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Ejercicio físico para personas con Diabetes
La alimentación y la actividad física deben estar integradas para mantener unos niveles adecuados de glucosa en sangre en las personas con diabetes, así como para evitar complicaciones asociadas.
Las características del ejercicio a practicar, como son el tipo, la frecuencia, la duración y la intensidad, deben ajustarse de forma individual siguiendo los consejos del médico según cada caso.
El ejercicio físico ayuda a metabolizar los hidratos de carbono y produce una disminución de la glucosa en sangre, lo que es de interés en diabetes tipo 1. También mejora la sensibilidad a la insulina, por lo que también resulta beneficioso en diabetes tipo 2. Por todo ello, ayuda a controlar la glucemia. Además aporta beneficios en el control del peso y otros factores como la hipertensión.
Lo ideal es mantener unas pautas de actividad constantes y evitar que el ejercicio coincida con los picos de acción del tratamiento con insulina, ya que podría producirse una disminución excesiva de la glucosa en sangre, lo que se conoce como hipoglucemia. Por ello conviene estar alerta ante los síntomas que la producen y llevar consigo alimentos con azúcar para tomarlos en caso necesario.
ACTIVIDAD FÍSICA RECOMENDADA EN DIABETES
En la diabetes tipo 1 la Fundación Española del Corazón recomienda a realizar actividad física a diario y combinar el ejercicio con las pautas de inyección de insulina, el horario de comidas y la cantidad de hidratos de carbono de la dieta. Además, recomienda practicarlo a primera hora del día y evitar ambientes muy calurosos o muy fríos para practicarlo.
Según la Guía de práctica clínica de diabetes mellitus tipo 2, en este tipo de diabetes se indican las siguientes pautas:
– Diabetes sin complicaciones: ejercicio de intensidad moderada (50-70 % de la frecuencia cardíaca máxima) durante 4 días a la semana y con una duración de 30 a 60 minutos al día.
– Diabetes con riesgo cardiovascular: disminuir la intensidad y adaptar la actividad al riesgo. Abandonar el ejercicio en caso de sentir dolor.
Por todo ello, el ejercicio físico, adaptado al tipo de diabetes y al estado de salud de forma individual, es beneficioso para ayudar a controlar la diabetes.
El colesterol bueno, clave para controlar el riesgo cardiovascular y la diabetes
Los niveles de colesterol HDL o colesterol bueno, como marcador objetivo adicional de estilo de vida y de salud cardiovascular, es clave para reducir procesos cardiovasculares, según un artículo publicado en el último número de ‘Revista Española de Cardiología’ (REC), tras analizar los datos del estudio ‘Di@abet.es’.
“Los cambios en los hábitos de vida de la población, en particular, una alimentación poco saludable y falta de actividad física han hecho que el cálculo de riesgo cardiovascular basado solamente en los factores de riesgo tradicionales (edad, género, colesterol elevado, hipertensión, tabaquismo, o diabetes) haya perdido progresivamente eficacia y fiabilidad”, afirma el doctor Emilio Ortega, especialista del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínic i Universitari de Barcelona, e investigador del IDIBAPS y el CIBERobn.
Por ello, añade, “hay que tener más en cuenta nuevas variables como la cantidad de colesterol HDL, los triglicéridos, la obesidad total y visceral, la práctica regular de actividad física, la cantidad y calidad de nuestra dieta, e incluso las desigualdades sociales y económicas, que van estrechamente relacionadas con estos factores de riesgo llamados ‘emergentes’, y en consecuencia con cualquier patología cardiovascular”.
El estudio Di@abet.es, el primero transversal y de base poblacional que ha tomado como ámbito de análisis todo el territorio español, pretende determinar la prevalencia de diabetes y otros factores de riesgo cardiovascular en España, y, por tanto, se trata de un estudio muy útil para estimar el riesgo cardiovascular en España.
La investigación analizó un total de 2.310 pacientes con edades comprendidas entre los 40 y los 65 años y concluyó que, en España, un 56 por ciento de los hombres presenta un riesgo moderado y un 12 por ciento un riesgo bajo; mientras que entre las mujeres esta proporción es del 31 por ciento y del 55 por ciento respectivamente.
Además, el estudio refleja que solo un 26 por ciento de los pacientes con alto riesgo y un 15 por ciento de los de riesgo muy alto alcanza los objetivos terapéuticos marcados (tomando como referencia niveles de colesterol LDL <100 mg/dl y <70 mg/dl, respectivamente), por lo que es necesario mejorar los programas de prevención, tanto primaria como secundaria.
Ante estos resultados, Ortega encuentra curioso el hecho de que, “el hombre tiene durante toda su vida un riesgo de enfermedad cardiovascular más elevado que la mujer, pero sin embargo esta acaba muriendo con mayor frecuencia que el hombre por esta causa y es el grupo que acaba padeciendo un mayor número de eventos cardiovasculares”.
Mientras, la mujer tiene peor pronóstico que el hombre tras haber sufrido varios eventos cardiovasculares porque se le aplican las mismas estrategias que las de su homólogo masculino, cuando en realidad es probable que se necesite abordar la enfermedad de una manera distinta al hombre, tal y como proponen algunas sociedades científicas.
Además, añade, “con frecuencia, los objetivos de control no se consiguen tan eficazmente en mujeres con riesgo moderado o alto, quizá, en parte, por la creencia de su estado de protección “hormonal”, y por tanto, esto puede empeorar su pronóstico”.
Desde la Sociedad Española de Cardiología recuerdan que la prevención es el primer paso a la hora de tratar cualquier posible patología y ,por ello, destacan la importancia de realizarse chequeos de manera periódica para que la población controle y conozca su estado de salud cardiovascular, y en consecuencia, poder detectar a tiempo cualquier anomalía que pueda aparecer en los resultados de los análisis.
Más allá de realizar controles periódicos y vigilar los niveles de colesterol, triglicéridos o hipertensión, también es necesario seguir una dieta mediterránea y realizar un mínimo de 30 minutos de actividad física diaria para evitar el sedentarismo, la aparición de diabetes u obesidad.
El decálogo de la actividad física en los niños
La actividad física en los niños es importante para su salud física y psíquica. Desde la Asociación Española de Pediatría explican que la práctica regular de ejercicio físcio en niños y adolescentes ayuda en la prevención y el tratamiento de la obesidad, enfermedades cardiovasculares, alteraciones psicológicas, desmineralización ósea y algunos cánceres. Y van más allá: “Para algunas de estas enfermedades, el ejercicio es el factor de protección modificable más importante”.
Para ayudar a los padres a saber cómo ha de ser la actividad física en los niños han elaborado este decálogo:
1. Una hora de ejercicio al día. Se recomienda la realización de actividad física moderada o vigorosa durante un mínimo de 60 minutos diarios, pudiendo repartirse en varias sesiones. En su mayor parte ha de ser aeróbica y se pueden intercalar actividades vigorosas para el fortalecimiento muscular y óseo tres veces por semana.
2. No al sedentarismo. Cualquier tipo de actividad cotidiana es mejor que la opción sedentaria. Caminar, andar en bicicleta y subir por las escaleras son buenos ejercicios que hacer en el día a día. Hay que limitar el tiempo frente a la televisión y otros aparatos electrónicos.
3. Que sea un juego. La actividad física en los niños es más divertida cuando sea actividades en grupo y al aire libre.
4.La seguridad es lo primero. Los padres tienen que cerciorarse de que el entorno físico es el adecuado y sin peligros. Haz caso de las normas de seguridad para la práctica de deporte.
5. Adaptada a cada uno. La actividad física adaptada a cada situación mejora globalmente el estado de salud y la evolución de niños con enfermedades crónica o discapacidad.
6. Que sea un hábito. La práctica de ejercicio físico debe ser un hábito saludable desde la infancia. Los hábitos se mantienen fácilmente en el tiempo y se echan de menos cuando faltan.
7. Cuestión de prioridades. Incorpora el ejercicio físico entre las actividades prioritarias y diarias de tu hijo. Aprovecha las actividades extraescolares e invierte en su salud.
8. Predica con el ejemplo. Realiza ejercicio físico y planifica actividades en familia. Así lograrás que tu hijo sea activo de un modo natural.
9. Hidratación. Asegura el aporte de líquidos, sobre todo cuando la actividad es intensa y el ambiente caluroso.
10. Alimentación variada y equilibrada. No te olvides del otro pilar fundamental para la salud junto a la actividad física: promueve para ti y para los tuyos una dieta sana y variada.
Los hábitos saludables, de la mano de tu pareja
Un estudio del University College de Londres, en Reino Unido, muestra como muchos hábitos saludables como hacer ejercicio, perder peso o dejar de fumar son más fáciles de conseguir cuando se vive en pareja y hay una voluntad conjunta, según los resultados publicados en el ‘Journal of American Medical Association’ (JAMA).
Estudios previos sugerían que las parejas suelen compartir hábitos poco saludables, pero éste es el primer trabajo que analiza lo contrario y muestra como la consecución de nuevos hábitos de vida es más fácil de conseguir si la pareja busca el mismo objetivo.
En su estudio incluyeron a más de 3.500 parejas de más de 50 años que estaban casadas o vivían juntas, que completaron una serie de cuestionarios generales sobre sus hábitos de vida para luego someterse a un seguimiento posterior que incluía también visitas a personal de Enfermería.
A la hora de dejar de fumar, sólo el 8 por ciento de los hombres cuyas parejas seguían fumando fueron capaces de dejarlo. En cambio, si lo intentaban ambos lo consiguieron ambos en el 48 por ciento de los casos. Y casi el 70 por ciento de los hombres aumentaba sus niveles de actividad física cuando sus parejas se unían a ellos, frente al 26 por ciento de quienes lo intentaban solos.
Del mismo modo, el estudio revela que hasta el 15 por ciento de las mujeres conseguían perder al menos el 5 por ciento de su peso corporal cuando lo intentaban por separado pero, si también lo intentaba su pareja, hasta una de cada tres (36%) conseguía perder unos kilos.
El estudio muestra como las probabilidades de éxito a la hora de perder peso eran aún más altas si las parejas lo intentaban a la vez que cuando uno de los dos ya estaba en su peso antes de comenzar el estudio. “La pareja que ya es delgada no parece promover ningún cambio”, según ha reconocido Jane Wardle, autora del estudio.
En cambio, las probabilidades de conseguir el nuevo propósito sí que son mayores en quienes tienen una pareja que no es fumadora y físicamente activa. “Si su pareja no es fumador, es probable que exprese su preferencia por que usted no fume, y si se va a hacer ejercicio puede animarte a ir con él”, apuntó la experta.
Wardle cree que estos resultados también pueden aplicarse a parejas del mismo sexo, si bien el número de las incluidas en el estudio es demasiado pequeño como para considerarlo concluyente.
Solo cuatro de cada diez españoles realizan deporte de forma habitual
Solo el 38% de los españoles realiza deporte de forma habitual, siendo el porcentaje mayor entre los hombres (44%) que entre las mujeres (33%), según el Estudio sobre la percepción del estado de Bienestar de la población española, un trabajo en el que han participado más de 970 personas de entre 25 y 60 años de toda España, y que también revela que el motivo mayoritario por el que se hace ejercicio: El 77% lo hace para mejorar el estado físico, siendo algo superior en el tramo de edad comprendido entre los 35 y 49 años (81%) e inferior en el tramo de 25 a 34 años.
El 45% de los individuos que practican deporte declara hacerlo tres veces a la semana. El 18% todos los días, siendo los hombres los que más llevan a cabo esta rutina, según los resultados de la encuesta llevada a cabo por Micebrina y la consultora Nielsen.
Por comunidades autónomas, los habitantes del País Vasco, Navarra, Aragón y la Rioja son los más deportistas. Un 74% de ellos declara practicar deporte más de tres veces a la semana. Los menos deportistas son los valencianos y murcianos (51%) y los catalanes (58%).
El resto de comunidades se mueven entre el 64% y el 68% de práctica de tres a siete días por semana, y en Cataluña y Extremadura es donde menos deporte se hace a diario.
El 35% de los deportistas va al gimnasio
De todos los deportistas, un 35% va al gimnasio, el 48% lo hace por desconectar del trabajo, el 30% para ocupar su tiempo libre, y el 12% para ver a los amigos o divertirse. En Cataluña, como excepción, se considera como motivo principal ocupar el tiempo libre. En contra de los tópicos, únicamente un 1% de los españoles lo practican para ligar.
Por otro lado, los resultados del estudio revelan que el 62% de los deportistas realizan deporte al aire libre, de los cuales un 55% lo hacen por estar en contacto con la naturaleza, un 31% para que les de el aire y un 10% por no pagar gimnasio.
Dentro de los deportes al aire libre, el ‘running’ es el que más se practica (54%), habiendo escasa diferencia entre hombres y mujeres. Está seguido del senderismo, ‘treking’ y escalada (48%), y de la bici, patines, y ‘skate’ en un 39%.
Dolor articular, unos de los frenos a hacer deporte
El principal inconveniente de hacer deporte es que quita tiempo para hacer otras cosas (39%), seguido del dolor articular (30%) o que abre el apetito (24%). Por su parte, el 22% declara que no realiza ejercicio porque requiere una inversión. Para combatir el dolor articular, el 61% de los encuestados declara que evita forzar las articulaciones, el 18% opta por tomar todo lo que le dan en farmacia (esta aceptación de la recomendación farmacéutica va en aumento a medida que lo hace la edad) y el 10% se pone hielo.
Por último, el estudio concluye que el 17% no hace deporte u ejercicio. Los motivos fundamentales son la pereza con un 46% y no disponer de tiempo con un 25%. Además un 22% de los no deportistas afirma no haber tenido nunca el propósito de hacer ejercicio mientras que un 49% confiesa habérselo fijado como meta, a comienzos de año, o durante la ‘operación bikini’, pero mantenerlo solo unos días (30%).
Una adecuada ingesta de líquidos, clave a la hora de practicar deporte
El catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada y miembro del Comité Científico de la SEN, Ángel Gil, ha asegurado que la ingesta de líquidos debe ajustarse a la actividad física que se realice, a las necesidades fisiológicas y a las condiciones ambientales.
El experto se ha pronunciado así con motivo de la celebración de la XVI Reunión de la Sociedad Española de Nutrición (SEN), que se celebra en Pamplona. Allí, ha recordado que aproximadamente el 70 por ciento de los músculos es agua y que, en el caso de los deportistas, al poseer una mayor masa muscular, tienen un porcentaje mayor de agua en el organismo.
“Cuando realizamos ejercicio, y especialmente cuando hacemos deporte, liberamos la mayor parte de la energía del esfuerzo en forma de calor, y nuestro organismo recurre a la sudoración para evitar que la temperatura corporal aumente y tenga consecuencias negativas. De esta forma se ‘enfría’ el cuerpo, pero se provoca una importante pérdida de líquidos”, ha explicado.
Asimismo, prosigue, en competiciones deportivas de larga duración la consecuencia de una hidratación realizada exclusivamente con agua puede producir hiponatremia o descenso de sodio en sangre, descrita cuando los deportistas ingieren un exceso de líquido sin el aporte suficiente de este electrolito.
En este sentido, Gil ha comentado que las bebidas con una composición específica además de hidratar aportan cierta cantidad de hidratos de carbono, ayudan a retrasar la sensación de fatiga y reponer los electrolitos perdidos, sobre todo el sodio, que es el que se elimina en mayor cantidad con el sudor.
“Las bebidas con esta composición son recomendables para todas aquellas actividades deportivas de duración superior a una hora”, ha aseverado, al tiempo que ha recordado que las bebidas para deportistas están formuladas según las pautas recogidas en el Comité Científico de Alimentación Humana de la Unión Europea, que además de establecer una serie de aspectos que estas bebidas deben reunir, no contempla que tengan graduación alcohólica.
Hidratación y ejercicio en condiciones de calor
Por otra parte, si la práctica de actividad física es especialmente intensa, de larga duración y además se desarrolla en condiciones ambientales de calor y humedad, la pérdida de líquido que conlleva en el organismo puede desencadenar estrés térmico, alteración de la cognición y de la función cardiovascular, aparición de fatiga y consecuentemente, un deterioro en el rendimiento físico.
Por ello, el experto ha señalado que cuando el ejercicio físico es prolongado es conveniente incluir hidratos de carbono en la bebida, ya que los hechos que más contribuyen a la aparición de fatiga son la disminución en el organismo de hidratos de carbono y la aparición de deshidratación debido a la pérdida de agua y electrolitos a través del sudor.
Finalmente, ha asegurado que cualquier líquido que contenga agua constituye un suministro de la misma y bebidas como zumos, infusiones, bebidas refrescantes, y sopas y caldos son fuentes importantes de hidratación.
Cuida la salud de los niños con ejercicio: una hora diaria, cinco días a la semana.
Los niños y adolescentes, de forma general, deben practicar ejercicio de moderado a vigoroso al menos una hora diaria durante cinco días a la semana y las actividades sedentarias no educativas no deben exceder las dos horas diarias, según han recordado los especialistas en el Simposio ‘Implementación de la actividad física, objetivo esencial en salud pública’, en el marco del Congreso Extraordinario de la Asociación Española de Pediatría (AEP) que se celebró en Madrid este fin de semana.
Los pediatras advierten de que la actividad y el ejercicio físico son esenciales para el mantenimiento de la salud, pero además, en la infancia resultan esenciales para potenciar diversos procesos físicos, prevenir diferentes patologías que puedan desarrollarse en la edad adulta –como el sobrepeso y la obesidad– y fomentar el bienestar psicológico. En este sentido, coincidieron en señalar al pediatra y al profesional de la actividad física y el deporte como figuras clave en la prescripción de hábitos saludables desde la infancia, especialmente en los relativos al fomento de la actividad física desde edades tempranas.
La moderadora del Simposio, la doctora Rosaura Leis, coordinadora de la Unidad de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y Profesora Titular de Pediatría de la USC, destacó que “el importante aumento de la obesidad en nuestro país en los últimos años guarda estrecha relación con los profundos e importantes cambios acontecidos en nuestros hábitos, como el descenso de la actividad física y el aumento de la inactividad y el ocio pasivo”.
Para el doctor Gerardo Rodriguez, del Grupo de Actividad Física de la Asociación Española de Pediatría, y otro de los expertos participantes en el Simposio, “el sedentarismo es un grave problema para la salud, equiparable a otros factores como la hipertensión, la hipercolesterolemia y el tabaquismo”. Según este experto, “la última Encuesta de Salud de España muestra que el 12% de los niños entre 5 y 14 años y el 45% entre los 15 y los 24 años realizan nula o escasa actividad física”.
A este respecto, Javier Rico, gerente de la Fundación Deporte Galego, abogó por la intervención en centros escolares como fórmula para el fomento de la actividad física, ya que “intervenir en los centros educativos permite actuar sobre el 100% de la población en edad escolar”.
Igualmente, la profesora Marcela González-Gross, del Departamento de Salud y Rendimiento Humano de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte-INEF de la Universidad Politécnica de Madrid y miembro de CIBERobn, ponentes en el Simposio, explicó “la actividad física proporciona un equilibrio psicofísico y un aumento de la capacidad funcional de los diversos sistemas orgánicos”.
“Pero además -añadió-, en la infancia resulta determinante para potenciar el crecimiento y desarrollo, tanto neurológico como músculo-esquelético, facilitando una mayor mineralización de los huesos y mejorando la salud ósea en la edad adulta. Junto a ello, la actividad física desde edades tempranas favorece la maduración del sistema nervioso motor y aumenta las destrezas motrices, además de ayudar al control del sobrepeso y obesidad, previniendo la obesidad en la edad adulta. También mejora el estado de ánimo y aumenta la autoestima, fomenta la sociabilidad y aumenta la autonomía y la integración social”.
Según esta experta, “en la actualidad, las condiciones de vida urbana, seguridad, horarios de actividades curriculares y ocio condicionan la actividad física en cuanto al tiempo, el lugar y las modalidades, pero es importante que el niño y adolescente incorpore la actividad deportiva como un estilo de vida, en el que el pediatra tiene un rol fundamental”. Aunque el consenso científico recomienda ejercicio una hora al día cinco días a la semana, los expertos consideran importante adaptar la actividad física a las diferentes etapas de crecimiento. Así la profesora González-Gross diferencia entre la edad preescolar, la edad escolar y la pre-adolescencia y adolescencia.
“Entre los 2 y los 5 años el objetivo es estimular la percepción sensorial, la coordinación motriz y el sentido del ritmo, mientras que entre los 6 y los 12 años se trata de buscar el dominio y control del equilibrio junto a la adquisición o perfeccionamiento de movimientos automáticos –ha explicado–. Entre los 10 y los 11 años es importante no insistir en el carácter competitivo del deporte y que se practiquen varios diferentes y ya en la adolescencia, es relevante evitar el abandono del ejercicio físico”.
Hidratación y práctica deportiva en invierno
Es normal que con la llegada del invierno y las bajas temperaturas, sudemos menos y tengamos una menor necesidad de hidratarnos, sin embargo, las necesidades a la hora de ingerir líquidos no se modifican prácticamente y resulta imprescindible mantener un adecuado equilibrio hídrico de forma constante.
El European Hydration Institute (EHI), fundación que promueve la hidratación humana y sus efectos para la salud, el bienestar y el rendimiento físico y cognitivo recuerda la importancia de mantener una correcta hidratación mientras se practica deporte, sin olvidar que el invierno es un periodo de alta actividad física en el que no se deben descuidar este tipo de hábitos saludables.
No mantener una adecuada hidratación representa un alto riesgo en cualquier época del año y en especial si se lleva a cabo la práctica deportiva. Las consecuencias pueden ser: disminuir el rendimiento, provocar cansancio, dolor de cabeza, malestar general, calambres musculares o aumento del ritmo cardiaco.
Practicar deporte en condiciones climáticas frías influye en los niveles de agua corporal debido a la pérdida de agua respiratoria y el sudor. Entre los principales factores desencadenantes de la sudoración están la temperatura ambiental, las corrientes de aire, la humedad, la intensidad y duración de la actividad física y la ropa.
Las pérdidas medias por transpiración durante la actividad física son de 1-2 litros por hora, pero pueden llegar a ser inferiores a 0,5 litros por hora o superiores a 3 litros por hora.
Los grupos de población con más riesgo de deshidratación son los deportistas expuestos a climas fríos como: esquiadores, esquiadores de fondo, alpinistas o corredores; escaladores a más de 1.600m; y los niños.
Para el Dr. Nicolás Terrados, especialista en Medicina del Deporte y Director de la Unidad Regional de Medicina Deportiva del Principado de Asturias-Fundación Deportiva Municipal de Avilés, “el realizar ejercicio físico intenso en la montaña (por ejemplo; ski alpino o ski de fondo), aunque sea en condiciones de frío intenso, conlleva pérdida de líquido por dos razones: la primera es que cualquier ejercicio físico intenso aumenta la temperatura interna de nuestro organismo y pone en marcha los mecanismos para eliminar ese aumento de calor y uno de esos mecanismos es la sudoración, por lo que se pierde líquido; la segunda razón es que al estar en situaciones de altitud, se pierde más líquido por la ventilación pulmonar que a nivel del mar, ya que se suele hiperventilar y además al ser la humedad relativa del aire menor, se pierde más líquido por la respiración”.
Según Terrados, Profesor Asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo, “cuando hay pérdida de líquido corporal (por el ejercicio físico y la falta de aporte) es decir, cuando hay deshidratación, aunque sea pequeña, disminuye la capacidad para una buena regulación cardiovascular, y puede afectar al rendimiento físico”. Por ello, “cuando se hace ejercicio intenso hay que intentar aportar líquidos al organismo, aunque estemos en situaciones de frío ambiental y sería conveniente intentar beber durante la actividad y desde luego, al acabar”, advierte.
El European Hydration Institute advierte de la importancia de mantener una adecuada hidratación y recomienda la ingesta de líquidos de forma periódica recurriendo a la variedad de bebidas para conseguir el equilibrio necesario pudiendo elegir entre buenos sabores.
Recomendaciones para una adecuada hidratación en invierno:
– Beber con regularidad incluso cuando no se tiene sed, ya que esta se reduce con el frío.
– Las comidas juegan un papel muy importante a la hora de estimular la sed. Entre el 20%- 30 % del líquido que necesitamos proviene de los alimentos, y entre un 70% -80% de las bebidas de todo tipo.
– La variedad de bebidas y sabores, desde los refrescos a los caldos o sopas ayudan a hidratarnos en invierno, y equilibrar la temperatura corporal.
– Evitar el alcohol, pues su efecto deshidratante determina que se necesite beber más líquido para contrarrestar esa pérdida de hidratación.
El ejercicio físico aumenta sustancias implicadas en el desarrollo neuronal
Científicos del Instituto de Investigación Sanitaria del Clínico INCLIVA han comprobado en una investigación que el ejercicio físico aumenta dos sustancias implicadas en el desarrollo neuronal y que asimismo los estudiantes que realizan deporte de forma habitual obtienen mejores resultados académicos que aquellos que llevan una vida sedentaria.
En el estudio, los investigadores trataron de averiguar si más allá de la estadística había evidencias fisiológicas de que los estudiantes que realizan deporte de forma habitual obtienen mejores resultados académicos que aquellos que llevan una vida sedentaria. Para ello, analizaron a 16 adolescentes.
El estudio, publicado en la revista The Journal of Musculoskeletal and Neuronal Interactions ha sido desarrollado por dos grupos de investigación de INCLIVA: el grupo del profesor José Viña, catedrático del Departamento de Fisiología de la Universitat de Valencia; y el grupo de la profesora Cecilia Martínez Costa, especialista del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico de Valencia, en colaboración con la Universidad de Rennes, en Francia.
Al respecto, el catedrático José Viña ha explicado que “contrariamente a lo que se pensaba hace unos años, no nacemos con un número determinado de neuronas que mueren conforme envejecemos, sino que también se producen durante la vida adulta”. De hecho, ha señalado que estudios recientes “confirman” que la máxima latina ‘mens sana in corpore sano’ es “una realidad” ya que “está demostrado que el ejercicio físico ejerce una función protectora en el tejido nervioso”.
Así, ha constatado que actividades como correr o caminar, ejercen una acción beneficiosa al mejorar la habilidad cognitiva, prevenir el envejecimiento cerebral, mejorar el déficit neurológico y motor causado por algunas patologías neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzheimer. De igual modo, los estudiantes que realizan deporte de forma habitual obtienen mejores resultados académicos que aquellos que llevan una vida sedentaria.
Al respecto, la profesora Martínez Costa, pediatra del Hospital Clínico de Valencia, ha explicado que para realizar el estudio se midieron, mediante análisis de plasma, los niveles de dos proteínas, BDNF- Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro – y la IGF-1 – Factor de Crecimiento Insulínico tipo 1-, dos sustancias que están directamente relacionadas con el crecimiento del tejido nervioso y neuronal.
El análisis se realizó a 16 adolescentes con edades comprendidas entre los 14 y los 16 años, divididos en dos grupos claramente diferenciados: un grupo formado por aquellos que únicamente practicaban deporte durante las clases de educación física en el colegio y otro formado por ciclistas adolescentes que entrenaban habitualmente.
La investigación demostró que los niveles de las dos proteínas relacionadas con las neuronas objeto del estudio son “muy superiores” en los adolescentes que realizan un deporte de forma habitual: un 100 por cien más de BDNF y de IGF-1 en los adolescentes deportistas que en los “sedentarios”.
De este modo, la investigación ha constatado que la actividad física en niños y adolescentes “no sólo contribuye a optimizar la forma física y a promover hábitos de vida saludable, sino que probablemente también contribuye a la mejora del rendimiento intelectual”. El primer autor de este estudio, Helios Pareja, señala que es la inducción de factores implicados en la plasticidad neuronal el mecanismo por el que se produce esta mejora.
Salud y placer, principales motivaciones para hacer deporte
Para los jóvenes, estas razones también son importantes (un 28 por ciento y 10 por ciento respectivamente), aunque también incluyen el físico (un 20 por ciento frente al 9 por ciento en los mayores). Un 42 por ciento de los jóvenes participantes en las encuestas considera que hacer deporte es bueno “por todo en general y que no es necesario tener una razón específica”, por lo que ha respondido en la encuesta que es bueno hacer deporte por las razones anteriormente cuestionadas.
El estudio está basado en una encuesta dividida en dos tramos de edad -de entre 6 y 25 años el primer tramo y de 26 en adelante el segundo- realizada a un total de 1.003 mujeres y hombres residentes en la Comunidad de Madrid, y con preguntas diferentes en función del tramo de edad entrevistado.
A raíz de los resultados obtenidos en el cuestionario realizado por la organización de consumidores, CECU Madrid ha considerado que “muchos casos” de los hábitos alimentarios de los madrileños “son claramente perjudiciales para la salud y el bienestar de los ciudadanos”, mientras que en lo referido a la práctica deportiva sí que detecta “conclusiones positivas”.
El 97% de los mayores practica deporte
Según ha detectado el estudio, la práctica deportiva entre los mayores es generalizada, ya que entre las personas que hacen ejercicio de manera habitual y esporádica alcanzan el 97 por ciento del total de encuestados. Además, la proporción es mayor entre los que practican deporte de forma habitual (un 55 por ciento frente al 42 por ciento de los que hacen ejercicio esporádicamente).
Los jóvenes reparten de forma igualitaria en sus respuestas la práctica deportiva entre el centro escolar y fuera del centro (ambos un 44 por ciento), mientras que un 12 por ciento contestó otro sitio sin especificar.
Fuera del centro, los polideportivos municipales concentran el 58 por ciento, mientras que el 25 por ciento correspondió al 25 por ciento de respuestas. Los gimnasios particulares suman el 17 por ciento de las respuestas. Por el contrario, la calle es el lugar elegido por la mayoría (un 36 por ciento), seguidos por los gimnasios privados (28 por ciento) y las instalaciones públicas (25 por ciento).
Deporte familiar, “un elemento a potenciar”
Respecto al día de la semana en la que los jóvenes practican deporte, un 70 por ciento afirma hacerlo entre semana, mientras que el fin de semana concentra la actividad física del 25 por ciento de los encuestados. El 5 por ciento restante declara combinar ambos períodos de tiempo para hacer deporte.
Por último, la organización de consumidores también se ha interesado por la relación entre la práctica deportiva y la familia entre los jóvenes, con el resultado de que únicamente un 2 por ciento de los encuestados practica ejercicio físico con sus padres.
Un 27 por ciento señala que de forma esporádica, mientras que un 71 por ciento contestó que nunca, por lo que CECU Madrid ha apuntado que “el deporte familiar es un elemento a potenciar”.