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Cansancio otoño

Cansancio en otoño

 

Cansancio otoño

 

Siete de cada diez españoles dicen sentirse más cansados durante el otoño. Además, cuatro de cada diez asegura tomar complejos vitamínicos para paliar este cansancio, según una encuesta realizada por el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO).

El otoño puede suponer un cambio de ánimo, sensación de tristeza, insomnio, irritabilidad, síntomas físicos como dolor de estómago, falta de atención… Existen varios motivos que explican estos cambios: cambio de horas, la vuelta de las vacaciones, incorporación al trabajo, la rutina, bajada de temperaturas….

En este sentido, es importante llevar a cabo una alimentación saludable y recibir un aporte nutritivo adecuado para poder sentirse bien. Según Martín Almendros, miembro de la junta directiva de INFITO dice “Los complejos vitamínicos de origen vegetal aportan vitaminas, polifenoles y los ácidos orgánicos necesarios para el organismo. La vitamina de origen vegetal es muy biodisponible, se aprovechan todos los elementos esenciales de la planta”. En definitiva, el aporte de vitaminas es esencial para reconstruirnos y aprovechar lo elementos energéticos que ingerimos a través de la alimentación.

El 69 % de la población asegura tener problemas al volver de las vacaciones y enfrentarse nuevamente a la rutina laboral. Por ello, es crucial seguir una alimentación equilibrada y variada, realizar ejercicio físico, saber desconectar cuando sea necesario, disfrutar de los momentos, dormir a horas fijas y las que cada uno necesite, realizar cinco comidas al día…

En otoño, hay ricos alimentos de temporada como el membrillo rico en fibra, calabaza que aporta vitamina A y C y cítricos, que aportan vitamina C.

El doctor Miguel Martín Almendros, coordinador del grupo de trabajo de Fitoterapia de la SEMERGEN, recomienda seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio y la toma de preparados farmacéuticos multivitamínicos de origen vegetal p …
Leer mas: http://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-70-poblacion-siente-cansada-llegar-otono-20160922122256.html

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cerebro e intestino

Cerebro e intestino: Aspectos psicológicos en los trastornos funcionales digestivos (Parte IV)

cerebro e intestino

 

María Pérez Esteban/ Mayo 2016
El siguiente artículo habla de los aspectos psicológicos en los trastornos funcionales digestivos. La manera de enfocar nuestra vida, la conducta, los pensamientos y emociones repercute en nuestra salud, especialmente en lo considerado para muchos nuestro “segundo cerebro”. Hay una estrecha relación entre nuestro aparato digestivo y nuestra mente, que va desde la parte fisiológica con el nervio vago como hilo conductor entre nuestro cerebro y nuestro intestino hasta el asombroso parecido estructural entre un proceso y otro. Es necesaria una colaboración entre los profesionales de la medicina y de la psicología con el objetivo de ayudar a los pacientes en la mejoría y/o curación de estas patologías. Lo que no podemos ignorar por más tiempo es que no solo somos un conjunto de órganos con una fisiología particular; somos seres racionales y sobre todo somos seres emocionales, todo se relaciona y se influye. Es necesario por tanto atender otros aspectos de la vida del paciente para llevar a cabo los tratamientos más adecuados para que tengan una vida más sana y plena.
Palabras clave: Cerebro, Intestino, nervio vago, digestión, expulsión, hambre emocional, emociones básicas, niveles de intervención, áreas vitales, dietas, intolerancias alimentarias, colaboración profesional.
EL CÍRCULO VICIOSO. CONEXIÓN ENTRE LOS PROBLEMAS DIGESTIVOS Y PSICOLÓGICOS (PARTE 4)
He observado en pacientes que tras pasar determinadas experiencias traumáticas o épocas en la vida en los que la persona ha sufrido enormemente y ha seguido hacía delante sin detenerse “echándose todo encima”, cuando parece que está más tranquilo aparece un problema de salud, alergia o actualmente las famosas intolerancias alimentarias. Nuestro estilo de vida actual, la alimentación, la contaminación, el estrés, el sedentarismo, cómo gestionamos nuestros conflictos y emociones…etc. con todo esto al final acabamos “machacando” nuestro sistema inmune y lo que en principio no representaba ningún peligro se convierte en un enemigo a evitar. En países subdesarrollados como África o determinados países de Iberoamérica, aunque tienen otras problemáticas bastante graves, no están desarrollando las patologías intestinales que están floreciendo cada vez más fuerte en los países del llamado primer mundo. Hace 50 años era impensable encontrar en un supermercado o en la carta de un restaurante alimentos sin lactosa, sin gluten, sin trazos de frutos secos, sin azúcar, aproteicos, etc.…, no hay que olvidar que los alimentos prohibidos ya empezaron en la antigüedad por cuestiones religiosas: cerdo, vaca…,etc. Ahora sumamos cuestiones morales: los que no comen pescado, carne, nada procedente de un animal a cuestiones caprichosas: esto no me gusta, esto si , y el mundo de las dietas; desde el gran universo infinito de las dietas para adelgazar, a las nuevas incorporaciones para depurar, tonificar, anti-edad, anti-oxidantes, anti-flacidez, anti…, y me paro porque no quiero que este artículo se convierta en un libro del tamaño de “Guerra y paz”.
Comer ha pasado de ser una necesidad básica de supervivencia a convertirse en un hobby: “vamos a probar un sitio nuevo” y además en un quebradero de cabeza: “yo no puedo/quiero comer….”
No soy una persona que suela hacer comidas en mi casa porque me gusta más degustar que cocinar, pero recuerdo una de las veces que (sacando mi lado obsesivo) mandé un email para que los invitados me dijeran lo que no podían comer por ser alérgicos o sentarles mal, o simplemente lo que no les gustaba y la combinación final para adaptarme a todas las necesidades me resultó algo complicada.
Es paradójico que en nuestra sobrealimentada sociedad donde tiramos comida todos los días, tengamos cada vez más restricciones dietéticas por cuestiones médicas, intolerancia o hipersensibilidad a ciertos nutrientes, abandonando tristemente cada vez más el poder de ser omnívoros a convertirnos en “alérgicomnívoros”.
Esto sumado a las crecientes modas, neurosis u obsesiones alimentarias; ahora solo alimentos de color rojo (no es un viva el comunismo) ahora solo alimentos verdes (esto tampoco es un manifiesto de Greenpeace) ahora solo proteínas para el músculo o para adelgazar, ahora el trigo “ huele azufre ” convirtiéndose en el nuevo diablo, ahora solo alimentos para el Ying ahora solo para el Yang, ahora solo aquello que se cultiva en el Himalaya, que digo yo que viviendo en España ¿no hay algo más complicado o lejos de recolectar? Todo esto nos está convirtiendo en una especie de “neuroticomnívoros”, por ejemplo nos encontramos con personas cultas, inteligentes, con sentido común, que durante una semana han estado tomando solamente un líquido viscoso llamado “jarabe de arce” para… ¿Para qué realmente lo han hecho? ¿Para qué hacemos algunas de estas cosas, incluida yo misma?
Alguien puede argumentar muchas cosas, pero ¿no está la parte emocional en todo esto? Lo que está claro es que todo el tema relacionado con ingesta de alimentos es un negocio que funciona, y funciona muy bien porque nos engancha de múltiples maneras.
Con las herramientas anteriores podemos ampliar la visión para comprender determinados problemas digestivos donde no hay una causa orgánica y que tras diversos tratamientos no hay una mejoría, quizás sea necesario hacer un escáner de la vida de la persona y empezar a tratar otro tipo de áreas, conductas, pensamientos, emociones que tal vez estén bloqueando su mejoría o en el mejor de los casos sea una llamada de atención sobre algo que no está funcionado bien. Yo no entro en el origen ni en la causa. Evidentemente la gastritis es un problema físico (se tiene o no se tiene). Pero la manera de sufrirla y los síntomas que provoca sí tienen un claro componente psicológico, son ejemplos de patología psicosomática. La ansiedad, el estrés, la depresión, en definitiva la manera del paciente de llevarla aumentan la secreción ácida gástrica, exacerbando los síntomas digestivos, los cuales contribuyen a aumentar la ansiedad y el estrés del sujeto, conduciendo a su depresión y cerrando el círculo vicioso.
En terapia cuando hago psicoeducación o trabajo determinados problemas del paciente, escojo ejemplos de la vida cotidiana o eventos que en principio no tienen relación con el tema, pero que sirven de anclaje para recordarnos un mensaje. Con esto quiero desvelar que los anteriores comentarios (entre otros) sobre Leonardo Di Caprio en Titanic, no obedecen exclusivamente a una espontaneidad impulsiva y sin falta de control que puede resultar graciosa para algunos o falta de seriedad para otros, aporta además un anclaje para recordar la información del esquema de los cinco niveles. Uso mucho las metáforas para explicarle a un paciente porqué le suceden determinadas cosas, a mi siempre me han servido para comprender y recordar mejor los conceptos. En la que presento a continuación no estoy segura de llamarla metáfora porque el proceso es tan similar que no se si es casual porque nuestra naturaleza así se hizo o poniéndome mas mística quizás ésta nos ha querido lanzar un mensaje para entender mejor la relación de uno con la ayuda del otro.
Para explicar como funciona nuestra psique voy a utilizar como metáfora el proceso digestivo. Cuando ingerimos un alimento primero lo masticamos y tragamos, una vez hecho esto la primera fase es la llegada al estómago donde los jugos y el ácido del propio estómago lo transforman en papilla para así poder pasar al duodeno y entrar en el intestino delgado. Es necesario tratar esa papilla con la bilis y el jugo pancreático que se vierten en el interior del intestino para que la disuelvan en grasa, hidratos, proteínas y azúcar necesarios para vivir. Gracias a esto los alimentos se convierten en absorbibles, filtrándose a través de la pared del intestino y llegando a la sangre. En la alimentación casi todo es absorbible, útil y necesario para
nuestra nutrición. Sin embargo el esqueleto de los alimentos (celulosa y compuestos derivados) no se puede absorber, alimentos por ejemplo que contienen fibra no absorbible.
Por un lado tenemos esta parte no absorbible que llamamos desechos, aunque el nombre no suene muy agradable son muy importantes para el proceso, por otro lado tenemos los movimientos del intestino, señales que recibe y que le hacen, o bien trabajar y contraerse o bien descansar y relajarse, lo que vimos anteriormente con el sistema simpático y parasimpático; por supuesto que en el equilibrio entre las dos señales estaría la actividad normal. Estos desechos junto con los movimientos intestinales, permiten llegar hasta el final del proceso para llevar a cabo la tarea de expulsión.
Todos hemos sufrido en algún momento las graves consecuencias de no expulsar los desechos, sin obviar que para muchas personas puede ser un riesgo de salud. En lo que expulsamos no solo están estos desechos de los alimentos, hay también bacterias que habitan en el colón y el recto, y células muertas de las paredes del tubo digestivo que se descaman y renuevan continuamente. Es por tanto un proceso de regeneración interior.
Con este proceso en nuestra mente cruzamos una vez más el puente dejando la parte fisiológica y llegado a la parte psicológica. Cuando nos pasa algo o tenemos una vivencia con alguien, la información consciente (todo aquello que recordamos o que estamos viviendo), sería todos los alimentos que absorbemos, siempre teniendo en cuenta nuestros propios filtros: cada uno tiene su propia bilis y su jugo pancreático diferente al de los demás. Sin embargo en cada vivencia o relación con alguien, existe una parte no absorbible por nuestra bilis y jugo pancreático, es la parte insconsciente; esta parte es necesaria en todo el proceso, pero en algún momento hay que sacarla a la luz y expulsarla de nuestro interior. Si acumulamos mucho desecho acabará bloqueándonos e impidiendo también que entren cosas nuevas. Si un día expulsamos todo de repente sin filtro, nos debilita y perdemos también minerales y nutrientes importantes.
Hemos aprendido cuando no hacer o decir determinadas cosas en público, hemos aprendido afortunadamente a controlar nuestras “expulsiones” para los momentos y lugares adecuados. Sin embargo esto es relativo, hay personas que tienen una mayor retención que otras.
Hay veces que se nos escapan comentarios o hacemos cosas de las que luego nos arrepentimos porque no queríamos sacarlas a la luz; por ejemplo los “lapsus linguales” aquellos comentarios o palabras que nos ponen en grandes aprietos y que nos hacen desear ser un avestruz y esconder la cabeza. Volviendo al segundo cerebro a veces en nuestro interior hay una batalla entre nuestras propias bacterias, alimentos con parte no absorbible que no digerimos bien, acumulación de desechos de varios días y aparecen muchos gases con sus consabidas
molestias, y aunque no queramos se nos escapan o nos cuesta mucho controlarlos; en el plano psicológico serían los lapsus linguales, los sueños, los comentarios inapropiados. Hay gente que tiene más gases que otros, pero ¿qué ocurre en todos los casos?, que huelen mal, que nadie quiere estar presente cuando alguien ha cometido esa imprudencia y que el protagonista exceptuando que lo haya querido hacer a propósito solo para contaminar a su entorno, se siente avergonzado.
Razones de este desequilibrio hay muchas y muchos factores, principalmente no alimentarse bien o no llevar a cabo una expulsión regular de ese proceso de regeneración interior donde sacamos lo que ya no necesitamos y nos quedamos con aquello que es esencial para vivir.
Cuando nos alimentamos muy mal y se han acumulado una serie de bacterias es necesario un cambio en la dieta, otras veces tragamos demasiado y se produce un sobrepeso donde nos resulta muy complicado movernos, relacionarnos y esto además nos engancha a seguir tragando. Otras veces por el contrario no nos alimentamos suficiente, vivimos sin apenas energía para nosotros, anestesiando nuestro primer grito de supervivencia al nacer: el hambre, la llamada al alimento.
Como en todo el equilibrio, “el trabajo diario” es lo que hace que funcionemos adecuadamente.
En todas las patologías o problemas cuando solos no podemos hacer frente a un cambio en la dieta , porque hay alimentos que no podemos dejar de consumir, no tenemos fuerza de voluntad para evitar ciertas cosas, por mucho que lo intentamos no conseguimos expulsar de nuestra vida los desechos, no tenemos ya ni ganas de comer, lo mejor es buscar ayuda, siempre habrá un profesional que nos ayude a cambiar esa dieta, impedir atracones o recuperar otra vez el deseo de disfrutar de una buena “comida” y olvidar para siempre aquella que nos sentó tan mal.
No creo en la exclusividad sobre la causalidad de las enfermedades, ni que las patologías en el ser humano se deban a una única respuesta, aún así quiero manifestar que por encima de todo siempre que haya cualquier trastorno digestivo la primera línea de intervención es médica, hay que descartar cualquier patología, realizar las pruebas pertinentes y llevar a cabo el tratamiento que el médico considere más adecuado, la medicina ha salvado muchas vidas y afortunadamente lo seguirá haciendo. Además, paralelamente creo en la colaboración y cuanto más estrecha, amigable y cercana mayor será el beneficio para el paciente. Los egos solitarios llevan a una dieta muy pobre para el paciente.
Al final se trata de un objetivo común: ayudar a las personas para que puedan disfrutar de su vida de una manera sana y adecuada; la visión holística y la colaboración entre profesionales en
cualquier campo de la salud solo puede traer beneficios al paciente que sufre de una patología. La frase La unión hace la fuerza siempre tuvo razón y en patologías digestivas donde esa unión es desde física gracias al nervio vago hasta estructural, el asombroso parecido en los procesos del funcionamiento de nuestra psique con el “segundo cerebro” el proceso de la digestión, hace que sea muy complicado que un tratamiento sea efectivo sin tener en cuenta el otro lado del puente.
Como dije anteriormente lo que no podemos ignorar por más tiempo es que no sólo somos un conjunto de órganos con una fisiología particular, somos seres racionales y somos sobre todo seres emocionales, todo se relaciona, se mezcla, se influye y es necesario abrir la mente para tener la foto completa de la vida de una persona. Por último quiero añadir a la íntima relación que existe entre nuestro aparato digestivo y nuestro cerebro que, aunque “el experto” en cuestión siempre tendrá mi admiración y cariño por su carrera deportiva (aquí me verán el plumero en cuestiones futbolísticas), siento contradecir a Iker Casillas, en mi larga trayectoria tras haber probado muchas, confirmo que las mejores rosquillas del mundo las sigue haciendo mi abuela .
CONCLUSIONES FINALES
Existe una estrecha relación entre la parte psicológica: conducta, pensamientos, sentimientos y emociones con nuestro aparato digestivo. Existe una interacción. Cuando no gestionamos bien una parte la otra se ve afectada y viceversa.
Nuestro aparato digestivo tiene una comunicación constante con nuestra mente a través del nervio vago, contiene más de 100 millones de neuronas. En él se produce serotonina, dopamina y hay una alta implicación del sistema de secreción de opiáceos durante la ingesta, se le renombra “nuestro segundo cerebro”.
Es frecuente la presencia de trastornos psicológicos en determinados problemas digestivos. Gran parte de nuestras emociones están influenciadas por el sistema nervioso digestivo.
No sólo somos seres racionales, somos también seres emocionales porque nuestro cerebro está programado para reaccionar siempre con una respuesta emocional y es imprescindible tenerlo en cuenta en los trastornos funcionales digestivos.
El modo en que un paciente gestiona psicológicamente su trastorno digestivo puede convertirse en un círculo vicioso que se retroalimenta. La ansiedad, depresión, su estilo de vida, aumentan los síntomas de la enfermedad digestiva.
Contar con herramientas como el esquema de los cinco niveles de intervención o las cinco áreas vitales, ayuda a tener una visión mas completa de la problemática de un paciente. Considerar el factor psicológico es importante cuando los tratamientos convencionales y sintomáticos no aportan una mejoría significativa y es necesaria la intervención en otros niveles psicológicos.
La colaboración entre los distintos profesionales en estas patologías conllevará un mayor beneficio para el paciente.
Bibliografía:

 www.rae.es  http://www.medicaldaily.com/human-brain-hardwired-acts-kindness-vagus-nerve- activated-during-empathy-313020  http://www.psicol.unam.mx/profesionales/psiclinica/iem/pdf/la_teoria_polivagal.pdf  Oliveros Calvo E https://www.youtube.com/watch?v=8O7a0enj7dE . El cerebro intestinal: psicogastroenterología.. Psiquiatra Madrid  http://www.scientificamerican.com/article/gut-second-brain/  http://www.medicalnewstoday.com/articles/291259.php  http://www.lavidalucida.com/que-hace-la-serotonina-en-nuestro-cuerpo.html  Simon V, “La Compasión: El Corazón Del Mindfulness” 2015. Sello Editorial.  L.Hay L, “Sana tu cuerpo” 1992. Editorial Urano.  Schnake S. A, “Presencia y actualidad del enfoque gestáltico holístico de la enfermedad”. Conferencia en AGBA. Agosto 2005.  Rolf E, “La Medicina Del Alma: El Código Secreto Del Cuerpo. El Corazón De La Sanación”. 2015 Planeta.  Álvarez Sánchez A,“Pacientes con dispepsia funcional: ¿Cómo podríamos manejarlos mejor?” Septiembre 2012. www.vademecum.es  Devesa JM, “Doctor, estoy estreñida… Unas historias que contar, Mitos y Realidades” 2014. Editorial ACCI (Asociación Cultural y Científica Iberoamericana)  Instituto Galene. Módulo 8: Los 5 niveles de Intervención. Relación Terapéutica y Técnicas Básicas. Apuntes del Master en Psicoterapia Humanista Integrativa/ Counselling 2011/2013.  Schnake S. A, “Diferencia entre Enfoque Holístico y lo Psicosomático.” Centro Anchimalen Manao, Chiloe  Schnake S. A, “Enfoque Holístico de la Salud y la Enfermedad.” Centro Anchimalen 2007 Manao, Chiloe
 Schnake S. A, “La vos del Síntoma: del discurso médico al discurso organísmico”. 2004. Cuatro Vientos.

la hidratación mejora la ansiedad

Una buena hidratación puede ayudar a controlar los niveles de ansiedad

la hidratación mejora la ansiedad

Beber agua puede ayudar en un momento dado a disminuir la ansiedad, ya que la deshidratación influye en los estados anímicos, en especial en la ansiedad, en la tristeza y en el decaimiento

Uno de los síntomas de la ansiedad es la sensación de boca seca y beber agua se convierte en una herramienta para ayudar calmar ese estado de intranquilidad, asegura la psicóloga Silvia Álava.

Pero, además, con la deshidratación aumenta la circulación de las hormonas del estrés, el cortisol, y se ponen en marcha unos procesos fisiológicos similares a cuando el cuerpo está en una situación de peligro o de inquietud.

Diferentes estudios demuestran que el estrés repercute en el rendimiento intelectual, afecta a la lentitud de pensamiento, a los reflejos y provoca errores en la resolución de conflictos.

“A los estudiantes les recomiendo que estudien con una botellita de agua que les ayude a mantener la atención y la concentración y que también la lleven a los exámenes para bajar esos niveles de ansiedad”, señala la especialista.

Hay estudios que indican que una deshidratación del 2,7% puede hacer que tengamos una mayor sensación de esfuerzo para hacer las tareas unido a tristeza, cansancio y decaimiento .

“Bien hidratados mantendremos un buen estado de ánimo”, apunta Silvia Álava.

Deshidratación y función cognitiva

Si la deshidratación afecta a nuestra forma de sentirnos, mucho más lo hace sobre el funcionamiento de nuestro cerebro.

La evidencia científica ha constatado que ya con un 1% o un 2% de deshidratación empieza a resentirse la memoria a corto plazo, las tareas de atención selectiva visual, la concentración y el tiempo de reacción.

Pero en general la deshidratación produce una disminución significativa en la percepción, atención, memoria, pensamiento, lenguaje y rendimiento psicomotriz. En resumen, de la función cognitiva en su conjunto, además de las repercusiones físicas.

Por eso, Silivia Álava considera esencial educar desde la infancia en el hábito regular de beber agua para que se acostumbren a pedirla y a beberla.

“Los niños no llegan al colegio bien hidratados y eso repercute en su falta de atención, en el cansancio e incluso en la irritabilidad. Y eso se agrava si encima llegan sin desayunar”, advierte.

El consumo de líquidos, en especial el agua, es vital para el funcionamiento del organismo humano en todas las edades, pero además de los niños, otro grupo de riesgo es el de los ancianos que sufren alteración del mecanismo de la sed y pueden pasar horas sin beber agua, algo que les afecta especialmente física y cognitivamente.

Por eso la psicóloga anima a las instituciones a fomentar la educación para una correcta ingesta de agua y otros líquidos que según las autoridades sanitarias internacionales debe ser de 2 litros en el caso de las mujeres y de 2,5 de los hombres.

Fuente:http://www.efesalud.com/noticias/una-hidratacion-adecuada-ayuda-rebajar-nivel-ansiedad/

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Ejercicio físico, vida saludable, hábitos saludables, correr, run, exercise, plantillas

Ejercicio físico contra la depresión

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La sensación de “sentirse bien” tras hacer ejercicio es patente. ¿Pero por qué estaba causada? ¿Hasta qué punto puede ser el ejercicio físico un antidepresivo? Hasta hace unos días, se desconocían las respuestas a estas preguntas. Ahora, tras un estudio en ratones, investigadores del Instituto Karolinska, en Suecia, muestran que el entrenamiento físico induce cambios en el músculo esquelético que pueden purgar la sangre de una sustancia que se acumula durante el estrés y es perjudicial para el cerebro.

“En términos neurobiológicos, en realidad todavía no sabemos qué es la depresión. Nuestro estudio representa una pieza más en el rompecabezas, ya que ofrecemos una explicación sobre los cambios bioquímicos protectores inducidos por el ejercicio físico que impiden que el cerebro se dañe durante el estrés”, afirma Mia Lindskog, investigadora del Departamento de Neurociencias en el Instituto Karolinska.

Se sabía que la proteína PGC-1alfa1 aumenta en el músculo esquelético con el ejercicio y media en el acondicionamiento muscular beneficioso en relación con la actividad física. En este estudio, que se publica en la revista ‘Cell’, los investigadores utilizaron un ratón modificado genéticamente con altos niveles de PGC-1alfa1 en el músculo esquelético que muestra muchas características de los músculos bien entrenados, incluso sin hacer ejercicio.

Estos roedores y ratones de control normales fueron expuestos a un ambiente estresante, como ruidos fuertes, luces intermitentes y alteración del ritmo circadiano en intervalos irregulares. Después de cinco semanas de estrés leve, los ratones normales desarrollaron un comportamiento depresivo, mientras que los roedores modificados genéticamente, con características de musculares de estar bien entrenados, no presentaban síntomas depresivos.

“Nuestra hipótesis inicial de investigación fue que el músculo entrenado producía una sustancia con efectos beneficiosos sobre el cerebro. En realidad nos encontramos lo contrario: el músculo bien entrenado produce una enzima que purga el cuerpo de sustancias nocivas, así que en este contexto la función del músculo es una reminiscencia de la del riñón o el hígado”, argumenta Jorge Ruas, investigador principal en el Departamento de Fisiología y Farmacología del Instituto Karolinska.

Tratamiento de la depresión

Los investigadores descubrieron que los ratones con mayores niveles de PGC-1alfa1 en el músculo también tenían niveles más altos de unas enzimas llamadas KAT, que convierten una sustancia formada durante el estrés (quinurenina) en ácido quinurénico, una sustancia que no es capaz de pasar de la sangre al cerebro. No se conoce la función exacta de quinurenina, pero se pueden encontrar altos niveles de quinurenina en pacientes con enfermedad mental.

En este estudio, los científicos demostraron que cuando se da quinurenina a ratones normales, muestran comportamiento depresivo, mientras que los roedores con aumento de los niveles de PGC-1alfa1 en el músculo no se vieron afectados. De hecho, estos animales no muestran niveles elevados de quinurenina en la sangre, ya que las enzimas KAT en sus músculos bien entrenados se convierten rápidamente en ácido quinurénico, convirtiéndose en un mecanismo de protección.

“Es posible que este trabajo abra un nuevo principio farmacológico en el tratamiento de la depresión, donde se podrían hacer intentos para influir en la función del músculo esquelético en lugar de dirigirse directamente al cerebro. El músculo esquelético parece tener un efecto de desintoxicación que, cuando se activa, puede proteger el cerebro de los ataques y las enfermedades mentales relacionadas”, explica Jorge Ruas.

 

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El enamoramiento protege la salud cardiovascular

enamoramiento

 

El enamoramiento reduce el estrés crónico y el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, así lo asegura el especialista en psicología Joaquín Conesa, quien afirma que “el amor aumenta la producción de dopamina, oxitocina y norepinefrina, sustancias que son buenas para nuestro corazón”.

Además, se reduce la producción de hormonas como el cortisol, que eleva la tensión arterial y nos produce estrés. Al estar enamorado los niveles de esta hormona bajan de manera natural y se palían los efectos negativos del estrés crónico, añade.

Las hormonas tienen un efecto visible en nuestro estado de salud y nuestro aspecto cuando sentimos amor. Los estrógenos fortalecen el cabello, las uñas y la piel, por lo que, como destaca Joaquín Conesa, “el amor mejora nuestro aspecto físico y hace que nos vean y veamos más sanos”. Por otro lado, las endorfinas que se liberan facilitan el funcionamiento del sistema inmunológico; además, estas hormonas están consideradas los mejores antidepresivos naturales.

El amor también favorece positivamente nuestra sensación de felicidad gracias a la liberación de algunas hormonas como la melatonina, explica. Esta sustancia, que aumenta al estar enamorados, “además de mejorar nuestra autoestima nos aporta una sensación de vitalidad hasta niveles muy difíciles de llegar si no hay amor en nuestras vidas”. La melatonina previene también el envejecimiento, por lo que se puede decir que el amor nos hace parecer más jóvenes.

Joaquín Conesa añade que “desde un punto de vista estrictamente científico podemos decir que estar enamorado es beneficioso para la salud“.

“El amor tiene efectos beneficiosos en nuestro organismo gracias a que este estado tiene una respuesta fisiológica que nos hace sentir bien tanto mental como físicamente”. Como afirma Conesa, al estar enamorado “nuestro cuerpo libera hormonas que mejoran nuestra autoestima, así que se vuelve un escaparate en el que se muestran los cambios químicos que se producen a nivel interno”.

 

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depresión, dieta mediterránea

El papel de la dieta mediterránea en la prevención de la depresión

depresión, dieta mediterránea

La dieta mediterránea podría tener un papel preponderante en la prevención de la depresión, según asegura el miembro de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), el doctor Miguel Ángel Martínez-González. El experto, que acaba de publicar un artículo en la revista especializada BMC Medicine bajo el título Dieta, ¿una nueva forma de prevenir la depresión?, sostiene que esta teoría “abre una vía importante al conocimiento”.

Para él, el objetivo es “anticiparse a este grave problema de salud pública”, el cual se ha convertido “en una auténtica epidemia en la sociedad actual”. Además, “la obesidad y la depresión son una peligrosa relación, ya que está demostrado que el exceso de peso se asocia con un mayor riesgo de sufrir cuadros depresivos y viceversa”, explica.

Ahondando en la publicación de Martínez-González, se observa que la dieta mediterránea no sólo protege de las enfermedades cardiovasculares y de algunos tipos de cáncer, sino que, además, “puede reducir el riesgo de depresión entre un 40 por ciento y un 50 por ciento”.

En su opinión, los alimentos clave para la prevención son “las frutas, los cereales, las legumbres, los frutos secos, el pescado y las verduras”. Además, el consumo de ácidos grasos omega 3 y el de aceite de oliva influyen en la estructura de las membranas de las células nerviosas “y mejoran el funcionamiento de la serotonina, un neurotransmisor implicado en la depresión”, asegura.

Así lo ha constatado tras realizar este trabajo sobre 10.000 voluntarios y hallar que, en los que se alimentaron de una manera similar a la que se hace en el sur de Europa, la incidencia de depresión tras cuatro años de seguimiento “resultó considerablemente menor que en el resto”.

La obesidad es más habitual en las clases bajas

Martínez-González recuerda que la depresión “puede conducir a hábitos dietéticos más pobres”, lo que también está demostrado que “acaba derivando en un exceso de peso”. De hecho, estudios anteriores han evidenciado que incidencia de la obesidad “es mayor en las clases más desfavorecidas”.

Por esta razón, el especialista de la SEEDO considera “clave” mejorar la educación en los hábitos alimentarios, ya que prevenir a tiempo “es el mejor tratamiento”. A tenor de ello, destaca la psicoterapia cognitivoconductual, la cual está indicada “para las personas obesas que sufren depresión”.

Por último, esta sociedad avala también diferentes investigaciones sobre la existencia de un componente genético común a los trastornos del estado de ánimo y a la obesidad. Una de las más recientes, que fue realizada por la Universidad de Granada, sostiene que el gen responsable del exceso de peso, el FTO, “también es el responsable de la depresión”.

alimentación y felicidad

Cómo influye la alimentación en la felicidad

 

alimentación y felicidad

Tenemos una capacidad no explotada completamente de regular nuestras emociones. Podemos elegir -hasta cierto punto- qué emociones tener, gestionarlas para que se parezcan a lo que queremos estar experimentando, y así lograr la felicidad.

Los componentes de la felicidad

La felicidad entendida como un todo es difícil de conseguir, pero si la separamos en distintos componentes más pequeños nos va a costar menos conseguirla. Y los competentes podrían ser: energía, las ganas de hacer cosas, que tiene que ve con el optimismo y es una experiencia muy física, nos sentimos con fuerzas; en segundo lugar el estado de ánimo (quizás esto es lo que más tenemos identificado con la felicidad), es la vivencia emocional de encontrarnos bien; y en tercer lugar la satisfacción, que sería la valoración que hacemos en un periodo largo de nuestra vida en la que nos paramos a pensar si nos gusta lo que hemos vivido hasta ahora.

La relación entre estos tres aspectos va a amplificar mucho o va a permitir entender cómo actuar sobre nuestra felicidad. Sobre la satisfacción el efecto de la alimentación lo ejercemos a través de nuestra capacidad para conseguir cosas. Sentirnos satisfechos es valorar que hemos sido capaces de hacer lo que nos propusimos, de que hemos alcanzado metas o retos con nuestro esfuerzo, y para eso tenemos que tener nuestra cabeza ágil y con la capacidad de resolver problemas de una manera rápida y eficaz.

¿Cuáles serían las claves de esta forma de alimentarnos para potenciar cada uno de estos componentes?

Energía

¿Qué es lo que nos suele subir la energía? El azúcar, las cosas dulces. Su efecto es inmediato pero probablemente al cabo de 30-45 minutos desciende. Por lo tanto para sentirnos bien en un momento puntual es una buena idea ingerir hidratos de carbono. Pero si queremos estabilidad y que la emoción no varíe necesitamos otro tipo de alimentos: los cereales, como pasta y arroces integrales. La relación que hay entre el estado de ánimo y el consumo de hidratos de carbono está mediada por la serotonina.

Asimismo, la mejor fuente para aportar energía de manera duradera son las proteínas, de hecho cuando nos pasamos de proteínas pasamos de estar enérgicos a estar tensos, e incluso hostiles. En los estudios realizados se ha visto que con una proporción elevada de proteínas en el desayuno la sensación de energía es mayor, más duradera y más controlada.

Satisfacción

La satisfacción también tiene que ver con la ingesta de proteínas. A nivel intelectual uno de los resultados más llamativos es que la ratio de proteínas cuando está un poco más alta permite que los efectos de aprendizaje duren más. Estar cargados de azúcar nos hace estar más alerta y podemos procesar la información más rápido pero el aprendizaje es más eficaz cuando balanceamos bien el consumo de proteínas.

Estado de ánimo

Y por último la gran clave de la alimentación y las emociones, y el rendimiento son los ácidos grasos. Por un lado mejoran el estado de ánimo, hacen que haya más serotonina disponible y que hagamos mejor uso de ella. Y por otra parte también afecta al rendimiento sobre dos procesos críticos, que tienen que ver con la capacidad de nuestro sistema nervioso para ser plástico, para adaptarse y aprender más; y para oxidarse menos, para envejecer intelectualmente un poco más despacio.

Eso es sin duda la clave de la alimentación. Y no siempre lo respetamos. Muchas veces nos saltamos el desayuno. No es sano hacer pocas comidas de grandes ingestas, no es sano a nivel emocional ni a nivel de rendimiento intelectual. Después de un periodo largo sin comer darnos una dosis alta de comida nos induce rápidamente en un periodo de bajón, de hecho en la literatura científica se llama “bajón post-almuerzo” y va de media hora hasta 3 horas donde podemos estar en una especie de aletargamiento intelectual que puede tener un coste alto en el mundo laboral, por ejemplo.

Por lo tanto hay que distribuir más y mejor la cantidad de comida que ingerimos en diferentes tomas, dejando que no pasen más de tres horas o tres y media entre una comida y otra.

El desayuno es clave

El desayuno es clave y debería de contener el 20% o más de las calorías que necesitamos para el resto del día. Y esto deberíamos hacerlo con todas las comidas, trocearlas en unidades entorno al 20%, de forma que estaremos mucho más activos y mejor a nivel emocional durante todo el día.

También es importante enseñarle esto a los niños. La capacidad de contagiar las emociones es muy alta y la capacidad de servir de modelos a gente que nos observa también.

 

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