que la grasa se quemara y no se acumulara en el hígado, corazón o células beta”, advierte.

Es decir, si se puede activar la grasa parda sus efectos beneficios irán, por un lado, en la reducción de peso, y, también, en mejorar aspectos cardiovasculares. “Lo positivo es que si esos pacientes se conocen, se puede identificar y tratar de ver cómo consiguen ser metabólicamente normales a pesar de ser obesos; si se entiende eso, se puede utilizar esa información para tratar los problemas metabólicos”, explica.

Aunque aún se podría estar hablando de datos intuitivos para el tratamiento de la obesidad, en su opinión el problema actual en la búsqueda de un tratamiento es que “la mayoría de la gente que trabaja en obesidad focaliza sus esfuerzos en los obesos con complicaciones cardiometabólicas”. Pero, según explica el Dr. Vidal-Puig, para encontrar una solución igual es necesario focalizar la investigación en los obsesos saludables o