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Crucigrama infantil de hábitos saludables

CRUCIGRAMA INFANTIL DE HÁBITOS SALUDABLES

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¿Qué debemos hacer todos los días después de cada comida para mantener la dentadura sana y limpia? ¿Qué alimento dulce y natural debemos comer todos los días? Responde a todas estas preguntas en nuestro divertido crucigrama infantil de hábitos saludables. A través de éste divertido pasatiempo recordaremos, a los más pequeños de la casa, la importancia que tienen los hábitos saludables en nuestro día a día. ¡La higiene no tiene por qué ser aburrida!

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consejos hábitos saludables

CONSEJOS PARA RETOMAR LOS HÁBITOS SALUDABLES TRAS LAS NAVIDADES

alimentos saludables

Después de unas Navidades en la que los excesos en la mesa suelen estar presentes, es el momento de ponerse las pilas de nuevo y de retomar hábitos.

Tras estas fechas tan especiales – en las que uno normalmente come y bebe más de lo normal, y en las que el ejercicio físico se deja un poco de lado – uno puede sentirse algo hinchado, cansado y pesado, pero esto es solo temporal.

Volver a la rutina es sólo cuestión de tiempo y disciplina. La idea es establecer una serie de pautas y objetivos alcanzables, y de intentar hacer algo que sea sostenible en el tiempo, así que lo primero, es olvidarse de las dietas “Detox” o dietas “exprés”.

Lamentablemente, los beneficios de estas dietas détox y exprés no tienen el respaldo de los profesionales de la salud y los resultados que prometen sobre la “detoxificación” y el peso corporal son equivalentes única y exclusivamente a una pérdida de agua corporal, y no de grasa, ni toxinas (que para eso ya tenemos un hígado y unos riñones que se encargan de esa tarea).

En su lugar, lo mejor es plantearse un enfoque razonable y con objetivos realistas que se puedan ir cumpliendo a corto, medio y largo plazo.

Aquí os damos algunas pautas para comenzar a recuperarse y ganar en salud.

¿Cómo comenzar?

Un cambio de hábitos y una buena alimentación sólo pueden dar comienzo con una actitud positiva. A partir de ahí todo es más fácil porque los cambios los afrontaremos con más ganas y costarán menos.

Para las primeras semanas lo ideal es empezar por unos cambios muy simples que nos ayuden a ir cogiendo ritmo, y con los que veamos que esas sensaciones de hinchazón y pesadez van desapareciendo poco a poco. Eso nos animará a continuar con el plan que nos hayamos fijado.

 

Objetivos sencillos como beber más agua (de 8 a 10 vasos/diarios) – también en forma de infusiones y caldos vegetales; comer al menos 2 porciones de verduras al día (una en crudo como en una ensalada), y al menos otras dos de fruta; y evitar beber alcohol durante estas primeras semanas de recuperación, son pautas básicas que pueden funcionar bien a la hora de dar el pistoletazo de salida.

Otras sugerencias prácticas incluyen el coger el hábito de hacer una lista de la compra semanal, o la planificación de los menús con cierta antelación. Regalar los turrones y dulces navideños que hayan sobrado, o guardarlos de tal manera que no sean fáciles ni de ver, ni de coger, es otra buena opción para evitar tentaciones.

Una vez cogido ritmo

Restablecer hábitos es cuestión de constancia, y de ir haciéndolo poco a poco; así que una vez hayas empezado con los pequeños cambios que proponemos, todo irá rodado.

Aun así, algunos principios básicos que se pueden utilizar para ayudarnos a retomar las buenas costumbres son los siguientes:

  • Comenzar el día con un buen desayuno en el que se incluya algún alimento rico en proteínas. Huevo, yogur, queso fresco, jamón, o incluso salmón ahumado, son algunas alternativas para acompañar la primera comida del día. No tienes que desayunar ser nada más levantarse, puedes dejar que pase un tiempo y mientras ir haciendo otras tareas matutinas (la cama, ducha, etc.).
  • No saltarse comidas. Hacerlo solo provoca que se llegue con más ansiedad y hambre a la siguiente.
  • Hacer las tres comidas principales de forma balanceada (con una buena porción de vegetales y una ración de algún alimento rico en proteínas como la carne, el pescado, los huevos o las legumbres) e intercalar alguna pequeña merienda a media mañana y/o media tarde si se tiene sensación de hambre. Combinaciones para estos pequeños snacks pueden ser: yogur natural + puñadito de frutos secos, 1 pieza de fruta + un pedacito de queso magro, una infusión o café con leche, etc.
  • Combinaciones para estas pequeñas colaciones pueden ser: yogur natural + puñadito de frutos secos, 1 pieza de fruta + un pedacito de queso magro, una infusión o café con leche, etc.
  • Disminuir (nunca eliminar) el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono, principalmente aquellos con mayor contenido en azúcares (tartas, pasteles y dulces variados, bebidas refrescantes, etc.) o refinados (cereales y derivados “blancos”).
  • Preferir las versiones integrales de los cereales y los tubérculos (patata, boniato o yuca) y consumirlos estratégicamente, como antes o después de realizar ejercicio físico, por las mañanas en el desayuno, o los días en los que tengamos mayor actividad.
  • Aligerar los platos moderando el consumo de grasas. Optar por medir con cuchara la cantidad de aceite que se utiliza (3 – 4 cucharadas/día) ayuda a controlar lo que se añade en cada plato y a ser más conscientes de lo que se va a tomar. Además, escoger como fuentes principales el aceite de oliva virgen, el aguacate, los pescados azueles y los frutos secos o semillas “sin sal y sin freír”, mejora también la calidad de la dieta, otro aspecto importante.
  • Elegir entre utilizar como fuente de energía los hidratos de carbono o las grasas en cada una de las comidas. Es decir, que en una misma comida no se incluyan simultáneamente alimentos ricos en carbohidratos y alimentos ricos en grasas. La idea es que si en un plato añadimos aguacate o frutos secos (que contienen principalmente grasas), no se añadan también arroz o pasta (ricos en hidratos de carbono), sino que es preferible que se dejen para la siguiente comida. Así será más fácil controlar el contenido energético de los platos.
  • Incorporar más hierbas aromáticas y especias para disminuir así la cantidad de sal añadida a las comidas.

Vuelta al movimiento

Al mismo tiempo que retomamos una dieta balanceada, también deberíamos comenzar de nuevo a realizar ejercicio.

Caminar e incrementar el tiempo en el que estamos activos es la mejor opción al principio. Varios paseos al día de media hora o 15 minutos, caminatas más largas los fines de semana, subir las escaleras, levantarse más a menudo de la si

La idea es que al cabo de unas semanas ya fijemos como mínimo la realización de 2-3 días a la semana de ejercicio físico (mínimo 60 minutos realizando alguna actividad), y que al cabo de un par de meses ya se adquiera una rutina de unos 4 o 5 días.

Con todo esto y adaptando las pautas a cada estilo de vida, volver a la rutina será más fácil y llevadero. ¿Quieres comprobarlo?

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calendario infantil de hábitos saludables

Calendario infantil de Hábitos de Vida Saludables

calendario infantil de hábitos saludables
Aprender hábitos de vida saludables desde pequeños  es una parte esencial de nuestra formación. Los adultos debemos promover  el cumplimiento de unas normas básicas de comportamiento y hábitos saludables, para el buen desarrollo del niño, pero lo importante es hacerlo de forma divertida para que no suponga una “obligación tediosa” para los pequeños.

Con este Calendario infantil ayudaremos a los niños a realizar estas tareas de forma simpática con el incentivo de obtener las “caritas sonrientes”. Descárgalo y pruébalo, ya verás como funciona 😉

 

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trabajo

#Consejos 7 – Hábitos saludables en el trabajo

Pasamos muchas horas en el trabajo, algunos pasan todo el tiempo sentados en una silla frente al ordenador, otros realizan trabajos que requiere más actividad física. Cualquiera que sea el caso, es importante no olvidarse de hábitos saludables para que podamos rendir correctamente desde la mañana hasta la noche al acostarnos.

La actividad mental y física a la que estamos sometidos día tras día conlleva un gasto físico y mental que requiere un aporte nutricional adecuado, dormir las horas necesarias por la noche para estar descansados, mantener unos hábitos ordenados, realizar actividad física diariamente en la frecuencia e intensidad correspondiente a cada perfil…

La familia Fernández, también quiere darte unos consejos para hacer que cada día en el trabajo sea un buen día. Mira este vídeo e intenta seguir estas sencillas pautas para que las semanas sean saludables.

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Regálate salud

Regálate Salud

 


Regálate salud

Llega el nuevo año y con él, los nuevos propósitos. Entre nuestros proyectos, debemos incluir hábitos saludables que se consiguen por medio de una buena planificación, una alimentación equilibrada, la práctica de ejercicio físico regular y el mantenimiento del bienestar emocional.

Existen una serie de consejos que nos pueden ayudar a volver a una rutina ordenada con la que comenzar este nuevo año lleno de buenas intenciones.

Evita remordimientos

Durante las fiestas navideñas, resulta muy complicado no caer en los excesos, pero lo que sí podemos evitar es contrarrestar de manera exagerada estos descuidos hasta el punto de adoptar prácticas alimentarias desequilibradas y poco recomendables. La dieta se debe ir adaptando de manera progresiva, gradual y planificada, realizando 5 comidas al día junto con almuerzos y meriendas en forma de fruta, bocadillos, zumos naturales y lácteos.

Planifica tu compra

Es recomendable programar las comidas de la semana con antelación, teniendo en cuenta que se pueden aprovechar alimentos que hayan sobrado tras las fiestas navideñas e incluirlos en multitud de preparaciones. Esto nos ayudará a obviar alimentos innecesarios que, a menudo, se añaden a la cesta de la compra y lo único que aportan es un exceso de calorías y grasas poco saludables. Realiza una compra responsable y sostenible incluyendo verduras y frutas de temporada.

Equilibra la balanza

Probablemente, las comidas copiosas características de la Navidad no hayan sido del todo equilibradas, ya que en estas suelen predominar los platos principales contundentes acompañados de una amplia oferta de entrantes de todo tipo, a los cuales es complicado resistirse. Por ello, es necesario recuperar este equilibrio e incorporar de nuevo a tu dieta todos los grupos de alimentos, es decir: legumbres, vegetales, cereales preferentemente integrales y proteínas magras de origen tanto animal como vegetal, en las cantidades recomendadas para cada uno de ellos. Sin olvidarnos del agua mineral como la mejor opción con la que acompañar las comidas.

Alterna entre las distintas fuentes de proteínas

Ante la gran variedad de proteínas de las que disponemos, las recomendaciones aconsejan el consumo diario de 1 a 3 raciones de proteínas magras alternando entre las distintas fuentes de origen animal y vegetal. Entre las de origen animal se encuentran la carne de aves sin piel, el conejo o el lomo y solomillo de cerdo, el pescado, los huevos (sobre todo la clara) y los productos lácteos menos grasos, mientras que algunos ejemplos de fuentes de proteína vegetal son las legumbres o los frutos secos.

En el caso de las fuentes de proteína más grasas, como algunos derivados cárnicos y lácteos como los quesos grasos, su consumo recomendado es ocasional o moderado, es decir, de 1 a 2 veces por semana.

Desayuna como un rey

Esta comida va a contribuir a nuestro rendimiento tanto físico y mental a lo largo de todo el día. Por ello, un desayuno ha de ser completo y equilibrado, es decir, que incluya un lácteo en forma de leche o yogur, una pieza de fruta, algún cereal, como por ejemplo avena o tostadas de pan integral, a las que se le puede añadir derivado cárnico como pavo, jamón cocido y también un toque vegetal con unas rodajas de tomate natural o unos brotes verdes acompañados de unas gotas de aceite de oliva virgen extra.

De esta forma, se proporciona la energía y nutrientes necesarios para empezar el día y, junto con el almuerzo de media mañana, regular el hambre hasta la comida principal.

Vuelta al ejercicio

Es conveniente retomar la rutina de ejercicio de forma gradual para favorecer la pérdida del exceso de peso ganado en navidades y recuperar la forma física. Además, con el ejercicio se liberan endorfinas que, a nivel mental, favorecen la sensación de bienestar. Dedicar tiempo a uno mismo a través de la actividad física repercute de manera muy positiva en el bienestar personal, tanto física como mentalmente.

¡Incorpora estos pequeños consejos a tu día a día para conseguir un comienzo de año activo y positivo!

Cuida tu salud cardiovascular

Cuida tu salud cardiovascular

Cuida tu salud cardiovascular

En las enfermedades del corazón, podemos hacer una gran labor preventiva adoptando unos hábitos de vida cardiosaludables.

Las enfermedades cardiovasculares son procesos causados por la combinación de dos o más factores, los denominados como factores de riesgo. En este sentido, la adopción de unos hábitos de vida adecuados que cuiden la salud cardiovascular, ayudan a prevenir hasta en un 90 % el desarrollo de un evento cardiovascular.

Los factores más frecuentes son la hipertensión, el colesterol en sangre elevado, el tabaquismo, la diabetes y la obesidad. Entre ellos, destacan la obesidad y la diabetes ya que han sido declaradas como las “epidemias del siglo XXI”. De hecho, cada vez se hace más frecuente el diagnóstico del síndrome metabólico, es decir, que una persona presenta a la vez varios factores de riesgo junto a la obesidad abdominal. Además, están apareciendo nuevos factores de riesgo como la apnea del sueño, el estrés o el consumo de drogas.

En este sentido, los hábitos de vida que pueden reducir el riesgo enfermedades cardiovasculares giran en torno a unas recomendaciones que se pueden incorporar de forma sencilla en el día a día:

Una alimentación variada y equilibrada, que incluya todos los grupos de alimentos en las proporciones y cantidades recomendadas. Para ello, una alimentación cardiosaludable debe basarse en alimentos de origen vegetal: cereales (preferiblemente integrales), legumbres, frutas, verduras y hortalizas, en combinación con pescado, carnes magras como el cerdo o las aves sin piel, los frutos secos y el aceite de oliva como principal grasa de cocinado y adicción. Además, se recomienda moderar el consumo de carnes grasas y productos procesados.

Optar por cocinados sencillos: asar, cocer al vapor, a la plancha o hervir, son técnicas culinarias que permiten reducir la cantidad de grasa en el cocinado. Asimismo, se recomienda quitar la grasa visible de las piezas de carne antes de cocinarla, desgrasar los caldos y moderar el consumo de fritos, los cuales, deben de elaborarse preferiblemente con aceite de oliva y eliminar el exceso de grasa con papel absorbente.

Mantener los buenos hábitos fuera de casa: si se come en un restaurante, se recomienda elegir las opciones del menú más adecuadas. Decantarse por ensaladas, legumbres o carnes y pescados a la plancha, evitar los guisos o cocinados contundentes con salsas grasas, y elegir fruta natural como postre, son algunas de las claves que contribuyen a cuidar la alimentación también fuera de casa. Se debe, también, intentar reducir el consumo de azúcar.

Llevar una vida activa: incorporar pequeños trucos en el día a día para incrementar la actividad, como subir por las escaleras, bajar una parada antes del autobús y caminar, o trasladarse en bicicleta. Además, practicar al menos 30 minutos al día de ejercicio. Elegir aquel que más se adapte a la condición y gustos de cada uno ayuda a ser regular.

Controlar el peso: para ello, calcula tu Índice de Masa Corporal y trata de que se mantenga por debajo de 25.

IMC= Peso (kg) / altura (m)2

Vigila tu salud: conoce tu riesgo cardiovascular realizando nuestro test y visita a tu médico para establecer una pauta de revisión en función de tus características y nivel de riesgo. Además, es importante que un profesional resuelva todas tus dudas al respecto y te asesore sobre cómo adoptar las medidas preventivas adecuadas.

Dejar de fumar y moderar el consumo de alcohol: fumar multiplica el riesgo de sufrir un ataque cardio o cerebrovascular. Si tienes dificultades para dejarlo, consulta a tu médico sobre las diferentes estrategias a seguir para conseguir el éxito. De igual manera, un consumo excesivo de alcohol incrementa el riesgo.

Reducir el estrés: reserva un rato cada día para dedicártelo a ti mismo y a aquellas aficiones que te hagan sentir bien como leer un libro, quedar con tus amigos o salir a pasear, son pequeños gestos que distraen tu mente y ayudan a sentirte mejor.

Conoce los síntomas: el tiempo juega un papel fundamental. Por ello, conocer los principales síntomas de las principales afecciones ayuda a identificarlos con rapidez y recibir tratamiento médico urgente, lo que facilitará el tratamiento y favorecerá un pronóstico positivo.

ICTUS

INFARTO DE MIOCARDIO
Pérdida de fuerza o de sensibilidad en la mitad del cuerpo.

 

Presión en la zona del pecho que puede extenderse a otras localizaciones (mandíbula, cuello y espalda, brazo izquierdo e incluso brazo derecho).
Dificultad o pérdida de visión Posible sudor frío y mareo
Dificultad de habla y comprensión Dolor en la parte alta del abdomen, dificultad para respirar, ganas de vomitar y pérdida de conocimiento.

Si quieres conocer más sobre estas enfermedades puedes consultar la información que ofrece la Fundación Española del Corazón o la Federación Española de Daño cerebral.

actividad física y sedentarismo

Incluir la actividad física en la rutina diaria ayuda a prevenir la aparición de enfermedades asociadas al sedentarismo

 

sedentarismo

sedentarismo

Incluir la actividad física en la rutina diaria ayuda a prevenir la aparición de enfermedades crónicas asociadas al sedentarismo, tal y como ha recordado la catedrática del Departamento de Salud y Rendimiento Humano de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Politécnica de Madrid, Marcela González-Gross

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda para adultos realizar actividad física como mínimo tres o cuatro veces a la semana. En concreto, realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana o 75 minutos si es una actividad física vigorosa.

En personas sanas se debe aumentar el gasto calórico a través de las actividades diarias tanto de alta como de baja intensidad y del transporte activo (ir andando, en bicicleta, subir escaleras), y reducir el tiempo que permanecemos sentados. De esta manera, se mantiene una rutina diaria activa, clave para evitar los riesgos asociados al sedentarismo”, ha explicado la doctora.

Ahora bien, prosigue, la hora de introducir la actividad física en nuestra vida hay que considerar que pasar de ser sedentario a hacer demasiado ejercicio puede incrementar el riesgo de sufrir una lesión. Por ello, los expertos recomiendan encontrar una actividad que satisfaga y se realice siguiendo las pautas adecuadas y sin dolencias.

En concreto, las actividades cardiovasculares son ejercicios de baja o media intensidad y de larga duración y ayudan al fortalecimiento del corazón, el refuerzo del sistema inmunológico, la mejora del sistema respiratorio y la mejora del sueño, así como también ayuda a reducir el riesgo de presión arterial alta, diabetes, y colesterol alto.

Asimismo, las actividades de fuerza y resistencia muscular incluyen tanto ejercicios de corta duración y alta intensidad como de baja intensidad y larga duración y sus ventajas van desde el aumento de fuerza y resistencia en músculos, huesos y ligamentos, a la mejora de la coordinación y el equilibrio.

Recomendaciones a la hora de realizar actividad física

Por otra parte, la experta ha destacado la importancia de que la actividad física que se realice resulte divertida y, a su vez, se escuche al propio cuerpo y se aplique el sentido común.

De hecho, se recomienda realizar una prueba de esfuerzo previa al comienzo de la práctica de ejercicio intenso: hombres mayores de 45 años y mujeres mayores de 55, cuando presenten factores de riesgo, así como todas las personas diagnosticadas con enfermedades cardiovasculares, pulmonares o metabólicas.

Para mejorar la condición física, se debe aplicar una sobrecarga gradual y progresiva a la cantidad de actividad física. Así se podrá además alcanzar el nivel óptimo de gasto de energía a través de la actividad física, que ronda las 2.000 kilocalorías a la semana.

Finalmente, y con el objetivo de combatir el sedentarismo y mantener el cuerpo activo, desde Info-Alimenta se han elaborado 10 vídeos de ejercicio físico sencillo y rápido, adaptados a situaciones diarias como realizar la compra, conducir, trabajar en la oficina o ver la tele en el sofá.

Fuente: http://www.medicosypacientes.com/articulo/incluir-la-actividad-fisica-en-la-rutina-diaria-ayuda-prevenir-la-aparicion-de-enfermedades

 

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merienda saludable niños

¿Cómo preparo una merienda saludable para mi hijo?

merienda saludable niños

La vuelta al cole ya está aquí y con ella el ajetreo y las prisas. Sin embargo, a ningún padre se le pasa por alto la importancia de la alimentación de sus hijos. Hoy os hablamos sobre una toma esencial en su día a día como es la merienda, y os ofrecemos sugerencias para no delegar la falta de tiempo en decisiones menos recomendables.

La alimentación en la infancia es un tema que normalmente preocupa a los padres. Y no es de extrañar, ya que a menudo se escuchan mensajes que advierten del periodo esencial que suponen estas edades para la prevención de enfermedades y la adquisición de hábitos saludables. La merienda o el almuerzo son tomas que, frecuentemente, desdeñan los adultos por falta de tiempo o apetito, pero que, en el caso de la infancia, no se suelen pasar por alto.

Y eso es una gran noticia para los padres, ya que la merienda es una toma ideal que ayuda a recargar energía y nutrientes para continuar la jornada.

La merienda: una aliada en la alimentación de nuestros hijos

Existen diferentes organismos oficiales, como la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, que recuerdan y transmiten los puntos clave de una nutrición saludable en la infancia y la adolescencia.

En ella, se recuerda que la toma de la merienda debería representar el 10% del aporte energético total diario, y se sintetizan los puntos beneficiosos de merendar en la infancia:

  • Permite reponer gastos a nivel físico y mental, que en esta etapa de la vida están especialmente acentuados debido a la alta actividad física de los niños en el recreo, actividades extraescolares o al hecho de que su gasto metabólico, sencillamente, es mayor.
  • Favorece un mayor rendimiento escolar. El aporte de energía y nutrientes de la merienda ayudan a combatir la fatiga intelectual, favoreciendo su atención a la clase.
  • Mantiene el metabolismo activo, manteniendo niveles constantes de glucosa en sangre y, por tanto, ayuda a evitar el consumo de las reservas propias del organismo, lo que asegura un adecuado ritmo de crecimiento.
  • Previene el sobrepeso puesto que evita que pasemos muchas horas sin comer, evitando así atracones en la cena o picar entre horas.
  • Aporta variedad a la alimentación diaria, completando posibles carencias no resueltas por otras tomas.

Preparando una merienda saludable

A pesar de que todo lo dicho hasta ahora parece fácilmente comprensible, lo cierto es que, las cifras actuales de obesidad infantil, siguen recordando la necesidad de plantear recomendaciones saludables prácticas.

Si quieres preparar una merienda saludable y aprovechar el comienzo de curso para inspirarte con nuevas ideas, aquí van unas sugerencias:

Disfruta de la fruta

Las hay de todos los sabores, formas y colores, por lo que entre tanta oferta, convencerás a tus hijos. Ya sea con piel o sin piel (recuerda que la piel contiene fibra), una pieza de fruta en la merienda contribuirá con las vitaminas y minerales a su correcto crecimiento y continuación de la jornada.

Bocadillo que te pillo

El bocadillo es una buena elección ya que puede ser muy completo. El pan (preferiblemente integral y no necesariamente de molde) aportará carbohidratos, base de la alimentación, que les dará energía para afrontar las actividades extraescolares de la tarde. En cuanto al contenido, admite una amplia variedad de alimentos, pudiendo añadirle queso fresco, jamón cocido o serrano, atún en aceite de oliva, requesón, calabacín, tomate, rúcula…

Frutos secos

Son una opción socorrida y un puñado de nueces, avellanas o almendras aportarán una cantidad de energía, proteínas y vitamina E ideales para esta toma. Se pueden acompañar también de algún lácteo o con frutas.

Lácteos sí

La presencia de un vaso de leche es un clásico en las meriendas, por su aporte de proteínas y calcio. Es recomendable que los niños se acostumbren y disfruten del sabor natural de la leche. Junto a la leche, existen numerosas propuestas lácteas como los yogures y el queso. En cuanto al contenido graso de estos productos, se puede decir que, en base a la evidencia, no hay una relación clara entre el consumo de leches descremadas o desnatadas y el menor riesgo de desarrollar exceso de peso en la infancia, por lo que los pediatras recomiendan elegir lácteos enteros.

No olvidarse de la hidratación

Pensar en la hora de la merienda es pensar en alimentos y, a menudo, olvidar la bebida. Sin embargo, es importante tomar líquidos y, en concreto, el agua es la mejor opción.

Equilibrio, moderación y variedad

Conviene ir alternando entre todas estas propuestas evitando, en la medida de lo posible, repetir las meriendas cada día. También será deseable complementar esta toma con lo que los niños hayan comido en el colegio o en casa, con el fin de encontrar un consumo equilibrado de los distintos grupos de alimentos.

Trucos para comer fruta

TRUCOS PARA COMER MÁS FRUTA

LAS FRUTAS MÁS ATRACTIVAS EN CADA COMIDA

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EN EL MERCADO: ELEGIR EN FAMILIA LAS FRUTAS QUE COMPRAMOS

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APROVECHAR LAS FRUTAS DE TEMPORADA Y BENEFICIARSE DE SUS NUTRIENTES

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UNA OPCIÓN PARA HIDRATARSE LLENA DE VITAMINAS

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PORQUE LA FRUTA ES BUENA PARA TODA LA FAMILIA

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sueño en los niños

«Acostar a un niño cuando no tiene sueño es posible. Conseguir que se duerma es otra cosa»

sueño en los niños

Volver a las rutinas puede convertirse en una tarea dura, según explica en esta entrevista el pediatra Jesús Garrido, autor del libro «Crianza respetuosa»

Volver a la rutina después de un periodo de más de dos meses de desconexión escolar puede convertirse en una tarea dura. Ajustarse a los horarios, sobre todo lograr que los niños se acuesten pronto y madruguen, es a veces una tarea que puede terminar en conflicto porque los menores se resisten a dejar de jugar para acostarse. Pero no todo está perdido, según explica en esta entrevista el pediatra Jesús Garrido, autor del libro «Crianza respetuosa».

–¿Cómo lograr que se vayan a la cama antes? Consejos para padres desesperados.

–Tras las vacaciones cambiamos el ritmo de repente. La clave no es tanto la hora de acostarse como la de levantarse. Han estado levantándose seguramente más tarde de lo que hacen durante el curso. Al estar sujetos a un horario escolar tienen que levantarse sí o sí a una hora determinada. Como en verano hay margen para que se levanten más tarde, y las horas que cada niño necesita dormir son las que son, esto suele llevar a que también se acuesten más tarde. Es normal también que esto ocurra en verano cuando los días son más largos, porque lo que regula nuestro ciclo de sueño-actividad es la luz. Cuando la iluminación se reduce es cuando nuestro cuerpo libera un pico de melatonina que nos induce a dormir.

Llega el curso y los niños tendrán que levantarse antes. Lo que de entrada significa perder horas de sueño si no se acuestan antes. Acostar a un niño cuando no tiene sueño es posible. Conseguir que se duerma es otra cosa. No recomiendo prolongar las rutinas de sueño en el dormitorio porque pueden dar un resultado contrario. Dificultar que se duerman cada noche. Es mejor no llevar al niño a dormir hasta que claramente tenga sueño.

Es importante que conforme se acerque la hora en la que tenemos como objetivo que se duerman evitemos ciertos estímulos que pueden activarles e impedir que lo hagan como son los juegos que les ponen nerviosos, la televisión, el móvil y tablet. Los dispositivos electrónicos, aparte de activarles y hacerles desear seguir despiertos, tienen una luz similar a la solar que hace que se trastoque la secreción de melatonina, retrasando la necesidad de dormir.

–¿Es necesario empezar a acostarles antes con antelación al día de comienzo del colegio a acostarles antes?

–Con antelación al comienzo del colegio podemos hacer cosas para que resulte más fácil su adaptación. Pero no empezaría por acostarles antes, sino por despertarles más temprano. La razón es que lograr que se duerman cuando no tienen sueño es difícil y para lograrlo tendemos a empeorar el ritual de sueño, complicándolo.

Es mucho más fácil despertar antes al niño y ofrecerle juego por la mañana, que intentar que se duerma cuando no está suficientemente cansado. Si bajamos progresivamente la hora de despertarse por la mañana desde su hora vacacional a la hora a la que tendrá que hacerlo al ir al colegio, se sentirá más cansado por la noche a una hora más temprana. Si a eso unimos evitar estímulos como los dichos antes cada vez desde una hora anterior se dormirán antes de forma espontánea.

–¿Es normal que estén más cansados al principio de la vuelta al cole?

–Sí. En el colegio tienen un nivel de actividad superior al de las vacaciones, igual que los padres lo tenemos cuando trabajamos. Pasar del ocio al trabajo siempre supone un esfuerzo y aunque en el sueño logremos una adaptación planificada, los primeros días estarán más cansados.

–¿Cuánto suelen tardar en coger la rutina de sueño?

–Depende de cada uno. Y en esto influyen muchas cosas a parte del nivel de actividad o las horas de descanso. Un niño bien adaptado al colegio y con buena relación con sus compañeros tendrá mucha más facilidad para coger el ritmo. Uno que sufra por ir al colegio puede empeorar seriamente su descanso por el estrés que le supone y no llegar a adaptarse, sino que empeore conforme avanza el curso.

–¿Qué importancia tiene dormir bien en el rendimiento académico?

–Es clarísima la relación entre descanso y rendimiento intelectual. Dormir poco (o en exceso) empeora el rendimiento intelectual, sin lugar a dudas. Pero, además, tiene repercusiones en la salud general. Una falta de sueño puede afectar a casi todos los campos de la salud: metabolismo, sistema defensivo… Por tanto, mantener una buena calidad de sueño es uno de los pilares esenciales de la salud a todas las edades. Pero, además, influye de forma esencial en el crecimiento, ya que la secreción de la hormona de crecimiento depende directamente de la cantidad y calidad del sueño de un niño

–¿Cuántas horas es aconsejable que duerman según edades?

–Siempre huyo de estas cifras. Conocerlas es casi peor que ignorarlas. Porque pueden generar problemas. Estas cifras son sólo medias estadísticas. No es bueno ni malo ajustarse a ellas. Ningún ser humano duerme exactamente las mismas horas cada día. Hay personas que necesitan dormir más y otras menos. Aunque esto varía habitualmente con la edad no es algo que dependa sólo de este factor.

Cuando nos preocupa el tiempo que alguien duerme debemos mirar más los resultados que las cifras. En un niño concreto, si le damos la oportunidad de dormir libremente, si ninguna molestia o dolor se lo impide, si no le ofrecemos estímulos que le incentive a no descansar, consideramos que duerme lo que necesita si está bien.

Si está cansado durante el día, irritable, con dificultad para concentrarse… Son signos de que tiene una carencia de sueño. Y si esto ocurre un día tras otro debemos repasar lo anterior: ¿le estamos impidiendo dormir cuando tiene sueño?, ¿tiene alguna molestia o dolor que le impide descansar adecuadamente?, ¿estamos ofreciéndole estímulos que le lleven a mantenerse despierto cuando él dormiría si estuviese más tranquilo?

Si la respuesta en todos los casos es «no» y el niño está bien, es que duerme lo que necesita, aunque no coincida con las estadísticas. Intentar aumentar esas horas de sueño acostándolo a la fuerza suele empeorar la situación, ya que desarrollamos estrategias que hacen para el niño algo desagradable del momento de dormir o complican el ritual de sueño.

Fuente: http://www.abc.es/familia/vida-sana/abci-acostar-cama-antes-201609060038_noticia.html

vuelta al cole saludable

La vuelta al cole, un buen momento para recuperar hábitos de salud

vuelta al cole saludable

Alimentación  saludable y equilibrada en todas las comidas, ejercicio a diario y descanso adecuado son claves para la salud.

Las vacaciones de los más pequeños se acaban y es hora de que comiencen un  nuevo curso escolar. Por eso,  esta época representa el momento idóneo para animarles a que lleven o recuperen unos buenos hábitos de salud.  Llevar una dieta diaria saludable, acostumbrarse a una actividad física frecuente y unas horas de sueño adecuadas son hábitos que, si  interiorizan  desde pequeños, les ayudarán a tener una buena salud de adultos.

Quizá una de las rutinas más complicadas de cambiar es  la del desayuno. Es frecuente que cuando los padres piensan en ella  surjan  preguntas como, ¿qué ocurre  si mi hijo se va sin desayunar al cole? o ¿cómo debe ser el desayuno?

En este sentido, es recomendable desayunar  en casa o en el colegio y tomar algo a media mañana  para así evitar  los temidos “atracones”, uno de los grandes  problemas a la hora de mantener una dieta saludable. Es importante ser conscientes de que  todas las comidas son igual de importantes, que todas deben ser saludables  y que hay  que evitar los atracones.

Si desayunamos de forma saludable, contribuimos al equilibrio nutricional del día.  No hay desayunos ideales y el criterio debe ser el mismo que para el resto de comidas.  Es decir,  variado, equilibrado y sobre todo saludable. Por ejemplo,  el desayuno es, junto a la merienda, el momento perfecto para tomar un vaso de leche u otros lácteos como los yogures o el  queso. Podemos, además, acompañarlo de una pieza de fruta, un puñado de frutos secos o pan integral, huyendo siempre del exceso de azúcar.

La práctica deportiva es otro de los hábitos que debería formar parte del día a día de nuestros hijos. Ayuda  a evitar el sobrepeso y la obesidad  y facilita que el niño tenga un desarrollo equilibrado.  Además, la actividad física mejora las relaciones sociales, reduce la ansiedad al tiempo que  mejora la autoestima,  ayuda a que se valore más el compañerismo y anima a asumir retos y responsabilidades.

Para que el niño  esté predispuesto a practicar deporte es  importante buscar actividades que le gusten y procurar que se las tome  como si fuera un juego. Para ayudarle a decidir, es recomendable que la familia lleve a cabo actividades en las que se incluya algún tipo de actividad física, como patinar, montar en bicicleta o practicar senderismo, entre otras.

El  descanso adecuado es otro hábito saludable que no se puede dejar atrás. La estabilidad emocional del niño o su grado de irritabilidad pueden depender mucho del número de horas de sueño que tengan cada noche. Debemos intentar que los niños se acuesten siempre a la misma hora, así como evitar la presencia en su habituación de aparatos que puedan alterar su horario de sueño: ordenador, consolas, teléfono, televisión…  Si no es posible, se pueden pactar horarios de uso que no interrumpan  o acorten las horas de sueño y vigilar su cumplimiento. Asimismo, también se debe  procurar que no se vayan a la cama con el estómago vacío ni inmediatamente después de la cena y, por supuesto, evitar bebidas y alimentos excitantes que puedan dificultar su descanso.

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vuelta a la rutina

Vuelta a la rutina con actitud positiva

vuelta a la rutina

Llega septiembre y con él, la vuelta a la rutina. El ser humano organiza su vida en torno a unos hábitos, en mayor o menor medida establecidos. Las vacaciones rompen esta repetición de hábitos, dotándonos de la libertad para tomar decisiones fuera de nuestro habitual marco de actuación.  De ahí que nos encontremos con un reto en septiembre: pasar de la libertad vacacional a la rutina.

Para hacer menos dura la vuelta de las vacaciones, 2 o 3 días antes del comienzo del curso, conviene incorporar unos hábitos que, con actitud positiva, permitan progresivamente adaptarnos nuevamente a la rutina. Para los más pequeños de la casa, esta situación puede ser más difícil y requiere de un mayor apoyo y empatía por parte de su entorno. Es necesario que los adultos, modelos a seguir de los más pequeños, transmitan tranquilidad y normalidad ante esta realidad tan común a todos.

Comunicación entre padres e hijos

Con el fin de evitar la frustración, es aconsejable expresar los sentimientos y compartir con la familia la negativa ante el inminente fin de las vacaciones.

  • Los padres deben escuchar a sus hijos para así poder entenderles y empatizar, construyendo una relación de confianza.
  • Comunicación bidireccional. Los niños pueden sentirse incómodos ante la llegada del curso, pero el resto de la familia también ante el trabajo. Tanto para unos como para otros, hablar va a permitir relativizar el “problema” y ver el lado positivo.

Mantener un equilibrio emocional

Con una actitud positiva, la vuelta se hará más suave.

  • Hacer partícipes a los niños de la preparación del nuevo curso. Comprar los libros, forrar cuadernos, actualizar y etiquetar el material escolar… estas actividades pueden ser divertidas cuando padres e hijos las hacen conjuntamente. Hacer partícipes a los pequeños de la preparación del curso escolar les permitirá adquirir el entusiasmo por comenzar el curso, reencontrarse con sus compañeros y seguir aprendiendo.
  • Nuevos retos. Es preferible aprovechar este momento para establecer metas, rutinas saludables, propósitos personales y profesionales en vez de lamentar el final de las vacaciones. Esta “ambición” positiva dota de la fuerza interior necesaria para iniciar una etapa llena de oportunidades que están por llegar.

No olvidar una alimentación saludable

  • Un desayuno equilibrado proporciona un reparto armónico de las calorías y nutrientes a lo largo del día. Para afrontar positiva y energéticamente los días, niños y adultos deben tomarse su tiempo para realizar un desayuno completo y saludable.
  • Después de los excesos en verano conviene acostumbrar de nuevo al cuerpo a una alimentación saludable, sin saltarse las comidas y combinándola con ejercicio físico.

Volver a los horarios

  • Al igual que los adultos, los niños necesitan un periodo prudencial de adaptación, sin aceleraciones, para poder tranquilamente asimilar de nuevo la rutina, tanto a la hora de irse a dormir como de levantarse. Para ello, 2 o 3 días antes de comenzar las clases, es conveniente empezar a adaptar los horarios.

Estilo de vida activo

  • Es necesario preparar el cuerpo para el ejercicio físico, una práctica que debería extenderse a lo largo del año para mantener un estilo de vida activo.
  • Las actividades extraescolares, una o dos veces por semana, permitirán a los niños familiarizarse y disfrutar de la rutina, si además las centramos en deporte, les ayudarán a mantenerse activos.

La vuelta de las vacaciones será más sencilla si se establecen unas pautas de estilo de vida saludable, consiguiendo un equilibrio corporal y mental para comenzar con optimismo una etapa colmada de nuevas oportunidades.

 

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