CÓMO SOBRELLEVAR LA CUARENTENA CON SALUD MENTAL
Aquí en este artículo vas a encontrar las pautas fundamentales para sobrellevar la cuarentena con salud mental. Son pautas que te servirán si en algún momento te ves desbordado por la ansiedad, el miedo, la rabia, el enfado, la tristeza, la incertidumbre, desmotivación, aburrimiento, indefensión, sentimiento de vacío y/o soledad, agobio, etc.
Las autoridades sanitarias han indicado que lo mejor es hacer vida evitando el contacto con otras personas, una adecuada y frecuente higiene de manos, quedarse en casa. Solo salir a la calle lo imprescindible.
Solo hay que valorar la información dada por las autoridades sanitarias, así podremos mejor combatir el pánico y evitar noticias falsas.
En este momento complicado y difícil lo más importante es el conocimiento, no la opinión
8 Pautas Fundamentales
Aceptar es lo primero que debemos hacer. Todos vamos a pasarlo mal durante los días que se alargue esta situación. Experimentaremos muchas emociones negativas, incómodas o desagradables, pero sólo sintiéndolas y aceptándolas vamos a ser capaces de canalizarlas y regularlas.
Expresar a los demás lo que estamos sintiendo en estos momentos, será otra de las claves importantes para sobrellevar este periodo. Así si sentimos miedo, tristeza, ansiedad o soledad lo hablemos. Lo que no debemos hacer es contener y reprimir lo que sentimos, ya que de este modo bloqueamos nuestros sentimientos, y esto no resulta ni eficaz ni sano. Hay que sacar fuera lo que sentimos, lo que hace que de algún modo lo canalicemos y nos ayude a relativizarlo. También será útil para que nuestro entorno familiar o de amigos nos ayude, comprenda y apoye.
Mantener una rutina diaria. Elabora un horario de lo que vas a hacer en el día. Es importante porque sabemos que, por ejemplo, a los niños pequeños, cuando no tienen rutinas de comida y sueño durante las vacaciones, lo pasan divertido con esa libertad; pero cuando esta falta de rutina se alarga, su conducta se descontrola y se desbordan emocionalmente. Pues igual que les pasa a los pequeños, la ausencia de rutinas prolongada tendrá un alto coste en nuestro bienestar emocional. Tener una rutina diaria incrementa una sana autoestima, la sensación de control, de ser útiles, y ordena tu vida en este momento difícil. Gracias a tener una rutina vas a tener una sensación de control sobre tu realidad, y probablemente te sentirás más sereno y tranquilo. Las rutinas nos protegen y ayudan sentirnos más seguros porque sabemos qué esperar.
Evitar la sobreinformación porque provoca “info-intoxicación”. No hay que seguir la información minuto a minuto, como si fuera un partido de futbol (esto será una carrera de fondo), estar continuamente informado te generara indefensión y no servirá para que estés mejor informado. Si lo haces aumentara la sensación de miedo y ansiedad sin necesidad. También trata de evitar el estar constante hablando del coronavirus con los tuyos. Da crédito solo a fuentes oficiales ya que informan desde el conocimiento científico y no desde la opinión.
Hacer aquello que nunca encontramos tiempo aprovechar esta época para: leer, escribir, aprender inglés, practicar, con la guitarra, pintas, ver películas… La lista es infinita.
Hacer deporte dentro de las posibilidades de nuestra casa, es un hábito que nos genera bienestar. Repleto de beneficios físicos y psicológicos, especialmente en una situación como en la que nos encontrarnos.
Agradecer el trabajo de las personas que están luchando para que esta pandemia acabe. Salir al balcón y aplaudir resulta beneficioso. Según los estudios ser agradecido, y reconocer lo bueno te genera bienestar. Las iniciativas como los aplausos en los balcones facilitan la comunicación, al saludar a los vecinos a través de las ventanas y balcones. Nos hace sentirnos más unidos.
Si tienes hijos tienes que tener en cuenta que los menores de la casa no son como los adultos. Tienen peculiaridades a nivel psicológico que los adultos tenemos que tener en cuenta, para poder empatizar con ellos. Para un menor y adolescente es muy difícil entender y afrontar el confinamiento. Lo más probable es que muestren, enfado, preocupación, rabia, tristeza, ira, etc. Algo que también como adulto sentirás tú también.
- Expresa delante de ellos lo que sientes. No te preocupes el expresar delante de ellos estas emociones negativas, es más te recomiendo que lo hagas. Siempre y cuando expliques que sientes y porque, de un modo que lo entienda. Esto ayudará a que los pequeños de la casa también expresen lo que sienten y regulen así ellos sus emociones.
- No reprimas sus emociones. Si encuentras a tus hijos expresando emociones negativas (llorando, enfadado, etc) no trates de que no lo hagan, simplemente acompañarle y muestra cariño. No bloques lo que siente, valídalo como natural sino En cualquier momento explotará.
- Cómo explicar lo que está sucediendo con el coronavirus recomiendo las siguientes claves:
- Corregir: La información errónea o mal interpretada corregirla.
- Mostrar sinceridad. Debemos explicarles que es un virus peligroso porque se contagia con facilidad, y debemos protegernos de él.
- Indicar cuales son los síntomas más habituales: tos, sensación de falta de aire y fiebre.
- Aclarar que la mayoría de los casos se recuperan, pero las personas de avanzada edad (los abuelos) son los que más deben cuidarse de no contagiarse del coronavirus.
- Mostrar serenidad, confianza y seguridad informándoles que esto pasará y se solucionará porque todos estamos haciendo (el confinamiento) para conseguirlo. Además, hay muchos profesionales sanitarios para curar, entender el coronavirus, disminuir sus riesgos y encontrar una vacuna.
- Los adultos somos modelos de conducta nunca me cansaré de repetir, aunque pueda ser pesado, que decimos más con lo que hacemos que con lo que decimos que hay que hacer. Y expresar tu vulnerabilidad no te hace más débil, al contrario, más fuerte.
El confinamiento, incluso el aislamiento (muchas personas están solas en casa) por sí mismo es perjudicial para nuestra salud mental. Aunque en este momento es cuestión de supervivencia y solidaridad con las personas más vulnerables.
Ahora bien, si lo llevamos lo mejor posible, no bien porque es imposible, estas consecuencias negativas se verán atenuadas. El ser humano es mucho más fuerte ante la adversidad de lo que en principio cree. Tenemos una capacidad llamada Resiliencia: La capacidad de adaptarnos lo más positivamente posible a las situaciones desfavorables.
Lo importante no es caerse, lo importante es poder levantarte.
Miguel Angel Rizaldos Lamoca
Psicólogo Clínico