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Vitamina D en invierno

La importancia de la Vitamina D en invierno

Vitamina D en invierno

¿Lo sabes todo sobre la vitamina D?

La vitamina D es un nutriente muy importante en nuestra dieta y sobre todo en los meses de invierno, donde disminuye la exposición al sol. Es esencial para la salud de los huesos y para otras funciones que te vamos a contar a continuación. Además, es importante destacar que la insuficiencia de vitamina D, es común en todo el mundo[i].

Pertenece al grupo de vitaminas liposolubles, solubles en lípidos pero no en agua, y por tanto, vehiculizadas generalmente en la grasa de los alimentos. Sin embargo, además de ser una vitamina, es considerada también una hormona debido a que se obtiene principalmente por síntesis cutánea a través de la exposición solar[ii].

¿Qué funciones tiene?

La vitamina D tiene muchas propiedades saludables para el organismo. Contribuye al mantenimiento de los niveles normales de calcio en sangre y a la absorción y utilización normal del calcio y el fósforo. Además, contribuye al mantenimiento de los huesos y los dientes en condiciones normales, al funcionamiento normal de los músculos y también del sistema inmunitario. Por último, también es importante para nuestras células ya que contribuye al proceso de división celular[iii].

¿Cómo se obtiene y por qué es tan importante en invierno?

Esta vitamina se encuentra principalmente en dos formas: ergocalciferol o vitamina D2 y colecalciferol o vitamina D3, con diferentes fuentes de obtención.

El ergocalciferol no puede ser sintetizado por el hombre, pero se puede obtener a través de las plantas y de suplementos que hayan sido fortificados. Por otro lado, el colecalciferol se obtiene principalmente a través de la síntesis cutánea por la radiación ultravioleta y representa aproximadamente el 90% del total de vitamina D en plasma (dependiendo de la exposición al sol).  La vitamina D3 se sintetiza en la piel a través del 7-dehydrocolesterol y también se puede obtener a través de la dieta, de fuentes animales y complementos si fuera necesario2,[iv].

Dado que la vitamina D se obtiene principalmente por el sol, es importante no olvidarnos de ella en invierno. En la época invernal, tanto la cantidad como la calidad de la radiación solar es menor. Se estima que se necesita alrededor de 4 veces más el tiempo de exposición solar de lo que se necesitaría en verano, para obtener niveles saludables de vitamina D[v].

Fuentes dietéticas de vitamina D

Teniendo en cuenta la menor disponibilidad de luz solar y la menor exposición a ella, es importante conocer también las fuentes dietéticas de vitamina D. Algunas de las mejores fuentes de vitamina D son los pescados azules y sus aceites, el hígado de vaca, los productos lácteos y la yema de huevo. Algunos hongos proporcionan vitamina D2 en cantidades variables. Para satisfacer la necesidad diaria de esta vitamina en personas que por ejemplo, no estén suficientemente expuestas a la luz solar o en personas con algún tipo de malabsorción, se puede recurrir a alimentos fortificados y complementos para evitar posibles déficits4.

¡Y recuerda!

No te olvides de seguir una dieta variada y equilibrada introduciendo todos los grupos de alimentos según las recomendaciones establecidas por las sociedades científicas.

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[i] Ramasamy I. Vitamin D Metabolism and Guidelines for Vitamin D Supplementation. Clin Biochem Rev. 2020;41(3):103-126. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7731935/

[ii] Barberán M, Aguilera G, Brunet L, Maldonado F. Déficit de vitamina D. Revisión epidemiológica actual. Rev Hosp Clin Univ Chile. 2014;25: 127-34 www.enfermeriaaps.com/portal/wp-content/uploads/2017/05/Déficit-de-vitamina-D.-Revisión-epidemiológica-actual.pdf

[iii] REGLAMENTO (UE) N o 432/2012 DE LA COMISIÓN de 16 de mayo de 2012  por el que se establece una lista de declaraciones autorizadas de propiedades saludables de los alimentos distintas de las relativas a la reducción del riesgo de enfermedad y al desarrollo y la salud de los niños

[iv] Borel  P, Caillaud D,  Cano NJ. Vitamin D Bioavailability: State of the Art. Critical Reviews in Food Science and Nutrition. 2013; 55(9), 1193–1205.

[v]  Gilaberte Y, Aguilera J, Carrascosa JM., Figueroa  FL., Romaní de Gabriel J,  Nagore E. La vitamina D: evidencias y controversias. Actas Dermo-Sifiliográficas. 2011; 102(8), 572–588.

 

 

Vitamina D

LA IMPORTANCIA DE LA VITAMINA D

Vitamina D¿Para qué sirve la vitamina D? 

La vitamina D contribuye a la absorción del calcio a nivel intestinal, al mantenimiento de huesos y dientes en condiciones normales, así como al normal funcionamiento de músculos y del sistema inmunitario[1]. El déficit de vitamina D puede producir osteomalacia (dolor óseo y debilidad muscular) y osteoporosis (disminución en la densidad de los huesos y mayor fragilidad de los mismos), entre otras patologías.

¿Solo hay una vitamina D?

En realidad, nos aprovechamos de dos formas de la vitamina: la D3 (colecalciferol) que es la sintetizada por los animales (entre los que nos encontramos) y la D2 (ergocalciferol) de origen vegetal.

¿Y cómo la conseguimos?

La vitamina D2 se produce en los vegetales y los hongos a partir de la luz solar, y suele utilizarse para fortificar alimentos[2] o elaborar suplementos vitamínicos. La vitamina D3 se encuentra en mayor cantidad en los pescados grasos (salmón, atún), los huevos y los lácteos, sobre todo los enteros, pero la obtenemos principalmente exponiendo nuestra piel a la radiación UVB del sol, que convierte el precursor (7-dehidrocolesterol), presente a nivel cutáneo, en la vitamina D3. Curiosamente, y aunque España es un país con un elevado número de horas de sol (disfrutamos de una media de 2.400-2.600 horas al año)[3], gran parte de la población tiene déficit de vitamina D[4]. Y es que no sirve tomar el sol a través de un cristal, o hacerlo con protector solar; necesitamos al menos 10-15 minutos al día de exposición directa, con que la recibamos en cabeza, cara, manos y antebrazos es suficiente, y para evitar los efectos dañinos del sol podemos exponernos a primera hora de la mañana, cuando los rayos todavía no inciden tan directos.

Existen grupos de población que tienen mayor riesgo de presentar deficiencia de vitamina D:

  • Las personas con obesidad, porque la grasa de su cuerpo retiene la vitamina D y disminuye su disponibilidad[5]
  • Las personas de piel oscura tienen mayor concentración de melanina, y necesitan mayor exposición solar para sintetizar la vitamina D ya que la melanina disminuye la cantidad de rayos UVB que penetran en la epidermis[6]
  • Mujeres posmenopáusicas: la disminución de estrógeno causa pérdida ósea; por tanto, necesitan un extra de vitamina D y calcio para poder compensarlo[7]
  • En la tercera edad se disminuye la exposición al sol y además con la edad la piel va perdiendo la capacidad de sintetizar la vitamina D[8]
  • Enfermos con patologías de hígado o riñón, ya que en estos órganos la vitamina D sufre una serie de procesos que la activan[9]

¿Podemos formar un exceso de vitamina D?

No es posible sintetizar vitamina D de más por una exposición excesiva al sol, ya que el “sobrante” se destruiría por la acción de la radiación ultravioleta. Pero sí se puede dar toxicidad por una sobredosificación en forma de suplemento vitamínico, lo que provocaría mayor cantidad de calcio circulando por la sangre (hipercalcemia)[10] que se manifiesta en forma de nauseas, estreñimiento, cansancio; en los casos más graves produce daño renal y fallo cardiovascular. Es por esto que siempre debemos seguir las pautas que nos indique el médico, y nunca tomar suplementos vitamínicos por nuestra cuenta, siendo preferible recurrir a alimentos reforzados con calcio y vitamina D, como algunos lácteos que nos aportan un extra de estos dos importantes nutrientes.

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[1] Anexo- Lista de Declaraciones de Propiedades Saludables Autorizadas. Reglamento (UE) N o 432/2012 de la Comisión de 16 de mayo de 2012
[2] Huertas JR, Rodríguez A, González O, Mesa-García MD. Leche y productos lácteos como vehículos de calcio y vitamina D: papel de las leches enriquecidas. Nutr Hosp. 2019;36(4):962-73
[3] Anuario estadístico de España (INE) – Entorno físico y ambiente –Climatología – Observaciones meteorológicas – Número de horas de sol
[4] Rodríguez-Rodríguez E, Aparicio A, Sánchez-Rodríguez P, Lorenzo AM, López-Sobaler AM, Ortega RM. Deficiencia en vitamina D de la población española. Importancia del huevo en la mejora nutricional. Nutr Hosp. 2019; 36 (3):3-7
[5] Gómez de Tejada Romero MJ. Acciones extraóseas de la vitamina D. Rev Osteoporos Metab Miner 2014; 6 (1)
[6] Jablonski NG, Chaplin G. The evolution of human skin coloration. Journal of Human Evolution. 2000; 39 (1) 57-106
[7] Ortega RM, González LG, Navia B, Perea JM, Aparicio A, López AM. Ingesta de calcio y vitamina D en una muestra representativa de mujeres españolas; problemática específica en menopausia. Nutr. Hosp. 2013; 28 (2)
[8] Marañón E, Omonte J, Álvarez ML, Serra JA. Vitamina D y fracturas en el anciano. Revista Española de Geriatría y Gerontología 2011; 46 (3):151-62
[9] Navarro C, Quesada JM. Vitamina D, determinante de la salud ósea y extraósea; importancia de su suplementación en la leche y derivados. Nutr Hosp. 2015;31(2):18-25
[10] Manzano S, Rodríguez B, Piñeiro R, Núñez E, Escrig R, Cabrera L, Calvo C. Informe 2/2019. Comité de Medicamentos – AEP 26 de marzo 2019 Informe técnico sobre casos graves de hipercalcemia por sobredosificación en pediatría.

 

Alimentos que cuidan la piel del sol

ALIMENTOS QUE CUIDAN LA PIEL DEL SOL

Alimentos que cuidan la piel del sol

 

La llegada del verano y el buen tiempo hace que nuestra piel esté más expuesta al sol y antes de que esto suceda hay una serie de factores y consejos que debemos tener en cuenta para cuidar y proteger nuestra piel, y la alimentación puede ayudarnos a ello.

Importancia de la protección frente a los rayos solares

Los rayos solares son necesarios para la síntesis de vitamina D, esencial para el organismo humano. Pero en exceso, los rayos solares (radiación ultravioleta) pueden ser muy perjudiciales ya que pueden quemar la piel y, con el tiempo, reducir su elasticidad, provocar envejecimiento prematuro e incluso provocar cáncer.

En la capa exterior de nuestra piel hay células que contienen melanina. La melanina, es un pigmento que protege nuestra piel de los rayos ultravioleta del sol. El bronceado tiene lugar porque la exposición a la luz solar hace que la piel produzca más melanina y se oscurezca. Ese tono oscuro se va desvaneciendo a medida que estas células llegan a la superficie y se caen. Por esto, las personas con poca melanina se queman muy fácilmente.

Aparte de las cremas u otros cosméticos (necesarios como principal protección frente a los rayos solares), existen otros aliados que nos van a ayudar a cuidar nuestra piel.

Alimentos que cuidan tu piel

Zanahoria y tomate

Estos alimentos contienen carotenoides, compuestos con capacidad antioxidante que absorben la radiación ultravioleta y nos protegen[1],[2]. Otros alimentos ricos en carotenos son albaricoques, mango, sandía, hortalizas de hoja verde (espinacas, acelgas) o pimiento rojo.

Incluir estos alimentos en nuestra dieta nos ayudará a protegernos del sol.

Frutos rojos

Arándanos, cerezas, grosellas o frambuesas entre otros, son alimentos cargados de antioxidantes, entre ellos la Vitamina C y polifenoles[3], que inhiben el daño de los radicales libres[4] causados por una exposición continuada al sol.

Además, la vitamina C participa en la formación de colágeno y elastina[5], necesarias para mantener la piel firme y con buen aspecto.

Aceite de oliva

Su alto contenido en vitamina E, antioxidantes y ácidos grasos monoinsaturados[6], representan una combinación perfecta para proteger tu piel desde dentro facilitando la regeneración celular mientras inhiben el daño oxidativo y además previenen la inflamación[7].

Frutos secos, semillas y pescado

Alimentos como las nueces, la chía, el lino, las sardinas o el salmón contienen Omega-3[8]. Los ácidos grasos Omega-3 intervienen en los mecanismos de inflamación protegiendo la piel[9]. Incluye estos productos en tu dieta y notarás sus beneficios.

Aguacate, y frutos secos

Alimentos con vitamina E, que previene el daño de los radicales libres, es antiinflamatoria y mejora la capacidad de la piel para actuar como barrera de protección[10]. Además, nos va a ayudar a reparar la piel después de haber tomado el sol.

Té verde

Importante fuente de diversos polifenoles con efectos beneficiosos para la piel[11]. Un té verde helado es una manera muy refrescante de aprovechar los beneficios de esta planta en esta época.

Chocolate (al menos 60% cacao)

Presenta un elevado contenido de flavonoides, potentes antioxidantes, que mejoran la capacidad de las células para repararse ante las quemaduras[12].

Con todos estos alimentos podemos elaborar zumos refrescantes caseros ideales para el verano, platos típicos de la Dieta Mediterránea como una ensalada aliñada con aceite de oliva, o snacks saludables como los frutos secos, que se convierten en el aliado perfecto para proteger y cuidar tu piel desde dentro. Se recomienda empezar a consumir estos alimentos 15 días antes de exponerse al sol para que los nutrientes indicados alcancen las concentraciones adecuadas en el organismo y tengan su efecto protector1.

En cualquier caso, como mencionamos al principio, la principal medida para la protección solar es el uso de cremas solares, además es importante evitar la exposición al sol durante las horas centrales del día, usar sombreros y gafas de sol, y una correcta hidratación.

[1]Stahl W, Sies H. β-Carotene and other carotenoids in protection from sunlight. Am J Clin Nutr. 2012;96(5):1179S-84S.

[2] Evans JA, Johnson EJ. The role of phytonutrients in skin health. Nutrients.2010;2(8):903–928.

[3] Skrovankova S, Sumczynski D, Mlcek J, Jurikova T, Sochor J. Bioactive Compounds and Antioxidant Activity in Different Types of Berries. Int J Mol Sci.

2015 Oct 16;16(10):24673-706.

[4] Korać RR, Khambholja KM. Potential of herbs in skin protection from ultraviolet radiation. Pharmacogn Rev. 2011;5(10):164–173. doi:10.4103/0973-7847.91114.

[5] Pullar JM, Carr AC, Vissers MCM. The Roles of Vitamin C in Skin Health. Nutrients. 2017; 12;9(8). pii: E866. doi: 10.3390/nu9080866.

[6] Moreiras O, Carbajal A, Cabrera L, Cuadrado C. Tablas de composición de alimentos. Guía de prácticas. 17ª ed. Madrid: Ediciones Pirámide; 2015.

[7] Latreille J, Kesse-Guyot E, Malvy D, Andreeva V, Galan P, Tschachler E, Hercberg S, Guinot C, Ezzedine K. Dietary monounsaturated fatty acids intake and risk of skin photoaging. PLoS One. 2012;7(9):e44490. doi: 10.1371/journal.pone.0044490.

[8] de Luis Román DA, Bellido Guerrero D, García Luna PP, Olveira Fuster G. Dietoterapia, nutrición clínica y metabolismo. 3ª edición. Madrid: Grupo Aula Médica, S.L;2017.

[9] Pilkington SM, Watson RE, Nicolaou A, Rhodes LE. Omega-3 polyunsaturated fatty acids: photoprotective macronutrients. Exp Dermatol. 2011;20(7):537-43.

[10] Keen MA, Hassan I. Vitamin E in dermatology. Indian Dermatol Online J. 2016;7(4):311-5. doi: 10.4103/2229-5178.185494.

[11] Kim J, Hwang JS, Cho YK, Han Y, Jeon YJ, Yang KH. Protective effects of (−)-epigallocatechin-3 gallate on UVA and UVB-induced skin damage. Skin Pharmacol. Appl. Skin Physiol. 2001;4:11–19

[12] Scapagnini G, Davinelli S, Di Renzo L, De Lorenzo A, Olarte HH, Micali G, Cicero AF, Gonzalez S. Cocoa bioactive compounds: significance and potential for the maintenance of skin health. Nutrients. 2014;6(8):3202-13.

 

 

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Beneficios de las vitaminas en el cuerpo humano

BENEFICIOS DE LAS VITAMINAS
EL CUERPO HUMANO

Por lo general, una alimentación variada y equilibrada, que incorpore todos los grupos de alimentos,
es suficiente para alcanzar las necesidades diarias recomendadas de vitaminas y minerales.

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lácteos

Los Beneficios de los Lácteos

lácteos

Los productos lácteos en la dieta mediterránea tienen un papel muy importante. Es necesario, incidir en los beneficios que este alimento tiene en nuestra salud, un alimento difícil de sustituir en nuestra alimentación.

La Prof.ª Manuela Juárez, Directora de la Fundación Instituto Madrileño de Estudios Avanzados de Alimentación y Prof.ª de Investigación en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, nos recuerda la importancia que tiene los lácteos en la alimentación.

Se trata de una fuente óptima de calcio, sobre todo. Independientemente de la cantidad que se consuma, su contenido en potasio, magnesio, lactosa y vitamina D, favorece su reabsorción.

Además, el consumo de lácteos se recomienda en todas las edades y etapas de la vida. Es verdad que surgen intolerancias entorno a la lactosa, pero gracias a la innovación e investigación de estos productos, encontramos otras opciones que no lo contienen.

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¿Qué efectos puede tener el déficit de vitamina D?

 

salud ósea

El déficit de vitamina D puede tener consecuencias en nuestra salud, tanto en la infancia y en la adolescencia como en la edad adulta, según asegura el catedrático de Nutrición de la Universidad Rovira y Virgili de Tarragona, Jordi Salas-Salvadó. La mayor parte de esta vitamina se obtiene a partir de los rayos solares. En este sentido, y a pesar del importante número de horas de sol al año que hay en España, los últimos estudios realizados han mostrado que hasta el 87 por ciento de los españoles mayores de 65 años tiene insuficiencia de vitamina D debido a la falta de exposición al sol, la poca ingesta de alimentos ricos en esta vitamina, la inadecuada absorción de ésta por parte del intestino, o la presencia de obesidad o sobrepeso.

Para que el organismo aproveche la vitamina D es necesaria la energía solar, ya que mediante la acción de los rayos del sol el organismo será capaz de sintetizar esta vitamina. En este sentido, para prevenir su déficit es recomendable una prudente exposición solar diaria”, ha recalcado Salas-Salvadó.

En la infancia y adolescencia puede provocar raquitismo

Asimismo, el especialista ha advertido de que la ingesta inadecuada de vitamina D y calcio durante la infancia y adolescencia puede provocar raquitismo, lo que dará lugar a la deformación y ablandamiento de los huesos, mientras que en la edad adulta su déficit puede provocar osteomalacia (debilidad muscular) y osteoporosis.

Además de la moderada exposición al sol, prosigue, para prevenir su déficit no deben faltar ciertos alimentos en la dieta como, por ejemplo, el pescado azul, el aceite de hígado de pescado, la margarina, el huevo, la leche, derivados lácteos y alimentos fortificados.

Y es que, esta vitamina participa en la homeostasis mineral, en la regulación de la expresión genética y en la diferenciación celular; estimula la absorción de calcio y fósforo de los alimentos en el intestino delgado, especialmente en el yeyuno; e incrementa en el riñón la reabsorción de calcio y fósforo, siendo esencial para mantener la concentración de estos minerales en la sangre y para la mineralización ósea.

La cantidad diaria recomendada de vitamina D es de 10 microgramos al día, para asegurar la prevención del raquitismo y garantiza el adecuado desarrollo óseo en niños y adolescentes. “La mayoría de niños y adolescentes recibe suficiente radiación solar, lo que suele asegurar niveles adecuados de esta vitamina. No obstante, hay necesidades especiales en momentos puntuales, como es el caso del embarazo, la lactancia o menopausia, donde la ingesta de calcio puede incrementarse hasta los 600 microgramos al día”, ha recalcado el experto.

Finalmente, Salas-Salvadó ha destacado el papel que juega el médico de Atención Primaria en esta materia, por lo que ha subrayado la importancia de que en la consulta ofrezca consejos dietéticos al paciente, apostando siempre por una dieta saludable rica en fruta, verduras, legumbres y vitamina D, a la vez que baja en grasas.

leche 1

La lactasa ha evolucionado en los últimos 10.000 años bajo una fuerte selección natural

leche, calcioLa absorción de calcio no es la causa de que la secreción de la enzima lactasa evolucionara para que los europeos pudieran digerir y tolerar la leche, según un estudio realizado con ADN antiguo de los primeros agricultores ibéricos por Oddny Sverrisdóttir, del Centro de Biología Evolutiva de la Universidad de Uppsala, en Suecia, y sus colegas, y publicado en Molecular Biology and Evolution.

La mayoría de las personas crecen bebiendo leche porque se considera que es una de las bebidas más saludables, al estar llena de nutrientes como el calcio y otros minerales y vitaminas, incluyendo la vitamina D, proteínas, grasas y azúcar en forma de lactosa.

En Occidente, se da por sentado el consumo de leche porque la mayoría de las personas de ascendencia europea son capaces de producir la enzima lactasa en la edad adulta y así digerir la lactosa, el azúcar de la leche. Sin embargo, no es lo habitual en muchas partes del mundo ni lo era para nuestros antepasados la Edad de Piedra.

De hecho, los datos genéticos han demostrado que la capacidad de los adultos para producir la enzima lactasa sólo ha evolucionado en los últimos 10.000 años bajo una fuerte selección natural. Sin esta enzima, el consumo de leche puede provocar algunos efectos secundarios desagradables, como distensión abdominal, cólicos, flatulencia y diarrea, una condición conocida como intolerancia a la lactosa.

El motivo por el que este rasgo, conocido como persistencia de la lactasa, ha evolucionado tan rápidamente ha sido un misterio. Los arqueólogos y antropólogos han demostrado que la persistencia de la lactasa ha evolucionado en poblaciones de pastores.

Durante mucho tiempo, los científicos y los médicos pensaban que la principal ventaja en Europa fue posibilitar que los primeros agricultores evitaran las consecuencias de la deficiencia de calcio. La leche es una increíble fuente de calcio y también tiene algo de vitamina D, que es necesaria para la absorción de calcio.

Esos agricultores europeos tempranos, especialmente en las regiones del norte con poca luz del sol, habrían tenido problemas para generar suficiente vitamina D en la piel a lo largo de la mayor parte del año y se cree ampliamente que no había una gran cantidad de vitamina D en su dieta, principalmente basada en cereales. “Para ellos, la leche podría haber sido el nuevo súper alimento”, señala Sverrisdóttir.

Pero, los autores de esta nueva investigación se preguntaron qué pasó entonces con los habitantes de la soleada España, que contaban con suficiente luz solar durante casi todo el año para producir vitamina D y aún así muchos son persistentes a la lactasa. Sverrisdóttir y sus colegas obtuvieron ADN de los huesos de los primeros agricultores españoles y no pudieron encontrar la mutación que causa la persistencia de la lactasa en los europeos (LCT -13,910*T).

Obtener ADN de huesos antiguos puede ser difícil porque el ADN se descompone con el tiempo y las muestras antiguas se contaminan muy fácilmente con el ADN de las personas vivas que trabajan con ellas, como arqueólogos o investigadores de laboratorio. Sin embargo, se ha demostrado que las muestras utilizadas en este estudio son de muy buena calidad.

Selección natural

“Hemos trabajado con este material para varios estudios y la preservación del ADN en estas muestras es excelente”, asegura Anders Götherström, de la Universidad de Estocolmo y coautor del estudio. Para ver cuánta selección natural se necesitó para conducir a la persistencia de la lactasa hasta las frecuencias de hoy en la Península Ibérica, Sverrisdóttir contactó con su colega, el profesor Mark Thomas en Londres, y encontraron que se necesitó mucha selección natural.

“Si la selección natural está impulsando la evolución de la persistencia de la lactasa en un lugar donde las personas no tienen problemas para generar la vitamina D en la piel, entonces está claro que la vitamina D y la explicación del calcio, conocida como la hipótesis de la asimilación del calcio, no son el eje. Así, mientras que la hipótesis de la asimilación de calcio puede tener cierta relevancia en el norte de Europa no está clara en toda la historia”, argumenta Sverrisdóttir.

“La evolución de la persistencia de la lactasa es uno de los ejemplos más conocidos y más dramáticos de la evolución humana reciente. Una de las ironías de trabajo en este área es que sabemos que ha pasado, pero todavía no sabemos bien por qué”, agrega el principal investigador. La persistencia de la lactasa se encuentra en las frecuencias más altas en el sur de Suecia y en Irlanda.

Teniendo en cuenta que la absorción de calcio no es la única razón por la que este rasgo ha evolucionado tan rápidamente, Sverrisdóttir y sus colegas proponen otra causa: aunque la mayoría de los agricultores europeos tempranos no serían persistentes a la lactasa, habrían sido capaces de consumir productos lácteos fermentados como el yogur y el queso, ya que la fermentación convierte gran parte de la lactosa en grasas.

Sin embargo, en condiciones de hambruna, como cuando las cosechas son malas, pudieron haber comido todos los alimentos lácteos fermentados, dejando solamente de lado los productos de más alta lactosa, lo que habría causado los síntomas de intolerancia a la lactosa habituales, como la diarrea. La diarrea en las personas sanas no suele ser peligrosa para la vida, pero en las que tienen desnutrición severa, puede serlo. Así que la hambruna podría haber dado lugar a episodios de fuerte selección natural que favoreció la persistencia de la lactasa.

A sun made with suncream at the shoulder (shallow dof)

15 minutos de sol al día para tener unos niveles óptimos de vitamina D

A sun made with suncream at the shoulder (shallow dof)

Con objeto de paliar este déficit y prevenir las enfermedades que se derivan, desde el Hospital Sant Rafael de Hermanas Hospitalarias se recomienda una exposición al sol de 15 minutos al día durante todo el año. “La gente acostumbra a tomar el sol sólo durante los meses de verano, lo que, además de un aumento del riesgo de melanoma, provoca que, el resto del año, el cuerpo tenga carencia de vitamina D”, explica la doctora Isabel Rotés, responsable del Servicio de Reumatología del Hospital Sant Rafael de Barcelona.

Exposición solar sin protección y en las horas de menos radiación

Según la Dra. Rotés, los “empachos de sol” durante el verano, contrariamente a lo que se acostumbra a pensar, no permiten disponer de una “reserva natural” de vitamina D. “A medida que nos ponemos morenos sintetizamos menos cantidad de esta vitamina, dado que la piel crea una capa de protección natural que impide la entrada de los rayos ultravioletas, responsables de la formación de vitamina D”, asegura.

Por esta razón, desde la Unidad de Reumatología del Hospital Sant Rafael se recomienda exponer diariamente el cuerpo al sol, sobre todo la cara, los brazos y el escote, y hacerlo sin el uso de cremas solares, ya que éstas no permiten la entrada de la radiación UV. Aun así, se alerta que esta exposición debe realizarse antes de las 12h del mediodía y después de las 17h de la tarde, evitando las horas de máxima radiación y reduciendo, así, el riesgo de sufrir un melanoma.

Las consecuencias de un déficit de vitamina D

La falta de vitamina D conlleva un déficit de absorción de calcio y, por lo tanto, una disminución de la mineralización de los huesos. “Esto puede dar lugar al desarrollo de enfermedades como el raquitismo, en el caso de los niños, o la osteoporosis, en los adultos”, señala la Dra. Rotés. Asimismo, desde el Hospital Sant Rafael advierten de que la carencia de esta vitamina también puede provocar debilitamiento muscular (miopatía proximal).

A pesar de que la falta de vitamina D se extiende al conjunto de la población española, las personas de más de 50 años tienen más dificultades para sintetizarla. En el caso de las mujeres, esto se añade al déficit de estrógenos durante la menopausia, que produce una pérdida de calcio que deriva en diferentes enfermedades óseas. Por eso, según indican desde el Servicio de Reumatología, la mitad de las mujeres mayores de 50 años sufren osteoporosis.

Alimentos enriquecidos con vitamina D

La evidencia que la falta de exposición solar provoca unos niveles deficitarios de vitamina D se encuentra en la gente mayor institucionalizada, por ejemplo, en residencias. Estas personas, que prácticamente no están expuestas al sol, son las que presentan un mayor déficit. En estos casos, los especialistas señalan que la aportación alimentaria de vitamina D es clave, aunque la ingesta dietética sólo proporcione entre el 10-20% del nutriente necesario.

Los alimentos naturales ricos en vitamina D son pocos: pescado azul, aceites de pescado y algunos vegetales o cereales. Por este motivo, se aconseja a la población con escasa exposición solar el consumo de alimentos enriquecidos con esta vitamina. “Hasta hace pocos años, en España no existía este tipo de productos”, explica la Dra. Rotés.

“Por el contrario, en los países nórdicos, gracias a la ingesta de estos alimentos, la población presenta un mayor mantenimiento de los niveles adecuados de vitamina D, a pesar de contar con menos horas de sol”, concluye.